ALFAFAREJANT
Homenajeados 9 d’octubre: el valor de los héroes cotidianos
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unto con las danzas populares y la famosa Mocadorà, ya es tradición en Alfafar homenajear en el marco de las festividades por el 9 d’octubre a asociaciones o personalidades del tejido social del pueblo por su trayectoria o por su trabajo y dedicación para alcanzar la justicia social. Sebastià Bou Torrent, Mercedes Hernández Pujol y las y los voluntarios del Programa de Ayuda de Alimentos han sido los homenajeados este año en un acto celebrado en el Salón de Plenos del consistorio.
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“Lo hacemos de corazón y no buscando ninguna recompensa, pero este reconocimiento nos va a dar más impulso para seguir dando el callo. Creo que Alfafar como pueblo está avanzando. Estamos en ello”. Rosa Herraiz es una de los 12 voluntarios que forman parte del Programa de Ayuda de Alimentos para vecinos con pocos recursos de Alfafar, una iniciativa altruista que surgió de los propios voluntarios y con la que colabora la concejalía de Bienestar Social. Poco podían imaginar Rosa y sus compañeros que años después de
iniciar el programa serían uno de los homenajeados en los Premios 9 d’Octubre en el que l’Ajuntament condecora a diferentes personalidades o asociaciones de Alfafar por su contribución al bien común del pueblo. “Considero que somos personas solidarias, que creemos en la causa. Es una tarea que hacemos encantadas, aunque sea agotador”. Carmen Prieto explica que las jornadas de reparto de alimentos empiezan a las 9 de la mañana y suelen alargarse hasta las 2 o las 3 del mediodía. Antes de cada campaña reciben de los servicios sociales el listado de los beneficiados por el programa. Los voluntarios cargan los alimentos y los packs de leche y preparan los carros que reciben las distintas familias. Reconocen que es cansado, especialmente por sus edades ya que la mayoría de las voluntarias sobrepasan la sesentena y están ya jubiladas. A lo largo del año, se llevan a cabo dos campañas de reparto de alimentos. Aunque cargar el peso no es lo más duro del programa. “Hay gente que piensa que esto es un divertimento. Ojalá no tuviéramos que hacerlo. Yo los anima-
AJUNTAMENT D’ALFAFAR ría a que fueran al menos a una familias necesitadas de Alfafar de las campañas y vieran lo que y que, desgraciadamente, no hay detrás. Hay gente que está pueden cubrir sus necesidades muy mal”. Para Eli Exoju es evibásicas”, les reconoció la concedente la desinformación sobre la jala de Bienestar Social Josefa labor que realizan. Muchos veci- Carreño durante lo entrega de la nos no la conocen o tienen una insignia a los voluntarios. idea distorsionada del Programa La actitud solidaria y desintede Ayudas de Alimentos. En este resada de los voluntarios es la tipo de iniciativas sociales el misma que percibió Mercedes trato personal es fundamental. Hernández Pujol en su llegada “Somos los que damos la cara a a Alfafar en 1991 tras cerca de la gente que recibe esta ayuda 54 años de exilio en la antigua y francamente es muy imporUnión Soviética: “Reflexionar tante recibirles con alegría, con en el libro sobre mi experienpalabras de aliento. Hay formas cia en Rusia me ha permitido y formas de dar los alimentos. comprender el significado de Procuramos que la gente se un gracias, por ello estoy muy sienta cómoda” recalca Rosa. Este es uno de los puntos en los que insisten los voluntarios. La crisis económica de la última década y la destrucción de empleo ha propiciado que numerosas familias reúnan las condicionas para recibir esta ayuda. Muchas no recurren al programa por vergüenza o incomodidad, de ahí a que se extienda la idea de agradecida a Alfafar por todo que es una ayuda que reciben lo que han hecho por mí”. En únicamente los inmigrantes. Mercedes, una niña de la guerra Tradicionalmente se ha pensa(2017), una obra biográfica de do que la pobreza era algo que Vicente Sala, se recoge el tesafectaba a los otros, que pasaba timonio de Mercedes, una de fuera de aquí. Los voluntarios los más de 30.000 ‘Niños de la animan a acudir al programa Guerra’. Un libro que Mercedes si realmente se quiso escribir con reúnen las con“Es muy importante la única intención diciones. Aunque recibirles con alegría, de mostrar que la para ellos el recovida consiste en con palabras de “seguir luchando nocimiento no es aliento. Hay formas sean cuales sean necesario, lo valoran si sirve para las circunstany formas de dar que la ciudadanía cias”. los alimentos. de Alfafar conozCon solo 6 años, Procuramos que en 1937, Merceca esta iniciativa la gente se sienta des y su hermano y se desarrolle o refuerce una confueron evacuacómoda” cienciación social dos desde Getxo sobre el tema. “Están dispuestas (Vizcaya) y enviados a la Unión y dispuestos a dar horas de su Soviética. Cerca de 3.000 niños tiempo para ayudar a aquellas españoles fueron acogidos por
el régimen comunista. Los continuos bombardeos, las penurias, la falta de alimentos y, especialmente, el terror por las posibles represalias ante el avance de las tropas de Franco obligó a numerosas familias a tomar la dolorosa decisión de enviar fuera a sus hijos, ya que realmente no tenían la certeza de que pudieran reencontrarse. Y aunque Mercedes era tan solo una niña cuando se inició su largo exilio, los recuerdos de su tortuoso periplo por el territorio soviético continúan nítidos en su memoria. Por ello la relevancia de su testimonio y por
extensión el de toda una generación de niños exiliados. Tras semanas en barco, Mercedes, su hermano y el resto de niños que los acompañaban fueron trasladados de San Petersburgo hasta Eupatoria, una ciudad del sur de la Península de Crimea que contaba con una de las conocidas Casas de los Niños, en las que se recibía a los exiliados españoles y se les proporcionaba atención médica y educativa. Pero el inicio de la Segunda Guerra Mundial obligó al cierre y a la evacuación continúa de Mercedes y el resto de exiliados. Así, pasó por Moscú, Volgogrado (la antigua Stalingrado) y Birsk, una ciudad de Los Urales a solo 100 km de la frontera que separa Europa de Asia. Recuerda el hambre, el frío y el miedo. Y también los bombardeos dia-
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rios y como se luchaba por cada calle durante la batalla de Stalingrado que marcaría la posterior derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Cuando en 1991 logró regresar a España tras 54 años lo hizo en condiciones “muy precarias”, como recalcó Josefa Carreño durante el acto de homenaje. No solo fue duro el regreso desde el punto de vista económico sino también desde el emocional. No era fácil adaptarse a un país tan diferente al de la antigua Unión Soviética. Además, la España de los noventa nada tenía que ver con la que recodaba Mercedes. “Soy medio vasca y medio catalana y también un poco rusa ¡No sé que soy! Pero sí sé que si estoy aquí es gracias a Alfafar por su compresión y por su ayuda”. Así agradeció la insignia Mercedes ante el pueblo durante el homenaje por su valioso testimonio personal e histórico y por como afirmó en el acto la concejala de Cultura Fina Carreño “ser una mujer con una vitalidad increíble, con un sentido del humor magnífico que mira a la vida, al pasado, presente y futuro, con un prisma de inmenso optimismo”. Optimismo y sentido del humor son también rasgos que definen al tercer de los homenajeados en los premios 9 d’octubre de l’Ajuntament. Y sobre todo el esfuerzo y el trabajo incansable. Sebastià Bou Torrent nació en el barrio de Los Patios el 11 de octubre de 1928. Todavía hoy a sus noventa años sigue acudiendo a los campos de la Albufera en los que trabaja desde que su padre los comprara durante los años 40. Sebastià pasó más de 15 años enterrando la Albufera. Mediante este proceso se creaban y preparaban los campos de cultivo en los que una vez cerrados se instalaba el servicio de desagüe de motor. Sebastià es uno de los últimos que conocen de primera mano cómo se llevaron a cabo los enterramientos en los términos municipales de Alfafar y Massanassa. “Uno cogía 200 fanegadas, los Macos, los Nelot, gente poderosa y espabilada. Los trabajadores, los jornaleros cerraban primero las motas, ponían un motoret, sacaban el agua y tenían la fanegada”, recuerda Sebastià para quien, a pesar de que los años de posguerra fueron muy duros y se trabajó muchísimo, Alfafar se hizo grande y rico entonces con los aterramientos y las nuevas fincas de cultivo de arroz. Sebastià es el vivo ejemplo de aquellos que dedicaron su vida al campo. Primero con los enterramientos, después con el cultivo de patatas, cebolla y, especialmente, de arroz. Una dedicación que implicaba jornadas de trabajo de
“Reflexionar en el libro sobre mi experiencia en Rusia me ha permitido comprender el significado de un gracias, por ello estoy muy agradecida a Alfafar por todo lo que han hecho por mí”.
ALFAFAREJANT sol a sol. Sebastià recogía por las tardes sus propios cultivos y los llevaba en bicicleta o en moto hasta el Mercado de Abastos en Valencia. Y así año tras año. Décadas de trabajo y soledad en el campo han valido para que Sebastià reciba de vuelta el reconocimiento y el cariño por parte de Alfafar. “Sebastià tendrá sus defectos, pero tiene más virtudes: ayuda a todo el que puede, saluda y se preocupa por las y los vecinos, escucha los problemas de los demás. No solo es el más trabajador, Sebastià es un hombre bueno”, así lo describe el alcalde Juan Ramón Adsuara instantes antes de colocarle la insignia por su servicio incansable a Alfafar, reconocimiento que comparte con su mujer Rosita y el resto de su familia, quienes le han acompañado en estas horas alejado del Marjal.
“Sebastià tendrá sus defectos, pero tiene más virtudes: ayuda a todo el que puede, saluda y se preocupa por las y los vecinos, escucha los problemas de los demás. No solo es el más trabajador, Sebastià es un hombre bueno”. 6
Gabinete de Comunicación. Redacción: Sara Díaz Martínez. Imagen: Sandra Orero Cebrián. Maquetación: Carla Amat Abalos.
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