EDITORIAL

Di rector General Marino Quintero Tovar

Di seño y Edi ci ón Peri odí sti ca Lina Olarte Ardila

Corresponsal es Jorge Vasquez - Cali Amanda Díaz - Ipiales Nidia Colorado - Pereira Juan Carlos Gonzalez - Neiva Edgar Mejía - Sincelejo Héctor Peñuela - Villavicencio

Una publ i caci ón de l a Asoci aci ón Naci onal de Transportadores ASOTRANS

I SSN0123-255X P o r : Marino Quintero Tovar Presidente ASOTRANS marinoquin@yahoo.com @marinotrans

Di recci ón Diagonal 23 No 69 - 60 Oficina 703/704 PBX: 4109300/18/22 E-mail. asotrans@asotrans.org Bogotá, Colombia

P NEWETRO:PRESIDEL NUEENT, VO G NEW ERAOBIERNO

Por fin terminó la confrontación electoral para definir quien estará al mando de esta Colombia dividida y compleja. Una decisión reñida, en todos los sentidos de esta palabra, que dejo claro que el país debe iniciar un camino de reconciliación y curación de heridas para asumir los retos del momento. La situación internacional que golpea las economías nacionales y que se agravan en el caso de nuestro país por la violencia interna y por la presencia de actividades ilícitas, tanto narcotráfico como corrupción, que son elementos desestabilizadores en lo económico con duras consecuencias sociales. Iniciamos entonces un nuevo gobierno con incertidumbre, algunos sectores con mucho temor y otros con mucha esperanza, todo eso dependiendo de los cambios, de las reformas y de la concepción del Estado y su capacidad para igualar las oportunidades. Para el transporte las expectativas son muchas debido al déficit de atención que nos deja el gobierno del Presidente Duque, especialmente con relación a lo que pudo hacer en materia de ilegalidad y reactivación económica después de la pandemia.

Es importante que los gremios asuman desde ya la defensa de la permanencia empresarial, buscando no solo la seguridad jurídica de sus habilitaciones y derechos sino la estabilidad económica y financiera que permita mejorar el servicio, conservar el empleo y aportar con eficiencia a la seguridad vial del país. Para ello se debe insistir en que los escenarios de concertación sean institucionales y asumidos con criterios de igualdad operativa y competencia leal corrigiendo las malas prácticas del mercado. Al sector hay que desregularlo para que pueda hacer frente a la ilegalidad, financiarlo para que pueda sostener el empleo de calidad, protegerlo para que los impactos delictivos de grupos fuera de la ley no lo lleven a la quiebra y acompañarlo para que pueda utilizar los últimos adelantos tecnológicos compatibles con el medio ambiente y así tener un servicio público como la sociedad lo requiera. Por supuesto que también se deben corregir fallas que todos conocemos, aportar al desarrollo de sistemas más incluyentes que complementen con eficacia la oferta de transporte público legal, revisar esquemas tarifarios que den sostenibilidad a la inversión, la pública y la privada, asumiendo con seriedad la estructuración de las opciones alternativas de movilidad como los trenes, sistemas estratégicos, motos y demás.

El nuevo gobierno hace énfasis en el necesario cambio de escenarios decisorios y lo dice especialmente con relación a las regiones donde la paz, la justicia y el desarrollo económico deben ser productos de diálogos, consensos y aportes de autoridades locales, gremios y voceros políticos y sociales para que, reconociendo nuestra diversidad, encuentren soluciones que favorezcan el bienestar común y conduzcan a mejorar niveles de vida de todos los colombianos. Por eso hay que fortalecer la existencia de organizaciones regionales del sector para que hagan presencia en estos escenarios y contribuyan con sus ideas y propuestas.

La agenda legislativa tendrá este primer año unos temas macro que tradicionalmente inciden en el futuro de todos los sectores, el Plan Nacional de Desarrollo y la Reforma Tributaria como ejemplos de esos temas que debemos analizar con especial cuidado y trabajar unidos para apoyar lo beneficioso y luchar para evitar que se apruebe lo que perjudique el normal crecimiento de la industria transportadora. La sensatez del gobierno y la comprensión de los legisladores harán que las leyes aprobadas mejoren el país que tenemos y sean herramientas para construir y crecer, y no para destruir y acabar con los esfuerzos empresariales que siempre han aportado en la búsqueda de una sociedad más equitativa.

Trabajaremos con el nuevo gobierno en la construcción de un mejor transporte y vigilaremos con responsabilidad para impedir decisiones que profundicen crisis.

Defenderemos el empleo formal y presentaremos las ideas para que el sueño de una Colombia justa e incluyente, con desarrollo económico y mejor calidad de vida para todos, sea una realidad.