1 minute read

Comida del mar a 500 kilómetros de una playa

an dicho ya que México es el ombligo del mundo. Podríamos pensar entonces que Querétaro es el ombligo del país, cosa linda, pero un tanto inconveniente si gustamos de los sabores marinos y nos ubicamos, como mínimo, a 500 kilómetros de una playa.

No obstante, la distancia no ha sido un obstáculo para que aquí podamos saborear un buen platillo de comida del mar.

Advertisement

La oferta culinaria de marisquerías abunda en Querétaro y no se limita a la capital queretana, pues tanto en la zona metropolitana como en municipios tan alejados como los que se ubican en la Sierra Gorda del estado se ofrecen platillos con pescado.

Mariscos La Cruz

T. 442 363 5419 Mercado Josefa Ortíz de Domínguez «La Cruz», local 411. 15 de Mayo esq.

La herencia culinaria sobre los sabores del mar me remonta al caldito de jitomate con arroz blanco, chícharos y camarones miniatura que se servía en la mesa cálida de mi infancia, o a la primera vez que visité el puerto de Veracruz y probé los volovanes de camarón y el filete de pescado con una frescura particular.

Hace poco le pregunté a mi abuela, una experta en el tema y

¿Cómo es que pudo adaptarse a la comida de Querétaro cuando en su tierra diario comía pescado?

Me contestó con su acento costeño persistente: «no ha sido difícil porque encontré dónde lo venden fresco»

Las almejas son una de las especialidades en PalMar (p. 19) que además es una queretana jarocha —adoptada desde hace 72 años por el centro de la capital—, cómo es que pudo adaptarse a la comida de Querétaro cuando en su tierra diario comía pescado. Me contestó con su acento costeño persistente: «no ha sido difícil porque encontré dónde lo venden fresco».

Ofertas hay muchas, pero, si de calidad se trata, hay que tener en cuenta algunos aspectos enumerados por María Teresa Cruz González, quien desde hace más de treinta años trabaja en la pescadería

El Texano, en el Mercado Escobedo. La clave, como comerciante, es comprar poco y de manera frecuente para que se mantenga fresco; además, su hijo Giovanni añade que también es esencial conservarlo sobre hielo molido y no congelarlo, puesto que así la carne mantiene su consistencia y los ojos de los pescados no se hunden. La tonelada y media de hielo que usan en El Texano para exhibir sus productos se cambia diariamente y es una de las cuestiones más fuertes de la inversión que se requiere para mantener al producto, ya que de otra manera arriesgan su inversión por completo.

En El Texano se surten tres veces por semana con distintos

This article is from: