Gas para transformar la vida

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© 2011, Editorial Fundación Promigas Octubre de 2011 Barranquilla (Colombia) ISBN: 978-958-57097-1-3

Dirección editorial

Fundación Promigas Compiladores

Equipo Universidad del Norte Edición, diseño y armada electrónica

Esta publicación se realiza en el marco del Proyecto Distribución de Gas Natural en Colombia liderado por Promigas en cooperación con el Gobierno de Holanda, la participación de su fundación y las distribuidoras Gases del Caribe y Surtigas.

Azoma Criterio Editorial Ltda. Fotografías

Julián Lineros/Eduardo Ortega Impresión

Sáenz y Compañía

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Promigas

Calle 66 No. 67-123 Barranquilla- Colombia www.promigas.com


7 Introducción

Antecedentes

11 Contexto y origen del proyecto

Descripción del proyecto

21 Cooperación exitosa contra la pobreza

Resultados del proyecto

33 El gas mejoró la vida de 10 mil familias

Conclusión

47 Una experiencia digna de replicar

49 Bibliografía



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Introducción Antonio Celia Martínez-Aparicio Presidente de Promigas

Hay distintas formas de buscar que los emprendimientos produzcan réditos y perduren. Promigas pertenece a la categoría de los que lo hacen con decencia, perspectiva de largo plazo y noción de país.

Por eso nos importa mucho lo que sucede a nuestro alrededor y nos preocupamos genuinamente por los demás. Para nosotros la responsabilidad social es bastante más que una moda representada en una buena obra o una contribución a una causa noble. Nuestro entendimiento de este concepto tiene que ver con una actitud en la que la decencia y el respeto son valores esenciales en la construcción de una sociedad justa, libre y próspera. Es así como siempre estamos buscando oportunidades para contribuir al progreso de nuestras comunidades. Este proyecto auspiciado generosamente por la Embajada de Holanda -gracias a un feliz y casual encuentro con su diligente Cónsul en Barranquilla- ha sido una maravillosa ocasión para mejorar la calidad de vida de mucha gente. Con los recursos que Holanda aportó, nuestro esfuerzo y vocación de servicio logramos transformar la vida de más de 10 mil familias que usaban leña para la cocción de sus escasos alimentos. El gas natural que ahora usan les redujo sus gastos, les mejoró sus condiciones de salud y han sido tenidos en cuenta; han sido incluidos como ciudadanos, ya que además nuestras fundaciones adelantaron con ellos procesos de formación para la vida.


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Gas para transformar la vida

La experiencia que se relata en detalle en este documento es un magnífico ejemplo de proyectos conjuntos que producen beneficios significativos y cuantificables en comunidades con muchas carencias. Los beneficios del gas natural en reemplazo de la leña deberían ser tenidos en cuenta para la formulación de una política pública de salud para áreas rurales, evitando además la deforestación que tantos efectos nocivos ocasiona. También puede servir de guía, esta destacada experiencia, para que los países desarrollados repliquen este tipo de convenios y que su ayuda sea realmente útil y no se trate sólo de un acto de buenas intenciones. A todos quienes emprendieron y culminaron con tanto éxito esta iniciativa, muchísimas gracias por todo lo que hicieron. Son ustedes los dueños de este gran logro, que me honra mucho presentar.


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Promigas:

compromiso social por el desarrollo Promigas es una empresa colombiana fundada en 1976, con sede en la ciudad de Barranquilla, que opera en varias ciudades y localidades del país, especialmente de la región Caribe. Su portafolio comprende, entre otros negocios, el transporte y la distribución de gas natural, así como la comercialización de gas natural vehicular. Es la segunda transportadora de gas en el país y cuenta con 2.188 kilómetros de gasoductos que conducen cerca del 41 por ciento del total nacional de este combustible. La compañía es propietaria del gasoducto BallenaCartagena-Jobo, con cuya puesta en funcionamiento en 1977 se inició la atención a los primeros usuarios de gas domiciliario en la ciudad de Barranquilla –una de la cuatro más grandes del país–, y en Colombia3. 4Este gasoducto recorre zonas donde el 70 por ciento de los habitantes vive por debajo de la línea de pobreza y el 22 por ciento no satisface sus necesidades básicas. Por eso y desde su fundación, la empresa contribuye al desarrollo de estas localidades promoviendo el uso del gas natural como un combustible limpio que sustituye a medios menos eficientes, más costosos y dañinos para el medio ambiente. Así aporta de manera importante a la ejecución del plan de masificación de gas natural que el Estado colombiano implementa desde la década de los 80. En 1988 la empresa inició el programa de masificación “Gasoductos regionales”, el cual permitió que cien municipios de los estratos más bajos tuvieran acceso al servicio5. Desde entonces y en cumplimiento de su plan de expansión del servicio, Promigas ha construido varias líneas regionales de transporte para llevar el gas natural a localidades donde el acceso a este combustible se traduce en mejores niveles de vida. De hecho, más del 85 por ciento del gas natural residencial que distribuye la empresa llega a las comunidades más pobres del país6, en muchas de las cuales es el único servicio público con el que cuentan sus habitantes7. A Promigas, además de la masificación del gas natural en Colombia, se le reconoce el haberse convertido en una de

las empresas de mayor expansión en América Latina. Como holding de energía ha ampliado su portafolio de inversiones a quince compañías de transporte y distribución de gas natural, telecomunicaciones y combustibles, en países como Perú, Chile, Panamá, Ecuador y México (deberíamos dejar a Promigas como esta hoy día o hacer la precisión de cómo era Promigas al momento de la firma del convenio). Desde 1999 la empresa orienta su gestión social con las comunidades a través de la Fundación Promigas con temas que contribuyan al fortalecimiento integral del sector educativo oficial. Los programas se relacionan con el desarrollo de la primera infancia, el fortalecimiento de competencias en los estudiantes, el desarrollo de sistemas educativos locales y la gestión y difusión de conocimientos útiles al mejoramiento de la educación. Con metodologías propias y validadas con escuelas de distintos contextos sociales y culturales, ha logrado posicionar sus proyectos en la Costa Caribe colombiana. Anualmente, cerca de 500 establecimientos educativos, 2.000 maestros y 200.000 estudiantes se benefician de su acompañamiento.

3 PROMIGAS. Informe del sector gas natural 2008. Colombia y el panorama del sector gas natural en Latinoamérica. Autor. Barranquilla, 2008. 4 PROMIGAS. Informe del sector gas natural 2007. El gas natural en Colombia: tres décadas de historia. Autor. Barranquilla, 2007. 5 Ibídem. 6 INTERNATIONAL FINANCE CORPORATION - IFC. WORLD BANK GROUP. “Promigas S.A. ESP. En: Making a difference. How private enterprise is creating opportunity and improving lives in developing countries”. Washington D.C., 2005. 7 ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE GAS NATURAL. Boletín N.° 22, 13 de junio de 2006. Este documento cita a su vez: GUTIÉRREZ DE PIÑERES, Hernando, “The massive use of gas natural in Colombia: A succesful experience”. Promigas. Ganador al mejor paper en el Congreso Mundial de Gas, 2006.



11 Antecedentes

Contexto y origen del proyecto

Combustible, factor de pobreza La región Caribe de Colombia está ubicada en el norte del país y comprende el 11,6 por ciento de la superficie nacional: 132.218 km2 de área continental, 70 Km2 de área insular y 536.574 km2 en el mar Caribe. Está constituida por ocho departamentos8 (provincias): Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena, Sucre y el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina9. La pobreza en la región es preocupante. Según un estudio de 2008, realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD y el Observatorio del Caribe Colombiano10, la Caribe es la segunda región con mayor índice de necesidades básicas insatisfechas en Colombia (47,2 por ciento), superando solamente a Chocó (79,6). Mientras que la pobreza por ingresos en el país está en el 49,7 por ciento, la de la región se ubica en el 56,7 por ciento. Allí viven 1.516.656 personas en estado de indigencia, el analfabetismo es de 6,7 por ciento y la cobertura en educación media apenas llega a 70,6 por ciento, lo cual evidencia graves deficiencias11. Según esta misma investigación el Índice de Condiciones de Vida, ICV12, es otra muestra de la pobreza regional:

1

Atlántico, con 83 puntos, es el único departamento caribeño que se encuentra por encima del promedio nacional de 78,8. La tasa de mortalidad infantil (menores de un año) fue de 17,8 por ciento y la de mortalidad de la niñez

8 La República de Colombia está integrada administrativamente por el Distrito Capital de Bogotá y 32 departamentos, cada uno de los cuales comprende un número variable de municipios. A su vez, para efectos geográficos y de planeación nacional los departamentos se agrupan en seis regiones naturales: la Caribe o Atlántica, la Pacífica, la Andina, la Orinoquia, la Amazonia y la Insular. 9 Observatorio del Caribe Colombiano. 10 El Observatorio del Caribe Colombiano es un centro de pensamiento creado en 1997, que en 2003 se convirtió en centro de estudios regionales de las universidades públicas que integran el Sistema Universitario del Caribe. A través de su actividad investigativa ha logrado incidir de manera decisiva en la formulación de políticas y en la discusión de temas estratégicos para la región. 11 PNUD – OBSERVATORIO DEL CARIBE COLOMBIANO. El Caribe colombiano frente a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 200? (http:// www.pnud.org.co/sitio.shtml?apc=a-c020101--&x=59496). Consultado: 12-02-2010. 12 El Índice de Condiciones de Vida – ICV es una medida de bienestar de las poblaciones, que elaboró en 1999 la Misión Social (Convenio entre el Departamento Nacional de Planeación de Colombia y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD). Tiene en cuenta características físicas y acceso a servicios públicos, así como variables de capital humano y oscila entre 0 y 100; entre más cercano a 100, mejor son las condiciones de vida de las personas o comunidades estudiadas.


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Gas para transformar la vida

La pobreza en la región es preocupante. Según un estudio de 2008, realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD y el Observatorio del Caribe Colombiano, la Caribe es la segunda región con mayor índice de necesidades básicas insatisfechas en Colombia (47,2 por ciento).

(menores de cinco años) fue de 21,4 por ciento: Además, se presentaron bajas coberturas en acueducto: 94,3 por ciento urbano y 47,1 por ciento rural, y en alcantarillado: 89,7 por ciento urbano y 17,8 por ciento rural.

distribución de gas y por sus bajos ingresos no estaban en condiciones de pagar el valor de la conexión al servicio, ni siquiera con los subsidios que establece el gobierno colombiano para estos estratos.

Este es el escenario en el cual opera la compañía Promigas y al cual pertenecen las poblaciones beneficiadas por el proyecto “Distribución de gas natural en Colombia”, las cuales fueron seleccionadas entre las que presentaban las peores condiciones de pobreza y los más bajos índices de calidad de vida.

De acuerdo con estos parámetros, las poblaciones elegidas fueron, en el departamento de Bolívar, los municipios de San Pablo, San Estanislao y Arenal y los corregimientos de Barú, Ararca y Santa Ana, en el municipio de Cartagena; en el departamento de Córdoba el municipio de Ayapel; en el departamento del Atlántico la vereda El Vaivén, del municipio de Juan de Acosta; y en el departamento del Magdalena la vereda La Isla, del municipio de Cantagallo, los corregimientos de Palmira y Tasajera, en el municipio de Pueblo Viejo, el corregimiento de Guachaca y el caserío de Buritaca del municipio de Santa Marta y el caserío Puerto Nuevo, del municipio de Ciénaga.

Beneficiarios: los más necesitados La selección de las trece comunidades que fueron vinculadas al proyecto fue un proceso difícil, por la profusión de poblaciones que reunían todas las condiciones necesarias para hacer parte de él. Así que pese a las grandes dimensiones del proyecto y de la donación holandesa, fue necesario priorizar aquellas que requerían con mayor urgencia la conexión al gas domiciliario. Como norma general, las poblaciones elegidas estaban clasificadas en estratos socioeconómicos 1 y 2, no contaban con una red de

Una vez elegidas estas poblaciones y antes de iniciarse el proyecto, entre 2005 y 2006, se hizo un estudio preliminar –línea de base– para caracterizarlas social y económicamente. Se encontró entonces que muchos de los diez mil hogares a beneficiar carecían parcial o completamente de los servicios públicos esenciales: menos


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Gráfico 1 | Poblaciones beneficiadas Magdalena Atlántico Bolívar Córdoba

Towns

States

Total Project’s Plan (1)

Results to Dec. 2008 (2)

Vaiven

Atlántico

273

234

Arenal

Atlántico

2,091

1,818 995

Tasajera

Magdalena

1,017

Puerto Nuevo

Magdalena

564

667

La Isla

Magdalena

544

429

Buritaca

Magdalena

223

254

Palmira

Magdalena

291

223

El Reten

Magdalena

0

77

Pueblo Viejo

Magdalena

0

56

Varela

Magdalena

0

450

Cartagena

Bolívar

1,100

1,492

Barú

Bolívar

470

451

Ararca

Bolívar

137

136

Santa Ana

Bolívar

682

688

San Pablo

Bolívar

Ayapel

Córdoba

Montelibano

Córdoba

106

84

Sincelejo

Sucre

220

410

10,003

10,709

TOTAL

755

757

1,530

1,488


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Gas para transformar la vida

de la mitad (42 por ciento) contaba con acueducto de agua potable, ninguno tenía alcantarillado y el 12 por ciento se ubicaba en zonas de riesgo ambiental. Los ingresos por familia de cinco a seis miembros apenas llegaban a cerca de 130 euros (180 dólares), cifra que no les permitía la satisfacción de necesidades básicas ni el acceso a los servicios públicos.

se presentaban en la escolaridad del jefe del hogar y de los niños en edad escolar, un indicador muy preocupante, pues todos los estudios señalan que la baja escolaridad es un factor multiplicador de la pobreza.

Otra cifra conmovedora, revelada por el estudio, fue el Índice de Condiciones de Vida, ICV, de estas localidades, que para el período 2005-2006 fue de 49,8 sobre 100, muy por debajo del promedio nacional de 78,8, del promedio rural nacional de 60,7 y del promedio urbano nacional de 84,8. Las localidades que más jalonaron el promedio hacia abajo fueron Ararca, Palmira, Santa Ana, San Pablo y Tasajera, que no alcanzaron los 50 puntos; en tanto que Arenal, Ayapel, Buritaca, Guachaca y Puerto Nuevo se ubicaron por encima de los 50 puntos, pero sin llegar siquiera al promedio rural nacional de 60,7.

Concretamente, la evaluación inicial encontró que el nivel educativo de las comunidades en el período en estudio era deficiente: el 17,1 por ciento de las personas mayores de 15 años era analfabeta; el 11,4 por ciento de la población en edad escolar se encontraba fuera del sistema educativo; el 30,5 por ciento de los adultos había cursado la primaria sin culminarla; el 27,4 por ciento no había terminado el bachillerato; sólo el 1,9 por ciento de la población contaba con estudios técnicos, el 1,1 por ciento con estudios universitarios y sólo el 0,4 por ciento era profesional. En consecuencia, los medios de vida de la mayoría de los habitantes se concentraban en pequeños negocios informales, ventas minoristas, pesca, agricultura y artesanía.

Estos indicadores constataron la enorme brecha socioeconómica existente entre las poblaciones urbanas y rurales de Colombia. En efecto, siete de las trece localidades estudiadas estaban por debajo del 50 por ciento de los logros deseados y las brechas más elevadas

La línea de base en referencia también muestra que ante la carencia de gas natural y otros combustibles la mayoría de estas familias se veían obligadas a utilizar el gas propano en cilindros (58,4%) y la leña (35,9%) para cocinar los alimentos. La leña generaba deforestación y erosión de


15 Los ingresos por familia de cinco a seis miembros apenas llegaban a cerca de 130 euros (180 dólares), cifra que no les permitía la satisfacción de necesidades básicas ni el acceso a los servicios públicos.

las zonas por la tala indiscriminada de árboles, a la vez que originaba enfermedades respiratorias, visuales y de la piel a causa de la exposición al humo de la biomasa; el gas propano, por su parte, resultaba costoso y de difícil consecución.

Compromiso con el cambio, origen de la alianza Desde finales de la década de los años 80 el gobierno de Colombia implementó el Plan de Masificación del Gas Natural, con el propósito de llevar este combustible a la mayoría de las regiones. El Plan ha tenido importantes resultados, pues los usuarios del servicio se han incrementado de 140 mil en 1987 a 1,3 millones en 1997 y 5,015 millones en 2008. Mientras que en 1987 sólo catorce municipios contaban con el servicio, hoy 471 poblaciones se benefician de él, con lo cual la cobertura nacional ha alcanzado el 72 por ciento. La mayoría de los usuarios residenciales, cerca de 85 por ciento, pertenecen a los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, lo cual se explica por el esquema de subsidios que otorga el Estado para facilitar el pago del servicio a

las familias de estos estratos. A manera de ejemplo, en 2007 más de 2,4 millones de familias de los estratos 1 y 2 recibieron subsidios13/14. Estos avances significan importantes logros para el país, si se tiene en cuenta que este combustible impacta positivamente las condiciones de vida de las comunidades, especialmente las de estratos socioeconómicos bajos, al sustituir otros combustibles que resultan desventajosos para ellas y para el país. El gas natural ofrece una gran variedad de beneficios: representa comodidad de uso y mejores niveles de vida para los usuarios; es amigable con el medio ambiente pues no produce emisiones contaminantes; sustituye combustibles más costosos y difíciles de obtener como la leña, el carbón y el gas propano; su utilización reduce el riesgo de quemaduras y enfermedades respiratorias

13 Promigas. Informe del sector gas natural 2008. Colombia y el panorama del sector gas natural en Latinoamérica. Autor. Barranquilla, 2008. 14 Promigas. Informe del sector gas natural 2007. El gas natural en Colombia: tres décadas de historia. Autor. Barranquilla, 2007.


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Gas para transformar la vida

Gráfico 2 | Cobertura efectiva de gas natural en Colombia, 2008

La Guajira Magdalena Atlántico Bolívar Sucre Cesar Córdoba Norte de Santander Antioquia Santander Boyacá Caldas Risaralda Quindío Tolima Valle del Cauca Huila Cauca Cundinamarca Meta Casanare

Coberturas mayores de 75% Coberturas menores de 75% 0% de coberturas

Fuente: Minminas


17 Desde finales de la década de los años 80 el gobierno de Colombia implementó el Plan de Masificación del Gas Natural, con el propósito de llevar este combustible a la mayoría de las regiones.

Los ingresos mensuales de estas familias, como ya se mencionó, están por el orden de los 130 euros mensuales (180 dólares) y la tarifa de conexión es de aproximadamente 300 euros (390 dólares) Actualmente es de 520 USD. Además, de acuerdo con el principio de igualdad que establece la Ley 142 de 1994, las empresas distribuidoras en la región, Gases del Caribe y Surtigas, no pueden subsidiar los gastos de conexión a ningún usuario, sin importar su condición socioeconómica.

39,236 172,541

405,458

547,910

144,944

110,529 41,543

1997 2007

1,402,062

1,699,239 421,253

745,265

A pesar de estas ventajas y de los avances del plan de masificación del gas natural específicamente en la región Caribe, donde Promigas ha logrado una cobertura del 85 por ciento, todavía muchas familias pobres no disfrutan de este servicio. La principal razón es que, aun con las ayudas del gobierno nacional y de los planes de financiamiento de hasta seis meses que ofrecen las distribuidoras, los gastos de la conexión no están al alcance de la mayoría de los pobladores de bajos recursos.

Gráfico 3 | Usuarios de gas natural según estrato

132,507

y pulmonares generadas por la emisión de humo, especialmente en niños y mujeres. Además, la llegada del gas natural a las poblaciones dinamiza las economías locales al motivar la creación de pequeños negocios como restaurantes y panaderías.

Estrato 1 Estrato 2 Estrato 3 Estrato 4 Estrato 5 Estrato 6

Promigas tenía el interés de ampliar su red y ofrecer el servicio de gas a estas poblaciones vulnerables del Caribe colombiano que necesitaban el servicio y no tenían cómo costear la conexión, pero para lograrlo debía encontrar nuevas alternativas.


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Gas para transformar la vida

El gas natural ofrece una gran variedad de beneficios: representa comodidad de uso y mejores niveles de vida para los usuarios; es amigable con el medio ambiente pues no produce emisiones contaminantes.

En medio de esta coyuntura la compañía conoció, a través del Consulado de Holanda en Barranquilla, el interés del gobierno de este país por financiar proyectos de gran impacto social, en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La compañía formuló entonces el proyecto “Distribución de gas natural en Colombia”, acorde con los lineamientos del Plan de Masificación del Gas Natural en Colombia, y lo presentó para estudio y aprobación del Gobierno Holandés, a través de su Oficina de Cooperación Internacional. El objetivo era subsidiar mediante una donación la conexión al gas natural domiciliario de cerca de diez mil familias de las trece localidades seleccionadas. Una de las características esenciales del proyecto fue la de ir más allá de la simple conexión a la red de gas y propiciar el desarrollo sostenible de las comunidades vinculadas, aprovechando los beneficios económicos, ecológicos y de salud que ofrece el combustible. La propuesta de Promigas fue aprobada entre más de cinco mil, presentadas por distintas organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y privadas de todo el mundo, cuatrocientos de ellas de Colombia.

Posteriormente, ambas partes ajustaron y negociaron durante un año los términos definitivos del proyecto, a partir de visitas realizadas por funcionarios holandeses a las poblaciones seleccionadas y a algunos de los proyectos sociales que ejecutaba la Fundación Promigas. Fue un proceso largo, arduo y enriquecedor, teniendo en cuenta que para cada uno era la primera experiencia de cooperación entre sector público y empresa privada. Los ajustes principales se encaminaron a complementar las conexiones de gas con acciones sociales y de investigación que permitieran, por un lado, fortalecer la sostenibilidad del proyecto y, por otro, evaluar su impacto. Como resultado de estos acuerdos, la Fundación Promigas habría de tener un rol fundamental en el proyecto, junto a las distribuidoras Gases del Caribe y Surtigas. En junio de 2005 las cuatro organizaciones colombianas y el gobierno de Holanda suscribieron el convenio de cooperación internacional para desarrollar el proyecto.




21 Descripción del proyecto

Cooperación exitosa contra la pobreza

Objetivos y componentes: gas para el desarrollo El convenio suscrito para la ejecución del proyecto “Distribución de gas natural en Colombia” cumplió tres objetivos básicos: el primero, subsidiar la conexión al servicio de gas natural domiciliario a 10.709 familias de los estratos 1 y 2, habitantes de las trece localidades seleccionadas. El segundo, contribuir al desarrollo sostenible de la región Caribe colombiana y al mejoramiento de la calidad de vida de las familias mediante la prestación del servicio de gas natural y la ejecución de los programas de gestión social. El tercero, concientizar a las comunidades beneficiadas sobre las bondades del uso del gas natural. El principal instrumento para el logro de estos propósitos fue la donación de un millón de euros hecha por el gobierno de Holanda, para subsidiar a estas familias el costo de la conexión al gas natural en cerca de cincuenta por ciento. De manera paralela, las partes desarrollaron distintos programas sociales pactados en el convenio para generar en las comunidades condiciones que les permitieran

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asegurar el pago por la prestación del servicio y a la vez aprovechar efectivamente el gas para mejorar tanto el entorno social como la calidad de vida de los hogares. La mayoría de estos programas se enfocaron en el área educativa y en la economía doméstica. Su diseño y ejecución estuvo a cargo de la Fundación Promigas. Otro componente primordial del proyecto fue la realización de un conjunto de investigaciones dirigidas a establecer el impacto del gas natural en las comunidades, especialmente en lo que respecta a la prevención de las enfermedades respiratorias, pero también en el mejoramiento de la calidad de vida y la disminución de la pobreza. Si bien las investigaciones se focalizaron en las poblaciones objeto del proyecto, entre sus objetivos estaba el de contribuir a la generación de conocimientos científicamente probados y por tanto socialmente útiles sobre el impacto del gas natural sobre las comunidades usuarias. Esta decisión obedeció a que en el país y en el mundo múltiples teorías aseguraban que este combustible resultaba más económico que la leña y el gas propano, reducía la tala de bosques, resolvía problemas de contaminación ambiental y disminuía los riesgos de enfermedades respiratorias y


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Gas para transformar la vida

Los socios y su rol en la alianza

Promigas S.A. ESP15 es el principal actor de la alianza. Es la más antigua empresa privada en el sector de transporte y distribución de gas natural en Colombia y América Latina y ha contribuido en gran medida al desarrollo de este mercado en el país. Se encargó de gerenciar el proyecto y supervisar tanto la construcción de las redes y trabajos de conexión como el desarrollo de los programas sociales, a cargo de los otros socios. Gases del Caribe S.A. ESP y Surtigas S.A. ESP son empresas que distribuyen y comercializan gas natural a usuarios residenciales, comerciales e industriales de la región Caribe colombiana. Gases del Caribe es propietaria y operadora de la red de distribución en 32 ciudades de los departamentos del Atlántico, Magdalena y norte del Cesar. Surtigas hace lo propio en 52 ciudades de los departamentos de Bolívar, Sucre y Córdoba. Ambas empresas se encargaron de los trabajos de infraestructura y conexión al servicio de gas de las 10.709 familias favorecidas por el proyecto, así como de la comercialización posterior del servicio. Cada una aportó cerca de 582 millones de pesos colombianos, cifra equivalente a 167.000 euros según tasa vigente de 2006, para financiar los programas de gestión social del proyecto. Fundación Promigas. Se creó en 1999 para aportar al desarrollo y el logro de mejores condiciones de vida de las comunidades más vulnerables de Colombia, especialmente de la región Caribe, en la perspectiva de promover una sociedad más equitativa. En su primera década de trabajo se ha consolidado como una organización especializada en el diseño, puesta en marcha, réplica y escalamiento de proyectos educativos en alianzas con los sectores público, privado, académico y comunitario. Su principal línea de acción es el diseño y la implementación de programas educativos con énfasis en educación básica y primera infancia. La Fundación se encargó de administrar los dineros del proyecto y de atender su auditoría ante el Gobierno Holandés; diseñó y ejecutó los programas sociales, educativos y de emprendimiento y lideró

los estudios realizados por la Universidad de Cartagena y la Universidad del Norte (Barranquilla) para construir la línea de base y evaluar los beneficios e impactos del proyecto. Gobierno de Holanda. Este país destina el 0,8% de su PIB, cerca de 3.800 millones de euros, para contribuir a disminuir los índices de pobreza en distintas regiones del mundo. Su donación de un millón de euros para subsidiar la conexión al servicio de gas natural de las familias favorecidas fue lo que hizo posible el proyecto. Para concretar la donación adelantó un complejo proceso de selección entre más de cinco mil proyectos posibles en todo el mundo. Durante la ejecución realizó la supervisión de las inversiones acordadas.

15 En Colombia ESP es la sigla genérica de “Empresa de Servicios Públicos”.


23 El principal instrumento para el logro de estos propósitos fue la donación de un millón de euros hecha por el gobierno de Holanda, para subsidiar a estas familias el costo de la conexión al gas natural en cerca de cincuenta por ciento.

pulmonares, pero no había documentos que pudieran probarlo con un sustento científico. El modelo de gestión acordado para el proyecto definió responsabilidades expresas para cada uno de los actores de la alianza. El Gobierno de Holanda, además de aportar la donación, hizo un seguimiento constante al desarrollo de las acciones y la inversión de los recursos; la compañía Promigas tuvo a su cargo la administración de los recursos, la ejecución de las auditorías y la gerencia general del proyecto, tanto en sus componentes de infraestructura como sociales e investigativos; la Fundación Promigas diseño y dirigió la ejecución de los componentes investigativo y social; las compañías Surtigas y Gases del Caribe aportaron recursos para financiar los programas de gestión social del proyecto.

Implementación: un trabajo colaborativo El proyecto “Distribución de gas natural en Colombia” fue una experiencia de cooperación que permitió alcanzar ganancias colectivas tanto para los beneficiarios como para las diversas instituciones que conformaron la alianza y las instituciones y personas que intervinieron como ejecutores.

El desarrollo de todos los componentes, así como el monitoreo del proyecto y la rendición de cuentas, se hizo mediante un proceso colaborativo basado en la confianza mutua, la realización de acuerdos sobre los aspectos esenciales, la comunicación permanente entre los aliados y el apoyo generoso, sobre la base de evitar protagonismos y demostraciones de poder. Todos los actores tuvieron siempre presente que los verdaderos protagonistas eran las comunidades beneficiarias y el verdadero objetivo su desarrollo. Al inicio del proyecto se conformó un comité ejecutivo con representantes de todas las instituciones que en los primeros ocho meses se reunieron una vez al mes, luego se decidió que la comunicación se diera a través de informes mensuales y que las reuniones se llevaran a cabo sólo si era necesario. Promigas, como gerente del proyecto, entregaba a los socios, en especial a la Embajada de los Países Bajos, los informes de avance, que incluían la ejecución de los subsidios y los gastos de los trabajos de conexión. Además, para garantizar la calidad y la regulación de los trabajos, las empresas distribuidoras contaban con un interventor de obra, según exige la Ley colombiana.


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Gas para transformar la vida

En lo que respecta al componente central de conexión al servicio de gas, el trabajo se inició tan pronto se hizo el desembolso de los recursos por parte del Gobierno de Holanda. Una primera tarea abordada por Promigas consistió en planificar las obras y la inversión presupuestal. Este trabajo hizo posible la optimización de los recursos para llegar a un punto de equilibrio en el que sin afectar la calidad de las conexiones se beneficiara al mayor número de hogares posibles. Para dar inicio a las obras fue necesario, primero, hacer una coordinación entre Promigas y las agencias distribuidoras en relación con los aspectos operativos de los trabajos en cada una de las comunidades, así como establecer contactos con las autoridades locales para obtener las licencias de construcción y, sobre todo, su respaldo institucional al proyecto. Las agencias distribuidoras Surtigas y Gases del Caribe montaron la infraestructura de distribución y la conexión física de cada vivienda a través de contratistas locales y con el seguimiento periódico del gobierno holandés y Promigas, para verificar los progresos y las dificultades.

Su participación incluyó también el desarrollo de una estrategia de comercialización y financiación del servicio entre las familias, una tarea compleja por la baja receptividad de las comunidades, debido a que no conocían ni el uso ni los beneficios del gas natural domiciliario y no tenían una cultura de ahorro y de pago regular de servicios públicos. Las dos empresas desarrollaron campañas promocionales e informativas, al igual que ofertas especiales para motivar a las familias a que accedieran al servicio. Una de esas estrategias consistió en la entrega de estufas para que al llegar el gas, de inmediato se pudiera utilizar en la preparación de los alimentos del hogar. Sin embargo, el principal argumento para lograr que las familias se conectaran al servicio fue el financiero, teniendo en cuenta que una de las limitaciones principales para acceder a la conexión era la carencia de recursos por parte de las familias. Una parte del costo de la instalación de cada familia fue cubierto con el donativo del Gobierno de Holanda, por un millón de euros; el saldo restante se financió mediante un sistema de crédito con cuotas mensuales de seis euros (7,3 dólares; 17.000 pesos). Así,


25 El proyecto “Distribución de gas natural en Colombia” fue una experiencia de cooperación que permitió alcanzar ganancias colectivas tanto para los beneficiarios como para las diversas instituciones que conformaron la alianza y las instituciones y personas que intervinieron como ejecutores.

no sólo se hizo posible que estas familias accedieran al gas natural, sino que quedaron pagando una cuota mensual por consumo de gas muy inferior al costo mensual de los combustibles que usaban antes, que es en promedio de 11 euros.

Gestión social: por un servicio sostenible Las acciones sociales complementarias, convenidas en la fase de negociación con el objetivo de aumentar la generación de ingresos y la formulación de planes de vida entre las familias beneficiadas, se enfocaron en las áreas de educación y productividad. Se trataba de potenciar los beneficios del proyecto para que la llegada del gas se convirtiera en una oportunidad de mejoramiento del nivel de vida de las familias beneficiadas, en el marco de la lucha contra la pobreza y por el desarrollo sostenible, que son principios rectores tanto de la responsabilidad social empresarial de Promigas como de la cooperación del Gobierno Holandés.

La Fundación Promigas, encargada de este componente, diseñó un conjunto de acciones sobre economía doméstica, hábitos de auto cuidado y emprendimiento, que se concretaron en tres programas básicos: dos de tipo socioeducativo y uno productivo. En la primera categoría el programa Economía del hogar buscó, a través de jornadas de capacitación y campañas informativas, promover en las familias conocimientos y prácticas que estimularan la cultura del ahorro, el manejo eficiente de los recursos familiares, la planificación y control de gastos, así como el uso adecuado del gas natural y el reconocimiento de sus ventajas. El segundo programa educativo, Lectores saludables, se desarrolló con base en una metodología diseñada, implementada y validada por la Fundación Promigas para promover prácticas y hábitos de higiene y auto cuidado en escolares de las poblaciones intervenidas. La metodología combina la promoción de la lectura, como instrumento básico de aprendizaje y cambio, con la promoción de hábitos saludables dirigidos a fortalecer la nutrición, prevenir enfermedades y generar buenas prácticas de


26

Gas para transformar la vida

En lo que respecta al componente central de conexión al servicio de gas, el trabajo se inició tan pronto se hizo el desembolso de los recursos por parte del Gobierno de Holanda. Una primera tarea abordada por Promigas consistió en planificar las obras y la inversión presupuestal

alimentación y de auto cuidado. Como estrategia de multiplicación del programa se capacitó a profesores y padres de familia de colegios locales para que replicaran lo aprendido entre los estudiantes y se entregaron bibliotecas móviles a estas instituciones. El tercer programa fue el de emprendimiento, a través del cual se capacitó a miembros de las comunidades para la creación y administración de negocios y se concedieron préstamos “blandos” para la creación de pequeños negocios y el fortalecimiento de otros ya existentes. Este programa se dirigió de manera prioritaria, en 75 por ciento, a madres cabeza de hogar, teniendo en cuenta los altos índices de ocurrencia de este fenómeno en las comunidades vinculadas. En su conjunto el componente social del proyecto tuvo las mismas dimensiones gigantescas que la expansión del servicio por medio de las conexiones subsidiadas. De hecho, aunque la Fundación Promigas tiene una experiencia de diez años ejecutando proyectos sociales financiados por la compañía Promigas, por otras fundaciones empresariales y por instituciones del Estado colombiano, este es el proyecto más grande que ha

manejado, en términos de inversión propia, de manejo de recursos internacionales y de tamaño y complejidad de las acciones ejecutadas.

Investigaciones: medición de impacto y resultados Como tercer componente del proyecto “Distribución de gas natural en Colombia”, además de la conexión y la gestión social, se desarrolló un conjunto de investigaciones dirigidas a demostrar el impacto que el uso del gas natural tiene en las comunidades, con énfasis en las más pobres. Los estudios buscaban dar respuestas científicas a interrogantes recurrentes como el impacto del gas natural en la salud de las comunidades, particularmente en lo que se refiere a la disminución de las infecciones respiratorias agudas (IRA) y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), que son frecuentes cuando se usan combustibles como la leña, el carbón y la biomasa. Asociado con este objetivo, se quería medir el grado de ahorro que podrían obtener las familias y el Estado en la atención médica de estas patologías.



28

Gas para transformar la vida

Estas mediciones tenían especial importancia porque pese a existir la creencia general de que el gas natural es una tecnología sanitaria que disminuye radicalmente los índices de ambas enfermedades, así como los costos derivados de su atención, no existían estudios que lo comprobaran científicamente. La hipótesis de la investigación planteó que como consecuencia del uso de combustibles distintos al gas natural los hogares reportaban que alguno de sus miembros padecía enfermedades respiratorias. En tal sentido, aunque las enfermedades respiratorias no dependen exclusivamente del uso de estos combustibles (también de otros factores como la quema de basuras y el consumo de cigarrillo), la existencia de factores de riesgo como cocinar con combustibles sólidos, poseer estufas con combustión ineficiente y cocinas sin ventilación, aumenta la probabilidad de padecer enfermedades respiratorias como la Infección Respiratoria Aguda Baja (neumonía), la exacerbación de episodios de asma en niños y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, EPOC en adultos16. Igualmente, se trataba de establecer el impacto del gas natural en la disminución de los costos familiares por uso de combustible y el mejoramiento de las condiciones de

vida por factores asociados al uso del gas como tecnología limpia, tales como el aseo de la vivienda, la confortabilidad del entono y el arreglo personal y la autoestima de las mujeres que cocinan, todo lo cual contribuye a concretar el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En este marco, con la asesoría especializada de la Universidad de Cartagena y la Universidad del Norte, de Barranquilla, y bajo la supervisión general de la Fundación Promigas, se diseñó e implementó un programa de investigación a cuatro años (2005-2008) que permitiera caracterizar los hogares favorecidos, hacer seguimiento a las acciones implementadas y evaluarlas de manera continua. Los estudios comprendieron análisis de costo/ beneficio, análisis de costo/efectividad incremental, valoraciones clínicas y estudios epidemiológicos, entre otros métodos.

16 Hakim, Kharboush et al. 1995; Campbell 1997; Bruce, PerezPadilla et al. 2000; Ezzati and Kammen 2001; Ezzati and Kammen 2001; Boy, Bruce et al. 2002; Smith 2003; Diaz, Bruce et al. 2007; Liu, Lee et al. 2008.


29 Los estudios buscaban dar respuestas científicas a interrogantes recurrentes como el impacto del gas natural en la salud de las comunidades, particularmente en lo que se refiere a la disminución de las infecciones respiratorias agudas (IRA) y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC)

Inicialmente, para respaldar el impacto de su propuesta, Promigas se propuso establecer cuál era, en 2005, el estado del arte sobre los impactos del uso de biocombustibles, lo cual conllevó una revisión sistemática de la literatura existente. El informe final está contenido en una publicación científica realizada por el grupo de investigadores en la revista de medicina de la Universidad Nacional de Colombia17. Allí se consignaron sólidas evidencias científicas sobre las relaciones de causalidad entre el uso de leña y biomasa y la presencia de enfermedades respiratorias y pulmonares. Su conclusión más importante, respaldada en informes de la Organización Mundial de la Salud de 2002, es que la exposición al humo de biocombustibles genera el 2,7 por ciento de las enfermedades respiratorias en el mundo y que esas patologías representan la tercera causa de muerte en los países de medianos y bajos ingresos. A partir de este estudio se realizaron las investigaciones evaluativas para establecer el impacto del gas natural en las comunidades conectadas, bajo la hipótesis de que estas familias pobres, en especial las mujeres y los niños, obtendrían mejores condiciones económicas de vida y disminución de la morbilidad y mortalidad por IRA y EPOC.

La medición se inició con la elaboración, entre septiembre de 2005 y marzo de 2006, de una evaluación inicial o línea de base que permitió determinar las condiciones socioeconómicas y el perfil epidemiológico de las familias antes de la conexión. Para ello se aplicó en las primeras trece localidades beneficiadas una encuesta social de corte transversal que midió aspectos demográficos, socioeconómicos, físico-ambientales de las viviendas, características de los comportamientos de los jefes de hogar, actitudes y prácticas asociados con la educación, manejo responsable del hogar, uso del gas natural, morbilidad de enfermedades respiratorias y uso de servicios de hospitalización para estas enfermedades.

17 ALVIS GUZMÁN, Nelson y DE LA HOZ RESTREPO, Fernando. “Contaminación del aire domiciliario y enfermedades respiratorias (infección respiratoria aguda baja, EPOC, cáncer de pulmón y asma): evidencias de asociación”. En: Revista Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Vol. 56, No.1, Bogotá, enero/marzo de 2008.


30

Gas para transformar la vida

La conclusión más importante, respaldada en informes de la Organización Mundial de la Salud de 2002, es que la exposición al humo de biocombustibles genera el 2,7 por ciento de las enfermedades respiratorias en el mundo y que esas patologías representan la tercera causa de muerte en los países de medianos y bajos ingresos.

En una segunda fase del proyecto, entre septiembre y noviembre del 2006, se realizó una segunda medición en las mismas localidades y con las mismas variables, con el propósito de valorar el cambio en los indicadores por el impacto del gas natural. Durante la tercera fase, entre 2006 y 2008, se realizó una nueva medición sobre las mismas variables, arrojando resultados comparativos sobre su dinámica en el tiempo del proyecto. Las encuestas permitieron indagar la percepción de las familias ante distintas variables sociales, económicas y epidemiológicas hasta llegar a focalizar unos casos de interés que permitieran probar en forma clínica el impacto del proyecto desde su efectividad en la economía del hogar, en ahorros para la familia y el sistema de salud.

demográficamente similares con la única diferencia de que unas utilizan biocombustibles para cocinar y otras están conectadas al gas natural domiciliario. La hipótesis era que las enfermedades respiratorias eran mayores en aquellas poblaciones que usan biocombustibles. El otro fue un estudio epidemiológico realizado en centros de salud y hospitales de las siete localidades con antecedentes de uso de leña y con mayor morbilidad por IRA, para establecer la situación de las enfermedades respiratorias –ira y EPOC– en niños y adultos, así como el impacto económico del uso de gas natural como tecnología sanitaria por la disminución en la consulta y atención de estas enfermedades.

El análisis de estos casos se abordó por medio de técnicas de investigación cualitativas, como los grupos focales, para poder inferir análisis a partir de lo que la comunidad manifestaba a través de sus casos, de sus historias de vida tanto individuales como conjuntas. Finalmente, se realizaron dos trabajos complementarios al finalizar el proyecto. Uno consistió en un estudio de espirometría18 para valorar la función respiratoria y las diferencias clínicas y paraclínicas entre poblaciones

18 La espirometría es un estudio respiratorio sencillo que mide, bajo condiciones controladas, el volumen y el ritmo del flujo de aire dentro de los pulmones. Este procedimiento se utiliza con frecuencia para evaluar la función pulmonar en las personas con enfermedades pulmonares obstructivas o restrictivas tales como asma o fibrosis quística.




33 Resultados del proyecto

El gas mejoró la vida de 10 mil familias

3

De acuerdo con las evaluaciones realizadas, la conexión al servicio de gas natural ha representado un cambio importante en la vida cotidiana de los habitantes de las trece poblaciones rurales del Caribe colombiano que formaron parte del proyecto desarrollado por la alianza entre el Gobierno de Holanda y las empresas colombianas del grupo Promigas. 10.709 hogares, cerca de 50.000 personas, disfrutan hoy los beneficios económicos, ecológicos y sanitarios obtenidos por la llegada de este servicio. Las investigaciones evaluativas o mediciones en terreno del proyecto y los estudios complementarios –espirometría y epidemiológico– proporcionan datos confiables que evidencian los impactos positivos del gas natural en las familias beneficiadas: mejoramiento de la salud, un entorno más sano y más cómodo, menores costos en combustible y atención médica, mayor generación de ingresos y, como consecuencia de todo ello, mayor calidad de vida.

Impacto económico: mejores condiciones de vida Un primer resultado arrojado por la investigación de impacto del proyecto “Distribución de gas natural en Colombia” es que los hogares de las trece poblaciones conectadas han disminuido significativamente el gasto

en combustible para la preparación de alimentos. Antes de la conexión las familias gastaban en promedio cer­ca de 7,4 euros mensuales (10 dólares, 22.165 pesos); al finalizar el proyecto en 2008, según datos de la evaluación final, invertían en promedio 2,8 euros (4,3 dólares, 8.578 pesos). Esto significa que el gasto en combustible pasó de representar 7,6 por ciento del presupuesto familiar antes de tener gas natural a 2,4 por ciento después de contar con este servicio. El ahorro, cercano al 62 por ciento, representa para estas comunidades pobres un aporte económico muy importante que pueden invertir en otros componentes básicos de la canasta familiar, como la nutrición. El ahorro también explica, parcialmente, el excelente comportamiento del recaudo por el pago del servicio de gas, que deja un muy bajo porcentaje de usuarios en mora. Otro factor que incidió de manera importante en el mejoramiento de la economía doméstica y la capacidad


34

Gas para transformar la vida

El ahorro, cercano al 62 por ciento, representa para estas comunidades pobres un aporte económico muy importante que pueden invertir en otros componentes básicos de la canasta familiar, como la nutrición.

de pago de las comunidades fue la ejecución de los programas sociales del proyecto orientados a la generación de ingresos. El programa de emprendimiento y famiempresas tuvo un impacto notorio en el aumento del número de hogares con ahorro, al pasar de 5,6 por ciento en la primera medición a 8,1 por ciento en la segunda y 13,7 por ciento en la tercera. A la vez, el otorgamiento de créditos acompañados de una formación sobre economía y emprendimiento permitió obtener en el corto plazo resultados que disminuyen el riesgo de vulnerabilidad de los hogares beneficiarios de la conexión subsidiada. En conjunto estos factores han contribuido al mejoramiento del Índice de Condiciones de Vida – ICV de las familias beneficiadas, que mide el avance hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El ICV de cada una de estas comunidades, que al inicio del proyecto estaba por debajo de la media de la Colombia Rural (60.7%), se incrementó en la evaluación final, logrando situarse por encima, como se aprecia en el gráfico 4. Esta mejoría se basa en el hecho de que disponer de una tecnología limpia para cocinar favorece la mejor disposición de basuras, el mejoramiento físico de las cocinas y los pisos, el mejoramiento general de la vivienda libre de humo

e inclusive el arreglo personal de los miembros de la familia. A su vez estos cambios inducen otros como la ampliación de la vivienda y la obtención de otros servicios públicos. El acumulado de resultados, como menor gasto en combustible, generación de ingresos y crecimiento del ICV evidencia que la introducción del gas domiciliario en estas poblaciones ha contribuido a su desarrollo social y económico, disminuyendo los indicadores de pobreza y las diferencia existentes entre las zonas rurales y las urbanas en Colombia, lo que es a la vez un logro en el camino hacia el cumplimiento de los Objetivos del Milenio.

Salud familiar: menos enfermedades Otro resultado fundamental del proyecto de conexión al gas domiciliario ejecutado por la alianza entre el Gobierno de Holanda, Promigas y sus agencias distribuidoras, es una reducción importante en la incidencia de enfermedades respiratorias en las familias que cambiaron la leña, la biomasa y el carbón por el gas natural, como lo demuestra la comparación entre la línea de base elaborada en 2005 y las mediciones hechas en 2006 y 2008.


Gas +

emprendimiento =negocios Los programas educativos y productivos ejecutados dentro del componente social del proyecto muestran resultados muy positivos: fueron creadas 560 pequeñas empresas, el 75 por ciento de ellas dirigidas por mujeres cabeza de hogar; se beneficiaron de préstamos y capacitación 1.500 familias y 300 agentes multiplicadores fueron capacitados en temas de economía del hogar; además 11.953 estudiantes participaron en el programa de Lectores Saludables y sus bibliotecas móviles. Las investigaciones evaluativas revelan resultados puntuales de estos programas. Así, por ejemplo, el 32 por ciento de los hogares encuestados en 2008 cuenta con pequeños negocios, frente a 28,8 y 27,2 por ciento de las mediciones anteriores. El 10 por ciento de esos negocios reciben financiación de los créditos del programa Famiempresa. La evaluación final revela también que la mayoría de los hogares reconocen la importancia del proyecto y sus programas sociales, destacando los beneficios en términos de desarrollo personal, mejoramiento en condiciones de vida y mayores oportunidades de desarrollo para la comunidad.


Gas para transformar la vida

Gráfico 4 | Índice de Condiciones de Vida en las poblaciones beneficiadas, 2005-2008

100

78,8 60,7

59,4 61,2

55,4 59,2

54,4 54,4

53,4 53,4

52,4 54,2

51,4 53,3

49,5

47,4 50,3

48,4 41,7

40,3 43,0

40

42,2 45,0

56,2

60

50,2 52,7

80

84,8

ICV 05 ICV 06 ICV 08

Colombia Urbano

Colombia Total Nal

Colombia Rural

Guachaca y Puerto Nuevo

Isla del Rosario

Ayapel

Buritaca

El Vaiven

Arenal

Barú

Tasajera

Santa Pablo

Santa Ana

-

Palmira

20

Ararca

36

Como se señaló en el capítulo anterior, con la línea de base se había comprobado que el uso de combustibles como la leña y la biomasa estaba asociado a la presencia de infección respiratoria aguda y enfermedad pulmonar crónica, que afectaban sobre todo a los niños y en segundo término a las mujeres y los ancianos, por ser las personas que más permanecen en casa y están presentes durante el proceso de preparación de los alimentos. Con respecto a la variable de morbilidad, las mediciones determinaron que la incidencia de las patologías respiratorias IRA y EPOC en las trece localidades pasó de 37,6 por ciento en 2005 a 28,7 por ciento en 2008, lo que significa una disminución de casi un diez por ciento. Los mayores impactos se registraron en el corregimiento de Guachaca, donde la incidencia de la enfermedad pasó de 23,3 a 6,7 por ciento, y en el caserío de Puerto Nuevo, donde disminuyó de 14,3 a 3,3 por ciento. La única población que no registró disminución sino un leve aumento fue Ararca, que pasó de 50 a 54,3 por ciento, lo cual es atribuible


37 El acumulado de resultados, como menor gasto en combustible, generación de ingresos y crecimiento del ICV evidencia que la introducción del gas domiciliario en estas poblaciones ha contribuido a su desarrollo social y económico, disminuyendo los indicadores de pobreza y las diferencia existentes entre las zonas rurales y las urbanas en Colombia

a otros factores epidemiológicos como los brotes de influenza en la época de lluvias. Los casos de hospitalización relacionados con enfermedades respiratorias también presentaron una disminución apreciable. En la primera evaluación, 2005, se reportaron 74 casos; en la segunda, 2006-2007, los casos bajaron a 18 y en la evaluación final, 2008, fueron 17. En este aspecto, la población que registró un mayor decremento fue Barú, en las Islas del Rosario, que pasó de 20 hospitalizaciones a una, en tanto que el corregimiento de Palmira, en el departamento del Magdalena, fue el único que presentó un aumento al pasar de 1 a 4 casos.

de las poblaciones favorecidas, con características demográficas similares, pero en uno de ellos estaban sólo personas que cocinan con gas natural y en el otro sólo personas que cocinan con biocombustibles19. Los grupos estuvieron conformados por 203 personas de estrato uno, mayores de 30 años, 87 (42,9%) de la comunidad de San Pablo y 116 (57,1%) de Santa Ana; 24,1% de los cuales eran hombres. De la población estudiada 114 personas cocinaban con gas natural (67,9%) y 54 (32,1%) utilizaban biocombustibles frecuentemente (al menos 1 vez a la semana) en el año anterior. El número de personas que fuman en la población estudiada es 46 (27,4%).

Los días de estancia hospitalaria relacionada con estas patologías presentaron una disminución aún mayor al pasar de 705 en 2005 a 194 en 2007 y a 102 en 2008. La mayor variación se presentó en el corregimiento de Tasajera, Magdalena, donde los días de hospitalización pasaron de 294 a 36. El corregimiento de Palmira tuvo una evolución interesante, pues a pesar de que los casos se incrementaron de 1 a 4, los días de hospitalización bajaron de 60 a cinco. A su vez, el estudio de espirometría ofreció conclusiones impactantes. En él se compararon dos grupos de personas

19 ALVIS GUZMAN, Nelson Rafael et. al. “Impacto de biocombustibles sobre enfermedades respiratorias en localidades rurales de Colombia”. Grupo de Investigación en Economía de la Salud, Universidad de Cartagena, 2009.


Gas para transformar la vida

Con respecto a la variable de morbilidad, las mediciones determinaron que la incidencia de las patologías respiratorias IRA y EPOC en las trece localidades pasó de 37,6 por ciento en 2005 a 28,7 por ciento en 2008

Gráfico 5 | Evolución de la morbilidad por enfermedades respiratorias en los hogares de las poblaciones beneficiadas, 2005-2008

A todas las personas se les aplicó una encuesta y se les abrió una historia clínica que consignó los antecedentes de importancia relacionados con enfermedades o sintomatología respiratoria y uso de tabaco. A todos los participantes se les realizó un examen médico general previa aplicación de la espirometría.

80 70 60 50 % 40 30 20 10 Santa Ana

San Estanislao

San Pablo

El Vaiven

Barú

Ayapel

Buritaca

Guachaca

Isla del Rosario

Palmira

Tasajera

Puerto Nuevo

Total

0

Ararca

38

Primera fase 50,0 Segunda fase 46,7 54,5 Tercera fase

70,1 57,4 36,8

15,9 60,0 27,3

40,2 40,6 36,0

48,3 30,0 26,7

19,2 59,5 36,5

17,6 44,2 27,5

36,7 42,9 20,0

23,3 14,3 6,7

42,6 46,5 18,5

53,3 50,0 63,7

56,9 43,9 43,1

14,3 38,7 3,3

37,6 44,2 28,7

Los resultados del estudio soportan científicamente la afirmación de que el humo de los biocombustibles afecta de forma significativa la función pulmonar y hace parte importante de los efectos de la contaminación del aire de interiores sobre la salud humana. En efecto, las personas de este estudio mostraron un mayor riesgo de presentar un patrón obstructivo severo cuando cocinan con biocombustibles, evidencias que incentivan a realizar más investigaciones que realicen evaluaciones en tal sentido, sobre todo porque las existentes no dan cuenta del grado de afectación pulmonar, ni de cuáles son


39

los patrones fisiológicos respiratorios afectados por los componentes del humo. Estos resultados también se correlacionan con ‘la escalera de la energía’, término acuñado por Smith KR en 199420 que relaciona directamente las mejores condiciones socioeconómicas de la población con un combustible más limpio, en estricto orden: desperdicios de animales, leña, carbón, gas natural ó electricidad. El estudio realizado en las comunidades del proyecto mostró que a pesar de que las condiciones sociodemográficas eran las mismas, los que cocinaban con leña presentaban una condición educativa inferior.

Atención en salud: ahorro social La disminución de las enfermedades respiratorias resultante de la introducción del gas natural en las comunidades significó también un importante ahorro en los costos de atención de centros médicos y hospitalarios y por tanto del sistema público de salud. Sólo las 1.500 hospitalizaciones anuales que se han podido evitar representan costos directos de tratamiento de entre 837 y 922 mil dólares21.

Una conclusión alentadora es que los resultados del estudio sugieren que el daño respiratorio producido por el uso de biocombustibles puede ser reversible y que la sustitución de esos combustibles por gas natural mejoraría los patrones respiratorios de las personas, su morbilidad y su calidad de vida. 20 Smith, K., M. Apte, et al. (1994). “Air Pollution and the Energy Ladder in Asian Cities.” Energy 19(5): 587-600. 21 Según el estudio Costos económicos de las neumonías en niños menores de dos años de edad en Colombia, de Nelson Alvis, 2005, se asume que los costos por caso fluctúan entre 590 y 630 dólares.



41 Los resultados del estudio soportan científicamente la afirmación de que el humo de los biocombustibles afecta de forma significativa la función pulmonar y hace parte importante de los efectos de la contaminación del aire de interiores sobre la salud humana.

Por otra parte, la disminución de la incidencia de enfermedades respiratorias IRA y EPOC le ha representado al Estado colombiano un ahorro de 30 por ciento de los costos por estas patologías, como lo demuestra la investigación epidemiológica que analizó el impacto del uso del gas sobre la carga de enfermedad respiratoria en siete de las trece poblaciones favorecidas: Ararca, Santana, San Pablo, El Vaivén, Tasajera, Isla del Rosario y Palmira22.

Gráfico 6 | Días de hospitalización por enfermedades respiratorias, localidades con mayor proporción de consumo de leña previo a la instalación del gas 300 250 200 150 100 50 0

22

ALVIS GUZMÁN, Nelson y ALVIS ESTRADA, Luis. “Impacto del gas natural sobre la carga de enfermedad respiratoria asociada al humo de biomasa, en siete localidades rurales del Caribe colombiano”. Grupo de Investigación en Economía de la Salud, Universidad de Cartagena, Cartagena, 2007.

Ararca

Santa Ana

San Pablo

El Vaiven

Tasajera

Isla del Rosario

Palmira

Total

días de hospitalización primera fase

76

84

31

17

294

143

60

705

días de hospitalización segunda fase

3

0

0

4

104

28

55

194

días de hospitalización tercera fase

14

1

45

1

36

1

5

102


Gas para transformar la vida

Una conclusión alentadora es que los resultados del estudio sugieren que el daño respiratorio producido por el uso de biocombustibles puede ser reversible y que la sustitución de esos combustibles por gas natural mejoraría los patrones respiratorios de las personas, su morbilidad y su calidad de vida.

Gráfico 7 | Costos asociados a la carga de enfermedad respiratoria en escenarios con y sin gas natural, 2003-2007

6.000.000 5,203,596 5.000.000 4.000.000 Dólares

42

3,505,293

3.000.000 2.000.000

1,698,303

1.000.000 0

Sin gas

Con gas

Beneficio

La investigación combinó tres tipos de estudio: primero, una evaluación de la carga de enfermedad respiratoria asociada al uso de combustibles de biomasa, mediante revisión de la literatura científica accesible en bases de datos nacionales e internacionales y trabajos no publicados y el análisis de los registros hospitalarios de los centros de salud y hospitales de la zona de influencia de las localidades objeto de estudio; segundo, un estudio de costos de la enfermedad en pacientes con Infección Respiratoria Aguda (neumonías) en menores de cinco años y EPOC en adultos mayores, con lo que se obtuvieron, desde la perspectiva de la sociedad, los costos medios, tanto directos médicos como indirectos por pérdida de productividad de pacientes y/o familiares, y tercero, un análisis de costos efectividad de introducir el gas natural domiciliario sobre la morbimortalidad por enfermedades respiratorias en niños y adultos mayores, mediante el uso de un modelo simple de decisiones que valoró la carga y costos de enfermedad en ausencia y en presencia de gas natural domiciliario. Los análisis de la tendencia de casos de hospitalización por IRA y EPOC en las localidades beneficiadas muestra una reducción entre 2005 y 2006 respecto al 2003 y 2004, lo cual puede tomarse como una evidencia empírica del


43

El estudio encontró que durante el período de operación del proyecto, la introducción del gas natural a las poblaciones conectadas evitó 1.669 casos de IRA, con 501 hospitalizaciones, 19 muertes y 23,044 AVAD (un año de vida ajustado por discapacidad), así como 597 casos de EPOC, con 179 hospitalizaciones, 14 muertes y 1,840 AVAD. De estos datos se concluye que cuando las poblaciones estudiadas no contaban con el servicio de gas natural, el costo de la carga por enfermedad de ambas patologías era de 5,2 millones de dólares anuales, el 85 por ciento de ellos por EPOC; después de hacer las conexiones al gas natural este costo es de 3,5 millones, lo cual se traduce en un ahorro de 1,6 millones de dólares, es decir, una reducción de casi un 30 por ciento de los costos de la carga de enfermedad en ausencia del gas natural en los hogares. Eso significa que por cada dos dólares invertidos en gas natural se evita un dólar de carga de enfermedad.

Gráfico 8 | Evolución de la morbilidad en los diferentes grupos etáreos, en las poblaciones con mayor uso de leña, 2005-2008 40 35 30 % de hogares

impacto del gas natural dado que este fue el cambio más importante que sufrieron estos hogares en dicho periodo.

25 20 15 10 5 0 Niños

Jóvenes

Adultos

Ancianos

1a fase (%)

36,5

12,2

23,1

7,5

2a fase (%)

26,8

6,5

13,9

2,8

3a fase (%)

12,6

4,6

9,5

2,9


44

Gas para transformar la vida

El estudio también concluye que el costo/efectividad incremental23 del gas natural como tecnología sanitaria es de 78 dólares, o sea, que evitar un Año de Vida Ajustado por Discapacidad causado por IRA o EPOC cuesta 78 dólares, cifra que evidencia lo altamente costo/efectivo que es el servicio, sólo comparable en América Latina con los resultados obtenidos por las vacunas contra el rotavirus y la hepatitis A. Con base en estas conclusiones, el estudio considera que la ampliación de la cobertura del gas natural domiciliario, en especial a los hogares más pobres donde es más alta la carga de enfermedades respiratorias, es una decisión de alta rentabilidad social que debería ser impulsada mediante una estrategia de subsidios, y agrega que el problema de la contaminación del aire, extra e intradomiciliario, debe ser parte de la agenda sanitaria del país.

23 Medida que evalúa una intervención determinada en términos de cuánto cuesta y sus beneficios.


45

Claves

de un proyecto exitoso Los resultados sin duda satisfactorios del proyecto “Distribución de gas natural en Colombia” obedecen a la convergencia de diferentes factores, todos relacionados con el carácter y perfil de las instituciones que hicieron parte de la alianza público/privada que lo diseñó y ejecutó. Los más determinantes fueron: La propuesta inicial de la compañía Promigas al gobierno de Holanda fue un proyecto documentado, respaldado por un estudio preliminar y un trabajo de campo minucioso. El enfoque del proyecto acertó al seleccionar como población objeto a comunidades de muy bajos ingresos para las cuales el acceso subsidiado al gas natural significaba un cambio importante en sus condiciones de vida. En este sentido, la escogencia de las 13 localidades favorecidas fue una decisión clave. Al lograr establecer relaciones de mutua confianza y trabajo colaborativo, con roles claramente determinados, acordes con sus fortalezas y experticias, los miembros de la alianza institucional garantizaron la fluidez, la eficiencia y la trasparencia de todos los procesos. La incorporación de las investigaciones de evaluación como componente esencial del proyecto permitió perfilarlo como una experiencia trascendente que aportó rigor científico al conocimiento sobre el impacto económico, ambiental y sanitario del uso del gas natural en las familias y las comunidades. La inclusión del componente social hizo posible potencializar los beneficios de la llegada del gas natural, especialmente en lo que se refiere a lo económico, trascendiendo de la solución de un problema energético a la generación de nuevas condiciones de desarrollo familiar y social. La designación de la Fundación Promigas como ejecutora de los componentes social y evaluativo fue determinante para el proyecto, por su experiencia en el desarrollo y la aplicación de modelos exitosos de gestión social con componentes de investigación y educación.


46

Gas para transformar la vida

La disminución de la incidencia de enfermedades respiratorias IRA y EPOC le ha representado al Estado colombiano un ahorro de 30 por ciento de los costos por estas patologías

Aporte a los Objetivos del Milenio: una meta cumplida La conclusión relevante en la evaluación de impacto del proyecto es que logró alcanzar resultados importantes en la perspectiva de su contribución al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, particularmente los relativos a la erradicación de la pobreza, el mejoramiento de la salud materna e infantil y la sostenibilidad del medio ambiente. El gas natural es un combustible limpio y económico que ha permitido generar importantes ahorros, mejorar los niveles de vida de las familias favorecidas y mantener un ambiente limpio en las casas, lo cual favorece a los miembros de la familia que permanecen con más frecuencia en el hogar: madres, mujeres embarazadas, niños y adultos mayores.

El más importante aporte, sin embargo, ha sido la disminución de la mortalidad en niños menores de cinco años. La introducción del servicio de gas natural ha inducido una reducción de enfermedades respiratorias en todos los grupos de edad, pero ha sido más notoria en los menores, porque ellos presentaban la prevalencia más alta de estas patologías, según la primera medición. Efectivamente, los estudios revelan que en las siete poblaciones en las que más se utilizaba la leña para cocinar, se dio una disminución cercana al 24 por ciento en estas enfermedades. Mientras la primera medición hecha en 2005 registró que el 36,5 por ciento de los hogares reportó niños con problemas respiratorios, el tercer estudio, en 2008, muestra que sólo el 12,6 por ciento reportó menores con estas patologías.


47 Conclusión

Una experiencia digna de replicar

El éxito de la alianza público/privada para el desarrollo sostenible de comunidades pobres del Caribe colombiano entre el Gobierno de Holanda, la compañía privada colombiana Promigas, sus agencias distribuidoras Surtigas y Gases del Caribe y la Fundación Promigas evidencia que es posible conjugar intereses y responsabilidades diversos para cumplir efectivamente el compromiso universal de contribuir al logro de los Objetivos del Mileno, especialmente el relacionado con el combate de la pobreza en las zonas más vulnerables del mundo.

La ejecución del proyecto también evidenció que todos los actores de la experiencia son capaces de responder a los distintos retos que planteó el proyecto y que están en capacidad de articular sus


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Gas para transformar la vida

saberes y sus fortalezas institucionales a las de otros para trabajar de manera cooperativa por el desarrollo social. El sector privado, representado por Promigas y las agencias distribuidoras Gases del Caribe y Surtigas, asumió con responsabilidad, calidad y eficiencia la inversión de los recursos aportados por el Gobierno de Holanda, que a su vez brindó la confianza necesaria para que el convenio y el proyecto se desenvolvieran con los niveles de autonomía y celeridad necesarios para satisfacer la planeación y las expectativas de las comunidades. La Fundación Promigas, a su vez, desarrolló con excelencia administrativa y conceptual los programas de gestión social y las investigaciones evaluativas, con el apoyo académico de las universidades del Norte y de Cartagena, que aportaron los conocimientos necesarios para soportar científicamente los resultados.

Las familias favorecidas, principales protagonistas de todo el proceso, demostraron que frente a una propuesta seria, confiable y orientada a su verdadero desarrollo, pueden responder a la confianza depositada en ellas, siempre y cuando se les faciliten las herramientas adecuadas. Los hogares no sólo aceptaron la propuesta y han cumplido con el pago del servicio, sino que aprovecharon los programas educativos y de emprendimiento para construir alternativas de mayores ingresos y mejores condiciones de vida. Frente a este balance queda la conclusión final de que vale la pena replicar esta experiencia en otras regiones de Colombia y del mundo, por su alto impacto social en la reducción de la pobreza. Y queda demostrado, además, que los socios de esta alianza están en capacidad de hacerlo nuevamente.


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