Especulador 02 11 16

2 de noviembre 2016

“Eso de que vino Thomas Shannon es otra mentira del gobierno, porque yo no lo he visto por TELEVISIÓN”

Año 5 - Nº 307

Viendo el golpe parlamentario desde Bogotá, Pedro Carmona Estanga dijo: “Nunca SEGUNDAS partes fueron buenas”

Henrique Capriles

Parece que hoy sigue el PARO, porque hay mucha gente TRABAJANDO Ya realizaron la toma de Caracas y la de Venezuela.

La próxima semana va la toma de América

INCREÍBLE: Los diputados de la oposición trabajan solamente cuando ellos mismos decretan paro nacional Desde que ganó la gobernación de Miranda, Capriles está y sigue en paro

MiĂŠrcoles 2 de noviembre de 2016 / Ciudad CCS o

A la derecha no se le para Armando CarĂ­as

armandocarias@gmail.com

Llamar a un paro al que nadie le parĂł es, sin lugar a dudas, clara evidencia de que en Venezuela a la derecha no se le para, es decir, padece de disfunciĂłn polĂ­tica.

La disfunciĂłn polĂ­tica (DP), es la incapacidad repetida de lograr una erecciĂłn electoral lo suficientemente firme que permita tener una relaciĂłn satisfactoria con el pueblo.

En los partidos de ideas envejecidas y esclerosadas, la disfunciĂłn polĂ­tica suele tener su origen en el deterioro del flujo de propuestas renovadas hacia los cuerpos cavernosos de las bases, lo cual genera insatisfacciĂłn y desencanto.

cientĂ­ficos realizados recientemente en Venezuela demuestran que la DP no estĂĄ exclusivamente asociada con el proceso de envejecimiento polĂ­tico, como es el caso de

DemocrĂĄtica y Copei. Casos recientes evidencian que organizaciones de apariencia juvenil, estilo Primero Justicia,

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flacidez en sus respectivos miembros.

Es sabido que para mantener

una aceptable erecciĂłn electoral, que permita una satisfactoria y placentera penetraciĂłn entre las masas, se requiere una secuencia de eventos que conecten los impulsos cerebrales (ideas y propuestas), con la columna vertebral (organizaciĂłn y liderazgo), hasta llegar a ese preciado objeto de deseo y territorio de caricias.

Factores como el estrĂŠs, la ansiedad, la culpa, la depresiĂłn, una baja autoestima y el miedo a no funcionar bien en el coito con el pueblo, son causantes de la irreversible disfunciĂłn polĂ­tica de la derecha.

En un desesperado esfuerzo por levantar cabeza, la derecha intenta el paro y no puede; marcha y se queda con las ganas, monta guarimbas, toca cacerolas, hace bailoterapia y no acaba‌ de conspirar, se autoestimula viendo los videos porno del 2002 y las obscenas imågenes de la guerra económica y el tercio no le responde.

Finalmente, cuando hasta el viagra que le manda el Departamento de Estado gringo le falle, tendrå que apelar a la vieja conseja popular‌�cuando el amor es nulo‌.�.

La batalla de la amargura Clemente Boia @tasporai A Joaquín, el barman del “Lupo Di Mare”, no hay cuento que le valga. No vale ni bueno ni malo.

Lo que le ofrezcas él lo mejora o lo empeora, y todo depende de cómo sea tu entrada.

Quien me hizo notar esa capacidad fue mi pana Ramón Guerra, mejor conocido en Naiguatá como “Moncho Guerrita”, asiduo lector de novela negra que ha terminado por adquirir esa capacidad de armar la realidad desde detalles que parecen inconexos para descubrir todos los crímenes.

Ramón quería validar su teoría sobre Joaquín, y me pidió que fuera su testigo. Anclamos en la barra y nos dedicamos a escuchar.

“Qué calor tan fuerte”, comentó una muchacha a su novio y enseguida respondió Joaquín: “Calor, no vale. Está fresco. Hubieras visto cómo hervía esto en agosto”.

Ramón me miró para cerciorarse de que yo permanecía atento a la comprobación de su teoría.

Una mujer elogió la guarapita de coco y mango, dijo que nunca había probado un trago tan bueno y Joaquín le ripostó que eso era porque no había probado la de hacía quince días, porque esa la había preparado con unos cocos que le habían traído de Bobures, a orillas del Lago de Maracaibo.

-¿Ves? -me dijo Ramón-. No importa que tengas qué decir, lo que sea Joaquín lo mejora o lo empeora. Su técnica de conversación es una especie de judo intelectual. El proyecta la fuerza de lo que dices para que se rompa tu idea.

En eso se arrimó Barboza, el eterno candidato a concejal de cualquier partido antichavista que esté dispuesto a ponerlo en

sus listas y arrimó un banco hasta nosotros, dispuesto a arruinar nuestro estudio de Joaquín y a terminar con su botella de whisky que había comenzado hacía ya más de cuatro horas.

-Es triste saber que es éste el único país en el mundo donde hace falta participación internacional para que se pueda dialogar-, soltó de inmediato Barboza.

Yo iba a responder, pero Joaquín se adelantó a profundizar su tristeza, al decirle que ni siquiera en eso éramos únicos. Le soltó una lista de países, empezando por Nicaragua y terminando en Colombia, en los que había pasado lo mismo.

Barboza se quedó con la mirada perdida. No sabía si había ganado o había perdido en esta primera argumentación.

Misión Acuéstate Bocarriba Fredy Salazar salazarfug@gmail.com Hasta que por fin entendí cómo es que todavía queda gente con ganas de tumbar este gobierno, si es el único que nos ha dado casa, comida y carro, que forman parte de las cuatro “C”, tan deseadas en mis tiempos de mozo. La cuarta es innombrable porque completa la mayor suma de felicidad posible y por eso tiene que procurarla uno mismo, que ya teniendo las tres previas, el camino es menos culebrero.

Hay quienes ni siquiera la buscan, porque no les hace falta, como también hay quienes descartan las tres primeras y se van directo a la cuarta para hartarse hasta morir sudando por falta de un hogar que lo resguarde del fogaje, estropeado de tanto moverse de un lado a otro por falta de vehículo, y

estragado por mantener una dieta tan solo de frutas y aguacates.

He analizado bien el comportamiento de los que atienden cada vez que los llaman a las marchas, y acuden esperanzados en que, “esta vez si acabo conforme”, aunque hagan creer que van dispuestos a salir de Maduro, cuando en realidad su intención tiene que ver más con levantar que con tumbar, y no precisamente a Nicolás.

En el caso de los machos, he observado con detenimiento que no disimulan su comportamiento furioso en cada concentración y aprovechan la manifestación para meterle mano a cuanto blujean y franela perfumada tropiezan en el camino, ya al

final, desesperados, se le van encima a las uniformadas y les gritan toda clase de groserías buscando calentarlas.

En cuanto a las hembras, basta con ver lo arregladitas que andan, a pesar de la hora, para saber lo que quieren, haciendo honor al conocido refrán “dime qué usas y te diré lo que buscas”.

Siempre van en grupo, y no ves un solo hombre entre ellas, cuestión clave en toda mujer que cumple una penitencia como si jugara el “Matarilerilerón”.

Perfume escandaloso, pantalón apretadito y zapatos ligeros por si hay que correr en busca de auxilio, por supuesto, lentes oscuros y gorra calada para facilitar la búsqueda de un buen partido que no vaya a resultar un “buchipluma nomás”.

Lo bueno es que como los dos grupos están en el mismo bando y andan en lo mismo, al final terminan encontrándose frente a frente y, con la señal de costumbre, empiezan a insultar a quienes los convidaron, buscando disolver rápido la concentración y, en vez de ir a Miraflores, que cada quien coja su pareja y se vaya a Maturín o a Matanzas.

Como un buen presidente debe gobernar para todos y hacer esfuerzos por disminuir el descontento, pienso que ya es hora de que Maduro cree una nueva Misión para atender este grupo de ariotos y calmar sus necesidades, quizás así entiendan que en revolución se sufre, pero se goza, y quien quita que acaben viniéndose pa’ este lado.

MiĂŠrcoles 2 de noviembre de 2016 / Ciudad CCS o