Francina Armengol
Presidenta del Govern Balear
ASIMA, clave en nuestra reactivación
El 2020 ha sido un año marcado profundamente por las consecuencias sociales y económicas, además de sanitarias, que nos ha dejado la terrible pandemia. La contracción del PIB se sitúa en un -23,7 %, una caída sin precedentes en la que el sector industrial ha sido el segundo más afectado. Estos datos evidencian, una vez más, la dependencia de nuestras islas a la movilidad, muy afectada alrededor del mundo, y al sector turístico. De la misma manera, nos reflejan la importancia de cómo debemos mirar al presente y también a nuestro futuro: apostando hacia un cambio de modelo más diversificado y más estable. Llegar de la mejor manera posible y con los menores daños ante nuestra reactivación, por tanto, ha sido, es y será una prioridad. Por este motivo, a nuestro objetivo principal de salvar vidas, le hemos sumado en paralelo un escudo de protección público sin precedentes para nuestros trabajadores y empresas. Esta reactivación, cada vez más cercana, debe estar propulsada, además, por mecanismos que no solo aseguren la fortaleza de nuestra economía y nuestro tejido productivo, sino que los diversifiquen para ser unas Illes Balears más fuertes y resilientes. El proceso de reactivación nos brinda la oportunidad de apostar por la innovación y las tecnologías y de tejer un modelo productivo más equilibrado y sostenible social, económica y medioambientalmente. Un modelo que conecte con las cadenas de valor locales y potencie nuestra industria y empresas dándoles más protagonismo. Es por todo ello que ASIMA, absolutamente fundamental en nuestro tejido industrial y empresarial, también juega un papel clave en nuestro presente y en nuestro futuro. La colaboración público-privada ha supuesto una herramienta necesaria de cara a conseguir lo mejor para nuestra tierra. Y ASIMA, precisamente, es un ejemplo de buena gestión y eficiencia. Por ello, quiero destacar su importancia y agradecer su voluntad y manera de trabajar para potenciar el tejido económico de Mallorca y, en consecuencia, de las Illes Balears.
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La colaboración público-privada es una herramienta necesaria de cara a conseguir lo mejor para nuestra tierra
