Ekele
EDICIÓN 52
Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S. República Argentina
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“El zorro antiguamente era doméstico como el guanaco, la foca, todos los peces y los pájaros, y cantaban al unísono ekelé, ekelé, ekelé.”
PIONEROS FUEGUINOS, TIRA 6B, PISO 1º, DPTO C, BARRIO MIRADOR DE LOS ANDES, TEL.54-02901-435954. U S H U A I A , T I E R R A D E L F U E G O, A R G E N T I N A W W W. M A N E K E N K . O R G . A R • E D U C AC I O N @ M A N E K E N K . O R G . A R
¡Ponete las Pilas!
Ekele
Marco legal Por Carolina Sberna
Antes de iniciar es importante dejar en claro conceptos tales como desechos, si bien es un término polisémico, podemos recuperar alguno de ellos, por ejemplo desechos son “las sustancias u objetos a cuya eliminación se procede, se propone proceder o se está obligado a proceder en virtud de lo dispuesto en la legislación nacional” (Basilea 1989). Otro concepto de basura o residuo es “remanente del metabolismo de los organismos vivos y de la utilización o descomposición de los materiales vivos o inertes y de las transformaciones de energía”. (LEY Nº 55 MEDIO AMBIENTE., Sanción: 02/12/92. Promulgación: 22/12/92 D.P. Nº 2327.) Estos desechos se consideran un contaminante “cuando por su cantidad, composición o particular naturaleza sea de difícil integración a los ciclos, flujos y procesos ecológicos normales”. (LEY Nº 55 MEDIO AMBIENTE., Sanción: 02/12/92. Promulgación: 22/12/92 D.P. Nº 2327.) Según las ingenieras, Ma. Pilar Borderías Uribeondo y Eva Ma. Martín Roda se considera “desecho a cualquier materia sólida, líquida, gaseosa o radiactiva que es descargada, emitida, depositada, enterrada o diluida en volúmenes tales que pueden tarde o temprano producir alteraciones en el ambiente”.(Unidad Didáctica de Medio Ambiente Urbano, M. Borderías Uribeondo; E. Martín Roda. Madrid 2006) Los desechos peligrosos en términos generales son aquellos que posean alguna de las características, que le confieren peligrosidad al residuo, como ser: corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad, agentes infecciosos. Según la ley en vigencia, la “Ley Nacional de Residuos Peligrosos 24.051”, en su artículo II se indica que: “Será considerado peligroso, a los efectos de esta ley, todo residuo que pueda causar daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general”. Cuando hablamos de residuos peligrosos, no sólo nos referimos a los de origen industrial, existen residuos peligrosos que son de uso habitual, en la mayoría de los hogares de distintas comunidades, poblaciones o ciudades del mundo. Según cita la Secretaría Distrital de Medio Ambiente de Colombia, “los residuos peligrosos de origen doméstico, son todos aquellos objetos, materiales, sustancias o productos que al terminar su vida útil o uso son descartados o desechados en el interior de las viviendas y que por las sustancias o elementos que los componen, pueden causar riesgo o daño para la salud y/o el ambiente, dado por sus características corrosivas, reactivas, explosivas, toxicas, inflamables infecciosas o radiactivas, así mismo se considera residuo o desecho peligro-
so los envases, empaques y embalajes que hayan estado en contacto con ellos”.(Colombia. 08/2011) Entre los que se consideran residuos o desecho peligrosos se encuentran los siguientes: Ver imagen 1 Como se mencionó en la introducción, el problema que generan las pilas y baterías en desuso es muy amplio y generalizado en todo el país. Por ello ésta problemática y el modo de manipular, trasladar, almacenar o inmovilizar residuos peligrosos se contemplan en distintas Leyes Nacionales la Ley 24.051 de Residuos Peligrosos y la Ley 25.612 de Gestión Integral de Residuos Industriales.
El consumismo ¿causa principal de ésta problemática? “El consumo irresponsable y desmedido de elementos tecnológicos, es proporcional a la cantidad de residuos peligrosos (pilas, baterías, etc.), que se generan en una determinada ciudad y son estos algunos de los componentes más contaminantes en el mundo tecnológico actual. Las pilas y baterías son utilizadas en todos los aparatos electrónicos de consumo masivo. La diversidad y tecnología de las baterías han sido de tal magnitud, que se han convertido en el componente más conocido y utilizado en cualquier aparato de consumo. Dichos elementos en algún momento son desechados, entonces nos preguntamos ¿A quiénes afecta la proliferación de estos residuos? ¿Cuál es el tratamiento y/o lugares de depósito de los mismos? ¿Qué se hace en una Isla como la de Tierra del Fuego con dichos elementos? ¿Quiénes son los responsables de asegurarse que estos elementos no generen contaminación o si lo hacen que sea
de bajo impacto ambiental y social? ¿Qué actores sociales se encuentran implicados en la generación y tratamiento de estos residuos?” El consumismo, los elevados costos económicos que implica el traslado de los desechos peligrosos, el tratamiento de los mismos, sumado a la ausencia de políticas ambientales serias y leyes que las respalden, más los ineficaces planes de acción en referencia a los mismos, la escasa inversión en campañas de concientización que promuevan la responsabilidad social y empresarial, la falta de una adecuada centralización y recolección de estos materiales, terminan agravando y afectando directamente la situación actual del ambiente, las ciudades y la salud de los habitantes. Desde tiempos remotos, al igual que en la actualidad, los seres humanos han prescindido de herramientas que permitan tener una vida más simple, a lo largo de la historia se inventaron, mejoraron y desarrollaron diversos usos a elementos ya existentes o nuevos, con el fin de solucionar problemas diarios así alcanzar mayores y mejores resultados (producción en relación al tiempo), ya sea desde un utensilio para cortar o cazar, elementos de agricultura o de construcción, hasta las más sofisticadas computadoras o mega vehículos. Todos con una misma finalidad, obtener resultados rápidos y satisfacción instantánea, en muy corto plazo. Debido a que los costos energéticos y económicos son muy elevados, la única forma de producir elementos cuya venta genere ganancias, es manteniendo una alta tasa de producción, con precios accesibles y de corta vida útil a fin de que los consumidores requieran nuevos productos que reemplacen a los anteriores constantemente, aumentando de esta manera el consumo y los desechos. La mayoría de los elementos tecnológicos, Netbook, Notebook, teléfonos celulares, tabletas, radios, juguetes infantiles, joystick inalámbricos, audífonos, necesitan para su funcionamiento baterías o pilas. Estas últimas poseen una característica común, vida útil limitada, incluso las pilas o baterías recargables tienen fecha de vencimiento. Es decir que en algún momento deben ser desechadas. Sabemos las pilas contienen metales pesados como el mercurio, el cadmio, el níquel y el zinc, si estas son arrojadas en cualquier sitio, indiscriminadamente, por los usuarios, con el tiempo y la erosión, la cubierta protectora de la pila desaparece, luego por acción de la lluvia u otros factores climáticos, los restos de las pilas y los metales pesados son arrastrados al interior del suelo. Estos metales se van liberando lentamente y son absorbidos por la tierra, pudiendo encontrar napas subterráneas, contaminando sus aguas, el agua subterránea siempre está en movimiento, llegando al río pudiendo contaminar el agua que la población consume provocando diversas afecciones sanitarias.
Luego de los ríos continúan su camino al mar. Actualmente, gran parte de los mares del planeta están contaminados, esta se produce durante muchos años porque los metales pesados se van liberando poco a poco. Por ello el vertido de pilas y/o baterías sin control produce innumerables problemas a nivel ambiental y como se mencionó anteriormente sanitarios. En la actualidad y como consecuencia de la globalización, se ha homogeneizado e internacionalizado los distintos patrones de consumo y producción. El consumismo ha crecido de forma abrupta y en nuestra ciudad esto se evidencia claramente.
Problemática en Tierra del Fuego La sociedad de Ushuaia, es muy particular, los pobladores son provenientes de distintas provincias y países, que generalmente llegan a la misma, con la idea de progreso y crecimiento económico. Habitualmente no desarrollan un sentimiento de pertenencia por el lugar. Esto provoca que en muchas oportunidades no tomen conciencia de las implicancias ambientales de sus conductas sociales. Los ciudadanos eliminan estos residuos junto con la basura domiciliaria común, cuya disposición final es, sin ningún tipo de separación o selección previa, en el relleno sanitario a cielo abierto, siendo el único método utilizado para minimizar la contaminación la impermeabilización del suelo con geomembranas, vale resaltar que éste relleno es el segundo que posee la ciudad, ya que anteriormente se contaba con otro. Aunque en la mencionada ciudad existieron diversos puntos donde depositar estos desechos (CADIC, Farmacia San Martín, Clínica San Jorge) no toda la comunidad conocía la existencia de los mismos y actualmente en estos puntos ya no se realiza la recolección de pilas y baterías Sobre estos residuos existe una amplia reglamentación, que se halla definida y establecida en diversas Leyes Nacionales, Provinciales e incluso en convenios internacionales, como el Convenio de Basilea - Ley 23.992. En Tierra del Fuego, a pesar de existir reglamentaciones, la problemática es más compleja, ya que no se cuenta en la provincia con una planta exclusiva para el tratamiento de residuos peligrosos como lo son las pilas y baterías. El transporte de residuos peligrosos es otro de los problemas a los que se enfrentan las autoridades, tanto provinciales como municipales, ya que al considerarse la provincia como una Isla, las vías de transporte, para trasladar estos residuos peligrosos hasta la planta de tratamiento más cercana, respetando el principio de proximidad, son dos por tierra o mar. Por tierra se presentan inconvenientes legales, ya que se debe transitar entre 150 y 180 km por rutas chilenas y al trasladarse materiales peligrosos se debe respetar el convenio de Basilea, el cual indica y demarca una reglamentación específica para el transporte de residuos peligrosos y el paso por un “Estados de tránsito, considerándose éste
distinto del Estado de exportación o del Estado de importación, a través del cual se proyecte efectuar o se efectúe un movimiento de desechos peligrosos o de otros desechos”. (Convenio de Basilea- Control de Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su eliminación) Por medio marítimo también se cuenta con una normativa vigente que regula el transporte de dichos materiales, siendo casi imposible el traslado de pilas y baterías fuera de la provincia. Por ello actualmente los desechos de estas características se mantienen dentro de la provincia y son responsabilidad de cada municipio. En la entrevista realizada a un concejal de la ciudad, este afirmó que no existe ninguna ordenanza municipal que regule puntualmente el tratamiento de las pilas, este agrega que desde la intendencia de la ciudad, se realizan campañas de recolección de otro tipo de residuos pero no hay nada referido a estos residuos, que son poco claras las acciones que se están realizando en relación a lo ambiental. Adhiere que desde su bloque político se realizaron denuncias por irregularidades en este campo. Considera que la campaña de Ushuaia Recicla es un avance pero no es suficiente, sostiene que fue mal planteada y de manera desorganizada. Ver imagen 2 Por otro lado desde la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente, afirman que no se realizan campañas de recolección de pilas dado que los costos para trasladar o inmovilizar estos residuos son muy elevados, asumen que es mayor el impacto producido por el acopio, sin tratamiento en un único predio, que el de ser desechados junto a los residuos domiciliarios. Remarcan que el único operador en Ushuaia es Sanatorium y éste no realiza la separación de los residuos, sino que le da tratamiento a lo que ya está seleccionado. También agregaron que la men-
cionada empresa, realiza la inmovilización de los residuos de este tipo. Esta técnica consiste en colocar los residuos, en este caso las pilas y baterías, en celdas de hormigón o cemento que impida el escurrimiento de los metales que se encuentran en el interior de las pilas o baterías, luego se colocan estas celdas en tambores de plástico y se disponen finalmente en módulos de residuos peligrosos, hasta que se le da un destino final. Que por el momento no hay uno definido. Desde este área manifiestan que para que el ciclo se cumpla, se deben realizar inversiones serias, pero no solo económicas, sino también reglamentarias, como ser lo referido a la Responsabilidad Social Empresarial, “en relación al principio del que contamina paga, en nuestro país no se cuenta con un instrumento jurídico que asigne la carga de la gestión ambiental del producto al fin de su vida útil al fabricante/importador del mismo, y asegurar así que los productos lanzados al mercado sean, luego de su uso, recolectados y posteriormente reutilizados, reciclados, recuperados o eliminados de una manera ambientalmente adecuada”. Por otro lado la Ordenanza Municipal de Río Grande Nº 2835/2010 entiende que Principio contaminador pagador, consiste en que, aquél capaz de generar una alteración ambiental no permitida, deberá pagar por las acciones de prevención y asimismo será responsable de los daños ocasionados sin perjuicio de las sanciones que le pudieran corresponder. De este modo sería cada empresa la responsable de recolectar los desechos generados por los productos que venden y quienes solventen los costos del tratamiento. Desde la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente, aseguran que antes de iniciar cualquier campaña de concientización o de recolección, se deben resolver muchas cuestiones legales que respalden los proyectos que desde el área se están pensando. Además es importante aclarar y anticipar cuestiones tales como el predio a utilizar como área de disposición final, teniendo en cuenta las características y obligaciones legales que ello requiere, el o los operadores que realicen el tratamiento, el ente regulador que no permita fraudes, la entidad/es que se harán cargo del pago a los operadores por su servicios, entre otra cosas. Por su parte el referente de una organización ambientalista no gubernamental, de la ciudad considera y expresa la existencia de graves falencias legales en torno al “operador” que se encuentra trabajando en la ciudad, por lo que en varias oportunidades realizaron denuncias, que fueron de carácter público. Ellos afirman que actualmente no se realiza tratamiento alguno a los residuos como pilas, éstas son desechadas por los ciudadanos junto a los residuos domiciliarios y depositadas finalmente en el relleno sanitario. También hizo referencia al programa municipal que se lleva a cabo en la ciudad, Ushuaia Recicla, e indicó que éste no fue organizado de forma correcta
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ya que se inició la campaña de recolección sin tener en claro que se iba a hacer con lo que se juntaría. Afirma que en el caso de las pilas se debería iniciar una campaña de modo correcto, primero teniendo en claro dónde y de qué manera van a ser dispuestos estos desechos. Luego realizar campañas masivas, donde se haga hincapié en el consumo responsable, ya que se debe tratar de minimizar el uso de pilas regulares por pilas recargables (si bien estas también son desechadas en algún momento), se pueden utilizar por un tiempo más prolongado. Consideran que los habitantes de la ciudad, primero se resisten a los cambios pero luego responden a ellos.
Impresiones finales En el transcurso de este trabajo me encontré con muchas puertas cerradas, en algunas oportunidades hubo una fuerte resistencia a otorgar información referida al tratamiento de los residuos peligrosos en la ciudad y llego a la conclusión de que esa actitud no hace más que afirmar la existencia de irregularidades. Por otra parte considero que es imperiosa la puesta en marcha de reglamentaciones puntuales para el tratamiento de cada tipo de residuos, ya que con las reglamentaciones vigentes tan generales, se presta a la confusión y a varias interpretaciones. También es necesario, así como indicaron desde el área de Recursos Naturales, una reglamentación que permita hacer responsable a los generadores de residuos peligrosos, como se hace en otros países. Y regular el tratamiento de residuos de modo que sea posible mantenerlo en el tiempo. Advertí que las explicaciones y miradas de los distintos actores sociales que entrevisté fueron diversas. Desde el Área de Recursos Naturales afirman que lo poco que se está haciendo, se hace bien. Por otro lado desde el Concejo deliberante, la carta orgánica no hace referencia puntual al tratamiento y disposición final de los residuos peligrosos. Es una reglamentación que generaliza el problema. Asumen que se hace poco sobre este tema. Las leyes provinciales aportan un panorama un tanto más claro, pero si desde los municipios (Ushuaia y Río Grande) no se ponen en marcha políticas ambientales claras, organizadas, reales y realizables, es como si no existieran. Comprendí que antes de iniciar cualquier tipo de campaña es necesario tener objetivos puntuales, respaldo legal y económico que permita su concreción. También entendí que las campañas se organizan del final al principio, ¿por qué digo esto? Porque se debe contar de antemano con el operador que va a tratar y/o transportar los residuos, luego seleccionar un predio destinado al acopio o de disposición final y finalmente, comenzar una campaña de recolección de determinados residuos. Considero que con buenas ideas no basta ya que la problemática es responsabilidad de todos y las ideas deben convertirse en realidad. Queda claro que cada actor social tiene una mirada distinta frente al mismo problema pero coin-
ciden en un punto, antes de iniciar cualquier tipo de acción frente a este problema, es imperioso contar previamente con el respaldo económico, legal y social de concientización, para lograr buenos resultados. Como así también el espacio físico para el tratamiento y disposición final de estos residuos. Con respecto a los datos que obtuve en referencia al consumo de pilas sostengo que no fueron muy relevante, aun así, resulta llamativo que en un solo supermercado se venden más de 5000 pilas por mes, potenciales residuos que irán al relleno sanitario sin el debido tratamiento. Agregándose otras 2700 pilas de usuarios de audífonos que también desechan las pilas.
ANEXO I A continuación se presenta una serie de datos que permiten cuantificar el problema: En el hospital de la ciudad de la ciudad de Ushuaia, el departamento de fonoaudiología cuenta con, aproximadamente, 150 pacientes que usan dispositivos auditivos (audífonos), los mismos funcionan con pilas, dependiendo del modelo del dispositivo, se utiliza un determinado tamaño de pilas, en el sector de fonoaudiología se realiza la venta de las mencionadas pilas. Como se puede observar en la imagen cada blister contiene seis unidades. Ver imagen 3 La durabilidad de las mismas depende del tiempo en que el paciente usa el dispositivo y del número de audífonos que utiliza, ya que un porcentaje de estos pacientes utilizan uno en cada oído. Según indicó el personal del área, un paciente con un único dispositivo compra tres blister y no regresa por más, hasta pasados los dos meses, es decir que 18 pilas son desechadas por paciente al cabo de dos meses y medio (75 días). Si este número lo multiplicamos por la cantidad de pacientes, tenemos un total de 2700 pilas cada 75 días (número
estimativo, ya que el cálculo se realiza por un único dispositivo por paciente.) El relevamiento de ventas de dos supermercados de la ciudad arrojaron los siguientes resultados: En el supermercado 1 (sucursal principal), mensualmente se venden aproximadamente 1.332 blister, tanto de pilas como de baterías cada uno con distintas cantidades por blister, es importante aclarar que este supermercado cuenta con cinco sucursales en la ciudad. A continuación el detalle de ventas de la mencionada sucursal: Ver imagen 4 En el cuadro se calculó el número total de pilas vendidas, teniendo en cuenta que cada blister contiene distintas cantidades, se multiplicaron ambos números. Obteniéndose un total de 5.099 pilas vendidas en un mes y en una sola sucursal. El responsable de ventas de este supermercado asegura, que en fechas próximas al día del niño, navidad y reyes, la venta de pilas aumentan considerablemente. En el supermercado 2 no se pudo relevar la información de ventas de pilas, debido a una disposición de la empresa que no permite divulgar dicha información. Aunque no son datos muy representativos, estos permiten realizar una proyección aproximada de las pilas que serán desechadas en la ciudad y que formarán parte de más residuos peligrosos sin su debido tratamiento. Estos valores deben ser mucho mayores de lo que se pudo representar.
Bibliografía • Ley Nacional 24. 051/91 de Residuos Peligrosos. Sanción 17 de Diciembre de 1991. • Ley Nacional Ley 25.612/02 de Gestión Integral de Residuos Industriales y actividades de servicios. Sanción • Ley Provincial 055/92 de Medio Ambiente. Sanción Febrero de 1992 • Ley Provincial 105/93 de Residuos Peligrosos. Sanción 26 de octubre de 1993 • Ley Provincial 666/05 de Pirólisis. Sanción 2005 • Carta Orgánica de la Municipalidad de UshuaiaTierra del Fuego. Sanción 28 de Marzo de 2002. • Carta Orgánica de la Municipalidad de Río Grande - Tierra del Fuego. Fragmento de la Ordenanza Municipal N° 2835/2010. • Convenio de Basilea- Control de Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su eliminación. Basilea – Confederación Suiza. 22 de Marzo de 1989 • Los Instrumentos Económicos aplicables al Medio Ambiente. SEDESOL. 6, 7 y 8 de noviembre de 1992 (pág. 27) • Unidad Didáctica de Medio Ambiente Urbano, M. Borderías Uribeondo; E. Martín Roda. Madrid 2006 • http://www.un.org/esa/dsd/dsd_aofw_ni/ ni_pdfs/NationalReports/argentina/Waste%20 Management.pdf. Fecha de consulta 26/07/14.