Gregorio, el gecko

Page 1

Realmente no nos gustan los bichos reptantes en casa y menos aún las lagartijas.

Un día, cuando abrimos la puerta del cuarto de baño, nos encontramos un gecko en la parte alta del muro.

¿Qué puede hacerse con un gecko que uno no quiere?

Bueno, ¿qué hacemos con él? Primero le hacemos unas fotos.

Y si nos acercamos con el zum del móvil, se parece a un cocodrilo enorme. La verdad es que son de la misma familia.

Volvamos rápidamente a su tamaño real. Ya no parece tan peligroso. El nuestro es un gecko pequeño, quizá del tamaño de un lápiz y de color marrón claro.

Desde abajo reconocemos sus cuatro patitas cortas. En cada patita se ven tres dedos anchos. ¿O acaso son más?

No sabemos lo que piensa cuando le observamos. Pero él nos mira atentamente y no se mueve.

En la naturaleza a menudo se pueden ver geckos y lagartijas tomando el sol sobre piedras calientes. Cuando notan una sombra acercándose, se escapan rápidamente.

Este, el nuestro, se queda inmóvil arriba en la pared.

ISBN 978-84-19723-38-3 9 788419 723383 Merimeri

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.