Conflicto social en Grecia
Los disturbios por la muerte de un joven a manos de un policía se recrudecen en Grecia El agente que disparó anoche en Atenas contra el adolescente de 16 años ha sido detenido.- Las revueltas por muerte se han extendido por todo el país AGENCIAS - Atenas - 07/12/2008
Los disturbios por la muerte a manos de la Policía de un joven de 15 años en las principales ciudades griegas se han recrudecido en las últimas horas. Los manifestantes, vestidos de negro, y armados con adoquines, bates y cócteles Molotov han destruido más de cuarenta establecimientos solo en la capital griega, calcinando una veintena de vehículos, y causando heridas al menos 24 agentes. La detención de un agente de la policía de 37 años acusado de disparar ayer contra Alexandros Grigoropulos, un estudiante de 16 años que participaba en una protesta y que murió a causa de estos disparos, no ha aplacado los ánimos de los manifestantes. El fiscal encargado del caso ha presentado los cargos de "asesinato intencionado y uso ilegal de arma" contra el detenido. Un segundo agente ha sido también detenido acusado de "colaboración en asesinato". Antes de ser arrestados, ambos policías habían sido suspendidos de sus cargos. En un comunicado difundido esta mañana, la Policía afirmaba que los agentes fueron atacados de nuevo cuando se bajaron del vehículo y se dirigieron hacia los manifestantes para arrestarlos, por lo cual uno de ellos hizo un disparo con un cartucho de fogueo y el otro disparó tres veces con su revolver de servicio, hiriendo al menor, que fue trasladado al hospital. El estudiante fue alcanzado en el tórax por una bala y murió a consecuencia de la grave herida poco más tarde. Contrariamente a la versión oficial, una joven que se encontraba en el lugar de los hechos ha declarado a la televisión privada Alpha que "los manifestantes no atacaron a los policías con objetos ni con bombas incendiarias", mientras que un taxista ha asegurado que vio cómo "el policía disparó contra el muchacho a sangre fría". Otros canales y emisoras atenienses ha recogido testimonios según los cuales la provocación contra los policías fue "sólo de insultos". Estos acontecimientos recuerdan al caso de Michalis Kaltezas, un joven de 15 años que en 1985 resultó muerto durante una manifestción en el barrio de Exarchia a causa de un balazo de un policía. Protestas en las calles Cientos de manifestantes han reanudado las protestas, tras un breve parón, contra la Policía griega principalmente en las ciudades de Atenas y Tesalónica. Las protestas se han concentrado particularmente en la avenida Alexandras, en el centro de Atenas, donde los manifestantes han arrojado decenas de cócteles molotov contra las fuerzas
antidisturbios. "Han destrozado dos concesionarios, un supermercado está ardiendo y al menos cuatro personas permanecen atrapadas en la tercera planta", ha indicado un agente de Policía. Las brigadas antidisturbios se encuentran desde altas horas de la noche en las calles de las principales ciudades griegas (Patras, Salónica, Ioannia) para repeler con gases lacrimógenos a los manifestantes que van armados con piedras, maderas y bombas incendiarias y muchos de los cuales se han refugiado en instituciones universitarias para evitar ser detenidos. "Nunca he vivido algo así", ha asegurado Hara Christopolou, de 27 años, y residente en el barrio de Exarchia, donde el joven Grigoropulos recibió el mortal disparo. "He intentado salir de casa pero hay gases lacrimógenos por todos lados y las calles están llenas de jóvenes vestidos de negro". En Tesalónica, más de 1.000 repetía el lanzamiento de objetos al cántico de "asesinos de uniforme", dirigidos contra la Policía, a pesar del llamamiento a la calma realizado hoy por el primer ministro Costas Karamanlis, quien se ha disculpado públicamente ante los padres del fallecido. "No hay nada que pueda hacer para aliviar su dolor, pero les garantizo que el Estado actuará para que la tragedia de ayer para que no se repita". Más de 30 tiendas, 16 sucursales de bancos y cerca de 20 vehículos quedaron destruidos anoche por la acción de los jóvenes, que lanzaron piedras y desataron varios incendios, según una evaluación provisional de los daños materiales de los bomberos. Al menos 24 policías han resultado heridos en estos choques. http://www.elpais.com/articulo/internacional/disturbios/muerte/joven/manos/policia/recrudecen/Grecia/elpepuint/20081207elpepuint_3/Tes?print=1
La muerte de un joven por un policía desata el caos en Grecia Los manifestantes queman bancos, comercios y coches AGENCIAS - Atenas - 08/12/2008
La muerte de un adolescente por un disparo policial el sábado en Atenas desató durante el fin de semana una fuerte ola de violentos disturbios en Grecia (la peor en 23 años, según la prensa local). La muerte de un adolescente por un disparo policial el sábado en Atenas desató durante el fin de semana una fuerte ola de violentos disturbios en Grecia (la peor en 23 años, según la prensa local). Las principales calles de la capital y de Tesalónica, la segunda ciudad del país, se convirtieron ayer en escenario de enfrentamientos entre la policía y miles de manifestantes, que lanzaron bombas incendiarias y piedras contra edificios oficiales, bancos y comercios. "Es la primera vez que veo la ciudad devastada de esta manera. La culpa es del Gobierno", afirmaba Ionnis Damascos, ateniense de 59 años, mientras contemplaba las calles llenas de cristales y goma quemada tras una noche de disturbios que se extendieron por la mañana a Tesalónica y las islas de Creta y Corfú. La furia de los manifestantes había causado daños, hasta
ayer, a 31 tiendas, 9 sucursales bancarias y 25 coches, según la policía. Al menos 34 personas resultaron heridas. Veinte personas fueron detenidas. También han sido detenidos los dos agentes implicados en la muerte que ha desatado las protestas, uno acusado de asesinato, y el otro, de colaboración. Según la policía, un grupo de 30 encapuchados atacó con piedras y bombas incendiarias el coche en el que patrullaban el sábado por la noche por el barrio de Exarchia. Los agentes dispararon tres veces al aire para ahuyentarlos. Un miembro del grupo, Alexandros Grigoropulos, de 15 años, fue alcanzado por una bala en el tórax y murió poco después en el hospital, lo que desató las protestas. Contrariamente a la versión oficial, un testigo declaró a la televisión privada Alpha que "los manifestantes no atacaron a los policías con objetos ni con bombas incendiarias", mientras que un taxista aseguró que vio cómo "el policía disparó contra el muchacho a sangre fría". El Gobierno conservador de Costas Karamanlis ha abierto una investigación. Pero ni este anuncio, ni las peticiones de calma, han conseguido reducir la presión sobre un Ejecutivo cuya popularidad se ha visto erosionada por varios escándalos y por la crisis económica. El Partido Comunista Griego ha convocado una multitudinaria manifestación para esta tarde, mientras que los socialistas del Pasok han dicho que los ciudadanos griegos deben denunciar al Gobierno. El descontento ha crecido entre la juventud en los últimos años por la creciente brecha entre ricos y pobres. Cada vez es más habitual la violencia callejera, sobre todo en las manifestaciones de estudiantes y en los grupos de izquierdas y anarquistas. Estos acontecimientos recuerdan al caso de Michalis Kaltezas, un joven de 15 años que en 1985 resultó muerto durante una manifestación a causa de un balazo de un policía. El caso fue origen de manifestaciones y disturbios. http://www.elpais.com/articulo/internacional/muerte/joven/policia/desata/caos/Grecia/elpepiint/20081208elpepiint_6/Tes?print=1
Radicales destruyen y saquean el centro de Atenas Continúa la violencia a pesar de la advertencia del primer ministro de aplicar mano dura contra los manifestantes. Lamenta la muerte de Alexandros Grigoropulos a manos de un policía, hecho que desencadenó la revuelta ELPAÍS.com / AGENCIAS - Madrid / Atenas - 08/12/2008
Los disturbios por la muerte de un adolescente griego a manos de la policía se han reavivado este lunes por tercera jornada consecutiva. Unos 300 encapuchados han destruido tiendas, coches y vitrinas de bancos en las proximidades de la plaza Omonia de Atenas al margen de dos manifestaciones convocadas para protestar contra la muerte del joven el sábado pasado. Los manifestantes han prendido fuego esta tarde a los principales grandes almacenes en el centro de Atenas y al árbol de Navidad gigante situado en el exterior de la sede del Parlamento.
Las protestas también se han extendido a otros puntos, como Trikala y Rodas, además de Tesalónica. Obligado por los acontecimientos, el primer ministro griego, Costas Caramanlis, ha lamentado la muerte del chico, pero ha advertido de que habrá mano dura contra las algaradas. Caramanlis ha expresado su "gran pesar" por la muerte de Alexandros Grigoropulos, el joven de 15 años que el sábado murió a consecuencia de un disparo de un agente de policía y ha prometido que hará "lo posible para que no se vuelva a repetir tal incidente". No obstante, ha lanzado un mensaje de que no tolerará que se prolonguen los disturbios en las calles. "Los responsables tendrán el castigo que se merecen", ha dicho, en referencia a los dos agentes implicados en la muerte de Grigoropulos, que comparecerán mañana ante un fiscal. Uno de ellos afronta una acusación de "asesinato intencionado y uso ilegal de arma" y el otro de "colaboración en asesinato". Pero también hacía referencia a los manifestantes violentos que llevan tres días expresando su malestar en la calle. "Aquellos que quieren aprovecharse de la situación y desencadenar la violencia, demuestran que tienen como objeto sólo la violencia y la destrucción", ha dicho. Ha explicado que "la prioridad del Gobierno es proteger al ciudadano y a sus bienes". Caramanlis, quien cumple su segundo mandato como primer ministro griego apoyado en una ajustada mayoría parlamentaria (151 de 300 escaños), se enfrenta a la ira pública desatada después de que la bala de un agente terminara con la vida del menor. Los analistas locales atribuyen la extrema reacción de ciertos sectores de la población a la incertidumbre surgida de la crisis, los escándalos económicos que salpican a ministros que han tenido que dimitir recientemente y la falta de esperanza de la llamada "generación de los 700 (euros de sueldo al mes)". Protestas generalizadas Mientras, los disturbios han entrado en su tercer día con nuevos episodios violentos. La policía griega ha dispersado con gases lacrimógenos a 300 estudiantes universitarios y de instituto esta mañana en Tesalónica, la segunda ciudad más importante de Grecia. Los jóvenes han atacado a los agentes con cócteles molotov. Las protestas en la ciudad de Trikala se han vuelto violentas y un policía ha resultado herido esta mañana y una vía de ferrocarril ha sido cortada esta mañana, según la cadena pública británica BBC. Hay convocadas cinco manifestaciones a lo largo del país para el día de hoy, entre ellas dos en Atenas, promovida por el Partido Comunista griego. Los profesores universitarios han comenzado un paro de tres días y muchos estudiantes de secundaria no han acudido a clase en protesta por la muerte del joven Grigoropoulos. También, en el puerto de Pireo, cerca de Atenas, se produjo una manifestación de estudiantes de instituto, inicialmente pacífica pero que también acabó en enfrentamientos entre la policía y grupos de radicales encapuchados que se habían infiltrado en la protesta. En Berlín, un grupo de más de 20 manifestantes interrumpieron por algunas horas las actividades del consulado griego en el centro de la capital alemana, en una protesta pacífica sin mayores incidentes. También en Londres se han producido incidentes, cuando un grupo de manifestantes izó una bandera de anarquistas en la sede de la embajada griega, y se enfrentaron a la policía.
Grigoropoulos murió el sábado pasado en el transcurso de un incidente con una patrulla de la policía en un barrio donde los enfrentamientos entre policía y anarquistas son habituales. Según los agentes, un grupo de 30 jóvenes atacó su coche patrulla con piedras y bombas incendiarias. Dieron tres disparos al aire para ahuyentarlos, de manera que Grigoropoulos recibió un disparo en el pecho. Testigos presenciales aseguran que uno de los agentes disparó al joven a sangre fría. El cuerpo del joven está siendo examinado para determinar la trayectoria del proyectil. Los padres han contratado a un forense para garantizar la transparencia del examen. 40 heridos Atenas, Tesalónica, Creta y Corfú han sido escenario de violentos disturbios que han dejado al país conmocionado por la virulencia de los enfrentamientos con la policía durante este fin de semana. Los choques han dejado 50 heridos y provocado daños a decenas de tiendas, sucursales bancarias y coches, pérdidas que suman millones de euros. El miércoles está prevista una huelga general en protesta por la reforma de las pensiones y la política económica. El caso recuerda al de Michalis Kaltezas, un joven de 15 años que también murió en enfrentamientos con la Policía en 1985, durante las manifestaciones en recuerdo del alzamiento estudiantil de 1973. La revuelta fue brutalmente reprimida y la crueldad de los hechos contribuyó a la caída del Régimen de los Coroneles, que sería depuesto por otro golpe militar.
Ocupado el consulado griego en Berlín Quince ciudadanos griegos han irrumpido en su consulado de Berlín en protesta por la muerte del joven Alexandros Grigoropoulos en un incidente con la policía el sábado pasado. Portaban una pancarta en la que podía leerse "el estado asesina". Han entregado un comunicado de protesta y se han comportado pacíficamente, limitándose declarar ocupada la delegación diplomática. A raíz de este suceso, Grecia ha vivido las mayores protestas sociales de los últimos 15 años y para los próximos días se han convocado numerosas manifestaciones y huelgas. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Radicales/destruyen/saquean/centro/Atenas/elpepuint/20081208elpepuint_9/Tes
Nuevos disturbios en Grecia Las protestas pacíficas degeneran en cargas policiales el día del entierro del joven asesinado.- El líder de la oposición, Giorgos Papandreu pide la dimisión del Gobierno y nuevas elecciones.- La autopsia revela que el disparo que mató a Grigoropoulos fue directamente al corazón M.A. SÁNCHEZ-VALLEJO / AGENCIAS - Atenas - 09/12/2008
Centenares de jóvenes han vuelto a causar este martes graves disturbios en Atenas, cerca del cementerio donde se celebraba el entierro del estudiante que murió el sábado pasado por los disparos de un agente de policía y que desató la actual ola de violencia, la mayor que registra Grecia en 35 años.
Estos altercados fueron precedidos por enfrentamientos entre unos 300 manifestantes y policías antidisturbios en las puertas del Parlamento griego este mediodía en Atenas al término de una marcha estudiantil. Los agentes los han dispersado para evitar que alcanzaran el edificio. La avenida que va de la Plaza Syntagma, donde está el Parlamento, la de Omonia ha sido el centro de los disturbios de los últimos días, como atestiguan las tiendas y sucursales bancarias calcinadas que presenta. Según la televisión griega, cientos de manifestantes arrojaron piedras y hasta trozos de pavimento contra vehículos y vitrinas de tiendas, a lo que la policía contestó con el lanzamiento de gases lacrimógenos. Estos incidentes ocurrieron a pocos cientos de metros del cementerio del barrio ateniense de Nea Smirni, donde un centenar de personas despedía a Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, a los gritos de "no te olvidaremos" y "tú nos guías". Más de 5.000 personas vestidas de negro se reunieron a las afueras de Atenas para asistir al funeral. Muchos de ellos gritaron lemas de "policías, cerdos, asesinos". Tres días de batallas campales se han saldado con al menos 176 detenidos, 40 coches quemados y una decena de edificios afectados por las llamas en todo el país. Doce policías está heridos y veinte ciudadanos han tenido que ser ingresados por los golpes recibidos en enfrentamientos con las autoridades. La revuelta popular se ha desbocado en Grecia y ha traído al país la peor crisis en 35 años. El Gobierno, ante su peor crisis Ante la situación descontrolada de los últimos días, el primer ministro griego, el conservador Costas Caramanlis, que reunió el lunes de urgencia a su Gobierno para buscar soluciones a la crisis social del país, ha pedido la condena unánime y el aislamiento para los causantes de los disturbios violentos en el país, al tiempo que ha prometido justicia por la muerte del joven a manos de la policía. "Nadie tiene derecho a utilizar este suceso trágico como una excusa para las acciones de violencia contra ciudadanos inocentes, sus bienes, contra la policía y la democracia", ha dicho Caramanlis a la prensa tras reunirse en Atenas con el presidente heleno, Carlos Papulias, para tratar sobre la tensa situación en Grecia. El primer ministro ha hecho estas declaraciones antes de reunirse con los líderes de parlamentarios y de la sesión del Consejo de Ministros prevista para esta mañana, unas citas centradas en buscar el máximo apoyo a su estrategia frente a los fuertes disturbios desatados desde el sábado pasado en las calles de Atenas y otras ciudades del país. Según informa el diario To Bima, si la crisis social no mejora en las próximas horas, el Gobierno incluso está estudiando la posibilidad de declarar el Estado de excepción. No obstante, el líder de la oposición Giorgos Papandreu, ha pedido la convocatoria de nuevas elecciones y la retirada del Gobierno al término de la reunión con el Caramanlis. "El Gobierno es incapaz de proteger a los ciudadanos", ha declarado Papandreu, que también ha pedido una reunión extraordinaria del grupo parlamentario de los socialistas de Pasok para preparar un posible escenario electoral, según informa el diario griego Ta nea. Tras los disturbios, los sindicatos han convocado a una huelga general para este miércoles en protesta por la reforma de las pensiones y por la situación económica general. La falta de expectativas laborales y el hartazgo por los escándalos políticos han alimentado la revuelta desde que estalló el pasado sábado. Caramanlis, ha solicitado a los sindicatos que suspendan la con-
centración, petición que ha sido rechazada. "Nuestra respuesta es que la huelga y la manifestación se celebrarán como estaba previsto", señaló el portavoz de la mayor confederación de trabajadores del país, la GSEE, Stathis Anestis. La prensa ha criticado abiertamente al Gobierno por "dejar al país en manos del anarquismo" y ha señalado que "somos una sociedad sin Gobierno". También diversos canales de televisión han mostrado la desproporción de las cargas policiales contra los estudiantes, abriendo de esta manera otro debate en los medios de comunicación sobre cómo la policía ha actuado contra manifestantes pacíficos. Por otra parte, la autopsia realizada al cuerpo del joven muerto de un disparo realizado por la policía ha revelado que la bala entró de arriba abajo en el corazón del chico para terminar alojándose en la décima vértebra torácica, según informa el diario Ta nea. Los análisis anulan la versión policial, que aseguraba que la bala rebotó en el asfalto e hirió al chico de 15 años por accidente.
Acción de protesta en el consulado griego en París Cerca de 80 personas han ocupado pacíficamente la primera planta del consulado griego en París en protesta por la muerte del joven griego el pasado sábado. "Esta es una ocupación simbólica. Hay 20 estudiantes dentro y otros 60 fuera", ha leído un portavoz de los jóvenes. "Ahí están, se están manifestando. La situación es muy tranquila, están muy tranquilos. La policía francesa está ahí", ha explicado el agregado de prensa griego, Alexandr Bouzis. Acciones similares se produjeron ayer en los consuldados griegos de Londres y Berlín. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Nuevos/disturbios/Grecia/elpepuint/20081209elpepuint_7/Tes
Grecia afronta la peor crisis en 35 años Tercera jornada de protestas por la muerte de un adolescente por un policía El Gobierno llama a la calma ante la huelga general convocada para mañana M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) - Atenas - 09/12/2008
A medianoche, en la Universidad Politécnica de Atenas, decenas de policías antidisturbios repelían con gases lacrimógenos los ataques de grupos de jóvenes. En los alrededores ardían papeleras, contenedores de basuras y demás mobiliario urbano, mientras el acre picor de los gases lacrimógenos obligaba a los escasos viandantes a protegerse tras máscaras o pañuelos humedecidos. A medianoche, en la Universidad Politécnica de Atenas, decenas de policías antidisturbios repelían con gases lacrimógenos los ataques de grupos de jóvenes. En los alrededores ardían papeleras, contenedores de basuras y demás mobiliario urbano, mientras el acre picor de los gases lacrimógenos obligaba a los escasos viandantes a protegerse tras máscaras o pañuelos humedecidos. De la furia destructora de los manifestantes no se salvaron los hoteles de la zona. El Meliá Athens, a una manzana de la Politécnica, mostraba dos gigantescos boquetes en la fachada de
cristal por donde se colaron los gases. Personal del hotel repartía en recepción pañuelos y suero fisiológico para contrarrestar sus efectos. El duelo tenía visos de prolongarse. Desde la madrugada del domingo, grupos de encapuchados están escondidos en el recinto de la Politécnica. A ellos se sumaron anoche, "empujados" por los antidisturbios -que al parecer pretenden concentrarlos en un solo lugar-, grupos de incontrolados procedentes de alguna de las manifestaciones que ayer recorrieron el centro de Atenas. Contemplando las escaramuzas, jóvenes ataviados con cazadoras bomber, pelo rapado y botas de aspecto militar, esperaban acontecimientos. "Son anarquistas, están a la espera para sumarse al follón", explicaba uno de los trabajadores del hotel. Las calles del centro están cortadas. Los destellos de las bombas molotov iluminaban brevemente a los policías, hasta extinguirse como ascuas sobre la calzada. Los jóvenes proferían insultos y los agentes cargaban contra ellos. Muchos griegos están seguros de que sólo una ínfima parte de los que participan en los disturbios actúa por razones políticas. El resto, afirman dos vecinos que han bajado a "rescatar" el contenedor de su portal, "son delincuentes, gente con ganas de bronca. No hay más que ver cómo han quedado las tiendas de Stadiu o de Panespistimiu [dos de las principales arterias comerciales de Atenas] para darse cuenta de que buscan otras cosas", se quejan. De madrugada, nuevos brotes de violencia rodean el hotel Meliá Athens. Los protagonizan chavales con gorras de béisbol, medio embozados. Son los únicos dueños de unas calles inusitadamente vacías. Si sólo un cataclismo sería capaz de vaciar las calles de Atenas, inmersas en un atasco perpetuo, lo peor ya ha ocurrido. Altercados similares se repitieron ayer en al menos 10 ciudades, como Tesalónica (donde se registraron pillajes), Larisa, Patras y Trikala, y en las islas de Creta y Corfú. En la capital, fueron atacadas 13 comisarías de policía. La muerte de Alexandros Grigoropoulos, un estudiante de 15 años, el sábado, ha sido el detonante de estas protestas, pero los últimos 18 meses han estado marcados por el descontento popular y la violencia callejera. "No vamos a tolerar que un trágico incidente [la muerte del joven el sábado] derive en actos inaceptables y peligrosos", advirtió en la tarde de ayer el primer ministro, Costas Karamanlis, en un discurso televisado en el que llamó a la calma. Poco después, y de forma pacífica, miles de ciudadanos salieron a las calles en cinco manifestaciones convocadas por el principal partido de la oposición, el Pasok (socialista), y por el Partido Comunista de Grecia. Para mañana, los sindicatos han convocado una huelga general de 24 horas, que amenaza con paralizar el país, contra la reforma del sistema de pensiones y otras medidas del Gobierno para hacer frente a la crisis económica. Estas protestas están consideradas como las peores desde el levantamiento estudiantil contra la dictadura militar en 1973. La capacidad de maniobra del Gobierno es muy limitada. Con sólo un diputado más en el Parlamento que la oposición, los analistas están convencidos de que el partido en el poder (Nueva
Democracia) se verá abocado a convocar elecciones anticipadas en 2009 si las protestas se alargan. Un policía fue detenido el domingo como autor del asesinato. Según su versión, estaba patrullando con un compañero por Exarchia, uno de los barrios más reivindicativos y violentos de Atenas, cuando su coche fue atacado por 30 encapuchados, armados con piedras y bombas incendiarias. El policía asegura que disparó al aire, pero varios testigos han declarado que disparó contra el estudiante a sangre fría.
La víctima - El ateniense Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, murió en un hospital de la capital griega el sábado por la noche tras recibir un disparo en el tórax. El autor fue un policía de 37 años, que el domingo fue detenido y acusado formalmente de asesinato. - Los compañeros de colegio del adolescente, en la capital griega, le describen como un chico tranquilo que no se metía en líos y no tenía ninguna relación con los radicales, según el diario Ta Nea. - Los padres de Alexandros han encargado una autopsia independiente.
Manifestaciones en Londres y Berlín AGENCIAS - Londres / Berlín - 09/12/2008
Las protestas por la muerte de un adolescente en Atenas a manos de un policía tuvieron ayer eco en otras capitales europeas. Decenas de personas se concentraron ante las embajadas de Grecia en Londres y Nicosia y el consulado griego en Berlín. Cuatro manifestantes fueron detenidos: dos en Londres, por "alterar el orden público y mantener un comportamiento amenazante", y otros dos en Nicosia, por atacar a la policía. La concentración en la capital británica comenzó a mediodía, cuando un grupo llegó hasta la escalinata de la sede diplomática y retiró la bandera griega, para colocar una enseña anarquista en su lugar. Los manifestantes, vestidos de negro y cubiertos con capuchas o pasamontañas, se enfrentaron brevemente con la policía. En Berlín, unos 20 manifestantes ocuparon el consulado griego y también quitaron la bandera, para poner esta vez un cartel en el que se leía "Estado asesino". "Llegaron cuando la oficina abrió y la declararon ocupada", dijo el portavoz del Consulado. Los jóvenes entregaron una carta de protesta y se marcharon. En Chipre, grupos de estudiantes protestaron en Nicosia y en Pafos, en el suroeste de la isla.
El sepelio de la víctima policial agudiza las protestas en Grecia Los sindicatos se niegan a desconvocar la huelga general prevista para hoy La oposición socialista reclama elecciones anticipadas M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) - Atenas - 10/12/2008
Una multitud silenciosa, unas 5.000 personas, despidió ayer los restos mortales de Alexis, como todos le llamaban. El joven Alexandros Grigoropulos, de 15 años, que resultó muerto el pasado sábado por el disparo de un policía, recibió sepultura en el cementerio de Palios Faliros, localidad vecina a Atenas donde, como todos preveían, se produjeron violentos disturbios tras el sepelio. Una multitud silenciosa, unas 5.000 personas, despidió a primera hora de la tarde de ayer los restos mortales de Alexis, como todos le llamaban. El joven Alexandros Grigoropulos, de 15 años, que resultó muerto el pasado sábado por el disparo de un policía, recibió sepultura en el cementerio de Palios Faliros, localidad vecina a Atenas donde, como todos preveían, se produjeron violentos disturbios tras el sepelio. No fue el único lugar del país: en diferentes zonas de Atenas, Salónica, Patrás, Ioanina o la isla de Rodas estallaron nuevos brotes de una violencia próxima al estado de guerra. El centro de la capital griega permaneció ayer cerrado al tráfico, como anticipo de lo que hoy puede suceder durante la jornada de huelga general convocada por los sindicatos. A la ceremonia fúnebre de Alexis, seguida por cientos de personas, no se permitió el acceso a las cámaras. De hecho, las televisiones locales sólo pudieron ofrecer dos planos fijos, tomados desde el exterior del camposanto, del séquito y del momento de la inhumación. Pasadas las cuatro de la tarde, hora local (una hora menos en la España peninsular), el ataúd blanco con los restos de Alexis desapareció del plano. Las imágenes siguientes, minutos después, fueron ya de disturbios y enfrentamientos. A los de Palios Faliros se sumaron los choques entre policías y jóvenes encapuchados en Nea Smirni, otra localidad del cinturón metropolitano de Atenas. La muerte del adolescente, a quien los manifestantes aseguran dedicar sus acciones -así lo afirman pintadas callejeras como "Estos días son de Alexis"-, marca un antes y un después en un país que no había conocido jamás tal grado de violencia. En la plaza Sintagma, el kilómetro cero de Atenas, se hizo de noche prematuramente en torno a las dos de la tarde. El humo negro producido por plásticos quemados se mezclaba con los botes de humo disparados por los antidisturbios. La furia desatada recordaba en cierto modo la primera Intifada: un combate de David contra Goliat, de piedras contra gases lacrimógenos. Pero la desproporción en el recurso a la fuerza no es monopolio de ninguno de los bandos. Dos televisiones locales, los canales privados Alfa y Mega, denunciaron con imágenes el uso de pistolas por parte de la policía en dos ocasiones: la primera, el domingo en Salónica; la otra, ayer a mediodía en la plaza Sintagma. Algunos manifestantes, por su parte, no se conformaron con arrojar piedras, también usaron vallas, palos o papeleras. Y los más radicales, cócteles molotov. De las dos manifestaciones convocadas en la mañana de ayer en la capital, la primera, organizada por el Partido Comunista de Grecia, congregó alrededor de 2.000 personas en Monastiraki, a los pies de la Acrópolis. La otra concentración, mayoritariamente estudiantil, que concen-
tró a miles de participantes, fue la que terminó con violencia ante el Parlamento, en Sintagma. Entre 12 y 15 manifestantes resultaron heridos por traumatismos. A media tarde, los disturbios se habían generalizado. Era la hora de los encapuchados, armados con palos y bates de béisbol, u ocultos bajo cascos de motorista. "Saludamos y damos la bienvenida a los jóvenes que no se cubren la cara", era la consigna más repetida entre los profesores y los estudiantes que participaron en la primera marcha de la mañana. Porque con la irrupción de los encapuchados se dispara el vandalismo. Dos palabras se repiten sobremanera estos días en los medios de comunicación y en las calles: hooligans y vándalos. Otra frase favorita es: "Atenas parece Irak". A juzgar por los destrozos causados, por el sonido de cristales rotos y el olor a plástico quemado, la comparación no parece exagerada. O por los edificios eviscerados, que parecen haber sido bombardeados. Desde anoche, los propietarios de algunos comercios duermen dentro de sus establecimientos para evitar los saqueos. Otros pretenden contener la furia aniquiladora a base de planchas de metal y rejas dobles, pero los esfuerzos parecen vanos. Sólo había que ver la montaña de ordenadores quemados, achicharrados, a las puertas de una sucursal del Banco Nacional de Grecia para constatar que ni las rejas pueden impedir el desastre. Los sindicatos griegos han rechazado el llamamiento del primer ministro, el conservador Kostas Karamanlis, para que cancelen la manifestación prevista para hoy con motivo de una huelga general de 24 horas. Karamanlis había reclamado a las centrales que se evitaran nuevos actos de violencia tras varias jornadas de disturbios generalizados. En el plano político, muy a la zaga de la calle, el Partido Socialista Panhelénico (Pasok), en la oposición, reclamó ayer la convocatoria de elecciones anticipadas. Su líder, Yorgos Papandreu, se reunió por la mañana con el primer ministro, que previamente había realizado consultas a los líderes de su partido, Nueva Democracia. El Gabinete pidió a través de un portavoz "el apoyo de todas las fuerzas políticas y del conjunto de la sociedad, en especial de los padres y de los hijos" para enfrentar la crisis. El ministro de Interior, Prokopis Pavlopulu, en la picota por la actuación policial que costó la vida a Alexis, se limitó a comentar: "Debemos aprender de lo sucedido". Por la mañana se especulaba con la posibilidad de que el primer ministro decretase el estado de excepción, pero por la tarde, en el transcurso de una comparecencia pública -la primera desde el inicio de las revueltas-, Karamanlis se limitó a pedir el fin de las manifestaciones.
Tres décadas de democracia marcadas por los enfrentamientos - 1973. Una masiva protesta estudiantil contra la dictadura, reprimida con sangre, acelera la caída de la Junta Militar. - 1974. En noviembre se celebran las primeras elecciones generales desde el golpe de Estado de los Coroneles en 1967. Gana la conservadora Nueva Democracia de Konstantinos Karamanlis, tío del actual primer ministro, Kostas Karamanlis.
- 1981. Grecia entra en la CEE. En octubre, el Partido Socialista de Andreas Papandreu gana las elecciones. - 1985. La conmemoración de la revuelta estudiantil de 1973 degenera en nuevos brotes de violencia entre jóvenes y fuerzas de seguridad. Un policía dispara y mata a un joven de 15 años en el barrio de Exarjia. - 1991. Una oleada de protestas y desórdenes recorre el país tras el asesinato de un profesor durante una manifestación contra una reforma del sistema educativo planteada por el Gobierno. - 1995. Los desórdenes en Atenas se saldan con centenares de arrestos, docenas de heridos y saqueos de tiendas y bancos. El rector de la Universidad de Atenas autoriza excepcionalmente a la policía a entrar en el Ateneo. - 1999. Manifestantes y policías se enfrentan durante las protestas contra una visita de Bill Clinton. Grupos anarquistas atacan inmuebles oficiales y de instituciones financieras. - 2002. Grecia adopta el euro. - 2003. Jóvenes anarquistas y de grupos antisistema se enfrentan a la policía durante la Cumbre de la UE en Salónica. - 2004. La conservadora Nueva Democracia de Kostas Karamanlis gana las elecciones generales en marzo. En agosto, Atenas celebra sus segundos Juegos Olímpicos. - 2007. Una oleada de incendios devasta el territorio griego durante el verano, causando docenas de víctimas mortales. Pese a las críticas a su gestión de la crisis, el partido de Karamanlis logra una ajustada victoria en las elecciones anticipadas de septiembre. http://www.elpais.com/articulo/internacional/sepelio/victima/policial/agudiza/protestas/Grecia/elpepiint/20081210elp epiint_2/Tes
El policía que mató al joven griego asegura que lo hizo en defensa propia Grecia vive una jornada de paralización por una huelga general debido a la situación económica, que se ha visto salpicada por más disturbios violentos.- Prisión preventiva para los efectivos implicados en la muerte del adolescente M. A. SANCHEZ-VALLEJO / AGENCIAS - Atenas - 10/12/2008
Grecia ha vivido este miércoles una nueva jornada conflictiva, con una huelga general de 24 horas acatada ampliamente, y más enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. La situación de violencia sigue sin dar tregua, por lo que el líder de la oposición, Giorgo Papandreou ha apelado a la calma. "Llamo a todos a que muestren responsabilidad, moderación y poner fin a la violencia que está experimentando nuestro país en estos días", ha dicho Papandreou en una conferencia de prensa. En medio de la agitación, este miércoles ha declarado ante los fiscales el policía implicado en la muerte del adolescente de 16 años, Alexandros Grigoropoulos el pasado sábado, hecho que desató la peor ola de violencia que ha vivido el país en más de tres décadas. Según fuentes jurídicas citadas por la agencia Reuters, el policía Epaminondas Korkoneas, de 37 años, ha declarado que realizó varios disparos al aire como advertencia y para defenderse de un grupo de jóvenes que estaba lanzando bombas incendiarias contra los agentes. Korkoneas se enfrenta a cargos por homicidio, y ha asegurado que no se dio cuenta de que el joven había sido alcanzado por una de las balas. Sus abogados han citado ademas un primer informe balístico sobre la muerte de Alexandros ha revelado que éste falleció por una bala que rebotó contra algo antes de alcanzarle. Sin embargo, un juez de Atenas ha determinado este miércoles que Korkoneas, autor del disparo, y su compañero Vasilis Saraliotis permanecerán bajo custodia hasta que se celebre el juicio por la muerte de Grigoropoulos. Como en días anteriores, Grecia ha visto cómo se han desatado nuevos disturbios, esta vez en plena huelga general. Un grupo de unos 100 jóvenes ha comenzado a lanzar piedras y botellas de cristal contra las fuerzas del orden a las puertas del Parlamento griego, en la plaza Sintagma, donde se concentran miles de personas dentro de una de las tres manifestaciones simultáneas en el centro de Atenas. La noche anterior ya había estado precedida de fuertes encontronazos entre manifestantes y la policía. En dique seco La paralización general ha dejado en dique seco de arriba abajo al país y echa más combustible al polvorín social. Las tiendas están cerradas y los canales públicos de la televisión han suspendido su programación habitual y emiten espacios de dibujos animados aprovechando que los niños no tienen colegio. Los servicios mínimos han funcionado sin problemas en el sector del transporte, aunque se han cancelado todos los vuelos por la participación de los controladores aéreos y los barcos permanecen en los puertos. Los sindicatos griegos rechazaron ayer el llamamiento del primer ministro, el conservador Kostas Karamanlis, para que cancelen las manifestaciones. Karamanlis había reclamado a las centrales que se evitaran nuevos actos de violencia tras varias jornadas de disturbios generalizados. Más disturbios No puede ser de otra forma. Como antesala a este paro nacional, se ha registrado una cuarta noche de enfrentamientos desde que el pasado sábado el joven Grigoropulos murió tras el disparo en el tórax de un policía, y las protestas no hacen más que agudizarse. Los nuevos brotes de violencia próxima al estado de guerra se han saldado con más de un centenar de detenciones y varios establecimientos quemados y saqueados en diferentes zonas de Atenas,
Salónica, Patrás o la isla de Rodas. Según datos de la Unión de Comerciantes de Atenas, que representa a 6.000 tiendas de la capital griega, los daños por los actos de vandalismo superan los 200 millones de euros. De momento, se han contabilizado en Atenas 435 tiendas afectadas, de las que 32 han quedado completamente destruidas. Entre los locales que han sufrido daños, hay 16 sucursales de bancos y supermercados y 40 grandes almacenes. Karamanlis ha anunciado el apoyo financiero para las tiendas dañadas en los últimos cinco días. En un mensaje televisado, Karamanlis anunció subvenciones, préstamos y medidas de desgravación fiscal para ayudar a los afectados. Además, aprovechó para asegurar que protegerá a las personas de la violencia, aunque no explicó cómo. La imagen empieza a ser corriente en Grecia. A última hora de la noche, se ven más comercios destrozados, cristales rotos, olor a plástico quemado que dejan las batallas campales que se dan por las noches en las calles, sobre todo cuando irrumpen los encapuchados, los hooligans y vándalos que protagonizan los disturbios lanzando piedras, botellas y cócteles molotov contra los agentes policiales. Según se pudo ver en canales de televisión, en el puerto de Patras grupos de radicales fueron agredidos por ciudadanos enfurecidos por la destrucción de sus tiendas. En Salónica, se registraron disturbios ante el edificio del Ministerio de Macedonia y Tracia donde la policía usó gases lacrimógenos contra radicales. Más de 100 personas han sido acusadas de ocasionar los disturbios, con cargos de robo y saqueo, y en las próximas horas tendrán que comparecer ante la justicia. Sin embargo, decenas de estudiantes que se congregan cada día en la Universidad Politécnica consideran que su actuación es correcta tras el abuso de poder las fuerzas del orden y el Gobierno. Según sus palabras, quieren justicia y están hartos del deterioro social de Grecia.
Grigoropulos murió por una bala perdida. El joven Alexis Grigoropulos murió por una bala rebotada y no por un disparo directo. Esa es la conclusión del primer informe balístico presentada hoy por el abogado defensor de los dos policías acusados del fallecimiento del varón de 15 años. "Se trata de un gran malentendido... el policía [Kokoneas] disparó al aire y la bala rebotó de arriba abajo", ha señalado Alexis Kugias, uno de los letrados, a los periodistas. El abogado asegura que la bala impactó primero con un poste o un escaparate antes de golpear al joven. El informe, sin embargo, no es oficial, según una radio ateniense. Los padres de Grigropulos, cuya autopsia señala que murió por un impacto de bala en el corazón, ya han solicitado que el informe de balística sea analizado por un experto.
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"Hay un joven muerto y queremos justicia" M. A. S.-V. - Atenas - 10/12/2008
En el recinto de la Universidad Politécnica, uno de los puntos más violentos de Atenas, resisten día y noche decenas de jóvenes, en su mayoría estudiantes de muy distinta adscripción pero con idéntico propósito: poner contra las cuerdas al poder, al que acusan de "practicar terrorismo de Estado". Un grupo de barbudos amanecía ayer junto a las rejas de entrada tras una noche de duros enfrentamientos con los antidisturbios. "No somos estudiantes, somos anarquistas y okupas. Y además, ¿qué más da? Sólo somos atenienses. ¿Los destrozos? Los hemos hecho entre todos. Hay un joven muerto y queremos justicia", declaraba el improvisado portavoz del grupo, voluntariamente anónimo. Las fuerzas del orden acababan de abandonar el lugar y los gases lacrimógenos aún quemaban los ojos. A media tarde, poco antes de que la Politécnica se convirtiera de nuevo en zona de guerra, otro grupo de ocupantes accedía a contar sus motivos por tratarse de un periódico extranjero. "Aquí los periodistas están con el Gobierno, con el poder, así que no te pasees por ahí haciendo preguntas ni tomando notas", aconseja un joven profesor de matemáticas que también declina identificarse. En el interior del recinto, corros de veinteañeros se afanan en múltiples tareas mientras arden fogatas de campamento. Para no estar organizados, no faltan los comunicados de prensa, sujetos con piedras -como las que arrojan a la policía-, en una mesita instalada en la entrada. La fisonomía de los manifestantes muda igual que la luz del día. Por la mañana se acercan a la Politécnica adolescentes con mochilas y coletas. A todas horas hay estudiantes vestidos con vaqueros, cazadoras y jerséis. Pero al atardecer se divisan los primeros pasamontañas. También prendas de punto para cubrir el cuello y la cara, capuchas o kufias (pañuelos palestinos) a modo de embozos: son el atavío de los antisistema. O de los hooligans locales. Como en el movimiento antiglobalización que irrumpió en Seattle o Génova, en Grecia hay estos días una horquilla muy amplia de sensibilidades a la hora de manifestarse. "Queremos decirle al Gobierno que no podemos vivir. Yo cobro 800 euros al mes y pago 200 de alquiler en un piso compartido, pero hay compañeros que no ganan los 500. Detrás de esto no hay nadie concreto, sólo un movimiento de 15.000 personas -entre estudiantes, licenciados y profesores- hartas del deterioro de sus vidas. No podemos vivir", insiste el joven matemático, tan distinto, hasta en el blanco de los ojos, de los barbudos okupas de la mañana. "Políticamente hay de todo aquí adentro, desde anarquistas a comunistas o socialistas. Este recinto fue un símbolo de la resistencia contra la dictadura militar, mis padres se encerraron aquí. Hoy hago yo lo mismo", concluye el matemático, no sin invitar a participar en las declaraciones a un grupo de estudiantes contiguo. "El asesinato de Alexis fue sólo la gota que colmó el vaso, pero ya había movilizaciones previas. El movimiento social de descontento se exacerbó además al conocer la inyección económica por valor de cientos de millones de euros al sistema financiero para evitar la crisis", explica un muchacho que estudia Económicas.
Los presentes reconocen que si unas siglas consiguen patrimonializar la protesta, ésta dejará de pertenecerles y, probablemente, perderá fuelle. En la despedida -minutos antes de que, por cuarta noche consecutiva, los cócteles molotov se mezclaran con los botes de humo-, el grupo de estudiantes anima a visitar otras sedes de la "resistencia", como la Facultad de Derecho. Pero es en la Politécnica, en el corazón del barrio de Exarjia -el mismo donde murió el sábado Alexis-, donde la desesperanza reviste más facetas. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Hay/joven/muerto/queremos/justicia/elpepuint/20081210elpepiint_1/Tes
La huelga general paraliza Grecia Grupos de encapuchados se enfrentan con la policía por cuarto día consecutivo M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) - Atenas - 11/12/2008
Una multitudinaria protesta, enérgica pero pacífica, recorrió ayer las calles del centro de Atenas para reclamar al Gobierno griego un cambio en la política económica. Era el punto culminante de una jornada de huelga general que paralizó el país, pero fue rápidamente engullida por la violencia. Una multitudinaria protesta, enérgica pero pacífica, recorrió ayer las calles del centro de Atenas para reclamar al Gobierno griego un cambio en la política económica. Era el punto culminante de una jornada de huelga general que paralizó el país, pero fue rápidamente engullida por la violencia. Al término de la concentración, grupos de jóvenes encapuchados rompieron el cordón policial y los antidisturbios contestaron con gases lacrimógenos. No fue el único incidente: como se temía, la violencia se reprodujo a primera hora de la tarde. Era el cuarto día seguido de disturbios en un país paralizado, tanto material como políticamente. Bajo el lema "Contra la carestía, contra el paro", las dos principales centrales sindicales, Confederación General de Sindicatos de Grecia (SGEE, en sus siglas en griego) y de Funcionarios Griegos (ADEDY), que representan a la mitad de los trabajadores del país -unos cinco millones en total-, reunieron en torno a la plaza de Sintagma a unas 7.000 personas. A esta concentración se sumó otra marcha convocada por el sindicato Intervención Autónoma, de la coalición de izquierdas Sinaspismos, con unos 2.000 participantes. Una tercera convocatoria, del Partido Comunista de Grecia (KKE), se limitó a la plaza de Omonia. Las tres se celebraron casi simultáneamente. "Ésta es una manifestación por la democracia y los derechos humanos, y contra la carestía y el paro", dijo el líder de la SGEE, Yanis Panagopulos. "El Gobierno debe cambiar su política económica, porque perjudica a los trabajadores. Necesitamos una democracia no sólo política, sino también social, en la salud, en la educación y en el resto de servicios públicos", añadió el líder sindical. El responsable de la ADEDY, Spiros Papaspiros, hizo hincapié en la presencia de numerosos grupos de estudiantes. "Estamos todos juntos, jóvenes y mayores, estudiantes y trabajadores; parados. La crisis nos afecta a todos", dijo. Nada en el ambiente hacía presagiar el rebrote de la violencia que se produjo minutos después de sus intervenciones. Al eficaz servicio de orden de la convocatoria sindical se opuso la inten-
ción manifiesta de los radicales de reventar el acto. La entrada en escena de jóvenes encapuchados fue el punto de inflexión; también la rápida sustitución de las banderas rojas y naranjas de los sindicatos por una pancarta firmada por la "Resistencia de la Politécnica". Entre todos ellos destacaba la inquietante presencia de unos niños de entre 8 o 10 años, en apariencia de la calle y extranjeros, que se movían entre los manifestantes y la policía azuzados por los eslóganes y ofrecían blanco tanto a unos como a otros. Los enfrentamientos tuvieron lugar junto al Parlamento. El seguimiento de la huelga fue prácticamente total, aunque ni convocantes ni autoridades ofrecieron cifras concretas. Vuelos y trenes cancelados; bancos y oficinas cerrados y hospitales funcionando al ralentí eran algunos de los efectos del paro, que se hizo más evidente por la tarde. El transporte público dejó de circular por el centro de Atenas. Los taxis, que a primera hora del día se contaban por decenas, desaparecieron al anochecer. Mientras, prestaban declaración los dos policías detenidos por la muerte del joven de 15 años Alexandros Grigoropulos. Alexis Kuyas, abogado del autor del disparo, el agente de las fuerzas especiales Epaminondas Korkoneas, aseguró ayer, antes de saberse el informe de balística, que el proyectil que mató al adolescente "le dio de rebote". Está por ver cómo casa esa teoría con los resultados de la autopsia, conocidos hace dos días y que demuestran que la bala le entró al chico de arriba abajo, atravesándole el corazón. El juez decretó prisión preventiva para los dos policías, tras inculpar a Korkoneas de homicidio intencionado y a su compañero de colaboración en homicidio. Tras los primeros peritajes de las compañías aseguradoras, comienza el recuento de pérdidas. Según la Cámara de Comercio de la ciudad, los daños provocados por los disturbios suponen "un tiro de gracia" al pequeño y mediano comercio, que apenas sí había iniciado una campaña navideña lastrada por la crisis. La violencia ha devastado hasta el momento 402 establecimientos; el 80% de ellos ha sido también objeto de saqueos, y los daños materiales se estiman en unos 110 millones de euros. A media tarde, el Ministerio de Economía anunció un paquete de medidas de apoyo al sector, como ayudas a fondo perdido de 10.000 euros por cada pequeño o mediano negocio afectado. Fue uno de los escasos pasos dados por el Ejecutivo, que se encuentra "en un callejón sin salida", según algunos periódicos. Tras fracasar su intento de consenso político, las 36 horas críticas que el primer ministro, Kostas Karamanlis, necesita -según el diario To Vima- para frenar los disturbios, se agotan. http://www.elpais.com/articulo/internacional/huelga/general/paraliza/Grecia/elpepiint/20081211elpepiint_1/Tes?print=1
"Los jóvenes ya no nos creen" La violencia desatada en las calles pone de manifiesto la crisis institucional y política que agobia a los griegos M. A. S.-V. - Atenas - 11/12/2008
La política, en Grecia, se lleva en el ADN, y no sólo entre la población, voraz consumidora de tertulias televisivas, sino especialmente entre los líderes. Apellidos como Karamanlis, Papandreu y Venizelos demuestran que el poder tiene algo de hereditario en la reciente historia de Grecia.
La política, en Grecia, se lleva en el ADN, y no sólo entre la población, voraz consumidora de tertulias televisivas, sino especialmente entre los líderes. Apellidos como Karamanlis, Papandreu y Venizelos demuestran que el poder tiene algo de hereditario en la reciente historia de Grecia. El actual primer ministro repite el cargo que ya desempeñó su padre. Yorgos Papandreu, líder de los socialistas, es el tercer representante de la dinastía tras su abuelo, Georges, y su padre, Andreas, en labores tanto de Gobierno como de oposición. Y el apellido Venizelos, el del primer presidente de la Grecia independiente, se sienta más de un siglo después en el Parlamento. Pero este sistema, basado en los clanes y las dinastías y, sobre todo, en un marcado bipartidismo, puede tener las horas contadas. La violencia desatada estos días ha puesto de manifiesto la crisis institucional, política y de concepto que arrastra el país. En las tertulias políticas que proliferan en todas las cadenas de televisión, se advertía ayer a los políticos que el sistema está en crisis. "Debemos preguntarnos qué policía queremos, qué policía necesitamos y para qué. Los ciudadanos han perdido la confianza en el Gobierno. ¿Qué crisis tenemos? ¿Es acaso una novedad? No, esto no es nuevo, no es de ayer", comentaba un tertuliano. El rector de la Universidad de Atenas, con 38 años de experiencia docente, no podía decirlo más claro en otro programa de opinión: "Los jóvenes ya no nos creen. Nos respetan, o nos toleran, pero ya no nos creen. Les hemos hecho perder la esperanza en el sistema". A la monocorde alternancia de derecha e izquierda en el poder contribuye mucho la desunión de la izquierda. Hasta hace no mucho, había dos partidos comunistas, el del Exterior y el del Interior. El Partido Comunista de Grecia, heredero del tradicional prosoviético, y Sinaspismos, una reciente coalición de partidos de izquierda -incluido otro comunista con distinta filiación-, siguen enzarzados en una lucha sin cuartel, hasta el punto de que el diario To Vima titulaba ayer "Guerra civil en la izquierda" en alusión a sus desencuentros y sus andanadas casi diarias. Los secretarios generales de ambas formaciones, enemigos irreconciliables, fueron recibidos anteayer por el primer ministro Kostas Karamanlis, pero ninguno le brindó su apoyo para una concertación nacional que permitiera al país salir de la crisis. Alekos Alabanos, líder del Sinaspismos, se encaró incluso con los periodistas a la salida de Megaro Maximu, la residencia de Karamanlis. "¿Decís que celebro la violencia?", les espetó. El diario To Vima le recordaba ayer que, de momento, es lo único que aún no ha hecho. Para atizar más los ánimos, una encuesta de opinión del instituto demoscópico BMR -realizada días antes de la crisis- ponía un caramelo en la boca a Yorgos Papandreu. Si se celebraran ahora elecciones, como reclama, su partido, el Pasok, aventajaría con el 32,2% de la intención de voto a Nueva Democracia, que obtendría el 27,4%. La tercera fuerza sería la coalición Sinaspismos (8,8%), seguida por el Partido Comunista de Grecia (7,6%), Laos (derecha populista, 4,3%) y los Verdes (3,2%). Papandreu aprovechó la bonanza de los datos para sumarse a una manifestación silenciosa, con velas, en el centro de Atenas, mientras el resto de la ciudad se sumía en nuevos episodios de violencia, puede que recrudecidos por la falta de respuesta institucional al profundo malestar del país. http://www.elpais.com/articulo/internacional/jovenes/nos/creen/elpepiint/20081211elpepiint_3/Tes?print=1
Una marcha en Atenas deriva en nuevos enfrentamientos con la policía Brotes esporádicos de violencia en comisarías de Atenas.-Pese a estos actos vandálicos, la tormenta amaina en Grecia tras la jornada de huelga general M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO / AGENCIAS - Atenas - 11/12/2008
Una marcha en la que participaban alrededor de 4.000 personas en el centro de Atenas ha derivado esta noche en enfrentamientos con la policía, que ha lanzado gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes que avanzaban con palos y piedras hacia el Parlamento, en el centro de la ciudad. Cuando se cumple el sexto día de violencia en el país mediterráneo por la muerte de un adolescente de 15 años por disparos de un policía, nuevos incidentes violentos protagonizados por un reducido grupo de incontrolados han roto la calma que durante escasas horas había recuperado la capital griega. Los radicales que se encontraban en las filas de los manifestantes pacíficos lanzaron piedras, botellas y palos contra los antidisturbios que vigilaban la manifestación convocada por los estudiantes y el Movimiento de Trabajadores de la Izquierda. Horas antes, un grupo de estudiantes griegos ha atacado más de 20 comisarías en la capital con piedras y bombas incendiarias, hiriendo a una persona de levedad. Tras el fin de la huelga general de 24 horas y una cantidad menor de disturbios registrados la pasada noche, los actos vandálicos han vuelto a rebrotar este jueves, registrándose en las últimas horas ataques puntuales y desorganizados en distintas comisarías de Atenas. Estudiantes de colegios griegos han atacado a las fuerzas del orden con piedras y cócteles molotov en un distintas comisaría de la capital griega, según informa Reuters. Según fuentes policiales, en mitad de esta ola de nuevos disturbios, una persona ha resultado herida y mantiene la tensión en un país que no consigue recuperar la calma social y deja al Ejecutivo conservador de Kostas Karamanlis muy debilitado. Después de cinco noches de disturbios, la tranquilidad ha empezado a avanzar en Atenas, el principal foco de violencia en la crisis social que sacude a Grecia. El tráfico fluido y los comercios de nuevo abiertos traían a primera hora de este jueves y cierto ambiente de calma a las calles de Atenas, tras las batallas campales que se han dado en los últimos días. En la noche de ayer la ola de violencia fue menor pero aún así se registraron enfrentamientos en la Universidad Politécnica, el verdadero núcleo de los disturbios desde que se desató la violencia callejera en la ciudad extendiéndose como un reguero de pólvora por el resto del país. Según informaron los medios locales, cerca de 200 jóvenes, que se habían refugiado en la Escuela Politécnica de Atenas, se enfrentaron durante toda la noche con las fuerzas del orden apostadas en las afueras para vigilar el lugar. Un joven resultó herido y otras tres personas fueron detenidas en Atenas tras una madrugada de continuos enfrentamientos entre jóvenes radicales y la policía. Los violentos fueron dispersados por la policía con gases lacrimógenos.
La Politécnica, situada en el barrio ateniense Exarhia, donde se produjo el pasado sábado el detonante del actual levantamiento popular al fallecer un adolescente de 15 años por un disparo de un policía, se convirtió hasta la madrugada de ayer en punto de ataque de individuos encapuchados que arrojaron bombas incendiarias y piedras.
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ANÁLISIS: Conflicto social en Grecia
El invierno del descontento LUIS PRADOS 11/12/2008
Con una larga tradición de rebeliones y avalados por el recuerdo de la explosión estudiantil del 17 de noviembre de 1973 que precipitó la caída de la dictadura de los coroneles (1967-1974), la revuelta de los jóvenes que azota estos días Grecia parece marcar el principio del fin de un sistema político y social dominado durante demasiados años por el clientelismo y la corrupción. La muerte de un balazo del estudiante Alexandros Grigoropulos, de 15 años, el pasado sábado, ha servido de espoleta para una protesta generalizada y heterogénea de las clases medias y bajas contra un Estado ineficiente, una clase política endogámica y una sociedad civil raquítica. Tras la recuperación de la democracia de la mano de Constantinos Karamanlis, tío del actual primer ministro, Grecia ingresó en la Comunidad Europea en 1981 y empezó a recibir unos fondos imprescindibles para su modernización. El proceso lo controló Andreas Papandreu, un político con un carisma excepcional, que logró cerrar las heridas de la guerra civil (1946-1949) y dar de una vez por todas articulación política a la izquierda griega a través de su partido, el Pasok. Pero Papandreu, padre del actual líder de la oposición, tendía más al nacionalismo populista que al reformismo socialdemócrata y a su muerte dejó a los socialistas griegos huérfanos y con el alma escindida entre pragmáticos de inclinaciones liberales -también en Grecia se habló de la beautiful people- y fundamentalistas de aquel artefacto llamado "socialismo del sur" o "socialismo mediterráneo". La solución al dilema fue la ascensión al poder de Costas Simitis, una alternativa tecnocrática, que durante sus ocho años de Gobierno se esforzó en hacer los deberes para entrar en el euro, lo que al final se logró, en 2002, con un maquillaje de las cuentas públicas que dejó sin palabras a más de un funcionario europeo. Volvieron entonces los Juegos Olímpicos a Atenas y su secuela de obras públicas, volvió la derecha al poder, al calor de las irrenunciables privatizaciones, y se dispararon los precios y la llegada de inmigrantes y de refugiados de las guerras de los Balcanes. Pero las reformas de la Administración, de los servicios públicos, de la educación, de la sanidad y de la vivienda siguieron esperando. En Grecia es normal que los estudiantes acudan a academias privadas para solventar la deficiente enseñanza pública y gratuita que reciben, para encontrarse a veces con su mismo profesor; es habitual pagar un pequeño soborno en los hospitales para obtener un mejor tratamiento médico y es corriente desesperarse con el restrictivo horario de los comercios o la negligencia de la burocracia.
Con un paro juvenil próximo al 23% y un auténtico océano entre los ingresos y los precios, era sólo cuestión de tiempo que la olla estallase. Durante muchos años se dijo que en Grecia el Estado de bienestar lo garantizaban las abuelas. Hoy, en plena crisis económica global, la broma parece haber tocado fondo. El invierno del descontento se ha anticipado en Grecia, pero probablemente aún esté por llegar a otros países mediterráneos. http://www.elpais.com/articulo/internacional/invierno/descontento/elpepiint/20081211elpepiint_2/Tes?print=1
Cientos de estudiantes bloquean el centro de Atenas y se enfrentan a la policía Las autoridades detienen a 16 jóvenes por la violencia en el centro de la capital griega M. A. SANCHEZ-VALLEJO | Atenas 12/12/2008
El último brote de violencia en Grecia ha llegado esta vez en una manifestación convocada por los estudiantes, donde cientos de alumnos de secundaria y universidad han colapsado hoy el centro de Atenas. Las fuerzas del orden se han visto superadas y han cerrado el centro para contener a los manifestantes más radicales. No obstante, 16 jóvenes han sido detenidos en el séptimo día de protestas en la capital griega. Los autores de los nuevos disturbios son los de siempre: jóvenes, en su mayoría encapuchados, que se dedican al vandalismo en mitad de las protestas pacíficas. Y, de nuevo, han vuelto a causar fuertes batallas con la policía a las puertas del Parlamento griego. Tras una noche de calma, grupos de jóvenes radicales han atacado con piedras a las fuerzas policiales cuando los agentes han comenzado a identificar a los manifestantes y detener a los menores en torno al edificio de la Universidad de Atenas. Las autoridades han respondido lanzando gas lacrimógeno. Por su parte, profesores universitarios han intentando mediar y calmar los ánimos sin suerte. Con cócteles molotov y piedras, los violentos han vuelto a enfrentarse a la policía, como hicieron ayer en el epicentro de las revueltas. El primer ministro griego, Costas Karamanlis, ha garantizado desde Bruselas la seguridad de todos los ciudadanos. "Grecia es un país seguro", ha señalado en una conferencia de prensa organizada en la reunión de la UE. Son ya siete las jornadas de protestas y disturbios por la muerte del adolescente. Decenas de escuelas y facultades se encuentran ocupadas desde el lunes, según el Ministerio de Enseñanza, y las clases están suspendidas tras la negativa de los alumnos a regresar a las aulas. Las fuerzas del orden están en estado de alerta, a la espera de que se conozca el informe balístico que podría aclarar si la muerte del menor fue provocada intencionadamente o se debió al rebote de una bala disparada al aire por el agente, que se encuentra en prisión provisional.
El epicentro de la revuelta en Atenas El lugar donde cayó el joven Alexis se convierte en santuario de las protestas M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) - Atenas - 12/12/2008
Una marea de estudiantes de secundaria, nuevos protagonistas de la crisis griega, recorrió ayer el barrio de Exarjia de Atenas, donde se alza la Universidad Politécnica y donde el sábado se produjo el suceso que desató la violencia. La muerte del joven Alexandros Grigoropulos es ya un arma arrojadiza en manos de las principales fuerzas políticas de Grecia. Una marea de estudiantes de secundaria, nuevos protagonistas de la crisis griega, recorrió ayer el barrio de Exarjia de Atenas, donde se alza la Universidad Politécnica y donde el sábado se produjo el suceso que desató la violencia. La muerte del joven Alexandros Grigoropulos es ya un arma arrojadiza en manos de las principales fuerzas políticas de Grecia. A las cinco de la tarde de ayer, cientos de chavales se agrupaban en una sentada alrededor del improvisado altar que se levanta en el paseo peatonal donde cayó abatido Alexis por el disparo de un policía, convertido en lugar de peregrinación de los jóvenes atenienses. Un montículo formado por ramos de flores, plantas, peluches y cartas -la pared de un edificio contiguo exhibe mensajes para Alexis escritos a mano en hojas de cuaderno- rinde homenaje al muchacho de 15 años muerto. Es la única faceta amable de un territorio impenetrable, de un gueto dominado por el tráfico de drogas, donde vecinos a la antigua usanza -en especial jubilados y ancianos- sobreviven en edificios muy deteriorados. Pero Exarjia es también, sobre todo, la cuna de las protestas sociales que desde la dictadura militar (1967-1974) han sacudido Atenas. El 17 de noviembre de 1973, los tanques entraron en la Politécnica y masacraron a los estudiantes allí reunidos contra el Gobierno. Nunca se supo el número de víctimas mortales, aunque la versión más generalizada habla de 40. La memoria de la resistencia alimenta la historia del barrio de Exarjia, aunque la cotidianidad deja poco espacio a la epopeya. Nikos Pirros, un jubilado vecino del barrio, se queja del repentino interés suscitado por el lugar: "Nadie ha venido en años a ver cómo vivimos y cómo se caen nuestras casas. Pero ahora todo el mundo habla de Exarjia y de Alexis, sobre todo los políticos". El barrio es un modelo del deterioro en el centro de las grandes ciudades. La mayoría de los edificios son anteriores a la II Guerra Mundial; muchos están abandonados. "Hay tirones y broncas a menudo. Y muchos extranjeros", se lamenta Pirros. "El Ayuntamiento no hace nada por mejorar las condiciones de vida, Exarjia está abandonada", explica Yanis, que trabaja en la zona. El partido conservador en el poder en Grecia, Nueva Democracia, acusó ayer a los socialistas de "instrumentalizar la muerte" del joven en beneficio propio. La oposición, a su vez, instó nuevamente al Gobierno a oír la voz de la calle, la misma que, según las encuestas, sitúa al Pasok como primero en intención de voto en caso de elecciones anticipadas.
Durante la mañana de ayer, media docena de comisarías de policía de Atenas fueron atacadas con piedras y, en un par de casos, con cócteles molotov, lo que obligó a intervenir a los antidisturbios. Según datos del Ministerio de Educación, 120 colegios e institutos permanecen bajo control de docentes y alumnos en todo el país. Las ocupaciones, que se prolongarán hasta la semana que viene, son otro de los quebraderos de cabeza del Gobierno, que se plantea desde hace días cómo acabar con esos focos de resistencia sin vulnerar las leyes. Según la legislación griega, escuelas, institutos y universidades son territorios donde las fuerzas del orden tienen prohibido entrar. http://www.elpais.com/articulo/internacional/epicentro/revuelta/Atenas/elpepiint/20081212 elpepiint_7/Tes
"No tenemos nada que perder, ¿qué importa lo que queramos?" Los jóvenes griegos se rebelan contra un sistema político y social agotado, pero sus profesores dudan de que alguien logre capitalizar el movimiento de protesta M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) - Atenas - 13/12/2008
"No tenemos nada que perder, ¿qué importa lo que queramos?". Con las manos en los bolsillos -unos bolsillos repletos de piedras-, un chaval encapuchado responde así, mientras aguarda el momento de atacar a los antidisturbios, a la pregunta sobre sus propósitos. "No tenemos nada que perder, ¿qué importa lo que queramos?". Con las manos en los bolsillos -unos bolsillos repletos de piedras-, un chaval encapuchado responde así, mientras aguarda el momento de atacar a los antidisturbios, a la pregunta sobre sus propósitos. Junto a él forman en orden de combate medio centenar de jóvenes, los mismos que revientan a diario las manifestaciones para expresar, a su modo, la rabia del presente y la falta de futuro. Muchos los comparan con los protagonistas de mayo del 68, o con los antisistema de Seattle o Génova, pero tras ellos, en el escenario de una Grecia perpleja, parece no haber nada. Conforme pasan los días se impone la certidumbre de que, igual que en ocasiones anteriores, el eco de la calle va a extinguirse hasta enmudecer, aunque el calendario de protestas y ocupaciones de aulas se prolongue hasta Navidad. Cada uno de los manifestantes que estos días ocupan las calles se aferra a una razón, del nihilismo al entusiasmo de los quince años, del escepticismo de los bien informados a la necesidad inconsciente de actuar para vencer el impasse o minimizar el impacto de la crisis. Pero el trasfondo es de desesperanza, sobre todo entre los profesores. "Esto no va a conducir a ningún sitio. Se va a apagar y no quedará nada, como en Los Ángeles", apunta Vasilis Alexis, profesor de Teoría Literaria de la Universidad de Salónica. Desde hace años, la educación es un caballo de batalla en Grecia, y un espejo que devuelve una imagen muy ajustada de la crisis social que fermenta en la esclerosis del sistema. "Cada tres o cuatro años hay un brote de descontento: una huelga general en 1987; otra en 1991, durante la
que perdió la vida por disparos de unos desconocidos un profesor en Patras; manifestaciones contra la reforma del sistema de acceso a la función docente, en 1997, o hace dos años, al intentar reformar el Gobierno el artículo 16 de la Constitución, que establece que la universidad griega debe ser pública", añade Alexis. Protestas reiteradas, en suma, contra la amenaza de ruina de un sistema deteriorado por cuyas rendijas asoma el sector privado; contra un sistema que obliga a los docentes al pluriempleo "para llegar a fin de mes, porque un maestro de primaria gana 1.200 euros al mes", denuncia Manolis Papas, que acude a diario a las concentraciones. Jóvenes y mayores protagonizan estos días en las calles un "verdadero cisma" en la sociedad griega, según Vasilis Alexis. Los estudiantes expresan "reacciones viscerales a un callejón sin salida, a un vacío vital que les alcanza antes de tiempo". "Pero esto es como un carnaval y, tras los fuegos de artificio, no habrá nada. Falta una fuerza política que capitalice el descontento pero, pese a lo politizado que está el país, nadie es capaz de hacerlo. Eso sí, seguro que algunos partidos lo utilizan". En efecto, las revueltas son ya un dardo envenenado en la escena política, pero también pueden convertirse en bandera de conveniencia. La instrumentalización de las protestas por intereses ajenos puede ser el capítulo siguiente de esta crisis. Al margen por completo de la batalla política, los jóvenes sacan pecho como protagonistas imprevistos de esta tragedia nacional. "No somos unos indolentes, no estamos de brazos cruzados", afirma un tanto a la defensiva Mijalis, un estudiante de secundaria de 15 años. "Los mayores nos acusan de pasotismo y de falta de iniciativa. ¿Qué más necesitan para darse cuenta de que no es así? Aquí estamos, dando la cara", dice, orgulloso de ese protagonismo imprevisto. Todos los chavales consultados dicen de carrerilla que salen a la calle contra la violencia -la policial, que costó la vida al joven Alexandros Grigoropulos, y la de los encapuchados-, pero no es difícil entrever en su actitud un intento de reafirmación adolescente, cuando no de entusiasmo desatado por la novedad. Eleonora, de 16 años, afirma "entender la rabia de los alborotadores, pero así podría parecer que es una reacción de jóvenes airados, y esta protesta no tiene nada que ver con la edad, es una respuesta común a un cúmulo de circunstancias que explotaron con la muerte de Alexis". "Nuestros padres creían que los jóvenes nos limitábamos a esperar a que nos lo dieran todo hecho, la vida, el futuro, y estos días se han dado cuenta de que no es así", insiste Eleonora, que estudia segundo de secundaria. "Vamos a hacer lo posible para conseguir un futuro. Lo que nos enseñan en clase no nos vale, ni nos interesa ni nos sirve. Tenemos que despertar, y esta es una buena ocasión". http://www.elpais.com/articulo/internacional/tenemos/nada/perder/importa/queramos/elpepiint/20081213elpepiint_8/T es
La violencia regresa a las calles de Atenas Se producen nuevos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en el barrio donde murió el adolescente griego AGENCIAS - Atenas - 13/12/2008
Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes se han reanudado en las calles de Atenas, donde este sábado por la tarde miles de estudiantes salieron a las calles de las ciudades griegas para conmemorar y pedir justicia por la muerte del adolescente Alexis Grigoropulos, de 15 años, por el disparo de un policía. Grupos de individuos encapuchados han lanzado bombas incendiarias contra una oficina del ministerio de Obras Públicas, dos sucursales de bancos, un cajero automático y varias tiendas de la avenida Patision. Este sábado de madrugada tuvo lugar una oleada de incendios y destrozos en sedes oficiales de ministerios y varios establecimientos, aunque la calma retornaba al mediodía al centro de Atenas, donde los comerciantes se dedicaban a reparar sus tiendas, mientras que trabajadores del ayuntamiento repabaran las decoraciones navideñas dañadas por los violentos. En las manifestaciones de la tarde no se han registrado enfrentamientos. Sin embargo, sí hubo momentos de tensión cuando un centenar de agentes antidisturbios fue recibido con gritos de "Policías, cerdos, asesinos" y "Protegeros, han llegado los asesinos en uniforme". Este viernes doce personas fueron detenidas en la capital, de las cuales tres comparecerán ante la justicia, durante los disturbios en un nuevo día de manifestaciones contra la violencia policial. Desde hace una semana de violentos disturbios, 260 personas han sido detenidas en Atenas, de las cuales 179 han sido acusadas de saqueo y el resto por resistencia o ataques contra la autoridad, y hasta el momento han sido encarceladas 24 personas. Una primera evaluación de los daños de la orgía de violencia de los últimos días eleva a 400 las tiendas destrozadas y sitúa las pérdidas en más de 200 millones de euros (267,8 millones de dólares), a lo que se agrega un descenso en las ventas del 20 por ciento en plena temporada Navideña. La gestión de la crisis ha pasado factura también al Gobierno conservador, como demuestra que en uno de los primeros sondeos tras comenzar los disturbios, publicado hoy en el dominical "Proto Zema", Nueva Democracia se encuentra casi cinco puntos por debajo del partido socialista griego PASOK. Concentración frente al Parlamento Compañeros de clase de Grigoropoulos y otras familias se han reunido hoy en la plaza de Syntagma, frente al Parlamento para rendir tributo al adolescente. Los manifestantes, unos 200, gritaron consignas contra la policía, a la que acusan de utilizan "mano dura" de forma innecesaria. Los jóvenes han manifestado su cansancio por las protestas violentas. Además, en los suburbios atenienses de Zografos, Peristeri, Jalandri, Nea Smirni y Paleo Faliro, los jóvenes han llamado a participar en concentraciones pacíficas frente a las comisarías de policía.
Otras dos manifestaciones multitudinarias se están desarrollando en Salónica, en el norte de Grecia, en la que participan estudiantes de facultades de la universidad que están ocupadas. El malestar social por las reformas económicas del ejecutivo conservador, las escasas perspectivas de trabajo de los jóvenes universitarios y la frustración ante una clase política desprestigiada son algunas de las cuestiones latentes detrás de las protestas, según los analistas. El primer ministro Kostas Karamanlis, que asistió a la cumbre de la UE en Bruselas, ha prometido que garantizará la seguridad de la población y ha rechazado los llamamientos de la oposición de que renuncie y convoque elecciones anticipadas.
La hoguera griega sigue encendida La oleada de protestas y violencia que sacude Grecia cumple una semana M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) - Atenas - 14/12/2008
Que una crisis política se salde sin dimisiones es algo bastante normal en los países mediterráneos, pero que una crisis nacional se cobre la renuncia de un catedrático resulta sorprendente. El rector de la Universidad de Atenas, Jristos Kitas, ha presentado su dimisión tras la ola de disturbios que desde hace una semana recorre Grecia. Que una crisis política se salde sin dimisiones es algo bastante normal en los países mediterráneos, pero que una crisis nacional se cobre la renuncia de un catedrático resulta sorprendente. El rector de la Universidad de Atenas, Jristos Kitas, ha presentado su dimisión tras la ola de disturbios que desde hace una semana recorre Grecia, pero el presidente del país, Karolos Papulias, le ha rogado que continúe al frente de un comité de crisis hasta que las aguas vuelvan a su cauce. "La juventud se está yendo al garete", afirmaba ayer Kitas, un reputado intelectual. "Y no será porque no hayamos avisado. No ahora, sino hace al menos dos años, dije a todo el que quisiera oírme que hay un divorcio absoluto entre la juventud y el sistema, pero nadie me hizo caso. Ahora todos reparan en los jóvenes. Su rabia ha tocado el corazón de la Universidad, y eso es lo grave, porque no sólo es un recinto donde se dan clases, sino un símbolo de la sociedad", explica el rector. La violencia callejera ha provocado una conmoción en la ciudadanía y una parálisis en el Gobierno, aunque Panos Livadas, secretario de Estado de Información, desecha la palabra crisis para definir la actual situación del Ejecutivo: "No hay ninguna crisis. Lo que pasa es que hay muchos jóvenes en las calles, y nuestra prioridad es que no se derrame ni una sola gota más de sangre, por eso debemos manejar la situación con extremo cuidado. Los acontecimientos se extinguirán por sí solos". Pero una semana después de la muerte por un disparo de la policía del joven Alexandros Grigoropulos, de 15 años, los ánimos siguen muy inflamados. A las concentraciones cotidianas, que invariablemente concluyen en enfrentamientos, sucede una engañosa apariencia de normalidad que ofrece vía libre a la acción de los radicales. Alrededor de 400 centros educativos en todo el país están ocupados por profesores y estudiantes. Y en los principales campus universitarios continúa el movimiento de resistencia, o rebelión, contra el sistema.
"Claro que tienen razón para expresar su malestar, toda la razón del mundo", dice el rector Kitas. "Los programas políticos los han olvidado, y lo que yo pido ahora a los partidos es que se pongan de acuerdo de una vez para tomar medidas que permitan salvar la educación e impedir que se acumule más rabia. Quiero creer que aún estamos a tiempo". De todos los protagonistas legítimos de esta contestación popular, Kitas excluye a los anarquistas, a su juicio quienes han prendido la chispa de la violencia aupados sobre el malestar de los jóvenes. Pero la radiografía de algunos de estos antisistema también permite constatar la quiebra del sistema educativo y, por extensión, la vía de agua abierta en la sociedad griega. Ilias, de 21 años, e Irini, de 17, son dos de los "miles de anarquistas griegos" que ocupan el recinto de la Universidad Politécnica de Atenas. En las manifestaciones llevan capucha "por seguridad, para no ser fotografiados ni filmados" y, según las circunstancias, arrojan piedras a los antidisturbios o contra los escaparates "cuando nos provocan o nos vemos acorralados". Ilias es técnico electricista y busca trabajo desde que acabó la formación profesional, hace tres años. Forma parte del 23% de jóvenes griegos desempleados, el porcentaje más alto de la UE. Irini estudia una rama técnica de Informática: "Tiene más salidas, y al menos no tienes que pagarte una academia privada para aprender, como en secundaria". Los dos se quejan del abandono en que se encuentra el sistema educativo. "Hay chavales que aún van a escuelas instaladas en contenedores tras el terremoto de 2006", afirma Ilias. Y, pese al gran crecimiento económico del país, tienen que contentarse, si encuentran trabajo, con un sueldo de 500 euros mensuales. "¿Quién vive así?". Pero si fueran universitarios tampoco ganarían más de 700 euros. Esta generación mal pagada es el ingrediente fundamental de "un magma explosivo" -son palabras del rector ateniense- listo para estallar. http://www.elpais.com/articulo/internacional/hoguera/griega/sigue/encendida/elpepiint/20081214elpepiint_4/Tes
Anarquistas veteranos y adolescentes se funden en la protesta griega Un núcleo central de 500 radicales capitanea la oleada de disturbios M. A. SÁNCHEZ-VALLEJO (ENVIADA ESPECIAL) - Atenas - 15/12/2008
Son poco más de 500 y siguen tácticas de guerrilla urbana en un tablero muy proclive al juego del ratón y el gato, la intrincada topografía del centro de la ciudad de Atenas. Los protagonistas de la violencia que desde hace una semana sacude Grecia pertenecen a grupos anarquistas, antisistema y autogestionarios. Son poco más de 500 y siguen tácticas de guerrilla urbana en un tablero muy proclive al juego del ratón y el gato, la intrincada topografía del centro de la ciudad de Atenas. Los protagonistas de la violencia que desde hace una semana sacude Grecia pertenecen a grupos anarquistas, antisistema y autogestionarios, depositarios en parte de una larga tradición de resistencia juvenil, pero también herederos lejanos del grupo guerrillero Lucha Popular Revolucionaria (ELA, en sus siglas en griego), desarticulado a finales de los noventa del pasado siglo y responsable de la colocación de 200 artefactos explosivos y de dos asesinatos políticos entre 1975 y 1995.
En la primera línea de la revuelta se distinguen dos tipos de guerrilleros: los cabecillas, que en su mayoría debutaron en la lucha urbana en Atenas en 1991 cuando eran adolescentes, con motivo de las protestas que siguieron al asesinato en Patras del profesor Nikos Teboneras, y los novatos, chavales que se estrenan ahora en el lanzamiento de cócteles molotov y en las carreras entre botes de humo. Estos últimos "son críos que hasta ahora lo máximo que hacían era tirarnos piedras y volver a su casa en cuanto empezaban los gases lacrimógenos", afirma una fuente policial. Los primeros llevan cascos de motorista, máscaras higiénicas y protección ocular; los segundos son los ya famosos encapuchados y lucen chándales, sudaderas y pañuelos para embozar su rostro. Los líderes dirigen las acciones, pero dejan campo libre a los otros, más numerosos y visibles y, tras ocho días de disturbios, a punto de licenciarse con matrícula de honor en tácticas de guerrilla urbana. Los más jóvenes son también quienes habitualmente revientan las manifestaciones pacíficas de los estudiantes. Talibanes, encapuchados, hooligans, vándalos... El repertorio léxico con que se refieren a ellos los medios de comunicación y muchos ciudadanos es abundante, pero pocos subrayan la dimensión de terrorismo callejero -de kale borroka a la griega- que representa el fenómeno. Los responsables del movimiento están bien coordinados y mantienen fuertes lazos con otros grupos similares de Europa, en especial alemanes, según fuentes de la policía. Ayer, tras los disturbios de la noche del sábado, la protesta pareció tomarse un respiro. Pero las organizaciones estudiantiles tienen previsto seguir con sus manifestaciones pacíficas la semana entrante, y también tienen intención de mantener el cierre de los centros de enseñanza secundaria y las universidades hasta principios de 2009. Los campus universitarios son pilares esenciales de la arquitectura de la protesta, ya que su estatus jurídico impone a la policía mantenerse fuera de los recintos académicos. Los cabecillas de la revuelta disponen así de bases de operaciones seguras donde hacen acopio de proyectiles y preparan los cócteles molotov. En Atenas son tres sus cuarteles: la Universidad Politécnica y las facultades de Económicas y Derecho. Ayer, a la entrada de Económicas podía verse un arsenal de botellas de cristal vacías, trozos de tela para hacer mechas y un gran capazo cargado de piedras.
Una revuelta a ritmo de 'blog' y SMS La revuelta de Grecia ya tiene entrada en la Wikipedia, esa enciclopedia inmediata de la Red. Con la advertencia de que "documenta un acontecimiento en curso", el artículo ofrece un relato pormenorizado, aunque inconcluso, de los hechos. Las nuevas tecnologías también se han puesto al servicio de los acontecimientos. Los teléfonos móviles son correas de transmisión tanto de consignas como de convocatorias -especialmente entre los estudiantes más jóvenes, vía SMS-, e Internet se revela como la retaguardia de la protesta. Al menos tres blogs mantienen en contacto a los radicales que ocupan los recintos universitarios con grupos afines, tanto griegos como extranjeros. Son los órganos de expresión del movimiento anarquista del barrio de Exarjia, en Atenas, y de las ocupaciones de la Politécnica y Económicas. En ellos hay sitio para el relato de los hechos, la denuncia o el calendario de actos previstos, pero también para poemas como éste del escritor
turco Nazim Hikmet: "Si yo no incendio, si tú no incendias, si no incendiamos, ¿cómo hacer luz de las tinieblas?" La voluntad de los radicales es "quebrar la hegemonía de los medios de comunicación burgueses y acabar con la desinformación", según explica un joven anarquista que ocupa la facultad de Económicas ateniense. "No tenemos nada que decir a los medios de comunicación, lo que queráis saber podéis verlo en nuestro blog", insistía ayer, correoso, a este diario. Pero los radicales no se limitan a escribir. En su cruzada contra los "medios burgueses", han ocupado también estaciones de radio locales, como Flash 96, y algunos incluso disponen de su propia radio online, como los okupas de la Politécnica, que emiten las 24 horas del día desde Radio 98. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Anarquistas/veteranos/adolescentes/funden/protesta/griega/elpepiint/20081215elpepiint_7/Tes?print=1
Pequeños disturbios durante varias manifestaciones estudiantiles en Atenas La llama de la violencia no se extingue en Grecia, diez días después de la muerte de un adolescente por el disparo de un policía AGENCIAS - Atenas - 15/12/2008
La policía griega ha lanzado hoy gases lacrimógenos contra pequeños grupos de manifestantes que lanzaron piedras y artefactos incendiarios en el centro de Atenas, mientras el país entra en la segunda semana de disturbios a raíz de la muerte de un adolescente por el disparo realizado por un agente el pasado 6 de diciembre. Los jóvenes apostados delante del principal juzgado de Atenas y de la comisaría central de Policía se han enfrentado con los agentes antidisturbios, mientras que también se produjeron actos de vandalismo contra distintas tiendas en dos ciudades del norte del país en protesta por la muerte del adolescente de 15 años Alexandros Grigorpoulos. Quince autobuses blindados y centenares de agentes antidisturbios, armados de bombas lacrimógenas y cartuchos de fogueo, se apostaron en las cercanías del cuartel general de la Policía. Los jóvenes han entonado consignas contra los agentes como policías cerdos asesinos y han elevado una gran pancarta que rezaba estos días son de Alexis. El nivel de las protestas, que han dejado daños estimados en más de 200 millones de euros, disminuyó ayer, pero hoy han vuelto a registrase incidentes entre estudiantes y policías y están previstas nuevas protestas para el jueves y el viernes contra la educación y la reforma de las pensiones, la subida de los impuestos y las privatizaciones, coincidiendo con el debate en el Parlamento del presupuesto. Además, se teme que esta tarde vuelvan a registrarse nuevos incidentes, puesto que un grupo anarquista prevé realizar una marcha hacia el Parlamento. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Pequenos/disturbios/durante/varias/manifestaciones/estudianti les/Atenas/elpepuint/20081215elpepuint_11/Tes?print=1