Kubita
Ilustrado por Marcelus
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Kubita fue la última de sus hermanos en ser adoptada. Por eso, cuando llegó a casa era un cachorro de cuatro meses. Un cachorro enorme. ¡Oh! Disculpad, no la he presentado. Kubita era un Boyero de Berna hembra, una perra de nieve de gran tamaño con el lomo negro, la parte del pecho blanca y pequeñas partes en marrón.
Pero Kubita era diferente a las demás de su raza porque no tenía en la parte izquierda de su hocico una mancha blanca. Y los humanos, que a veces son muy superficiales, elegían a otro cachorro al que llevarse. Para compensarlo, Kubita tenía una mancha negra en la lengua. Todas estas diferencias la hacían única y especial.
Kubita vivía con una familia: sus padres y sus dos hijas (Sol, de cinco años y Eli, de tres), a las que quería, cuidaba y con las que jugaba a la pelota. A veces, para que dejaran de tirarle de la cola, se escondía debajo de la mesa. Y cuando repetías muy seguido «Kubita, Kubita, Kubita», movía muy fuerte la cola de alegría, haciendo mucho ruido y moviendo todo lo que estaba a su alrededor.
Kubita es una perra de tamaño grande que vive con su familia cuando un día se encuentra a unos invitados inesperados en su jardín. Estos le pedirán un favor. ¿Qué hará Kubita? Esta es una historia que habla de una despedida, de confianza, de compañerismo y de generosidad.