Alberto R. Timm - Señor del Sábado [señales_tiempos]

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“Señor del Sábado” por Alberto R. Timm


Una vez que Jesús afirmó ser “Señor del sábado” (Mateo 12:8), ¿por qué continuar guardando ese día? Algunas personas piensan que el hecho de que Jesús hubiera declarado que Él es “Señor del sábado” (Mateo 12.8, Marcos 2:28; Lucas 6.5), implica la anulación del sábado como día de reposo. Sin embargo, un análisis más detallado del asunto no sustenta tal posicionamiento. Declarándose “Señor del sábado”, Cristo estaba simplemente reivindicando su legítima soberanía sobre el sábado, contra los intentos de los fariseos de enseñarle como observar ese día (Mateo 12:1-2). La soberanía de Cristo sobre el sábado deriva especialmente del hecho de ser tanto Creador como Legislador del sábado. Si el sábado fue instituido en la semana de la creación (ver Génesis 2:1-3; Éxodo 20:8-11; Hebreos 4:4 y 10) y “todas las cosas por medio de él [Cristo] fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho” (Juan 1:3), entonces el sábado es parte de las grandes actividades creadoras de Cristo. Asimismo, la Biblia presenta a Cristo como Legislador del sábado. En Hechos 7:38 se dice que los oráculos sagrados fueron dados a Moisés “en el monte Sinaí” por el “ángel” del Señor, identificado anteriormente como el propio Señor, es decir, Cristo (Hechos 7:30-32; ver también Isaías 63:9, 1 Corintios 10:4). Si el Decálogo (Éxodo 20:3-17), que incluye el mandamiento del sábado (ver Éxodo 20:8-11), fue proclamado en Sinaí por Cristo, entonces Cristo mismo es el verdadero Legislador del sábado. La controversia entre Cristo y los fariseos, registrada en Mateo 12, no hace referencia respecto a cualquier tentativa de parte de Cristo de substituir la observancia del sábado por el domingo. El asunto en discusión es únicamente la


manera como el sábado debería ser observado. De un lado estaban los fariseos, tratando de imponer a Cristo y a los discípulos sus propias tradiciones legalistas sobre el sábado (Mateo 12:2); y por otro, Cristo, procurando desobstruir al sábado de estas tradiciones humanas, para restaurarlo a su propósito original descrito en las Escrituras (Mateo 12:3-8; ver también Isaías 58:13-14). Como “Señor del sábado”, Cristo poseía autoridad superior sobre los fariseos en definir como el “delicioso y santo día del Señor” (ver Isaías 58:13) debía ser observado.

Alberto R. Timm es doctor en Teología Sistemática por la Universidad de Andrews y rector del SALT. Tomado de Señales de los Tiempos. Traducido por Azael Isordia Ponce. ©Edición Digital by aip_aaa.


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