Mónica López Valeria Dávila Ilustraciones de Leandro Szulman
Caperucita quería portarse bien, como le pedía su mamá. Dicen que, cierto día, la niña prometió ir derecho a la casa de su abuelita. Dicen que prometió no entretenerse en el bosque ni hablar con desconocidos. Pero el lobo que se le apareció de repente era tan simpático que ella no desconfió. Este libro te cuenta, con poesía y humor, todo lo que dicen de Caperucita.
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Y aunque era un lobo ordinario, tenía buenas ideas. Pensó un plan para comerse a la niña y a la abuela.
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–Pequeña Caperucita, corramos una carrera a casa de tu abuelita, a ver quién primero llega.
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Dicen que entonces golpeﾃｳ la puerta Caperucita. 窶督｡Adelante! 窶電ijo el Lobo con la voz de la abuelita.
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Dicen que la pobre niña la miraba sorprendida. ¡Qué fea estaba su abuela! ¡Qué mal aliento tenía!
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Mónica López Valeria Dávila Ilustraciones de Leandro Szulman
Caperucita quería portarse bien, como le pedía su mamá. Dicen que, cierto día, la niña prometió ir derecho a la casa de su abuelita. Dicen que prometió no entretenerse en el bosque ni hablar con desconocidos. Pero el lobo que se le apareció de repente era tan simpático que ella no desconfió. Este libro te cuenta, con poesía y humor, todo lo que dicen de Caperucita.
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