Concurso microrrelatos 2013

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La verdad que escribir constituye el placer m谩s profundo, que te lean es s贸lo un placer superficial. Virginia Woolf

Para escribir s贸lo hay que tener algo que decir. Camilo Jos茅 Cela

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Cuando alguien descubre la lectura por placer alcanza ese estado de vivir muchas vidas en una misma. Leer se convierte en un momento apasionante del día o de la noche. Después aparece la necesidad de contarlo y comunicar con los otros lo vivido y aprendido. Los centros organizadores hemos querido hacer posible esa libertad de expresión. Organizamos este concurso entre nuestros alumnos para darles ese espacio para mostrar a los demás lo que sienten y satisfacer su necesidad de manifestarse. Agradecer la participación de todos y todas así como del jurado que nos permitió dilucidar premios entre la calidad que atesoran estas pequeñas historias personales o inventadas.

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“La tía esa” Era una señora que falleció y al cabo de un tiempo su figura se le representaba a un sobrino lejano. Ese niño lo pasó bastante mal. Un día salía para hacer un recado y al llegar al lugar dónde se le aparecía y que tanto temía le volvió a pasar lo mismo y en ese momento se armó de valor y le preguntó y le dijo algo que le asustó… Gracia Parrondo Álvarez.

“Lo que visto estos años en mi larga vida” ¡Así es la vida! Unas veces triste, Otras alegres, Es intentar ser feliz. Hasta aceptar la realidad Vivir sin mirar atrás O morir, esa es la verdad. El relato de lo que he vivido hasta hoy en mi larga vida. Isabel Zamora Jiménez.

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“La primavera” Qué alegría de ver las flores Tan bellas en este tiempo. La naturaleza rejuvenece Y los frutos estupendos. Lo produce para todo el mundo, Y que hay habitantes que por la Poca organización, se quedarán Con hambre… Señor te pido por el mucho Amor que nos tienes, Que acabes con las guerras, Que destruyen la naturaleza. Esas armas que matan al hombre que con ese dinero podrían comer donde hay tantas miserias. Juana Mª Fernández García

“Sorpresa real” Yo tendría seis años. Entre en una Iglesia habiendo terminado la misa y había dos señoras rezando, me arrodillé, hice como que rezaba pero no sabía, se fueron las señoras y me trasladé a otra capilla. Y cuál fue mi sorpresa que el santo me movió las manos y los ojos y salí corriendo no sé a dónde… Josefa Calvo Aguilar.


“Sin tiempo” Se llamaba María; tres hijos, su marido, harto de “ sin un adiós. todo se marchó EllaS limpia, cose, plancha. Allí donde hay un asomo i de trabajo está ella. María no sabe reir,”no le queda n tiempo”; no sabe vivir, no tiene tiempo”. Van pasando los días y las semanas, estas se hacen meses y, los meses años. Está triste, hay canas en sus tnegros cabellos, pero no le vé,”no tiene tiempo”. Nota i su cuerpo dolorido por todos los años de trabajo e acumulados en sus huesos. Sus hijos han crecido, se han marchado. Viven más m o menos bien. A ninguno le gusta recordar el p ni la tristeza reflejada en los ojos de su pasado, o cuando se fueron marchando. madre Sus hijos, su vida. Todo pasa ahora delante de sus ojos a cámara lenta. Tristeza, soledad, abandono. Y pasan los días… Pasan los años… A María se le acaba el tiempo Mª del Carmen Vargas de Castro Concurso de Microrrelatos 2013 6


¿Dónde está la felicidad? Le preguntaba un niño a su madre. - Mamá, ¿Tú sabes que es la felicidad y dónde está? - La felicidad es veros a ti y a tu hermana cada mañana, veros crecer, poder caminar, mirar por la ventana y ver la lluvia caer, llevarte al parque y verte correr, saber que siempre que me pidas algo para comer te lo podré dar, que tenemos un hogar confortable, que las personas que quiero están bien…

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¿Tantas cosas mami? Si mi vida… y muchas más, pero a veces, pero a veces más de las que debería. Vamos tan deprisa por la vida que no vemos las pequeñas “grandes” cosas que dan la felicidad. Las personas tendríamos que dar gracias por todo lo bueno que tenemos y no lamentarnos tanto por las cosas caras – aunque sin valor- que no tenemos. Solo tenemos que mirar en nuestro interior para encontrar la felicidad. Mami, ¿me dices que son los pensamientos? No, mi niño. Eso es mejor que lo dejemos para otro momento. Corre y llama a tu hermana que se ha quedado dormida y ya llegamos tarde al colegio. Mª Carmen Íñiguez Gago


Aquella niña casi no fue al colegio. Tenía que trabajar, iba al campo a coger algodón y aceitunas y si no era la temporada tenían que quedarse en casa. Lavar la ropa a mano, hacer camas que le parecían enormes, fregar los platos subida a una silla ¡ja! cuidar a tres hermanos más pequeños, poner el puchero, freír patatas. Construyo un castillo imaginario en el descampado de al lado de su casa en donde ella era la princesa. ¡Ay aquella niña que no sabía peinarse… y pese a todo fue feliz! Ana Moyano Romero

“Tu sonrisa” Me diste luz y esperanza a mi corazón. En cada sesión sacabas la mejor sonrisa de él. De su pálida y blanquecina cara se revelaba la ilusión de luchar por la victoria. Brillaban sus ojos y de sus labios manaba una sonrisa, fruto de la esperanza atesorada. Cuando le acariciaste el pelo te llevaste un mechón diciendo con sorna “esto fuera todo, qué te quedaras a la moda” Se me partió el corazón. Al salir y con sonrisa especial me susurraste “todo va a ir bien”. Con lágrimas en los ojos confié en ti. Ya son tres primaveras. Gracias a ti, la visita a oncología se hace un camino lleno de ilusión por sentirse vivo. Natividad Amaya Iglesias Concurso de Microrrelatos 2013 8


“Las dos hermanas” El relato de dos hermanas d 9 y 10 años vivían en una casa en el campo. Detrás de la casa había un eucalipto muy espeso y alto. Las noches que estaban lluviosas su padre iban con un candil y una escopetilla de plomo y le decía venir conmigo pero no hacer ruido. Cogían muchos pajaritos y al otro día tenían para comer pajaritos fritos. Otro día pasó otra historia: A estas dos hermanas sus padres tenían una piara de pavos y ellas se encargaban de sacarlas para que comieran y corrieran por medio de una algodonera. Una vez vieron a los pavos hacer un coro y se dijeron una a la otra: hermana, mira los pavos están todos reunidos, cuando se acercaron a ellos había una liebre. ¡Hermana, vamos a cogerla! Y verás la alegría que se van a llevar nuestros padres. Ellas no sabían que la liebre iba a defenderse como pudiera. Una la cogió por las manos delanteras y otra por las patas. Al final tuvieron que soltarla porque arañaba por todas partes. Gracia Ávila Macías


“Pedrito y su borriquillo suspiro” Es una historia lejana pero nunca la olvide, trabajábamos en el campo varias familias unidas. Pedrito era un niño de cinco años de edad, vestía ropa muy humilde pero era un buen chaval. Pedrito con su borriquillo no dejaba de jugar. Un día fueron los “dueños de la finca para un buen día pasar, jugaban con el borriquillo pero a él ni se acercaban a jugar. Pedrito se sentía triste y se empezó a retirar, se fue corriendo para ver a su madre lavar. Su madre lo notaba triste porque los niños con él no querían jugar, pero su borriquillo suspiró se fue corriendo detrás, a Pedrito se le alegró el corazón y empezaron a jugar. Su madre estaba en el rio para su ropa lavar.

“El móvil”. Suena el móvil. Contesto: -Hola, ¿quién es? No lo sé, suelto el móvil. Vuelve a sonar, cojo el móvil: -Hola, ¿quién es? No lo sé. -¿Es un cachondeo, no? ¿Cómo te llamas? No lo sé. Si tú no sabes cómo me llamo… Adivínalo. Josefa Calvo Aguilar 2.

Rafaela Buiza Fernández Concurso de Microrrelatos 2013 10


“Una locura cualquiera”. Como no quererte señora si es que te tengo que querer. Sé que hubo muchas personas que estuvieron a tu lado para verte, para mirarte, para volverte a ver. Pero hubo una persona que cansada de verte siempre con lágrimas, cogió un pañuelo de seda, se fue contigo y quiso para siempre secarlas. Tantas veces te dijo: “Vámonos con ella al cielo”, que una tarde de calor se fue contigo para estar siempre a tu lado. Esto es una historia verdadera. Josefa Sánchez Ballesteros.

“El vaquero descuidado”. Era el niño que guardaba vacas en un pedazo de tierra que tenía junta y allí pastaban las vacas, pero eso estaba rodeado de sembrados como pimientos, maíz, trigo, habas, tomates y melones. En todos los sembrados se metían las vacas por descuido del vaquero y todas las orillas de los sembrados estaban comidos. Todos los días su padre le pegaba una paliza. José Parrondo Álvarez. Concurso de Microrrelatos 2013 11


“En el mercadillo”

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Dos señores están coincidiendo en un viaje programado, con personas de diversos lugares, por una ruta de la Mancha. Los días que en el programa comenzaban diciendo: “Por la mañana Tiempo Libre en…” andaban un poco por las calles del pueblo y de vez en cuando entraban en un bar a tomar un vino. Ya era la hora que les había dicho el guía, ya habían visitado algunos templos de Baco. Para llegar al lugar indicado, tenían que recorrer el mercadillo semanal y en esto estaban, cuando el señor de origen gallego, se detiene y frente a una joven que no paraba de pregonar:” ¡Señores, míren, vean compren estos hermosos melones! (las cestas contenían ocho o nueve grandes melones) le dice: ¡Te compro una cesta si me la llevas a casa! Si me da su dirección, en un momento allí estará – dijo la joven. En un momento (responde sonriente el señor gallego), serán varias horas porque la dirección es Vigo. Mudó la cara de la joven y pasó un instante y, seriamente dice: Pues me pone usted un taxi. Llegarías antes que yo a mi casa, respondió el gallego. Nos quedan varios días por estos bonitos lugares. Quién me acompaña, tampoco es de aquí, es Concurso de Microrrelatos 2013 12


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de la costa, pero opuesta, de Almería. No te enfades mujer, solo ha sido una broma. La joven recuperó la sonrisa y los dos señores siguieron andando hacia el autobús que ya venía y que les estaba esperando. Joaquín Ramírez Prieto

“El campo”. Yo he estado en el campo de mi hija. Allí hice unas gachas y una tortilla. También estuve en la cocina fregando. Vimos una película que hizo mi yerno Eugenio. Lo pasamos muy bien. Manuela Cornejo Fiori.

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“EL color del cristal” Pasada la mala racha ya estoy aquí de nuevo, radiante como la estrella polar de los mares de los descubridores. Me sacudo el polvo del camino y como si nada hubiera pasado desando el errado camino llevando conmigo la experiencia y sigo tenaz por el camino del optimismo. ¿Creías que podrías conmigo? ¡Ja! Produce una enorme alegría ver que se puede avanzar si uno se lo propone de verdad. Todo depende del color del cristal con el que se mira. ¿Por qué siempre pensamos que las cosas no tienen solución?

Cada día hay más razones para seguir luchando por una sociedad más justa, más igualitaria. Diferente a esta en la que nos ha tocado vivir. Lola Carrión Núñez

“A mis años”. Hoy me he mirado en el espejo y ¡Cuántas arrugas tengo! Cada una es un sufrimiento. ¡Qué vieja me estoy poniendo! Es por fuera, no es por dentro… Mercedes López Bernal.


“El sueño de Lyon” Siempre lo deseó. Pensaba cómo y cuándo echar a volar; pero no sabía cómo. Fue pasando el tiempo hasta que un día, tomando de su bolsillo aquello que tanto tiempo llevaba con él y no se atrevía a usar, logró hacer realidad su sueño. Voló y tanto le gustó, que ya lo hacía cada día, y cada vez más lejos eran sus vuelos. Muchos años pasaron así; volaba continuamente, pero también se perdía el resto de cosas que la vida le ofrecía y en su fantasía no veía. Lyon se convirtió en un hombre maduro y solitario; ya no quería volar, solo deseaba vivir algo nuevo pero era tarde, pues un día se durmió volando y ya no despertó. Fermín Samaniego Villar

“Vieja chuchurría” Un día fui al río. Ayer me asomé a la puerta y me dio miedo. Yo no me asusto pero me dio miedo la luna. Yo no he ido a la Semana Santa porque yo no he tenido quien me diga nada. Titulas achuchurría biega. María Valerio Piñero.

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“Esta es la historia de Pedro” Pedro era un hombre alto, delgado, de unos ochenta y dos años y apenas tenían canas. Su nivel de conocimiento era bastante aceptable y su memoria inmejorable. El hombre había enviudado hacía ya varios años y la melancolía hacía mella en su estado de ánimo. De su matrimonio tuvo dos hijos Antonio y Mercedes. D. Pedro había trabajado muy duro desde joven y pudo amasar una buena fortuna. Un día de los pocos que coincidieron los hermanos en casa de D. Pedro, se propusieron enviar a su padre a una residencia, Antonio, su hijo tenía pensado decirle: - Mi trabajo me ocupa muchas horas y los fines de semana lo necesito para mi familia. Mercedes le diría que tiene que cuidar de sus nietecillos y de su marido enfermo. Una vez le dejaron caer a su padre estas excusas, le pintaron de color de rosa lo bueno de vivir en una residencia: Ofrece prestaciones de muy buenas calidades, salones comunes, dormitorios compartidos para que no te encuentres solo por las noches, medico, fisiterapeuta, etc.… Los domingos sacan a los residentes a tomar el sol, el personal que trabajaba allí, está muy preparado y además son muy cariñosos.

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Otra de las buenas cosas que tiene la residencia es que se encuentra a medio camino entre el domicilio de mi hermana y el mío y así podremos visitarte a diario. ¿Qué te parece? Hijos, yo sé qué ustedes lo hacéis por mi bien y lo que hayáis pensado está bien. Dos semanas después, Pedro estaba en la residencia Cruz Blanca. Las primeras semanas le visitaban por la mañana y por la tarde, al cabo de un mes sólo dos días y no habían transcurrido más de dos años del ingreso en la residencia de D.Pedro cuando una grave crisis económica sacude el país. Los hijos unen de nuevo para convencer a sus padre para que les de poderes para administrar todos sus bienes. Papá aquí no te hace falta de nada y tú ya estás mayor para gobernar las haciendas si te hace falta de algo, mi hermano y yo te lo ponemos. Tú sabes que te queremos mucho. Sí que lo sé, pero resulta que hace algo más de un año , todos mis bienes los doné a esta residencia, la que ustedes me aconsejaron y en la que había unos trabajadores muy cariñosos, tanto es así que los quiero más que a mi propia familia. Besó a Mercedes en la frente y se marchó. Concepción Sánchez Bohíguez Concurso de Microrrelatos 2013 17


“¿Miedo a la libertad?” Un día de verano mi padre, cansado de mi insistencia por tener una mascota, se presentó en casa con un conejo blanco. Lo trajo en su jaula y con su comida (y puse cara de pocos amigos, pues no quería un conejo osta…). A la mañana siguiente al ir a la piscina, me acerqué y lo vi arrinconado, temblando, (pensé ) decidí abrirle la puerta, pues vivía y vivo aun a las afueras de Carmona. Regresé a casa al atardecer (después de ensayar en la banda de música CIUDAD DE CARMONA en la cual tocaba la tuba) y me lo encontré como lo dejé, pegado a los alambres de su jaula y temblando, de susto, miedo, no se…. Por lo que se podría encontrar fuera de su jaula …………………… con los años crecí, me formé, me casé, leí, estudié , sigo estudiando y aun no entiendo a mi antigua mascota, pero la recuerdo, pues gracias a ella, puedo presumir de LIBERTAD. NO TUVE…… NO TENGO ………….NO TENDRE ………………MIEDO Demetrio Saaz De Los Santos

“Entre dos aguas”. Hay dos caballeros que se tiran unos a otros y a mí me meten por medio para que yo les diga cosas… Carmen Dios Moral. Concurso de Microrrelatos 2013 18


“El cine”

“El primer beso nunca se olvida”

El día siete de marzo fuimos a Carmona a ver el cine. Tomamos café y me puse contenta porque hacía veinte años que no iba al cine. Carmen Márquez Navarro.

Hace mucho tiempo dos niños muy pequeños que se gustaban mucho comenzaron a salir. Les encantaba mirar la luna cogidos de la mano e incluso el niño, armándose de valor le dio un beso a la niña. Esto los dejos marcados a los dos para siempre. Después de aquel beso la distancia y el tiempo quiso formar parte de ellos, fueron creciendo y tomaron caminos diferentes. La luna era la que les hacia recordar aquel bonito beso. Una noche de luna llena el destino quiso juntarlos de nuevo en un barco. Ambos salieron a proa a mirar la luna y se encontraron. Sin darse cuenta estaban continuando aquel beso que se dieron cuando eran pequeños. Desde ese momento supieron que su amor duraría para siempre. Rubén Alcántara Vázquez


“A la vuelta de la esquina” Se lo encontró de nuevo después de aquella noche y aquel mensaje, a la vuelta de la esquina. La saludó como si nada, siempre lo hace. Le siguió hablando, como si no hubiese pasado nada después de lo que le dijo aquel día en ese mensaje. El sigue igual que siempre con su vida y ella no quiere volver a recordar mas esos días hablando con él hasta las tantas y aquella noche a la que sigue aferrada por todo lo que pasó. Pero después de ese día en el que lo vio, ella cambió y no quiso seguir igual. Empezó a olvidar el pasado, vivir el presente y mirar hacia el futuro para volver hacer ella misma de nuevo. Entonces fue cuando volvió de nuevo el amor a ella para hacerla inmensamente feliz. Porque la vida es muy corta para seguir pensando en aquellas personas que ni siquiera merecen ser un problema en tu vida. ¡¡SONRIE!! Mª Carmen Herrería Álvarez

“Una historia real”. Mi madre estuvo tres años sola y estuvo trabajando más que yo para darnos de comer a mi hermano y a mí. Mi hermano tenía cuatro años y yo cuatro más que él. María Dulce Nombre Extremera Castro.


“El pejiguera”. Rafael se mete mucho conmigo pero yo lo echo a cachondeo y todos nos reímos con él y así pasamos el rato. Manuel Rodríguez Nieto. Como todos los días Pedro apuró el vaso se dirigió al mostrador, pidió una botella de vino, pagó con unas monedas y se marchó tambaleándose. Ya era noche cerrada y dirigió sus pasos hacía su cabaña que quedaba albo lejos de la aldea. Poco antes de subir de la aldea dio un traspié y cayó de bruces contra el suelo menos la botella que no se rompió. Se sentó en un banco con mucha dificultad, y esperó un buen rato hasta que pudo reanudar su camino. La brisa fresca de la noche acariciaba su rostro. Según caminaba recuerdos del pasado llegaban a su cerebro haciéndole sentir angustia y ansiedad. Sacó la botella, la destapó y echó un largo trago, a continuación la lanzó lejos haciéndose ésta añicos. Siguió caminando mientras un torrente de sentimiento invadía todo su ser. Volvió a sentarse contemplando la luna; Ya no pensaba, solo sentía. Antonio Vega Montero Concurso de Microrrelatos 2013 21


“Una tarde en el parque” En ese breve espacio de tiempo en el que se mezclan la luz del atardecer frío de diciembre con el trino de los pájaros que vuelven al abrigo de su nido, Antonio se sentaba, cada tarde, en ese banco que daba cobijo a su soledad desde la muerte de su compañera de vida Carmen. Con la mirada perdida, aparecían imágenes que le hacían sonreír y llorar por las vivencias junto a ella. Cuando su alma aleteaba como mariposa por los recuerdos, alargaba su estancia hasta que el frío recordaba su ausencia. Una tarde se quedó dormido, soñando como su “sevillana” le besaba los labios resecosos por la edad y depositaba una rosa blanca en su regazo. El guarda que cerraba el parque le despertó suavemente. Cuando se disponía a andar arreglando su viejo abrigo le dijo: “Oiga señor no olvide esa flor blanca que se le ha caído”. David Roldán Sánchez

“El rodeo” Fui por el puente y estaba cortado así que cogí por Tocina y al volver ya se podía pasar y me vine por Alcolea. PRA. Concurso de Microrrelatos 2013 22


“Dulce amanecer” Abrí los ojos después del sueño reparador de toda la noche. La luz blanquecina que entraba por la ventana cegó mi mirada, m estremecí en la cama intentando hacer balance de todo lo sucedido: la angustia, los miedos, la ilusión, el desconcierto… Unos meses en los que la impaciencia inundó nuestras vidas. Mientras revivía momentos en los que los sentimientos estaban a flor de piel, un aroma dulce embriagó mis sentidos. Decidí acercarme al lugar del cual provenía el olor, embaucaba por el acaramelado ambiente, no pude resistirme a acariciar su aterciopelada y sonrojada piel. Sus ojos brillantes me miraban penetrantes a través de las largas pestañas que abanicaban su mirada. Comencé a tararear una alegre canción de cuna y no pude oponerme a su encanto, acurrucándolo entre mis brazos. Después de nueve meses en mi vientre estaba completamente segura de que jamás nada ni nadie conseguiría romper ese fuerte nexo de unión. El me miraba sonriente al escuchar la melodía que salía de mi garganta y yo le respondía la sonrisa con guiños y carantoñas. Antes de lo que hubiera imaginado jamás, ese lazo que nos unía había conseguido evadirme a un mundo de felicidad plena en el que solo estábamos Manuel y yo, mi pequeño Manuel. Eva García Rodríguez Concurso de Microrrelatos 2013 23


“El hombre de la capa” Nos remontamos a los años sesenta, años en los que la principal protagonista era necesidad: hambre, salud… La historia que vamos a contar tiene un protagonista, que responde al nombre de: el hombre de la capa, así era como lo describían la gente de su alrededor, era un mendigo de apariencias discriminatoria, higiene, hambre, amor… Debajo de esa capa de aspecto sucia y con remiendos, guardaba un gran tesoro… El hombre de la capa iba a pueblos de alrededores para poder mendigar y así sacar unas monedas para poder sobrevivir, porque así era como se vivía en aquellos años, no se vivía si no intentaban sobrevivir, a los años que les habían tocado vivir. Pasado el tiempo el hombre de la capa muere, en la soledad, ignorado y sobre todo rico. Su capa fue a parar a un escampado, unos perros jugando, descubrieron el tesoro que escondía, en cada remiendo había un fajo de monedas, testigo de ese espectáculo había un compañero de viaje de vuestro protagonista, un mendigo mas, que corrió y cogió todas las monedas que a su amigo había ido ocultando día a día en su vida. No es más rico quien tiene más sino el que sabe como tenerlo… Romualdo Peña García Concurso de Microrrelatos 2013 24


“Ella sola vino” He comprado un poni y viene a la medida. Rafael Fernández Villalba.

“El concurso” Hubo un concurso en el que dijo el maestro que teníamos que hacer un microrrelato. Todos en la clase no teníamos ni idea de que teníamos que hacer. Todos lo hacíamos a la ligera y hartándonos de reír. Todos lo hicimos por pasar un buen rato. Antonio López Jiménez.

“Un día más” Por fin he llegado a casa, trabajo y estudios han robado el día. Aunque estoy cansado, en la empresa apenas si había faena, la regulación de empleo propuesta por la dirección volvió a tenernos ocupados. Enciendo la televisión y nada ha cambiado, dan las mismas noticias que ayer, las cifras de desempleo, desahucio y corrupción mantienen el protagonismo. Mi mujer me espera para cenar. Los peques cenaron temprano, juego un rato con ellos y con un beso los llevo a la cama. Mañana volverá a salir el sol y será otro día. Juan José Roldán Roldán Concurso de Microrrelatos 2013 25


“La despedida” Samanta se había enamorado de Miles por su nombre, del latín, soldado. Y esa noche sería su primer encuentro después de ocho años. Pero no acudiría sola, su amor, Patricia, la acompañaría. Ésta había escuchado el mensaje en que se citaba y, con lagrimas en sus ojos, pasarían sus últimas horas juntas. Ambas lo hacían todo juntas, y esa misma tarde el equipaje lo prepararían juntas, porque Miles era inglés y venía a separarlas. Pero no habría besos ni caricias, porque Patricia se alejaba de Samanta. Piel, tacto, boca, gusto, ojos, vista, susurros, oído y perfume inundando su habitación por última vez; “vergissmeinnight” Hora y lugar. Los tres puntuales. Samanta quería abrazar a Patricia, pero Miles la alzó en brazos. A la misma altura, el llanto de su madre advirtió Patricia. Y Samanta, besando a su hija, vio como su ex marido le arrancaba el corazón y se alejaba, junto al ruido de las ruedas de la maleta. Aturdida, Samanta volvió a su pasado, su casa inhabitada, tras perder la batalla. Y al cruzar la calle, distinguió la sombra de su rival amado, tan brillante como las luces de los coches que disparaban su felicidad. Lidia Castillo Rodríguez Concurso de Microrrelatos 2013 26


“Suerte y tragedia” Era un catorce de febrero cuando el amor me sonrió pero esa misma noche una tragedia me lo estropeó. Francisco Javier Jordán Vázquez.

Otoño; Sensaciones en la plazuela Quiero evadirme en mi plazuela, deambulando hacía su cobijo voy a refugiarme en un escenario apasionante, árboles llorando sus hojas, sobre mí un cielo de un azul celestial, que a su vez está en completa armonía con el amarillento de las hojas que arropan este rincón. Mis ojos embriagaos de tanta belleza, visualizan la maravillosa vista, parcelas coloridas asimétricas, y un toque inmaculado rodean mi plazuela. Bancos que parecen de plata apoyados en un manto color de oro, de regreso a casa en mis retinas aun llevo grabada esa maravillosa imagen, de repente mi silencio es interrumpido por el crujir de la monumental alfombra de hojas secas que llevo a mis pies, y mi mente viaja otra vez a mi plazuela, nuestra plazuela. Inmaculada Moyano Castro

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“La resbaleta”. Una niña de nueve años se cayó de una resbaleta bastante alta, en esa caída la niña se dio un buen golpe en la cabeza y perdió el conocimiento durante unos minutos. Fue al consultorio médico de su pueblo y la mandaron al hospital, allí le subió la fiebre y estuvo dos días ingresada en observación y al tercer día fue dada de alta. Cassandra Martín Palomo.

“Mi pequeño gran amigo” Fue hace muchos años, una fría y lluviosa mañana de un crudo invierno, en una calle cualquiera, allí lo encontré.

Tiritaba y gemía dentro de la caja de cartón donde lo habían dejado como a unas botas viejas, abandonado a su suerte, sin comida y bajo aquella fría lluvia. Lo llevé a vasa y pronto se convirtió en el guardián de mi hogar, la alegría de mi esposo, el juguete más preciado de mis hijos y un compañero inseparable en mis largos paseos por el parque. Precisamente allí. En el parque, fue donde empecé a sentir aquel dolor que mi oprimía el pecho. El se quedó a mi lado hasta que llegó la ambulancia. Después de cuarenta y cinco largos días en el hospital, mi corazón dejo finalmente de latir. Varias semanas más tarde, mi pequeño gran amigo aún sigue en la puerta del hospital. Incansable y fiel, espera verme salir para pasear juntos otra vez. Carmen Gago Fernández Concurso de Microrrelatos 2013 28


“Tú, nuestra pequeña” Para ti, mi princesa, la que nos hiciste sentí una punzada en el corazón cuando nos dijo tu mama que te esperaba; la que llenaste nuestras vidas de gozo en el mismo instante en que te vimos y aún no estabas formada. Tú, la misma que nos hace ver que ha pasado mucho tiempo y que nos hace ver que ha pasado mucho tiempo y que nos hacemos mayores; esa pequeñaja que ha marcado nuestras vidas en un antes y un después. Si tú, la que este año hace su primera comunión y en este mismo instante te he visto vestida de blanco y he sentido la misma sensación que aquel día en el que oí tu nombre por primera vez Creo que ha sido una de las cosas más maravillosas que nos ha pasado en la vida porque no perteneces tan solo a tu mamá, si no que nosotras también tenemos un pedacito de ti, un pedacito que queremos tener siempre. Tú, nuestra pequeña, vas a vivir un día tan especial que vas a recordar siempre y en el que nosotros estaremos en todos tus momentos felices y por qué no, también menos felices. Te quiero. Araceli Velázquez Jiménez


“El pueblo”. Un día me levanté aburrida y me puse a dar vueltas por las manzanas de mi pueblo. Beatriz Márquez Castaño.

“Sin prejuicios y sin perjuicios” Erase una vez una adolescente a la que la familia y la sociedad en la que vivía le intentaron inculcar que encontraría al típico príncipe de los cuentos, alguien con quien compartiría tu vida, tener hijos y un largo etc.… Desde pequeña le indicaron cual era el rumbo que debía tomar para corresponder a cánones preestablecidos para todos y así no la vieran como a un bicho raro. NO entendían que había personas que no quisieran casarse o tener descendencia. “Te quedarás para vestir santos”. “Se te va a pasar el arroz” le decían constantemente. Al ir creciendo acabó respondiendo “Bueno ¿y si no me gusta el arroz y decido comer garbanzos…? Quizás y sólo por eso, no perjudico a nadie. Mª Carmen García Zafra Concurso de Microrrelatos 2013 30


“Sin oscuridad” La oscuridad es algo que nos da miedo. La oscuridad nos puede hacer sentirnos mal, tensos, asustados y sin capacidad de pensar claramente cuando estamos en ella. Hay que pensar que la oscuridad es parte de nosotros y de algunos animales que cazan y se refugian en ella. Si la puedes evitar, evítala. No sabes lo que puede estar acechando en ella. Mª Ángeles Rey Morano

“Sin título” Había una vez un FIN. Fátima Motera Bravo.

“Ella y yo” Desde que la vi sabía que nos íbamos a llevar muy bien e incluso a querernos. Ella me quiere mucho más que yo a ella. Cuando llego tarde se mosquea mucho y comienza a ladrar para que la saque a mear. Francisco Serrano Romero. Concurso de Microrrelatos 2013 31


“Manicomio”

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Uno que fue al campo y encontró unas cabrillas, se las llevó a casa y al día siguiente se encontró a un amigo y le dijo: - Manuel me he encontrado unas cabrillas. - ¿Y te las has comido? No, las he metido en el corral para que se reproduzcan y den leche. Encarnación Piñero Jiménez.

“Tras el Desengaño” ¡La vida! Qué tesoro más preciado y que castigo al mismo tiempo. Sin apenas conocerla nos adentramos profundamente en ella como si de un bello camino se tratara. Intentamos recorrerla sin cometer fallo alguno, pero el mayor error de todos es vivir sin reconocer un fallo. Humildad, que gran palabra. Qué actitud tan sencilla y grandiosa a la vez a pesar de su enorme ausencia entre nosotros. La virtud que lo dice todo sin decir nada, que es tímida y callada, amplia y poderosa, pero tan escasa… Cuando la humildad te falte te faltaran todas las virtudes, porque ella es la base donde las demás descansan. Entonces mira hacia atrás en tu camino, recógela de donde la dejaste caer, ponla en tu corazón, respira… y camina. Fernando García Acacio


“El Ejército del Mal” Corría el rumor, que un grupo bastante numeroso de guerreros, capitaneados por un sangriento bárbaro, venían arrasando pueblos y aldeas desde el norte. Incendiaban, mataban y violaban a su paso, no dejaban nada en pie solo sangre, muerte y desesperación. Las aldeas, tan solo defendidos por agricultores, eran presa fácil y sus habitantes se marchaban antes de que el ejército del mal llegara. Esta mañana, a la salida del sol Ulrich, el bárbaro, se disponía a asaltar la enésima aldea. Todo se veía tranquilo, pero aunque él no lo sabía, algo había cambiado. Quiso entrar pero, en las empalizabas estaba todo el pueblo, hombres, mujeres, ancianos y niños plantando cara al invasor con palos, piedras y cualquier herramienta útil. Los bárbaros se vieron sorprendidos por tal hazaña, y presas del factor sorpresa, fueron exterminados para siempre. Nunca se debería menospreciar a un pueblo unido. Magdalena Szczesnowska

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“Más vale lo malo conocido….” Me siento cansado y aburrido, hoy no tengo ganas de seguir aquí, puede que me vaya, aunque no lo sé seguro, ayer me sentía inquieto, no encontraba la forma de sentirme cómodo, puede que haya llegado la hora de salir y enfrentarme a lo que me espera, he pasado los mejores momentos de mi vida aquí, y siento que fuera todo será más difícil, pero debo enfrentarme a mis miedos. Se acabó, me iré ahora mismo. Me acerco a la salida, pero se me hace tan difícil que se me van las ganas de intentarlo, no recuerdo como llegué aquí, pero seguro que no pude entrar por ahí. Ese túnel es tan estrecho que me están entrando ganas de irme. Si aquí dentro no me falta de nada y no tengo que preocuparme por mis necesidades. Algo me empuja hacia fuera, puede que mis ganas de salir, ya empiezo a ver algo de luz, pero aún está lejos. ¿Qué haré cuando salga? ¿Estará esperándome alguien? ¿Quizá el que me metió aquí? No debo preocuparme ahora por eso, no debo gastar mis energías asustándome, cuando llegue al final me preocuparé pro eso. Ya casi estoy, ¡Dios mío que nerviosos me siento! Alguien tira de mi, casi me hace daño. Cierro los ojos y noto como salgo del túnel, tengo miedo. Cuando abro los ojos la luz me ciega, hace tiempo que vivo casi entre tinieblas y todo es un poco confuso, estoy un poco asustado, no sé donde me encuentro, no veo nada, bueno algo sí. Me pica la

Concurso de Microrrelatos 2013 34


nariz y la boca, me siento sucio y tengo frío. ¡Estoy desnudo! Lo siento, el estrés me va hacer llorar. Enhorabuena señora ¡ha tenido usted un niño precioso! Mª Carmen Rodríguez Sánchez

“La Esperanza” Todos esperaban el momento después de una eternidad esperándola. La vi cruzar un gran río que nunca duerme. Después de unas horas de satisfacción volverá a su templo y de nuevo otro año de espera. Juan José Gómez Romero.

“Talegazo”. Era un Domingo de Ramos cuando estaba en un bar, de repente se encontró flojo, salió a la puerta, pegó dos tambaleones con la mirada nublada y se levantó con toda la barbilla rajada. José María Moreno Reyes. Concurso de Microrrelatos 2013 35


“La política”. La vida es un negocio gobernado por la gente de poder. Lorena Alonso Moreno

“La locura”. Mira dentro de mis ojos y verás… Lo que significas para mí. Mira en tu corazón y me encontrarás allí. Susana Luna Olivera.

“Dos tortugas” Dos tortugas nacieron en la arena y hacia la playa fueron. Al ser tan pequeñas viajaban en las algas para poder descansar del largo viaje, ocultándose de las grandes peligros, y se orientaban por las corrientes marinas. Llegaron a visitar mares helados, aguas tropicales… Al hacerse adultas volvieron al lugar de nacimiento para poner huevos en la playa. El entorno había cambiado aunque la playa era la misma y, de nuevo el ciclo de la vida continuó. Mª Gracia Valencia Pérez Concurso de Microrrelatos 2013 36


“Málaga del siglo XlX” Vivo en Málaga, cerca de mi casa están construyendo una plaza de toros, creo que se va a llamar “la Malagueta”. Me voy a trabajar con mi bicicleta, está un poco destartalada, pero es la que tengo, con lo que ganamos mi marido y yo no podemos permitirnos mucho. Pedaleando hasta la fábrica donde trabajo, paso por las bellas calles de Málaga, aunque se ven muchas chimeneas humeantes de las fábricas. Paso por la calle Alcalde Sebastián Sovirón Torres futura calle “Larios”, veo al vendedor de chumbos, a veces me compro uno porque me encantan, y salgo un poco de la rutina de comer gachas de harina y patatas cocidas. Trabajo en una fábrica textil llamada “La industria Malaquería S.A” propiedad del marqués Martín Larios. Los Heredias y los Larios han convertido Málaga en el segundo centro industrial de nuestro país. Manuel Agustín Heredia fundó la ferrería “La Constancia” a la cabeza de la producción nacional de hierro. Las fabricas son inmensas, constan de varios edificios, hay maquinas de vapor, telares mecánicos, maquinas de cardar, etc.… Manuela Castro Sánchez Concurso de Microrrelatos 2013 37


“Carmona” Un día me desperté; y me dije hoy voy a dar una vuelta por mi pueblo. Aún era casi de noche y empecé mi andadura por las calles del casco antiguo, cuando llegué cerca del parador veo un muro de piedra donde me senté a descansar. Mirando al frente veo una luz rompedora que impregna la vega y a su vez sus blancas casas. Conocedora de muchas civilizaciones, las cuales han dejado sus huellas en las estrechas calles serpenteadas de mi Carmona. Mª José Torres García

“El caracol y el rosal” Había una vez… … una amplia llanura donde pastaban las ovejas y las vacas y del otro lado de la extensa pradera, se hallaba el hermoso jardín rodeado de avellanas. El centro del jardín era dominado por un rosal totalmente cubierto de flores durante todo el año. Allí en ese aromático mundo de color vivía un caracol Con todo lo que representaba su mundo, a cuestas, pues sobre sus espaldas llevaba su casa y sus pertenencias. Se hablaba a sí mismo sobre su momento de ser. Amparo León Domínguez Concurso de Microrrelatos 2013 38


“La enfermedad” Había un niño que tenía una enfermedad y otros cuatro o cinco chavales le tiraban mucho al pequeño niño. Ellos eran muy flexibles y se subían por las paredes pero ese pequeño tenía mal el corazón y un día se montó en un árbol porque los amigos se lo dijeron. Al chiquillo al subirse al árbol le dio un infarto y se lo tuvieron que llevar para el médico inmediatamente. A la pobre madre le dijeron que el tratamiento que le hacía falta para no estar mal costaba mucho dinero, entonces los chavales se enteraron y para ayudarlos iban casa por casa robando para conseguir el dinero para el pequeño, así continuaba la película… Victoria Puppo Gómez.

“A mi Padre” Ya estás donde te gustaba, ya estás donde tú querías, bajo el puente de Triana, al ladito de tu Sevilla. Ya eres libre ojitos verdes, esos ojos que me regalaste, esos ojos verdes, a los que yo, tanto quería. Mª Carmen Torrecilla Martín Concurso de Microrrelatos 2013 39


“Oportunidad brindada” Siendo yo una joven, mi felicidad giraba en torno a la belleza, a pasear, divertirme era lo que más deseaba. Creía tener gran sabiduría y conocer el significado de palabras con respeto y obligación. Una noche, al quedarme dormida, algo especial mi mente experimento. “Abro los ojos” por segunda vez en mi vida y es cuando comienzo a ver. Me miro al espejo, tengo 25 años, ¿quién soy en realidad? No soy nada, soy insignificante, veo que solo tengo un gran corazón. Respiro hondo, mientras caen algunas lágrimas, pensando que lo único que deseo en ese momento, es ir a echar la solicitud de “ESA semipresencial”. Aprender y rodearme de la gente querida, sería el propósito para el resto de mi vida. Mª Carmen Santamaría Gómez


“Mis Margaritas” En mi azotea tengo una maceta de margaritas blancas con un botón amarillo. Son tan bonitas que hasta los gorriones se posan en la maceta. A veces creo que ellos y ellas están enamorados, pues se pasan mirando las horas muertas. Cuando se marchan los pajaritos, estos cantan incesantemente. Las margaritas se balancean y con este impulso dejan caer sus pétalos haciendo volver a los gorrioncillos con lo cual ellos se están quietas, dando la impresión que las miran amorosamente. A mi esta visión me infunde tanta paz que me relaja durante todo el día. Concepción Gómez Alcalde

Concurso de Microrrelatos 2013 41


“El anuncio” Soy inglés. Siempre fui un escéptico, por no decir incrédulo o desconfiado. Nunca dejé dientes al ratón Pérez ni galletas a los Reyes Magos, pero ahora me entran las dudas. Leí un breve anuncio en un periódico: “Talismán de la suerte, pídele dos deseos”. No sé cómo me decidí, pero llegó a casa en una cajita de cartón. Me senté junto a la chimenea y tardé en abrirla. Mi sorpresa fue ver una para de mono. Junto a ella un papelillo que decía:” Pídele el deseo en voz alta y frótala”. A pesar de mi innata incredulidad, algo se me removió en mí. Que podía pedir. Ya lo sabía, doscientas libras para la hipoteca. Se cayó al suelo y creo que se movió. A los dos días, vi por la ventana merodear un hombre. Llamó a la puerta… -“Vengo del seguro de su padre. Lo siento, lo aplastó una maquina en la fábrica. Tenga, su indemnización.” Pregunté, blanco: -¿Cuánto? - Doscientas libra. Caí al suelo. Me segundo deseo fue que alguien encontrara la caja debajo del puente de Londres. Manuel Martín Falcón


Ali y sus dos hermanas, Dhijan y Benjar, príncipes de un reino antiguo y mediocre. Ali, un mujeriego se entretenía con sus mujeres mientras que Shjan se provechaba del dinero, siendo el más fuerte de los tres, acumulaba odio sobre, Dhjan. Benjar lleno de rabia mató a su hermano y robo todo el reinado para imitar o intentar ser como Alí: un mujeriego. Alí siguió lleno de mujeres rogando que le dieran alguna de ella cariño, pero aburrido de perder el reinado y a su hermano envejecido, tras la mala natura. El pueblo reclamó a sus dos príncipes hermanos pero y el siendo un hombre de pobreza… Francisco José de la Piedra

Concurso de Microrrelatos 2013 43


Dos van el ave de Madrid- Andalucía y dice el de Madrid: -Me han tocado sesenta mil euros de extra. Soy presidente de la peña madridista, mi mujer presidenta de las amas de casa de Madrid y tengo un hobby; toco el violín. Mi violín es un Stradivarius y toco en la Almudena los domingos y mira si toco bien que cuando termino la virgen llora Dice el de Andalucía - Pues yo estoy tieso, soy presidente de la peña de dominó, mi mujer no para de rajar pero tenemos algo en común; toco el violín, mi violín no tiene marca, en la iglesia de mi pueblo pero mira si toco bien que cuando termino se baja el Cristo de la cruz y me dice “Manolo tu sí que tocas bien, no el desgraciado de la Almudena que hace llorar todas las semanas a mi madre. Eva Mateo Lirola

Concurso de Microrrelatos 2013 44


“La medalla” Había empezado la guerra. En la puerta de su casa, María miraba a David con lágrimas en los ojos. Era uno de los soldados que partían al frente. David, que adoraba a María la miraba y trataba de darle ánimos. -Cariño no te preocupes, volveré y nos casaremos, es más, te prometo que voy a ganar una medalla por mi valor y el día de nuestra boda la lucirás orgullosa en tu pecho. Transcurrieron muchos meses y María seguía esperando a David angustiada. UN día llegaron a sus oídos los acordes de una marcha militar, ¡eran los soldados que regresaban! María recorrió las filas de los soldados buscando desesperada a su amado, pero no lo veía. Pasó todo el desfile y ella se sentó en un banco. De pronto llegó a sus oídos un rumor, levantó la cabeza y distinguió una figura tambaleándose por el sendero, corrió emocionada hacia él y se fundieron en un fuerte abrazo. Pero David ya no era el mismo, estaba ciego. Con manos temblorosas sacó de su mochila y se lo dio a su novia. -Toma esta medalla. La he ganado por mi valor, la pena es que no podré verla en tu pecho el día de nuestra boda. Se abrazaron llorando pero felices al fin. Josefa Carvajal Martín Concurso de Microrrelatos 2013 45


“El destino” Hacía tiempo que Ana esperaba aquella oportunidad de cenar con esos estirados ejecutivos vacíos de alma, es decir, sus jefes. Pensaba opinar. Sí, no quería ser una mera acompañante. Esa seguridad en sí misma sería su primera imprudencia. Tras escuchar un buen rato la turbulenta conversación de sus compañeras de mesa, jalonada de sarcasmo y cinismo, Ana abrió la boca y dijo:” ¿No os dais cuenta de que así no es posible seguir, que esto se viene abajo?”. Y tras observar la estupefacción de las dos mujeres que tenía en frente, se preguntó si había dicho realmente aquellas palabras en voz alta o si había sido un pensamiento ruidoso. Ana cometió su primer disparate en muchos años. Sería el fin… o quizás no fue un error sino el principio de algo nuevo. Pilar Pernía Rodríguez

Concurso de Microrrelatos 2013 46


Era una persona extrovertida y nunca tuvo miedo ni preocupación por lo que el futuro le deparase. A los cinco años entró en los colegios de los PPFF. En dicho colegio le ocurrió lo que a miles de personas suele y él no fue menos, pues la mano de Dios cayó en su entrepierna y a raíz de ahí le cambió el rumbo de su vida pues supo distinguir entre la carne y el pescado. Ya a los 15 años más o menos, pues era más fácil entregarse al pescado que a la carne. El niño se hizo hombre, y la verdad que su físico y su cuerpo eran muy agradecidos y por donde iba dejaba huella. La vida le zarandeaba de un lado para otro sin rumbo fijo. Sus padres nunca fueron de gran ayuda y como no, el intentó quitarse de en medio tomando cantidad de barbitúricos que no llegaron a producir el total de efecto pues fue su padre el que lo despertó a tiempo y no se produjo dicho desenlace. A partir de ahí siempre supo lo que quería y fue feliz en su ambiente, eso sí, nunca con el apoyo de los suyos. PD Gracias a sus amigos de la pandilla él encontró la verdadera razón de vivir. Joaquín Mollá Díez Concurso de Microrrelatos 2013 47


“Vivir” Después de todo sé que nada es permanente, todo y va y viene, un día estamos aquí y el siguiente allí, hoy luchamos por algo, ese algo al que mañana no daremos importancia… Son tantas cosas las que la vida nos aconseja que resulta difícil decidir. Piensa, actúa, trabaja, guarda, respeta, ama, lucha,… ¡Madre mía! ¿Qué camino elegir? Si pienso mucho me volveré loca, si actúo la gente me juzgará, ¿trabajar para librarme de un futuro que quizás no llegue? Guardar, ¿para quién? ¿Para los gusanos? Respetar a aquellos que no se preocupan en ponerse en mi lugar. ¿Amar a alguien por el cual acabaré sufriendo? Luchar para gastar mis fuerzas en conseguir lo inconseguible… ¡NO perdona! Yo y solo yo, me encargaré de valorar cada instante que se presente, de vivirlo de la mejor o la peor manera pero sobre todo de disfrutarlo como si fuera el último. Elijo vivir y ser feliz. Gracia Rodríguez Nuevo

Concurso de Microrrelatos 2013 48


“El mosquito” La charca estaba verde y muy concurrida. Los juncos que la bordeaban servían como trampolín a la vida. El paso de las carretas molestaba la tranquilidad existente. En el camino dos piedras movidas aquella misma noche destapan la oscuridad. Amanece, regalo del rocío, unas lágrimas de vida, suenan como himno de gloria. Desde arriba las cosas se ven mejor, no me lo pienso, me elevo y hago una visita que me da vida, pero no les sienta muy bien. ¿Será por mi canto? Diviso otra charca de aguas limpias y cristalinas con mucha luz, una vegetación exuberante y un par de grandes ojos. Fernando Canales Fernández Concurso de Microrrelatos 2013 49


“Sentimiento cofrade” Con la llegada de la primavera, al pasear por las calles del pueblo se puede ver como se engalana y empieza a oler a incienso y es que es el comienzo de la semana grande para todos los cofrades. Esos cofrades que están todo un año preparándose, para vivir la llegada de la Semana Santa, la cual se vive con gran pasión e ilusión, por ver las imágenes de cada hermandad salir de sus templos, para recorrer las calles de nuestro pueblo. Empezando con la Cruz de Guía que es la que preside la cofradía, seguido de esos hermanos cofrades, vestidos con sus túnicas de nazareno, esos costaleros que levantan el paso de Cristo y de Palio, con entusiasmo, acompañados por las Bandas de música que van tocando sus marchas procesionales, poniendo los vellos de punta y lágrimas en los ojos de los cofrades y de todos los que escuchan y siguen con gran fervor esta magnífica Semana Santa. Yolanda Prieto Fuentes

Concurso de Microrrelatos 2013 50


“Un inculto sevillano” Paseando un buen día con unos amigos, por la ciudad de Sevilla, con unos turistas nos encontramos, los cuales nos preguntaron: ¿Cómo podemos llegar a un buen museo? Uno de mis amigos rápidamente respondió, sigan la avenida del Prado y enfrente de la Estación, lo encontrarán. Nosotros perplejos lo miramos y sin habla nos quedamos. Al rato fuimos nosotros quienes le preguntamos: ¿A qué museo los has enviado? Él seguidamente nos respondió, pues lógicamente los he mandado al Museo del Prado. Los turistas confusos y mareados quedaron, nosotros a carcajadas estábamos y nuestro amigo con cara rara nos miraba, sin saber lo que pasaba, hasta que la verdad del sitio donde estaba le contaba. David Pozo Salguero

Concurso de Microrrelatos 2013 51


“Madre” Alguna vez me he puesto a pensar… ¡que misterio es la vida!, acto hermoso entre una pareja que forma la vida de un nuevo ser. Vida que crece dentro de mí, que lo siento, que alimento, que me siento feliz al saber que dentro va a nacer. Experiencia maravillosa, dolor que se borra al verle por primera vez, tu hijo, al que cuidas, al que velas, al que proteges siempre o casi siempre. Estamos preparadas para darle la vida a un hijo, pero no lo estamos para la pérdida de éste, madres destrozadas por el dolor de la pérdida, sin rumbo, sin ilusión….pensando que un día volverá, como sería ahora su cara, su cuerpo, su sonrisa,… Ni los años olvidan, ni otros hijos, ni otras penas o alegrías, siempre te acompaña esa lágrima, así dispuesta, esperando para rodar por tu mejilla y tú pensando, que un día volverá y mientras, te haces fuerte, engañándote a ti misma hasta los días de tu fin. Dolores Núñez Osuna Concurso de Microrrelatos 2013 52


“Acto de fe” Mariano había sido desterrado de las profundidades marinas, por su desconfianza en los demás. Esto produjo un grave accidente, por lo que el rey de los océanos lo condenó a vagar por la tierra hasta que un ser humano al escuchar la historia lo creyera. En su largo caminar, aún no había encontrado a esa persona. Pasaban los años y todo seguía igual. Cansado de vagar se estableció en un pueblecito, allí hizo muchos amigos. Un día, estaban reunidos, se decidió a contar su secreto, pero como siempre pasaba, nadie lo creyó. Todos pensaron que se trataba de una broma. Desanimado, caminaba solitario, cuando se le acercó un joven, que le dijo que el sí le creía y le ayudaría. El joven le explicó que gracias a un acto de fe en él, la vida le había cambiado. Deseaba que la de Mariano también cambiase. Ana María Calderón Reyes

Concurso de Microrrelatos 2013 53


Concurso de Microrrelatos 2013 54


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