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DOLE y Su pLAnTA En mADRID, un referente de modernización
En cuanto a tecnología, esta planta se destaca por su proceso de empaques.
Instalaciones de más de ocho hectáreas con tecnología europea para el procesamiento de vegetales, son algunas características de la nueva planta de Dole en Colombia que fue pensada para dedicarse al procesamiento de verduras y hortalizas frescas y limpias de Cuarta Gama.
Desde el año pasado, esta empresa reconocida a nivel mundial por ser productora y comercializadora de fruta, vegetales y flores frescas, tiene su planta en Madrid (Cundinamarca) y eligió a la sabana de Bogotá como proveedora de sus productos.
A nivel tecnológico, el gerente general de la planta, José Barriga, destaca el proceso de empaques que se da en las nuevas instalaciones. “Las máquinas de empaque que generan las atmósferas modificadas son de altísima tecnología, aquí tenemos varias dependiendo del empaque que se necesita. Es ahí donde está el éxito en la conservación del producto y el cumplimiento de la expectativa de tiempo de vida del producto”.
Dole cuenta con cerca de 20 hectáreas de terreno sembrado en su planta de Madrid.
Además de destacar esta tecnología, Barriga afirma que lo primero es el gran compromiso que esta planta de Dole tiene con la salud de los consumidores, por eso reciben los productos en ambientes inocuos y se asegura de trabajar con agricultura limpia.
Estrategias de empaques y envasado
Una vez recibidos los productos, entran a la primera fase. En esta, se retira de las hortalizas todo aquello que normalmente no se consume, para luego, pasar al proceso de picado y posteriormente entrar a la etapa de desinfección que asegura la eliminación de por lo menos el 98 por ciento de cualquier material extraño, seguido a esto se pasa por una tecnología de secado y después al proceso de envase o empacado.
Para esta última etapa, la planta cuenta con diferentes tecnologías de envasado dependiendo de las tasas de respiración que tienen las hojas que están tratando. “Cuando una lechuga está entera tiene una tasa de respiración, cuando se pica se multiplica, respira más de lo que respiraba la hoja entera, lo que hacemos es bajar su nivel de oxígeno para que su ciclo de respiración sea lento y permita que sobreviva durante ocho o 10 días”, explica Barriga.
Metas a mediano plazo
Actualmente, la planta está procesando aproximadamente 60 toneladas al mes de producto y está llegando a ventas de 5.000 millones. La meta es que en el quinto año se logren ventas de 60.000 millones de pesos con una producción cercana a 40 toneladas diarias.
En algunos casos empacan al vacío, en otros en atmósferas modificadas y otros, en aire común. Luego va sobre la cadena de distribución que cuenta con tecnología GPS y control de temperatura. “Debemos hacer que el producto llegue al cliente entre 0 y 4°C para asegurar el tiempo de vida que estamos prometiendo que puede ser de ocho o diez días”, agrega Barriga.