Especulador16_11_2016

16 de Noviembre 2016

Año 5 - Nº 309

espera que TRUMP cumpla con su palabra, y le devuelva a sus socios: Nelson Mezerhane y Guillermo Zuloaga Todavía en Estados Unidos no mandan a las mujeres a la casa... a la Casa Blanca Ahora fue cuando Barack Obama entendió que la AMENAZA inusual no era Venezuela, era Trump, y lo tenía tan cerca Los medios en Estados Unidos, con lo de Trump, estafaron a la opinión pública Si los venezolanos no participan en las elecciones de EEUU, ¿por qué el Gobierno de EEUU se PREOCUPA tanto por Venezuela?

Miércoles 16 de noviembre de 2016 / Ciudad CCS

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Pupú de perro Armando Carías La proliferación de mascotas caninas y la deposición del lógico producto de su digestión en aceras, parques, plazas y otros espacios u rbanos han generado cond uctas intolerantes por parte de personas que se molestan al pisar o ten er que esquivar tan primorosas sorpresas, situación que amerita un a clara reglamentación que proteja a tan indefen sos an imalitos de la insensib ilidad h uman a.

Como modesto aporte a u n debate n ecesario, y en fron tal defen sa del derecho que todo perro tiene a hacer pupú en donde le dén ganas; independientemente de su raza, una normativa qu e sancion e con aleccionadora severidad a todo aquel que se moleste, arreche o maldiga cuand o su planta insolente aplaste una plasta. los espacios p úblicos es un derecho perruno, tal y como lo establece la Convención para la Protección de los Perros

bajo su custodia o responsabilidad haga pupú y el libre tránsito, preferentemen te en zonas de alta circulación . peatón que sea sorprend ido en actitud de molestia o reproche por haber pisado involuntariamente la deposición de un indefenso perro, será sancionad o con el pago de cien defecto, con la entrega de un del animalito. con los p erros callejeros, vulgarmente llamados Cacri (callejeros criollos), se fomentará y estimulará su reproducción sin con trol alguno, a ob jeto de aumentar exponencialmente el PIB d e pupú de perro.

es signatario.

terminantemen te prohibido limpiarse el zapato embarrado de pupú en el borde de la acera o d eslizando la suela sobre la grama o charquitos de agua.

Dicha acción d eberá hacerla

perros, sacarlos a cualqu ier h ora

el propósito de mantener limpia la ciudad.

Telenovelas y diálogo Clemente Boia Mi viejo, Geppino Boia, de profesión zapatero remendón, allá en su taller de Tabay, estado Mérida, decidió apostar por una estrategia de diálogo con mi madre, Carmen Palacios, la única escuálida de toda la familia Boia Palacios.

Después de descartar mediadores y facilitadores locales, optaron por ped irme a mí que prestara mis buenos oficios para facilitar las negociaciones.

Tiene razón mi hermana mayor cuando asegura que tengo la ventaja de vivir a más de 750 kilómetros de la casa d e mis viejos. No la tiene cuando se declara, con juntamente con el resto de mis otros seis hermanos, como partidaria de mi pad re.

Decidí realizar mis mediaciones vía telefónica, los cauch os de mi carro ya no están como para ese trote de ida y

vuelta desde Naiguatá a Tab ay.

Mi mamá con dicionó las negociaciones a que mi padre respetara su libertad de expresión , reconociera la crisis humanitaria de la familia, aceptara la ayuda de n o sé qué ONG gringa, y solicitara un préstamo en divisas para crear una línea seria de producción d e zapatos.

Me costó, pero al fin al logré que sus solicitudes se redujeran a que mi padre moderara su lenguaje político para con ella, no se metiera en las conversaciones de ella y sus amigas opositoras y que n o le hablara mal de la telen ovela qu e ella estuviera vien do.

Con mi padre fue un poco más complicado. Aceptó de inmediato las condiciones, pero después no qu ería en tender que mi madre pudiera sentirse ofend ida cuando él la llamaba escuálida, reaccionaria,

retrógrada, adeca, copeyan a y oportunista.

-Ella me grita “comunista” y yo no me ofendo.

-Claro, papá. Tú eres comunista desde que tienes uso de razón y has estudiad o y te has formad o para serlo. Mamá no ha h echo nada de eso.

-Precisamente, Clemente.

Ella sólo pien sa que da más glamour ser antichavista.

-Papá, ¿quién va a pensar en esa casa?

Aquí el viejo se rindió. El adora a mi madre y le agradece siempre haberse equ ivocado con él, al creer qu e su matrimonio la llevaría a Eu ropa, cuand o en verd ad terminó viviendo en Tabay y soportan do por ya más d e 50 años el desapego de mi padre hacia el dinero.

El diálogo ya está en marcha.

Ojalá que funcione bien por algu nos añ os.

Dios aprieta, pero no ahoga Fredy Salazar Los qu e quieren tumbar a Maduro se dieron cuenta de que quien tiene med io paradito a este régimen es Dios, no Diosdado, aun que también, sino el propio que arrib a está y para ab ajo ve. Basta con recordar cua ndo a princip ios d e año se secaron los embalses, y ya veíamos a los chavistas mascan do el agua y prep arándose para abandonar el barco y, ¿qué hizo el señor?

Mandó un aguacero que llenó hasta las pa ilas del infiern o y mojó tan to la tierra que el Presidente tuvo que llamar a todo el mun do a sembrar hasta en los patios y Corpoelec respiró hond o y d ijo: “Hágase la luz” En vista de que la gente no murió de sed ni de un tropezón por caminar en la oscurana, decidieron esconder la comida o hacerla incomible por los precios. Se perd ió la harina, se aca bó el arroz, esca seó el pan, y ¿qu é se le ocurrió a papa Dios?, pu es nada menos qu e mand ar una cosecha d e mangos con lo que n o solo n os volvimos locos matando el

hambre, sino que hicimos caratos, jaleas y conservas para meren dar y gu ardar p a’pola.

Pero como todo se acaba en la vid a, incluso el mango, enton ces los asesores descubrieron qu e este es u n país d e carn ívoros y empezaron a escon der la carne y a subirla de precio. ¿Cuál fu e la reacción del Todopoderoso?, llen ó los botes, las atarrallas y los trenes con cardú men es de sard ina tan inmen sos que en Pa mp atar tú le llevabas u na docen a de limones a los pescad ores y te regalab an un sa co de sard inas bien gord as y listas para comerlas asad as, fritas, guisad as, fileteadas y otra vez asad as. Fue tan gran de y tan seguid a la fa ena que la carne no solo ap areció de nu evo, sino que bajó d e p recio y, a un así, la gente agradecida con el mar siguió comien do sard inas.

Vamos, qu e en tonces, con su sabia terqu edad, los bru jos de la econ omía que siguen ch uleand o a los tumbagobierno les aseguraron qu e iban por buen camino porq ue este

pueb lo es arepero y, aunqu e coman lo qu e coman, si n o se meten su arepa en la mañan a, ya en la tarde van a estar listos para lanzarse contra Miraflores, así qu e enviaron la harina pa n para Colomb ia. ¿Saben lo que hizo mi diosito bello?: reventó en todos los conucos una cosecha de auyama, y la gen te se volvió creativa haciendo un as arepitas de auyama primero para amortigu ar, y desp ués para desayunar d e verdad .

Como n o lograron crear la hambrun a p ara que sa liéramos a comernos los un os a los otros, enton ces cogieron el tema del referendo, p ero ya tarde, y vino Dios y le dio u n emp ujoncito a los precios d el p etróleo, y el gobiern o a brió otra vez las fron teras para traer arroz de Brasil, h arin a de Gu yan a, aceite de Colombia y a zú car otra vez de Brasil.

No les quedó otra que llamar al Papa p ara sen tarse a dia logar, y Francisco les mandó un argentino qu e es lo más parecido a Dios en esta tierra.

MiĂŠrcoles 16 de noviembre de 2016 / Ciudad CCS

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