Tú solo di Om

María Soler Costa Ilustrado por María Silva

Tu solo di Tu solo di om

Aquel parecía, sin duda, un día de lo más normal en clase de Joaquín. Los niños y niñas jugaban alegremente en el patio cuando sonó por megafonía la canción que indicaba que el recreo había acabado. «¡Vaya rollo! ¡Otra vez a clase!», pensó Joaquín.

Todos los compañeros y compañeras acudieron a la zona de fila para disponerse a subir las escaleras hasta llegar al aula de Música. Siempre tocaba Música los viernes, después de la hora del patio.

Sin embargo, aquel día, algo extraño sucedió. Una mujer con un aspecto algo extraño se colocó delante de la fila de la clase de Joaquín.

—Chicos, chicas, ¡vamos a clase en fila! —exclamó.

Al llegar al aula, todos los niños y niñas se sentaron en sus respectivos lugares en silencio hasta que, sin dudarlo, Joaquín preguntó:

—Hola, ¿quién eres? ¿No vamos a dar Música? —comentó Joaquín.

—La maestra de Música se ha puesto enferma y no ha venido al colegio, por eso estoy yo aquí hoy con vosotros. Soy la seño Edisa y vengo del edificio de Educación Infantil, ¡estoy encantada de conoceros! —contestó la seño Edisa con una adorable sonrisa.

En ese momento, Joaquín empezó a sentir un cosquilleo en la barriga que no sabía muy bien qué significaba. No se encontraba bien con aquella seño, ¡era de Infantil! ¿Qué iba a poder enseñarle a él si solo estaba con niños pequeños?

En medio de toda esa incomodidad, Joaquín comenzó a observar a aquella seño, era de lo más extraña. Llevaba un peto de color blanco con margaritas azules.

«¡Si las margaritas no son azules!», pensó Joaquín.

Además de su ropa, Joaquín pudo apreciar una diadema en la cabeza de la seño Edisa que, para su sorpresa, ¡también tenía una flor en la parte superior!

Más que una seño, ¡parecía un jardín!

Joaquín a descubrir el fascinante mundo de la meditación a través del mantra: «om». Solo tú puedes descubrir quién eres

En un día aparentemente normal, una extraña seño ayudará a