Jorge Alonso En busca de la convergencia. El POCM México, 1990, Ed. De la Casa Chata, CIESAS. Reseña por Rafael Sandoval Alvarez En este libro Alonso realiza un estudio sobre los procesos de convergencia política que realizaron algunas organizaciones políticopartidarias en el México del siglo XX. La perspectiva desde la cual miró a los sujetos que se articularon en los procesos políticos que describe, contiene una serie de elementos teórico políticos que hoy pueden ser considerados para mirar hacia el futuro. Las experiencias de los colectivos políticos, en sus iniciativas para promover y generar la convergencia político-organizativa entre diferentes movimientos y organizaciones políticas, son contextuadas a su vez en la realidad de los procesos políticos y los movimientos sociales que se vivían entonces. A continuación presento lo que desde mi lectura son las premisas teórico políticas desde las cuales realizó su análisis Alonso. No introduzco nada de las extensas etnografías que hace a lo largo del libro. Me parece que para los objetivos de este seminario, las ideas que rescato del trabajo de Alonso, a modo de tesis, son suficientes. Por lo demás cabe señalar que éstas se encuentran en las cincuenta páginas que contiene la Introducción y una que otra en la parte final del Libro. Con las aportaciones de Alonso se puede apreciar que, desde la pluralidad de sujetos que se sitúan en la realidad mexicana, y a partir de sus diferencias, se puede contribuir al proceso de convergencia donde se respete el trabajo político, de lucha y de pensamiento, de todos, en la perspectiva de construir entre todos el futuro desde la actualidad de nuestra práctica. Algunas ideas sobre la necesidad y posibilidad de la convergencia •
La significación de la lucha por la unidad de la izquierda y el agrupamiento unitario se da a partir de la experiencia de los militantes. Desde ahí se puede desentrañar la conciencia y significatividad de su acción, en la perspectiva de generar síntesis superiores de dinámicas convergentes.
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La política se encuentra tensionada entre lo general y lo particular, lo colectivo y lo individual. “Lo general en la historia existe a través de lo particular” (L.V. Skvortsov, 1981: 32) (Pág.-12).
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La cuestión de analizar lo individual, en comportamiento y decisiones, por ejemplo, para dar cuenta de lo político, no es suficiente y exige el análisis de las relaciones sociales, pues la acción no tiene necesariamente una intencionalidad
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consistente… pensar el sentido de la acción implica que se reconozca la vinculación de los proyectos colectivos con los factores que la estructura social despliega como elementos del sistema social, el cual comprende y rebasa a los individuos… de modo que, en una colectividad de intenciones particulares se manifiesta la diversidad y la heterogeneidad. (13) •
Descubrir los nexos entre lo general y lo particular, y precisar los diferentes grados de su ínteractuación.
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Considerar el tiempo y el espacio… implica la oposición entre continuidad y discontinuidad, cambio, transformaciones, además, de los espacios situacionales en que se dan los acontecimientos en el tiempo. Pues el cuando y donde limitan y definen la articulación de la hegemonía y el dominio… Así, nos permitimos reconocer la historia y la geopolítica. (14)
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En la sociedad capitalista… lo político dice por una parte poder y por otra, resistencia al mismo tiempo. El examen de lo político conduce a las cuestiones de la dominación, de la hegemonia, del Estado, del gobierno, de los partidos, de la mediación, de la práctica democrática, de la representación, de los movimientos políticos, de la revolución…(15)
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Con Galbraith señala que las tres fuentes poder son la personalidad, la propiedad y la organización… Esta última destaca en las sociedades modernas –de estas fuentes se despliegan tres instrumentos: coercitivo, compensatorio, se concentra y también se resiste. (15)
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Lo crucial de la política: Las clases y sus luchas. El poder es productos de fuerzas sociales; fuera de este terreno es imposible responder quien ejerce el poder, cómo y por qué… es decir, según Gramsci es una problemática que se puede pensar en términos de dominación y hegemonía… y con Glucksmann, se plantea pensar la política sin la perspectiva del Estado, Alonso considera que no se puede prescindir de tratar el poder estatal, en concreto, respecto de los llamados aparatos: gobierno, administración, organización judicial, maquinaria militar y policíaca, etc.
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El estado es de clase, no se interpone entre las clases sino que vincula mediante una relación asimétrica de dominación y explotación. (cita a G. Therborn) (16) Donde la lucha de clases es determinante para decidir quienes dirigen y quines son dirigidos (17). Así, la clave para situar el poder está dada por los efectos en la producción y reproducción clasista (J.D. Nagle) (18).
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El elemento organizativo es fundamental en la política… los partidos, públicos y grupos de presión constituyen, con su acción e 2
interacción, las formas del sistema político… Los partidos contienen programas de acción en la perspectiva de la lucha por el poder; estan dispuestos a conjugar fuerzas sociales en la persecución del fin que es el poder. Y en ello se consume para preservar su organicidad. (19) •
Desde Marx considera que la lucha es desde donde se va adquiriendo conciencia y por tanto que la emancipación es tarea de propio sujeto-clase, pero con Lenin se advierte la necesidad de un partido de cuadros dirigentes profesionales que conduzca la revolución y la toma del poder. Pues sólo el partido podía convertirse en el intérprete consciente de lo inconsciente de las masas que en su acción espontánea se encontraba la forma embrionaria de lo consciente. (22/23)
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Los conceptos leninistas de centralismo democrático, la tarea educadora del partido, revolucionarios profesionales, despertar y consolidar la conciencia clasista, acumulación de fuerzas en vistas al futuro (citando a Bambirma y Dos Santos). Lenin comparaba al partido con un ejercito, así, la situación revolucionaria requiere la direccionalidad del partido, aunque admitía que la experiencia organizativa de las masas provenía como practica. (24)
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Por otra parte recoge de Lukács la importancia de la organización para la revolución y la condición de la conciencia de clases como un proceso que va de la conciencia empírica a la imputada y que el partido era la voluntad colectiva de la clase en forma orgánica, considerando al partido como el eslabón medidor, en el órgano donde convergen teoría y praxis. (28)
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Se plantea que la organización se elabora en la lucha y en ese proceso el partido es le mediador entre la acción de cada uno de los militantes y la actividad de toda la clase. Aunque la disciplina en el partido es considerada un acto de conciencia (28).
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Luego con Gramsci, el partido es el intelectual colectivo representante de la clase, que la educa y organiza; donde su dirección política, moral e intelectual le da su capacidad de hegemonía. También considera al partido el lugar de unión entre el pensamiento y la acción, además del reflejo y la nomenclatura de las clases sociales y le germen de la sociedad que pretende crear. (29)
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Balibar es introducido para reivindicar la necesidad de integrar a las masas de forma orgánica en el proceso y dirección del cambio y cuestiona la forma partido ya que reproduce las contradicciones en el seno del pueblo y subordina al movimiento comunista a los intereses del Estado (31). Advierte que es posible la autonomía de las organizaciones sociales que crea sus propios lugares y praxis (R. Bahro), al margen de las formas de la 3
vanguardia de los iluminados, de mediaciones corporativas, de administrador y agente de fragmentos sociales, etc. (Pietro Ingrao) (33). Se advierte que la emergencia de gran variedad de fuerzas políticas, de formas nuevas, más que un signo de fragmentación, es una señal de la necesidad de otros niveles orgánicos de confluencia. (33) •
Retomando el ejemplo de Cuba, se plantea la necesidad de examinar la experiencia del poder popular y la democracia de base, por tanto en la designación de los delgados al poder popular sin necesidad de formulas partidarias. (34)
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Así, se reconoce que el proceso no tiene tanto que ver con el carácter de las fuerzas y la extracción social de sus núcleos dirigentes, como con la orientación, con el proyecto, con las transformaciones reales en las sociedades en cuestión que colocan la lucha política en la dirección socialista; de ahí, los estudios sobre los movimientos sociales han atendido a la acción colectiva, al proceso que adquiere cierta estructuración, una especial organización, y a su intervención en el sistema político (Melucci) (38).
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Además, se reconoce que hay una serie de elementos como son las tradiciones, procesos subjetivos, cuestiones elementales y de género que no permiten una reducción de los movimientos a lo estrictamente clasista, situándose así con sus determinaciones concretas y transclasistas en el contexto del desarrollo de una formación social concreta (Dos Santos). Surgen pues nuevos actores, nuevas formas de hacer política, hay una heterogeneidad y dispersión por un aparte, y tendencias aglutinantes por la otra. (39)
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En el contacto del conjunto de los movimientos populares se persigue la potencialidad de la constitución de un conjunto como potente sujeto de cambio que se perfila como sujeto social emergente, con sus oposiciones y contradicciones entre los propios movimientos sociales y partidos, de modo que las convergencias no podrían equipararse ni al frente único del proletariado ni a los frentes populares de los años treintas (que tenían por objetivo aglutinar en torno a los intereses de la clase obrera y contra el fascismo). (40-41)
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Las convergencias tampoco pueden reducirse al fenómeno de coordinadoras electoralistas de movimientos, ni a los frentes coyunturales de lucha. Las convergencias se inscriben en el proceso donde ya no se postula un actor privilegiado del cambio sino “una caleidoscópica panoplia de agentes” y una distribución más diversificada, más rica de alternativas históricas (Enrique Cardoso).
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Las convergencias incluyen a ese conjunto de sujetos plurales que van coincidiendo, que se van identificando, que van planeando un proyecto común, que tiende a la construcción de un sujeto histórico capaz de lleva a cabo transformaciones radicales… en esta perspectiva, ni la sola organización uniforme, incapaz de aglutinar lo diverso y plural, ni los primeros contactos y convergencia fácil e inmediata, ni cualquier coyuntura, son aptos para desatar el proceso convergente. (41)
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Las convergencias no implican necesariamente algo lineal; se requiere cierta unidad y sólo puede fraguarse con voluntad política… La combinación de necesidades e intenciones entre los actores sociales de diversos sectores propicien puntos de contacto… Sin embargo, la maduración de estos contactos obligados por la lucha y la existencia de un núcleo de vanguardia capaz de empujar hacia coincidencias… garantizará que se construya una sólida convergencia necesaria para elaborar un proyecto alternativo de sociedad y ele que se acopie la fuerza indispensable para implementarlo. El entrampamiento mayor de las convergencias está dado por la compaginación de visiones distintas que más que a cuestiones tácticas atañen a lo estratégico… lo importante es que la lucha por el objetivo final y contra el enemigo principal pueda aglutinar a la mayoría de las fuerzas en el momento del auge de las masas y de debilidad del enemigo… en América Latina se va notando cada vez con mayor fuerza esa articulación de movimientos y partidos… (pero) falta todavía el se encuentre, sobre todo en los países más complejos y con mayor pluralidad de sectores, tendencias, agrupaciones y partidos populares, la formula orgánica de la convergencia. (42-43)
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En las convergencias, el tamaño del contingente movilizado…siempre se tratará de núcleos combativos, decididos, comprometidos con claridad respecto a la acción a emprender en los diversos sectores del pueblo. El pueblo de movilizará de sectores vanguardistas hacia capas masivas susceptibles a actuar a través de demandas y luchas concretas… a través de complejas redes organizacionales en donde intervienen redes sociales, familiares, de vecinos y amistad, de núcleos de dirigentes a diversos niveles hasta pernear los más amplios sectores de base fraguando convergencias. (42)
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Tampoco un estallido social, por si sólo, conduce a un momento revolucionario. Sin organización previa de las bases, son conducción acertada que logre aglutinar, generar convergencias, las fuerzas retadoras desde posiciones de derecha pueden aprovechar los estallidos espontáneos… lo revolucionario no es cuestión ni sólo de coyuntura ni sólo de estallidos populares. Sin organización popular y sin proyecto, el avance popular no será factible. La situación revolucionaria conjunta y combina
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relaciones entre las masas distribución y poder social.
respecto
de
la
producción,
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Las convergencias están condicionadas (y condicionan a su vez) por una cultura política nueva… corresponden a un nuevo comportamiento político, a nuevos hábitos y prácticas sociales que a través de su ejercicio consolidan la convergencia. (44)
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Se trata de sumar fuerzas para dar fisonomía al nuevo sujeto convergente… el campo simbólico a propiciar no es el de la exclusión para afirmarse sino el del reconocimiento de la pluralidad convergente como única posibilidad de ser… las convergencias resultan un proceso largo, penoso, con avances, estancamientos y aun retrocesos, con contradicciones, pero que finalmente van asegurando tanto la acumulación de fuerzas populares como la constitución orgánica del instrumento revolucionario que derroque la dominación y explotación capitalista…(45)
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El nuevo modelo que, sobre todo a fines del siglo XX, se viene gestando en América Latina, es el de una vanguardia construida por medio de convergencias que a su vez influyen las convergencias más amplias de partidos, movimientos y sectores en una lucha por la democracia en contra del imperialismo y por erradicar la explotación. Las coyunturas revolucionarias tampoco conducen necesariamente a la unidad, pero si propician convergencias que abren a procesos unitarios. (431)
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El sujeto social de los movimientos, por medio de las convergencias se constituye en el sujeto político que advierte formas de frente, de bloque social, y aun de partido unido. (431)
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El sujeto social más histórico, hará la vanguardia y de las hacia la construcción
el sujeto histórico en la tendencia del sujeto revolución… hacia la convergencia de la fuerzas que habrán la potencialidad de base del socialismo mexicano. (432)
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