«Yo sueño que estoy aquí.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son».
He aquí un roedor ambicioso, de todos presente en la memoria, hoy vamos a conocer su historia, la de su sueño más dichoso.
—¡Cú, cú! ¡Cú, cú!
—Hola, ¿qué cantas?
—Ya es de noche, ¡ha llegado mi hora!
—También la mía, ¿tienes algún diente para mí?
—¡Pues claro que no! ¡Tengo pico!
—¡Entonces cierra el pico! Eso no me interesa…
—Amigo volador, ¡qué envidia más grande! Eres pequeño, eres ligero, tu vida está en las nubes, rara vez pisas el suelo, comer un gusano te basta, y además, ¡eres precioso!
—¡Cuánto halago junto! Cierto es que ser menudo es toda una ventaja en este mundo. Además, volar me permitió escapar de un ladrón un poco particular…
—¿De quién se trataba? ¿Qué te quería robar?
—Quería un diente…
—¿Y te lo pidió a ti? ¡Vaya charlatán!
— Así fue, amigo… Yo le mandé al mar.
Si quieres conocer el final de este sueño, dame tu diente..., que yo te daré un premio.