Curso Básico Bíblico LAS 12 PIEDRAS FUNDAMENTALES
CLASE 00: Introducción al Curso © La Familia Internacional Editado por http://audioconectate.org
Abril de 2010
(Clase 00 TEXTO BÁSICO. Introducción.) INTRODUCCIÓN A LAS DOCE PIEDRAS FUNDAMENTALES Introducción Hoy daremos una ojeada al curso Doce piedras fundamentales del programa Conéctate. Veremos lo que se impartirá en el curso y les indicaremos cómo pueden aprovechar mejor las clases. Lo ejemplificaremos con una analogía. Digamos que apuntarse a este curso es como embarcarse en una aventura de exploración. Al emprender un viaje así, lo que se pretende es explorar lugares exóticos y fascinantes, descubrir cosas nuevas y de gran valor y llegar a nuestro destino. Lo mismo se podría decir de este cursillo. La meta es explorar, descubrir las maravillas de Dios y de Su Palabra, con las cuales nos enriqueceremos espiritualmente y adquiriremos un caudal de incalculable valor. En la mayor parte de los viajes la persona o el vehículo que emplea no se suele desplazar en línea recta desde el lugar de partida hacia el punto de destino. Se recorren varios caminos que tuercen y viran. Así y todo, uno sabe que marcha en la dirección correcta y que los esfuerzos realizados valdrán la pena una vez que corone la meta. Además, si por alguna circunstancia pierde uno de vista el objetivo, la brújula que lleva en la mano le señalará la dirección acertada. Lo mismo ocurre al seguir este curso. En este caso, tenemos en la mano la brújula de la Palabra de Dios, que nos señala siempre el verdadero Norte y nos guiará hasta llegar a destino. Cuatro atributos que se precisan para llegar a destino He aquí cuatro atributos esenciales para emprender un viaje de exploración. Quienes se embarquen con nosotros en esta aventura descubrirán la importancia de estas cualidades. 1. Horizontes: Poder ver más allá de lo que otros ven. Uno debe decir: «Mira... Por allá queda el lugar al que me dirijo. Me propongo llegar aunque otros no muestren interés o no estén dispuestos a hacer el viaje. ¡Quiero alcanzar esa meta a ver qué encuentro!» Dicha proyección hacia el futuro nos mantendrá motivados durante el lapso que tomará asimilar estas enseñanzas e incorporarlas a nuestra vida. No sólo consiste en aplicarse uno mismo esos principios, sino también en transmitirlos a los demás con el fin de cambiar el mundo. ¡Así de amplio es nuestro horizonte! 2. Fe. Fe para creer lo que otros no creen. En la actualidad, tener fe en la Palabra de Dios no es moneda corriente. Así pues, el simple hecho de estar sentados en esta clase y ser partícipes de todo esto, significa que estamos tomando parte de algo único y singular. No toda persona se anima a emprender acciones de esta índole, así como el hombre vulgar y corriente no suele embarcarse en travesías hacia zonas inexploradas. 3. Iniciativa: ¡Iniciativa para emprender el viaje y traducir la fe en hechos! Un antiguo adagio reza: «Un viaje de mil kilómetros se inicia con un primer paso». Generalmente es fácil hablar de algún asunto «hablar es gratis»; pero otra cosa muy distinta es emprender su realización. 4. Valor: Agallas para luchar hasta conseguirlo. Este factor incide muchas veces en el fracaso de muchas expediciones y travesías. Un solo golpe no derriba un roble y lo que bien empieza, bien acaba, pero hay que terminarlo. Hace falta un poco de tesón y perseverancia para asumir el compromiso de recorrer los caminos. Sabemos que, con la ayuda de Dios, tendremos éxito, si no cejamos en nuestra travesía.
¡Sí puedes lograrlo! A lo mejor la idea de emprender un viaje de esta naturaleza o tomar este curso te parezca un tanto abrumador o muy cuesta arriba. Empero, el secreto para alcanzar el éxito, radica en acogerse a este versículo: Filipenses 4:13. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Puede que te sientas incapaz, pero ten presente que ¡Dios sí es capaz y obrará por medio de ti! Los viajeros y exploradores suelen llevar guías que ya hayan recorrido el trayecto, que estén familiarizados con los senderos y que además sepan dónde se debe pisar para evitar los desfiladeros. Esa precisamente es la función del profesor: proporcionarte orientación. Si quieres enseñar a otros, el presente curso te dará el bagaje que necesitas para encabezar tú mismo una expedición: 2 Timoteo 2:2. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Piedras fundamentales ¡No se pretende con el presente curso que todos lleguemos a ser perfectos y llevemos vidas perfectas! Lo que se persigue es que lleves una vida más feliz y plena. Se trata de hallar respuestas a tus interrogantes y de facilitarte las herramientas necesarias para contribuir a que otras personas en tu esfera de influencia experimenten también un cambio positivo. Las clases de este curso se podrían comparar con piedras fundamentales. Cada piedra constituye o describe un aspecto de la fe o algún conocimiento práctico sobre los cuales podemos edificar la casa de nuestra vida. Cada uno de estos elementos básicos nos atañe de manera muy personal, pues si podemos cambiarnos a nosotros mismos, podremos también cambiar a los demás. Sin embargo, el curso no se centra sólo en nosotros y en nuestra fe. Tengamos siempre presente que estas piedras fundamentales están destinadas a construir una vida que sea capaz de influir sobre los demás. Echemos un vistazo, pues, a las doce piedras fundamentales. No es preciso entender o recordar todo lo que tratemos hoy; ya lo iremos asimilando a lo largo del curso. Si en el transcurso de este repaso algo te resulta un poquito misterioso, no te preocupes. Todo se te irá aclarando a medida que vayamos avanzando en las clases. Requisitos: - Estar suscrito a la revista Conéctate (www.conectate.org) -Tener una Biblia
INTRODUCCIÓN A LAS DOCE PIEDRAS FUNDAMENTALES 1. CULTIVAR LA FE EN TU INTERIOR (Clases 1a y 1b: «La Palabra de Dios»). Si quieres cultivar la fe en tu interior y una relación firme con Dios, es imperativo que sepas manejarte bien con la Biblia, cómo aprovechar al máximo la lectura de la misma y que desarrolles buenos hábitos de estudio. Debes nutrirte espiritualmente con regularidad, como se hace con el alimento físico. Dedicaremos varias clases a este importante tema. Si todavía no tienes un ejemplar de la Biblia, consíguete uno pues constituye el principal texto de nuestro curso. Te ayudaremos a conocerla mejor. La veracidad de la Biblia es demostrable por su eficacia La Palabra de Dios tiene poder para transformar a una persona. Les contaremos algunos testimonios de gente que ha sufrido grandes transformaciones por medio de la Palabra. Testimonio: Cuando todo parecía perdido, su vida viró en redondo John (Chile) Hace dos meses conocimos a Joanna. Estaba muy deprimida. En los últimos años lo había perdido todo: su matrimonio, su hogar, su segunda casa, su negocio y su salud. Rezó con nosotros para recibir al Señor y empezó a leer la Biblia y a orar todos los días. Además, nos llamaba por teléfono a diario a veces varias veces al día para pedir que oráramos por ella, más que nada para que se librara de la depresión. Ya no le quedaba nada a qué aferrarse. Al poco tiempo, empezamos a ver que el Señor respondía a nuestras plegarias, una tras otra. Joanna necesitaba hallar un nuevo apartamento, pues el que tenía era sombrío y deprimente. También necesitaba un empleo. Es una mujer atractiva. Tiene título universitario de química y un diploma que la acredita como intérprete del idioma inglés. Sin embargo, a sus cuarenta años, nadie la quería contratar. En primer lugar, el Señor la ayudó a encontrar un apartamento por un alquiler más bajo. Es mucho más bonito y le da el sol todo el día. El dueño del apartamento es ministro del gobierno actual. Gracias a él, le dieron un empleo en las oficinas de gobierno. El hijo de Joanna que tiene veinte años, en un principio tomó una actitud muy sarcástica con relación a la lectura de la Biblia y a la oración. Sin embargo, luego de ver cómo el Señor obraba en la vida de su madre, él también empezó a rezar. Ahora los dos están más unidos que nunca. ¡Ha sido estupendo ver que la vida de nuestra amiga ha dado un giro trascendental! Testimonio: ¡La eficacia de la Palabra! La verdadera historia del motín del Bounty navío mercante británico ha sido relatada muchísimas veces. Un aspecto que vale la pena evocar es el de la transformación llevada a cabo gracias a un libro. En el año 1790 desembarcaron en la isla de Pitcairn nueve amotinados acompañados de seis hombres y doce mujeres nativos de Tahití. Al poco tiempo uno de los marinos empezó a destilar alcohol y rápidamente la pequeña colonia se hundió en la corrupción y el vicio. Al cabo de diez años no quedaba más que un sobreviviente de raza blanca, acompañado de mujeres polinesias y niños mestizos. Aquel marino encontró cierto día un ejemplar de la Biblia en uno de los cofres rescatados del Bounty. Empezó a leerla y a enseñársela a los demás. Las consecuencias no se hicieron esperar: en primer lugar él cambió de vida, y finalmente cambiaron todos los habitantes de la comunidad. Descubierta en 1808 por el navío norteamericano
Topas, la isla de Pitcairn era un lugar donde no existían cárceles, ni alcohol, ni crimen, ni pereza.
2. ¡EL MARAVILLOSO DON DEL ESPÍRITU SANTO! (Clases 2a y 2b: El Espíritu Santo). ¿Quisieras tener el poder que en la lejana y polvorienta tierra de Palestina transformó a un grupo heterogéneo de pescadores, recaudadores de impuestos y otros en personas fogosas que cambiaron el mundo de su época? ¿Quisieras saber de qué manera ese mismo poder puede transformarte a ti? Dios tiene mucho reservado para ti. En las clases que impartiremos sobre el Espíritu Santo, aprenderás lo que significa estar lleno del Espíritu Santo y cómo obtener los dones y bendiciones que Dios nos ha prometido. 3. ORACIÓN EFICAZ (Clases 3a y 3b: La oración). En las clases sobre la oración, que hemos dividido en dos partes, exploraremos cómo comunicarse con Jesús, cómo orar de manera eficaz y cómo recibir respuestas a nuestras oraciones. Lo fundamental es tener presente que la oración es eficaz. Cuando oramos se obran cambios y se alteran circunstancias. Dios contestará las oraciones. Promete: Jeremías 33:3. Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Casos de oraciones respondidas Se podrían citar muchísimos casos de oraciones respondidas. Ya si se trata de pequeños o grandes milagros, todos son importantes. Repasemos algunos. Testimonio: Tres milagros Tres milagros Esteban (Venezuela) Durante el apostolado que realizamos en un hospital, basado en el asesoramiento y la oración, hemos sido testigos de tres milagros En el primer caso, un niño de cuatro años sufría de leucemia y los médicos lo habían desahuciado. La madre estaba devastada por la noticia y nos pidió que fuéramos con frecuencia a la sala donde se encontraba aislado el pequeño y que rogáramos por él. Los padres del niño y otros parientes que lo visitaron oraron con María Clara y recibieron a Jesús. Ella les dio ejemplares del Nuevo Testamento y algunas publicaciones de La Familia, entre ellas algunos pósters que colocaron alrededor de la cama del niño. Luego de varias visitas y repetidas oraciones, el niño mejoró un poco. Después, empezó a comer y a dormir mejor. Más adelante dejó de vomitar, ¡y ya lo dieron de alta! El segundo milagro le sucedió a una niña. Los médicos también la habían desahuciado. En un descuido de sus padres, la pequeña salió de la casa y la atropelló un automóvil. Entre otras múltiples lesiones, sufrió graves fracturas en una pierna y en la cadera. Asimismo, resultó con heridas profundas. La primera vez que María Clara la vio y rezó por ella, la niña acababa de someterse a una operación para que pudiera hacer sus necesidades por un tubo. Tenía la parte inferior del cuerpo cubierta de heridas. Luego de más oraciones y visitas, se sometió a una segunda operación en la que le extirparon un hueso que había empezado a deteriorarse. Más oración. Tres días después, empezó a disminuir el flujo de pus. En una tercera intervención quirúrgica cerraron heridas grandes que hasta entonces le habían quedado abiertas. Actualmen-
te la niña empieza a dar señales de auténtica recuperación y, además, ha vuelto a sonreír. Los médicos dicen que lo ocurrido fue un milagro, ya que no esperaban que sobreviviera. El tercer milagro fue la transformación de la madre de la niña, que tiene 19 años. En una de las visitas de María Clara, la madre le confió que creía que Dios la había castigado por sus pecados mediante el accidente de su hija. Tras enterarse de que su marido le era infiel, asistió a sesiones de magia negra, y había acariciado la idea de matar a su marido y suicidarse. Luego de aceptar a Jesús en su corazón rezando con María Clara, la joven madre cambió de manera palpable y milagrosa. De ese modo, las dos se transformaron: la niña en lo físico y la madre en lo espiritual. ¡Demos gracias a Dios por Su amor y poder inagotables! Testimonio: ¡El autobús cargado de poder! Susan (Sudeste Asiático) Cierto día teníamos previsto un itinerario bastante complicado. Oramos para conseguir buenas conexiones entre un autobús y otro, que los trayectos fueran sin contratiempos y que llegáramos puntualmente a nuestros compromisos. El último autobús que tomamos iba bastante lento. El vehículo era viejo y el aire acondicionado dejaba de funcionar a ratos. Por fin, llegamos a nuestro destino y nos bajamos. Casi por casualidad miramos atrás y, con sorpresa, vimos que el autobús había dejado de funcionar del todo. ¡Ocurrió precisamente después que nos bajamos! Se averió delante de la clínica dental a donde nos dirigíamos. Los otros pasajeros tuvieron que cambiar de bus, ¡pero nosotros llegamos a tiempo a nuestra cita! Nos parece que un ángel impidió que el vehículo se averiara del todo en respuesta a nuestras plegarias. Dios responde a la oración Te sorprenderá comprobar lo mucho que Dios depende de tus oraciones y del interés que tengas. Él quiere que demuestres interés, que ores y que seas específico frente a las circunstancias. Si de verdad tienes fe, todas las oraciones son escuchadas y respondidas. Pero si no oras, no resulta. Muchísimo depende de ti. Jeremías 29:13. Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. En las reuniones que celebraremos sobre el tema aprenderemos a acercarnos más a Dios por medio de la oración, a agradarle ofreciendo nuestros agradecimientos y adoptando una actitud de alabanza, y a recibir respuestas a nuestras plegarias. Dado que de cuando en cuando todos necesitamos curarnos de alguna dolencia, veremos también cómo obtener sanación en respuesta a nuestras plegarias. 4. ESCUCHAR A DIOS (Clases 4a y 4b: Mensajes del Cielo). La oración no es un monólogo, sino un diálogo entre Dios y nosotros. Al Señor le encanta hablar con nosotros. Cuando escuchamos al Señor, recibimos mensajes por conducto de lo que se denomina el don de profecía. Él prometió que dicho don abundaría en los Postreros Días: Hechos 2:17-18. «En los postreros días —dice Dios—, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas, en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Dios siempre ha hablado a Su pueblo. No dejó de hacerlo después que se terminó de recopilar la Biblia. En los casi veinte siglos transcurridos desde la compilación de los libros del Nuevo Testamento, Dios ha hablado constantemente a Sus hijos, a Sus seguidores y a quienes han tenido fe para escuchar. Él ha inspirado a Su pueblo transmitiéndole instrucciones, revelaciones
doctrinales, poesías, música y literatura. Se ha dirigido de manera individual a un sinnúmero de personas y aún lo hace en la actualidad. Es más, hoy en día Dios nos habla más que nunca, porque nos urge escucharlo. Necesitamos que nos guíe como precaución y resguardo en medio de un mundo que cada vez se aleja más de Él. Cuando pases por un momento particularmente difícil, ¿no te agradaría que Dios te hablara y te ofreciera soluciones concretas? Al momento de afrontar una decisión importante, ¿no te gustaría que Dios te diera un consejo? Testimonio: Dios puede valerse de un pequeño detalle a fin de manifestar Su extraordinario amor Eva Mae Ramsey A mediados de la década de los sesenta, Muriel hermana de mi marido cayó gravemente enferma. Mi marido, Linda nuestra hija de seis años y yo fuimos a Tulsa (ciudad del estado de Oklahoma, en Estados Unidos) para estar presentes cuando la operaran. Tenía un riñón afectado. Ya cerca de Tulsa se me cruzó por la cabeza una idea, sin que supiera la razón. En mi interior una voz me decía: «Una rosa roja para Muriel». Mi marido aceptó que nos detuviéramos en una florería. Sin embargo, ya era tarde y todo estaba cerrado. A la mañana siguiente él fue al hospital a esperar mientras se efectuaba la operación. Me quedé en la casa, acompañada de Linda y de la anciana madre de mi esposo. Empero, no dejaba de pensar en la rosa roja. No resistí el impulso de ir a buscar esa flor. Así pues, Linda y yo salimos a caminar y compramos una rosa roja. Mi marido volvió a la casa y nos dijo que ya habían operado a Muriel y que sólo quedaba esperar para ver cómo evolucionaba. Me contó, asimismo, que había pedido que mandaran un ramo grande de gladiolos y que colocaran esas flores en el cuarto de Muriel. Es un precioso detalle, tesoro comenté, pero a ella le hace falta esta rosa roja. Más tarde, fuimos al hospital. Muriel todavía estaba bajo los efectos de la anestesia y no pudimos hablar con ella. Total que puse la rosa roja en un florero aparte de las otras flores, y lo dejé donde ella pudiera verlo. Ciertos compromisos de trabajo nos impidieron quedarnos y volvimos a casa sin haber conversado con Muriel, aunque luego nos enteramos de que saldría bien de la operación. Al poco tiempo nos llegó una carta de ella que rezaba: «Antes de ir al hospital, pedí a Dios que me diera una señal. Le pedí que si iba a vivir, me enviara una señal concreta, algo que significara que Dios estaba conmigo y que me infundiera valor para seguir adelante. Después de la operación, lo primero que vi fue esa señal por la que recé: una rosa roja». La combinación Franz Hace dos años una amiga nos obsequió una maleta. Olvidamos la combinación de la cerradura y por esa razón no la cerrábamos. En cierta ocasión, sin querer, alguien que guardaba la maleta, la cerró con la cerradura de combinación. ¿Qué hacer? Probamos, sin éxito, varios números. Luego, comenzamos a idear un plan para repasar todas las combinaciones posibles. En ese momento, alguien preguntó: ¿Y si oramos? Así pues, pedí a Dios que me revelara, por medio del don de profecía, cuál era el número de la combinación. Y quién lo iba a decir: ¡así fue! Cerré los ojos y vi una imagen. Era la señora que nos había regalado la maleta y me decía cierto número. Hice la prueba, y dicho y hecho, ¡dimos con la combinación de la maleta!
5. PARA LLEVARSE BIEN CON LOS DEMÁS (Clases 5a y 5b: La regla de oro). La Biblia abunda en referencias sobre el tema de las relaciones humanas y el amor al prójimo. El propósito íntegro de nuestra existencia es amar a Dios y a los demás. Es lo más importante que hay. Puede que tengas grandes dones o aptitudes, pero si no tienes amor ¡éstos no valen mucho! No nos referimos al amor por nuestro trabajo o al apego por las posesiones materiales, sino al amor por el Señor y los demás. Si amas a Dios, amarás también a los demás; ya que amando al prójimo demostramos que amamos a Dios. Jesús dijo a Sus discípulos: Juan 15:12. «Este es Mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como Yo os he amado.» ¿Qué es el amor? El que ama no hace daño al prójimo, se desvive por que sus semejantes sean felices y hace por los demás lo que quiere que los demás hagan por él. Mateo 7:12. «Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la Ley y los Profetas.» Si demuestras cariño verdadero por la gente, no te costará mucho hacer amigos. ¡El amor engendra amor! ¿Cuál es el mandamiento más importante? ¡Amar a Dios! ¿Y el segundo en importancia? ¡Amar a tu prójimo como a ti mismo! Jesús señaló que es semejante al primero. Mateo 22:37-39. Jesús le dijo: —«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente». Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». La mayoría probablemente somos consientes de este principio y comprendemos que debemos ser afectuosos y amables con los demás. Lo que pasa es que del dicho al hecho hay largo trecho. Con frecuencia se nos hace difícil llevarnos bien con la gente que nos irrita o que nos ofende, o tender una mano amiga al prójimo. En el transcurso de las clases sobre el tema repasaremos métodos prácticos para llevarse bien con la gente y vivir conforme a sus principios amorosos. 6. CONOCIMIENTOS BÍBLICOS (Clases 6a y 6b: Nociones de la Biblia). Familiarizarse con el contenido de la Biblia. Ya hablamos de que nuestra vida de fe se basa en la Palabra de Dios comprendida en la Biblia. Las esperanzas que depositamos en el futuro y la confianza en que Dios contestará a nuestras oraciones se basan en las promesas que Dios enunció en la Biblia. Este prodigioso libro nos dice quiénes somos, donde hemos estado y a dónde nos dirigimos. Además, ¡nos indica cómo llegar a destino! En el transcurso de las clases, muchas veces consultaremos pasajes de la Escritura. Sin embargo, es importante que cada uno dedique tiempo a leer la Biblia por su cuenta. En suma, veremos cómo se agruparon los diferentes libros que hoy componen la Biblia y dónde encontrar lo que te haga falta. Asimismo repasaremos algunas profecías bíblicas ya cumplidas, lo que nos incrementará inmensamente la fe. Por ejemplo, ¿sabías que en el Antiguo Testamento existen cantidad de predicciones con relación a Jesús? Dichas profecías se escribieron cientos de años antes del nacimiento de Cristo. Dichas predicciones se cumplieron con exactitud en el transcurso de la vida de Jesús. Entre ellas, destacan el vaticinio de que nacería en Belén, que tendría un ministerio en Galilea, que
haría una entrada triunfal en Jerusalén, el año exacto de su crucifixión, la forma en que sería ejecutado, que resucitaría, ¡y muchísimos otros detalles! 7. El TIEMPO DEL FIN (Clases 7a y 7b: Profecía bíblica). La Biblia expresa que Jesús retornará para establecer Su Reino en la Tierra. Se acabarán las guerras cruentas, la opresión y el gobierno de los egoístas y de los poderosos. El Suyo será un régimen de amor en el que los planes de Dios se cumplirán. Según los exégetas bíblicos, el Antiguo Testamento contiene 1.845 referencias a la segunda venida de Cristo y el Nuevo Testamento 318. Cuando aludimos al Tiempo del Fin nos referimos al período anterior a la segunda venida de Jesús. No es lo mismo decir tiempo del fin que fin de los tiempos. El tiempo del fin marcará el término de la era actual, después de la cual Jesús volverá para instaurar Su reino en la Tierra. En consonancia con muchos otros cristianos contemporáneos creemos que hoy día vivimos en el Tiempo del Fin. Fundamentamos esta afirmación en el cumplimiento de las señales, acontecimientos y circunstancias que según la Biblia son premonitorios del Tiempo del Fin. En las clases sobre este tema veremos algunas de las señales principales tal como las describe la Biblia y su cumplimiento en la era actual. Así también procuraremos aportar abundantes datos, de tal modo que observando tu entorno tú mismo disciernas las señales de los tiempos.
8. SOMOS SALVOS PARA SIEMPRE: UNA ETERNIDAD EN COMPAÑÍA DE NUESTRO AMOROSO CREADOR. (Clases 8a y 8b: El mayor amor de todos). ¿Cuántos de los presentes son salvos? ¿Cómo sabes que eres salvo? ¿Tu salvación es permanente? Si cometieras un pecado muy grave, ¿perderías la salvación? En las clases sobre la salvación repasaremos las respuestas a esas preguntas examinando cuidadosamente lo que dice la Biblia al respecto. Jesús te ama muchísimo y jamás te desilusionará. La salvación no la alcanzaste por tus propios méritos; por lo tanto, tampoco puedes perderla según lo que hagas o dejes de hacer. Somos salvos por gracia. La salvación es un regalo que nos hace Dios movido por amor. No tiene nada que ver con nuestras obras. Estamos seguros de ello, porque la Biblia lo manifiesta clarísimamente. Examinaremos asimismo cómo estrechar tu relación con el Señor para que te puedas apoyar más confiadamente en Él y descansar tranquilamente en Sus amorosos brazos. Dios nunca falla. Siempre te apoyará.
9. NUESTRO DESTINO: ¡EL CIELO! (Clases 9a y 9b: El Cielo). ¡Nos espera un futuro extraordinario! El Cielo es un lugar de infinita belleza, que aguardamos con mucha ilusión. En comparación con la vida maravillosa que llevaremos en el Cielo, las dificultades de la vida terrena nos parecerán fugaces: Romanos 8:18. Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Si pensamos en el futuro glorioso que nos espera en el Cielo, soportaremos mejor algunas de las pruebas que enfrentamos en estos momentos. Vale la pena pensar en el Cielo, hablar de él y tratar de hacernos una imagen visual de él. Eso haremos en varias clases, a fin de que visualices lo que te espera. 10.COMUNICAR NUESTRA FE (Clases 10a y 10b: Testificación). Cuando conocemos al Señor y experimentamos Su amor, Su desvelo, Su alegría, nos parece algo natural compartir todo eso con los demás. A modo de comparación, digamos que es como si hubiéramos descubierto el remedio para el cáncer. Si supiésemos qué cura el cáncer y no se lo dijésemos a nadie, seríamos sumamente egoístas. Pues bien, la verdad es que tenemos el remedio para trastornos más graves y de efectos más amplios que el cáncer. Sabemos qué cura la desdicha, la soledad, el repudio, el temor y qué evita la muerte eterna. Todas las anteriores son enfermedades que afligen a miles de millones de personas, un número mucho mayor que el de los afectados de cáncer. Si nos abstuviéramos de difundir ese remedio fallaríamos a Dios, a los demás y a nosotros mismos. La tarea que Dios ha encomendado a todos Sus hijos es que divulguemos Su Palabra y prodiguemos Su amor a los demás. Nos pide que prediquemos el Evangelio, que testifiquemos. Jesús encomendó a Sus discípulos: Marcos 16:15. Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. Uno de los aspectos más emocionantes de tener a Jesús en el corazón es compartir con los demás las buenas nuevas de la salvación. ¡Con ello les entregamos algo eterno! Si bien tenemos el deber de comunicar esta buena nueva a los demás, a veces ignoramos cómo hacerlo y eso nos impide llevarlo a cabo. Quizá no sabemos responder a las preguntas que nos hace la gente, o caemos en discusiones y altercados, o la timidez nos frena y no nos permite abordar a alguna persona. En las clases, daremos consejos prácticos sobre estos y otros temas. Aprenderemos a llevar a una persona hasta el punto en que rece para aceptar a Jesús y reconocerlo como Salvador. También te prepararemos para responder a las preguntas más comunes. En general, te daremos las herramientas necesarias para ser un testificador eficaz. Todo ello redundará en vidas transformadas. He aquí algunos episodios que ilustran el tema: Testimonio: ¡Repártelo! Peter, Steven y Joseph (Rusia) Viajábamos rápidamente en hidrodeslizador por el río Amur. Nos dirigíamos a la lejana ciudad oriental de Komsomolsk, cerca de China, muy ilusionados porque visitaríamos a varias personas con quienes sosteníamos correspondencia. Con algunos sería la primera
vez que nos reuniríamos personalmente. A otros, los habíamos conocido en una visita previa. Nos vimos en el barco con Luba y Andrew, dos amigos que se nos habían adelantado dos días para preparar reuniones con nuestros amigos de Komsomolsk. Junto a ellos estaba una señora mayor cuya sonrisa reconocimos de inmediato. Era la abuela Zoya, a quien habíamos conocido en nuestra última visita a la ciudad. Desde entonces, nos había escrito con frecuencia. Hace unos dos años, uno de nosotros le había dado un folleto con el mensaje de salvación y ella rezó para pedir a Jesús que entrara en su corazón. A partir de entonces, pasó por experiencias sumamente tristes y sufrió mucho. Su marido y otros familiares murieron. Sin embargo, halló gran consuelo en las cartas y publicaciones que le enviamos. Afirma que lo que le enviábamos por correo fue su única fuente de alivio en momentos de gran dolor. Zoya se quedó con Luba y Andrew desde el momento en que se conocieron y los acompañó a todas partes. Llevaban montones de publicaciones a Komsomolsk, y la abuela Zoya los ayudó a distribuirlas. Durante nuestra visita, ella repartió más publicaciones junto con nosotros. Nos confió: «Cada vez que doy un ejemplar de alguna publicación, en particular a una persona joven, recuerdo cuánto hizo Jesús por mí y sé que Él puede hacer lo mismo por los demás. Distribuir publicaciones parecería algo poco importante que uno hace por el Señor a cambio de todo lo que nos ha dado. Sin embargo, hay vidas transformadas. ¡Me encanta repartirlas!» Testimonio: Palabras que obran una transformación en la gente Pearl (Hungría) De vez en cuando vamos a una ciudad cercana donde realizamos labores de evangelización y visitamos a personas a las que hemos conquistado para el Señor en visitas previas. En cada ocasión, tratamos de ver a Irene (el nombre se ha cambiado para proteger su intimidad). Irene había tenido graves conflictos con su marido, en su mayoría debidos a que él bebía mucho. Además, era un comunista intransigente que no compartía la fe de su esposa. Discutían de modo constante, pero Irene no quería dejarlo porque le daba lástima y le preocupaba que, si lo abandonaba, él no tuviera quien lo amara y cuidara. En una visita reciente obsequiamos a Irene un ejemplar de Tesoros, libro publicado por La Familia que contiene edificantes estudios de la Biblia y textos sobre una amplia gama de temas. La siguiente vez que la vimos, exclamó emocionada: « ¡No van a creer lo que ocurrió! Mi esposo encontró el libro y lo leyó de cabo a rabo. No lo soltó hasta que lo terminó. Incluso resaltó algunas partes e hizo anotaciones en los márgenes; le encantó. Luego le pasé todas las cartas que me han enviado ustedes en los años que llevamos escribiéndonos y otras publicaciones que ustedes me han dado. ¡Se quedó atónito! Al cabo de tanto tiempo, por fin quiere conocerlos. Mi marido ha cambiado radicalmente. ¡Jamás habíamos sido tan felices!» Gracias a Dios por la verdad contenida en Su Palabra. Tiene la virtud de transformar personas y alterar situaciones.
11. ¿TIENES PROBLEMAS? ¡DIOS TIENE LAS SOLUCIONES! (Clases 11a y 11b: Superar conflictos). Todos pasamos por épocas difíciles: momentos de soledad, de enfermedad, de desaliento. Sufrimos percances, pérdidas y fracasos. Pasamos por conflictos matrimoniales y penurias en el aspecto económico, y encima nos desanimamos. Muchos creen que a partir del momento en que reciben a Jesús serán completamente felices, se solucionarán sus problemas para siempre y todo saldrá a pedir de boca. Sin embargo, recibir al Señor no significa que ya no enfrentaremos dificultades. Los problemas, las dificultades y los desafíos son comunes al género humano. La diferencia estriba en que Jesús te ayudará a resolver tus problemas. En las clases sobre este tema no ofreceremos soluciones fáciles. No habrá varitas mágicas que resolverán todas las dificultades por las que atraviesas actualmente ni evitarán que te sobrevengan otros conflictos. Te mostraremos «Tres pasos hacia la victoria.» Es decir, veremos de qué manera debemos reaccionar ante los problemas que se nos presenten, cualesquiera que sean, y cómo hallar soluciones. ¡Dios sí tiene una solución para todo problema!
12. EL ESTILO DE DIOS (Clases 12a y 12b: Obrar en armonía con Dios) En nuestro recorrido por la vida se nos presentan un sinnúmero de alternativas y oportunidades de elegir, algunas grandes y otras pequeñas. Por ejemplo: qué desayunar; qué periódico leer; si es que alguno; qué ropa ponernos; qué programas ver en la televisión; qué clase de empleo conseguir; qué carrera seguir; cuánto tiempo pasar con la familia; dónde comprar víveres; qué adquirir; cuándo visitar amigos; aceptar o no una invitación a una fiesta; qué libros leer; qué hacer el fin de semana; testificar o no a cierto vecino; y un interminable etcétera. En nuestra condición de creyentes, deberíamos procurar seguir los pasos de Jesús. Quizá no sabes muy bien cómo poner en práctica Sus enseñanzas en tus actividades cotidianas. Pues de eso hablaremos. En estas dos clases aprenderemos a averiguar la voluntad de Dios, a modelar nuestra vida según Sus principios y a tomar decisiones conforme a Su Palabra y a lo que Él considera más conveniente para nosotros. Así seremos más felices, complaceremos a Dios, ayudaremos a los demás y nos sentiremos más realizados. Y a los que anhelan una mayor dedicación al Señor, les indicaremos qué pueden hacer para llegar más lejos.
FIN DE CURSO (Clase 13b: Término del curso) Quienes terminen el curso, obtendrán un certificado de graduación. Es nuestra esperanza y oración que las doce piedras fundamentales les den una base sólida sobre la cual edificar su vida. A donde quiera que los lleve la vida en un futuro y pase lo que pase, no olviden que Jesús es su amigo íntimo. Pueden guiarse por Sus promesas y Su Palabra, las cuales les iluminarán el camino.