DOn JORgE, Un negocio industrial que no pierde la tradición

Cuando la compañía crece es necesario simplificar los procesos. La tecnología se convierte en un aliado para ahorrar tiempos y en un reto cuando se trata de mantener el sabor original del producto.

IA: ¿Cómo seleccionaron su maquinaria?

A.B.: Evaluamos el proceso para saber dónde o en qué punto cambiaba el sabor de los alimentos. Esto era indispensable porque somos conscientes de que nuestros productos se venden por su sazón, así que necesitábamos ser precisos en la máquina que utilizamos. No todos los procesos pueden ser realizados mediante maquinaria porque las propiedades de la materia prima se pierden al ser procesada. Hicimos un replanteamiento de proceso que tardó aproximadamente dos años para seleccionar aquellos pasos que deben ser efectuados manualmente para no perder la sazón que siempre hemos tenido.

“No es adaptarse a la tecnología, sino que la tecnología se adapte a nosotros”. Alexander Bermúdez, propietario de Don Jorge.

IA: ¿Cuáles fueron los cambios significativos?

A.B.: Los cambios se evidencian en tiempos, el número de personas laborando en producción y en el aporte al medio ambiente. El tiempo de producción disminuyó casi a la mitad, los riesgos de contaminación ahora son menores, y el número de personas que se dedicaba a la producción es menor. Además, los costos de producción son menores.

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