El sol se echa la siesta

Page 1

Ilustraciones de Irene López Martín

MARÍA JOSÉ TÉLLEZ DELGADO

Un buen día, el Sol se dio cuenta de una cosa muy importante.

¡Él nunca dormía!

Mirara donde mirara, todo el mundo descansaba, y él no sabía qué era eso de tomarse un respiro y dormir.

¿Se estaba perdiendo algo crucial para su salud?

Había brillado desde hacía millones de años, y no le pareció mal experimentar eso de descansar un poquito.

—Si los tigres se echan la siesta, si las lagartijas duermen, si hasta descansa esa niña que no para un momento saltando y brincando…, ¡yo también quiero probar!

Ni corto ni perezoso, bostezó largamente, estiró sus rayos y cerró sus ojazos hasta que se quedó completamente frito.

Apenas notaba cómo un hilillo de saliva resbalaba y apagaba su gran boca luminosa.

En ese momento, en la Tierra sucedió algo inesperado:

¡Se hizo de noche por todas partes!

También se empezó a notar un frío espeluznante.

¿Qué pasaba?

Como el planeta tiene forma de manzana, el Sol no calentaba igual por todas partes.

En concreto, en Australia era de madrugada, por lo que muchas personas estaban dormidas, pero solo sintieron un frío más intenso de lo habitual, así que se arrebujaron en sus edredones para notar calorcillo.

En Canadá, los cazadores dejaron de cazar porque no se veía nada, y tenían miedo de que alguna fiera los devorara.

En Islandia, dejaron de pescar y empezaron a marearse en un mar de olas negras.

En Egipto, la gente que se bañaba en el río Nilo salió corriendo para que no les atacara un cocodrilo.

788419 904119 I N S PIR I N G UC R SOI I T Y Un viaje mágico para encontrar respuestas simples a retos que parecen insuperables ELPLANETA IMAGINARIO
ISBN 978-84-19904-11-9 9

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.