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El Plan de Producción Limpia diseñado para La Bacaladera reduce sus consumos eléctricos y de agua
Sénior: un sector en auge con necesidades especiales La población mayor de sesenta años va a convertirse en uno de los segmentos de mercado más importantes de la industria alimentaria. Por ello, los investigadores de AZTI-Tecnalia se han centrado en analizar las necesidades, preferencias y perfil sociológico de la población conocida como “Young senior” (jóvenes mayores), un público que en una década tendrá distintas exigencias en calidad y disfrute que los actuales sénior. Conocerlo es, sin duda, fundamental para desarrollar nuevos productos y servicios alimentarios adaptados a las demandas y a las necesidades sensoriales del público sénior. La adaptación de los alimentos a la población de mayor edad conlleva realizar nuevas acciones de I+D+i dentro de la industria del sector. Las necesidades en materia de investigación y cómo ésta se puede aplicar a la gastronomía y a las exigencias nutricionales del público sénior, es otra de las áreas de investigación. En este sentido, AZTI-Tecnalia está trabajando en la generación de líneas de productos específicamente diseñados para prevenir y corregir las deficiencias nutricionales de las personas durante el proce-
Descontaminación de cáscara de huevos mediante pulsos de luz ADN para determinar genéticamente el origen y mejorar la calidad del queso Idiazabal Nuevos formatos de bebidas desalcoholizadas Iñigo Aguinagalde: entrevista con el director de la empresa de sprays alimentarios NFS
so de envejecimiento. Se trata de ofrecer alimentos perfectamente adaptados desde el punto de vista de la salud y las características sociológicas y sensoriales de esta población. En este sentido, los alimentos para personas mayores deben contar con un perfil nutricional adaptado a sus necesida-
des concretas, como salud cardiovascular, refuerzo del sistema inmunitario, aporte de proteínas o regeneración ósea. Tendrán que ser, además, fáciles de preparar, conservar y servir, y disponer de un etiquetado adaptado a las aptitudes de visión del público sénior.
Cuando, en lugar de alimentos, consumimos emociones AZTI-Tecnalia está trabajando en una metodología pionera que busca identificar las emociones relacionadas con el consumo de los alimentos con el fin de diseñar nuevos productos y nuevas acciones de comunicación muy enfocados a la realidad de las empresas y a sus clientes. Las emociones resultan determinantes en las decisiones de compra, de ahí que este centro tecnológico está llevando a cabo en su laboratorio sensorial estudios para identificar las emociones (deseos, aspiraciones y motivaciones, entro otras) que influyen en el comportamiento de los consumidores y en los hábitos asociados a los alimentos, con el fin de comprender cómo repercuten a la hora tanto de seleccionar un producto como de consumirlo. Según Leire Barañano, directora de la Unidad de Investigación Alimentaria de AZTI-Tecnalia, “los beneficios de estos estudios para la industria alimentaria son múltiples ya que, además de ayudar a identificar nuevos nichos de mercado, conocer qué tendencias alimentarias van a tener impacto en estos nichos y en la sociedad en general permite responder antes que la competencia a las necesidades presentes y futuras de los consumidores”. “Conocer el componente emocional en torno al consumo alimentario” afirma Barañano, “posibilita a las empresas el desarrollo de nuevos productos
que proporcionen las experiencias más aceptadas y demandadas por los consumidores, así como otras nuevas que puedan incorporarse al mercado”. Y no solo eso, concluye “es una herramienta imprescindible para diseñar acciones de comunicación y marketing que den en la diana de las emociones de los consumidores”. Emociones asociadas al consumo del café Uno de los primeros estudios realizados por AZTITecnalia en colaboración con Café Fortaleza, se ha centrado en analizar cuáles son las emociones que provoca el café. Como se ha podido comprobar en el ‘emotio-
nal test’ (test emocional) creado por AZTI-Tecnalia, los resultados del análisis realizado revelan que el café despierta una carga emocional positiva entre las personas que lo toman y su consumo se vincula, por este orden, a las emociones de placer, actividad, energía y felicidad. Maruxa García-Quiroga, responsable del laboratorio sensorial de este centro tecnológico, “el gran logro de este tipo de investigaciones es poder cruzar el perfil de los consumidores, los momentos de consumo y las emociones que le afectan, tres piezas claves para crear productos, servicios y campañas publicitarias centradas en las necesidades reales del mercado”.