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Capítulo 3. Carácter (§ 14-16
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«Sistema general. Jesucristo volverá del cielo á la tierra, cuando llegue su tiempo, cuando lleguen aquellos tiempos y momentos, que puso el Padre en su propio poder. Vendrá acompañado, no solamente de sus ángeles, sino también de sus santos ya resucitados: de aquellos digo, que serán juzgados dignos de aquel siglo, y de la resurrección de los muertos [Lucas 20: 35]. He aquí, vino el Señor entre millares de sus santos [Judas 14]. Vendrá no tan de prisa, sino mas despacio de lo que se piensa. Vendrá á juzgar no solamente á los muertos, sino tambien y en primer lugar á los vivos. Por consiguiente este juicio de vivos y muertos, no puede ser uno solo, sino dos juicios diversísimos, no solamente en la sustancia y en el modo, sino también en el tiempo. De donde se concluye (y esto es lo principal á que debe atenderse) que debe haber un espacio de tiempo bien considerable entre la venida del Señor que esperamos, y el juicio de los muertos, ó resurrección universal.»xiii
La segunda parte tiene como título: «Parte Segunda: Que comprende la observación de algunos fenómenos particulares sobre la profecía de Daniel, y venida del Anticristo».
En la tercera parte expone la venida del Señor, el juicio universal, los nuevos cielos y la nueva tierra, la nueva Jerusalén, la felicidad milenaria, el juicio final y la felicidad eterna de los justos.
El impacto de la obra de Lacunza se hizo sentir muy tempranamente. Cuando todavía se estaba escribiendo empezaron a circular sus escritos, con gran malestar del autor por las deformaciones y malinterpretaciones que ya aparecían.xiv Como se podía esperar, fueron eclesiásticos católicos los primeros en recibirlas y reaccionar; unos para aplaudirla y difundirla; otros para cuestionar tanto el método
xiii LACUNZA Y DÍAZ, Manuel de. La Venida del Mesías en gloria y magestad. T. 1. Londres: Ackermann, 1826, págs. 36-37. Citado en: HANISH ESPÍNDOLA, Walter. «Lacunza o el temblor apocalíptico». Historia [Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago], n. º 21, vol. 1 (1986), págs. 356-357 (Historia [en línea]: http://ojs.uc.cl/index.php/rhis/issue/view/898 [consulta: 10 febrero 2021]; http://ojs.uc.cl/index.php/rhis/article/view/16015/13091 [consulta: 10 febrero 2021]). xiv HANISH, «El Padre Manuel Lacunza (1731-1801)…», op. cit., pág. 202.
como el contenido. Las críticas se concentraron especialmente en: 1) el abandono de los Padres de la iglesia como primera fuente de interpretación, 2) su método literal de interpretación bíblica con menosprecio del tradicional método alegórico, 3) su interpretación del Anticristo como cuerpo moral, 4) La visión negativa de la jerarquía romana vinculándola con la segunda bestia de Apocalipsis 13 y la ramera del capítulo 17 y 5) el rol que le asigna al pueblo judío en su escatología. Gran controversia ha suscitado también su enfoque milenarista, prácticamente abandonado en la Iglesia Católica, desde el siglo III, con énfasis en dos resurrecciones, una de los justos y otra de los impíos separadas por un milenio terrenal.xv
Sus admiradores y defensores se encuentran especialmente en la orden jesuita, quienes no escatiman elogios tanto para el autor como para su obra.xvi
«Acerca de la obra del Sr. D. Manuel Lacunza, digo, que la creo trabajada á mayor gloria de nuestro Señor, y provecho de la santa Iglesia, con tal esmero, que en tal asunto no le iguala ninguna otra de las que han llegado á mi noticia. Sea infinitamente loado el Padre de las luces, que con tan maravillosa copia de ellas ha alumbrado al autor en la inteligencia de la santa Escritura.»xvii
Particular mención merecen los juicios de destacados historiadores chilenos como es el caso de Francisco Antonio Encina, quien califica esta obra como:
xv Juan Buenaventura Bestard, citado por GÓNGORA DEL CAMPO, Mario. «La obra de Lacunza en la lucha contra el espíritu del siglo en Europa, 1771-1830». Historia [Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago], vol. 15 (1980), pág. 47 (Historia [en línea]: http://revistahistoria.uc.cl/estudios/3695/ [consulta: 26 septiembre 2012]; http://revistahistoria.uc.cl/wp-content/uploads/2011/10/gongora-mario-15.pdf [consulta: 26 septiembre 2012]). xvi URZÚA ASTABURUAGA, Miguel Rafael. «El R. P. Manuel Lacunza (1731-1801) y su obra La Venida del Mesías en gloria y majestad (Londres, 1826)». Revista Chilena de Historia y Geografía [Santiago], vol. 11 (3.er trimestre 1914), pág. 288. xvii VALDIVIESO, José. «Carta apologética en defensa de la obra de Juan Josafat Ben-Ezra». En: LACUNZA, La Venida del Mesías…, op. cit., Londres: Ackermann, 1826, t. 3, pág. 332.
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«…el libro chileno que ha alcanzado la más alta cumbre como esfuerzo de inteligencia, o sea como trabajo de pensamiento encaminado a ahondar una concepción, y a exponerla al mundo con la fuerza espiritual necesaria para herir su atención y penetrar profundamente en el alma humana, con independencia del tema. Es el que ha alcanzado mayor celebridad y el único que ha repercutido en el pensamiento universal hasta el instante en que escribi-
mos.»xviii
En Argentina, uno de los grandes próceres, el general Manuel Belgrano, en el año 1816, financió una edición en cuatro tomos, hecha en Londres.
También en España se registran expresiones elogiosas. En el Diccionario biográfico de Cortés se declara a Lacunza «una de las glorias de la teolojía en el presente siglo», que en la exégesis bíblica «se elevó a una altura a que no ha llegado ningun escritor moderno, ni en Europa ni en América».
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xix CORTÉS, José Domingo. Diccionario biografico americano. París: Tipografía Lahure, 1875, págs. 262-263 (Internet Archive [en línea]: https://archive.org/stream/diccionariobio00cortrich#page/n11/mode/2up [consulta: 18 enero 2021]; pág. 262 [en línea]: https://archive.org/stream/diccionariobio00cortrich#page/262/mode/2up [consulta: 23 febrero 2021]; Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes [en línea]: http://www.cervantesvirtual.com/obra/diccionario-biografico-americano/ [consulta: 18 enero 2021]; http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/diccionario-biografico-americano/html/ [consulta: 18 enero 2021]; pág. 262 [en línea]: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/diccionario-biografico-americano/html/12e1a47a-a415-11e1-b1fb-00163ebf5e63_275.html [consulta: 18 enero 2021]; pág. 263 [en línea]: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/diccionario-biografico-americano/html/12e1a47a-a415-11e1-b1fb-00163ebf5e63_276.html [consulta: 18 enero 2021]). Citado en: URZÚA ASTABURUAGA, Miguel Rafael. Las doctrinas del padre Manuel Lacunza contenidas en su obra: La Venida del Mesías en gloria y majestad. Santiago: Imprenta y Litografía Universo, 1917, pág. 6 (Memoria Chilena [en línea]: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-8479.html [consulta: 23 febrero 2021]; http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:8479 [consulta: 23 febrero 2021]).
xviii ENCINA, Francisco Antonio. Historia de Chile. Santiago: Editorial Universo, 1917, pág.
Menéndez Pelayo afirma que «notables y ortodoxísimos teólogos ponen sobre su cabeza el libro del P. Lacunza, como sagaz y penetrante expositor de las Escrituras».xx
También ilustres eruditos del alto clero español, como Fèlix Amat, arzobispo titular de Palmira y confesor de Carlos IV, califica la obra como «asombrosa en la meditacion y combinacion de las profecias»,xxi en tanto que su famosísimosobrino Fèlix Torres Amat, en su traducción de la Vulgata, en una nota se expresa así: «Dicha obra es digna que la mediten los que particularmente se dedican al estudio de la Escritura, pues da luz para la inteligencia de muchos textos oscuros».
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La reacción de Roma llegó en 1819, ocho años después que saliera la primera edición impresa en Cádiz en 1811. El edicto fue expedido en Madrid, el 15 de enero, por el Tribunal del Santo Oficio, ordenando recoger la obra. Posteriormente, el 6 de septiembre de 1824, la obra fue incluida en el Índice por el papa León XII, con un escueto Prohibitum quodeumque idiomate, y sin otra fundamentación.
xx MENÉNDEZ Y PELAYO, Marcelino. Historia de los heterodoxos españoles. T. 5. Madrid: CSIC, 1947, pág. 478 (Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes [en línea]: http://www.cervantesvirtual.com/buscador/?f[cg]=1&q=Historia+de+los+heterodoxos+espa%C3%B1oles [consulta: 28 septiembre 2012]). Ver. ídem, Historia de los heterodoxos españoles [en línea]: Madrid: La Editorial Católica, 1978, Libro Sexto, cap. IV, «Adición a este capítulo» (Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/historia-de-los-heterodoxosespanoles/html/fee78e52-82b1-11df-acc7-002185ce6064_87.html#I_294_ [consulta: 9 febrero 2021]). Citado en: URZÚA ASTABURUAGA, Miguel Rafael. «El R. P. Manuel Lacunza (1731-1801) y su obra La Venida del Mesías en gloria y majestad (Londres, 1826)». Revista Chilena de Historia y Geografía [Santiago], vol. 11 (3.er trimestre 1914), p. 273. xxi TORRES AMAT, Fèlix. Vida del Ilmo. Señor Don Félix Amat, arzobispo de Palmyra. Madrid: Imprenta que fue de Fuentenebro, 1835, pág. 351, § 355 (Google Books [en línea]: https://books.google.cl/books?id=Cc338XBzspwC&hl=ca&source=gbs_navlinks_s [consulta: 10 marzo 2021]; Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes [en línea]: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/vida-del-ilmo-senor-don-felix-amat-arzobispo-de-palmyra/html/ [consulta: 10 marzo 2021]; págs. 349, 351, § 355 [en línea]: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/vida-del-ilmo-senor-don-felix-amat-arzobispo-depalmyra/html/ff37b332-82b1-11df-acc7-002185ce6064_7.html#I_14_ [consulta: 10 marzo 2021]). xxii TORRES AMAT, Fèlix. La Sagrada Biblia. Comentario sobre el Apocalipsis, capítulo 20.
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Sin duda alguna el mayor aporte realizado por un estudioso al realzar la persona y la obra de Manuel Lacunza pertenece al doctor AlfredFélix Vaucher, autor de la obra que prologamos.xxiii Sus escritos, resultado de cuidadosa e infatigable investigación, realizada en las mejores bibliotecas de Europa y América, han merecido elogios de destacados eruditos, siendo considerado como una autoridad obligada en cualquier consulta sobre el tema. Refiriéndose a su libro Une célébrité oubliée, el historiador chileno Raúl Silva Castro señala: «Este libro ha sido escrito por un investigador de extraordinario aliento y de rara sagacidad, en presencia de multitud de informaciones de todo orden, que han sido confrontadas con implacable rigor; y debe ser considerado como el mejor informado que existe sobre Lacunza, por lo menos en lo que toca a la bibliografía.»xxiv «Debemos a un erudito extranjero, M. Alfred-Félix Vaucher, que en 1941 editó su obra Une célébrité oubliée, un paso importante de progreso en esta materia… Ha favorecido la pesquisa de M. Vaucher, el hecho de haber trabajado él en Europa, teniendo a su disposición los mejores catálogos de las más grandes bibliotecas; pero se le deben acreditar también condiciones privilegiadas de investigador por la mucha labor de compulsa que hay de testimonio en su libro».xxv
«¿Me permite ver el libro del jesuita Manuel Lacunza?»
La pregunta revela curiosidad. ¿Es la misma curiosidad que se siente cuando visitamos un museo de antigüedades?
Sin duda los medios religiosos católicos y protestantes, ya en el siglo XXI, no siguen experimentando el mismo impacto de la obra de Lacunza que en el siglo XIX. Un gran silencio se ha producido en torno a este escrito, salvo algunos artículos de expertos en las áreas de la historia y las letras en las publicaciones especializadas, o algunos foros en
xxiii VAUCHER, Alfred-Félix. Une célébrité oubliée: Le P. Manuel de Lacunza y Díaz (17311801) de la Société de Jésus auteur de «La Venue du Messie en gloire et majesté». Nueva ed. revisada. Collonges-sous.Salève (Francia): Imprimerie FIDES, 1968. xxiv SILVA CASTRO, Raúl. «En torno a la bibliografía de Lacunza». Revista Chilena de Historia y Geografía [Santiago], n.º 105 (2.º trimestre 1944), págs. 179. xxv Ibídem, pág. 168.
los círculos católicos ilustrados, particularmente en Chile, la tierra natal de Lacunza.
Resulta tentador hacer un paralelo con la obra de otro desterrado, Juan el Apóstol. Ambos forjaron en el silencio y el anonimato sus obras escatológicas. Ambas obras impactaron en su tiempo, generando ardientes controversias, para ser luego relegadas a un plano secundario. Debido a que la obra de Lacunza está inspirada en gran medida a reescribir el Apocalipsis de Juan, de donde extrae sus temas principales, es lícito esperar que mientras la escatología del Apocalipsis sea motivo de estudio y preocupación, necesariamente el investigador tendrá que transitar por la obra de Lacunza y sentir la fuerza de la convicción de sus palabras: «Jesucristo volverá del cielo a la tierra cuando llegue su tiempo, cuando lleguen aquellos tiempos y momentos que puso el Padre en su propio poder.»
Sergio Olivares, Chillán, septiembre 2012
Nota: Este prólogo en buena parte ha sido extractado del artículo del propio prologuista, Sergio Olivares, titulado: «Manuel Lacunza: La conexión adventista». Diálogo Universitario [Silver Spring, Maryland], vol. 6, núm. 1 (1994), págs. 12-15 (Diálogo [en línea]: http://dialogue.adventist.org/articles/06_1_olivares_s.htm [consulta: 27 septiembre 2012]).