Cilniana: El Campo

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EL CAMPO

IMÁGENES DE MARBELLA VIII “EL CAMPO” LAS COLONIAS AGRÍCOLAS DE SAN PEDRO ALCÁNTARA Y EL ÁNGEL

Antonio Serrano Lima COORDINADOR

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Con la colaboración de

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SUMARIO Presentación: “El campo que fue” .................................... 7 Ocultación de la riqueza agraria en el municipio de Marbella. El Catastro de 1897 José Luis Casado Bellagarza .......................... 8 La Agricultura Nazarí y Marbella Andrés García Baena .................................. 40 1

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Exposición “Imágenes de Marbella VIII. EL CAMPO” ........................ 41 – Colonia Agrícola de San Pedro Alcántara .................. 63 – Colonia Agrícola de “El Ángel” ...... 91

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COORDINACIÓN Antonio Serrano Lima GRUPO CILNIANA DE FOTOGRAFÍA Mª del Carmen Blanco, Javier Jiménez Gutiérrez, Inmaculada López Medina, Antonio Luna Aguilar, Daniel Merino Sánchez, María Ortiz Checa, Ana Mª Rubia Osorio Francisco J. Sánchez Jiménez, Catalina Mª Rosa Urbaneja, Joaquín Sánchez Vázquez REPRODUCCIONES Foto Pedro Antonio, Foto A. Lanza, E. Belón, J.L. Casado, Hermandad Patrón de San Pedro Alcántara, M. Benítez, M. Salón, J.L. Lima, Paco Miñana, F. Alcalá, Joaquín Chinchilla, Familia Durán, Familia Llanos-Lavigne COL ABORAN Fundación Banús, Aspandem, Central Multiópticas, Colegio Bocanegra, Hotel San Cristóbal, Hermandad Patrón de San Pedro Alcántara IMPRESIÓN

MAQUET ACIÓN MAQUETACIÓN Pepe Moyano EDICIÓN Asociación Cilniana para la defensa y difusión del patrimonio histórico de la costa occidental Apartado 821 - 29600 Marbella • Telf. 639 00 72 90 cilnianajlcb@terra.es • www.cilniana.org DEPÓSITO LEGAL MA-1026-2003 FOTO POR TAD A: PORT ADA: Máquina de vapor (cedida por familia Durán)

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El campo que fue n Marbella, a partir del 12 de agosto y hasta el 28, y en San Pedro Alcántara del 1 al 15 de octubre, la asociación Cilniana presenta una nueva edición de la muestra Imágenes de Marbella. En esta ocasión, la octava, se nos brinda la oportunidad de volver por donde, hoy día, es apenas un surco en la memoria: la dimensión y el significado del campo en un espacio que, grosso modo, corresponde al actual término de Marbella.

A finales del siglo XVIII, reducida Marbella a sus límites actuales, persistía la agricultura tradicional. Fuera del ruedo del pueblo, dedicado a las huertas, se contrapone “La Campiña” a poniente, zona agrícola por antonomasia, y el territorio montuoso de “Las Chapas” a levante. Por su parte, las sierras del norte terminarán esquilmadas por las efímeras industrias del hierro en Río Verde, que apenas soportaron más allá del segundo tercio del XIX.

La envergadura de las transformaciones, sobre todo en lo que a ocupación de suelo se refiere, que ha sufrido este territorio, la metamorfosis de sus huertas y de sus sierras, la mudanza de su fisonomía, en suma, lo han convertido en un caso de difícil parangón en la geografía española.

Las usurpaciones de terrenos municipales y realengos por parte de la nobleza local formaba parte de las prerrogativas —abusos— de las familias más poderosas y de los regidores municipales. Las desamortizaciones fueron restando superficie a los terrenos comunales y de propios: la de Madoz acabó con toda una cultura de aprovechamiento del campo mediterráneo, al negar a las clases populares el uso secular de la leña, el carboneo, dando lugar a la formación de una clase campesina cada vez más pobre y a una mengua considerable de los ingreso del Ayuntamiento.

Lo que ello ha ocasionado es objetivamente verificable: Marbella ha experimentado un desarrollo económico y humano espectacular en los últimos decenios; y por otro lado, se ha producido un absoluto divorcio entre este mismo desarrollo y la capacidad para preservar el patrimonio, tanto el histórico como el medioambiental y ecológico. En este sentido, el equilibrio que la zona había alcanzado a principios de los ochenta ha experimentado un colosal retroceso. El juicio que estos hechos merecen depende, en buena medida, de la perspectiva desde la que se los analice; Cilniana, en la línea seguida desde hace años, ha denunciado sin ambages lo que ha considerado una ocupación espacial abusiva. Aunque no necesitamos esgrimir más credenciales, sí convendría ilustrar con algunos hitos, el proceso histórico que ha conducido a la situación actual. Tras la conquista castellana, la vid suponía el cultivo más rentable de la Tierra de Marbella, espacio comprendido entre Mijas y Manilva. El alejamiento —castigo— de los moriscos del litoral continuó con la especialización vitícola del piedemonte (uva para pasa) y ceralista del litoral. Las tierras más fértiles, entre los ríos Verde, Guadalmina y Guadalmansa, fueron acaparadas por nuevos apellidos del grupo vencedor: los Bazán, Domínguez o Díez de Oñate.

Uno de aquellos ferreteros, Heredia, convertirá en latifundio los alcornocales de Las Chapas, mientras que otros grandes propietarios, Gutiérrez de la Concha en San Pedro Alcántara y Martínez de Pinillos y sus socios en El Ángel, innovaron en las tierras feraces, al amparo de las leyes de colonización. En la colonia de San Pedro Alcántara el fracaso económico del marqués del Duero dio paso a una sociedad que adquirió la Colonia: políticos y banqueros rentabilizaron sus acciones al margen del rendimiento agrario. La colonia de El Ángel construyó dos embalses para procurarse el dominio sobre el agua; y a la caña de azúcar siguieron los cítricos hasta mediados del siglo XX, cuando José Banús tomó el relevo. Esquilmado el bosque de las sierras, reducido a barbecho inmobiliario las últimas parcelas agrícolas, la agricultura en el municipio de Marbella ha desaparecido para dar paso al regadío estéril de los campos de golf, que constituye otra variedad de zona verde, aunque esta vez impresa en papel satinado de gramaje superior y requiebro para negocios de cemento.

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“Hablar de la lucha por el catastro es hablar de la revolución liberal. Es hablar del papel del Estado como impulsor de la realización del principio de igualdad en un terreno tan importante como es el del reparto de la carga fiscal. Es presentar la tensión entre los proyectos liberales de modernización del país y la debilidad del Estado español para vencer las resistencias que se oponían al proyecto. Es considerar la fuerza que conservaron hasta bien entrado el siglo XX las clases dominantes del Antiguo Régimen; es verlas asociadas con las nuevas élites en un único bloque de poder aglutinado en torno a la defensa de la propiedad de la tierra. Es comprobar la trascendencia del control de la información como instrumento de acción política y aún de transformación social”. Juan Pro Ruiz (1992) La zafra. San Pedro Alcántara.

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OCULTACIÓN DE LA RIQUEZA EN EL MUNICIPIO DE MARBELLA.

AGRARIA

EL CATASTRO DE 1897 José Luis Casado Bellagarza a situación del municipio de Marbella a finales del siglo Diecinueve se puede identificar y resumir con el enunciado de “Miseria, guerra y corrupción”, con el que titulaba Francisco de Asís López Serrano (2000) un artículo publicado en el n.º 13 de la revista Cilniana, y que subtitulaba “Una aproximación a la Marbella de 1898”. Y si dos de esos términos, miseria y corrupción, se extienden a un periodo mucho más amplio de los siglos XIX y XX, con el tercer concepto, guerra, ocurre algo similar, pues además de las guerras con Cuba y Filipinas, no nos faltaron a los españoles conflictos civiles — las guerras carlistas— y otras aventuras bélicas en el norte de África. El rastro de los combates podemos seguirlo a través de la documentación que guarda el Archivo Municipal de Marbella, nombres de soldados muertos... vecinos que dejaron de serlo.

Este trabajo tiene como eje una de esas lacras, la corrupción. No la más usual, que se encontraba en primera instancia en el funcionamiento de la administración municipal, y tan unida a la perversión política del caciquismo imperante durante la Restauración. Vamos a tratar del fraude fiscal, en concreto del fraude en la riqueza agrícola y ganadera, cuando estas actividades eran la base de la economía, y de un instrumento que en esos momentos de finales del siglo XIX se experimentaba para combatirlo, nos estamos refiriendo al Catastro que se efectuó en Marbella en el año 1897. La documentación que generó este catastro se conserva en los fondos de Hacienda del Archivo Histórico Provincial de Málaga, y parte de ella en el Archivo Municipal de Marbella. Proporciona una gran cantidad de información sobre “el campo”, tema de esta exposición de fotografías, en sus vertientes de explotación agrícola, forestal y ganadera, y se extiende a numerosos datos sobre geografía, clima, precios, salarios, utillaje o labores agrícolas. Hay que remontarse al catastro de Ensenada en Marbella, en 1752, cuyas respuestas generales han sido publicadas por Francisco López González y Lucía Prieto Borrego (2001), para encontrar una fuente documental tan amplia y tan variada sobre el municipio marbellí. Los propietarios, en especial los más poderosos, ocultaban sistemáticamente la verdad sobre la superficie de sus tierras, así como sobre la cantidad y calidad de los productos que obtenían, con la complicidad de los ayuntamientos, a los cuales controlaban política y administrativamente, y en los cuales estaban representados ellos mismos, o a través de sus familiares o sus mandatarios. A finales del siglo XIX la situación en el campo español era muy grave, las sucesivas crisis amenazaban con proletarizar gran parte del campesinado. Pero la Hacienda Pública no se podía permitir una reducción en los impuestos de rústica, la única solución consistía en que

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afloraran las grandes bolsas de fraude, según afirmación de Juan Pro Ruiz (1992), especialista en la historia del catastro en España. La ley de 17 de julio de 1895 pretendía rectificar las cartillas evaluatorias de la riqueza agrícola. Se diseñó un catastro por grandes extensiones de cultivo uniforme, por masas de cultivo, en el que se separaban las distintas clases de terreno, era el denominado Catastro por Masas de Cultivo y Clases de Terreno. El catastro se experimentó con éxito en la provincia de Granada, el bajo coste de los trabajos y la rapidez de los mismos se conjugaron con el descubrimiento de grandes superficies ocultas, con la nueva riqueza hasta se hubieran podido bajar los tipos impositivos. Una nueva ley de 1896 se aplicó en Cádiz, Córdoba, Sevilla y Málaga. En otras provincias se comenzaron los trabajos pero no llegaron a completarse. A la resistencia de los adversarios del catastro se unieron objeciones técnicas que hacían poco operativos los avances catastrales. En 1906 se aprobó una nueva ley que implantaba otro tipo de catastro, el parcelario, en el cual la parcela representaba la unidad concreta referida no sólo al cultivo y clase del terreno sino al propietario. El desarrollo catastral fue lento, influyendo los sucesivos regímenes políticos: la dictadura de Primo de Rivera, los distintos gobiernos de la Segunda República y la dictadura de Franco. Terminado el catastro a finales de los años 50, las clases dominantes habían trasladado su riqueza a otro tipo de bienes y la especulación se concentraría en el sector inmobiliario urbano.

sucesivos será necesario contrastar esta información con otras variables económicas, sociales o políticas para lograr una visión más completa de la historia agraria del municipio de Marbella. 1. CERTIFICACIÓN DEL RESUMEN DEL AMILLARAMIENTO Y CARTILLA VIGENTES El cuaderno n.º 1 resume los cultivos, con sus clases y calidades, según el amillaramiento municipal del año 1896-1897 (aunque amillaramiento es el conjunto de trabajos que concluyen en el padrón, ambos términos se emplean indistintamente). Se especifica la superficie dedicada a cada aprovechamiento agrícola o forestal, y la riqueza imponible, o sea la diferencia entre los gastos y los ingresos de cada cultivo. Sobre esta riqueza posteriormente se establece un tanto por ciento que constituye la contribución para cada propietario (el sistema hacendístico se denominaba de cupos, presupuestada la cantidad a recaudar se distribuía en cupos provinciales y a su vez cada provincia los repartía en cupos municipales entre los pueblos, cuyos ayuntamientos debían repercutirlos entre los propietarios de su término). En el cuadro siguiente presentamos el resumen del amillaramiento municipal para el año 1896-1897, que no tiene más valor que ser el vigente en ese momento a los efectos legales, pero alejado de la realidad, como más adelante comprobaremos. Esta información se requiere para cotejarla con los trabajos prácticos que va a llevar a cabo la brigada enviada por la Comisión Central.

Las posibilidades del catastro de 1897 para la historia de la provincia malagueña, fueron planteadas metodológicamente por el profesor Carmelo Pellejero (1990) en un artículo en el que analizaba sus distintas partes y los datos que se podían obtener del mismo. Más tarde, el mismo historiador aprovechaba la información catastral en su libro La Filoxera en Málaga. Una crisis del capitalismo agrario andaluz. En este artículo describiremos el contenido de cada uno de los cuadernos que constituyen la documentación de los trabajos agronómicos mandados hacer por la Comisión Central de Evaluación y Catastro, con la pretensión de obtener una visión general del campo de Marbella y sus colonias agrícolas, a finales del siglo XIX. En trabajos

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El amillaramiento constituye la actualización anual del que se hizo por ley en 1850, y que cada año se actualizaba con apéndices. Continúa con el vicio secular de los antiguos padrones de riqueza


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del Antiguo Régimen, basado en una elaboración muy poco fiable: declaración del interesado, ratificación por los peritos de la Junta Municipal y aprobación final por el Ayuntamiento. Los intereses de los más poderosos, nobles o burgueses, civiles o militares, clérigos o laicos, con la complicidad de los políticos municipales, controlados por las élites locales, urdían una calculada trama para ocultar la riqueza y evadir el pago de los impuestos que le correspondían. A estos rendimientos hay que añadir los obtenidos por la arboleda, que resumimos en el cuadro siguiente. Más de 24.000 pies de árboles y 430 cargas de chumbos suponen una riqueza añadida de 24.101,59 ptas, que sumado a los cultivos anteriores y tras algunos ajustes contables proporciona un total de riqueza agraria para el término de Marbella de 160.166 ptas. Como la mayor parte de los cultivos están asociados, o sea que se cultiva a la vez cereales y almendros o cereales e higueras, por ejemplo, la superficie debería ser la misma del cuadro anterior. De todas formas, aunque se dieran cultivos exclusivos de arboleda, el cálculo que se puede efectuar a partir de la ocupación por cada pie de árbol no llegaría a 1.000 hectáreas.

La mayor parte del terreno dedicado a la agricultura en el municipio de Marbella se sembraba de cereales, cultivados en la campiña de año y vez, en total 2.761,17 ha, que se distribuyen en tierras de primera, segunda y tercera calidad, según el cuadro siguiente, donde podemos ver también la riqueza imponible por cada categoría de terreno. Se observa que la mayor parte de este cultivo pertenece a la categoría inferior, y por su baja productividad el rendimiento sólo es de 4,03 ptas/ha.

Para algunos historiadores económicos el fraude en los amillaramientos no está únicamente en la ocultación de superficie, sino en la inadecuada clasificación de los terrenos y su consiguiente disminución impositiva. El cereal de Marbella resulta paradigmático, la mayoría de las tierras se declaran de tercera categoría para contribuir en menor proporción, casi quince veces menos que la primera categoría. 2. COPIA DE LA CERTIFICACIÓN DE LA ALCALDÍA, NOMBRANDO PERITO DEL AYUNTAMIENTO

La riqueza imponible por cada árbol, de primera clase, es la que se puede ver a continuación, pero igual que sucede con los cultivos, la mayor parte de los árboles se concentran en la calidad inferior. Así, 1.293 olivos cotizan en tercera clase a 0,66 pesetas y 16.010 higueras lo hacen también en tercera clase a 0,67 pesetas, una muestra más de ocultamiento.

En lugar del certificado hay una carta del alcalde, Francisco Romero Mata, dirigida al ingeniero jefe de la brigada diciéndole que el Ayuntamiento no cuenta con perito adecuado para los trabajos del catastro, ni tampoco tiene recursos económicos para ningún gasto que pueda originar los trabajos conducentes a ese fin. Los argumentos del Ayuntamiento son fácilmente desmontables, pues a través de las actas capitulares sabemos que era norma general el nombramiento de peritos agrícolas, cuando tomaba posesión una nueva corporación o cuando surgía algún problema que dilucidar referente al campo, como el establecimiento de lindes o la valoración de terrenos, etc. Y en cuanto a los gastos, el propio jefe de la brigada argumenta en otro cuaderno que, por ley, esos gastos pueden reclamarse posteriormente a los organismos supramunicipales. Esta respuesta es una evidencia de los obstáculos puestos por las clases dirigentes desde las

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más diversas instituciones, comenzando por el propio Ayuntamiento, contra los intentos de esclarecer la riqueza rústica y pecuaria. 3. CERTIFICACIÓN DE PRECIOS MEDIOS El cuaderno n.º 3 aporta los precios medios, de la década de 1887 a 1896, de distintos productos, de los cuales hemos recogidos algunos, entre ellos el elemento básico de la dieta alimenticia de la época, el trigo, en el que observamos precios más bajos que en otros periodos anteriores, por ejemplo en los años del Sexenio Democrático (1868-1874), que fueron estudiados por José Bernal (2001), y que tienen menos oscilaciones, posiblemente por la implantación mundial de un mercado de trigo y por causas locales, como el funcionamiento de la industria harinera de la colonia de El Ángel, como apuntamos en otro trabajo, José Luis Casado (2003). En cambio en otros productos del cuadro las oscilaciones son muy acusadas, caso del vino, aguardiente y alcohol.

Además de los anteriores hay más información sobre precios de diferentes productos agropecuarios, que aplicará la brigada en sus operaciones para calcular los rendimientos en Marbella. Estos precios corresponden a productos muy variados, principales o secundarios, tal como vemos en el cuadro que sigue. La información sobre las diversas calidades de un mismo producto es muy detallada, por ejemplo se distinguen tres categoría de corcho y hasta cinco de pasas, del olivo, además del aceite y del orujo se valora la leña, y en dos calidades, recia y menuda. En los animales se calcula su venta como unidad completa, por ejemplo una cabra vieja vale 11 pesetas, y también sus productos: leche, queso o sirle (estiércol).

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4. CERTIFICACIÓN DE LAS FINCAS QUE DISFRUTAN EXENCIÓN TEMPORAL O PERPETUA El secretario del Ayuntamiento, Manuel Ortiz de Molinillo, certifica que las fincas que están exentas de pagar impuestos son Sierra Blanca, dedicada a monte y pastos, los Llanos de


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Nagüeles, sólo de pastos, y el Pinar de Valdeolletas, poblado de pinos.

sas parcelas de cultivo que darán lugar a los mapas agronómicos del término municipal.

Las tres fincas son de propiedad municipal desde “tiempo inmemorial”. Se describen sus linderos pero desde el Ayuntamiento se afirma desconocer la superficie, en un nuevo gesto de menosprecio hacia la actividad desarrollada por la brigada enviada por la comisión catastral.

Cuando hay “masas ferruginosas” que impiden el empleo de la brújula se emplea otro procedimiento. Así, cuando se esta cerca de la vía del ferrocarril minero, desde Ojén hasta el muelle de hierro, se repite el trabajo con un goniómetro (aparato que mide ángulos).

5. VALORES EN VENTA Y RENTA DE LOS TERRENOS

8. VALUACIÓN DE SUPERFICIES

No se completa el cuestionario y no se diferencia, por tanto, regadío ni secano, ni se rellenan los tres años últimos. Lo que sí tiene este cuaderno es una nota del Registro de la Propiedad de Marbella certificando que durante el último trienio las fincas rústicas del partido judicial tuvieron como valor total de ventas 548.901,18 pesetas y como valor total de rentas 107.000 pesetas. 6. DIARIO DE OPERACIONES En este cuaderno se describen, día a día, los trabajos efectuados por la 4.ª Brigada, compuesta por el ingeniero, jefe de la brigada, Elían Antón Torregrosa, el perito Juan Medina Mata y el ayudante José Dorado López. La brigada llegó a Marbella el 3 de marzo de 1897, procedente de Cómpeta donde había estado anteriormente. Los principales trabajos que se describen en el diario son: itinerarios con brújulas, separación de masas de cultivo, trabajos de gabinete, deslinde de terrenos de la colonia de El Ángel, levantamiento de actas y redacción de cuentas. Aparte de la jornada de descanso semanal algunos días no se pudo trabajar en el campo, como el 18 de marzo por viento fuerte, o el día 1 de abril por lluvias. Finalmente, el día 16 de mayo finalizaron las labores en Marbella, y se hizo entrega de las cartillas evaluatorias a la superioridad provincial.

La superficie total para el municipio es calculada por la brigada de trabajo en 11.418,77 ha, de las cuales habrá que descontar los núcleos urbanos —31,87 ha de Marbella y 6,35 de San Pedro Alcántara y su fábrica—, los edificios aislados, caminos o ríos —45,06 ha ocupa el río Guadaiza y 36,13 el río Verde—, resultando 10.999,39 ha netas de superficie imponible. El término municipal se divide en seis secciones agro-nómicas, denominadas con letras desde la “A” hasta la “F”, con un total de 298 masas de cultivo numeradas, y de cada una de estas se especifican en este cuaderno su tipo de cultivo, su calidad, su superficie total y su superficie neta imponible. Seguidamente resumimos las características más notables del paisaje agrario de cada sección —conocida la ubicación de Marbella, omitimos citar los límites por el norte, municipios de Benahavís, Istán, Ojén y Mijas, y el límite por el sur, mar Mediterráneo—.

7. ITINERARIO CON LA BRÚJULA Este cuaderno consta a su vez de siete cuadernillos en los que se anotan datos técnicos y croquis que servirán para delimitar las diver-

En el cuaderno n.º 7 se encuentran datos técnicos y croquis sobre medición de superficie de las masas de cultivo. En la imagen la orilla izquierda del río Guadaiza, en su desembocadura.

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De oeste a este la primera sección es la denominada con la letra F, entre los ríos Guadalmina y Guadaiza, con 1.089,08ha de superficie imponible. Junto con la sección siguiente constituye lo que el geógrafo Juan Oliva (1983) ha definido como tierras bajas occidentales, las más aptas para la actividad agrícola del municipio. Todas las tierras de esta sección pertenecen a la sociedad Colonia de San Pedro Alcántara, que en el año 1897 las tienen sembradas en su mayor parte de remolacha azucarera, salvo 94,60 ha de caña de azúcar del terreno comprendido entre la carretera nacional, la playa, el río Guadalmina y el arroyo del Chopo, y algunas otras masas pequeñas de monte bajo, erial para pastos, cereales o viña para pasas —ésta última sólo 3,17 ha—. Es digno de reseñar, por su importancia como infraestructura hidráulica, el embalse de Las Medranas con 9,50 ha de superficie.

En los terrenos de San Pedro Alcántara, en 1897, se cultivaba la remolacha como planta suministradora de la fábrica azucarera de El Ingenio; el agua de riego estaba asegurada con la infraestructura hidráulica de la colonia, entre la que destacaba el embalse de Las Medranas.

La sección B se encuentra entre los ríos Guadaiza y Verde, con una superficie de 1.502,34 ha, de las que casi la mitad pertenecen a la sociedad Colonia de El Ángel, que sigue optando por la caña de azúcar como abastecedora de su propia fábrica. Hemos sumado 217,84 ha de esa planta industrial, aunque es superada en esta sección por el cereal que ocupa aproximadamente 450 ha, recordemos que en El Ángel también existía una fábrica harinera, esto no quie-

re decir que las parcelas de estos dos cultivos pertenecieran a su totalidad a esa colonia, se trata de un catastro por masas de cultivo, y no recoge datos sobre sus propietarios, por ello, el comentario que hacemos se centra en el paisaje agrario, aunque intercalemos algunas observaciones sobre la propiedad. Dos grandes masas de remolacha azucarera de 104,83 ha, junto al río Guadaiza, se cultivan

Las tierras pertenecientes a la colonia de El Ángel, con abundantes plantaciones de caña de azúcar, se hallaban entre los ríos Guadaiza y Verde. El topónimo de “Fábrica de Abajo” recordaba la antigua fábrica siderúrgica.

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En las secciones A y C del municipio, ubicadas a ambos lados de la ciudad de Marbella, predominaban la pequeña y mediana propiedad y los cultivos tradicionales: campos de cereales, olivares y viñas. En el mapa se puede apreciar el acueducto de Puerto Rico, el ferrocarril minero que llegaba hasta el muelle de hierro, y la vía pecuaria.

en terrenos propiedad de la colonia de San Pedro. Desde la fábrica de “Arriba” —antigua ferrería de La Concepción— hacia el norte tres parcelas contiguas de monte bajo suman 336,73 ha; otra de 27,47 ha de pinar limita con el municipio de Istán, en el mismo lugar donde existe una presa sobre el río Verde, para el aprovechamiento de sus aguas. Desde el río Verde hasta el núcleo urbano de Marbella se extiende la sección A del mapa agronómico, teniendo como límite oriental el acueducto de Puerto Rico que discurre casi en línea recta desde el límite con Istán hasta la ciudad. En esta sección y en la siguiente —las dos más cercanas a la población de Marbella— el paisaje agrario se vuelve más compartimentado, predominando la mediana y pequeña propiedad, a diferencia de las secciones anteriores donde el latifundio ha dispuesto masas de cultivo más amplias y uniformes. Los cultivos son más tradicionales: cereales en solitario o asociados con higueras o almendros, y en mucho menor extensión olivares y viñas. Cultivos distribuidos en la mitad meridional de esta sección, los denominados llanos centrales según Juan Oliva (1983), pues

en la mitad septentrional se halla el monte público de Sierra Blanca, el relieve más elevado del municipio, que sólo permite crecer el monte bajo, con 1.061,64 ha de superficie sobre el total de las 2.714,80 del sector, con una penetración en cuña hacia el sur por la zona de Nagüeles. Otra gran parcela de monte bajo, de 236 ha, linda con el río Verde en su zona norte, y entre esta parcela y Sierra Blanca son abundantes los eriales dedicados a pastos. La mitad sur de la sección es la más antropizada, en torno a la carretera Málaga-Cádiz los cereales aumentan su rendimiento gracias al regadío que proporcionan pozos, fuentes y pequeños arroyos como el de Nagüeles, el de las Piedras, o el de Calaña. Una pequeña masa de 6,3 ha de caña de azúcar representa las inquietudes agrarias del diputado Joaquín Chinchilla, en una de sus propiedades de las desembocadura del arroyo de Nagüeles. En esta misma zona hay varias parcelas de viñas para pasas: 12,8 ha, de 7,33 y de 27,43 ha; y alguna otra, de 19,1 ha, de olivar. Por su trascendencia en la vida económica de la ciudad es preceptivo citar el pinar de Valdeolletas, que pertenece al municipio, de 6,97 ha, y el olivar de Miraflores, de 10,90 ha, de la familia Domínguez.

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La sección C es la de menor superficie del término, 1.048,50 ha, y llega hasta el río Real por la parte de levante. Aquí comienzan lo que geográficamente se denominan las lomas orientales, por tener un relieve característico de pequeñas elevaciones que dominan el paisaje. En cuanto a la estructura agraria guarda semejanza con la anterior, aunque la agricultura se resiente a favor del monte, que ocupa la mitad norte con dos grandes masas, continuación del macizo de Sierra Blanca de la sección anterior, que suman 360,33 ha de monte bajo, más 232,34 ha de erial dedicado a pastos; el resto de las tierras son de cereales, en su mayor parte de secano y de peor calidad. La sección D, desde el río Real hasta el camino llamado de las Chapas que asciende desde la desembocadura del arroyo de Siete Revueltas, se extiende por 1.448,69 ha de terreno. Dos

grandes cultivos dominan esta parte del paisaje, en un primer tramo una masa de erial a pastos ocupa 299,68 ha desde el límite con Ojén hasta la carretera Málaga-Cádiz. Siguiendo hacia el este se puede ver una superficie de 965,05 ha de monte bajo, ocupando toda la cuenca del arroyo de Siete Revueltas. Estas vastas superficies de monte y de erial explican el paisaje de esta parte de Marbella, que en su parte más cercana al mar es ocupado por los barronales, según denominación de la época, o extensas dunas, que continuarán en la sección siguiente hasta llegar al límite con Mijas por el este. Podemos citar algunas excepciones, como un viñedo para pasas de 18,70 ha, un olivar de 6, ó un alcornocal de 16 ha, en el conjunto de un paisaje monótono, alomado y a veces laberíntico. El sector E es el último de la zona oriental, lindando con Ojén al norte y con Mijas al

Las Chapas era la zona de Marbella donde el paisaje se conservaba de forma más natural. De norte a sur, los bosques de pinos y alcornoques terminaban en extensas dunas entre la carretera y el mar.

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este. Con 3.195,98 ha es el más extenso del mapa agronómico. Las masas de cultivo son las más extensas y las que tienen menos variedad de cultivos de todo el municipio. Los alcornocales, que llegan hasta la carretera de la costa, suman 357,64 ha, y los pinares 457,05 ha, ambos situados en la cuenca del arroyo de La Víbora, y hacen de esta sección la de mayor riqueza forestal de Marbella. Si a ese monte alto le sumamos las 1.630,24 ha de monte bajo, tenemos como terreno no agrícola un 76,50 % de la superficie imponible de la sección, incluida en el monte bajo la franja dunar —que muy reducida ha llegado hasta nuestros días—. Nada desdeñable resulta el cultivo de viña para pasas, de los pocos cultivos que puede aprovechar las laderas del accidentado relieve de lomas, característico de esta zona, con un total de 268,05 ha.

Guadalmina aparece como monte bajo mientras que en 1897 se cultivaría caña de azúcar. 11. BOSQUEJO PLANIMÉTRICO AGRONÓMICO En la documentación del Archivo Histórico Provincial hay dos mapas agronómicos diferentes, ambos a escala 1:25.000. En uno de ellos aparece una parcelación numerada, que encuentra su explicación en un cuadro adjunto, donde

9. CERTIFICACIÓN DE SUPERFICIES El cuaderno n.º 9 no se ha encontrado en el legajo correspondiente del Archivo Histórico Provincial de Málaga. Pero los datos que contiene, resumen de cada cultivo con su calidad y extensión, lo podemos conocer a través de otros cuadernos, por ejemplo a través del n.º14.

El Instituto Geográfico realizó desde el año 1871 unos mapas, que posteriormente se utilizarían como base de los trabajos del Catastro en 1897. En este parte del mapa, correspondiente a San Pedro Alcántara, fechado en 1881, observamos que los cultivos predominantes eran de caña de azúcar, y que todavía no se había construido el embalse de Las Medranas.

10. BOSQUEJO PLANIMÉTRICO HECHO POR EL INSTITUTO GEOGRÁFICO Y ESTADÍSTICO

Se trata de un mapa, a escala 1:25.000, en el que además de los accidentes del terreno y otros elementos cartográficos, se representa información sobre cultivos, pero referidos a otro mapa terminado por el Instituto Geográfico en 1881 y que había comenzado su elaboración a comienzos de la década de los setenta. La información agraria que aporta, sin dejar de ser interesante, es anterior al trabajo del catastro que se desarrolla en 1897, como demuestra el hecho de que en la zona sur de San Pedro Alcántara se observen plantaciones de caña de azúcar alternando con trigo y cebada —en 1897 será remolacha azucarera—. De igual modo, la superficie ubicada entre el arroyo del Chopo y el río

se pueden ver los distintos tipos de cultivo, y clase de terreno, que corresponden a cada número. En el segundo mapa se representan las distintas masas con su numeración, el tipo de cultivo, la calidad de la tierra, y otros elementos topográficos —nombres de caminos, ríos, etcétera—, por lo que es más completo que el mapa anterior. Una copia de éste se conserva en el Archivo Municipal de Marbella, y es el que hemos reproducido en esta publicación. Sobre este mapa se puede recrear el paisaje agrario de Marbella a finales del siglo XIX, cuya descripción hemos hecho al ocuparnos del cuaderno n.º 8. Este segundo mapa contiene como anejo una “Relación de los cortijos que existen en este término”, que es la explicación de otros núme-

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ros —algo más pequeños que los de las masas de cultivo—, que van desde el 1 hasta el 245. Encontramos nombres genéricos: casa, choza, molino harinero; pero la mayoría son específicos, referidos a lugares o a sus propietarios: casa Blanca, casilla de la fuente del Prado, cortijo de La Campana, lagar de Martínez. Resulta muy útil como complemento de otras fuentes documentales y como información toponímica. De los 245 nombres, 163 se refieren a casas, encontrándose a veces nombres repetidos como las 6 casas de Artola o las de 5 de Roldán, muestra de algunos de los más antiguos y mayores propietarios de Marbella; cortijos sólo aparecen 7, entre ellos los más significativos del término, como el de Miraflores o el de la Campana; también encontramos términos de la actividad agroindustrial, como 12 lagares, 5 molinos harineros sin nombre y el molino de Villar, el Ingenio de San Pedro Alcántara y otros términos relacionados con la actividad agropecuaria: perezosa (sic) —un perezoso es un pequeño embalse—, pajar, tinados o colmenares. También nombres de otros establecimientos como fábrica de plomo, polvorín, venta y otros lugares como ermita de los Monjes, nacimiento de Nagüeles. Asimismo, recoge 17 chozas diseminadas por el campo, que no eran únicamente lugares para guardar utillaje agrícola o refugio temporal, sino residencia permanente, con condiciones ínfimas para vivienda, de algunos campesinos. La relación completa de los llamados cortijos la presentemos como apéndice. 12. PROPUESTA DE TIPOS MEDIOS Resume los productos y los gastos que cada cultivo genera, y la diferencia o líquido imponible por hectárea y año. En el cuadro siguiente hemos ordenado los cultivos por orden de rendimiento, en él vemos como la caña de azúcar y la remolacha, cultivadas en las colonias de San Pedro Alcántara y El Ángel constituyen los dos cultivos más rentables del término municipal. Mientras que los cereales, que ocupan la mayor parte del suelo cultivable del municipio, o las viñas, suponen aproximadamente la mitad de la riqueza imponible de la caña. Y eso en terrenos de regadío, pues en secano el rendimiento económico es mucho menor, donde el olivar llega a ser seis veces menos rentable que la caña, e incluso el terreno forestal supera, en ocasiones, al agrícola, así, la hectárea de alcornocal es más rentable que la de cereal.

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13. ESTADO COMPARATIVO ENTRE LOS TIPOS EVALUATORIOS COMPROBADOS Y LOS QUE FIGURAN EN LAS CARTILLAS VIGENTES Los tipos imponibles que se pueden comparar son los cultivos de las cartillas evaluatorias del Ayuntamiento, vigentes en 1897, y los mismos cultivos que existen ese año y son comprobados por la brigada del catastro. Cuatro cultivos se repiten únicamente, según el cuadro siguiente, lo que demuestra la inercia en la actualización del amillaramiento, ignorando nuevos cultivos, caso de la remolacha azucarera o la caña, u otros que ha-


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14. RESUMEN DE LA RIQUEZA AMILLARADA Y COMPROBADA, Y COMPARATIVO CON LA QUE RESULTA DEL ESTADO DE VALORES DEL EJERCICIO ECONÓMICO 1896-97 Se compara la superficie y riqueza imponible de las cartillas del amillaramiento con las cartillas En el cuaderno n.º 15 se dibujan los croquis que servirán para la elaboración del mapa agronómico propuestas por la bridel municipio. En la imagen la orilla izquierda del río Guadaiza. gada del catastro. El bían variado de esquilmo, como la viña cuyo resumen final es el cuadro que sigue, en el fruto deja de emplearse con fines vinícolas cual la ocultación de superficie es de 4.599,70 para convertirse en pasa. Inercia interesada, ha, un 41,82 % de la verdadera superficie del amparada en tipos imponibles fraudulentos, término de Marbella; y la ocultación de riqueque favorecían a los agricultores con más za es de 447.126,43 ptas, el 73,64 % de la ripoder del municipio. queza comprobada.

En estos cultivos sólo el erial a pastos representa un tipo mayor en las cartillas vigentes que en las elaboradas por la brigada, en el resto los tipos son mucho más bajos en el amillaramiento vigente. Y la diferencia es muy notable en la clase tercera de los terrenos, en la que insistimos que se encuentran la mayoría de las fincas del municipio; así se ratifica lo expresado con anterioridad, la ocultación en esa categoría supone la mayor bolsa de fraude del catastro de rústica vigente; por ejemplo, en el cereal de regadío en terrenos de tercera el tipo propuesto es el doble que el existente, y en el secano es cinco veces más.

El fraude descubierto en el municipio de Marbella es mucho mayor que el del conjunto de la provincia de Málaga, según el recuento efectuado por Juan Pro (1992), y cuyos porcentajes de ocultación son de un 30,96 % y un 36,83 % respectivamente. De este modo, el fraude de la riqueza de rústica en Marbella supone el doble del fraude provincial. Aunque habría que ponderar la riqueza de las tierras pertenecientes a la colonia de El Ángel, pues las leyes de colonización eximían del pago a las mejoras efectuadas, y el pago de impuestos correspondía a los cultivos que existían antes de ser declarada colonia agrícola. En cambio los beneficios de la colonia de San Pedro Alcántara habían caducado en 1894, después de 25 años, por lo que un informe del ingeniero provincial que argumenta, en parte, el alza de la riqueza municipal en esa exención no está justificado, ya que el Ayuntamiento había dejado transcurrir dos años sin incorporar los nuevos cultivos de San Pedro al apéndice del amillaramiento.

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va riqueza imponible, procedente del olivar o se incrementa el de los viñedos para pasas, el valor fundamental es el procedente de las plantas industriales, caña y remolacha, que aporta 380.452,41 ptas, un 62,66 % de toda la riqueza rústica, aunque sólo ocupen el 10,76 del territorio cultivable de Marbella. La ocultación queda al descubierto, aunque dista mucho de que se corrigiera, ya que los grupos de poder en los distintos ámbitos, desde el local hasta el estatal participaban del fraude y ralentizaron de forma escandalosa la reforma del catastro de rústica. Coinciden los estudiosos del tema en que al terminarse la reforma de rústica la mayor parte de la riqueza del país ya no estaba en el campo, sino en las ciudades, y la gran ocultación en el catastro urbano. El resumen final de la ocupación agrícola y forestal de Marbella se puede ver en el cuadro siguiente, en superficie y en riqueza imponible. Si lo comparamos con los cultivos que estaban vigentes en el amillaramiento, cuadro del cuaderno n.º 1, observaremos que el total de superficie agrícola declarada por el Ayuntamiento era de 4.145,46 ha, que no se diferencia apenas de las 3.887,77 que propone la brigada agronómica, mientras que las 2.254,23 ha forestales sí se diferencia bastante de las 7.111,62 propuestas. Sin embargo, la base del fraude no está en la ocultación de la superficie, sino en la ocultación del rendimiento económico, y éste se concentra en el sector agrícola, donde la diferencia es notable entre las 127.114,65 ptas vigentes y las 539.859,89 propuestas. Y dentro del sector agrícola, siempre comparando el cuadro siguiente con el del cuaderno 1.º, aunque surge nue-

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15. ACTA DE CLASIFICACIÓN DE TERRENOS Son siete cuadernillos, uno por sección, donde se anotan los números de las masas con la clase de cultivos, linderos, y categoría del terreno. Como complemento se dibujan unos croquis —que se esbozaron en los cuadernos n.º 7— con los números de las parcelas y los datos anteriores en abreviatura. Con estos croquis se confeccionará el mapa agronómico del municipio. 16. MEMORIA Y EXPOSICIÓN DE DATOS Proporciona datos cualitativos que nos permiten conocer, además de los datos agronómicos, la situación económica y social del municipio, pues ofrece información sobre salarios, forma de la propiedad, sistemas de transporte, población, etcétera. Consta de varias partes, una de ellas es la “Memoria general”, que por su interés la transcribimos completa como apéndice. En ella se habla de diversos temas. Con respecto al clima, se dice que el municipio “goza de una primavera continua”, sin embargo en ocasiones las escarchas perjudican los brotes de la caña de azúcar. Las condiciones geológicas no son buenas para la agricultura, pero el llamado bizcornil, forma un suelo impermeable que origina una reserva de humedad para los cultivos en tiempo de sequía. En cuanto a la propiedad, se citan tres latifundios: la colonia de San Pedro Alcántara, la colonia de El Ángel y las propiedades del norte y este del municipio de la familia Larios; se critica que San Pedro se administre “con excesivo lujo”, grandes sueldos para el personal directivo y braceros fijos a jornal, a los que unas veces les falta trabajo y otras les sobra —el municipio de Marbella en general es deficitario de mano de obra en la época de determinadas faenas agrícolas, como la recolección—, e incluso se indica que en la colonia se gasta excesivo abono, que se pierde con los riegos y van a parar al mar. Hay medianos propietarios que


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cultivan sus fincas en medianería o arrendamiento, estos arrendatarios al igual que los pequeños propietarios “viven sujetos a la miseria”. En relación al transporte, se explica que la caña y la remolacha se lleva en carros a las fábricas, el resto de las fincas tiene que hacerlo a lomos de caballerías; los caminos a los pueblos colindantes son de herradura, y a Estepona y Málaga se llega a través de la carretera de segundo orden, de Málaga a Cádiz; se cita además el transporte marítimo, a vela y vapor. Los sistemas de cultivo, que se detallarán en otros cuadernos, son los usuales y sólo con la remolacha y la caña de azúcar “hay un poco más de esmero”, por lo que se describe con detalle, en la memoria, los gastos de plantación de la caña con las labores que han de emplearse, tanto por hombres como por animales, el tiempo y el dinero que cuesta cada labor y otros gastos necesarios como el transporte o el abono.

cias al cuaderno n.º 36, que se refiere a la explotación del alcornocal, podemos saber que un asalariado cavando el pie del árbol gana 1,50 ptas, pero en la poda y limpia gana 1,75 ptas, apilando corcho 2 ptas, el descorchador sube a 2,50 ptas (se calcula que descorcha 200 árboles al día), y el capataz (uno por cada 12 descorchadores) alcanza 3 ptas, el doble que un peón.

Otra información de la memoria es la correspondiente a las medidas que se emplean en Marbella y su correspondencia con el sistema métrico decimal. En lo que nos interesa más en este artículo, las medidas de superficie, la medida tradicional era la fanega —que equivale a 0,6037 ha—, y sus submúltiplos, el celemín o doceava parte de la fanega, y el cuartillo o cuarta parte del celemín.

Otra sección de este cuaderno valora el trabajo de los animales, a lo que habrá que añadir el trabajo del hombre, 1,50 ptas con los bueyes y mulos y 1,25 ptas con las vacas.

Otro apartado de este cuaderno se dedica al precio del trabajo, el jornal más corriente es de 1,50 ptas, 6 reales en el lenguaje de la época. Otros más elevados corresponden a labores especializadas o más penosas, 1,75 ptas la jornada de riego y 2 ptas la siega de trigo o la recolección de habas. En el término municipal de Málaga los salarios que constan en la información catastral son algo más elevados (Pellejero, 1990), pues si bien hay jornales de 1,50 ptas, abundan los de 1,75 y llegan a 2,75 ptas los más especializados, como sembrar judías o recoger pimientos. Aunque en otros cuadernos del catastro de Marbella podemos encontrar más información sobre salarios. Así, gra-

Muy interesante para la comparación de la productividad resulta la producción media por hectárea, de la cual reproducimos algunos ejemplos, referidos a terrenos de primera clase.

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Resulta obvio la mayor productividad del regadío sobre el secano, mucho mayor en las pasas que en el trigo, a pesar de que en éste último la diferencia ya es bastante apreciable. Se trata de terrenos de primera clase, pues en segunda y tercera disminuye la productividad, así el trigo de regadío se reduce a 1.248 y 1.092 kg/ha respectivamente, lo que aproxima la producción de tercera clase de regadío a la de primera clase de secano. Y algo idéntico ocurre con la viña de regadío que produce 1.290 y 910 kg/ha, cuando la tierra es de segunda y tercera categoría. La producción de la caña de azúcar es variable al ser una planta que dura cinco años, pues de un año para otro se cortan los tallos y se deja la raíz, que es un tallo enterrado. Así, se calcula el siguiente ciclo de producción: el primer año 41.000 kg —siempre hablando de tierra de primera clase—, el segundo 47.200, el tercero 44.200, y el cuarto y quinto 37.500 kg. Al cabo de estos cinco años al disminuir mucho la producción se arranca la raíz y se siembra un nuevo tallo. También se indica la producción por cada árbol: 16 kg de aceitunas por olivo; 8,50 kg de higos por higuera de erial, que asciende a 30 kg cuando está asociada al cereal, y se aprovecha de los cuidados dados a éste; ó 46 kg de corcho por alcornoque. En cuanto al aprovechamiento forestal los productos principales son: la madera de los pinares, 1,067 m³ por hectárea que se paga a 35 ptas el m³; la leña del monte bajo, calculada en 1.225 kg por hectárea a 0,50 ptas los 100 kg; y el carboneo de pinares y alcornocales, que producen 166,40 kg y 50 kg respectivamente por hectárea, y que se cotiza a 4,50 ptas los 100 kg de carbón. Y como productos forestales secundarios están los pastos, que se valoran a 1,50 ptas/ha en el alcornocal, a 2 ptas/ha en el monte bajo y en el erial a pastos con higueras y a 2,25 ptas/ha en el erial a pastos. CUENTAS Además de los cuadernos que hemos comentado, existen otros, en número indeterminado, sobre los cultivos dominantes de cada término municipal, con las operaciones numéricas efectuadas por la brigada para calcular los ingresos y gastos de cada cultivo, de cuya diferencia resultará la riqueza imponible de cada uno. En el caso de Marbella estos otros cuadernos abarcan desde el número 17 al 31.

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Para que el lector tenga idea del proceso seguido, y de su minuciosidad, nos detendremos especialmente en las cuentas que se hicieron con los cereales de secano. En el resto sólo comentaremos los aspectos más relevantes. 17. REMOLACHA AZUCARERA El primer año se cultiva sólo remolacha, el segundo se combina con maíz, y el tercero sólo trigo. Las labores previas del primer año consisten en una primera labor, de alzar, con yuntas de bueyes, y otra de desterronado con rodillo, con yunta de mulos. En el abonado se emplean, por cada hectárea, 22.500 kg de estiércol y 400 kg de abono mineral que se esparce con arado romano. En la siembra se necesita de nuevo una labor de arado con yunta de bueyes, además de otra con sembradora y yunta de mulos para esparcir la semilla. Los cuidados posteriores son una entresaca, dos escardas, y una última operación de quitar malas hierbas, además de diversos riegos. En el segundo año las labores son similares, a las que se añade las propias del maíz. Durante el tercer año el trigo no se abona. El salario de una mujer cortando “cuellos” a la remolacha es de 0,75 ptas al día, la mitad del salario medio de un hombre, calculándose que corta al día 2.500 kg de plantas. 18. CAÑA DE AZÚCAR Como hemos indicado anteriormente la misma raíz de la caña produce fruto durante cinco años, el sexto año se arranca y se deja la tierra descansar mientras se siembra maíz. Al igual que ocurre con la remolacha, la caña de azúcar necesita un cuidado intenso, de abonado, riego y numerosos jornales de cava, antes de la recolección de la planta. Los detalles del trabajo preparatorio, que consisten en diversas labores de arado, abonado y sembrado lo podemos ver en el apéndice dedicado a la Memoria general. Posteriormente se necesitarán tres labores de cava, denominadas de almorrón, cabucheo y cava en llano, dos labores más de bina y otra de atajo. Todo ello proporciona una fuerte ocupación jornalera, que continuará con los trabajos para esparcir y enterrar el abono, regar y por último recolectar, siendo a destajo la corta y monda de la caña, pagándose a 30 ptas las 1.000 arrobas, o lo que es lo mismo 2,61 ptas cada 100 kg (la arroba equivale a 11,49 kg). En los cuatro


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años siguientes, durante los cuales sigue cultivándose la caña, los gastos son los mismos, ya que la planta exige el mismo cuidado de cava, abonado y riego. En cambio, durante el sexto año, en el cual se cultiva maíz, los gastos son menores y no se abona el terreno. 19. CEREALES DE REGADÍO El primer año se cultiva trigo y maíz, el segundo habas y batatas y el tercero patatas. La producción del primer año consiste en 18 hl de trigo y 25 de maíz, en tierras de primera clase, abonadas con 16.000 kg de estiércol. Para el maíz se emplean jornales para recolección de los cabos verdes, los cabos secos, el desfarfolle y el desgrane. El segundo año se recolectan 22 hl de habas y 11.000 kg de batatas por hectárea de primera. El estiércol empleado son 12.000 kg. El tercer año se recogen 12.000 kg de patatas por hectárea de primera clase, con 20.000 kg de estiércol como abono. 20. CERALES CON HIGUERAS DE REGADÍO El número de higueras que se encuentran plantadas en una hectárea es de 12, cada higuera ocupa 110 m² y entre todas suman 1.320 m², siendo los restantes 8.680 m² el espacio ocupado por el cereal. En el cuaderno no se especifica el nombre de cereal, sino que se refiere al “cultivo herbáceo”, pero como los rendimientos de los productos coincide, exactamente en un 86,80 %, con los expresados en el cuaderno anterior de cereales se deduce que la rotación es idéntica, primer año trigo y maíz, el segundo batatas y el tercero patatas. 21. VID PARA PASA DE REGADÍO

ger y agavillar los sarmientos. Gastos especialmente elevados son el transporte de la pasa desde Marbella a Málaga, 3,52 ptas los 100 kg, y los derechos de entrada, almacenamiento y corretaje que llegan a 8 ptas los 100 kg. Como nota aclaratoria se dice que una caja para 10 kg de pasas y su papel cuesta 0,50 ptas, y el transporte a Málaga de un carro que transporte 1.000 kg tarda 3,2 jornadas, a 11 ptas cada día. La brigada parte del supuesto de que en cada hectárea existen 2.500 cepas, y como tienen una vida de unos 25 años, cada año deben reponerse 100, que no producirán fruto durante los tres primeros años de plantación. Un pasero tiene 48 m² de superficie y en él se pueden secar 33 kg de uva por cada m², o sea 1.584 kg de uvas, pero al convertirse en pasas se reducen a un tercio de su peso, y quedan en 528 kg de pasas. Como en cada temporada se pueden lograr 3 “cochuras”, por cada pasero se obtienen 1.584 kg de pasas. 22. CEREALES DE SECANO El cuaderno tiene como base una hectárea que el primer año está de barbecho, el segundo de trigo y el tercero de cebada. En el cuadro siguiente podemos ver los cálculos efectuados por la brigada agronómica. El primer año se deja descansar la tierra, en barbecho. El balance económico es claramente negativo, ya que los ingresos que produce son mínimos, únicamente pastos, y los gastos son considerables al tener que hacer tres labores de arado, las llamadas alzar, binar y terciar —en las tierras de tercera clase no se hace la última—.

5.190 kg de uva y 1.750 kg de sarmientos se recogen por cada hectárea de tierra de primera calidad dedicada a la vid, cuyo fruto se convertirá en pasa.. Los gastos son variados: recolección de la uva, transporte al pasero y cuidado de la misma, cajas de madera para su envase y transporte. Previamente hay que abonar, cavar, binar, azufrar y regar las viñas, y podar, reco-

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El segundo año se perciben los ingresos de la cosecha de trigo, cuya cantidad varía según la categoría de la tierra, oscilando entre 13 hl —un hl tiene 78 kg— por cada hectárea de primera clase y 7,50 hl por la de tercera clase. También producen ingresos la paja y el pasto de los rastrojos.

puede resultar bastante rentable. En efecto, la cebada en tierras de primera clase tiene mayor rendimiento económico que el trigo que se cultiva en segunda clase.

Entre los gastos del segundo año el más elevado corresponde al abono, seguido del grano empleado como semilla, en tierras de tercera el abono empleado será mucho menor dada las menores expectativas de productividad. En el cuaderno se especifican todos los detalles de los gastos, así en el transporte se calcula la distancia, las caballerías empleadas, su capacidad de carga y los hombres necesarios —el jornal de dos caballerías y un hombre es de 5,50 ptas— . En cuanto a los salarios el de escarda es el más barato, 1,25 ptas al día, mientras que el de siega es el más elevado, 2 ptas. La trilla también supone un gasto considerable, pues el alquiler de la era, con dos yuntas, gañán y trillo cuesta 14 ptas, y 6 hombres para aventar y otras faenas a 2 ptas suponen 12 ptas más, en total 26 ptas al día, tiempo en el que se pueden trillar 17 hl de trigo. Los gastos finales corresponden al almacenamiento del trigo y de la paja, junto con guardería y seguros. Al final del cuaderno se suman los gastos e ingresos de los tres años, hallando el líquido imponible trianual, que dividido entre tres dará el líquido imponible anual, aplicable a la hectárea tipo de cereales de secano. 23. CEREALES CON HIGUERA DE SECANO En este cuaderno se sigue la misma cuenta que en el anterior en lo que corresponde al cereal, añadiéndole la riqueza producida por las higueras, cuyo número es de 20 árboles por hectárea, quedando 8.200 m² para los cereales. Por tanto a los cálculos del cuaderno n.º 22 aplicaremos un 82 % para hallar los ingresos y gastos del cereal en este cultivo asociado. Igualmente el primer año está la tierra de barbecho, el segundo se siembra trigo y el tercero cebada. 24. VID PARA PASA DE SECANO El tercer año se dedica a la cebada. Las faenas son similares, pero se reducen los trabajos de arado a una única labor de alzar. Tampoco se abona. Por lo que el cultivo de la cebada

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Es muy semejante este cuaderno al de la vid para pasa de regadío. Aunque en secano se consigue mucho menos cantidad de fruto, 2.550 kg de uva, y 1.450 kg de sarmientos por cada hectárea de tierra de primera calidad.


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Los gastos son también muy parecidos, pero no se abona la tierra ni se azufra la planta, pues la poca productividad no permite estos lujos. Como contrapartida algunos gastos son menores, así el pago de entrada, almacenamiento y corretaje es de 6,30 ptas/kg en vez de las 8 que pagaba la pasa de regadío. En cuanto a los salarios son a destajo, pagándose la recolección y pasificación de las mejores pasas a 1,275 ptas por caja. 25. OLIVAR. SECANO Un olivo plantado en terreno de primera clase produce 16 kg de aceitunas, y con 100 kg de aceitunas se consiguen 20,14 litros de aceite. Además, de cada hectárea se pueden obtener 544 kg de orujo. También el olivar produce leña, de la poda y limpia de los árboles. En cada hectárea puede haber 100 olivos plantados. Como gastos, aparte de la recolección, poda y transporte, hay que tener en cuenta la molienda de la aceituna; la maquila que se entrega es de 1 fanega por cada 8, así, el aceite tiene un coste del 12,5% de su valor, y la maquila del orujo es la mitad del que se obtiene.

de 1,50 ptas para el hombre y la mitad, 0,75 ptas, para la mujer. 26. MONTE ALTO. ALCORNOCAL El aprovechamiento del alcornocal viene dado por el corcho, en tres calidades distintas: refino, segundón y bornizo, por el carbón, por el pasto y por la montanera. Mientras que los gastos son los propios de cada actividad, sobre todo descorche y carboneo. En las notas aclaratorias, además de los distintos salarios de los descorchadores, que ya lo hemos reflejado en un epígrafe anterior, se dice que cada hectárea puede tener hasta 54 árboles, y como se descorchan cada 9 años, a efectos de cálculo se descorchan 6 árboles por hectárea. Además en cada hectárea puede pastar una cabeza de ganado lanar o cabrío, resultando por ello un ingreso de 1,5 ptas/ha. Y por último la montanera produce 16 ptas por hectárea, pues el engorde de los cerdos se cobra a 8 ptas por arroba, y el aumento de peso del animal en una hectárea de montanera es de 2 arrobas. 27. MONTE ALTO. PINAR

En cuanto a los salarios se afirma que dos mujeres varean la misma cantidad de aceitunas que un hombre, por tanto los salarios son

Los productos del pinar son la madera, 1,067 m³ por hectárea, y el carbón, 166,40 kg por hectárea. Los gastos son los correspondientes al corte y otros trabajos de obten-

Alcornocal de Las Chapas. 2 de junio de 1929. Sociedad Excursionista de Málaga.

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ción de la madera, y a los de la elaboración del carbón. Los técnicos de la brigada dicen que el pinar está en creación, no sabemos si se refieren a algún pinar, tomado como modelo, o a todos los pinares del término municipal, que habían sufrido u n a

Dunas de Las Chapas. 2 de junio de 1929. Sociedad Excursionista de Málaga.

feroz deforestación durante el segundo tercio del siglo XIX, debido a la utilización de carbón vegetal como combustible para los altos hornos de la siderurgia de Río Verde. Se prevé que el número de árboles mayores de 30 años por hectárea, que es cuando se cortan, será de 18, y alcanzarán una altura de 9 m y un diámetro de 0,50 m, además de argumentar otros cálculos de peso y volumen. 28. MONTE BAJO La cuenta de este cuaderno tiene muy pocos conceptos. Como ingresos la producción de leña de una hectárea, 1.225 kg, que se cotizan a 0,50 ptas los 100 kg, y los pastos, en total 8,13 ptas. Y como gastos, el trabajo de cortar y agavillar la leña que es de 20 ptas los 100 kg, más guardería y seguro, en total 3,11 ptas. 29. ERIAL A PASTOS CON HIGUERAS. SECANO Este cultivo procede de la asociación de la higuera con la vid, perdida ésta última durante la invasión de la filoxera en la década anterior. De este modo, en 1897 sólo queda la higuera, pues el terreno no permite otra planta. El número medio de higueras por hectárea es de 35.

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Los productos de la hectárea de pastos con higueras son 8,5 kg de higos por árbol, 1,5 kg de leña por árbol y los pastos. Los gastos más importantes son la cava de los pies, la limpia — poda de las ramas secas— de los árboles, y la recolección del fruto y su transporte al pasero para secarlo al sol. También se calcula el costo de la replantación, 0,80 ptas por árbol nuevo y, como se le calcula una vida de 70 años, por cada 2 ha se tendrá que plantar un árbol cada año. 30. ERIAL A PASTOS. SECANO Representa la cuenta más sencilla de todos los cuadernos. Al valor de los pastos, 2,25 ptas/ha se les resta el coste de la guardería, 0,50 ptas, y el del seguro 0,05 ptas, resultando un líquido imponible de 1,70 ptas/ha. Como nota aclaratoria se dice que 12 ha pueden alimentar a 9 cabezas de ganado, ya sean ovejas o cabras. 31. CEREALES CON ALMENDRO. SECANO Los frutos recogidos son 1,40 hl de almendras, resultado de multiplicar los 20 almendros que hay en una hectárea por 7 litros de al-


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mendras que produce cada árbol. Los cereales ocupan 8.200 m² de cada hectárea. En cuanto a los cereales el primer año se queda el terreno en barbecho, el segundo se planta de trigo y el tercero de cebada; la clase de la tierra es única y los ingresos y gastos son equivalentes a los de tercera clase de los cereales de secano que se cultivan en solitario, cuaderno n.º 22, aplicándoles un 82 %, ya que éste es el porcentaje que ocupan en una hectárea. Algunos salarios son como siguen: un hombre que varea almendras recoge 2 hl cada día y gana 1,50 ptas; dos muchachos que varean 1 hl cada uno cobran 1 pta cada uno; y una mujer que descapota 2 hl de almendras al día gana 0,75 ptas.

No obstante, los documentos catastrales son lo suficientemente amplios como para hacernos una idea de qué clase de ganado existía en el municipio a finales del siglo XIX, su número, y los beneficios que se obtenían de ellos. 1. CERTIFICACIÓN DEL RESUMEN DEL AMILLARAMIENTO Y CARTILLAS VIGENTES En el cuadro se puede ver la información procedente de la cartilla de la evaluación pecuaria vigente para el año económico de 1896 a 1897, según lo establecido por el Ayuntamiento de Marbella.

RIQUEZA PECUARIA En los estudios de historia agraria, con frecuencia, se le dedica poca atención al subsector ganadero, quizá porque hay regiones, como Andalucía, donde la ganadería no ha tenido la importancia productiva de la agricultura, pero no podemos olvidar que los animales, aparte de productos como la carne, la leche o la piel, ofrecían otros aprovechamientos, imprescindibles para las faenas agrícolas, como trabajo, transporte y abono. Por esa inercia que hemos indicado y por la menor repercusión de la ganadería en el conjunto de la riqueza rural de Marbella, la información que nos proporcionan las cartillas evaluatorias del catastro de 1897 son mucho menores que la referente a los aspectos agrícolas y forestales.

Al igual que ocurría en Marbella, en Málaga había poco consumo de carne, debido a la precaria situación económica de la mayoría de la población. Nota periodística de “La Unión Mercantil”, 13 de mayo de 1897. Archivo Díaz de Escovar.

2. DECLARACIONES JURADAS Certificado expedido por el Ayuntamiento del número de animales que existen en el término municipal, y que no coincide con los de la cartilla vigente, pero que servirán para que la brigada adopte como suyos estos datos, que pueden verse en el cuadro del cuaderno n.º 4. Este consenso entre Ayuntamiento y brigada sólo se puede entender por la falta de tiempo que tenían los miembros de la brigada para controlar la cantidad real de ganado. Al estar la mayor parte de la riqueza rural en los subsectores agrícola y forestal su objetivo principal era el registro del catastro por masas de cultivo, por lo que la brigada cede en parte en sus pretensiones. Por su

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parte el Ayuntamiento aumenta en el certificado el número de animales en relación al amillaramiento vigente, pero aún así suponemos que declararía por debajo del número verdadero de cabezas de ganado. 3. RELACIÓN DE LAS CLASES DE GANADO Y NÚMERO DE CABEZAS COMPROBADAS

importe amillarado que era de 13.573 ptas, lo que supone un fraude reconocido del 36,54 %. Este aumento de riqueza viene dado más por la cantidad de animales censados que por el aumento del tipo evaluatorio, y como hemos dicho no resulta tan fiable como el de la parte agrícola y forestal.

Este cuaderno es una simple relación del número de animales, copiada del certificado del cuaderno anterior. Como hemos dicho la brigada acepta la información municipal sobre el número de animales, aunque no hará lo mismo con los ingresos y gastos que generan, tal como se verá en los cuadernos siguientes. 4. PROPUESTA DE TIPOS MEDIOS En este cuaderno se resumen los productos y gastos de cada tipo de ganado, según establece la brigada catastral, y la diferencia entre ambos o líquido imponible, según las cuentas, que veremos más adelantes detalladas, de los cuadernos 8 al 15. 5. ESTADO COMPARATIVO ENTRE LOS TIPOS EVALUATORIOS COMPROBADOS Y LOS QUE FIGURAN EN LAS CARTILLAS VIGENTES La brigada cedió al aceptar el número de animales certificado por el Ayuntamiento, pero impone sus propios tipos evaluatorios. En la mayoría de los animales, como los bueyes, baja el tipo de la cartilla vigente, de 37,50 ptas hasta 27,83 ptas. En otros, como las vacas, unifica los distintos valores que tenían según fueran de labor o granja. Y en otros animales, como los mulos, asciende —el otro son las abejas—, de 24,50 hasta 29,38 ptas. La cotización de los distintos animales podemos comprobarla cotejando los cuadros que hemos elaborado de los cuadernos n.º 1 y n.º 6. 6. RESUMEN DE LA RIQUEZA AMILLARADA Y COMPROBADA, Y COMPARATIVO CON LA QUE RESULTA DEL ESTADO DE VALORES DEL EJERCICIO ECONÓMICO 1896-97 En el cuadro siguiente se puede ver el resultado final del catastro ganadero, clase y número de animales, líquido imponible por cabeza y total de la riqueza imponible del municipio, 21.388,90 ptas, con un aumento de 7.815,90 ptas sobre el

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7. MEMORIA Y EXPOSICIÓN DE DATOS Por una parte aparece sistematizada la información que se empleará en la posterior elaboración de las cuentas para obtener los ingresos, gastos y riqueza imponible de cada animal. Esto es, el precio por cabeza de ganado, los distintos rendimientos que tiene con su precio o los productos de alimentación. Por otra parte hay una memoria en la que se hacen diversas consideraciones sobre la situación de la ganadería en el municipio de Marbella. Distingue los animales de labor de los de renta. Los primeros son empleados en labores agrícolas y el propietario de la tierra suele ser el mismo propietario que el de la ganadería empleada, por lo que repercute en él la renta aplicable al animal, y lo hace trabajar el mayor número de días que puede. En cuanto a los animales de renta, especialmente cabras y ovejas, viven en los montes y eriales del propio término municipal y las razas y las formas de explotación son las usuales, por lo que no se hace ninguna mención especial. Se constata la poca demanda de carne entre la población, a pesar del número de habitantes y de los capitales extranjeros que se invierten en el municipio, por lo que hay que pensar en la precaria situación económica de la mayoría de la clase trabajadora. Por norma general se consumen dos cabras diarias y algún ternero los días festivos. Por ello, el resto


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de los productos son llevados a vender a la capital.

en vivo de la yunta que es de 650 kg (el peso de la yunta de bueyes es de 900 kg).

La vía pecuaria existente entra en el término por el río Guadaiza, en el oeste, y después de atravesar los terrenos de la colonia de El Ángel y discurrir por los llanos centrales pasa al norte de la ciudad de Marbella hasta desaparecer, en la zona oriental, al llegar a los montes de Las Chapas.

Los gastos se concentran sobre todo en la alimentación, en este caso cebada, paja y pastos. Además de otros conceptos por su cuidado, en los cuales entra la colocación de herraduras.

CUENTAS

Esta cartilla evaluatoria se confeccionan teniendo en cuenta los productos y gastos de una yunta de vacas.

Hay 8 cuadernos, con detalle de los ingresos y gastos que proporcionan las distintas clases de animales. 8. BUEYES El calendario de trabajo para estos animales, establecido por la brigada, es de 150 días al año en labores de arado más 50 días en tareas de transporte con carretas para la conducción de la remolacha y la caña de azúcar, total 200 días de trabajo anuales. El resto del año permanecen estabulados día y noche durante 25 jornadas, pastando de día y estabulados por la noche 65 días, y pastando día y noche 75 días. Todos los cálculos que siguen son para una yunta, por lo que habrá que dividir entre dos si queremos saber lo que corresponde a un animal sólo. El producto que se calcula para cada día que aran es de 3,5 ptas y de 4 ptas para los días que tiran de carretas. También se aprecian 7.752,06 kg de estiércol a 0,50 ptas los 100 kg. Entre los gastos tenemos sobre todo los destinados a la alimentación, consumiendo habas, paja y pastos. Además de los jornales de las personas que los cuidan en el establo y los guardan en el campo. Y otros adjudicables al veterinario y al “mobiliario mecánico”, o sea los arreos del carro y del arado.

10. GANADO VACUNO

Trabaja 170 días al año, porque además de los días festivos y de los de mal tiempo, las vacas descansan antes y después del parto. El precio que se cobra es de 3 ptas por día. También se calcula el producto correspondiente a los terneros que tiene, y suponen una cantidad pequeña los despojos, o productos que se obtienen de las vacas muertas, sobre todo la piel. Los gastos de alimentación corresponden a raciones de habas, a paja y a pastos. Y los propios de cuidado de personal. Además se contabilizan 5 ptas por cabeza por “importe del salto”, o cubrición, que habrá que pagar al dueño del toro. 11. ASNOS En este cuaderno el cálculo se hace por un sólo animal, y no por yuntas como en los anteriores. A los asnos se les cuenta 160 días de trabajo al año, con un valor de 1,25 ptas por día. Otro ingreso que produce es una cantidad de 1.880,85 kg de estiércol, a 0,65 ptas los 100 kg. Los gastos consisten en cebada y paja para la alimentación, y además de los usuales, que hemos visto para otros animales en los cuadernos anteriores, se contabilizan 0,50 ptas por dos esquileos al año.

9. MULOS

12. GANADO LANAR

También se calculan gastos e ingresos por yunta. Los ingresos proceden de 125 días de arado y transporte en carro, a 4,50 ptas cada día, 25 días a 4 ptas cuando transportan carga al lomo, y 40 días a 6 ptas mientras trillan. El estiércol se valora a 0,65 ptas el kg, 7.113,92 kg al año, calculado según el peso

La cuenta de productos se basa en un rebaño de 100 cabezas, que llega a tener 94 ovejas de 18 meses a 6 años de edad, 6 machos o moruecos y 20 crías destinadas a reponer las bajas por muerte o por vejez. Se calcula que las 94 ovejas paren 84 corderos, de los cuales podrán venderse 58 tras restarles los que

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mueren y los que se dedican a reponer los ejemplares viejos. Los ingresos del rebaño proceden de la venta de 58 corderos, a 7 ptas cada uno, y de algunas ovejas y machos viejos, la leche que se calcula en 45 días de ordeño a 0,25 l de media por oveja, el queso obtenido que supone 18 kg por cada 100 l de leche, la lana a 2 kg por cabeza y el estiércol. Entre los gastos tenemos los correspondientes a los pastos, al esquileo, a la alimentación de un perro guardián, al alquiler del aprisco y sobre todo a los pastores, un hombre a 1,35 ptas el jornal y un muchacho a 0,75 ptas, además de otro muchacho durante los seis meses que dura el cuidado de las crías. 13. GANADO CABRÍO También se calcula por el conjunto de un rebaño, donde hay 94 cabras, 6 machos y 20 crías, pariendo las cabras 94 cabritos (hay partos dobles). Los ingresos son muy parecidos a los del ganado lanar, venta de cabritos, animales viejos, leche durante 4 meses —la cabra produce más cantidad que la oveja, 0,60 l al día—, dejando para queso 0,50 l. Los gastos también son similares, pastos arrendados a 3 ptas por cabeza y cría durante todo el año, perro, pastores y zagales, aunque aquí el muchacho que refuerza en periodo de cría sólo está dos meses y cobra 1 pta por día. 14. GANADO DE CERDA Los ingresos son únicamente dos, el procedente de la venta del cerdo, cuyo peso medio es de 100 kg y se vende a 1 pta el kg y 202,83 kg de estiércol por un valor total de 1,22 ptas. Los gastos comienzan con la adquisición del cerdo cuando tiene 2 meses de edad, que cuesta 15 ptas, el gasto de 6 meses de piara —se alimenta en el campo— a 0,75 ptas el mes, alimentación supletoria —cuando regresa de noche come desperdicios de la casa— durante 183 días y alimentación de engorde —es muy variada, harina de habas o maíz o patatas de inferior clase— durante otros 92 días, además de 1 pta por la castración.

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15. COLMENAS La colmena se considera de 10 vasos fabricados de corcho. Así los ingresos vienen establecidos por la venta de 10 enjambres, y la miel y la cera correspondiente a esos 10 vasos. Mientras que los gastos vienen dados por un jornal para la castra y otro para la limpia, a 2 ptas cada uno, y la remuneración del capital que importan los vasos de la colmena, que pueden durar 10 años. BIBLIOGRAFÍA BERNAL GUTIÉRREZ, J. (2001): “Marbella entre el liberalismo y el proteccionismo. El comportamiento de los precios del cereal en el Sexenio Democrático”. Cilniana n.º 14, págs. 45-53. CASADO BELLAGARZA, J. L. (2003): “El fin de una dinastía: los Domínguez de Marbella. II. Inversiones y dispendios de Tomás Domínguez Artola”. Cilniana n.º 16. LÓPEZ GONZÁLEZ, F. y PRIETO BORREGO, L. (2001): Marbella 1752: según las Respuest a s G e n e r a l e s d e l C a t a s t ro d e E n s e n a d a . Marbella. LÓPEZ SERRANO, F. de A. (2000): “Miseria, guerra y corrupción. Una aproximación a la Marbella de 1898”. Cilniana n.º 13, págs. 417. MATA OLMO, R. y ROMERO GONZÁLEZ, J. (1988): “Fuentes para el estudio de la propiedad agraria en España (siglos XVIII-XX). Balance provisional y análisis crítico”. Agricultura y Sociedad n.º 49, págs. 209-291. MURO, J. I.; NADAL, F. y URTEAGA, L. (1996): Geografía, estadística y catastro en España, 18561870. Barcelona. OLIVA ESPALLARDO, J. (1983): Guía geográfica de Marbella. Marbella. PELLEJERO MARTÍNEZ, C. (1990): La Filoxera en Málaga. Una crisis del capitalismo agrario andaluz. Málaga. PELLEJERO MARTÍNEZ, C. (1990): “Una fuente para la cuantificación de la producción agrícola: el Catastro de 1896-1899”. Cuadernos de Ciencias Económicas y Empresariales n.º 20, págs. 17-30. Málaga. PRO RUIZ, J. (1992): Estado, geometría y propiedad. Los orígenes del catastro en España (17151941). Madrid. SEGURA I MAS, A. (1988): El Catastro en España, 1714-1906. I. De los Catastros del siglo XVIII a los Amillaramientos del siglo XIX. Barcelona.


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APÉNDICE DOCUMENTAL MEMORIA GENERAL: Situación del término municipal Colocada la ciudad de Marbella en la parte sur y en el centro de su término ocupa la falda de sierra Blanquilla y se extiende en forma de hoja larga y estrecha entre el mar Mediterráneo y los montes situados al Oeste de Málaga. Clima Sin que nos extendamos en grandes consideraciones sólo hemos de hacer notar que no se extrema tanto el calor como en la capital debido sin duda a la proximidad a la serranía de Ronda y a que le sirve como de verdadera pantalla la sierra Blanquilla y parte de la sierra Palmitera, resguardándola de los vientos de tierra siempre más cálidos y que las brisas marítimas; pero su nota característica como la general de la provincia en casi toda la parte comprendida por la costa es la constancia y benignidad en la temperatura pudiendo decirse que se goza de una primavera continua. Por consecuencia del clima benigno que en general como ya dejamos dicho se deja sentir se suelen experimentar fatales consecuencias en la caña de azúcar por las heladas y escarchas que si bien no hacen sufrir una pérdida total de la cosecha deja sentir sus perniciosos efectos con lo que se le conoce por el nombre de chamuscos que no es otra cosa que la pérdida de la parte terminal de la planta o sea el brote más tierno, aunque por fortuna no es de gran importancia por ser ésta la parte de la planta que menos azúcar contiene. En los cereales también influye grandemente el calor que se deja sentir en el mes de Mayo adelantando la maduración del fruto y haciendo por consiguiente que la cantidad de paja que se obtenga sea muy poca con relación al grano que se pueda obtener y se obtiene. Descripción agrológica Las capas geológicas que constituyen los terrenos pertenecen en su mayoría al terciario, al eruptivo y a la formación de algunas capas modernas indudablemente debidas a los arrastres en las corrientes naturales de las aguas de lluvia

Y

CARTOGRÁFICO

por los numerosos ríos y arroyos que desembocando en el mar cruzan el término Los del terciario comprende caperones y calizas arenosas distinguiéndose entre ellos el eoceno medio caracterizado por numulites y conchas del género Cardita, el oligoceno caracterizado por fósiles del género Lima y el plioceno caracterizado también por conchas del género Pectum Narim. Los del eruptivo son constituidos en su mayoría por serpentinas (silicato de magnesia) y en algunas partes y aunque en pequeñas cantidades por dolomías sacarioideas o sea carbonato de cal y de magnesia. Además de los terrenos que acabamos de describir no es raro ver por algunos puntos conglomerados de varias durezas que pertenecen al triásico. Por consecuencia de la constitución geológica que dejamos anotada, los productos inmediatos de las referidas capas y rocas se componen de tierras de no muy buena calidad en las que predominan la arena, la cal, la magnesia, siendo la arcilla o excesiva o insuficiente en muchas partes. La capa arable y fuera de algunos puntos en que los arrastres la han hecho aumentar es en general débil y muy variable y el subsuelo formado de lo que en el país se denomina bizcornil es completamente impermeable. Debido a la gran impermeabilidad del subsuelo y por consiguiente a lo que es su consecuencia, a la humedad que retiene y a que por la misma causa los terrenos son en general muy frescos es que como se concibe puedan resistir los cultivos en estos terrenos de secano las grandes sequías que se suelen experimentar con alguna frecuencia. Una cosa sin embargo debe hacerse notar y es que el fuerte viento del Sub Oeste seco y árido que con tanta regularidad suele presentarse durante los meses de Enero, Febrero, Marzo y hasta Abril perjudica muchísimo a todos los cultivos y sobre todo a los árboles a quienes por la

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fuerza del viento no es difícil verles desgajados o por lo menos con la mayor parte de la cosecha perdida. Debido a esto se concibe tenga el almendro tan poca importancia cultural en este país que tan buenas condiciones climatológicas reúne para su cultivo sino fuera por este viento que desprende el fruto en su primera época de maduramiento pero hasta el extremo de no ser raro ver perdida las cosechas cada cuatro o cinco años. Situación económica. Constitución de la propiedad. Capitales agrícolas. Población. Medios de transporte. Vías de comunicación. Mercados

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labor que trabajando siempre a jornal unas veces son sobrados y otros insuficientes hacen también que moralmente sea difícil conseguir rendimientos tan grandes como en realidad la tierra produce y paga. Respecto a los demás pequeños cultivadores estos viven sujetos a la miseria de su escasez explotando por su cuenta las tierras que poseen para obtener de este modo el mayor beneficio posible. Existen también algunos propietarios en más gran escala, pero estos tienen cedidas sus fincas a medianería o a arrendamientos particulares que es lo mismo que el caso del pequeño propietario.

Bien pudiéramos para el análisis de la primera parte de este epígrafe dividir el terreno de Marbella y mejor aún sus propietarios en dos secciones bien marcadas y distintas, grandes y pequeños propietarios; pertenecen a los primeros los poseedores de las Colonias del Ángel, San Pedro Alcántara y los señores Larios y a los segundos el resto de los dueños de terrenos dentro del término municipal. De aquellas dos grandes empresas agrícolas quisiéramos podernos extender algo en su estudio, pero en obsequio a la naturaleza de este trabajo tendremos que conformarnos con cuatro palabras; la malversación y mala administración trajeron a muy bajo precio estas firmas (sobre todo la de San Pedro Alcántara) a manos de sus actuales propietarios, éstos en la explotación de su industria no escatiman capitales ni personal pudiendo decir que llevan la agricultura con verdadero y hasta con excesivo lujo.

Por lo que respecta a capitales se puede decir que sólo las dos grandes empresas de San Pedro Alcántara y El Ángel más la casa de los Sres. Larios propietarios de los montes, pinares y alcornocales situados al Norte y Este del término son más que suficientes para la explotación de todo el término municipal.

Oyendo hacer las cuentas de su trabajo no es difícil convencerse de que pierden, si un espíritu observador y analítico no desentraña bien la causa de esta apariencia. En primer lugar si al hacer la cuenta de explotación se supone un valor a la tierra que no es el precio de su adquisición o su valor en venta’, sino el arbitrario de una transacción hay ya una verdadera causa de error tan grande como se quiera y que con ella solamente hay margen para saldar con pérdida o beneficio las cuentas de cultivo a voluntad. Por otra parte el excesivo lujo de la explotación en el personal técnico y de administración con enormes sueldos son partes a gravar en mucho todos los gatos de explotación y finalmente también el gran lujo de abonos que se echan a la tierra arrastrados en los riegos por las aguas al mar por falta de cuidados y la necesidad de sostener dentro de la Colonia un número de braceros y de ganado destinado a la

Se emplean los carros y carretas para el transporte de las cañas y remolachas a las fábricas de azúcar y para el servicio de la mayor parte de las fincas del término a lomo ya que no existen caminos vecinales o mejor dicho los muy pocos que existen también son intransitables, se emplea además para los transportes de los productos que se exportan los barcos de vapor y de vela.

La población es de unos 7900 habitante próximamente, repartidos entre la población y los caseríos de San Pedro Alcántara y el Ángel, pero para la extensión superficial de su término no cuenta con personal suficiente que se dedique a los trabajos agrícolas por estar dividida la población obrera en los del campo, los dedicados a la explotación de las minas, los dedicados a la marinería y pesca, así que en los grandes trabajos agrícolas es frecuente ver llegar mucho personal de los pueblos colindantes y de la Serranía de Ronda.

Se comunica con Málaga y Estepona por la carretera de segundo orden de Málaga a Cádiz, con los pueblos circunvecinos por caminos de herradura y aunque no tiene puerto se comunica por la vía marítima con todos los puertos comerciales. Como mercado de sus productos sólo se puede considerar la misma población que es donde se efectúan la mayoría de las ventas y en don-


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de se consumen la mayoría de los productos por la población minera, siendo los restantes transportados a Málaga o al extranjero. Sistemas de cultivo Detallándose en las respectivas cuentas las alternativas seguidas claro está que nada más de particular puede decirse respecto de los sistemas de cultivos empleados en el país; sólo hay un poco más de esmero en el cultivo de la remolacha y caña de azúcar por ser plantas que producen algún más rendimiento. En cuanto a los gastos de plantación de la caña efectuadas inmediatamente después de la recolección de la cosecha de maíz y cuya amortización se consignará en las cuentas respectivas son las siguientes para cada clase.

Otra de las cosas dignas de llamar la atención es la época en que se efectúa la siembra de la remolacha que es por Noviembre efectuándose la recolección de la misma en Junio, épocas en general distintas a las empleadas para este cultivo en otros puntos incluso de la misma provincia no teniendo más explicación este distinto cambio de épocas que la benignidad del clima que permite un completo desarrollo de la planta durante los meses de Abril y Mayo en que ya la temperatura suele ser bastante elevada. En cuanto a que en una misma tierra se cultive por dos años consecutivos la misma planta también se explica por la falta de terreno dedicado a este cultivo que no permitiría a la fábrica de azúcar un funcionamiento remunerador. Cuaderno n.º 16 de los trabajos agronómicos elaborados por la brigada de Marbella. Marzo-Mayo 1897. Archivo Histórico Provincial de Málaga

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RELACIÓN DE LOS CORTIJOS QUE EXISTEN EN ESTE TÉRMINO N.º Tipo

Nombre

N.º Tipo

Nombre

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Cortijo del Casa Perezosa (sic) Cortijo de las Molino harinero Tinado Tinados Granja Casilla de Ingenio d

Capitán Porqueriza

11 12 13 14 15 16 17 18 19

Choza Casa de Casa de Casa de los Choza Casa de Casa de Casa de Casa del

Rosado Sánchez Sánchez Cuesta Mateo Corrales Roldán Cunita Isnal Anastasio Molinillo Roldán Marín Cano

20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38

Sin nombre Casa de Reyes Casa del Colorado Casa de Canelo Casa de Campoy Casa de Guadaiza Casa de Pataleta Casa de los Judíos Choza Casa de Artola Cortijo de la Campana Casa de Roldán Casa del Panocha Casa de la Cerca de Marín Casa de la Fábrica del Ángel Casa Amador Molino harinero Cortijo del Majado Casa de Bartolomé Claramonte Casa de Ramón Casa de Andreda Casa de Josefa Ortiz Choza Casa de Lozano Choza Casa de Lara Nacimiento de Nagüeles

47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95

39 40 41 42 43 44 45 46

Medranas

Peones camineros San Pedro Alcántara Carabineros Carabineros Moritos Palustre Huertos Naranjo Molino del Mayorazgo

Casa de Casa de Casa de Casa de Casa nueva de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa nueva de Casa del Casa de Casa de Casa de Choza Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa del Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa Casa de Casa de Sin nombre Casilla de Venta de Casa de Casilla Casa de Casa y venta Casa Casa de las Casa de Choza Casa de Casa de

Flores Marín Nagüeles Morito Francés Mondeño Roldán Monjas Otal Otal Cantos Quijada Viña Grande Doña Dolores Galvena Caballeros Lagos Molas del Chiquito Artola Galveño Peones camineros Culebra Heredia Carabineros Atanasio Quiñones Blanca Merinas Cristo Guadapín (sic) Ruiz Quijada

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N.º Tipo

Nombre

N.º Tipo

Nombre

96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150

Monges (sic) Buenavista

151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 200 201 202 203 204 205

Quijada

Ermita de los Casa de la mina de Polvorín Nacimiento Colmenar Casa de La Casa de Sin nombre Casa de Cortijo de Cortijo de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de la Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Cortijo de Casa de Casa de Choza Pajar Casa de Choza Casa de Casa de la Ermita Casilla Casas Casas Fábrica de Ventorrillo Casa de Casa de Choza Casa de Casa de la Chorreadero Casa del Casa del Choza Casa de Casa Casa Choza Casilla Casa de Casa de la

Puerto Rico Torres Pasera Palustre Ánimas Camoján San Isidro Reina Artola Lechuga Torres Delgado Palma San Rafael Amador Quemada Marín Rovira Machuca Miraflores Amador Belén (sic) Márquez Pólvora Pólvora Calvario Peñón Plomo Marcelo Antonio Sánchez Pachebar Torrecilla Visillo Carnicero Gallardo

Peones Camineros Ríos Fuente del Prado

Casa de Choza Casa de Choza Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de la Casa del Casa de la Casa de Casa de Casa de las Ventorrillo de Casa de Almacén Molino harinero Molino harinero Casa de Lagar de Molino de Choza Casa de Cristo de los Casa de Casa del Casa de Casa de Casilla del Casa de Venta Casa de Casa de Lagar de Choza Casa de Casa de Molino harinero Lagar de Casa de Lagar de Casa Lagar de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de Casa de la Casa de Lagar de Casa de Lagar de

Palomares Quijada Garbera Zamora Juan Chapsó Quijada Llano Cantera Torrillos Duarte Peñuelas Cano Zambomba Mineral Pérez Villar Villar Arroyo Segundo Molinos Cuadrado Almendral Motos Rueda Cristo Gallardo Carabineros Mateo Gómez Granizo Marcelo Cabrera Delicado Canelo Pina (sic) Casado Villar Reyes Artola Ballesteros Montero Dehesilla Montero Don Emilio Montero Jiménez


EL CAMPO

N.º Tipo

Nombre

N.º Tipo

Nombre

206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225

Chapresto

226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 243 244 245

Artola Rueda Heredia Correa Víbora

Lagar de Casa Casa Lagar de la Casa de Casa de Casa del Casa de Casa de Colmenar Colmenar Casa de Casa de Casa alameda de Lagar de Lagar de Chozas Casa de Casa de la Casa del

Atalaya Roldán Mateo Victorino Maestro Choza Don Lucas Miguel García Artola Martínez Martínez Rosado Carabineros Jícara Almendral

Casa de Casa de Lagar de Casa de Casa de la Sin nombre Casa de Casas de Casa de Casa de Casa de la Casa de Casa del Choza de Casa de Casilla del Casa de Casa Casa de la Fábrica del Casa

Cuesta Carabineros Cuadro Carbón Gambera Cachondo Medio Sandoval Artola Coronel Carabineros Fuerte Ángel

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LA AGRICULTURA NAZARÍ

Y

MARBELLA

Andrés García Baena a economía del reino nazarí, al cual perteneció Marbella, ha sido desconocida durante mucho tiempo. Sus mecanismos de funcionamiento, sus estructuras productivas y de propiedad y la relación entre medios de producción y estructuras sociales aún no están perfectamente estudiados. Sin embargo cada vez son más conocidas gracias a trabajos como los de Arié, Álvarez Cienfuegos, López de Coca, Torres Delgado, Ladero Quesada, etcétera. En general, las fuentes son muy parcas, copiadas hasta la saciedad. Sólo relaciones de bienes hábices para la historia local así como actas de compra-venta nos ayudan a hacernos una vaga idea de algunos aspectos del mundo rural nazarí. Por otro lado, tratados de geografía, de agricultura, como el del almeriense Ibn Luyún (1282-1349), así como relatos de itinerarios y de viajeros entre los que sobresalen los de Ibn Battuta e Ibn al-Jatib, nos muestran trazos de cultivos y técnicas. Al-Umari proporciona datos curiosos e interesantes. En términos generales la economía granadina es un reflejo de su medio físico y de los recursos productivos del mismo. Pero el dominio del hombre sobre el medio produce ingenios llevados a su máximo esplendor en la agricultura andalusí que se concretó en técnicas de regadío, almazaras y molinos hidráulicos impensables para esta época y en modos de realizar cultivos llevados hasta las laderas más encrespadas. Este florecimento agrícola se vio especialmente dañado por las circunstancias políticas del Reino de Granada. El pago de impuestos a Castilla, las tensiones nobiliarias entre los andalusíes, las frecuentes escaramuzas fronterizas y las «razzias» continuas limitaron el crecimiento de la economía y por ende de la agricultura, pilar fundamental de la misma. La estructura de la propiedad agraria estaba formada por amplias propiedades nobiliarias trabajadas por colonos a jornal y aparceros. Junto a éstas existían pequeñas propiedades familiares conocidas como alquerías y propiedades reales que recibieron el nombre de almunias. La producción agrícola se estructura en cultivos de secano, generalmente cerealistas, en régimen extensivo y los cultivos de regadío en

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régimen intensivo en riberas y valles. Los productos más importantes fueron: trigo, alcarcel, mijo, cebada, panizo, alcandola o escandia. El mijo fue el más utilizado para panificar por las clases bajas. El azafrán y el lino fueron empleados como plantas industriales. Entre los cultivos arbóreos destacan: olivo, almendro, algarrobo, higuera y viñedos. Los productos de la agricultura intensiva más generalizados fueron: todos los producidos en las huertas junto a los frutos del peral, manzano, cerezo, castaño, limonero, granado, caña de azúcar y morales por la alta producción de seda asociada a la agricultura, junto a miel, aceite, mantequilla y leche. A las zonas de pasto se asocia como es lógico la producción ganadera, en la que sobresalieron, según las fuentes, la mular, la ovina y cantidades de camellos entre Fuengirola y nuestra ciudad. Las información medieval sobre Marbella corrobora que esta madina andalusí no fue una excepción en este análisis, y que entre todos los productos sobresalieron las pasas, los frutos secos y buenos vinos. Para ello repasemos las fuentes sobre la misma de esta época. Ya en el siglo XII, al-Idrisi nos habla sobre la abundancia de higos: «Marbella pequeña pero bien habitada... con abundancia de higos». En el siglo XIV, al-Qalqasandi describe: «Marbella es pequeña donde abundan las frutas». En el mismo siglo y coetáneo del anterior vivió al-Umari para el cual «Marbella es pequeña pero animada, rodeada de cultivos e higueras». En la obra anónima Dirk bilad al-Andalus se nos dice: «Marbella y Fuengirola son castillos inaccesibles que producen higos, aceitunas, uvas, almendras y granadas». Ibn Battuta afirma que en nuestra ciudad abundan los alimentos. Por el contrario, Ibn al-Jatib describe nuestro campos como de poco precio. Por último, Abu Yahya ben Asim, en el siglo XV, afirma en su obra «Yunnat» que Marbella es la más segura de todas las ciudades de alrededor y que posee muchas alquerías y que está muy poblada, poseyendo muchísimo ganado. Como decíamos antes las fuentes son más bien escasas y reiterativas. Quizá tengamos que esperar a encontrar los Repartimientos de época cristiana para una mayor comprensión del mundo agrícola nazarí en Marbella.


EL CAMPO

Imágenes de Marbella VIII “El Campo”

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IMÁGENES DE MARBELLA VIII

Los ríos de la Barbacana y Huelo delimitaron el espacio urbano de Marbella; de ellos se obtenía el agua para el riego de las huertas que circundaban la ciudad: Huerta Grande, Chica, Porras, de los Cristales, Haza Mesón, de los Guerras, San Francisco, Postigo, etc, que suministraban los productos del campo a sus habitantes. Vista aérea del Cortijo de Miraflores, en donde se hallaba un molino de aceite. Años 50.

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Vista del comienzo de la carretera de Ojén. En la explanada de la izquierda se sitúa en la actualidad el Estadio Municipal. Al fondo a la izquierda el hotel Bellamar y el puerto pesquero. Finca El Capricho, junto al río Guadalpín. Al fondo Sierra Blanca. Año 1949. Foto cedida por J.L. Lima.

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Antigua Carretera de Estepona (actual Avda. Ricardo Soriano), junto a ella, la finca Molino de Viento. Al sur, las Dunas de La Fontanilla. Años 50. Foto: J.L. Lima.

La ciudad desde el Cortijo de Miraflores. Colección Pedro Antonio.

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Vista desde la Iglesia. Al fondo, el Calvario y la carretera, junto a la cual se encontraban fincas y huertas cercanas a Marbella.

Cortijo de Miraflores. Año 1890. Centro agrícola muy importante. La parte sur estuvo sembrada de olivos, y luego de naranjos. Hoy está rodeado de la barriada de Miraflores.

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Cortijo del Trapiche del Prado. Centro agrícola desde los primeros años de la época moderna. Foto: J. Chinchilla. Finales del siglo XIX. Propiedad de la familia Álvarez. Cortijo de Caballeros. Abril 1891. Foto: Chinchilla.

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Finca del Caballero. Año 1891. Llegó a tener un jardín con innumerables plantas exóticas.

Familia Chinchilla. Año 1891. Foto: Joaquín Chinchilla.

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Día de campo. Recoge el momento del esquilado de las ovejas. Foto: J. Chinchilla. Año 1891.

Finca de Casa Blanca. Antiguo molino de aceite. Sitio hoy ocupado por el Palacio de Congresos. Años 20. Foto cedida por Maruja Benítez.

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Noria del Cortijo Miraflores a principios del siglo XX. Al fondo el Convento San francisco. DĂ­a de campo. AĂąos 40. La vida estaba muy ligada a la agricultura.

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La producción de pasas ocupó durante muchos años un puesto importante en la riqueza agrícola. Secaderos de pasas (paseros). Principios del siglo XX. Foto: J.L. Lima. Miguel Sánchez Ramírez. Año 1967. Los Manchones Altos. Carretera de Istán.

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La figura del arriero era muy familiar en el campo y en el pueblo.

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La ganadería tuvo su importancia en el campo del municipio. Ejemplar extraordinario de toro. años 20. En 1865 había en Marbella 9.802 cabezas de ganado pertenecientes a 1.259 propietarios.

Fábrica de harina Covadonga. Actualmente Hotel El Fuerte. Colección Pedro Antonio.

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Antigua viña de la finca La Capellanía. Año 1955. Al fondo el Trapiche del Prado. De izquierda a derecha Manuel Mata, Beatriz Sánchez y Antonio Mata. Foto: Fernando Álvarez.

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El Puente de Málaga, la fuente, lugar de abrevadero de la numerosa caballería de aquel entonces, y la Fábrica de Electricidad de Ochoa. Colección Pedro antonio. Bestias abrevando en la fuente de la plaza de la Constitución, hoy de los Naranjos. Al fondo a la izquierda el antiguo Telégrafos y a la derecha la cárcel. Colección Pedro Antonio.

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Casa agrícola del Cristo de Guadalpín junto a la capilla del mismo nombre. Años 30. Hoy el “Pirulí”. Foto: Maribel Salón. Con el paso del tiempo el campo ha ido despoblándose. Las casas agrícolas abandonadas, luego en ruinas y posteriormente sustituidas por las nuevas urbanizaciones. Como ejemplo vemos una serie de ellas, comenzando por esta casa rural junto al río Siete Revueltas.

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Hornacina del Cristo de los Molineros.

Última agricultura. Las Albarizas. Al fondo las grúas. Año 1988.

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Cerro Torrón. Zona de Río Real.

Casa Olivar Marcelo. Río Real.

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Ovejas en el olivar Marcelo. De los pocos restos agrícolas que quedan. Río Real. Año 1997. Foto A. Serrano.

Casa rural abandonada junto a Río real. Al fondo la Torre Río Real.

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Casa agrĂ­cola junto al vivero del Estado en San Pedro.

Otro ejemplo del abandono de las antiguas viviendas rurales.

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Procesión de San Isidro Labrador. El campo siempre estuvo ligado a la vida religiosa. Con la desaparición de la agricultura, esta festividad también ha desaparecido. Años 50. Foto: Pedro Antonio. Organizada por la Hermandad de Labradores se celebraba todos los años, el 15 de mayo la procesión de San Isidro, con la bendición de los campos desde “El Calavario”. Foto: Pedro Antonio.

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“Preparando la matanza”. Foto: María Antonia Sánchez Fernández.

“Matanza”. Foto: Juan Antonio Arrivi Castillo.

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“Pleita I”. Foto: Moisés Callado Dávila.

Foto: Fernando Cortés Urbano.

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Colonia Agrícola de San Pedro Alcántara

San Pedro Alcántara. Año 1953 (foto del Servicio Geográfico del Ejército) y año 1985, aproximadamente.

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os deseos de Manuel Gutiérrez de la Concha, primer marqués del Duero, para fomentar la riqueza rural, se plasmaron en la fundación de la colonia agrícola de San Pedro Alcántara. Adquirió algo más de 4.000 hectáreas en la zona de confluencia de tres municipios: Marbella, Benahavís y Estepona, invirtiendo además en la mejora de las tierras, maquinaria y por último en la construcción de una fábrica azucarera, ya que el cultivo predominante de la colonia era el de la caña de azúcar. El marqués del Duero tuvo que solicitar varios préstamos para financiar su proyecto agroindustrial, por lo que a la muerte de su esposa, en 1871, que era la poseedora del capital, y debido a la crisis económica que arrastraba España tuvo que vender San Pedro Alcántara a los principales acreedores: Luis de la Cuadra y Joaquín de la Gándara, marqueses de Guadalmina y de la Gándara respectivamente, que constituyeron una sociedad para gestionar la colonia, con la aportación de capital francés.

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En 1903 la Sociedad General Azucarera adquirió la fábrica de El Ingenio, no en vano el marqués del Guadalmina era uno de los principales promotores del trust azucarero, que intentó controlar la producción azucarera a nivel nacional. En 1910 la Sociedad General compraba todas las acciones de la colonia, haciéndose con la propiedad plena de San Pedro Alcántara. La fábrica de azúcar haría su última campaña en 1915, sin embargo se siguió fabricando alcohol al menos durante una década más, al mismo tiempo que se comenzó a vender la colonia en parcelas, proceso que se incrementaría tras la guerra civil. En los años 50 del siglo XX el turismo llegó también a San Pedro Alcántara, en la zona del Rodeo el marqués de Ivanrey instaló un hotel diseñado en base a pequeñas casas; idea que su sobrino, Alfonso de Hohenloe, desarrolló con más éxito en el Marbella Club. Y en Guadalmina, la extensa finca adquirida por Norberto Goizueta, se construyó un hotel y el primer campo de golf de la Costa del Sol.


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Vista aérea de San Pedro. Al fondo a la derecha eucaliptos de la Carretera N-340. Destaca la Iglesia y a la izquierda la Carretera de Ronda.

Vista exterior de la Exposición Provincial de Productos, celebrada en Málaga en 1862, en la cual participó el marqués del Duero con productos agropecuarios de San Pedro Alcántara.

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El templo parroquial, dedicado a San Pedro de Alc谩ntara, se construy贸 como el edificio mayor de la nueva poblaci贸n. La fotograf铆a puede datarse a principios del siglo XX.

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Plaza de la Iglesia, centro neurálgico de San Pedro. En ella se encontraban los edificios principales de la colonia, y era el lugar de encuentro de la sociedad sampedreña.

El Salto del Agua es el nombre de un barrio a la salida de San Pedro, por la carretera de Ronda. Su nombre evoca la fábrica de electricidad que abastecía a la población sampedreña.

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Vista actual de la barriada del Salto del Agua.

El edificio del trapiche de Guadiza, construido por Juan Bautista Lesseps en 1823, fue adaptado en la década de los sesenta del siglo XIX para Granja Modelo, empeñado el marqués del Duero en la formación de los trabajadores.

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El edificio de la Fábrica Alcoholera se levanta todavía en el barrio de El Ingenio. La elaboración de alcohol está asociada a la fabricación del azúcar y en San Pedro cuando se dejó de producir azúcar se siguió obteniendo alcohol hasta los años treinta del siglo XX. En la segunda década del siglo XX comienza a plantarse algodón, que llegará a ser el cultivo predominante en San Pedro, tras desaparecer la caña de azúcar.

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La caña de azúcar fue el cultivo más importante de la colonia desde su fundación hasta 1915, en que cerró la fábrica azucarera, excepto unos años entre los siglos XIX y XX en que se plantó remolacha.

Cría del gusano de seda, Sección Femenina. Año 1938.

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A comienzos del siglo XX se aprovechó el regadío de San Pedro para el cultivo del algodón. En la foto la flor secándose al sol.

La industria derivada de la agricultura, pasas e higos, empleaba gran cantidad de mano de obra. En esta fotografía vemos cómo se clasifican y ordenan en cajas, para su posterior transporte y venta.

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El Sindicato “Unión Agraria” de San Pedro Alcántara, que integraba a patronos y trabajadores se constituyó el 2 de agosto de 1931. En 1936 había desaparecido, los trabajadores se habían pasado al sindicato de la UGT. 15 de Mayo de 1950, festividad de San Isidro Labrador. Directivos de la Cooperativa Agrícola San Isidro e invitados, fotografiados en la terraza del Casino, tras la procesión del santo. Sentados de izquierda a derecha: don Andrés Cuevas, don Félix Gallardo, don Manuel Martín, Sr. Vivancos (topógrafo del Estado), el notario don Manuel García Mayor, don Rafael Benítez, el veterinario don Bartolomé Pérez Lanzac, don Antonio Alcalá Calmaestra, administrador de la Cooperativa y señores Palma y Rey. De pie de izquierda a derecha: don Francisco García Blanco, don Manuel Zea Gimena, don Miguel Vázquez, don Natalio Aznarte, don Juan Flores Olmos, don José Andrades Domínguez, don Pedro Valderrama Amores, el farmacéutico don José Espejo, señores Luque, Mesa, Amores, Donoso, Vázquez,... (del libro “Marbella antes y ahora, II. Los años del turismo, de don Fernando Alcalá Marín).

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Esta fotografía representa, según dicen, un grupo de médicos que vinieron a estudiar y curar el paludismo, muy habitual en San Pedro debido a la abundancia de charcas donde se daba con facilidad el mosquito productor de la enfermedad. La banda de música de la colonia tocaba en San Pedro y en otros pueblos de alrededor. La fotografía debió hacerse el mismo día de la presentación del sindicato agrícola, el 2 de agosto de 1931.

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Batallón infantil de San Pedro Alcántara.

El lavadero público situado en la actual plaza de José Agüera. Años 1950-60.

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Aunque con mucha menos importancia en la colonia existían bueyes y vacas, que compaginaban trabajos en el campo y servían para el transporte. Como animales de granja había rebaños de ovejas, gallinas, etc. Gallineros portátiles.

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Uno de los pocos cabreros existentes en el municipio. Hasta mediados del siglo XX existieron algunas chozas en el campo, utilizadas como viviendas.

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La colonia de San Pedro Alcántara se distinguió desde sus orígenes, en los tiempos del marqués del Duero, por su mecanización. En la fotografía una máquina de vapor o locomóvil adaptada a las labores de trilla. Finales del siglo XIX o comienzos del XX (foto cedida por la familia Durán). La mano de obra femenina fue fundamental en las tareas agrícolas, trabajo no siempre reconocido.

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Esta imagen representa unas experiencias con aparatos fumigadores.

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Máquina empleada para el desmotado del algodón. Tractor. Año 1945 aproximadamente. Foto cedida por la familia López Lozano.

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Los animales servían en ocasiones para el paseo, como en este caso para la feria del santo patrón. Arado que se podía ver en el exterior del trapiche de Guadaiza.

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El mulero se llamaba Juan del Río Núñez. Transportaba productos desde la colonia hasta Málaga, en la venta de la Butibamba tenía las mulas de refresco. Año 1922 aproximadamente. Cedida por la familia Infante del Río.

El principal producto de los alcornocales era el corcho.

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Acci贸n de la Sociedad General Azucarera. A帽o 1903.

La Comunidad de Regantes era la encargada de regular el uso del agua y cuidar de los pantanos y acequias.

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LA MAQUINARIA AGRÍCOLA Imágenes obtenidas del libro La granja modelo de San Pedro Alcántara. Un proyecto de innovación agraria. Autores: Lucía Prieto Borrego y José Luis Casado Bellagarza.

Arado de Howard compuesto por cuchilla, reja y vertedera.

Este grabado reconstruye las faenas para desecar una porción de terreno pantanoso. Este tipo de trabajo, sin duda se realizó con frecuencia en la Granja-Modelo de San Pedro Alcántara, por ello se dotó del equipo e instrumentos específicos para realizar drenajes.

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Máquina simple de Dowie para hacer tubos de drenaje. Esta máquina producía 975 tubos de 0,30 metros de longitud y 0,25 metros de diámetro interior a la hora. En el establecimiento de San Pedro existieron dos máquinas similares a ésta, una de la Casa Clayton y otra de Whithead.

Máquina de segar y guadañar combinada de Burgess and Key. Esta máquina disponía de hélice para ir depositando en andén el trigo segado.

Máquina de segar de la casa Burgess and Key.

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Máquina de segar de la casa americana Wood.

Máquina trilladora combinada portátil prefeccionada. Permitía separar y limpiar el grano clasificándolo en tres calidades, saliendo al exterior en sacos convenientemente dispuestos, la paja salía de la máquina preparada para utilizarla como alimento del ganado. Las diferentes piezas del mecanismo recibían el movimiento de una “locomóvil” de 3 a 8 CV. Las trilladoras-aventadoras se emplearon para realizar de una sola vez las operaciones complementarias a la recolección de cereales: la trilla, el aventado y el cribado. En la Granja existieron tres máquinas de este tipo.

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Trilladora de P. & H.P. Gibbons. El Marqués de Perales recomendaría la compra de esta máquina, primer premio en Inglaterra, para el establecimiento de San Pedro Alcántara, pero las adquiridas finalmente fueron de la casa Ransomes and Sims y Wallis Haslem’s.

Máquina trilladora de 3 CV. La Granja-Modelo contó entre la maquinaria de innovación agrícola con una trilladora con aventadora y malacate de 3 CV de fuera de “Wallis Haslem’s”. Una máquina con esta potencia podía trillar, limpiar, cribar y meter en sacos el cereal de 90 hectáreas en 10 horas.

Sembradora Smith’s. En la Granja, llegaron a existir tres máquinas sembradoras: una de Smith’s e hijos, una de Tasker e hijos y una inventada por Martínez López que utilizaba un locomóvil como elemento de tracción.

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Máquina de vapor portátil o “locomóvil” de 3 CV de fuerza. Similar a éste debió ser el “Aparato móvil” que utilizaba la trilladora de la casa Ransomes and Sims que existió en la Escuela Agrícola de San Pedro Alcántara. La trilladora se unía a su “aparato móvil” mediante un “movimiento intermedio”.

Bomba contra incendios. La Granja contó con una máquina similar a la del grabado para extinción de incendios, paradójicamente se quemó en un incendio que se produjo el 24 de diciembre de 1866 en el cobertizo donde se guardaba.

Cocina económica. El establecimiento también se dotó de una cocina a vapor para preparar el alimento a los animales similar a la representada en este grabado, de la casa Aynces y Barford.

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Balanza romana para animales y carros. En el Proyecto General para la Construcción de la Granja-Modelo de San Pedro Alcántara se diseñó, en el patio de establos, una zona para la instalación de una balanza para animales y carruajes, aunque el proyecto no se realizó, la balanza existió en el establecimiento.

Báscula romana. Además de la balanza grande, la Granja se dotó de otra más pequeña similar a la de este grabado.

FUENTES: – “Catalogue of modern Agricultural Implements” de la Casa Clubb & Smith. Londres y París, 1861, L. 137, C. 1, s. XIX. – “Catalogue des machines, instruments et outils, destinès a l’usage de l’agriculture...” Bruselas, 1863, L. 137, C. 1, s. XIX. – “Spécialité d’instruments d’agriculture de J. Pernollet” París, 1859. L. 137, C. 1, s. XIX.

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Parcelación de la colonia efectuada entre los años 1920 a 1950.

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Colonia Agrícola de “El Ángel”

El Ángel. Año 1953 (foto del Servicio Geográfico del Ejército).

Nueva Andalucía y Puerto Banús. Año 1985 aproximadamente.

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n febrero de 1874 Tomás Domínguez Artola adquirió las antiguas instalaciones de la ferrería de El Ángel, a orillas del río Verde, y aprovechó la infraestructura hidráulica e industrial de la antigua fábrica para instalar una fábrica harinera. En 1877 la finca pasaba a manos de José Martínez y Martínez de Pinillos, debido a las dificultades económicas de Domínguez Artola. En febrero de 1880 el Gobierno Civil de Málaga concedía los beneficios de las leyes de colonización a la “Colonia de El Ángel”. La sociedad, que había ampliado su capital con la aportación de nuevos socios como Pedro López Ortiz, Carlos de Cuadra y Viteri (director de la vecina colonia de San Pedro) y otros, compró otras 463 hectáreas a Tomás Domínguez. En total abarcaba casi 700 hectáreas de superficie. Además de cereales, la colonia plantó caña de azúcar que molía en una fábrica de su propiedad. Esta fábrica, pasado el auge azucarero de finales del siglo XIX, fue comprada en

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1903 por la Sociedad General Azucarera con el único fin de cerrarla y eliminar competencia. El Ángel siguió su actividad agraria, y probó con nuevos cultivos, en concreto con cítricos. Sus naranjas alcanzaron gran fama y se exportaron a diversos países europeos. Con la llegada del turismo la actividad agraria comenzó a declinar en Marbella. En el año 1961 José Banús compró El Ángel, núcleo de uno de los proyectos más ambiciosos de la Costa del Sol: Andalucía la Nueva. Los antiguos colonos siguieron habitando en El Ángel. Sin embargo, en noviembre de 1995, y a pesar de existir un proyecto de rehabilitación municipal desde 1991, el Ayuntamiento derribaba el antiguo caserío. El cronista oficial de Marbella, Fernando Alcalá Marín, rememoró la historia del enclave agroindustrial en un artículo publicado en el diario “Sur”, y acababa con estas palabras “¡Qué poco respeto por la historia! ¡Qué ignorancia! ¡Qué pena!”


EL CAMPO

Las feraces tierras de la colonia de El Ángel producían cítricos para la exportación: naranjas, limones, pomelos. Autor: José L. Casado Bellagarza. Año: 1981 Programa de la feria. El envoltorio de las naranjas se empleó como cartel de la verbena popular, que se celebra en honor del Santo Ángel, todos los 2 de octubre. Año: 1991

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Palmeras. Una amplia avenida de palmeras conducía a la zona principal del caserío, donde estaba la capilla y la casa de los propietarios.

Un arco iris de color nos traslada a los tiempos pasados, a través de cañas de bambú.

Se conservan en El Ángel tres gigantescos ficus centenarios, dos de los cuales están integrados en un jardín, zona de recreo de los antiguos dueños de la colonia. Autor: José L. Casado Bellagarza. Año: 1981

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La capilla de El Ángel se situaba en el lugar principal del caserío. Como el resto de la colonia fue destruida en 1995 por el propio Ayuntamiento de Marbella. Autor: José L. Casado Bellagarza. Año: 1987. La parte alta del Ángel se recortaba ante Sierra Blanca un edificio sostenido con grandes contrafuertes, “pies amigos” en palabras de las gentes del lugar. Autor: José L. Casado Bellagarza. Año: 1987.

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IMÁGENES DE MARBELLA VIII

Junto a la capilla se hallaban otros edificios principales. Y las plantas, siempre presentes. Autor: José L. Casado Bellagarza. Año: 1981.

Estos almacenes y viviendas en ángulo cerraban el recinto principal de la colonia. Autor: José L. Casado Bellagarza. Año: 1981.

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El cuartel de la Guardia Civil estaba situado en la parte alta. Autor: José L. Casado Bellagarza. Año: 1981.

Escuela unitaria en los años sesenta, ahora integrada en un grupo escolar más amplio, dependiente del Obispado de Málaga. Autor: José L. Casado Bellagarza. Año: 1981.

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Verano en el Lago de las Tortugas. Años 40 - 50.

Máquina trilladora de El Ángel. Fotografía obtenida en el Almacén Municipal de Marbella. Desconocemos el destino de la misma.

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Urbanización de Andalucía La Nueva en los años 60.

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TOPÓNIMOS DE “EL ÁNGEL” Relación de fincas que conformaron la “Colonia El Ángel”: – Martinete de El Ángel – Cerca de Río Verde (Sur) – La Cerca (Norte) • La Hoja – Angosta de Benabolá – Haza de Benabolá o de la Trujilla – Cortijo de los Aguilares – Cortijo de Canelo o Haza de las Muelas – Haza del Tejar – Haza del Algarrobo – Cortijillo del Hospital o de Galiano o de Benito – (...) de Romero – (...) del Naranjo o ¿Hacienda de los naranjos? – La Campiña: • Haza Loma de Bravos y Baldeón • Haza del Palmar de doña María • Haza de las Herillas Blancas • Cortijo del Olivar de Guadaiza • Haza de Gálvez o Algarbe • Cortijo de la Campana • Haza de la Matanza (Lina Urbaneja) • Haza Fuente de la Teja • Haza de Ronda • Haza de Machalajachina • Haza del Horcajo • Haza Grande de las Blancas • Haza Alcaidía de Benabolá • Haza del Negro • Haza de Palomeras • Haza del Almendrillo • Haza del Puerto Negrete - La Cerquilla • Haza de Coca Primera • Haza de Coca Segunda • Haza Rincones de Machalajachina - Los Rincones Altos - Los Rincones Bajos - Los Rincones de las Picazas - Los Rincones de Casasolo o Ronda - Los Rincones de Casa Cabrera

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EL CAMPO

Colonia Agrテュcola El テ]gel Marbella

La Colonia ocupaba la mayor parte de las tierras comprendidas entre los rテュos Verde y Guadaiza.

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IMÁGENES DE MARBELLA VIII

PUBLICACIONES DE LA ASOCIACIÓN CILNIANA Libros • PRIETO BORREGO, L.: Aproximación bibliográfica: Marbella y la Costa del Sol Occidental, 1997 (agotado). • I Jornadas de Patrimonio Histórico Local de Marbella, 2000 • II Jornadas de Patrimonio Histórico Local de Marbella, 2001 • Marbella 1752: según las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada (con estudio introductorio de FRANCISCO LÓPEZ GONZÁLEZ y LUCÍA PRIETO BORREGO), 2001 • ROMERO DOMÍNGUEZ, A.: El Hospital de Santo Tomás. I. La Capilla de San Pedro y San Pablo de la Colegiata de Belmonte (en preparación)

Catálogos • III Exposición de Fotografía “Imágenes de Marbella: El casco antiguo”, 1998 • IV Exposición de Fotografía “Imágenes de Marbella: La fiesta”, 1999 • V Exposición de Fotografía “Imágenes de Marbella: El deporte”, 2000 • VI Exposición de Fotografía “Imágenes de Marbella: El Turismo”, 2002 • VII Exposición de Fotografía “Imágenes de Marbella: La mar”, 2002 • “ANTIGUO SISTEMA DEFENSIVO: Torres, Fortalezas y Castillos de la Costa Occidental Malagueña”, 2002 • El Paso de Istán, 2000

Revistas • Nº 8, 1996 (agotada) • Nº 9, 1997 • Nº 10, 1998 • Nº 11, 1998 • Nº 12, 1999 • Nº 13, 1999 • Nº 14, 2001 • Nº 15, 2002 • Nº 16, 2003

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