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14 de diciembre 2016

Año 5 - Nº 313

Mientras Santos recibía el PREGUNTA: Premio Nobel de la Paz, hoy en ¿Por qué el Gobierno dice que Oslo, Noruega, Uribe y su traerá TRIGO de Rusia, si Capriles ejército le hacían la GUERRA dijo que lo podíamos SEMBRAR por las redes sociales en nuestros llanos?


Miércoles 14 de diciembre de 2016 / Ciudad CCS 1o $xR

Mamá y los billetes de 100 Clemente Boia @tasporai Carmen Palacios se llama. Le gustaría más si fuera Palacios y Blanco, pero parece que alguna tontería legal de unas generaciones atrás le privó de esa segunda parte de su apellido. De todas formas, siempre encuentra alguna manera de anunciarlo. Mi hermana mayor, es decir, la primera hija de Carmen, dice que mamá es la escuálida perfecta. En esto coincide con mi viejo Geppino Boia. Ellos alegan que es la primera en recibir la bolsa del &/$3, sin que por ello deje de decir que la discriminan por ser de la oposición. (Q %DUULR $GHQWUR \ HQ HO « tienen su historial completo, cobra puntualmente su pensión y cumple militantemente con sus labores de amargar a los chavistas y de criticar cualquier iniciativa del Gobierno. Hasta el sábado pasado amargaba a toda la familia con el tema de que no se conseguía efectivo para hacer las compras. Tenía semanas quejándose de que le habían dado puros billetes de 10 o de 20. Se había vuelto tan insoportable que mis hermanos se reunieron en secreto para turnarse en la compra de cosas que hicieran

falta para tratar de lograr un poco de paz. El domingo, casi le da un infarto cuando el Presidente Maduro anunció que salían de circulación los billetes de 100. Estaba furiosa. Decía que no podía ser que se tomara una medida tan irresponsable que le KDFtD WDQWR GDxR DO SDtV $O SULQFLSLR QDGLH HQWHQGLy nada y lo procesó como la natural resistencia de mi madre ante cualquier medida que tomara el Gobierno, pero todo se aclaró cuando mamá dejo caer con rabia dos cajas de zapato sobre la mesa de la cocina, preguntando ¿Y ahora que voy a hacer yo con esto, ah? Después de más de una hora de contar billetes, mis hermanos concluyeron que mi vieja tenía DOOt DFXPXODGRV PLO bolívares en billetes de 100. Parece que mi papá se sentó en el patio a fumarse un tabaco y cuando trataron de involucrarlo en el tema sólo respondió que HVR QR HUD DVXQWR VX\R ´$ Pt QR me metan, ustedes son los que la malcrían -dijo-. Seguro ahora van y le hacen la cola para GHSRVLWDU ¢1DGLH OH YD D preguntar dónde tiene los billetes de 10 que era lo único que conseguía?


No me obligues que cante que no puedo Fredy Salazar

salazarfug@gmail.com

Estoy en desacato, me dijo mi compadre Orlando Núñez cuando le fui a llevar la botellita de whisky que tradicionalmente le brindo todos los años. En realidad le brindo todos los meses cuando viajo para allá a la Tacarigua de Margarita, pero él siempre dice que solo le brindo en diciembre; bueno, ya el hombre está envejeciendo y todo anciano coge tema, como este de rechazarme el regalo pascuero. Como yo conozco muy bien al cliente, le tomé la mano y le puse el frasco en ella, mientras le decía que mejor así porque si estaba sarataco entonces ya tenía con qué seguir la parranda, pero el hombre se sacudió y me dijo un poco más fuerte, por si acaso no lo había oido: “Compadre no la quiero, ni estoy entonado, yo lo que ando es en desacato”, y ahi si me entró un no sé qué junto con un qué se yo, porque nunca me

imaginé que alguien pudiera ser capaz de rechazar un regalo. ¡Y en Navidad!, ¡y de whisky bueno!, ¡y mi compadre Orlando! Cogí aire y me senté en un ture donde he dormido las mejores peas de mi vida, para tratar de explicarle al hombre que no creyera eso de que el whisky está puyao y deja ciego al que lo toma, mucho menos que yo ya no tengo rial para estar comprando eso tan caro y que quién sabe de dónde la sacaría, ni tampoco que me la iba a tomar con él ahí mismo y después le iba a tocar a él sacar otra, ¡y de dónde diablos! Seguimos en una especie de toma y dame y la cosa no terminaba de pasar de castaño a claro a ver si por fin cerraba aquella entrega, porque esa misma tarde pensaba dejarle una igual a mi hermano Emigdio Malaver, pero mi compay seguía corsario, y por nada del mundo le

pegaba mano a lo que en otras veces se le echaba encima. Sería que se le fue el juicio, llegué a pensar en mi empeño por entender cómo es que el mes pasado cuando nos tomamos las cervecitas me recordó que en Año Nuevo él lo que tomaba era de 18 pa’rriba, y ahora me viene a salir con esto. Decidí entonces jugarme el todo por el todo. Me dispuse a destapar la botella para tomármela con él ahí mismo y dejarle la otra de regalo, y Emigdio que se joda. Gracias a Dios en ese momento salió la comay Bruna y me paró en seco. Compadre, me dijo y casi se va en llanto, mire que a ese hombre le prohibieron la bebida para siempre. De pronto entré en cuenta de que mi compadre es de esas personas que escuchan una palabra nueva y quieten aplicársela a todo, aunque no encaje.

Cómo desearle Feliz Navidad a un escuálido sin que se ofenda Armando Carías

armandocarias@gmail.com

Todos tenemos un escuálido de nuestro uso personal. Puede ser un miembro de la familia, un amigo o un vecino. Se trata de alguien que goza de nuestro afecto y a quien no queremos herir en sus sentimientos deseándole paz y felicidad, y pueda mal interpretar nuestras sinceras palabras pensando que estamos aprovechando la fecha para hacer proselitismo político. Por eso, para evitar malos entendidos, lo primero que usted debe tener en cuenta es que, después del fracaso de la intentona revocatoria, la sensibilidad de los escuálidos está a flor de piel, lloran por cualquier cosa y se deprimen con facilidad. Usted, por supuesto, no quiere aumentar la amargura de su escuálido, por lo que en lugar de mandarle una tarjeta con el dibujo de un pesebre andino o el clásico burrito sabanero; debe comprarle una de esas que cuando se abren cantan el Jingle Bells y las ilustraciones son muñecos de nieve, renos y casitas gringas de lo más cuchis.

No se le ocurra darle una hallaca y mucho menos invitarle a saborear ese dulce de lechosa que le quedó tan bueno. Esa es una ofensa de marca mayor que podría costarle la pérdida de la amistad e incluso una ruptura familiar. Su escuálido le agradecerá si usted le invita a una cena de Acción de Gracias y sacrifica un pavo o, en ausencia de este, le prepara un gato con puré de castañas. Con respecto a la bebida, nada de brindis con leche de burra, ron ni cocuy de penca. Tenga en cuenta que su escuálido personal no quiere nada que le recuerde la identidad de “este país que se está cayendo a pedazos”. Obvie esas bebidas y adquiera un whisky lo más baratón posible, busque una botella vacía de un 18 años y llénela con el infamante licor. No se la obsequie cuando esté sobrio. Sáquela cuando ya su escuálido esté prendido y dígale con tono fraternal: “¡Feliz Navidad!... yo sé que tú lo que tomas es calidad!...¡Toma hermanazo!”.


Miércoles 14 de diciembre de 2016 / Ciudad CCS 1o $xR


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