S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXIII Nº 5863
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ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 7 de junio de 2015
Corpus Christi: renovación de la resurrección y victoria de Nuestro Señor – Pág. 8 –
El señor Arzobispo Mons. José Luis Escobar Alas conduce al Santísimo Cuerpo de Cristo por las calles aledañas a Catedral Metropolitana
Es una gran solemnidad cristiana. Celebra la presencia real de Jesús en la Eucaristía, acentuando el brillo externo de la procesión más que el significado principal. Pero la celebración litúrgica recupera el punto central, con la proclamación de la institución de la Eucaristía, que tiene la magia de lo más humilde y verdadero: nuestra fraternidad y comunión con Jesús Por
Pbro. Patxi Loidi
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“Pidamos un milagro para que Monseñor Romero pronto pueda ser canonizado” − Homilía de Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo Metropolitano de San Salvador, durante Acción de Gracias por la Beatificación de Mons. Romero. Catedral Metropolitana. Domingo 24 de mayo de 2015 − La celebración que ahora hacemos es sumamente feliz. Estamos inundados de gozo. Nuestro corazón exulta de alegría por la dicha de ver en los altares a nuestro amadísimo Monseñor Oscar Romero. Lo primero que viene a nuestro corazón es el sentimiento profundo de gratitud, agradecer ante todo y sobre todo a Dios porque la Santidad es principalmente un don de Dios. El cielo se ha abierto para bendecirnos dándonos un Santo. Y qué mejor que en el marco de la Solemnidad de Pentecostés. Todos sabemos lo que significa Pentecostés. Si bien la palabra indicaba “cincuenta” y era una fiesta ya en el pueblo judío desde tiempos antiguos, conmemorando la salida de la esclavitud egipcia del pueblo de Israel −cincuenta días después de la Pascua−, año con año se celebraba la gran fiesta de Pentecostés. Pero cuando Cristo muere, resucita y sube al cielo la fiesta de Pentecostés va a cobrar un nuevo significado. Será el día en que venga el Espíritu Santo para santificar a su Iglesia, al pueblo de Dios; para fortalecer a los discípulos del Señor, para iluminarles con la verdad de Cristo y hacerlos sus mensajeros en todo el mundo.
Él vivió sin duda, tiempos difíciles –todos sabemos− y sintió Monseñor Romero la soledad, como Cristo en la cruz. También Monseñor Romero experimentó esa soledad, de los suyos. Iba adelante marcando un camino nuevo, siendo luz en medio de las tinieblas. Y diríamos, hasta cierto punto, solo, apenas con la compañía de unos pocos; y sin embargo se mantuvo firme, fuerte, perseverante, valiente hasta el final. La pregunta sería: ¿Cómo fue posible? ¿Quién le dio esa luz? ¿Quién le dio esa fuerza? ¿Quién le dio esa perseverancia? ¿Quién le dio ese amor sin límites? Y la respuesta es sencilla, es simple, pero profunda y verdadera: el Espíritu del Señor.
momento difícil, cuando tenemos dudas, se alcanza a escuchar esa voz; no con el oído, sino con el corazón. Pero, tal vez, no siempre estamos dispuestos a obedecer esa voz −tristemente− porque quizá no se adecúa a nuestra manera de pensar, y no somos capaces de adecuar nuestra voluntad a esa voluntad divina, nuestro pensamiento a ese pensamiento que nos ilumina. Más aún, pudiera ser que en algún caso, esa voz del Señor profunda contradiga radicalmente nuestras aspiraciones, nuestros deseos e inclinaciones, y qué difícil es ceder. Sólo entonces vamos a poder perdonar, sólo entonces vamos a poder ser agentes de reconciliación −verdaderamente− devolviendo bien por mal, ofreciendo lo mejor de nosotros mismos a los demás y por el bien suyo, porque esa voz de Dios siempre nos invitará al bien. Discernirla es fácil, hasta cierto punto, porque nunca nos invitará al mal, sino siempre al bien. Pero cumplirla no es fácil, pero no imposible. Sintámonos animados porque en el cielo tenemos ahora otro gran intercesor: Monseñor Romero.
Ciertamente, amadísimos hermanos, en el cielo tenemos ahora un gran intercesor, Monseñor Romero, que está intercediendo por todos continuamente, orando por nosotros. Qué Como hemos escuchado en el Santo Evangelio, en el capítulo 20 de San Juan, la Obispos concelebran la Acción de Gracias que la Arquidiócesis maravilla. Por eso damos gracias al Señor. misma noche de la Resurrección del Señor, de San Salvador ofreció por la Beatificación de Mons. Romero Quiero también hacer extensiva nuestra Jesús se les aparece a los Apóstoles. Después acción de gracias a Su Santidad el Papa El mismo Monseñor Romero lo confesó en tantas de saludarles sopla sobre ellos y les dice: “reciban al Francisco, quien con tanta bondad ha llevado ocasiones. Un día un periodista le hizo esa pregunta Espíritu Santo”. Más tarde, cuando Jesús ya ha subido adelante la Causa de Beatificación de Monseñor precisamente: ¿De dónde saca usted tanta fuerza? Y él al cielo, vendrá el Espíritu Santo a confirmarles en Romero. Es verdaderamente admirable cuánto ama le dijo: “vengo justamente en este momento de un día gracia. Y el Espíritu Santo permanece en la Iglesia. el Papa a Monseñor Romero. Hace un año, cuatro de retiro espiritual. La fuerza yo la saco de la oración. Es el gran don de Cristo. Obispos de El Salvador visitamos al Papa para Es el Señor el que me fortalece”. Y le vimos en los Qué bien que en la víspera de Pentecostés haya momentos más difíciles alejarse, dejar la comunidad llevarle una carta firmada por todos los Obispos de tenido lugar la Beatificación de nuestro tan querido para ir directamente a platicar con el Señor, postrado la Conferencia Episcopal, en la que le pedíamos la hermano, Monseñor Oscar Romero. No es por ante el Santísimo. Tal vez los que estaban con él, en un pronta Beatificación de Monseñor Romero. Y cuando casualidad, es providencial porque su vida estuvo primer momento, ni sabían dónde estaba Monseñor. se lo pedíamos de palabra, fue impresionante ver siempre iluminada, fortalecida y llena del Espíritu Estaba orando. Luego venía para tomar la decisión, cómo se iluminó la cara del Papa y nos dijo con Santo. Quiero hacer mención de la hermosa carta para resolver el problema. Sin duda el más grande tanta alegría: “sí, el proceso de Monseñor Romero va que Su Santidad el Papa Francisco, con ocasión de consejero suyo fue el Espíritu Santo. Por eso Dios adelante. Va bien”. Por eso le estamos inmensamente la Beatificación de Monseñor Romero, nos envió y ha querido que en la fiesta del Espíritu Santo, él sea agradecidos, porque bien sabemos que, después de dimos lectura el día de ayer en la Santa Misa con Beatificado. Mejor dicho, en la víspera, para que en Dios, ha sido el Papa Francisco quien ha llevado un mensaje hermosísimo. Ahí el Papa le llama a la gran Solemnidad de Pentecostés, la gran fiesta del adelante la Causa de Beatificación de Monseñor Monseñor Romero “padre de los pobres”. Hace Espíritu Santo, la celebre ya en el cielo, en el coro Romero hasta su final. Y ha sido él, dichosamente, un momento escuchábamos la secuencia de esta de los Santos, en la asamblea celestial. ¡Qué dicha! quien lo ha Beatificado por medio de su Cardenal Solemnidad, donde aclamamos al Espíritu Santo, Nosotros, amadísimos hermanos, debemos hacer pues Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las lo invocamos con este título: padre de los pobres. lo mismo. Ésta es la invitación que nos hace la Iglesia Causas de los Santos, su Enviado Pontificio. Cuando el Papa le llama así a Monseñor Romero, le al proclamar a los Santos, que sigamos sus pasos. Quiero también expresar a él nuestra gratitud, hace el más grande de los elogios. Significa que el la bondad de Monseñor Amato. Le agradecemos Todos hemos recibido al Espíritu Santo desde el Espíritu Santo estuvo en él, lo animó, lo fortaleció, le inmensamente todas sus finezas, toda su cercanía dio la capacidad de amar a los pobres, de protegerlos, Bautismo y se ha plenificado su presencia en nosotros para estar con nosotros y Beatificar aquí, en la tierra en cada uno de los Sacramentos que hemos recibido. a tal punto de dar su vida por ellos, viendo en ellos a de Monseñor Romero, a nuestro Beato. Muchísimas Cristo, defendiendo sus derechos. Es el Espíritu Santo Los sacerdotes, sin duda, de un modo especial hemos gracias a Monseñor Angelo Amato. sido consagrados, ungidos por el Espíritu Santo. Pero el gran actor de los Santos y, por tanto, también de todos, por el sacerdocio común de los fieles, estamos También quiero, como lo hice ayer, expresar nuestra Monseñor Romero. consagrados en el Espíritu Santo por el Bautismo. gratitud al señor Postulador de la Causa, Monseñor Amadísimos hermanos, nosotros estamos invitados Quiero invitarles, amadísimos hermanos, a caminar Vincenzo Paglia, quien con tanto esfuerzo, cariño y todos a seguir las huellas de nuestro tan querido perseverancia ha llevado la Causa de Beatificación de Monseñor Romero y por eso también el Papa, en bajo la guía del Espíritu Santo; bajo la iluminación del Monseñor Romero hasta el final en la Congregación ese mismo mensaje, nos invita a actuar como actuó Espíritu Santo siempre. Entonces no equivocaremos de los Santos. Le agradecemos muchísimo. Ha Monseñor Romero, con un corazón lleno de amor, nuestros pasos. Quiero invitarles al silencio interior amado tanto a Monseñor Romero desde que le amando a todos y luchando por la paz, por el bien de para entrar en lo más profundo de nuestro ser y ahí conoció, y le sigue amando. Ese es nuestro muy todos; y nos ha pedido Su Santidad en su mensaje que encontrarnos con el Señor, y escuchar la voz del querido Monseñor Vincenzo Paglia, uno de nosotros trabajemos por una verdadera y propia reconciliación Espíritu divino que nos habla constantemente y nos que ama a Monseñor Romero con todo el corazón. nacional en El Salvador. “Ha llegado el momento va animando siempre en el bien, dando fuerzas para Quiero también expresar nuestra gratitud a quienes −nos dice− para que tenga lugar una verdadera vencer el mal, para responder con bendición a las maldiciones, con bondad al mal, y así venceremos. aquí, en El Salvador, han trabajado, han impulsado la y propia reconciliación nacional”. Para ello es Causa de Monseñor Romero y el amor para que cada necesario poner en práctica los valores del Evangelio Es importante estar a la escucha. Todos escuchamos vez lo conozcamos más, lo amemos y lo imitemos. de forma radical, como lo hizo nuestro Beato, con la en el fondo de nuestro ser una voz que no es la nuestra confianza puesta en el Señor. cuando oramos, o cuando estamos viviendo un (pasa a la página 3)
7 de junio de 2015 En esta lista sin duda aparece en primer lugar, encabezándola nuestro tan querido Monseñor Arturo Rivera Damas, de santa memoria, quien siempre creyó en la Santidad de Monseñor Romero; y fue él quien inició el proceso de Canonización y lo llevó adelante en esta Arquidiócesis. Desde el cielo Monseñor Rivera ha asistido, con tanto gozo, a la Beatificación de Monseñor Romero; y ahora juntos, como hemos dicho, celebran en la asamblea de los Santos la Solemnidad de Pentecostés. Agradecemos tanto a Monseñor Rivera Damas, el obispo fiel, el obispo que siempre estuvo con Monseñor Romero y el que impulsó, como nadie, su Causa de Beatificación. También quiero agradecer a Monseñor Fernando Sáenz, el que haya continuado la Causa, la haya concluido y la presentó al Vaticano. Quiero agradecer en este proceso a Monseñor Rafael Urrutia, quien ha sido el Postulador aquí en El Salvador, en el proceso diocesano de Canonización de Monseñor Romero. Igualmente quiero expresar nuestra profunda gratitud a Monseñor Jesús Delgado, quien ha estado apoyando a la Causa como historiador de Monseñor Romero, es quien primero escribió la vida de Monseñor Romero y ha seguido escribiendo otros libros sobre él y ha abonado a la Causa de Beatificación de nuestro querido Monseñor Romero. También quiero expresar nuestro profundo agradecimiento a nuestro Monseñor Ricardo Urioste, quien ha estado impulsando la devoción a Monseñor Romero, siempre al frente de la Fundación Romero, impulsado incansablemente, llevando adelante este trabajo. Además agradecemos inmensamente al señor Nuncio Apostólico en El Salvador, Monseñor Léon Kalenga Badikebele, su amor y dedicado trabajo por la Causa de Beatificación Monseñor Romero. Y por supuesto quiero expresar una especial gratitud a nuestro tan querido Monseñor Gregorio Rosa Chávez, quien a la par de Monseñor Rivera, desde el principio ha estado impulsando la Causa de Monseñor Romero como Obispo Auxiliar de Monseñor Rivera, pero además ha impulsado la Causa difundiendo su devoción en el mundo entero, en sus múltiples viajes, en todas las reuniones de Obispos y de sacerdotes, siempre ha hablado de Monseñor Romero; y ahora en la Beatificación él ha presidido la Comisión de Espiritualidad, la cual ha publicado tantos materiales para que sea Monseñor Romero cada vez más conocido y amado. Agradecemos con toda el alma a Monseñor Gregorio todo lo que ha hecho.
3 encabezados por nuestro tan querido Monseñor Domingo Ulloa, Presidente del SEDAC y Arzobispo de Panamá. Agradecemos tanto al SEDAC pues ellos han difundido también el amor por Monseñor Romero, y han creído en la Santidad de Monseñor Romero siempre. Les estamos inmensamente agradecidos y ahora que Monseñor Romero ha sido Beatificado, tienen el deseo de darle pública veneración en todos los países de América Central. Por eso les agradecemos tanto. Y además nos han pedido una reliquia de Monseñor Romero para venerarla en cada una de sus Catedrales. De verdad, de corazón, nuestra gratitud al SEDAC, a todos los Obispos de Centroamérica; pero también a los Obispos de todo el continente americano y de todo el mundo, que de hecho ayer nos acompañaban y todavía hoy tenemos a uno de los señores Obispos de Estados Unidos con nosotros y le agradecemos inmensamente. Tenemos además Monseñores de distintas partes del mundo que han estado con nosotros y les agradecemos con toda el alma. Quiero agradecer en este momento a todas las personas que han trabajado con todo el corazón, con fe, con amor y de la manera más abnegada para que la celebración fuese exitosa. Dios les pagará a todos los voluntarios, a todas las Comisiones y Subcomisiones que con tanto amor se sacrificaron, se desvelaron, trabajaron noche y día para que todo se llevara a cabo de la mejor manera. Quiero agradecer al Gobierno de nuestro país y la presencia ayer del señor Presidente de la República y de las autoridades de nuestro Gobierno y del Estado, los señores diputados, los señores alcaldes, las autoridades de las distintas repúblicas hermanas que se hicieron presentes ayer, señores presidentes, señores vicepresidentes y demás autoridades que estuvieron con nosotros visitándonos. Queremos agradecer la presencia de tantas y tantas personas que vinieron de tantas partes del mundo, y con el mejor espíritu, para unirse a nosotros en esta celebración magna. Que Dios les pague.
fiesta el día veinticuatro de marzo, día mismo en que Monseñor Romero nació para el cielo. Dios le dio la palma del martirio, la victoria sobre el mal. Sobreabundó la gracia ahí donde hubo tanto mal −como lo dijo San Pablo en su Carta a los Romanos−, en Monseñor Romero se ha cumplido en el día veinticuatro de marzo. Por eso le celebraremos ese día con solemnidad. Tenemos con nosotros las reliquias de Monseñor Romero. Una linda “casita” humilde, sencilla, donde se expone la camisa que llevaba puesta Monseñor Romero en el momento mismo que murió, empapada en sangre, tal y como la recogimos en ese momento y la hemos conservado durante estos treinta y cinco años; así la tenemos en el Relicario. Estará aquí y va a poder ser venerada por los fieles siempre, siempre va a estar aquí en Catedral. Pero hoy, los primeros días, ciertamente la vamos a venerar en este templo catedralicio, pero en seguida va a peregrinar por todas las diócesis y todas las parroquias, para que puedan ser veneradas en cada lugar de nuestro país. Cuando termine la peregrinación, las reliquias van a poder ser veneradas aquí y siempre estarán aquí porque ésta, dichosamente, es la Catedral de nuestro tan amado Beato Monseñor Romero. Para finalizar, quiero decirles que Su Santidad el Papa Francisco nos ha concedido indulgencias plenarias que podrán ser obtenidas aquí en este templo, visitándolo y haciendo una oración por el Papa, puede ser un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria, además de haber comulgado y confesado se obtiene la indulgencia plenaria, lo que significa no sólo el perdón de los pecados, sino también de todas las faltas cometidas; a tal punto que cuando una persona muere, si tiene esa indulgencia plenaria, iría directamente al cielo. Ya no hay nada que pagar, que saldar, porque todos los daños que causó nuestro pecado han sido perdonados plenamente. De ahí su nombre: indulgencia plenaria. Se va a poder obtener aquí –como les decía− y también en todas las Catedrales de nuestro país habrá esa oportunidad, esa gracia. Además de esos templos en la Capilla del Hospital Divina Providencia, el lugar donde Monseñor Romero murió, y también en la Iglesia parroquial de Ciudad Barrios, la ciudad donde Monseñor nació. Esos lugares van a tener el privilegio que si los visitamos, oramos por el Papa habiéndonos previamente confesado y comulgado, vamos a obtener indulgencia plenaria desde el momento de la Beatificación de Monseñor Romero hasta el día 15 de agosto, que es el natalicio de Monseñor Romero. Quiero invitarles amadísimos hermanos a que ganemos esa indulgencia plenaria visitando estos lugares santos, orando por el Papa y encomendándonos a Dios por intercesión de nuestro amado Beato.
Quiero agradecer a todos los sacerdotes de nuestra Arquidiócesis y de todo el país, a los señores Obispos de nuestro país −por supuesto− que también han colaborado e impulsado Ya p a r a f i n a l i z a r , q u i e r o la Causa, ya les había hablado de la recomendarles que oremos pidiendo carta que fue firmada por todos en la Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador (der.) imparte la a Dios la intercesión de Monseñor Conferencia Episcopal, pero además Romero para obtener las gracias que Comunión junto a Mons. Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá con su predicación, con su testimonio necesitamos, pidamos un milagro de vida, con su diálogo, han dado y siguen dando a Quiero agradecer a la prensa, todos los medios de para que Monseñor Romero pronto pueda ser conocer a Monseñor Romero. Agradecemos a los comunicación católicos y también a los comerciales, Canonizado, porque en el proceso de Canonización sacerdotes su cariño por Monseñor Romero. A todos nacionales e internacionales, que llevaron la es lo único que nos hace falta ya. Solamente un los religiosos, a todas las religiosas y, por supuesto, información a todas partes. Les agradecemos tanto. milagro que sea verificado por el Vaticano y ya se a ustedes, al pueblo fiel que siempre ha amado a Queremos agradecer a todos, ésta es la Misa de acción habría concluido todo el proceso. Tenemos impresa Monseñor Romero y ha visto en él un Santo, el Santo de gracias a Dios, pero también acción de gracias a la la oración de Monseñor Romero que vamos a hacer de nuestro país, el Santo de Centroamérica, el Santo Iglesia y acción de gracias a ustedes, a todos. Quiero siempre después de la Santa Misa; pero además de América Latina, el Santo del mundo. decirles que Dios les pagará y que nuestro tan amado individualmente en nuestra devoción personal. Quiero hacer una alusión muy especial a nuestro Beato, desde el cielo, les ve con cariño y les bendice Oremos siempre encomendándonos a Dios por la intercesión de nuestro amadísimo Beato Oscar Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC); por esta participación tan noble. ayer estuvieron en pleno todos los Obispos y Por último, quiero decir una palabra sobre el Romero. Que él desde cielo, pues, nos obtenga toda Arzobispos de Centroamérica aquí, y todavía culto a nuestro amadísimo Beato. Su Santidad el clase de bendiciones. Así sea. ¡Qué viva Monseñor Romero! hoy están acompañándonos en un buen número, Papa Francisco ha querido que sea celebrada su
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Oración para pedir favores por la intercesión de MONSEÑOR ROMERO Oh Dios Padre Misericordioso: que por mediación de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz; y la acción del Espíritu Santo concediste al Beato Oscar Romero la gracia de ser un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia; y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados. Haz Señor, yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo y dígnate glorificar a tu Beato Oscar Romero y concédeme, por tu intercesión el favor que te pido… Así sea. (Si recibe el favor solicitado, repórtelo por escrito a la Oficina de Canonización de Monseñor Romero en el Arzobispado de San Salvador)
ORACIÓN DE
STER
E
para tiempos de violencia
Oh Dios, que dominas todo, oye el clamor de los desesperados: Líbranos del poder de los malvados y líbrame a mí del miedo. Amén. (Ester 14,19)
Dios Padre nuestro, que, con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia, y podamos vivir en paz y progreso constante. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
DIRECTORIO
Tiempo de agradecer Pbro. José M. Tojeira, S.J.
Después de la jornada del sábado es tiempo de agradecer. No sólo a quienes trabajaron en preparar este encuentro de fe y esperanza del pueblo salvadoreño, sino también de quienes pusieron su entusiasmo, su alegría y su participación en esa mañana del sábado 23 de mayo. Decía el Quijote que “bien puede ser que un caballero sea desamorado, pero no puede ser, hablando en todo rigor, que sea desagradecido”. Y el ser caballero significaba para el Quijote lo que hoy podríamos llamar la dignidad de la persona. Esa capacidad de ser libre y saber apreciar y agradecer lo que tiene verdaderamente valor, unirse a ello, mostrarse benevolente y capaz de recibir con alegría los dones ajenos. Agradecer pues a todos los que desde su fe, su trabajo y su oración prepararon este día de ratificación eclesial de la Santidad de Romero. Hay que agradecer en primer lugar al pueblo salvadoreño. Y no sólo por la masiva presencia, calculada por algunos medios internacionales como de trescientas mil personas. Sino también, y sobre todo, por ese hondo sentido cristiano popular que consideró desde el primer momento a Romero un Santo y comenzó a honrarlo, a rezar ante él y a recordarlo sistemáticamente en el día a día y en sus aniversarios. Hay que agradecer también a quienes acompañaron a este pueblo en su devoción a lo largo de los 35 años previos a la llegada a los altares. Tanto a los de dentro de El Salvador como a los de fuera, tan regados por tan diversas partes del mundo. Así mismo es indispensable agradecer a algunos de los que ya no están entre nosotros, a estos sí por su nombre. Monseñor Rivera, que siempre mantuvo su amistad y solidaridad con Romero e inició la Causa de Beatificación todavía en tiempo de guerra y ante la indiferencia, cuando no el enojo, de algunos poderosos. María Julia Hernández, a quien debemos que sus Homilías no se hayan perdido y romerista de corazón. A Ellacuría y compañeros mártires que de un modo sistemático y lleno de calidad multiplicaron la comprensión y el conocimiento de Romero. La lista sería interminable si quisiéramos incluir a todos los biógrafos, de dentro y de fuera del país, junto con los que han escrito o editado algo sobre o de Mons. Romero. A todos ellos les debemos el cultivo de la memoria y la inclusión de nuevos devotos del mártir. Y dicho sea de paso, por supuesto con todo respeto a la normativa vigente, recordemos que la Iglesia primitiva, a la que debemos seguir y volver constantemente,
Mons. Jesús Delgado DIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
cuando consideraba a alguien mártir, no hacía distinciones entre Santo o Beato. Mártir era el título más importante y definitivo de ejemplaridad y Santidad. Pero siguiendo con los agradecimientos, hay que reconocer entre los que nos acompañan en el peregrinar por esta tierra a Mons. Urioste. Un sacerdote de una espectacular talla que acompañó el latir de nuestra Iglesia como Vicario General durante tres arzobispados y que ha sido el referente más importante de los valores de Mons. Romero. Su labor al lado del Arzobispo Mártir y su defensa sabia y permanente del mismo nos deja a todos en deuda con él. Nuestro Arzobispo Mons. Escobar y su Auxiliar Mons. Gregorio Rosa fueron firmes impulsores del proceso. Mons. Rafael Urrutia y su grupo de colaboradores, aparte de otros muchos trabajos, organizaron en un tiempo récord una verdadera fiesta de fe este sábado pasado, que transcurrió con verdadero orden y devoción. El gobierno colaboró con la organización del encuentro de fieles de un modo generoso, eficaz y discreto. Y finalmente hay que mencionar a los PP Santos Belisario y Lucio Reyes, que comenzaron la animación de la jornada a las tres de la tarde del viernes en Catedral, siguieron con la procesión a las cinco de la tarde, y dieron seguimiento a la Misa vespertina, para quedarse después hasta las cinco de la mañana, en medio de la lluvia, animando la vigilia. Y posteriormente, a las seis de la mañana iniciaron la preparación de la Eucaristía animando a la gente hasta prácticamente las diez de la mañana. Son el símbolo de muchos sacerdotes y párrocos que en silencio y en humildad derrocharon esfuerzos y pasión en favor de la Causa de Romero. Qué duda cabe, después de ver la impresionante expresión de piedad del sábado, que Monseñor Romero es de todos nosotros, de América Latina y del mundo. Es nuestro pero es de todos al mismo tiempo. Es eclesial y universal. Es ejemplo de nuevas formas de martirio, al lado de las víctimas de la historia contemporánea, cerca de los débiles, apoyándoles con la fuerza de su palabra y con su ternura y cariño de pastor. Y es, al mismo tiempo, voz de esperanza, conciencia radical de humanidad, expresión actual de cómo, en tiempo de crisis, servir y amar al estilo del que todos consideramos Señor de la historia. Jesucristo. Agradecer es de corazones nobles y por eso todos decimos hoy, simple y sencillamente, gracias.
Efraín Caravantes DISEÑO GRÁFICO
(Publicado en Diario Co-Latino. 26 de mayo de 2015)
Roger Herrera DISEÑO DE PORTADA
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ditorial
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El poder de la Eucaristía
Entre las anécdotas que hemos podido recoger de parte de personas que conocieron al Beato Oscar Arnulfo Romero en tiempo de cuando fue Cura párroco de Santo Domingo en San Miguel, hay una muy bella que tiene que ver con la devoción que este Arzobispo mártir, ahora ya Beato, tenía al Santísimo Sacramento. Los sacerdotes jóvenes que convivieron con él compartiendo su casa parroquial, como Vicarios parroquiales, concuerdan sobre el puntual modo, casi como un reloj suizo, con que el Padre Romero hacía sus visitas al Santísimo Sacramento, tres veces al día: al levantarse, después de la siesta y antes de acostarse. Todos están de acuerdo en decir que él se molestaba con quien intentaba detenerlo de cualquier modo, cuando iba a hacer su Visita al Santísimo. Para él, ese acto en ese momento, era lo único importante. En ese sentido, cuenta una feligrés que cierto día, hacia las dos de la tarde, cuando la iglesia parroquial abría sus puertas después del mediodía, ella esperaba entrar a la iglesia para disponerse a hacer un rezo, junto con otras señoras. Cuando de repente vio venir al Padre Romero para hacer su visita al Santísimo Sacramento. Pero, cuando estaba por llegar a la puerta de entrada, se le cruzó en el camino una señora pidiéndole limosna. Él sólo la vio y, con un chasquido de la boca, manifestó su malestar de ser interrumpido en la acción que ya había emprendido, y le dijo: “ahora no tengo tiempo, más tarde”. Cuando entró a la iglesia y se disponía a arrodillarse para hacer su visita al Santísimo, de repente no terminó de arrodillarse sino que se levantó y volvió a la puerta, ansioso, buscando la señora que le había pedido limosna. Pero ya no la encontró. Le preguntó a la señora que iba a hacer un rezo, si la había visto irse y por dónde se
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fue. Pero ella no lo había notado. Entonces, él se fue a su búsqueda en torno a la iglesia y no la encontró. Caminó otra cuadra más, y la encontró. Le dio la limosna que había solicitado. Después volvió más tranquilo a hacer su visita al Santísimo. No hay duda que el Beato Oscar Arnulfo iba ante el Santísimo para mendigar amor. El amor que Jesús Eucarístico nos da, es el mismo que nos dejó como único mandamiento en la Última Cena: “ámense los unos a los otros como yo los he amado”. Jesús nos amó ceñido a su “opción preferencial por el pobre”. El poder de la Eucaristía mueve al Beato a no hacer una visita meramente religiosa al Santísimo, sino ceñida al Evangelio, que nos obliga a amar al prójimo como expresión genuina del amor a Dios. Entonces el beato Oscar Arnulfo se fue a buscar a la pobre mujer hasta encontrarla, y solamente después volvió de nuevo ante el Santísimo Sacramento. Siendo Arzobispo, muchos fueron testigos de que frecuentemente el Beato Oscar Romero se alejaba de las reuniones y se iba ante el Santísimo Sacramento para pedir luces y amor para tomar la decisión más adecuada en tal caso u otro, y dar cumplimiento al único mandamiento que Jesús nos dejó. El poder de la Eucaristía está en la fuerza del amor que nos comunica para cumplir con su mandamiento. Venimos ante el Santísimo Sacramento a adorarlo. Él nos remite al pobre para amarlo. Jesús Sacramentado y el pobre es la escuela en donde aprendemos a amar más allá de un mero entregarse olvidándose de sí, o de un mero dar de lo que tenemos. Aprendemos a darnos a nosotros mismos a los otros, como Jesús en la Cruz.
Por Mons. Jesús Delgado Acevedo, Director de Semanario Orientación
28º aniversario del Hogar Padre Vito Guarato Con mucha alegría, el 31 de mayo, se ofreció una Acción de Gracias conmemorando el 28 aniversario del Hogar Padre Vito Guarato. A esta celebración se unieron feligreses, amigos, donantes y benefactores de la obra así como también el personal de la Asociación Padre Vito Guarato y miembros de su Junta Directiva. Fue invitado a presidir la Eucaristía Monseñor José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador. Concelebró el Padre Pedro Hernández, Capellán del Santuario del Cristo Sufriente del Hogar Padre Vito Guarato.
Presentación de libro. En el marco del 28º aniversario de la fundación del Hogar Padre Vito Guarato, el Dr. Álvaro Emilio Marino, Presidente de la actual Junta Directiva de la Asociación Padre Vito Guarato presenta el libro “El milagro de una obra de amor. Vida y obra del Padre Carlo Vito Guarato” que es una recopilación de los sucesos más importantes en la vida del Padre Vito desde su nacimiento, formación sacerdotal, su llegada al país y la culminación de un sueño que se hizo realidad al construir el legado de amor y misericordia que nos ha heredado al pueblo salvadoreño. El libro fue presentado por el Lic. Raúl Méndez, presentador en radios católicas y amigo de la Asociación Padre Vito Guarato, quien compartió su punto de vista sobre la obra e hizo una breve reflexión sobre la ardua labor que un italiano realizó en este país a pesar de tener todo en contra para poder culminar un sueño que parecía imposible.
A casi tres décadas de atender a la población más olvidada del país, ya era hora de conocer a fondo la vida y las raíces de la persona que inspiró y motivo a más personas q u e s e identificaron Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador (centro), c o n s u s preside la Eucaristía junto al Padre Pedro Hernández ideales para consolidar una obra de esta magnitud que comenzó con 18 niños y que hoy atiende a más de 120 con múltiples discapacidades y padecimientos entre sí teniendo acceso a lo mejor en cuidados especializados y formando parte de una gran familia las 24 horas del día, los 365 días del año.
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Comunicado
REALIDAD NACIONAL
Gracias por estar aquí. El Señor Arzobispo, Monseñor José Luis Escobar Alas, me pidió agradecer oficialmente, en nombre de la Conferencia Episcopal, a todos los que fueron parte de la fiesta del 23 de mayo. A los Cardenales que nos visitaron; a los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos; a las autoridades del país y a los mandatarios extranjeros; a quienes organizaron todo con tanta eficiencia y tanto sacrificio; a ustedes comunicadores y comunicadoras; a todos los voluntarios y voluntarias. Les agradecemos de verdad todo lo que hicieron para que la Beatificación de Monseñor Romero fuera una experiencia inolvidable. Tengo un texto que voy a leer para ustedes antes de las preguntas. Lo titulé: “Beatificación de Monseñor Romero, un antes y un después”. Hace una semana, el sábado 23 de mayo, fuimos testigos de un hecho sin precedentes en El Salvador: la inolvidable celebración eucarística en la que nuestro amado pastor y mártir, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, fue beatificado. Lo que vimos y oímos superó las expectativas más optimistas. Todo comenzó con la vigilia “pasada por agua”, en la que tanta gente participó a pesar de la torrencial lluvia. Allí había hermanos y hermanas de nuestro país y de muchos países del mundo que afrontaron con serenidad y valentía las inclemencias del tiempo. Presidió la misa el cardenal Oscar Rodríguez, a quien rodearon varios obispos y muchos sacerdotes. Luego amaneció el sábado con un sol radiante pero bastante clemente. Se dice que participaron más de medio millón de personas. Fui testigo privilegiado de lo que pasó en las horas previas en el Seminario San José de la Montaña y en la parroquia del mismo nombre, donde se congregaron seis cardenales, un centenar de obispos y más de mil doscientos sacerdotes. Algo nunca visto en El Salvador. La procesión de entrada duró más de quince minutos. Al final íbamos los Obispos de El Salvador y los Cardenales. Muy
Diálogo con la prensa P. 1.- Francis López, de El Noticiero de Canal 6. Primero quisiera conocer ¿cuál es la reacción de la Iglesia Católica con respecto a los índices de violencia. Cerramos mayo siendo uno de los meses más violentos del año si no es que de la década o desde el tiempo de la guerra? ¿Cuál es su opinión con respecto a esto, ya es imparable? Como miembros del Consejo también ¿Consideran que ya es hora que se tomen medidas más concretas para poder disminuir esos índices de violencia? R/ Hay dos perspectivas para ver esta problemática tan grave: la primera es una perspectiva puramente humana. Como usted dijo, pareciera que vamos de mal en peor. La segunda, es una perspectiva de esperanza. Usted pudo notar cómo lo que pasó el 23 de mayo fue como un terremoto espiritual. Hay mucha energía acumulada en los corazones de muchos salvadoreños, energía positiva y una esperanza fuerte de que esto puede cambiar. En lo que yo les leí, hay indicaciones del Papa de cómo hacer esa tarea. Ciertamente supone superar obstáculos como la injusticia y la insensibilidad social de muchos sectores. Esa es la perspectiva de esperanza, que no es una perspectiva ingenua,
pronto, después del acto penitencial, fue el acto solemne de la Beatificación, que incluyó la procesión y la veneración de las reliquias del nuevo Beato. Guardo como un precioso tesoro una copia auténtica de la Carta Apostólica, con firma original del Santo Padre, mediante la cual se colocó a Monseñor Romero en la gloria de los altares. Cuando volvimos al Seminario, se entregó a los obispos y al clero una importante carta pastoral que hoy presentaremos a la prensa. Su título es “Monseñor Romero, pastor y mártir”. Al Papa Francisco le gusta decir que “Dios nos sorprende siempre”. Pero ahora tenemos que decir, con inmenso júbilo, que el primer Papa latinoamericano nos ha sorprendido por la forma cómo describe al primer Santo de El Salvador. En efecto, pudo quedarse en generalidades, pero, en su Carta Apostólica, después de llamarlo “obispo y mártir”, resume quién es para él Monseñor Romero. Cito sus palabras: “pastor según el corazón de Cristo, evangelizador y padre de los pobres, testigo heroico del Reino de Dios: Reino de justicia, fraternidad y paz”. Al día siguiente, en la Plaza de San Pedro, a la hora de la oración mariana del Regina Coeli, completó el perfil del cuarto Arzobispo de San Salvador: “Ayer, en El Salvador fue proclamado Beato Monseñor Oscar Romero, Arzobispo de San Salvador, asesinado por odio a la fe, mientras estaba celebrando la Eucaristía. Este pastor celoso, siguiendo el ejemplo de Jesús, eligió estar en medio de su pueblo, especialmente de los pobres y los oprimidos, incluso a costa de la propia vida”. Así completaba lo que nos dijo en el mensaje que se leyó al final de la celebración, cuando afirmó que Monseñor Romero “se convirtió en imagen del buen pastor, construyó la paz con la fuerza del amor, y dio testimonio de la fe con su vida entregada hasta el extremo” Luego recordó en qué contexto le tocó al nuevo Beato cumplir su misión: “En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el sino que va a las causas de lo que tenemos. Tercero, que esto está ligado también al aniversario del Presidente Sánchez Cerén. Entonces, hay cosas que uno las ve tan extrañas, pero que tienen una lógica a veces diabólica de generar una impresión de total apocalipsis. La pregunta es como que no podemos salir de esto. Claro que podemos superarlo. Se trata de tomar medidas. La Iglesia va a tomar lo del Papa muy en serio, a nivel de cada parroquia. Ahí pueden suceder los milagros, porque es ahí donde está el contacto con la gente que está exponiendo su vida o arrebatando la vida de sus hermanos. Se conoce a las familias, por tanto, si se tiene una energía acumulada como cristiano podría generar vida donde, por ahora, predomina la muerte. Habrá que ser muy creativos también porque hay cosas que se han ensayado sin ningún éxito aparente. Yo quisiera insistir en que nos toca a todos hacer posible eso que tanto necesitamos y que pareciera por el momento que está muy lejos de ser alcanzado. Quiera Dios que lo logremos. - ¿Cree usted que este aumento tiene motivaciones políticas en el marco del primer aniversario de la actual gestión? R/ A mí me llama la atención, leyendo las evaluaciones sobre el primer año de Gobierno, que pareciera que todo es negro. Es curioso, hay
momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas”. ¿Qué toca hacer ahora? Tres cosas: en primer lugar, dar gracias a Dios “porque concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de caridad cristiana”. En segundo lugar, acoger la voz del nuevo Beato, que “sigue resonando hoy para recordarnos que la Iglesia, convocación de hermanos entorno a su Señor, es familia de Dios, en la que no puede haber ninguna división. La fe en Jesucristo, cuando se entiende bien y se asume hasta sus últimas consecuencias genera comunidades artífices de paz y de solidaridad”. Y, en tercer lugar, asumir una urgente tarea: “A esto es a lo que está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en América y en el mundo entero: a ser rica en misericordia, a convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad”. Nos dijo el Santo Padre: “Es momento favorable para una verdadera y propia reconciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan, siendo uno de los más graves la injusticia social y la marginación de los pobres”. El Papa participa de nuestras esperanzas y reza por nosotros “para que florezca la semilla del martirio y se afiancen por los verdaderos senderos a los hijos e hijas de esa Nación, que se precia de llevar el nombre del divino Salvador del Mundo”. Antes de pasar al diálogo con ustedes, les entrego con mucho gusto la Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal de El Salvador titulada “Monseñor Romero, pastor y mártir”. La dimos a conocer después de la ceremonia de Beatificación de Monseñor Romero. La Carta Pastoral ya está a la venta, al precio de un dólar, en las librerías católicas. Sugiero que la leamos para saber quién era Monseñor Romero, tal como lo vemos los Obispos de El Salvador. Gracias por estar aquí, estamos listos para responder a sus preguntas. pocas luces en los análisis. ¿Será que los anteojos están un poquito coloreados? Porque hay cosas que convendría también decir y que son positivas. Por ejemplo que el Presidente no es una persona confrontativa; segundo, que es una persona que escucha, que es una persona sencilla. En el equipo de Gobierno hay gente muy valiosa y, por lo que parece, hay menos corrupción que antes y hay una apertura a que se pueda aportar ideas, sugerencias; de eso se ve poco en los análisis. Veremos qué dice en su discurso el Presidente el día de mañana, pero si no nos damos esperanza los unos a otros, si todo lo pintamos de negro, entonces habrá que preparar el funeral del país y eso no podemos aceptarlo. Ciertamente habrá que ser realistas y reconocer los hechos que son contundentes como el caso de la economía, que parece no despegar; el caso de la violencia, donde las cifras son realmente alarmantes. Pero hay que pensar: ¿qué puedo hacer yo? Si estamos en el mismo barco, ¿qué podemos hacer todos para que encontremos caminos? Es una pregunta que no se debe evitar porque está en juego el futuro de El Salvador. Y repito: la figura de Monseñor Romero, y me voy a atrever a decirlo acá, es la única que puede unirnos, si lo conocemos tal como él fue, no como lo mostraron muchos que quisieran destruirlo,
7 de junio de 2015 quienes terminaron quitándole la vida. Hoy tocará redescubrirlo y ver que es el Arzobispo de todos, no sólo de los que en su momento estaban al lado izquierdo; que es un Obispo de paz y no de guerra; que es un Obispo de reconciliación y de perdón, por supuesto en la justicia y en la verdad. Creo que ahí está una clave para que podamos desentrampar la situación que estamos viviendo en el país. P. 2.- Ana Peñate, de La Prensa Gráfica. En este aspecto qué evaluación pueden hacer ustedes con respecto al primer año de gestión del gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, considerando que para la ciudadanía y las encuestas que se han realizado el tema de seguridad y la economía es lo que más preocupa a la población. R/ Nos reunimos en el Consejo de Seguridad esta semana que acaba de terminar, escuchábamos el informe detallado de uno de los municipios que están en la lista de los municipios más violentos; el caso de Ciudad Delgado. Escuchamos comentarios de los distintos miembros del Consejo y, por lo que yo pude percibir, en ese ámbito se cree que podemos encontrar caminos. Están las propuestas del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia que todo mundo conoce. Están los presupuestos para cada una de las medidas que se proponen. El clima en este momento, es un clima espiritual; pero ciertamente uno tiende a desanimarse cuando baja a la tierra, visita las casas, oye a las familias y escucha cosas tan terribles. Entonces uno dice: “Dios mío ¿entonces no hay solución?”. Quiera Dios que esa sensación, que es generalizada, vaya cambiando. Esto pasa también por los corazones de las personas que hacen la violencia. ¿Quién podrá tocar esos corazones? Este tema está ligado a otro tema y es: “¿Y qué les ofrecemos? ¿Por qué están en esto? ¿Tienen oportunidades en la vida? ¿Se pueden realizar en la vida?”. Y ahí es donde hay también medidas que tienen que ver con esto, como la Ley de Reinserción de Pandilleros, que está en este momento recibiendo insumos. Se nos entregó copia a los miembros del Consejo para que también demos nuestras propias ideas antes de que se abra el debate en la Asamblea. Y aquí surge un elemento nuevo porque al haber una ley que indique qué hacer con alguien que decide dejar la violencia, y que sea una ley adecuada. Tendríamos una herramienta de la que hasta ahora no disponíamos. Quiera Dios que salga una buena ley y que genere en quienes están buscando salir de ese infierno también, les dé ánimos, les dé esperanzas, les impulse a buscar una reinserción. Yo iba a decir la palabra inserción, porque mucha de esa gente nunca estuvo insertada, fueron gente en el margen, sin oportunidades, sin futuro. Esa ley es una herramienta que podría ser muy útil para una nueva etapa de ese proceso de cómo afrontar la violencia. - También decía el Presidente en su discurso en el programa “Gobernando con la gente”, que alguna de las medidas que habían tomado es el traslado de los reos y los más peligrosos a una cárcel de máxima seguridad. Y más tarde decía el Ministro de Seguridad que lo que vemos, el incremento de homicidios y la inseguridad es una reacción a lo que el Gobierno está haciendo. Considera que si se están tomando esas medidas y la reacción es más violencia ¿No sería como contradictorio o contraproducente? R/ Ciertamente una acción produce una reacción. Hay ingredientes que faltan en la fórmula, posiblemente. El ingrediente de dialogar, de escuchar, de buscar juntos las soluciones. De ese ingrediente no se puede prescindir de él. La cuestión es quién lo hace. El Gobierno dice: “yo no puedo negociar”. Pero el Gobierno no es todo el país. Y ahí es donde entra otro elemento, que está apenas explotado hasta
7 el momento; si hay un ambiente apropiado, donde uno sienta que se pueden buscar caminos diferentes; y si hay personas en quienes se confía para poder acercarse, puede ser que ahí sucedan cosas que serían un milagro. Yo no la descarto para nada, pero naturalmente esta ley de la que yo hablaba antes puede ser un buen instrumento para que ese ambiente de acogida, de respeto, se vaya instalando. Pero cuando hay sólo medidas de tipo represivo, generan acciones de este tipo como algo natural. Hay que poner un ingrediente distinto para que la fórmula funcione. P. 3.- De Diario El Mundo. Algunos sectores se han arriesgado a calificar este primer año tal vez en una escala del uno al diez si está aprobado o reprobado el primer año de gestión del Presidente Sánchez Cerén y también conocer su evaluación en el tema de áreas como Salud, Educación… también se critica la falta de medicinas o que en las escuelas, a veces no se tienen todos los insumos que necesitan los alumnos. R/ A nivel macro hay una cosa nueva y muy buena: el gran interés en la comunidad internacional de apoyar a El Salvador. Eso lo vemos en el Consejo. Hay mucha fe en el proceso que se está implementando. Hay bastante diálogo entre países y nuestro país buscando cómo apoyar tal o cual área: educación, salud, etcétera. Esa es una cosa positiva. Ahora bien, ¿por qué el que está al final de la cadena, no siente que las cosas sean diferentes? Ahí toca hacer un análisis: ¿qué funcionarios están haciendo un buen trabajo, otros regular y otros tal vez malo? Ahí toca ya evaluar internamente. Pero yo noto que hay un ambiente, en la comunidad internacional, de simpatía hacia el país y el deseo de apoyarlo. Creo que entienden que es un problema muy complejo que requiere una visión muy amplia y también paciencia; porque estos procesos, no se dan así, automáticamente. Es verdad que estamos viviendo un momento crítico. Pero vuelvo a recordar que uno siente en la gente que estuvo en la Beatificación de Monseñor Romero, en vivo o desde su casa, una energía que antes no teníamos, una esperanza. Falta tener claro cómo conducir eso, cómo guiar esos procesos, porque el pueblo está listo para hacer su parte. Quizá fallamos los que somos guías de ese pueblo; tenemos que ser honestos en reconocerlo y también en corregirlo. Es que todos somos el país, no sólo el Presidente. Quizá sea esa cosa la que quizá uno a veces olvida y se vuelve un poco masoquista; como que le gusta sufrir, y no quiere aceptar que cada uno y cada uno pueden ser parte de la solución. P. 4.- Tania Martínez, de Radio 102 nueve. Dos preguntas: Ayer el Ministro de Seguridad hacía un llamado a los empresarios y a algunos tanques de pensamiento a que se unieran al combate de la violencia, por las críticas que esto ha generado al primer año de gestión en torno al tema de seguridad. La segunda pregunta es acerca de la Ley de Reinserción, esta va a salir del seno del Consejo Nacional de Seguridad y cómo avanza este proceso de ley de Reinserción porque desde hace meses se viene mencionando que la van a lanzar, pero todavía no se conoce nada claro de ésta. R/ Comienzo con la segunda, esta ley –el proyecto– lo conocimos hace un par de meses. Luego nos volvieron a decir esta semana que mandáramos nuestras sugerencias para tratar de incorporarlas antes del debate legislativo. Me gusta el hecho de que uno pueda aportar ideas; y en el Consejo hay personas que tiene mucha capacidad de aportar ideas. Eso es bueno. Están recogiendo lo que cada uno está aportando y van a tratar de integrarlo en el proyecto. Después se mandará a discusión al Órgano Legislativo. Yo le tengo mucha esperanza a esta iniciativa, porque no hay por ahora un ámbito legal donde se pueda
trabajar con aquellos jóvenes que quieren buscar un camino diferente. En cuanto a la primera pregunta. Hay en la empresa privada dos dinámicas: una, de “subirse al tren”. Hay empresarios muy decididos, dentro del Consejo, haciendo cosas muy interesantes, incluso experiencias inspiradoras. Y hay empresarios que busca siempre “el pelo en la sopa”, el punto negro en la pizarra blanca, quizá por estrategia. Tenemos que ir logrando una actitud de diálogo, de búsqueda común, porque este tema es de todos, el problema es de todos. Los empresarios gastan, dicen que el 10% de su dinero en seguridad y que por eso no son competitivos en el exterior porque los productos salen mucho más caros. Por tanto este problema nos interesa a todos. Creo que hemos avanzado y que hay claridad en muchos empresarios de que tienen que ayudar a que esta cosa funcione, no sólo con las críticas, sino también con actitudes más positivas. De hecho, nos dijo Hato Hasbún que hay un diálogo con FUSADES a un nivel más privado; incluso, van a exponernos a nosotros el análisis de FUSADES para que lo podamos debatir. Esa cosa es buena. Todo lo que es debatir con libertad, con respeto y actitud positiva es bueno. Esa cultura hay que consolidarla, la cultura del debate, del diálogo, de búsqueda conjunta de las soluciones. - ¿Las reliquias de Monseñor Romero cuándo van a empezar a visitar las otras iglesias de todo el país? También tengo entendido que hay países que también quieren que se pueda llevar las reliquias de Monseñor R/ Las reliquias están en la nave principal de la Catedral por el momento. Se va a publicar el calendario de visitas dentro del país. Al exterior se mandarán, más bien, reliquias pequeñas no de la camisa, sino de otras vestiduras de Monseñor, de la que se pueden cortar trocitos, y que se garantice que son auténticos. No es que se manda la reliquia principal. Por ahora no está eso considerado, sino que se quede dentro del país. Quizá en algún momento se dé ese paso que usted está indicando, por ahora todo queda a nivel de El Salvador. P. 5.- Analiz Ramírez, lo visito de la UCA. ¿Por qué la Iglesia Católica siempre ha incidido en las decisiones políticas del país, así como lo hizo por ejemplo para la penalización del aborto, el retiro de Manuales Educativos impulsados por el Ministerio de Salud, así como apoya la prohibición constitucional de cualquier intento de unión entre personas del mismo sexo? ¿Será demasiada atribución? R/ La Iglesia Católica ha cambiado mucho. Usted mire al Papa Francisco: es otra cosa, es otro momento. Mire a Monseñor Romero, quien decidió ser libre ante el poder político, el poder económico y el poder militar; que nunca estuvo en un acto oficial porque nunca las autoridades competentes aclararon la muerte del Padre Rutilio Grande. Es esa Iglesia libre la que necesitamos, una Iglesia que proponga buenas noticias, partiendo del Evangelio. Se han cometido errores, usted señalaba algunas cosas ahí en su lista; pero estamos en otro momento de la Iglesia. Y que el Papa haya reconocido a Monseñor Romero como lo que dijo que es, usted tiene la hojita. Eso no lo dice cualquiera. Que reconoce que ese hombre dio la vida por su pueblo, que lo guió y lo orientó, que se arriesgó con él, eso no lo dice un Papa fácilmente. Por tanto Monseñor Romero es un modelo para el mundo. Creo que entramos en otro capítulo, gracias a Dios. Y ahí tocará a los pastores ser coherentes, y a veces no lo somos, pero siento que esta temática pasa a otra perspectiva.
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7 de junio de 2015
REALIDAD NACIONAL
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P. 6.- Roberto Cardoza, de TCS Noticias. En el tema de la inseguridad ¿A su juicio es momento de que se le apueste más al tema de la represion o a la prevención del delito? En este momento cuando se habla de 21 homicidios diarios es de darle más lugar a la represión o a la prevención. R/ Voy a dar un elemento que no quise dar antes. ¿Quiénes son los que mueren? ¿Por qué mueren? Si es verdad que una parte es por problemas internos y luchas entre grupos ligados al narcotráfico, es diferente que si son gente común y corriente que no tiene nada que ver con el asunto. Ahí esa investigación, ustedes como comunicadores la han hecho, con mayor o menor profundidad; pero la cifra sola puede ser muy engañosa. Recuerdo el caso de una parroquia donde mataron a un muchacho porque no había pagado la droga que le entregaron. Y un jovencito de la parroquia vio el asesinato, un acólito. Lo mataron por haber visto, para que no hubiera testigos. Entonces entra esa lógica interna, es importante tenerla en cuenta. A ver, de estos muertos cuántos son causados por luchas internas o entre grupos, por todo el tema del narcotráfico; y cuántas son personas que no tienen nada que ver con el asunto. Esta distinción ayuda a entender qué es lo que está pasando, porque las purgas existen, las venganzas existen, las ejecuciones sumarias existen. Entonces este elemento que la Policía suele usar con frecuencia quizá una fuente independiente que ayude a entender eso sería muy útil, porque las cifras por sí mismas no lo dicen todo. Quiera Dios que vayan bajando, pero está ligado a un tema gravísimo que es el tema del crimen organizado ¿Quién puede controlar eso? El otro camino es cómo hacer con los jóvenes que todavía están deseando reintegrarse a la sociedad. ¿Cómo acompañarles? Ahí es donde entra el papel de los líderes espirituales. Nosotros como Iglesia, vamos a tratar ese tema después de lo de Monseñor Romero, para ver cómo en este contexto logramos trabajar el tema de la reconciliación, que es otro tema pendiente: las heridas que están abiertas. Nadie de ustedes ha tocado ese tema en nuestro diálogo de hoy.
Monseñor Romero, para muchos, era el demonio mismo. Lo mataron por meterse en lo que no le tocaba. Hoy muchos descubren que estaban equivocados y están cambiando su visión; están buscando entender por qué él hizo lo que hizo, por qué dijo lo que dijo, por qué terminó dando la vida y no se corrió, no huyó; no dejó a las ovejas abandonadas. Esto lo necesitamos, una especie de catarsis nacional en torno a esta figura emblemática que convoca al mundo entero. Es una figura de impacto mundial, y por eso lo de “impacto planetario”. Uno revisa la prensa mundial y encuentra ahí a Romero por todos lados de manera positiva, menos en El Salvador donde muchos siguen resistiéndose a reconocer que fue un hombre de Dios, un Santo y no un comunista o un agitador. Ahí hay mucha tarea qué hacer. P. 7.- Porfirio Mercado, de Canal 12. Algunos estudios que se han conocido esta semana por medios de comunicación escritos, señalan que el 48% de la población estima que el país va por un rumbo equivocado, tomando en cuenta el balance de gobierno. ¿Lo cree usted así? R/ Voy a resumir un poco los elementos que fui enumerando a lo largo de la plática con ustedes. Es un momento crítico del país, pero hay energía acumulada. Cuando hay terremotos, después hay réplicas, verdad. El “terremoto” fue el 23 de mayo y fue de impacto mundial y nacional, por supuesto. ¿Cómo hacer que esas “réplicas” de ese terremoto espiritual nos transformen desde adentro a los que tenemos que ver con las decisiones que se toman? Con lo que el Papa llama la justicia, dar a los pobres una oportunidad. Porque el cambio está ahí: en las políticas del Gobierno, desde el anterior hasta el momento, existe esa visión social. Hay que ver si en la ejecución eso es coherente, pero como visión está claro que sea el pobre un objetivo preferente, que no sea un ser descartable, como dice el Papa, que se usa y se tira, sino que sea el centro de la razón de ser del Estado.
La Solemnidad de Corpus Christi se remonta al siglo XIII . Dos eventos extraordinarios contribuyeron a la institución de la fiesta: las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillon y el milagro eucarístico de Bolsena. El Papa Urbano IV, amante de la Eucaristía, publicó la bula “Transiturus” el 11 de agosto de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santa Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles
- Al inicio usted señalaba que es extraño que incrementen los asesinatos cuando va a terminar el primer año de gobierno del actual Presidente ¿Qué quiere decir con eso? ¿Puede haber algún sector que puede estar manipulando esto? R/ Hay mecanismos diabólicos en El Salvador, no de ahora, sino desde hace mucho tiempo en el que es posible hacer subir o bajar las estadísticas: basta un escuadrón de la muerte, basta un escuadrón de limpieza social con órdenes concretas y con dinero en la mano para que esto sea así. Las cifras no son unas cifras inocentes, pueden ser inducidas. Esto ustedes lo saben por su oficio. Es diabólico, porque están jugando con la vida de las personas y, en ciertos momentos interesa crear ese clima de total ingobernabilidad, de total caos, y no importa que eso cueste vidas humanas. Ahí está el papel difícil: que la gente cambie su corazón, que los poderosos cambien su corazón y los que comercian con la muerte cambien su corazón. Esto no lo hace ninguna ley, ni ningún decreto. Ahí es donde viene el papel de los líderes religiosos; por eso hoy estamos recalcando que Monseñor Romero puede ser el único que nos ayude a dar el paso. Muchos lo están sintiendo así y los están viendo así. Eso supone que se esas “réplicas” que yo mencionaba vayan siendo muy fuertes, porque hay mucha gente sacudida. Lo vemos en los confesionarios, mucha gente conmovida, pidiendo perdón y pidiendo orientación, incluso personas importantes, personas poderosas. En conclusión, reorientar las conciencias en la línea que Monseñor lo hizo es una condición “sine qua non”. En la Carta Pastoral que hoy les he entregado planteamos algunas de esas cosas porque ciertamente tienen una gran responsabilidad los líderes del país a nivel cultural, educativo, religioso para que este apocalipsis que estamos viviendo lo logremos superar.
El principio está ahí, pero por un montón de razones pareciera que la nave no avanza mucho y que a veces la nave retrocede. Pero en esa barca estamos metidos todos nosotros. Lograr (De la conferencia de prensa de Mons. Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador. Catedral Metropolitana. Domingo 31 de mayo de 2015)
Hoy es la Solemnidad de Corpus Christi Esta fiesta conmemora la institución de la Santa Eucaristía el Jueves Santo con el fin de tributarle a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, amor y gratitud. Por eso se celebraba en la Iglesia Latina el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad. En nuestro país como en muchos otros celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.
avanzar juntos sería lo deseable y supone que todos hagamos lo que nos toca. Quiera Dios que lo vayamos entendiendo y lo vayamos también ejecutando, pero por el momento estamos en una crisis muy grave como país.
que asistieran a la Santa Misa y al oficio. Este oficio, compuesto por el doctor angélico, Santo Tomás de Aquino, por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado aun por Protestantes. La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306. El Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto incorporando el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su observancia. El Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable Sacramento con singular veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto
En la Basílica de Santa Cristina de Bolsena se g u a rd a n c o n celo las reliquias menores del milagro de Bolsena, una de las piedras sagradas sobre las cuales se perciben todavía bien visibles grumos de la preciosa Sangre del Redentor
los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. San Juan Pablo II exhortó a que se renueve la costumbre de honrar a Jesús en este día llevándolo en solemnes procesiones.
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7 de junio de 2015 Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal de El Salvador
Beato Monseñor Oscar Romero, Pastor y Mártir – Segunda entrega –
Parte segunda La teología del Pastor
cada semana la coyuntura del país en los campos político, económico y social. Ahora que la oficina de canonización nos ofrece en dos discos compactos todas las homilías dominicales del cuarto arzobispo de San Salvador, nadie tiene excusa para decir que nuestro profeta y mártir fue un agitador o un activista político. Les invitamos a sumergirse con humildad y honestidad en la fuente fresca de sus enseñanzas, tan penetradas de palabra de Dios, hecha vida en la oración y la contemplación, y de la luz de la enseñanza social de la Iglesia.
16. Muchos han hablado de la memoria prodigiosa de Monseñor Romero, quien repetía párrafos completos de los discursos del Papa o de otros documentos eclesiales después de leerlos atentamente. También es propio de él buscar documentos seguros en los cuales cimentar su doctrina. Aquí se inspira para redactar sus dos cartas pastorales programáticas: “El Espíritu Santo en la Iglesia”, escrita de su puño y letra cuando era obispo de Santiago de María; y, sobre todo, esa pequeña obra maestra que es la carta pastoral “La Iglesia de la Pascua”.
20. Volvemos a la misa exequial de su gran amigo, el Padre Rutilio, y nos dejamos estimular por su llamado de pastor que habla a sus principales colaboradores:
Es fácil discernir su idea de Iglesia y su concepto de liberación cristiana a la luz de estos textos fundamentales que siempre tuvo como punto de referencia. En el primero la fuente es la doctrina del Espíritu Santo que nos propone el Concilio Vaticano Segundo; y en “La Iglesia de la Pascua” es, sin duda ninguna, la exhortación postsinodal “Evangelii Nuntiandi”.
“Queridos hermanos sacerdotes… no nos desunamos con ideologías avanzadamente peligrosas, con ideologías inspiradas no en la fe, ni en el evangelio Nosotros sabemos que hay una iluminación de fe que nos va conduciendo por caminos muy distintos de otras ideologías que no son de la Iglesia, para sembrar lo tercero que la Iglesia ofrece: una motivación de amor”(ibíd.).
17. Sorprende, en este sentido, la homilía pronunciada por nuestro hermano en el episcopado en la misa exequial del Padre Rutilio Grande. Allí comenta de manera magistral los tres criterios que propone el beato Pablo VI para distinguir los verdaderos liberadores:
No es fácil permanecer sereno cuando se tienen delante de los ojos los cuerpos acribillados de un sacerdote, un anciano y un joven, porque la tentación de responder a la violencia con violencia se insinúa con insistencia. Monseñor Romero lo intuyó y quiso cortar por lo sano: “Aquí no debe palpitar ningún sentimiento de venganza; aquí no grita un revanchismo los intereses de Dios nos mandan amarlo a Él sobre todas las cosas y amar a los otros como a nosotros mismos”. Este amor va de la mano con las exigencias de la justicia. Porque como decía en esa misma ocasión: “en la motivación del amor no puede estar ausente la justicia. Pues, no puede haber paz y verdadero amor sobre bases de injusticia, de violencias, de intrigas” (ibíd.). La conclusión de su argumentación es impresionante: “Somos una Iglesia peregrina, expuesta a la incomprensión, a la persecución; pero, una Iglesia que camina serena porque lleva esa fuerza del amor” (ibíd.).
“La Iglesia ofrece esta lucha liberadora del mundo, hombres liberadores, pero a los cuales les da una inspiración de fe, una doctrina social que está a la base de su prudencia y de su existencia para traducirse en compromisos concretos y, sobre todo, una motivación de amor, de amor fraterno” (Homilía en los funerales del P. Grande). En otro momento de esta pieza magistral de oratoria sagrada, Monseñor Romero expresa con claridad que el punto de partida para todo buen pastor es la fe, como “iluminación que hace distinguir cualquier liberación de tipo político, económico, terrenal que no pasa más allá de ideologías, de intereses y de cosas que se quedan en la tierra”. El Sacerdote está llamado a predicar y promover una “liberación que arranca del arrepentimiento del pecado, que se apoya en Cristo la única fuerza liberadora, y que termina en la felicidad” (ibíd.). 18. Otro tema de la carta magna de la evangelización que el beato Oscar Romero asume con singular profundidad es el proyecto del amado pontífice sobre “la civilización del amor”. Con estos dos conceptos pudo sortear con éxito todas las dificultades nacidas de las distintas formas de ideologización. Lo anterior se confirmó en la rica experiencia que él vivió durante la Tercera Conferencia General de los obispos latinoamericanos reunidos en Puebla en 1979, donde conoció al joven pontífice San Juan Pablo II. 19. Con esta base tan sólida y se abrió con prudencia y audacia a los nuevos caminos que la Iglesia debía recorrer para que la fe tuviera incidencia en la historia, de modo que el Evangelio fuera realmente, en la dramática realidad salvadoreña, luz, sal y fermento. Por eso pudo ser tan concreto y tan categórico al analizar
21. La misma línea de pensamiento, nítidamente definido por el criterio de Pablo VI, de que “la violencia no es cristiana ni evangélica”, recorre su emotiva homilía durante la misa exequial del Padre Alfonso Navarro, quien fue asesinado en mayo de 1977 por la Unión Guerrera Blanca minutos después de haberse reunido con su arzobispo en el Seminario San José de la Montaña. Con la belleza cautivadora que tenían sus comparaciones decía que el sacerdote es como un beduino que conoce el desierto como la palma de sus manos y nos dice, señalando con el dedo de su mano, por dónde debemos caminar: “No por los espejismos del odio, no por esa filosofía del diente por diente y ojo por ojo, que eso es criminal: sino, por esta otra: ‘Amaos los unos a los otros’” (Hom. En los funerales del P. Navarro). “El mundo nuevo no se va a construir por los caminos del pecado, de la violencia; se va a construir por los caminos del amor… Por el amor los ideales nunca se marchitan. Y cuando el ideal supremo es el amor, entonces este ideal hace surgir la vida de la misma muerte” (ibíd.). 22. Podemos sintetizar el mensaje de ambas homilías pronunciadas en momentos de profundo
dolor, ante el cuerpo sin vida de dos de sus sacerdotes, con estas reflexiones que él formuló en la Eucaristía exequial por el Padre Grande y sus compañeros: “Creo en Dios Padre revelado por Cristo su Hijo, que nos ama y que nos invita a amar”. Y añadía: “creo en una iglesia que es signo de esa presencia del amor de Dios en el mundo”. Desde esa iluminación desde la fe, continuaba diciendo el pastor, “somos capaces de distinguir cualquier liberación de tipo político, económico, terrenal que no pasa más allá de ideologías”. Para concluirá más adelante afirmando que pocas frases más adelante que el fruto más inmediato de esta liberación de la fe inspirada del amor, es “el arrepentimiento del pecado”. Pero la fe no es auténtica si no lleva a la conversión. Así lo explica el 19 de junio de ese mismo año 1977, al entrar al templo de Aguilares, donde la Eucaristía ha sido profanada por los soldados que han convertido el lugar sagrado en un cuartel: “Seamos firmes, sí, en defender nuestros derechos, pero con un gran amor en el corazón porque al defenderlos así, con amor, estamos buscando también la conversión de los pecadores”. Y ponía como modelo al Corazón de Jesucristo: “Como el Corazón de Cristo, ama, aun cuando defiende sus derechos con amor, que es la fuerza de nuestra Iglesia”. 23. Damos un paso más en nuestro conocimiento del pensamiento profundo del beato Romero, quien une amor con justicia: “Una motivación de amor, hermanos, debe movernos en estos instantes. Aquí no debe palpitar ningún sentimiento de venganza, aquí no grita revanchismo, son los intereses de Dios que nos manda amarlo sobre todas las cosas y nos manda amar a los otros como a nosotros mismos. Y es cierto que hemos pedido a las autoridades de la justicia en el país porque en la motivación del amor no puede estar ausente la justicia”. De hecho, al final de esa emotiva Eucaristía, ante más de cien sacerdotes, se leyó un comunicado en el que Monseñor Romero exigía que se investigara este nefando crimen y advertía que “la Iglesia no participará en ningún acto oficial” mientras no se busque la verdad de este hecho inaceptable. 24. Cuando Monseñor Romero ocupaba la cátedra sagrada, con frecuencia desconcertaba a sus oyentes. Así fue en esta ocasión, cuando hizo este vehemente llamado: “Hermanos salvadoreños, cuando en estas encrucijadas de la patria parece que no hay solución y se quiere buscar medios de violencias, yo les digo, hermanos, bendito sea Dios que en la muerte del padre Grande la Iglesia está diciendo: sí, hay solución. La solución es el amor”. De los múltiples textos que tratan sobre el tema del amor y la violencia, les invitamos a meditar el que encontramos en la homilía del 4 de noviembre de 1979: “Muchos creen que este llamamiento del amor es ineficaz, es insuficiente, es débil; y esto es tan real que algunos periodistas que me entrevistan me preguntan mucho esto: ‘y usted que predica el amor ¿cree que el amor puede resolver esto? ¿No cree que no hay más camino que la violencia, si en la historia sólo la violencia es la que ha logrado los cambios?’ (pasa a la página 10)
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Puedes consultar la edición e l e c t r ó n i c a d e Orientación e n
www.arzobispadosansalvador.org (viene de la página 9) Yo les respondo: Si, de hecho ha sido así, es un hecho que prueba que el hombre no ha usado todavía la fuerza que lo caracteriza. El hombre no se caracteriza por la fuerza bruta, no es animal. El hombre se caracteriza por la razón y por el amor”. Adhirió plenamente a la doctrina de Puebla. 25. La reflexión más sistemática y estimulante de la exhortación postsinodal “Evangelii Nuntiandi” es, sin duda, la que recoge las reflexiones de los obispos latinoamericanos reunidos en Puebla a principios de 1979. Allí estaba Monseñor Romero, quien al final pudo decir lleno de júbilo: “Puebla ha confirmado mi doctrina”. Muchos recuerdan con qué entusiasmo fue recibido, al bajar del avión que le traía de México, y cuando llegó a la catedral. Así lo describe en su Diario: “La catedral estaba ya repleta y cuando se dieron cuenta de mi arribo, estalló un sonoro aplauso y vivas que fue creciendo”. Luego resume su primer mensaje a su diócesis después de una larga ausencia: “En mi homilía me referí al tema de Puebla en estos tres puntos: primero, cómo yo fui en Puebla el representante de una diócesis en oración, y les inculqué mucho, así como les agradecía la oración que yo sentía tan fuerte, que siguieran orando para que esto fuera la mayor fuerza de nuestra diócesis: la oración. El segundo pensamiento es que yo en Puebla llevaba el testimonio de una diócesis en una línea de pastoral muy de acuerdo con lo que se escuchó en Puebla y me referí a los numerosos testimonios de la vida de la arquidiócesis que yo tuve tan presentes en la reunión de Puebla Y me alegré de lo que pude contar en Puebla del testimonio vivido en mi arquidiócesis. Y el tercer pensamiento, lo que yo traigo de Puebla para la arquidiócesis: la experiencia, la riqueza, la amistad de numerosos pastores y diócesis del continente y del mundo” (Su Diario, 16 de febrero de 1979). 26. Concluimos esta visión de Puebla tal como la ha interiorizado el beato Oscar Romero, citando su homilía del 6 de agosto de 1979. En ella expuso claramente lo que la Iglesia puede ofrecer al proceso de liberación de nuestro pueblo:
hacer otras cosas que las que la Iglesia tiene que hacer, y la tranquilidad de no meternos en campos ajenos sino para iluminarlos con la luz y la identidad propia de nuestra Iglesia”. “La tercera contribución que la Iglesia ofrece, y ya se está dando aquí entre nosotros, es la denuncia profética de todo lo que es pecado. Denuncia, no por fanfarronería, no por quedar bien demagógicamente; denuncia como la Iglesia quiere, llamado a la conversión. La Iglesia denuncia el pecado para arrancarlo del mundo, convirtiendo a los pecadores”. “Otra gran contribución de la Iglesia es señalar que el único camino de salida es, precisamente, esa conversión de los hombres. Y aunque esto parezca idealismo, utopía ¿cuándo se van a convertir todos los pecadores?, la Iglesia lo proclamará siempre”. 27. Para valorar en su justa dimensión el mensaje de esta homilía hay que tener en cuenta que en ella Monseñor Romero está presentando a su comunidad arquidiocesana la cuarta carta pastoral “Misión de la Iglesia en medio de la crisis del país”, que es una aplicación de la doctrina de Puebla a nuestra realidad: “Cuando titulo mi carta pastoral así: la línea pastoral de Puebla realizándose en nuestra arquidiócesis, la trato de definir así porque no es más que la línea del Vaticano II y de Medellín, que ya nuestro querido antecesor monseñor Chávez con la ayuda de Monseñor Rivera y de este clero que quiere estar al día en las líneas de la iglesia, trataron de meter ya en la vida de nuestra pastoral. Yo no he hecho más que recibir una herencia y amarla y tratarla de acrecentar entre nosotros” “Primero, actitud de búsqueda. Hay cambios, hay necesidad de nuevos lenguajes, de nuevas actitudes. Y esto es lo que quiere la nueva línea de la arquidiócesis, actitud de búsqueda”
“Lo primero que ofrece la Iglesia es, naturalmente, evangelizar”.
“Segundo. Opción preferencial por los pobres. Conocer los mecanismos que engendran la pobreza, luchar por un mundo más justo, apoyar a los obreros y campesinos en sus reivindicaciones y en su derecho de organización, estar muy cerca de la gente”
“Segunda colaboración de la Iglesia es mantener su identidad de Iglesia. Queridas comunidades aquí presentes y todas las que están reflexionando a través de la radio: esta debe ser nuestra mayor preocupación al reflexionar el Evangelio, ser la Iglesia que Cristo quiere, no
“Tercero, unidos en una pastoral de conjunto. Aquí distinguimos el espíritu apostólico de lo que es pastoral, como se podría comparar un río con la canalización de ese río. En todos los movimientos de nuestra arquidiócesis hay mucho espíritu apostólico, pero no en todos hay sentido pastoral.
A nuestros lectores
Dejémonos conducir por una organización pastoral que se llama la pastoral de conjunto. Que ninguna comunidad se sienta aislada o superior a otras, sino que todos sintamos que somos una sola obra de Dios en medio del pueblo”. “Y finalmente, tengo la satisfacción de ofrecerles la idea de crear en la arquidiócesis, de intensificar una pastoral de adaptación, principalmente en estas tres líneas: una pastoral masiva, en el sentido urbano, donde hay problemas muy distintos de las zonas rurales. Segundo, las comunidades eclesiales de base. Los pequeños grupos donde, el Papa lo dice, el Evangelio se hace más amistad, más amigo, más sencillo, más íntimo. Y finalmente, tercero, una pastoral de acompañamiento. Ya urge, porque son muchos los cristianos que dicen que tienen que optar por una situación política, por una organización, y muchas veces por eso pierden la fe. La Iglesia no puede abandonar al cristiano que, llevado de la sinceridad de su Evangelio, quiere ir a optar en un partido político, en una organización política, y tenemos que seguirlo, pero desde la línea de la iglesia, con una pastoral de seguimiento, para que ese hombre cristiano se sienta que, donde quiera que va, lleva el germen del verbo, la semilla de la salvación, la luz del Evangelio”. 28. Amor, justicia; falta una tercera palabra: paz. De ella habla en la homilía del 3 de julio de 1977: “No basta la justicia, es necesario el amor” “Me da gusto constatar” –decía entonces el Beato– “que todas las personas que han seguido el pensamiento de esta hora de la Iglesia jamás han oído una palabra de violencia de mis labios” Luego enfatizaba, incluso con un tono de voz más elevado, lo siguiente: “La fuerza del cristiano es el amor”. Y sacaba una consecuencia: “Mientras no lleguemos a esta fortaleza del amor, no podemos ser los verdaderos pacificadores”. Pero la paz es negada cuando las estructuras sociales son injustas, cuando, como enseña Medellín, son “estructuras de pecado”. Leemos en su homilía del 13 de enero de ese año: “Pero hay otra cosa muy importante que como cristianos tenemos que comentar, y es que sí tenemos que condenar esta estructura de pecado en que vivimos Los culpables son precisamente los que mantienen esas estructuras de injusticia social, que hacen perder la esperanza de que se puedan arreglar de otro modo más que con la violencia”. (continúa semana próxima)
Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:
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orientacion@navegante.com.sv
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La Palabra de Dios para cada semana Lecturas: Ex 24, 3-8; Sal 115; Heb 9, 11-15; † Mc 14, 12-16.22-26 Preparado por:
Domingo 7 de junio de 2015
Pbro. Patxi Loidi cirsol6@integra.com.sv
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Festividad del Cuerpo y la Sangre de Cristo
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Ciclo “B”
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Año I impar
El Cuerpo y la Sangre del Señor
Amigos y amigas: Hoy celebramos la fiesta de Corpus Christi. Es una gran solemnidad cristiana. Celebra la presencia real de Jesús en la Eucaristía, acentuando el brillo externo de la procesión más que el significado principal. Pero la celebración litúrgica recupera el punto central, con la proclamación de la institución de la Eucaristía, que tiene la magia de lo más humilde y verdadero: nuestra fraternidad y comunión con Jesús, dentro del misterio de la Trinidad, abrazando el mundo entero. Que el Señor nos conceda el don de experimentar esa magia divina y humana. Queridas amigas y amigos: No tengo palabras para expresar lo que siento ante este texto tan sabido y tan sublime. Lo leemos con rutina. Contemplo a Abba, Padre y Madre, descender amorosamente, desde el otro lado, sobre la asamblea que repite las palabras eucarísticas de Jesús; y al Espíritu envolviéndola en su aura infinita, un aura que se ensancha y se ensancha en cada Eucaristía, hasta abarcar el mundo entero y abrazar en su seno a toda la gente buena y mala. Noto que falta el Hijo; y veo a la asamblea en trance de convertirse en el Hijo Total con Jesús, tan pronto como se pronuncien s us p roféticas palab r as . Entonces sobre la mesa de la fraternidad se asienta algo así como la Trinidad planetaria, con Abba, más el Hijo Total y el inmenso seno cálido del Espíritu, que nos cobija a todas las personas del mundo. Y me siento hermano e hijo hasta lo más profundo, a pesar de mis debilidades. Y en lo hondo del misterio, adoro a este Dios que es todo corazón y tiene tanta inclinación hacia los hombres y mujeres, que parece que necesita de ellos. No somos uno con Dios, pero tampoco dos. Tomen, esto es mi cuerpo. ¡Qué simple!, ¡qué elemental! Un trozo de pan. Una copa de vino, que no sería de alta calidad. Lo más sencillo, lo más humilde de nuestra mesa. El pan que fue el mismo Jesús hasta dejarse comer, entonces en la cruz, hoy en nuestras bocas. Una comida misteriosa que nos alimenta y nos unifica con él, no solo a las personas que estamos participando,
sino a todas las del mundo, ya que toda Eucaristía tiene dimensión planetaria. Una mesa redonda como el mundo, de harapos y de trajes, de gente empobrecida y de otra gente solidaria y desprendida, donde comemos todos del mismo plato, el plato de Jesús, como cuando Él andaba con aquella pobre gente mal vista, despreciada por los buenos e importantes: una mesa de iguales. ¡Ah, cómo añoro una comida como aquella, entre tantas señales de tráfico que tengo que cumplir cuidadosamente! Y al comer de su plato, Él nos unifica consigo y nos convierte en el Cristo Total, el Hijo único de Abba, en el Espíritu Santo. Y entonces la mesa del altar se hace mesa universal en el seno de la Trinidad. Pero dicho esto, torpemente, sin poder expresar lo que solo entrevé el amor, permítanme manifestar, con respeto y acatamiento, que la fiesta del Corpus no es la que más me gusta. Resalta la presencia real y convierte la Eucaristía en una devoción. Pero la Eucaristía es la cena fraternal de las y los discípulos con el Señor. Fue una genialidad fascinante de Jesús superar los sacrificios de animales –como antes se superaron los humanos–, sustituyéndolos por la cena con Él. Ciertamente hoy lo que es cena fraterna está reducida al mínimo y muy ritualizada. Pero que nada nos impida gozar fraternalmente de esta cena universal, transformándonos en Jesús, mientras el Espíritu exclama en nuestro interior: Abba, Padre y Madre.
Plegaria.
Sitio “Donde la gente pobre tenga su lugar…”, nos dijo, y añadió: Desciendan al corral, para poder subir con esa gente hasta el altar. Bajen de su banquete celestial al suelo donde falta el pan para que no se rompa la fraternidad de esa celebración tan especial. Era el Espíritu que hablaba sin gritar. Y prosiguió como una madre con pesar: Estamos todas rotas a la par, ustedes y nosotros, cuando abunda a rebosar el trigo, pero se reparte mal. Y se cuartea la armonía fraternal de ese banquete familiar teñido de calor de hogar. Suban hasta el sagrario de cristal, pero ha de ser para después bajar a ese campo de minas que es su sociedad, donde las leyes y dineros alzan sin temblar murallas que no puedes traspasar, haciendo dos ciudades de cada ciudad, la de los panes de oro y la del barrizal. Suban para poder bajar al basural. Bajen para poder subir hasta el altar. Junten las chozas y palacios para armar el Reino de la vida y la amistad que Él empezó a sembrar. Y difundan la fiesta del amor sin final.
Lunes 8: 2 Cor 1, 1-7; Sal 33; † Mt 5, 1-12 Martes 9: 2 Cor 1, 18-22; Sal 118, 129-133.135; † Mt 5, 13-16 (Misa de feria) Col 3, 12-17; Sal 36; † Lc 6, 43-45 (Memoria) Miércoles 10: 2 Cor 3; 4-11; Sal 98, 5-9; † Mt 5, 17-19 Jueves 11: Hch 11, 21-26; 13, 1-3; Sal 97; † Mt 10, 7-13 Viernes 12: Os 11, 1.3-4.8-9; Sal: Is 12; Ef 3, 8-12.14-19; † Jn 19, 31-37 Sábado 13: Is 61, 9-11; Sal: 1 Sam 2, 1.4-7; † Lc 2, 41-51 (Memoria) 2 Cor 5, 14-21; Sal 102, 1-4.8-9.11-12; † Mt 5, 33-37 (Misa de feria)
Lecturas de la Semana
• Del 8 al 13 de junio de 2015 •
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7 de junio de 2015
Tiempo de agradecer Pbro. José M. Tojeira, S.J.
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Preparado por:
Mons. Jesús Delgado
{ El poder de la Eucaristía { – Pág. 5 –
IGLESIA LOCAL
No hay duda que el Beato Oscar Arnulfo iba ante el Santísimo para mendigar amor. El amor que Jesús Eucarístico nos da, es el mismo que nos dejó como único mandamiento en la Última Cena: “ámense los unos a los otros como yo los he amado”.