ASOCIACIÓN DE HISTORIA DE LA DERMATOLOGÍA COLOMBIANA
Obituario
CARLOS ALBERTO GARZÓN FORTICH -Tico1921-2013
“Terminé la campaña por la lepra cuando cumplí mi sueño de humanizar el tratamiento de los enfermos leprosos, al tratar de no recluirlos, al acabar el trato como parias y abolir la represión” Cartagena de Indias, 18 de julio de 2007
Hoy, como desde hace varios años lo hacía, llamé por teléfono al colega, al amigo el doctor Carlos Alberto Garzón Fortich, a felicitarlo por su cumpleaños número noventa y dos. Cuál fue mi estuporosa sorpresa cuando una de sus fieles colaboradoras me dio la infausta noticia que ayer, cumplió cuatro meses de haberse ido a llenar de fe y alegría las raíces de los árboles caribeños, para después ascender y cabalgar sobre los arreboles, para desde allá, acompañarnos por siempre con su sonrisa amable llena de la bohomía que lo caracterizó. No tenía noticia alguna, como creo que muchos colegas en el país, tampoco. El doctor Carlos Alberto Garzón Fortich, vio la luz primera y escuchó los primeros trinos el 16 de diciembre de 1921 en San Marcos, antes Bolívar, Calle 7 Nº 29 – 55. Consultorio 302 A. Centro Médico San José. Tel (2) 5146166 – 5561828. Celular 3155559895. Santiago de Cali, Valle. Colombia asohistodermaco@hotmail.com
después Córdoba, y hoy Sucre. Era el dermatólogo-leprólogo graduado de médico más antiguo de Colombia. Recibió el título de Doctor en Medicina de la Universidad Nacional de Colombia el 2 de diciembre de 1944, y ejerció hasta 2006. Realizó múltiples estudios de especialización en el Hospital for Joint Diseases de Nueva York, en el Servicio de Medicina Interna de la Universidad de Columbia y en la Universidad de Belo Horizonte en Brasil. Los estudios y la experiencia diaria lo llevaron a ser una verdadera autoridad en lepra en Latinoamérica. Dedicó gran parte de su vida a los enfermos de lepra, y por ello fue Director de los lazaretos de Contratación, Caño de Loro y Agua de Dios y, de la Campaña Nacional de Lepra. Logró abolir el aislamiento de los recién nacidos en familias leprosas, y cambió el nombre de dispensario antileproso al instituir el de dispensario dermatológico, intensificando las campañas en ellos, para así acabar con “los hospitales de los caídos”, hecho cumplido, y por supuesto, su mayor satisfacción. Le correspondió el traslado de los enfermos de lepra en aviones camuflados desde Caño de Loro en Tierra Bomba, en la segunda posguerra mundial, antes del bombardeo por la fuerza aérea, hasta Agua de Dios. Además, fue dermatólogo en el Hospital Naval y en el Seguro Social de Cartagena, Profesor de Bioestadística de la Universidad Femenina de Cartagena, Profesor de Farmacología y Farmacodinamia en la Facultad de Farmacia de Cartagena, Jefe de Dermatología en el Hospital Santa Clara, Profesor Asistente en el Programa HOPE, Director de la Campaña UNICEF en Bolívar. Director de la Comisión Primera Sanitaria de Bolívar, Jefe del Servicio Seccional de Salud de Bolívar, Presidente de la Liga Contra El Cáncer en Bolívar, Presidente del Club de Leones de Cartagena, Gobernador Leonístico y Consejero Internacional, y Miembro Honorario de la Academia de Medicina de Cartagena y de muchas sociedades científicas. Tuvo el honor de portar las Condecoraciones Gran Cruz de Esculapio de la Federación Médica Colombiana, Gran Cruz de DAMIÁN de Brasil, Gran Cruz “Jorge Bejarano” de Colombia, Cruz Confraternización Leonística Hemisférica y el Escudo de Oro de la Federación Médica. Por todo lo que entregó a la medicina, a la dermatología, a la lepra, pero ante todo a los enfermos, el libro CARING Physicians of the World le rindió homenaje perenne como uno de los sesenta médicos más dedicados del mundo.
Calle 7 Nº 29 – 55. Consultorio 302 A. Centro Médico San José. Tel (2) 5146166 – 5561828. Celular 3155559895. Santiago de Cali, Valle. Colombia asohistodermaco@hotmail.com
Fue con su “princesa” Hereyda Gonzalez, a quien en 1959 llevó al Sagrario, que constituyó su precioso y feliz lar, y fructificaron sus simientes Carlos Alberto, Maria Margarita y Álvaro Eduardo. Cuando aun alentaba, tuve la oportunidad y el honor de vivir y escuchar los relatos de amor de “Tico” y su “princesa Hereyda”, sentir su trato respetuoso, dedicado, amoroso, tierno y alegre en la quinta década de su matrimonio, tal como lo hicieran en la Gruta Azul en la Isla de Capri durante su luna de miel. También vi sus ojos brillar y su sonrisa iluminar el crepúsculo vespertino cartagenero al hablar de sus hijos, ¡ah! Y qué decir de sus nietos ¡eran los más bellos e inteligentes del mundo! Sus palabras al referirse a la familia, a los amigos y a los colegas, eran el vibrar de sus diáfanos latidos sentimentales. Nos vimos tan poco, nos hablamos de tanto en tanto, pero nuestra amistad fue como verdaderos vasos comunicantes de sentimientos. Aun recuerdo como eco en caracola, hace algunos meses, la última vez que me llamó por teléfono, y por cierto, la última vez que hablamos, un poco ya cansado, pero con la fuerza del cariño intacta. Calle 7 Nº 29 – 55. Consultorio 302 A. Centro Médico San José. Tel (2) 5146166 – 5561828. Celular 3155559895. Santiago de Cali, Valle. Colombia asohistodermaco@hotmail.com
Hoy, me duelen las fibras que agitan mi existir, pero sosiega el espíritu el haber conocido al hombre, al sabio, al sonriente, al señor, al amigo, al colega, al maestro. Más adelante nos reuniremos y quizás podamos compartir de nuevo unos deliciosos quesos con un aromático tinto de Reserva, como los de aquella tarde del verano de 2007 en su solariega casa en Manga. Doña Hereyda, Carlos Alberto, Maria Margarita, Álvaro Eduardo y nietos, reciban este sentimiento de cariño y solidaridad, que es el de todos los dermatólogos colombianos.
César Iván Varela Hernández Presidente-Fundador Asociación de Historia de la Dermatología Colombiana
Santiago de Cali, 16 de diciembre de 2013
Calle 7 Nº 29 – 55. Consultorio 302 A. Centro Médico San José. Tel (2) 5146166 – 5561828. Celular 3155559895. Santiago de Cali, Valle. Colombia asohistodermaco@hotmail.com