L’Alqueria del Pi
L’Alqueria del Pi como centro de referencia cultural de Alfafar
La historia de Alfafar puede contarse a través de su patrimonio, y uno de nuestros principales elementos es l`Alqueria del Pi. Se trata de uno de los edificios más antiguos de nuestra población, una muestra de nuestros orígenes y un ejemplo de nuestra forma de vida.
Conscientes de la necesidad de recuperar este gran valor de Alfafar, nuestra corporación ha impulsado una rehabilitación que permitiera recuperar el edificio manteniendo su esencia y habilitando un espacio a disposición de la ciudadanía. Una acción con la que recordar nuestras raíces y poder acercar nuestro patrimonio a las personas.
Para nosotros es un gran orgullo presentaros la nueva Alqueria del Pi. Hemos invertido en calidad, en historia y en servicio, y con el apoyo de la Unión Europea, hemos unido la arquitectura con nuestra tradición arrocera y nuestro futuro. Hemos recuperado nuestra alquería del siglo XVII, un bien local de los que poco quedan, y con él recuperamos su historia: las caballerizas, la antigua casa señorial, los paneles cerámicos o los frescos originales.
El nuevo Centre Cultural l’Alqueria se erige como núcleo para eventos y actividades, mientras alberga en su interior el nuevo Centro de Interpretación del Arroz y un punto de información turística, todo en un enclave arquitectónicamente único.
Con ello, esperamos que l’Alqueria se convierta en un punto de referencia tanto a nivel local como comarcal y provincial, un espacio que consiga aunar historia, tradición, cultura, ocio y futuro.
Os presento el nuevo Centre Cultural l’Alqueria.
“La rehabilitación de l’Alqueria era una reivindicación y un objetivo de Alfafar, poner en valor el patrimonio histórico y cultural del municipio es una prioridad para este ayuntamiento.”Editorial Encarna Muñoz
En Alfafar tenemos la suerte de contar con l’Alqueria del Pi, un edificio declarado Bien de Relevancia Local que data entre los siglos XVI y XVII. Su gran valor histórico arquitectónico y etnológico nos animó a este equipo de gobierno a apostar por su rehabilitación, adaptándola para prestar servicio a la ciudadanía. y volver a conectar con nuestras raíces.
Desde l’Ajuntament d’Alfafar hemos invertido más de un millón de euros para recuperar nuestro espacio, una inversión complementada a través de los fondos FEDER de la Unión Europea con 465.666,84 euros, que nos han permitido devolver a Alfafar su alquería, actualizando el edificio para responder a las necesidades actuales y cumpliendo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a la par que se respetan su historia y materiales originales.
L’Alqueria del Pi, convertida en el Centre Cultural l’Alqueria, no solo se abre al servicio público, sino que también recuerda la historia y cultura de Alfafar a través del Centro de Interpretación del Paisaje Cultural del Arroz. En este espacio podremos dar visibilidad a nuestro paisaje, la marjal, y conocer la labor agrícola asociada al cultivo del arroz.
La marjal, en el Parque Natural de l’Albufera, la forman sus campos de arroz, pero también sus acequias, motores y casetas que conforman su relieve y su historia.
Alfafar dispone en su marjal de un paisaje cultural que cambia día a día y desde l’Alqueria del Pi te invitamos a disfrutarlo y visitarlo en cualquier estación del año.
“Alfafar dispone en su marjal de un paisaje cultural que cambia día a día y desde l’Alqueria del Pi te invitamos a disfrutarlo y visitarlo en cualquier estación del año”
Pasado, presente y futuro de Alfafar.
A lo largo de las próximas páginas, el lector podrá conocer uno de los principales bienes patrimoniales de los que dispone Alfafar: l’Alqueria del Pi.
En tiempo pasado, situaremos l’Alqueria en la historia, vinculando su uso y creación con la evolución e idiosincrasia de Alfafar. Descubriremos sus usos vinculados con el campo, como el cultivo y almacenamiento del arroz tan tradicional de Alfafar, o su historia vinculada a la seda.
Para acompañarnos en este proceso, el cronista de Alfafar, José Francisco Catalá, responde a una entrevista en la que, con sus extensos conocimientos sobre la historia y el territorio, nos ayudará a saber más sobre l’Alqueria del Pi y su relevancia en la historia.
En tiempo presente hablaremos de la rehabilitación llevada a cabo por l’Ajuntament d’Alfafar, con la colaboración de la Unión Europea, para poner en valor el edificio y su contenido histórico y cultural.
Para este apartado contamos con la voz experta del arquitecto director de la obra, quien narra su experiencia alrededor de la rehabilitación de un espacio tan singular como l’Alqueria del Pi, acercándonos los detalles y complejidades del proceso.
En tiempo futuro, un futuro cercano, conocemos los usos y servicios que esta infraestructura, transformada en el Centre Cultural l’Alqueria, va a ofrecer a nuestro pueblo: un espacio multidisciplinar, referente tanto a nivel comarcal como provincial, que permita unir historia, cultura, tradición y turismo.
No olvidamos el impacto que tiene sobre Alfafar, su historia y sociedad, y también sobre l’Alqueria, la cercanía de l’Albufera. Por ello, l’Alqueria alberga en su interior un Centro de Interpretación del Arroz que permitirá divulgar el cultivo, su importancia y los paisajes que deja durante su producción
L’Alqueria del Pi es un espacio para ti, un enclave orientado al servicio a las personas en el que disfrutar de cultura, historia y tradiciones.
L’Alqueria del Pi, también conocida como Alquería de Sapatos, está ubicada en la esquina entre la avenida Vicente Blasco Ibáñez y la calle del Furs, en el casco histórico de Alfafar. Según distintos autores, y a falta de estudios más exhaustivos, l’Alqueria se corresponde con la tipología de vivienda tradicional típica de la Comarca de l’Horta Sud de los siglos XVII y XVIII.
En época islámica el término “alquería” servía para denominar una agrupación de casas situadas normalmente en la huerta, pudiendo ser una de estas casas el germen de l’Alqueria del Pi. En este sentido, recientes hallazgos arqueológicos en el patio de l’Alqueria han sacado a la luz el brocal de un pozo, que bien pudo formar parte de un anterior asentamiento agrícola, posiblemente de época islámica.
En época cristiana las alquerías llegaron a convertirse en explotaciones agrarias de los grandes señores. Posteriormente, en época moderna, pasaron a ser en en su mayoría casas aisladas de campo. Algunas, como en el caso de l’Alqueria del Pi, de carácter señorial.
De ahí que esta alquería haya sufrido a lo largo de su historia numerosos cambios en su forma y configuración arquitectónica, ya que ha ido adaptándose a los requerimientos y necesidades surgidos en cada época.
La representación gráfica del espacio más antigua que se conserva de l’Alqueria del Pi se puede encontrar en el plano elaborado por el Mariscal Suchet en 1812, que la sitúa muy próxima al antiguo Camino Real de Xàtiva.
Alfafar en la historia, orígenes y evolución
Alfafar hunde sus raíces en la Edad Media, ya que fue donado por Jaime El Conquistador en el Llibre del Repartiment y su primitiva iglesia fue construida durante la tregua de diez años que siguió a la conquista de Valencia en 1238. Se trata de un pueblo de la comarca de l’Horta que destacó en los siglos XVIII y XIX con los aterramientos de la Albufera. Posteriormente, fue conocido con la industria del mueble, y con el tiempo ha dado paso al sector terciario, dejando de ser un pueblo eminentemente agrícola a mediados del siglo XX
L’Alqueria del Pi en el desarrollo de Alfafar
Originalmente, l’Alquería fue la unidad de explotación más importante de la huerta, ha estado íntimamente ligada al desarrollo agrícola de la zona. Pero esta relevancia dejó de existir con el tiempo y sus campos en la partida de
L’Alqueria del Pi se usó, desde el siglo XVII en que se construyó, como la cabeza de una unidad de explotación dedicada al cultivo de hortalizas y la plantación de arroz. A mediados del siglo XX falleció su último morador, de la
Sant Jordi se convirtieron en solares, que fueron edificados gracias a un convenio urbanístico firmado por el Ayuntamiento y la familia Aleixandre Ferrandis, quien cedió al municipio el caserón y sus lugares anexos.
familia Ferrandis, y comenzó un deterioro irreversible que fue en aumento. Posteriormente, siendo ya propiedad del Ayuntamiento, se le dieron distintos usos que nada tenían que ver con su primitiva utilidad.
El cultivo del arroz y la Albufera en la historia de Alfafar Alfafar no puede concebirse sin el cultivo del arroz, y éste no se puede imaginar sin la Albufera. Allá por 1736 comenzaron los aterramientos en las inmediaciones de la Albufera y los campos así ganados al lago se dedicaron al cultivo del arroz, base de la riqueza agrícola del municipio y sostén de su economía hasta los años sesenta del pasado siglo XX en que se produjo el afianzamiento de la industria del mueble.
de cualquier otra producción. En la actualidad, si bien continúan las plantaciones, su incidencia no es tan grande. Hoy el cultivo del arroz se tiene como algo complementario.
Mientras el sector primario fue decisivo en nuestra economía, la importancia del cultivo del arroz era enorme, es decir, que la importancia de su cultivo estuvo por encima
En Alfafar todo giraba alrededor del arroz hasta finales de los sesenta. Ni tan siquiera las fiestas se libraban de esta influencia. Éstas se celebraban a principios de octubre una vez pasada la campaña de su recolección; hasta que en 1971 se celebraron a principios de septiembre pues la recolección de la gramínea se retrasaba debido a los cambios climáticos y a las nuevas variedades cultivadas.
El conjunto de volúmenes edificados que hoy conocemos como l’Alquería del Pi ha sufrido multitud de transformaciones, reformas y ampliaciones a lo largo de su historia.
Al mismo tiempo, parte de su estructura ha sido objeto de una lenta pero progresiva degradación, lo que, unido al estado del edificio, ha impulsado la rehabilitación por parte de l’Ajuntament d’Alfafar.
Intervenir en el patrimonio, siempre implica una serie de decisiones complejas,especialmente cuando uno de los objetivos de la intervención es asignarr nuevos usos a diferentes estancias del edificio y no solo realizar una restauración en sentido estricto de sus formas, espacios y estructuras.
El principal criterio que se ha seguido en la intervención que se ha llevado a cabo en l’Alqueria del Pi ha sido la búsqueda de un equilibrio que permitiera alcanzar la mayor compatibilidad posible entre la conservación del bien y la satisfacción de necesidades de uso que el mismo edificio manifiesta, y que el pueblo y l’Ajuntament d’Alfafar han establecido.
Compatibilización de las técnicas de recuperación con los elementos de valor a mantener
Durante las obras de restauración y rehabilitación se han encontrado diversos elementos singulares que se han recuperado para mantener así la esencia del espacio, su historia y sus orígenes.
Panel cerámico
En lo referente a decoración cerámica se ha localizado un panel dedicado a la “Purísima Concepción”, situado en la fachada sur, obra de Vicente Martínez de mitad del siglo XX, el cual trata de reproducir el estilo de las producciones del siglo XVIII.
Existen otros elementos en los que aparecen piezas cerámicas de notable interés, como lla parte inferior de los balcones de la fachada de la vivienda, en los que aparecen azulejos datados entre 1870-1880.
Cerrajería
Se han encontrado guardamalletas, es decir, piezas de decoración que adornan la parte superior de una ventana que, debido a su estado, han sido restauradas para mantener la estética de la fachada.
Otro elemento que se ha definido de considerable interés son estos pavimentos que han sido recuperados y restaurados para su posterior puesta en valor. Estos han sido colocados en estancias donde se pueden observar y caminar sobre ellos como se hacía en el pasado.
Pinturas murales
Así mismo, durante la rehabilitación se encontraron pinturas originales y que debido a su enorme valor y belleza, se han restaurado y sacado a la luz para el disfrute de todos los visitantes que acudan al edificio.
Con los trabajos de rehabilitación se han recuperado y analizado las diversas estancias que conforman l’Alqueria, así como los usos que se daban originalmente a las mismas.
Esta gran sala, ubicada en la parte superior de la Alquería, era el sitio ideal para almacenar, secar y conservar los productos. Además, por su buena ventilación, servía para el cultivo de gusanos de seda, actividad muy común en la economía familiar de aquella época.
Las caballerizas constituyen el lugar donde se guardaban los animales de tiro, caballos, mulas y asnos. También se guardaban los arneses propios de caballos de montar y de ganadería de tiro y carga. Se especula que otros animales como cerdos o gallinas podrían tener sus propios corrales en otras zonas de los patios de l’Alquería.
Este espacio al este de l’Alquería está dividido en dos plantas. Se cree que la inferior era utilizada para resguardar los carros y carretas utilizadas en la actividad agrícola de Alquería.
Esta parte de la construcción estaba destinada a alojar a los caseros, las personas que habitaban junto a los señores l’Alqueria, y gestionaban la propiedad.
Es por ello que esta zona une algunas estancias de lo que era antiguamente una vivienda con otros espacios de los cuales no se tiene constancia de un uso concreto.
Este espacio compuesto por dos plantas es el más moderno, su construcción data del siglo XX. En él vivían los señores de l’Alqueria. La parte más característica es la garita ornamental que da a la esquina y que era típica de las alquerías, molinos valencianos o masías.
Esta garita está muy presente en la memoria de la población de Alfafar como representación de l’Alqueria, especialmente en la de aquellas personas que conservan recuerdos de esta estancia.
Centre d’interpretació de l’arròs
Centre d’interpretació de l’arròs
¿Cuáles son para usted los elementos más importantes que debían recuperarse y restaurarse?
L’Alqueria del Pi es uno de los edificios con mayor valor histórico, aquitectónico y etnológico de Alfafar. El primer objetivo de la actuación era evitar la ruina del edificio.
Especialmente valiosos son los muros de tapia valenciana, una técnica que nos ofrece una cronología de su ejecución entre los siglos XV y XVII aproximadamente, los forjados de vigueta de madera y revoltón de ladrillo macizo.
Otro de los objetivos ha sido desde el inicio la recuperación de los espacios más antiguos que caracterizan tipológicamente el edificio, como la andana.
¿Qué curiosidades ha tenido la rehabilitación de l’Alqueria del Pi?
En el transcurso de las obras, ejecutadas bajo la supervisión de la arqueóloga Ana Sabater, fueron varios los hallazgos.
Uno de los más sorprendentes fue un mural decorativo oculto tras un tabique de ladrillo que trasdosaba uno de los muros de carga del edificio. Se trata de un trampantojo, un recurso pictórico que crea un efecto óptico que, en este caso, recrea una apertura de la estancia interior al paisaje.
Aparecieron en una sala contigua otras pinturas murales de menor entidad, que formarían parte de una decoración. Las pinturas fueron recuperadas por las restauradoras Aurora Arroyo y Lidia Boix.
Durante la retirada de soleras de hormigón y pavimentos impropios, aparecieron unos restos arquitectónicos que responden a lagares o cubos, utilizados para el prensado de la uva. Estos restos se han integrado en el edificio rehabilitado, disponiéndose una pasarela de vidrio sobre ellos, lo que permite su adecuada contemplación.
Bajo su punto de vista, ¿cuál sería su valoración sobre el resultado de la rehabilitación?
Sin duda, lo más importante de la rehabilitación llevada a cabo en l’Alqueria del Pi es que se ha conseguido que uno de los edificios históricos más importantes de Alfafar haya pasado de un estado de práctica ruina a convertirse en uno de los referentes culturales del municipio y de la comarca.
Se han recuperado fielmente los espacios, eliminando revestimientos y elementos impropios (cementos, pinturas plásticas, azulejos industriales, etc.) y siendo restauradas utilizando las técnicas constructivas tradicionales. Además, se han reutilizado materiales originales del edificio, desechándose únicamente aquellas piezas cuya recuperación no era posible.
Las instalaciones de electricidad y climatización se han ejecutado teniendo en cuenta los valores patrimoniales del edificio, procurando siempre dejarlas a la vista con el fin de evitar afectar a los muros históricos de tapia valenciana.
También se han aprovechado espacios irrecuperables, como forjados colapsados, para instalar los ascensores y otros elementos sin afectar al valor patrimonial.
¿Cuáles han sido los retos y oportunidades en una rehabilitación de este tipo?
Hemos trabajado codo con codo profesionales de distintas disciplinas como arquitectura, arqueología, restauración pictórica, ingeniería, museografía… Los hallazgos han obligado a actualizar constantemente el proyecto y a tomar importantes decisiones durante el desarrollo de los trabajos.
Otro gran reto ha sido encontrar el equilibrio entre los valores patrimoniales y las exigencias técnicas, normativas y de confort que se requieren para poner el edificio al servicio de la ciudadanía.
¿Cómo se ha valorado la historia del edificio en la rehabilitación?
La primera fase de nuestro trabajo consiste en documentarnos sobre su historia y su evolución, tanto a través de textos e imágenes antiguas como a través del propio edificio. A este documento material que es el edificio hay que saber escucharlo, porque muestra su origen, su evolución, la historia de sus antiguos propietarios, etc. Y todas estas historias tenemos que ser capaces de trasmitirlas a través del resultado final de nuestro trabajo a la ciudadanía, ya que forman parte importante de su historia y de su identidad.
La rehabilitación de l’Alqueria se ha planteado desde el primer momento en una doble vertiente: la recuperación de un edificio histórico y la generación de un espacio al servicio de la ciudadanía.
En concreto, l’Alqueria del Pi se presenta como el nuevo Centre Cultural l’Alqueria, una infraestructura orientada a proporcionar un espacio adaptativo que aglutine la vida cultural y social de Alfafar, a la par que permita abrir el horizonte del municipio a visitantes de fuera de la localidad.
L’Alqueria del Pi pretende convertirse en un espacio dinamizador de la vida urbana, en un punto de referencia para el encuentro donde la cultura sirva de elemento aglutinante.
Un espacio con cierta especialización alrededor de las artes, la acción cultural y el fomento de la creatividad, que se integre en el ecosistema creativo de l’Horta Sud como lugar dinámico y estimulante.
Las tres escalas geográficas hacia las que el proyecto debería mirar son la municipal, la de región urbana y la metropolitana de Valencia.
A nivel municipal, l’Alqueria se presenta como un espacio de referencia cultural y de recreación activa que trabaje en favor de un renovado sentido de identidad local. Para ello cumplirá con las siguientes funcionalidades:
• Espacio de recreación amable y accesible, que funcione de manera combinada en aspectos de cultura, ocio, inclusión, salud pública y la puesta en valor del patrimonio.
• Reflexión sobre los orígenes de Alfafar, uniendo lazos entre su sociedad, la cultura generada alrededor del arroz y los retos de la multiculturalidad del siglo XX.
•
• Valoración y puesta en valor de la vida cultural de Alfafar y especialmente sus bandas de música.
• Capacitación de la población como clave en la riqueza cultural a través de formación artística amateur, la historia local o de ámbito medioambiental de la Albufera.
Dentro del área urbana se ofrece como plataforma de referencia para el ecosistema cultural y creativo de Alfafar y los municipios del entorno:
• Una programación estable en el entorno de las artes visuales, como el diseño, la fotografía o el paisajismo entre otros.
• Artes en vivo, la cultura en directo, danzas, conciertos o teatro siempre teniendo en cuenta el espacio y sus características.
• El pensamiento como punto de debate y divulgación, con la recepción de conferencias, presentación o clases.
• Un espacio de ocio orientados a todos los públicos y actividades como eventos de baile popular.
En el ámbito del área metropolitana de Valencia, l’Alqueria propone un espacio de oferta experiencial y activa relacionada con la gastronomía, la ecología y la cultura local.
L’Alqueria del Pi también conforma un testimonio construido del pasado agrícola de Alfafar, elemento transversal que marca la historia y carácter del municipio y del edificio. Por ello, este espacio servirá por medio del diálogo, las experiencias, la emoción y la reflexión para forjar una conciencia más profunda del valor que la Albufera aporta. Así, l’Alqueria presenta las siguientes funcionalidades:
• Una de las funcionalidades principales de este edificio es el de centro de interpretación del arroz y de su entorno, l’Albufera.
• Permitirá acercar la gastronomía más típica y autóctona a través de actividades experienciales en primera persona como showcooking o elaboración de platos tradicionales.
• Será un centro de recepción turística de la Albufera, con actitud proactiva para generar distintas
actividades que ayuden a promover y comercializar elementos culturales educativos e inclusivos.
• Ha de ser y será un centro de conjunción de empresas que estén involucradas y afectadas por la huerta, pudiendo ser punto de distribución, venta y promoción.
• Servirá de nexo con las universidades como creadores de conocimiento, con espíritu innovador y divulgador de las nuevas técnicas agrícolas y como altavoz de los objetivos de desarrollo sostenible.
Además de generar y mantener una actividad constante en este centro cultural, l’Alqueria alberga el centro de recepción turística de Alfafar
Este espacio tiene como objetivo generar distintas actividades y sinergias que permitan promover y comercializar elementos culturales deportivos, naturales y patrimoniales tanto en Alfafar como en su entorno.
Este centro aspira a ser la referencia en cuanto al conocimiento sobre el arroz en todas sus vertientes, sobre sus fases en el cultivo, la importancia de la producción en la evolución de la Albufera y los pueblos de alrededor y su importancia en la economía local.
En él se encuentran los distintos momentos que va desarrollando el proceso de cultivo del arroz, y a la vez se muestran los distintos colores y transformaciones que sufre la Albufera a lo largo de las estaciones del año.
Inundar
El nivel del agua sube e inunda los campos de arroz. Este fenómeno recibe el nombre de “La perellonà”, que viste la Albufera de un paisaje otoñal de reflejos azul y plata.
Fanguear
Los agricultores cambian las ruedas traseras de los tractores por una “rueda de gàbia” con la que remueven la tierra para airearla, secarla y dejarla descansar.
Reposar
Marzo y abril son meses de reposo y enriquecimiento de la tierra. Los restos de forraje, nutrientes y sedimentos son ricos en nitrógeno y favorecerán el crecimiento de la planta en la primera fase del cultivo.
Fases del cultivo
Sembrar
En el tránsito de la primavera al verano llega el momento de la siembra. Los campos deben llenarse de agua hasta unos 5 cm aproximadamente y es importante que se controle estrictamente este nivel.
Verano. Momento para dejar que la tierra haga su trabajo. Mientras el arroz crece a gran velocidad, la marjal de Alfafar se convierte en un gran manto de color verde intenso.
El arroz madura a finales de agosto y septiembre. La espiga toma tonos dorados. Las cosechadoras sacan y trasladan el cultivo a las cooperativas para su secado.
La historia de Alfafar se ve reflejada en sus principales edificios históricos. Junto a l’Alqueria del Pi, cualquier persona que pase por Alfafar no puede dejar de visitar sus principales monumentos. Según José Francisco Catalá, cronista de Alfafar, los elementos principales del municipio son los siguientes:
Iglesía de Nuestra Señora del Don
La iglesia. de Nuestra Señora del Don, comenzó a construirse en 1736. El estilo que se siguió al levantarla es el barroco y se trata de un edificio exento al que dan monumentalidad su torre campanario y el cimborrio
La Casa Consistorial es también un edificio histórico. Cuenta con una fachada de estilo neoclásico. Este edificio fue diseñado en 1867 por el arquitecto Sebastián Monleón Estellés.
El Centro Cultural Recreativo fue construido en 1910 por el Casino Proteccionista. Es creación del maestro de obras Vicente Gascó Valero y los elementos decorativos son del escultor Pablo Hernández.
Biblioteca municipal Llorenç
Giménez
La Biblioteca Pública Municipal Llorenç Giménez se encuentra instalada en el edificio del antiguo Casino Agrícola. Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) e inaugurado en 1989.
