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DESTINY GOLD
NO HAY UN ACONTECIMIENTO DEPORTIVO EN TODO EL PLANETA QUE REFLEJE DE UNA MANERA MÁS FIDEDIGNA EL SACRIFICIO LLEVADO A CABO POR ATLETAS EN SUS DIFERENTES DISCIPLINAS PARA LOGRAR LAS ANSIADAS MEDALLAS DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS. ES EL TODO O EL NADA, CUATRO AÑOS EN- TRE CADA NUEVA EDICIÓN, EN LOS QUE EN POCOS DÍAS Y SEMANAS, SE VE REFLEJADO TODO EL ESFUERZO PARA LLEGAR EN LAS CONDICIONES PSICOLÓGICAS Y FÍSICAS ÓPTIMAS A LA CONSIDERADA, POR CASI TODOS LOS EXPERTOS, COMO LA GRAN CITA DEL DEPORTE MUNDIAL.
La leyenda de algunos deportistas se ha forjado en este gran evento, y sus nombres no dejarán de resonar entre los amantes del deporte por mucho tiempo que pase. Ahora los Juegos Olímpicos de París 2024 permiten a algunos de los atletas más brillantes del planeta escribir la historia y ser recordados por éxitos que siempre merece la pena volver a ver.
PAAVO NURMI
Este atleta finlandés es pionero en salir victorioso en unas olimpiadas. Paris, y el año 1924, forjaron su leyenda, convertido en el primer gran héroe del olimpismo. Su logro fue ganar cinco oros olímpicos en una misma edición, vencedor en las pruebas de fondo del atletismo tras llevarse el 1500, el 5000, la prueba por equipos de 3000 metros, la individual de campo a través y, a su vez, la de equipo en esta misma especialidad.
JESSE OWENS
Creía Adolf Hitler que la celebración de los Juegos de Berlín de 1936 debían suponer “un ejemplo para la sociedad alemana y el mundo de la fuerza y talento de la raza aria”. El dictador no contaba con la participación y el éxito del atleta afroamericano Jesse Owens, gran ejemplo en esa edición de cómo salir victorioso en la lucha contra el odio, dejando una de las mejores actuaciones de la historia tras conquistar los oros en 100, 200, 4x100 metros y en salto de longitud. Su nombre, tras estos logros, se convirtió, sin ninguna duda, en historia del deporte mundial.
EMIL ZATOPEK
“Una gesta para recordar siempre”. Así podría ser definida la actuación deportiva de Emil Zatopek, “la locomotora checoslovaca”, en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952. Setenta años después no se conoce nada parecido en esta cita, ni siquiera intentado por ningún atleta debido a su alto grado de perfección. En apenas una semana se proclamó campeón olímpico de 5000, 10000 metros y de maratón para convertirse en el fondista que más ha logrado dominar las pruebas largas a lo largo de la historia olímpica.
LARISA LATYNINA
Si hablamos de éxito femenino en los Juegos Olímpicos, ella es el mejor ejemplo. Larisa Latynina es la más laureada de la historia del olimpismo con sus actuaciones antológicas. Su “track record” deportivo consta de cuatro oros, una plata y un bronce en Melbourne 1956; tres oros, dos platas y un bronce en Roma 1960; y un oro, dos platas y dos bronces en Tokio 1964.
ABEBE BIKILA
Este es el primer atleta africano en proclamarse campeón olímpico. En Tokio 1964 revalidó corona o, mejor dicho, oro olímpico, para convertirse en el primer maratoniano en hacerlo. Se le recuerda además por una enorme gesta, con la forma de lograr su primer oro olímpico. La historia, a continuación: Roma, 1970. Bikila comprueba cómo las zapatillas que su marca deportiva le había preparado para la carrera no le resultaban cómodas. Dada la situación, no se le ocurre otra cosa que… ¡correr sin calzado la prueba más mítica del olimpismo! Por surrealista que parezca la situación, el exitoso resultado de dicha actuación es conocido, y es que nunca se sabe el camino que puede llevar al éxito, y la manera de lograrlo, por muy extravagante que parezca.
BOB BEAMON
El salto al éxito no lo dan muchos, pero él lo logró. El récord del mundo de este atleta en salto de longitud estuvo vigente durante veintitrés años, de 1968 a 1991, tras su legendario 8,90 de los Juegos de México. Sin embargo, todavía ahora y a pesar de que Mike Powell tiene la plusmarca con un 8,95 en ese lejano 1991, la gesta de Beamon se sigue considerando una de las mayores de la historia. Está claro que el deporte va evolucionando por épocas, y los récords quedan obsoletos ante nuevas figuras que logran marcas que impactan al mundo, pero hay que poner en contexto esta hazaña que superaba el récord del mundo de aquel entonces, fijado por Ralph Boston e Igor Ter- Ovanesyan en 8,35 metros. Un salto de otro siglo, inimaginable.
MARK SPITZ
“Be water my friend”. Cuando el mítico Bruce Lee sorprendía al mundo con esta didáctica frase, en su afán de enseñar las artes marciales al mundo, algunos se lo tomaron al pie de la letra y “fueron agua o una prolongación suya de verdad”. Uno de ellos fue Mark Spitz, toda una leyenda de la natación, un apelativo que puede que se le quede corto y sea mejor renombrarle como “un deportista absolutamente legendario”. Un lugar y una fecha marcarán para siempre su historia y la de la natación: Munich 1972. Allí ganaba los oros en 100 y 200 libre, 100 y 200 mariposa, 4x100 y 4x200 libre y 4x100 estilos. Siete oros y, por si fuera poco, logrados con siete récords del mundo. Poco más se puede decir.
NADIA COMANECI
“Montreal 1976”. Una de las imágenes más icónicas de la historia de los Juegos Olímpicos. El ejercicio femenino de barras asimétricas de la cita canadiense encumbraba, como estrella absoluta y fiel reflejo de lo que es la perfección en el deporte, a la gimnasta Nadia Comaneci. Su historia es la siguiente: al concluir su ejercicio, los jueces valoraron su actuación con un ¿1,00 punto? ¿Pero cómo lo pudo hacer tan mal, diría alguno al ver este resultado? Nada más lejos de la realidad, lo cierto fue que el marcador no estaba preparado para poder reconocer a una deportista con un “10”, una puntuación simplemente perfecta y absolutamente impensable. Cualquier actuación en el deporte parece poca cosa tras esta fantástica hazaña que no encontró error alguno en los ojos de los mayores expertos.
CARL LEWIS
Siguiendo el ejemplo de Jesse Owens en Berlín 1936, casi cincuenta años después y con Los Ángeles 1984 como testigo, otro joven atleta afroamericano llamado Carl Lewis emulaba el éxito del ídolo al que había podido conocer de pequeño. Quien lograra salir victorioso con actuaciones propias de una leyenda del deporte en las especialidades de 100, 200, 4x100 metros y en salto de longitud es el protagonista de una maravillosa historia con un principio marcado por Jesse Owens y un final con su sello propio, el de Carl Lewis, a la altura de su admirado predecesor.
USA BASKETBALL-DREAM TEAM
“Un equipo de ensueño”. De esta forma es como conoce todo amante del baloncesto a la selección masculina estadounidense en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. La gran mayoría de las leyendas de los Juegos Olímpicos han tenido nombre y apellidos de forma individual, y aunque en este caso también podría haber sido igual -ya que una selección tan talentosa como ésta comprendía de las mejores estrellas del baloncesto de la época-, el equipo sobresalía por encima de todos ellos. Nombres inolvidables como el gran Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Patrick Ewing, John Stockton o Scottie Pippen, entre otros, arrasaron en Barcelona 92 y confirmaron, desde que se conociera cuales iban a ser los integrantes de la selección, que lograr el oro iba a ser un mero trámite. Eso parecía que iba a ser y justo eso acabo siendo.
MICHAEL PHELPS
Con este inmenso nadador sí que resulta especialmente complicado explicar con palabras lo grande que pueden llegar a ser las gestas de un deportista. Mencionar una única actuación de Michael Phelps en unos Juegos Olímpicos sería no hacer justicia con la carrera deportiva del, por palmarés, mejor olímpico de la historia. Hasta cuatro Juegos para el recuerdo dejó el de Baltimore, con el mejor reflejo de su perfección en Pekín 2008, con sus ocho medallas de oro en 200 libre, 100 y 200 mariposa, 200 y 400 estilos y los relevos de 4x100 y 4x200 libre y 4x100 estilos. Gestas fueron también sus otras participaciones en Atenas 2004 (seis oros y dos bronces), Londres 2012 (cuatro oros y dos platas) y Río de Janeiro 2016 (cinco oros y una plata). Impresionante.
USAIN BOLT
Todos hemos escuchado alguna vez la expresión “es más rápido que el viento” para referirnos a una persona muy rápida en el arte de correr. Pero una cosa es eso y otra es que la frase se haga realidad. Éste es el logro de Usain Bolt, en definitiva, que el mundo piense que es más rápido que el viento, incluso que logre que los segundos se conviertan en nano segundos y no que esto sea solo una simple frase hecha. Su leyenda en los Juegos Olímpicos va asimismo a toda velocidad, con éxitos derivados de parar el reloj en unos récords absolutamente inimaginables. Nadie ha dominado las pruebas de velocidad como él y la mejor prueba de ello son sus tres tripletes en Juegos Olímpicos, con oros en 100, 200 y 4x100 metros en Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Simone Biles
Ella es el último gran icono que ha dado el olimpismo. Excepcional fue su actuación en los Juegos de Rio 2016 con cuatro medallas de oro (concurso general, equipos, salto y suelo) y una de plata (barra de equilibrio) para convertirse en uno de los nombres que nunca dejará de sonar en la historia de los Juegos Olímpicos. Además, ha sido abanderada de la lucha por la salud mental en el deporte y en la vida en general desde los Juegos de Tokio, acontecimiento en el que hizo visible este importante movimiento (quedándole tiempo aún para lograr dos meritorias medallas, una plata y un bronce).