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Nuestra Historia. Edad Contemporánea (VIII

Edad Contemporánea CAPÍTULO VIII

Francisco Javier Morales Hervás Doctor en Historia

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El reinado de Isabel II supuso la implantación en España del sistema liberal, el cual se caracterizó, en la práctica, por el predominio de los sectores más moderados, defensores del denominado Liberalismo Doctrinario, que, al aplicar el sufragio censitario, dejaba poco margen a la participación política de la mayoría de la población. Este hecho hizo que el acceso al poder de los sectores más progresistas del liberalismo se tuviera que realizar mediante pronunciamientos, como el liderado en junio de 1854 por el general O`Donnell que, tras enfrentarse a las tropas gubernamentales en Vicálvaro (Madrid), se retiró hacia tierras manchegas. El 7 de julio se reunió en Manzanares con otros militares sublevados como Serrano y Dulce y allí firmaron el famoso Manifiesto de Manzanares redactado por Cánovas del Castillo. Días después, empezaron a producirse levantamientos en diversas ciudades como Barcelona, Zaragoza y Valencia. En nuestra provincia los primeros municipios en sumarse al alzamiento progresista fueron Villanueva de los Infantes y la capital, donde se creó una Junta Provisional de Gobierno, presidida por Rafael Acedo Rico, Conde de la Cañada.

Esta experiencia de gobierno progresista no fue muy duradera, ya que en 1856 los moderados regresaron al poder, lo que, de nuevo, hizo que los progresistas tuvieran que recurrir a los pronunciamientos para intentar acceder al gobierno. Entre estos intentos de sublevación podemos destacar el protagonizado por Juan Prim el 3 de enero de 1866 en Villarejo de Salvanés (Madrid). El fracaso de este alzamiento obligó a Prim a retirarse y en su huida hacia Portugal recorrió varios municipios de nuestra provincia como Villarta de San Juan o Villarrubia de los Ojos, donde recibió ciertos apoyos. A pesar del fracaso de esta intentona, el malestar popular seguía latente en buena parte del país y en nuestro territorio provincial se puso de manifiesto a través de ciertos gestos como la aparición en localidades como Daimiel de carteles de apoyo al general Espartero, icono para muchos liberales progresistas. El creciente malestar popular, agravado por las consecuencias de la crisis económica de 1866 que incrementó la carestía de la vida y la falta de subsistencias, acabaría cristalizando en el triunfo de un nuevo pronunciamiento militar que daría lugar a la revolución “Gloriosa” de septiembre de 1868 con la que finalizaría el reinado de Isabel II y se iniciaba el Sexenio Democrático, que sería el primer intento real de democratización del sistema político de nuestro país. A finales de septiembre empezaron a actuar por la provincia de Ciudad Real diversas partidas revolucionarias constituidas por pocos individuos, aunque llevaron a cabo distintas acciones de sabotaje y propaganda en localidades como Miguelturra, Bolaños y Calzada de Calatrava.

El carácter popular de los primeros momentos de la revolución se expresó en diversas acciones como la multitudinaria manifestación celebrada el 29 de septiembre en Alcázar de San Juan bajo el grito de “Viva la Libertad”. Empezaron a constituirse diversas Juntas Revolucionarias en muchos municipios y la constituida en la

Sobre estas líneas dos dibujos de la época en los que se representa el pronunciamiento militar que daría lugar a la revolución “Gloriosa” de septiembre de 1868. En el de la derecha se ve al pueblo de Madrid concentrándose en la Puerta del Sol en la mañana del 29 de septiembre de dicho año capital acabaría asumiendo el papel de Junta que provocó que estas juntas tuvieran, por En enero de 1869 se celebraron elecciones Revolucionaria Provincial. Estas juntas es- lo general, una orientación moderada, aun- a Cortes Constituyentes por sufragio unituvieron controladas en su mayor parte por que hubo ejemplos de cierta radicalidad en versal. Para los 6 diputados que se debían representantes de la burguesía local que pre- Alcázar de San Juan, Almagro y Villanueva elegir en nuestra provincia se presentaron tendían controlar todo el proceso para evitar de los Infantes, donde se decretó la libera- 47 candidatos, de los que finalmente fueron una ruptura del orden social establecido, lo ción de los presos. elegidos 5 monárquicos y 1 carlista. En las siguientes tres elecciones, convocadas duEn la página anterior el general Juan Prim quien, el 3 de enero de 1866, se sublevó en Virante el breve y complejo reinado de Amadeo de Saboya, (marzo de 1871, abril de 1872 y agosto de 1872) las candidaturas rellarejo de Salvanés, comendadas por los principales partidos aMadrid, hecho que se representa en el dibujo de la izquierda. A la nivel nacional resultaron vencedoras en nuestra provincia. Este hecho pone de maderecha caricatura de nifiesto que, tras las iniciales expresiones la época que representa a Isabel II, rodeada de su corte, dispuesta a marchar al populares, el “proceso revolucionario” estaba controlado por las élites sociales y económicas, aunque cabe destacar que en estas exilio en Francia como convocatorias electorales en nuestra proconsecuencia de “La Gloriosa”, lo que daría lugar al “Sexevincia siguiera manteniendo cierto protagonismo el movimiento carlista, que llegó a nio Democrático” obtener dos diputados en abril de 1872.

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