¿Quién soy? Loli, Lolita o Lola Beatriz Alcázar
Ilustrado por Carmen del Rey
Todas las mañanas, cuando Lola se levantaba para ir al colegio, se miraba al espejo mientras que su madre la peinaba a su gusto, haciéndole dos coletas. Ella se hacía la misma pregunta todos los días, una y otra vez. ¿PERO QUIÉN SOY? ¿Soy Loli, soy Lolita o quizás soy Lola? Y a la vez, como todos los días, Lola obtiene la misma respuesta, que era «NINGUNA».
Lola se encuentra confundida y desorientada porque no sabe lo que quiere ni lo que le gusta, y lo peor del mundo mundial es que no sabe lo que siente… LOLA, POR NO SABER, NO SABE NADA DE NADA. Pero a ella eso no le importaba ya que vivía en su mundo de fantasía.
Lolita, como la llamaban sus padres cariñosamente, de pequeña era una niña muy inquieta, alegre y feliz. Tenía dibujada en la cara una sonrisa infinita, su pelo era rubio y sus ojos enormes y verdosos. Se pasaba todo el día bailando, cantando y, de vez en cuando, se vestía con sus trajes de gala para actuar, haciendo su papel favorito de princesita. Mientras, Loli era mimosa y muy dulce, le encantaba cocinar pizza con su madre y hacer puzles con su padre. Sus tardes favoritas eran aquellas en las que sus padres salían antes del trabajo y la llevaban a merendar al parque. Y mientras su padre la columpiaba enérgicamente, ella deseaba salir volando en cualquier momento y aterrizar en una nube de algodón.
A Loli le encantaban los mimos, las caricias y, sobre todo, las peleas de cosquillas por las noches con su padre… Así que después de ponerse el pijama y lavarse muy bien los dientes, todas las noches se metía en la cama haciéndose un huequecito entre sus padres para abrazarlos mientras que ellos le contaban sus cuentos preferidos. Y poco a poco sus ojitos grandes y brillantes se iban cerrando, siendo esa la forma más tierna para quedarse dormida y comenzar a soñar.
Un día, durante la cena, papá y mamá le dieron una gran noticia: «Lola (que eran como la llamaban en los momentos importantes y delicados), dentro de unos meses nacerá tu hermanito».
Y así, esperando ilusionada la llegada de su hermano, Lola cumplió sus siete años de vida, llenos de amor y armonía. Era un día diferente y especial. Era el día más importante en la vida de Lola. Lolita estaba muy nerviosa y exaltada, iba a poder conocer por fin a su hermano. Ella solita se había vestido para la ocasión con el traje de princesa más bonito que tenía, reservado para los momentos especiales, y se había adornado con todas las joyas que encontró en su cofre. «Quería estar muy bella para la ocasión»
ISBN 978-84-18017-74-2
9
788418
017742