S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXI Nº 5838
ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 30 de noviembre de 2014
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En el contexto del primer año del Trienio dedicado a Monseñor Romero y a los pies de la imagen de la Santísima Virgen, Nuestra Señora Reina de la Paz, Patrona de nuestro país y de San Miguel, este 21 de noviembre los señores Obispos de la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) dieron a conocer, en la Catedral de dicha diócesis, un mensaje que contiene su percepción y valoraciones sobre la situación de violencia que impera en nuestra sociedad
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Adviento Reflexiones para el Primer Domingo de Adviento
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Palabras del Arzobispo
IGLESIA LOCAL
REUNIÓN
FUNDACIÓN FOREVER. EXTRAORDINARIA DE LA
CEDES.
AUDIENCIAS VARIAS. FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ. VISITA PASTORAL PARROQUIA SANTIAGO TEXACUANGOS. CONFIRMACIONES EN PARROQUIA JESÚS MANSO Y HUMILDE – 260 – El lunes 17 de noviembre, fui invitado por el fundador de la Fundación Forever, don Alejandro Gutman, a visitar las diferentes obras que realiza la Fundación Forever. El Sr. Gutman en persona vino por mí a las siete de la mañana, para llevarme a la Universidad Tecnológica, donde hubo una reunión con los Directores y alumnos de la Fundación que allí estudian, gracias a programas de becas que la fundación gestiona. Después visitamos el ISNA de Soyapango, donde están las jóvenes, enseguida fuimos a la Escuela de La Campanera y finalizamos visitando la CasaTaller de la Fundación en Santa Eduviges. Lo que el señor Gutman pretende con su Fundación, es sacar de la pobreza esa zona del país y además sostiene que podrían sacarse de la pobreza todas las zonas empobrecidas y vulnerables de El Salvador si hubiera lo que él llama la “Cultura de la Integración”, lo que significa que nos unamos todos para dignificar esas personas ofreciéndole verdaderas oportunidades de superación, solamente así se superan ellos y también nosotros. Agradezco de corazón todo lo que la Fundación está haciendo y ojalá cada vez fueran más las instituciones que se unieran en este esfuerzo. El martes 18, a partir de las 9:30 a.m. los Obispos de la Provincia Eclesiástica de El Salvador realizamos una reunión extraordinaria de la CEDES, en la casa sede de la Conferencia Episcopal, la cual está en la colonia Layco, en San Salvador. El tema principal fue la elaboración de un Mensaje de la CEDES a la nación, respecto a la gran problemática de la violencia. Dicho mensaje se decidió sería publicado en la santa Misa de la Fiesta Patronal de Nuestra Señora de la Paz, en San Miguel. Tuvimos la amable visita del señor Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica en nuestro país, Monseñor Gabriel Viola. Como siempre nuestra reunión se realizó en un ambiente muy hermoso de fraternidad y alegría, pero compartiendo todos la gran preocupación por la violencia en que vivimos. Miércoles 19 y jueves 20 los dediqué a la atención de sacerdotes, religiosas y laicos pertenecientes a movimientos eclesiales. Las visitas que tenemos son siempre motivo de inmensa alegría y de gran beneficio pastoral. Principalmente las de nuestros sacerdotes. Les agradecemos mucho.
El viernes 21, Fiesta de Nuestra Señora de la Paz, muy temprano de la mañana me dirigí hacia San Miguel para asistir a la Misa Patronal, celebrada a las 10:00 a.m. en honor a nuestra santa Patrona de El Salvador. La santa Misa fue presidida por el señor Obispo de San Miguel, Mons. Miguel Ángel Morán Aquino, y concelebramos los demás obispos de El Salvador y una gran cantidad de sacerdotes. La majestuosa Catedral de San Miguel estaba completamente llena, incluso con muchísimas personas de pie. Pero todos participaban con mucha fe y devoción. Estuvieron presentes el señor Presidente de la República, el señor Alcalde Municipal y otras autoridades nacionales y departamentales. Dentro de la celebración eucarística tuvo lugar la presentación del Mensaje de la CEDES titulado: “Bienaventurados los que Artesanos por la Paz”, a este servidor tocó el gran honor de dar lectura a dicho mensaje. El sábado 22, realizamos la última Visita Pastoral del presente año en la parroquia Santiago Apóstol, de Santiago Texacuangos; acompañado de Padre Cristóbal Cruz, secretario de visitas. Llegamos a las 9:00 a.m. y fuimos recibidos en el atrio del templo por el señor párroco, Rvdo. Padre Pedro Orlando Mendoza, y un numeroso grupo de feligreses que nos dieron la bienvenida con mucha alegría y fe; entre ellos un buen número de alumnos de la Escuela Parroquial. Luego desarrollamos una agenda muy intensa pero de mucha satisfacción pastoral. Felicito y agradezco la gran labor pastoral que el señor Párroco y sus colaboradores realizan en favor de esa querida parroquia de Santiago Texacuangos. El domingo 23, Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, Fiesta de Cristo Rey, tuve el gusto de impartir el sacramento de la Confirmación a un numeroso grupo de jóvenes y a tres de ellos también administré el sacramento del Bautismo. Todos feligreses de la Parroquia Jesús Manso y Humilde de Corazón, quienes durante todo el año recibieron su catequesis de preparación. La administración de los Sacramentos tuvo lugar dentro de la Misa principal de la parroquia. Dicha Eucaristía fue concelebrada por el señor Párroco, Rvdo. Padre Simeón Leónidas Reyes García,
con el templo colmado de los jóvenes confirmandos, sus papás, padrinos y demás familiares y amigos, que con mucha devoción y fe participaron de hermosa Liturgia. Deseo compartirles algunas ideas sobre la Liturgia de este Primer Domingo de Adviento: Desde el día del primer pecado, cuando Dios hizo brillar ante los ojos de Adán la promesa de un Redentor, todas las esperanzas de la humanidad se orientaron hacia la salvación que se vislumbraba. Los profetas fueron sus heraldos incansables. “Tú eres, ¡oh Yahvé!, nuestro padre, y redentor nuestro es tu nombre desde la eternidad... He aquí que te irritaste, pues hemos pecado, por nuestra infidelidad y nuestra defección... Más ahora, ¡oh Yahvé!, tú eres nuestro Padre” (Is 63, 16; 64, 4-7). El sentido profundo del pecado y de la impotencia del hombre para volverse a levantar se entrelaza con el anhelo de salvación y con la confianza en Dios expresada con términos casi evangélicos: “Tú eres nuestro Padre”. Parece que Isaías, en su conmovedora oración, quiera apresurar la venida del Salvador: “¡Oh si rasgaras los cielos y bajaras!” (Is 63, 19). Y la historia nos dice cómo fue escuchado este grito y se cumplió la promesa de Dios: los cielos se rasgaron verdaderamente y la humanidad recibió a su Salvador, Jesucristo Señor. Y sin embargo la oración de Isaías es todavía actual y la liturgia se la hace propia en el tiempo del Adviento: “¡Oh si rasgaras los cielos y bajaras!”. El Hijo de Dios ya ha venido históricamente, y con su pasión, muerte y resurrección ha salvado ya a la humanidad pecadora. Y sin embargo, este misterio ya cumplido en sí mismo, debe repetirse en cada hombre y renovarse continuamente en él hasta llevarlo a “la comunión con Jesucristo Señor nuestro” (1 Cr 1, 9). Mientras esta comunión no sea perfecta, es decir, mientras el hombre no esté del todo invadido y transformado por la gracia, hay todavía lugar para la espera del Salvador. El cual viene continuamente por medio de los sacramentos, de su palabra anunciada por la Iglesia y de las inspiraciones e impulsos interiores; (pasa a la página 10)
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CEDES presenta mensaje durante Misa patronal de la Reina de la Paz
Este 21 de noviembre, durante la Misa patronal en honor a Nuestra Señora Reina de la Paz, los obispos de Conferencia Episcopal dieron a conocer un mensaje sobre la situación de violencia que vive nuestro país
El señor Obispo de San Miguel, Mons. Miguel Morán Aquino, presidió la Eucaristía patronal afirmando que “sin la familia, será imposible lograr este don de la paz”. Concelebraron junto a él, además de sus hermanos de la Conferencia de obispos, Mons. Gabriel Marcelo Viola, Encargado
Oh Jesús, Pastor Eterno: Tú hiciste de Monseñor Oscar Romero un ejemplo vivo de fe y de caridad, y le concediste la gracia de morir al pie del altar en un acto supremo de amor a Ti. Concédenos, si es tu voluntad, la gracia de su Beatificación. Haz que sigamos su ejemplo de amor a tu Iglesia a tu Palabra y a la Eucaristía; y que te amemos en los más pobres y necesitados. Te lo pedimos por la intercesión de la Virgen María, Reina de la paz.
(se pide el favor que necesita) Amén.
de Negocios de la Nunciatura Apostólica en nuestro país; así como decenas de sacerdotes de la diócesis e invitados de todo el país. “Milagrosamente, un día 21 de noviembre del 1682, la bella imagen vino a este lugar; y desde ese momento ha bendecido esta tierra con su protección continua” reseñó Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador, durante la homilía que pronunció. Al mismo tiempo pidió a la Santísima Virgen “su intercesión para que podamos vivir en paz, como hermanos, en nuestro país”. Luego Monseñor dio lectura al mensaje que preparó la CEDES. (Ofrecemos íntegro en las páginas centrales)
Confirmaciones en parroquia Santa María de la Encarnación
(Si recibe el favor solicitado, repórtelo por escrito a la Oficina de Canonización de Monseñor Romero en el Arzobispado de San Salvador)
STER
ORACIÓN DE
En el contexto del primer año del Trienio dedicado a Monseñor Romero y a los pies de la imagen de la Santísima Virgen, Nuestra Señora Reina de la Paz, Patrona de nuestro país y de San Miguel, este 21 de noviembre la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) dio a conocer, en la Catedral de dicha diócesis, un mensaje que contiene su percepción y valoraciones sobre la situación de violencia que impera en la sociedad actual.
ORACIÓN POR MONSEÑOR ROMERO
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para tiempos de violencia
Oh Dios, que dominas todo, oye el clamor de los desesperados: Líbranos del poder de los malvados y líbrame a mí del miedo. Amén. (Ester 14,19)
Monseñor explicó que el tercer sacramento de la iniciación cristiana, es el sacramento de la Misión, pues es cuando “somos enviados a dar testimonio de Cristo vivo a nuestras escuelas, hogar, etcétera”. Al final de la ceremonia el Padre Edgar Winter, párroco, agradeció a Monseñor por acudir en representación del señor Arzobispo a otorgar el Sacramento. Mons. Jesús Delgado, Vicario General de la Arquidiócesis, otorga el Sacramento a una de los treinta y siete niñas y niños confirmados
Treinta y siete niños, niñas y adolescentes de diferentes colonias de San Marcos, recibieron los dones del Espíritu Santo este 23 de noviembre, durante la ceremonia de la Confirmación que presidió el Vicario General de la Arquidiócesis, Mons. Jesús Delgado Acevedo.
DIRECTORIO
Dios Padre nuestro, que, con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia, y podamos vivir en paz y progreso constante. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
El padre Edgar Winter, párroco, presenta durante la ceremonia a las y los confirmandos
Mons. Jesús Delgado DIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
Josué Silva DISEÑO GRÁFICO
Roger Herrera DISEÑO DE PORTADA
VOZ DEL PAPA
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“La enfermedad que veo más extendida en Europa es la soledad”
En un discurso de gran envergadura ante el pleno del Parlamento Europeo, el Papa Francisco salió al paso de los miedos y los errores del Viejo continente, animando a no perder de vista el rumbo esencial: “construir juntos la Europa que no gire en torno a la economía sino a la sacralidad de la persona humana”. Yendo directamente a lo esencial, les recordó que “en el centro de este ambicioso proyecto político se encontraba la confianza en el hombre, no tanto como ciudadano o sujeto económico, sino en el hombre como persona dotada de una dignidad trascendente”. Creer en esa dignidad es la base de la defensa de los derechos humanos. En su largo discurso, pronunciado en italiano, el Papa les previno con claridad frente a “errores que pueden nacer de una mala comprensión de los derechos humanos y de un paradójico mal uso de los mismos” como “la tendencia hacia una reivindicación siempre más amplia de los derechos individuales, que esconde una concepción de persona humana desligada de todo contexto social y antropológico”. Con palabras muy claras les recordó que “una Europa capaz de apreciar las propias raíces religiosas, sabiendo aprovechar su riqueza y potencialidad, puede ser también más fácilmente inmune a tantos extremismos que se expanden en el mundo actual, también por el gran vacío en el ámbito de los ideales, como lo vemos en el así llamado Occidente”. A renglón seguido denunció “las numerosas injusticias y persecuciones que sufren cotidianamente las minorías religiosas, y particularmente cristianas, en diversas partes del mundo”. En la misma línea realista, el Papa volvió al escenario de la política europea para invitarles a servir a la democracia con hechos. Para mantener las democracias, continuó el Papa, es necesario “evitar que su fuerza real sea desplazada ante las presiones de intereses multinacionales no universales, que las hacen más débiles y las trasforman en sistemas uniformadores de poder financiero al servicio de imperios desconocidos”. Con toda confianza, propuso a la Eurocámara “invertir en la persona humana”, empezando por “la educación, a partir de la familia. La familia unida, fértil e indisoluble trae consigo los elementos fundamentales para dar esperanza al futuro”. Un enésimo aplauso manifestó buena acogida a su propuesta. El discurso había durado casi una hora, pero los eurodiputados seguían con pasión sus palabras. Al final, se levantaron y le dedicaron una larguísima, interminable ovación en pie. (Cf. Abc.es 25 nov. 2014)
Migrantes en una comunidad cristiana no son extranjeros El rostro del migrante es el rostro de Jesucristo, nuestro prójimo, afirma el Pontífice en su Mensaje al Congreso Mundial de la Pastoral de las Migraciones. “La comunidad cristiana está continuamente empeñada en acoger los migrantes y compartir con ellos los dones de Dios y de la fe”, afirmó el Papa Francisco al recibir este veintiuno de noviembre en audiencia a los participantes del IV Congreso Mundial de la Pastoral para las Migraciones. Las palabras del Pontífice llegan en ocasión de la clausura de los trabajos realizados en la Universidad Pontificia Urbaniana de Roma sobre el tema Cooperación y desarrollo en la Pastoral de la Migración. El encuentro ha sido promovido por el Consejo Pontificio para la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes. El Obispo de Roma resaltó las ventajas para los países que emplean migrantes, además porque ellos llenan “vacíos” a nivel “demográfico”,
mientras que los países de origen reciben el dinero de las “remesas” que sostienen enteros grupos y familias. Asimismo, en su discurso, el Papa denunció el empobrecimiento de los países de origen de los migrantes que pierden sus “mejores mentes”, además de la “fragilidad de niños y jóvenes que crecen sin uno o ambos padres con la consecuente ruptura familiar y de los matrimonios”. “La Iglesia −continuó−, además de ser una comunidad de fieles, reconoce Jesucristo en el rostro del prójimo, es madre sin confines y sin fronteras. Es madre de todos y se esfuerza en alimentar la cultura de la acogida y la solidaridad, donde nadie se sienta inútil, fuera de lugar o descartado”. En este sentido, señaló la importancia de los agentes pastorales para sostener y llevar adelante los procesos de integración. (Cf. Aleteia.org 21 nov. 2014)
La Iglesia es fiel cuando es pobre y humilde como la viuda del templo VATICANO. Este veinticuatro de noviembre, durante la Misa matutina en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco invitó a los fieles a pedir a la viuda que donó sus dos únicas monedas al templo “que nos enseñe” a ser una Iglesia humilde y pobre. El Papa señaló que en el episodio de la viuda hay dos tendencias siempre presentes en la historia de la Iglesia. La Iglesia tentada por la vanidad y la “Iglesia pobre” que “no debe tener otras riquezas que su Esposo”, como la humilde mujer del templo. Francisco dijo entonces que “la gran virtud de la Iglesia debe ser no brillar con luz propia, sino brillar de la luz que viene de su Esposo.
Que viene propio de su Esposo. Y en los siglos, cuando la Iglesia ha querido tener luz propia, se ha equivocado”. “Es verdad que algunas veces el Señor puede pedir a su Iglesia tener, tomar un poco de luz propia”, pero eso se entiende, explicó el Papa, si la misión de la Iglesia es iluminar a la humanidad, la luz que viene donada debe ser únicamente aquella recibida de Cristo en actitud de humildad. “Cuando la Iglesia es humilde, cuando la Iglesia es pobre, también cuando la Iglesia confiesa sus miserias –pues todos las tenemos– la Iglesia es fiel”, concluyó. (Cf. Aciprensa.com 24 nov. 2014)
Papa Francisco se reúne con niños autistas
CIUDAD DEL VATICANO. El papa saludó a niños y adolescentes que presentan autismo y sus familiares, este veintidós de noviembre mientras circulaba por el auditorio en el Vaticano.
El Papa hizo un llamado a gobiernos e instituciones para que atiendan las necesidades de personas con autismo para ayudar a romper “el aislamiento y, en muchos casos también el estigma” relacionado con el trastorno, que se caracteriza por diversos grados de insuficiencia social y dificultades de comunicación. “Es necesario el compromiso de todos a fin de promover encuentros y solidaridad, en acciones concretas de apoyo y una renovada promoción de esperanza”, informó el Pontífice. Familiares de los niños autistas fueron conmovidos por el discurso papal. “Fue como
una mano extendida a un problema que con mucha frecuencia no es atendido de la manera correcta”, dijo el padre de un menor autista. (Cf. Elnuevoherald.com 22 nov. 2014)
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editorial
{ La familia piedra fundamental para la paz { En el Mensaje de paz que los señores Obispos de El Salvador envían a los salvadoreños en general y a los feligreses católicos en particular, son claros en afirmar que la paz se construye en la sociedad desde la familia. Al leer el Mensaje de los Obispos, resuenan las palabras de San Juan Pablo II en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, en enero de 1994: “De la familia nace la paz de la familia humana”. Resuenan también aquellas del papa Benedicto XVI, para la misma Jornada Mundial de la Paz del 2008, cuando dijo que familia humana conforma la primera comunidad de paz. San Juan Pablo II decía que en virtud de la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios, “hombre y mujer los creó” (Gén 1, 27) la familia es, y sigue siendo a pesar del pecado, el verdadero fundamento de la sociedad. Principio fundamental que reafirma la Declaración Universal de los derechos del Hombre, en el artículo 16, 3. La familia es, en efecto, el vehículo privilegiado para la transmisión de los valores religiosos y culturales que ayudan a la persona a adquirir la propia identidad. La familia lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad; ella contribuye eficazmente a un futuro de paz. Las virtudes domésticas basadas en el respeto profundo de la vida y de la dignidad del ser humano, y concretadas en la compresión, la paciencia, el mutuo estímulo y el perdón recíproco, dan a la comunidad familiar la posibilidad de vivir la primera y fundamental experiencia de paz. Fuera de este contexto de relaciones de afecto y solidaridad recíproca y activa, el ser humano permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, como le recordaba San Juan Pablo II
en la Encíclica Redemptor hominis, 10. El amor en familia no es una emoción pasajera sino una fuerza moral intensa y duradera que busca el bien del otro, incluso a costa del propio sacrificio. Además, el verdadero amor va acompañado siempre de la justicia, tan necesaria para la paz. El amor se proyecta hacia quienes se encuentran en dificultad: aquellos que no tienen familia, los niños privados de protección y afecto, las personas solas y marginadas. La familia que vive este amor, aunque sea de modo imperfecto, al abrirse generosamente al resto de la sociedad, se convierte en el agente primario de un futuro de paz. Verdad clara e imperecedera es que una civilización de paz no es posible si falta el amor. Porque, la familia natural, por ser comunión íntima de vida y amor, y estar fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, es el lugar primario de humanización de la persona y de la sociedad, es la cuna de la vida y del amor. Lo recordaba San Juan Pablo II, en Christifideles Laici Nº 40. De todo lo anterior se sigue que la familia es la primera e insustituible educadora de la paz. Es también fundamento de la sociedad porque permite tener experiencia determinante de paz. El mismo lenguaje familiar es un lenguaje de paz, recordaba sabiamente el papa Benedicto XVI. Por lo tanto, quien obstaculiza la institución familiar, aunque sea inconscientemente, hace que la paz de toda la comunidad nacional sea frágil, porque debilita lo que, de hecho, es la principal “agencia” de paz. En una palabra. Si quieres la paz para una sociedad que se agota en la violencia, edifica sobre la familia y habrás puesto la piedra angular para una convivencia fraterna.
Por Mons. Jesús Delgado Acevedo, Director de Semanario Orientación
tioziggi@hotmail.com • Sigfrido Munés
Dejad que los niños se acerquen a mí La historia sagrada nos presenta a Jesús amando a los niños, dando el ejemplo de cómo debe preferírseles y consignando su limpieza de mente y espíritu: “Sed como niños”. Sin embargo en la dura época presente, marcada por la codicia, no sólo se ignora el mensaje del buen pastor, sino que los niños inclusive se vuelven “mercadería” en muchos lugares, a punto de convertirlos en rehenes o instrumentos de cambio, sin respeto para su dignidad y ante la indiferencia de padres desnaturalizados. Así, hemos vivido con mucho dolor el caso de los niños migrantes, aliviado por fin gracias a la
comprensión y sensibilidad de las autoridades norteamericanas. Pero aquí, usted y yo, ¿qué estamos haciendo a favor de la niñez? Cotidianamente nos encontramos a los niños de la calle, expuestos a daños físicos y morales, indefensos y suplicantes, sin que los dirigentes políticos y los candidatos a serlo propongan algún tipo de solución. Esos niños son el futuro de esta nación en crisis y los que van a pagar el endeudamiento desenfrenado en que hemos caído. Se habla de nuevos impuestos, sin revisar los resultados de aquellos otros que en vez de aumentar los ingresos del estado sirven para disminuirlos, pero no se anuncia el
destino de esos fondos y quisiéramos creer que serán destinados, entre otras cosas, a la reconstrucción de escuelas, cuyo estado ruinoso amenaza la seguridad, la salud y la vida de cientos de niños. Ahora que estamos en una costosa y adelantada campaña electoral, los políticos nuevos y viejos –hay que insistir– bien harían en comprometerse a solucionar o mitigar los problemas que afectan directamente a los futuros contribuyentes: los niños. Dejad que los niños se formen e instruyan en las mejores condiciones que los recursos del país nos permitan. Ellos lo merecen plenamente. En Dios confiamos.
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Conferencia Episcopal de El Salvador “Bienaventurados los artesanos de la paz” – Mensaje de la Conferencia Episcopal de El Salvador frente a la grave situación de violencia que vivimos. Catedral Basílica de San Miguel. 21 de noviembre. Fiesta de Nuestra Señora de la Paz, Patrona de El Salvador – Muy queridos hermanos y hermanas: Les saludamos con las palabras de Jesús: “Mi paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14, 17). 1. En este santo lugar, a los pies de Nuestra Señora de la Paz, hace exactamente nueve años, dimos a conocer la carta pastoral No te dejes vencer por el mal. En ella, los obispos de El Salvador, “con ojos y corazón de pastores”, examinamos atentamente el problema más grave que tiene nuestro país: la violencia, en sus distintas manifestaciones, pero sobre todo la que arrebata la vida a hermanos y hermanas cada día. Hoy volvemos sobre el mismo tema porque el fenómeno de la violencia se ha vuelto aún más grave y complejo. En este Mensaje queremos compartir con ustedes, hijos e hijas de la Iglesia, y con los hombres y mujeres de buena voluntad, nuestra visión y algunas orientaciones pastorales. Nos mueve para ello la conciencia de que somos ministros de Cristo. Él es “paz y reconciliación nuestra”. En medio del pueblo que sufre 2. El Papa Francisco nos pide a los pastores de la Iglesia que tengamos “un oído en el pueblo para descubrir lo que los fieles necesitan escuchar” (Exhortación Apostólica “La alegría del Evangelio” 154). ¿De qué se trata? Responde el Santo Padre, citando al Beato Pablo VI: se trata de “descubrir lo que el Señor desea decir en una determinada circunstancia” (Ib.). 3. En nuestra escucha, iluminada por la Palabra de Dios y el magisterio de la Iglesia, ha llegado a nosotros el clamor de nuestro pueblo por la paz y la seguridad, sobre todo en los lugares donde la violencia parece deambular sin ningún tipo de control. También escuchamos en ese clamor que cualquier solución, para ser consistente y tener perspectivas de éxito, debe tener como un elemento fundamental e insustituible, la atención a la familia. 4. Esto no es nuevo para nosotros, como puede comprobarse al revisar los documentos de nuestro magisterio. Basta citar la carta pastoral de esta conferencia episcopal, publicada a fines de 1981, poco tiempo después de la muerte de Monseñor Romero, cuando se iniciaba el conflicto armado. Dicho documento tenía el título La familia y la paz. Después de la firma de la paz, la CEDES publicó la Carta Pastoral Defendamos la vida (19 de marzo de 1994), con ocasión del Año de la Familia. 5. En la carta pastoral de 1981 se describen, en el párrafo introductorio, los estragos que está causando la guerra en la familia: “El lamento de miles de niños huérfanos de padre y madre por la violencia y de cientos de mujeres viudas ha llegado al Señor. El odio, el rencor y la venganza emponzoñan el corazón de muchos salvadoreños. La ambición, la mentira, el engaño y la corrupción han sentado sus reales en los individuos, en las organizaciones e instituciones del país. El caos social que vivimos es fruto del olvido de los deberes más elementales para con el hombre y de la dependencia del Creador. Jesucristo se ha convertido para muchos compatriotas en el gran desconocido”. 6. Dos años más tarde se unió a nuestro dolor el Papa San Juan Pablo II en la homilía que pronunció durante su primera visita a nuestro país: “¡Cuántos hogares destruidos! ¡Cuántos refugiados, exiliados y desplazados! ¡Cuántos niños huérfanos! ¡Cuántas vidas nobles, inocentes, tronchadas cruel y brutalmente! También de sacerdotes, religiosos, religiosas, de fieles servidores de la Iglesia, e incluso de un Pastor celoso y venerado, arzobispo de esta grey, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien trató, así como los otros hermanos en el Episcopado, de que cesara la violencia y se restableciera la paz”. San Juan Pablo II en su visita nos exhortó vehementemente a ser artesanos de la paz. 7. Es en la carta pastoral No te dejes vencer por el mal donde encontramos un análisis más detallado del fenómeno de la violencia tal como se está viviendo en el período de postguerra. En ella se afirma que ante la violencia los pastores queremos responder como lo haría Jesús: “Queremos responder a tan dramática realidad como lo haría Jesús. Al hambre de Dios respondemos con la evangelización y la celebración de los sacramentos. Y al hambre de pan tratamos de responder como nuestro Divino Salvador, quien “tuvo entrañas de misericordia ante toda miseria humana” (Plegaria Eucarística, Vb). Por una parte tratamos de iluminar las conciencias con la luz del Evangelio y de la doctrina social de la Iglesia; y, por otra, llevamos adelante una obra de promoción humana y desarrollo integral a través de las distintas expresiones de la pastoral social” (n. 6). Esta propuesta global sigue siendo válida en las actuales circunstancias y debe ser tomada muy en cuenta. 8. La situación actual de violencia es verdaderamente grave en nuestra nación. Y si bien la Seguridad nacional es principalmente responsabilidad del Estado, dadas las circunstancias actuales se requiere también la contribución de todos. Como Iglesia hemos atendido la solicitud de la Presidencia de la República, para participar en el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia, y hemos apoyado el contenido de su Manifiesto del 29 de septiembre del año en curso, sobre todo cuando afirma que “el problema de inseguridad ciudadana y violencia en el país sí tiene solución” (n. 5), a condición de que “nos unamos, que retomemos el espíritu de armonía, que nos involucremos en la formulación y promoción de propuestas, a través de los diferentes medios de participación ciudadana” (n. 6). Instamos a toda la sociedad a participar en ese esfuerzo nacional de la manera más generosa, honesta y trasparente para obtener el resultado de todos deseado, la paz social de nuestro país. El desafío de la violencia 9. No cabe duda que la violencia es el mayor desafío que tenemos como nación. ¿Cómo vemos los obispos de El Salvador este preocupante fenómeno? Estos son algunos de los componentes de esta compleja realidad: 10. Es muy lamentable que en nuestro país el tejido social se ha venido deteriorando debido a la violencia. La convivencia pacífica y fraterna se ha visto alterada por el fenómeno de la delincuencia, asesinatos, robos, extorsiones y otros delitos siguen llevando luto y dolor a las familias salvadoreñas. 11. Todo esto impacta fuertemente en la familia, célula básica de la sociedad. Entre los factores que provocan su fragmentación y desintegración tenemos la pobreza, la migración y la violencia; las tres están muy entrelazadas. La pobreza sume a miles de familias en un futuro sin esperanza. La migración está motivada, en gran parte, por la violencia. Y la violencia se presenta actualmente como una espiral que parece no tener fin. 12. En este mar de violencia, un elemento que causa una angustia insoportable es la extorsión. Miles de humildes familias que tienen su pequeño negocio, se ven obligados a cerrarlos o a vivir en forma muy precaria. La extorsión afecta también a personas de clase media, empresas, etc. Es como un cáncer que arrebata la paz y la tranquilidad a innumerables hogares.
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13. Las víctimas de la violencia y la extorsión son innumerables y, gracias a Dios, la sociedad va tomando conciencia de que no debemos dejarlas solas. Ante todo renovamos el compromiso de acompañarlas mediante la oración, pero esto no es suficiente: la Iglesia se siente fuertemente llamada a acercarse a ellas como samaritana que no permanece indiferente ante las personas que yacen heridas al borde del camino. Deseamos vivamente que, en la medida de lo posible, se les otorgue pronta y cumplida justicia, así como la reparación a la que tienen derecho. 14. Los que generan violencia son personas humanas: pueden ser miembros de pandillas, delincuentes comunes, integrantes del crimen organizado e incluso, en algunos casos, agentes del Estado. A todos ellos y a quienes se lucran de la violencia, les exhortamos en nombre de Dios, a que cambien de actitud y no sigan atentando contra sus propios hermanos. La Iglesia ha aprendido de Cristo, el príncip e de la paz, que todos podemos cambiar y que no tenemos derecho a cerrar la puerta a nadie. 15. También animamos el esfuerzo que están haciendo los distintos Órganos del Estado, a quienes corresponde, por ley, garantizar la seguridad y la tranquilidad de los ciudadanos. Sobre el Estado recae, en primer lugar, la obligación de combatir todas las formas de violencia, a fin de conducir al país por los senderos de la paz y la justicia. Pero también es necesaria la colaboración solidaria de toda la sociedad. 16. Al preguntarnos ¿cuál es la voluntad de Dios para nosotros, en el momento histórico que vivimos?, no podemos desoír al Señor que nos dice: “Bienaventurados los artesanos de la paz” (Mt 5,9); y al apóstol Santiago que nos ha dicho: “El fruto de la justicia con paz lo van sembrando los que trabajan por la paz” (St 3, 18). Esta es la tarea de la Iglesia y de todo cristiano, trabajar incansablemente por la pa z, esta es nuestra misión ser auténticos artesanos de la paz. Orientaciones pastorales 17. Como pastores de la Iglesia percibimos las voces de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, que nos piden una palabra de iluminación y algunas orientaciones pastorales sobre el desafío que presenta para toda la Iglesia la violencia en todas sus manifestaciones. Encontramos aportes valiosos en el magisterio del papa Francisco y en las enseñanzas del Sínodo de los Obispos sobre la Familia recientemente realizado en Roma con la presencia permanente del Santo Padre: v El Sínodo de los obispos nos invita, ante todo, a fijar nuestra mirada en Jesús: “Cristo quiso que su Iglesia fuera una casa con la puerta siempre abierta, recibiendo a todos sin excluir a nadie”. De ahí la gratitud “a los pastores, a los fieles y a las comunidades dispuestos a acompañar y a hacerse cargo de las heridas interiores y sociales de los matrimonios y de las familias”. v En su Mensaje final, el Sínodo nos dice bellamente que nunca estamos solos: “Como lo hacía durante sus recorridos por los caminos de la Tierra Santa, entrando en las casas de los pueblos, Jesús sigue pasando hoy por las calles de nuestras ciudades. En sus casas se viven a menudo luces y sombras, desafíos emocionantes y a veces también pruebas dramáticas”. v Hoy Cristo nos espera en la Eucaristía. Así lo expresa el Mensaje de la asamblea sinodal: “La cima que recoge y uni fica todos los hilos de la comunión con Dios y con el prójimo es la Eucaristía dominical, cuando con toda la Iglesia la familia se sienta a la mesa con el Señor. Él se entrega a todos nosotros, peregrinos en la historia hacia la meta del encuentro último, cuando Cristo ‘será todo en todos’ (Col 3, 11)”. 18. Teniendo en cuenta todo lo anterior exhortamos a nuestros hermanos sacerdotes y a todos los agentes de pastoral a asumir entre sus prioridades, las siguientes: Ø Hacer un inventario, a nivel diocesano y parroquial, de las experiencias en el campo de la prevención de la violencia, para aprender unos de otros y para seleccionar las mejores prácticas. Ø Fortalecer los procesos pastorales de prevención de la violencia que ya existen en nuestras diócesis, principalmente los que son más exitosos. Ø Poner en marcha nuevos procesos, sobre todo en el campo del acompañamiento de las familias que afrontan mayores dificultades. Ø Atender con particular esmero a las víctimas de la violencia y a sus familias. De esta manera contribuiremos a sanar las heridas y a comunicar esperanza. Ø Trabajar intensamente en lo que llamamos pastoral preventiva. Ø Favorecer en cuanto sea posible la solidaria integración de la sociedad en favor de la paz, promoviendo el desarrollo educativo y económico de las zonas más pobres y vulnerables. Ø Realizar jornadas de oración y múltiples actividades espirituales, comunitarias y familiares, para pedir a Dios el tan anhelado don de la Paz. 19. La impotencia y la resignación no tienen cabida en el corazón de los hombres y mujeres que creemos en Jesucristo. A pesar de tanta iniquidad que nos rodea, la fe nos dice que es posible rehacer el tejido social, a partir de la familia. Con la ayuda del Señor , que siempre camina con su pueblo, podemos vencer al mal con el bien. 20. Que por intercesión de María, la Reina de la Paz, y del Señor San José, la gracia de Dios nos acompañe y guíe siempre en la noble y sublime misión cristiana de ser artesanos de la paz en nuestro país. Dado en la Catedral Basílica de San Miguel, el 21 de noviembre, Fiesta de Nuestra Señora de la Paz, Patrona de El Salvador, del año 2014.
† Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador Presidente de la CEDES
Mons. Rodrigo Orlando Cabrera Cuellar Obispo de Santiago de María
Mons. Miguel Ángel Morán Aquino Obispo de San Miguel
Mons. Gregorio Rosa Chávez Obispo Auxiliar de San Salvador
Mons. Fabio Reynaldo Colíndres Abarca Obispo del Ordinariato Militar Vicepresidente de la CEDES
Mons. Luis Morao , OFM Obispo de Chalatenango
Mons. José Elías Rauda Gutiérrez , OFM Obispo de San Vicente
Mons. Fernando Sáenz Lacalle Arzobispo Emérito de San Salvador
Mons. Romeo Tovar Astorga, OFM Obispo de Santa Ana Secretario General de la CEDES
Mons. Elías Samuel Bolaños Avelar, SDB Obispo de Zacatecoluca
Mons. Constantino Barrera Morales Obispo del Sonsonate
Mons. Eduardo Alas Alfaro Obispo Emérito de Chalatenango
EN EL MUNDO
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San José es el santo de cabecera del Papa Francisco STRASBURGO, FRANCIA. San José es el santo de cabecera del Papa Francisco. El Pontífice tiene una gran devoción por el esposo de la Virgen María. Así lo ha hecho saber en varias ocasiones desde que fue elegido Sucesor de Pedro y lo ha vuelto a recordar ahora en el vuelo de regreso a Roma de su visita al Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
Obispo de Brooklyn
La reforma migratoria de Obama es frágil El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pretende realizar la mayor regularización de inmigrantes ilegales de las últimas décadas. Beneficiaría a unas 5 millones de personas pero el próximo presidente que llegue a la Casa Blanca podrá cambiarlo automáticamente.
Uno de los obispos que más ha seguido la cuestión migratoria en Estados Unidos opina que “es importante que se dé este paso pero, desgraciadamente, hay muchos intereses políticos de por medio de las dos partes. Nosotros estamos intentando, de nuevo, trabajar con las dos partes para explicarles el problema humanitario”. (Cf. Romereports.com 25 nov. 2014)
Después de ser preguntado por una periodista acerca del tema, el Papa ha contado que “cada vez que le he pedido algo a San José, me lo ha concedido”. Su devoción viene de lejos. Son conocidas sus oraciones al Santo cada vez que debía comenzar unos ejercicios espirituales, como los que impartió en España en enero de 2006. En su habitación de la Residencia de San Marta del Vaticano, la número 201, tiene una estatua del santo, a cuyos pies deja pequeños papeles con peticiones que él mismo escribe. (Cf. Aciprensa.com 25 nov. 2014)
“Por desgracia esta es una ley temporal. Una medida temporal que sólo durará lo que dure el presidente, el que venga después podrá suprimirla. Sin embargo es un paso en la dirección correcta”, Mons. Nicholas Dimarzio, Obispo de Brooklyn (EE.UU.).
Nicaragua
El Cardenal Brenes pide transparencia sobre Canal transoceánico MANAGUA. El cardenal Leopoldo Brenes Solórzano, arzobispo de Managua, y desde hace poco Presidente de la Conferencia Episcopal del Nicaragua, se ha sumado a cuantos han pedido al gobierno del Presidente Daniel Ortega que responda a todas las preguntas surgidas tras la noticia que para dentro de un mes se iniciará a construir el Canal transoceánico entre el Pacífico y el Atlántico. “Los que van a hacer las excavaciones ¿cuánto van a ganar?, ni ellos ni el Gobierno
han dicho cuánto (...), porque si el Canal traería beneficio para todo el mundo pues el mundo debe estar bien informado”. El Card. Brenes ha subrayado que el canal es una preocupación común de los Obispo de la Conferencia Episcopal porque interesa directamente a los territorios del Vicariato apostólico de Bluefields, de la diócesis de Chontales y de la diócesis de Granada. (Cf. Agencia Fides, 25 nov. 2014)
Las mejores fotos sobre la fe de 2014 En su quinto año de vida, la competición “La fe a través de una cámara”, organizada por la Red Interreligiosa de Reino Unido, tiene por objetivo mostrar el papel positivo de la fe en la vida diaria. Además de un premio personal, el ganador y los autores de las dos obras más elogiadas reciben US$1,500 para su organización benéfica favorita.
Esta fotografía de Merryn Fawssette, “El círculo de la fe”, fue la ganadora del concurso de este año
En el jurado estuvieron el fotógrafo Don McCullin, el fotoperiodista Hazel Thompson, el reverendo David Cornick y Paresh Solanki en representación de la Red Inter Faith. (Cf. Bbcmundo.com 24 nov. 2014)
“Polvo y agua”, de Margaret Houston, muestra manos en una fuente durante un encuentro de jóvenes en Cuaresma Los jueces estimaron que “La inocencia de dar”, de Anthony Melendrez, muestra el espíritu humano y habla de dar desinteresadamente a través de los ojos de un niño
“Mujer rumana reza en una iglesia cristiana ortodoxa”, de Alecsandra Dragoi, fue una de las imágenes elegidas entre las diez mejores
Nasira Kasmani tomó esta fotografía en Jerusalén
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Espiritualidad de Monseñor Romero – III entrega –
Anhela una consagración más profunda con el Sagrado Corazón. Él hace un propósito de acuerdo con lo que escribe: “Conocer la Iglesia y mi lugar y el deber para con ella cada día más. La fidelidad al Magisterio. Su doctrina es mi criterio”. (Pág. 51)
El 10 de febrero de 1980, año de su muerte, declaró: “qué hermoso es pensar que puedo tener una audiencia con Dios cuando yo quiero. Dios va a enseñar y escuchar en cualquier momento que yo quiera retirarme en la oración”.
Concluye haciendo referencia a sus intenciones después de estos Ejercicios Espirituales. Mons. Romero lo explica así: “1) celebrar misa con más fervor. 2) una mejor preparación de la confesión. 3) fidelidad al breviario. 4) La dirección espiritual. 5) Medianoche maitines” (Pág. 53). El 3 de febrero 1977, Monseñor Romero fue nombrado Arzobispo de San Salvador. Sus homilías se contienen en 6 volúmenes. La necesidad de la oración es mencionada 256 veces en ellas. Cada vez que habla, habla de lo que cree y predica en su vida. Tres meses después de convertirse en Arzobispo afirmó en su homilía de fecha 23 de mayo, del 77: “El hombre que no ora no ha desarrollado su fuerza humana, el hombre que no ora porque cree que Dios no existe está mutilado, el hombre que no ora porque él está de rodillas delante de su materialismo, ya sea dinero, la política, otras cosas, no ha comprendido la verdadera grandeza del ser humano”. No orando, Monseñor Romero dice, se está mutilado, al no haber encontrado su grandeza. Ese mismo año, el 10 de julio, dijo: “En el corazón de toda persona, hay una pequeña celda, donde llega Dios y habla con esa persona. Es allí donde cada uno determina su destino”. Monseñor Romero se enfrenta a Dios día a día en su pequeña celda y fue allí donde se encontró con lo que Dios quería de él. Fue la oración que hizo que Monseñor Romero fuera lo que fue. Ese mismo año, el 24 de julio, ofreció una definición hermosa de la oración: “La oración es la cumbre de la perfección humana”. Él parece decir que sólo a través de la oración somos lo que debemos ser y sólo allí podremos alcanzar nuestra perfección.
Incluso el 2 de marzo 1980, escribió: “ayer, cuando un periodista me preguntó donde encontraba mi inspiración y dedicación para mi trabajo, le dije: “tu pregunta es muy oportuna porque ahora mismo estoy regresando estoy regresando de mis Ejercicios Espirituales. Si no fuera por la oración con la que trato de mantener mi unión con Dios, yo no sería más que lo que dice San Pablo: ‘una campana que no suena’”. Cuando vemos un árbol con muchos frutos, sabemos que sus raíces están muy profundas en la tierra. Cuando vemos a Monseñor Romero y sus frutos, sabemos que su alma estaba profundamente centrada en Dios. Siguiendo la espiritualidad de Jesús, Monseñor Romero hizo la oración de Jesús su propia espiritualidad. Recuerdo dos acontecimientos con respecto al sentido de oración de Monseñor Romero. El primero fue uno de los momentos en que acompañé Monseñor Romero a Roma, llegamos alrededor de las ocho de la mañana. Fuimos a la casa del Clero en que nos hospedamos y cada uno se fue a su habitación, yo no había dormido en toda la noche en el avión y estaba desempacando, y mirando mi cama para dormir un poco, cuando alguien llamó a mi puerta. Abrí y era Monseñor y me pregunto:
Mons. Ricardo Urioste
– ¿Quiere que vayamos a dar una caminadita? – Sí, por supuesto Monseñor, le dije. Estábamos cerca de la ‘Vía de la Conciliazione’ así que lo tomó y se dirigió directamente a la Basílica de San Pedro. Cruzamos toda la nave central y cuando llegamos al altar de la confesión, se arrodilló, y yo me arrodillé junto a él. Después de unos minutos yo me levanté y lo vi a él en una oración tan profunda, con sus ojos cerrados y me dije a mí mismo “ a este hombre hay que seguirlo, porque él está siguiendo a Dios”. El segundo evento fue en diciembre de 1979 con la visita que el cardenal Lorsheider de Brasil, un importante hombre del gobierno de la época, tenían con Monseñor. También me invitaron a mí a esa reunión. Estaban hablando durante mucho tiempo entre ellos y después de una media hora Monseñor Romero se disculpó y salió de la reunión. Más de quince minutos habían pasado y no había regresado. Pensé que era él a que estas personas habían llegado a hablar de forma que también yo me excuse y salí a buscarlo. Fui a su apartamento en el hospital y él no estaba ahí. Fui a la sala de visitantes, el jardín, a la cafetería y tampoco estaba allí. Yo iba a volver al lugar de la reunión cuando se me ocurrió entrar a la capilla y allí estaba Monseñor arrodillado en la tercera banca delante del Santísimo Sacramento que estaba expuesto. Me acerqué y le dije: “Monseñor, los señores le están esperando” “ya voy”, me dijo. Creo que Monseñor Romero había ido a buscar el consejo del Señor con respecto a lo que respondería al cardenal y al hombre del gobierno. Porque estoy convencido de que monseñor nunca dijo nada, ni hizo nada sin consultar antes con Dios. Después de su muerte, cuando las delegaciones de diferentes países fueron llegando, una pregunta que siempre hacían era: “¿Es verdad que Monseñor Romero fue manipulado por un grupo u otro?”. Mi respuesta fue que él fue manipulado, Él fue manipulado por Dios, que hizo lo que quiso con Monseñor.
Adviento tiempo de espera
Primer domingo de Adviento
FIGURAS DEL ADVIENTO
De acuerdo con la Liturgia y calendario de la Iglesia hoy inicia el año. Es año nuevo. Para la cultura griega el tiempo es de carácter cíclico: los acontecimientos se repiten. Para el hombre de la Biblia, en cambio, la historia camina, cambia, progresa, bajo la mirada de Dios, hacia un tiempo abierto a la verdad: Adviento es la novedad de la venida de Cristo en el tiempo, pero también abierto a su última venida. De hecho el Evangelio está tomado de lo que es parte del discurso escatológico de Jesús que ocupa Marcos en el capítulo trece. 1. Una figura de la espera: Isaías El profeta apenas es conocido por otra cosa que sus obras, pero éstas son tan características que a través de ellas podemos adivinar y amar su persona. Sorprendente proximidad de esta gran figura del siglo VIII antes de Cristo, que sentimos en medio de nosotros, cotidianamente, dominándonos desde su altura espiritual pero penetrado por la grandeza de su Dios, convencido de su intervención continua en la creación. Éste nacerá de una mujer y se introducirá así en la dinastía de David.
Todo el texto de hoy domingo es respuesta a una pregunta que los apóstoles han hecho a Jesús: “Dinos cuándo sucederá esto y cuál será la señal de que todas estas cosas llegan a su fin” (Mc. 13, 4). La pregunta es doble: cuándo sucederá y cuál es la señal. A la pregunta sobre la señal, Jesús responde con la comparación de la higuera (cap. 13, 28). A la pregunta sobre el cuándo contesta con la figura del hombre que deja su casa al cuidado de los sirvientes (13, 34). Cinco veces en este evangelio Jesús manda a estar vigilantes y despiertos.
(Marcos 13, 33-37)
Vigilar es estar alertas, despiertos y esperando algo, algo que va a ocurrir sin saber cuándo: Hay que notar que la vigilia y estar despiertos no termina ahí. El texto dice: “cada cual con su oficio” (v. 34) es decir en actitud de trabajo, de servicio, de esfuerzo; haciendo lo que el Señor ha pedido. El Señor deja individuos que deben hacer su tarea. Y esto es lo importante, cumplir la tarea en la vida, que Cristo nos ha encomendado. Preparar el futuro, significa no traicionar el presente. Hablándonos de lo futuro, Cristo nos pide saber vivir el presente. (Tomado de la columna Cuartilla Pastoral, por Mons. Ricardo Urioste)
2. Otra figura: Juan el Bautista Al igual que Isaías coincide en pensamiento y 3. Nuestra Señora, figura principal de la espera mensaje. El papel de Juan, “allanar el camino del En las vísperas del primer domingo de Adviento, Señor”. Él lo sabe y se designa a sí mismo, refiriéndose la antífona del Magnificat está tomada del evangelio a Isaías (40, 3), como la voz que clama en el desierto. de la anunciación: “No temas, María, porque has El sentido exacto de su papel, su voluntad de encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu seno ocultamiento, han hecho del Bautista una figura y darás a luz un hijo”. Sirve para convencernos de siempre actual a través de los siglos. que la liturgia había nunca ha olvidado el culto a De este modo, Juan está siempre presente la Virgen. durante la liturgia de Adviento.
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Monseñor Romero Hombre de Dios
mbre 2014
– Material para el Primer año del Trienio sobre Monseñor Romero –
ie Tema 5. Dic
La Iglesia en El Salvador se prepara para celebrar el Centenario del natalicio de Monseñor Romero, dando a conocer la figura de nuestro tan amado pastor dedicándole un trienio con la siguiente temática: • Primer año: Monseñor Romero, hombre de Dios • Segundo Año: Monseñor Romero, Obispo y hombre de Iglesia • Tercer año: Monseñor Romero, servidor de los pobres
Monseñor Romero sacerdote
Espirituales 1966, pág. 2). 5- PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
1- MOTIVACIÓN:
a. ¿Cuál es el ideal de Dios para contigo y cuál tu realidad?
Saludo: Según la hora… Bienvenidos hermanos, nos alegramos de estar reunido s co mo ( co mu n id ad , ministerio, movimiento apostólico… según sea el caso) para conocer la persona, y el misterio de la vida consagrada de Monseñor Romero al servicio de su pueblo.
b. ¿Quieres tú también renacer? c. ¿Has pensado que la misericordia de Dios no tiene límites? d. ¿Tienes tú también la virtud de la esperanza? e. ¿Qué te inspira de Mons. Romero como sacerdote para vivir tu ser cristiano?
2- ORACIÓN DE INICIO: Dios padre, Dios hijo redentor y Espíritu Santo consolador, modelo de comunidad, nos reunimos como hijos e hijas tuyos para glorificarte y bendecirte por el testimonio de la vida de Monseñor Romero; permítenos, te rogamos, conocerlo en profundidad y seguir su ejemplo de cristiano y pastor de nuestro pueblo a quien amó y sirvió hasta la últimas consecuencias de su vida. Amén.
6- ORACIÓN FINAL Para terminar el tema les invito a rezar la oración para pedir la beatificación del Siervo de Dios Monseñor OSCAR ARNULFO ROMERO GALDÁMEZ:
3- CANTO MOTIVACIONAL 4- CONTENIDO sacerdote
DEL TEMA:
Monseñor Romero
Texto Bíblico: Heb 5, 6 Conservamos, dichosamente, sus notas espirituales a partir de 1966, sobre todo las de sus ejercicios espirituales. Como muy bien afirma Mons. Jesús Delgado en su libro “Así tenía que morir ¡Sacerdote! Porque así vivió” leemos ahí: “Las notas espirituales de un individuo reflejan más el alma de quien toma nota que el pensamiento de quien predica” (pág. 34). El 15 de enero de 1966 Monseñor Romero escribe: “El principio y fundamento y la primera
semana me ha hecho ver el ideal de Dios y mi lejana realidad. He renacido” (pág. 35). Y continúa escribiendo: “He sentido este miércoles por la noche una alegría profunda cuando medito en la misericordia de Dios. Por más comunes que sean las culpas de un hombre… son limitadas… mientras que la misericordia de Dios es sin límites… La esperanza debe ser para mí una virtud básica ya que la he visto comprobada con hechos evidentes y conmovedores. Dios me quiere todavía. Gracias Señor” (Apuntes
¡Oh! Jesús, Pastor Eterno: Tú hiciste de Monseñor Oscar Romero un ejemplo vivo de fe y de caridad, y le concediste la gracia de morir al pie del altar en un acto supremo de amor a Ti. Concédenos, si es Tu voluntad, la gracia de su beatificación. Haz que sigamos su ejemplo de amor por tu Iglesia, por tu Palabra y la Eucaristía; y te amemos en los más pobres y necesitados. Te lo pedimos por la intercesión de la Virgen María, Reina de La Paz. Amén. Entonemos un canto para terminar.
(Viene de página 2)
Palabras del Arzobispo y al cual no hay que cesar nunca de acoger y de desear para que sus venidas a nosotros sean cada vez más íntimas, profundas y transformantes. “El Espíritu y la Esposa [la Iglesia] dicen: ¡Ven!”, y cada uno de los fieles repite: “¡Ven, Señor Jesús!” (Ap 22, 17.20). San Pablo, al congratularse con los Corintios por la gracia de Dios que habían recibido en Cristo, ya que en Él habían sido enriquecidos de todo y en Él poseían todos los dones, los exhorta a la espera de la “manifestación de nuestro Señor Jesucristo” (1 Cr 1, 4-7). Estos son los dos polos entre los cuales se tiende el arco del Adviento cristiano: el recuerdo
agradecido del nacimiento del Salvador y de todos los dones recibidos de Él, y su “manifestación” gloriosa al final de los tiempos. Si sabemos llenar con una espera vigilante y activa el espacio intermedio entre uno y otro, Dios mismo, como dice el Apóstol, “nos confirmará hasta el fin para que seamos irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo” (ib 8). A la fidelidad del hombre que vive en la espera de su Dios, corresponde la fidelidad de Dios que mantiene infaliblemente sus promesas. La fidelidad por parte del hombre debe ser cual la presenta el EVANGELIO (Mc 13, 34-37): un generoso servicio en el cumplimiento del propio
deber sin rendirse ni al cansancio ni a la pereza. Como lo hace el siervo diligente que no duerme durante la ausencia del amo, sino que realiza las tareas que le han sido encomendadas, de tal manera que cuando vuelva su amo “por la tarde, a medianoche, al canto del gallo o a la madrugada” (ib. 35), lo encuentre siempre en su puesto, entregado al trabajo; no asustado, como quien es sorprendido en el mal, sino alegre de volverlo a ver. Y como para el cristiano Dios es no sólo amo, sino Padre, su llegada será llena de alegría. † Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador
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La Palabra de Dios para cada semana Lecturas: Is 63, 16-17. 19; 64, 2-7; Sal 79, 2-3. 15-16. 18-19; 1Cor 1, 3-9; † Mc 13, 33-37 Mons. Vincenzo Paglia*
Domingo 30 de noviembre de 2014 • Primer Domingo de Adviento • Ciclo “B” • Año I impar Hoy comienza el año litúrgico. No es una réplica de una historia ya conocida. Todos somos muy analfabetos de la vida y de Dios. Y, en cualquier caso, cada año es diferente a otro. Tampoco nosotros somos los mismos. Estar con el Señor no es una repetición siempre igual: se convierte en repetición cuando mantenemos nuestra vida lejos de Él o cuando somos superficiales. Los domingos nos ayudarán a comprender en el hoy el misterio de su presencia entre los hombres. Como toda historia de amor, la de Dios con nosotros también tiene diferentes momentos, todos importantes. Trataremos de revivirlos juntos, para no envejecer, para volver a descubrir, para comprender como niños. Su amor da sentido y futuro a nuestros días. Lo primero que se nos pide, a todos, es esperarle. Dice Jesús: “velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa”. Toda nuestra vida es una espera. Cuando ya no esperamos a nadie, cuando el mañana parece no existir, entonces es cuando empezamos a morir un poco. Cuando dejamos solo a alguien, le ayudamos a morir. A veces pensamos que en el fondo los demás no esperan nada, que no necesitan nada, que están bien así. No es verdad. ¿Quién ayuda a los hombres a esperar? ¿Quién trata de comprender y de responder a la espera del otro, o de pueblos enteros marcados por la guerra y la violencia? ¿Quién anima y responde a la espera de los jóvenes? También por esto debemos estar “vigilantes”. El tiempo litúrgico está acompasado por el tiempo de Dios, o mejor dicho, es el tiempo de Dios que entra en el de los hombres. Y se mide por el misterio mismo de Jesús: comienza con su nacimiento, con la predicación en Galilea y en Judea hasta la muerte, resurrección y ascensión al cielo. Cada Domingo, desde este primero de Adviento hasta la fiesta de Cristo Rey, la Palabra de Dios nos toma de la mano, en cierto sentido nos libera de la esclavitud de nuestros ritmos, y nos introduce dentro del misterio de Cristo, para hacernos partícipes de su misma vida. Con el tiempo litúrgico recibimos el gran don de hacernos contemporáneos de Jesús. Esta es la “fuerza” de los domingos, que hacía decir a los primeros cristianos: “Para nosotros es imposible vivir sin el Domingo”. “Adviento”, lo sabemos bien, significa “venida”,
es decir, el nacimiento de Jesús en medio de nosotros. Y desde tiempos antiguos la Iglesia ha sentido la necesidad de preparar el corazón de los fieles para acoger al Señor. La Liturgia de hoy pone sobre nuestros labios las palabras de Isaías: “¿Por qué nos dejaste errar, Señor, fuera de tus caminos, endurecerse nuestros corazones lejos de tu temor? Vuélvete, por amor de tus siervos. ¡Ah! Si rompieses los cielos y descendieses” (Is 63, 17. 19). Sí, pidamos al Señor: “Vuélvete, por amor de tus siervos”. Lo necesitamos. Lo necesita el mundo entero. Lo necesitan los países más pobres donde millones y millones de hombres y mujeres mueren de hambre cada día. Lo necesitan las grandes ciudades de los países ricos que marginan a innumerables hileras de débiles, ancianos y enfermos. Lo necesitan los corazones de muchos para que se alejen de la dureza y la violencia, para que se conmuevan por los pobres y los débiles y comiencen a trabajar para construir un nuevo futuro de paz para todos. Con el profeta gritamos aún: “¡Ah! Si rompieses los cielos y descendieses”. E nuestra oración del Adviento, es la oración universal de este tiempo. El Adviento irrumpe en nuestros días para recordarnos esta invocación del profeta y para hacer nuestros los gritos de muchos que esperan a alguien que les salve de la tristeza de la vida. Estos gritos, con frecuencia alejados de nuestros oídos, son en realidad nuestra verdadera conciencia. Nos ayudan a comprender el sentido concreto del Adviento y nos empujan a no permanecer dormidos en nuestra riqueza y en nuestra avara tranquilidad. Nosotros, que estamos tan maleados, quizá hemos extraviado el sentido de la espera; estamos convencidos de que no vendrá nadie a salvarnos. Por tanto, a resignarse y que cada uno piense en sí mismo. ¡Qué triste una sociedad sin Adviento, sin un poco de inquietud! Dios no deja que
se marchite nuestra vida; no quiere que vaguemos como quien camina sin saber hacia dónde; no deja sin forma la arcilla, el barro de nuestra vida. Rompe los cielos y se convierte él mismo en el camino hacia el cielo. Nos hace descubrir el deseo de cielo, de esperanza, que hay en cada uno de nosotros y en cada hombre. Y cuando esperamos a alguien en nosotros hay esperanza, es más, la alegría de la espera. Y el primero en alegrarse es el Señor que viene a nuestro encuentro para estar con nosotros. Él viene como alguien que nos ama. Lo que nos pide el Adviento es hacer espacio en nuestro corazón al Señor que viene. Él se acerca a la puerta de nuestro corazón. Debemos vigilar en este tiempo como cuando esperamos a alguien que debe volver a casa y estamos atentos para sentir su ruido, sus pasos, para poderle abrir de inmediato la puerta de casa. “Mira -dice el Señor en el Apocalipsis- que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20). El Adviento nos invita a estar despiertos, a no dejarnos sorprender por el sueño. Despertémonos del torpor dulce de quien se cree justo porque ya ha hecho mucho; del sueño triste del pesimismo, por el que no vale la pena hacer nada; del sueño agitado y siempre insatisfecho de nuestros afanes y nuestras afirmaciones. Despertémonos del sueño distraído de quien ya no escucha; del sueño del impaciente que quiere todo de inmediato, que no sabe esperar, que se desilusiona y duerme. Digamos en cambio al Señor: “Ven señor Jesús, ven pronto, concede consolación y paz. Rasga los cielos y abre un futuro para quien está aplastado por el mal. Líbranos del amor por nosotros mismos que duerme el corazón. Enséñanos a estar atentos para reconocerte y abrirte la puerta del corazón, dulce huésped, amigo de siempre, esperanza nuestra”.
* Obispo de Terni-Narni-Amelia, en Italia; Presidente del Pontificio Consejo para la Familia; Consejero espiritual de la Comunidad de Sant’ Egidio; Presidente de la Federación Internacional Bíblica Católica y Presidente de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo de la Conferencia Episcopal Italiana.
Lunes 1: Is 2, 1-5; Sal 121, 1-2. 4-9; † Mt 8, 5-11 Martes 2: Is 11, 1-10; Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17; † Lc 10, 21-24 Miércoles 3: 1Cor 9, 16-19. 22-23; Sal 116; † Mc 16, 15-20 (Memoria) Is 25, 6-10; Sal 22, 1-6; † Mt 15, 29-37 (Misa de Feria) Jueves 4: Is 26, 1-6; Sal 117, 1. 8-9. 19-21. 25-27; † Mt 7, 21. 24-27 (Misa de Feria) 2Tim 1, 13-14; 2,1-3; Sal 18; † Mt 25, 14-30 (Memoria) Viernes 5: Is 29, 17-24; Sal 26, 1. 4. 13-14; † Mt 9, 27-31 Sábado 6: Is 30, 19-21. 23-26; Sal 146, 1-6; † Mt 9, 35–10, 1. 6-8 (Misa de Feria) Is 6, 1-8; Sal 39; † Lc 10, 1-9 (Memoria)
Lecturas de la Semana
• Del 1 al 6 de diciembre de 2014 •
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Programa de las fiestas parroquiales de la Ceiba de Guadalupe
En la cripta Jueves 11 de diciembre Eucaristía: 7:00 a.m., 9:00 a.m, 11:00 a.m., 2:00 p.m. y 4:00 p.m. Rosarios: 8:00 a.m, 12:00m y 5:00 p.m. Procesión de la Santísima Virgen Lugar de inicio: Parroquia de Los Santos Niños Inocentes 5:00 p.m. (Llevar farolitos, velas ó flores naturales) Solemne Eucaristía: 8:00 p.m. en el atrio de la Basílica Inicio de la Serenata: 10:00 p.m. Las mañanitas y quema de pólvora a las 12:00 m
Confirmaciones en parroquia Santa María de la Encarnación – Pág. 3 –
Temor de Dios, ciencia, piedad, fortaleza… son algunos de los dones que el Espíritu Santo derramó sobre 37 niños, niñas y adolescentes de parroquia Santa María de la Encarnación, en San Marcos, que recibieron el Sacramento de la Confirmación
IGLESIA LOCAL
Novena Del 3 al 11 de diciembre y lunes 8 Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María Misas: 7:00 a.m. y 5:30 p.m.