(Por John M. Ackerman) Mientras los criminales de alta peligrosidad caminan a sus anchas por las calles y en los pasillos del poder, los luchadores sociales pasan sus noches en celdas frĂas e inhĂłspitas.
(Por John M. Ackerman) Mientras los criminales de alta peligrosidad caminan a sus anchas por las calles y en los pasillos del poder, los luchadores sociales pasan sus noches en celdas frĂas e inhĂłspitas.