Primer acto (Agrupación de diferentes profesiones responden a la convocatoria de la reportera Alba Amaya Díaz y del escritor Víctor Hugo Paz, para postular diversos puntos de vista sobre la problemática de la política en ejercicio: su naturaleza, esencia, modo de ser, implicaciones, radio de acción, valoraciones y desprestigio, gestiones comparativas, comportamiento de los protagonistas y antagonistas en descalificaciones…).
VÍCTOR HUGO PAZ: Desde luego que no sorprendes, Dora Higuera,
que desde tu postura intelectual como historiadora y parlamentaria, te involucras en las políticas de ida y vuelta; en lo relativo a problemáticas diversas. Algo así como el círculo vicioso, en el interés funcional e inquisitivo por «la cosa pública», como suele decirse. Lo equivalente a que, sin presumir, asumes «ponerte el mundo por montera», para utilizar una de las jergas taurinas. En la brega combativa por lo que llamas «alternativas beligerantes», para conseguir la centralidad política que consolide una democracia con garantías incólumes en libertades y derechos. DORA HIGUERA (Provista de garbo un tanto doctrinal, pero con la mayor precisión en lo que piensa con relativa rapidez): Bueno, sin ser criatura ajena a la política activa, me ocupo de la historia y práctica de las ideas, en el entorno de las Ciencias sociales. Concordante con la línea de Max Weber, en lo relativo a la ciencia histórica; o la «ciencia de la cultura», como la denomina precisamente Weber. Y en mis intervenciones políticas, 3
Eduardo Palacios
hago lo que intuyo y pienso; lo que mejor puedo desprender de mis concepciones. Sencillamente, quitarme de miedos y mantener una crítica en busca de cambios, donde se impongan los argumentos de la razón y no otros. ISABEL TRAPÍO (Entrando de lleno a valerse de calificativos, para demostrar lo enterada que estaba de lo que iba el tema. Entrar al descabello, según la jerga que ella tanto conocía del toreo): No creo precipitarme al decir sobre el trámite de la política, que afectada al hacerla poco interesante. Mayor preocupación ciudadana, la visualización de esa política de vapuleo o reprimendas mutuas de los protagonistas. O las broncas en sala, con repeticiones garantizadas. Me atrevo a llamar a ese fenómeno: «El capoteo apático de la política». Capoteo, la mayoría de las veces enervado, en lo correspondiente a jornadas de debates insustanciales y verbalismo sobrante. Por decir, encuentros que no liman asperezas, diálogos casi pactados con insensatez, sesiones de control al Gobierno con descalificación y ataques personales… Con aquel implícito de que «tu partido lo ha hecho peor». DORA HIGUERA: Si admitimos razonable la comparación, ¿acaso se puede catalogar el conglomerado político como ejecutorias equivalentes a las de una plaza de toros, con la expectativa de unas meritorias faenas taurinas? Aparte de que en el mundillo político falta convicción y organización, es completamente indispensable que se imponga la verdad sobre las mentiras. VÍCTOR HUGO PAZ: (Con porte de «monosabio», al uso de la jerga en el comentario taurino): Sigamos con otra jerga taurina: vámonos con «una larga cambiada», para referirnos a destellos o impactos en responsabilidades políticas. Claro que, exageraciones aparte, con frecuencia hay que aguantar los envites, sesgos y desplantes de un espectral circo político. Circo con banda que resuena a enfrentamiento implacable, a pases de desprecio, a estatuarios de incongruencias, a quites de arrogancia, a irascible escarbadero de odio… Más que nada el desencanto por el capoteo de las políticas gubernamentales que pretenden dar la estocada final al sector de la tauromaquia. Confieso que, con estas alegorías sobre el tema, no me coloco imparcial. ALBA AMAYA DÍAZ (Con porte cauto, pero consistente en su discurso): También aquí yo, ante las hipocresías del izquierdismo oportunista, me considero parcializada en señalar las equívocas prácticas de la política. Y pregunto: ¿Son estos posicionamientos los que le restan credibilidad a unos 4
Averías políticas en trance de utilidades
tratamientos políticos equilibrados? Pero que, viéndolos por la otra cara, ¿están dentro de los márgenes de la supuesta normalidad para algunos? ISABEL TRAPÍO: (Igualmente expresiva con sus manos y con visible molestia): ¡Qué más quisieran! Los que están en la cresta de la ola del poder, se conceden el derecho de determinar que el espectáculo taurino, por ejemplo, no es un bien cultural consagrado. Y que, en consecuencia, no merece defensa ni apoyos; tampoco librarse de la afectación por las sucesivas discrepancias ideológicas. Cuando se ponen en evidencia las múltiples contrariedades. Que van a la par de arremeter o taponar, otros problemas de responsabilidad en las ejecuciones políticas y del Gobierno. VÍCTOR HUGO PAZ (Resuelto a precisar sobre esas opiniones controvertidas): Ya que lo refieres, y puesto que puede ser de sintonía con otras problemáticas incómodas dentro de la sociedad, digamos que ese aspecto cultural ha sido tratado con evidente efecto discriminatorio. Acompañado de repudiables e inoperantes campañas de persecución, por parte de las políticas comunistas que apoyan a su antojo, la gestión ambientalista y abiertamente antitaurina. Y que con preferencias se deslizan a sus sectores partidistas, en medio de aplausos sucesivos. Marginados del normal disfrute de la elocuencia, puesto que se instalan en el escarceo de la mediocridad dentro del capoteo de ideas inconsistentes. DORA HIGUERA: (Sin contener la dosis de indignación): ¡Para fingir estamos! Lo puedo decir de otra manera: la cultura taurina está en medio de la enorme hoguera de los ecologistas antitaurinos y la oscura niebla de la política. Cegados a rechazar ese libre beneficio. Cuando encabezan la ignorancia ante la realidad de que «la libertad es un bien y un fin en sí mismo». ISABEL TRAPÍO: «Échame un capote», también se suele solicitar en política. Al margen de las rectificaciones antitaurinas que no aparecerán, y las justas reclamaciones de las asociaciones taurinas, mi reacción va a que esos agravios políticos obedecen a factores de campañas electoralistas. Y que la insolvencia hacia el discurso político persuasivo, puede ser el indicio de un fenómeno social necesario, pero transformado en lo parecido a espectáculo rutinario. ALBA AMAYA: (Fiel a sus consignas interrogativas): ¿Lo cual no implica un rechazo real ni aparente? Aunque se imponga la existencia de 5
Eduardo Palacios
quienes confiesan que, de plano, la política con sentido de país, les interesa poco. O, ¿aquellos que ven a todas luces, justificable la permanencia del discurso político con tribuna de aplausos enfrentados? VÍCTOR HUGO PAZ: Otros parecen enorgullecerse diciendo, en voz baja, que son apolíticos. Como tal, aunque mantengan un silencio cómplice, permanecen inconformes en cuanto al resultado de convicción y solidez en las propuestas que se tramitan. Por consiguiente, algo habrá que hacer para defender los valores. DORA HIGUERA (Sin declinar su propósito crítico): De todas formas, es alto el número de ciudadanos que muestran su descontento automático, o contención parcial, por razón del comportamiento banal en las ideas políticas expuestas con incoherencias; por no decir que distantes, al no resultar lo suficientemente persuasivos. Así que justifica la parodia de chisporroteos, con respecto al espectáculo taurino. Aunque los nexos no sean tan cercanos, precisamente por la presión de los antitaurinos. ISABEL TRAPÍO: Para dejar en su terreno la parodia política, también cabe reconocer que, en ansiedades taurinas, se acentúa la incertidumbre y el descontento. Ante todo, cuando se asiste a una corrida de toros tediosa y vana, por culpa de los toros o de los toreros, que actúan sin casta ni nobleza, sin temple ni bravura; sin fijeza ni plena inteligencia artística, por parte de quien ejecuta las faenas. Igualmente en política no faltan las chapuzas y zambullidos conceptuales. ALBA AMAYA (Para el fondo del asunto, consistente cuestionadora): ¿Al cabo la resultante de progresiva indiferencia por los asuntos políticos? ¿O apenas expectativas ante los monólogos reiterativos, y los debates monótonos e insulsos la mayoría de las veces? VÍCTOR HUGO PAZ: Lo cual desprende lo que la misma gente denomina «politiquería». Dadas las alianzas de conveniencias que se maquinan, más para acentuar las intrigas que para solucionar conflictos. Lo que equivale a meterse en laberintos sin salida. GLORIA INÉS AGUIRRE (Con espíritu batallador, para no quedarse desprendida del tema trillado dentro de su experiencia): A campo abierto, se imponen los modales ariscos de los mismos políticos, cuando se enzarzan en viciosas controversias improductivas; reveladoras 6
Averías políticas en trance de utilidades
de la austera capacidad para poner en marcha lo tanto que sustentan o prometen en sus discursos. VÍCTOR HUGO PAZ: Nunca mejor dicho, ante el poco pudor para entrar a resolver con acierto las problemáticas de fondo; ante las divergencias reincidentes que no contribuyen al efectivo denuncio sino al desgobierno; ante los indicios de antipatías y retaliaciones entre los responsables de las diferentes agrupaciones políticas, que son poseedoras del poder y del liderazgo. ISABEL TRAPÍO (Acentuando sorpresas): Ahí está. ¡Para fingir estamos! Capotean los desaciertos continuados, con respecto a las fórmulas para dilucidar con éxito los asuntos gravitantes y los superficiales; y priorizan los hábitos de un sectarismo incontenible, con indicios de optar por los peores desplantes y la falacia. CRISTINA TRIANA (Dando pasos firmes para insinuar, que su intervención se había hecho esperar): Cuenta la parsimonia para abordar aspectos cruciales, sobre los asuntos que de momento se suelen presentar para debatir, explicar, denunciar, aclarar, diligenciar, resolver… Desde una perspectiva honestamente progresista; sin el desmantelamiento de códigos e ideas pluralistas que, necesariamente ayudan al sostén de una democracia en marcha. VÍCTOR HUGO PAZ: No perdamos de vista que, estamos reunidos por motivos circunstanciales de solidaridad con las fuentes y canales de comunicación. Sin desatender cualquier otro motivo particular. Y sencillamente porque, al margen de lo que comentemos, no se requiere mostrarnos detractores a priori de la fiesta brava; ni de otros proyectos en curso de ser debatidos. CRISTINA TRIANA: Puede ser, cualquier posición cuenta mucho. Además, podremos coincidir o discrepar sin estruendos ni fanatismos. La tradición popular tiene respetable fuerza. Eso no lo podemos descartar. Tampoco los convencionalismos sociales y los de la política que explican los recursos sostenibles. RUBIEL ARQUEO (Presumiendo con un individualismo intempestivo): Es evidente que no vivimos «de la política» sino «para la política». Aunque no se descarta que algo tendremos que sacar. Por las dudas, 7
Eduardo Palacios
puedo asegurar que mis ingresos mensuales, no dependen de que haga política. Cuento con un patrimonio propio. Ustedes saben que tengo mi propio gabinete jurídico. Y un bufete de abogados al que he pertenecido desde que me gradué. DORA HÍGUERA: (Explícita y con gesticulación de manos): ¡Dejémonos de bromas, Rubiel! Tu prepotencia y cinismo da para mucho. Esperamos que tus argumentos alimenten el debate; o lo bloqueen. No perdamos de vista el tipo de sociedad que, en la perspectiva política, reclama nuestras inteligentes contribuciones. JAUME CORTINA: Aparecerán contactos o «enchufes», como se dice, que contribuirán a la marcha de sostenibilidad empresarial de cada uno. En condiciones de rentista-inversionista, percibir una renta variable sin comprometer la actividad política. Soy un catalán en Madrid… CRISTINA TRIANA: ¿En concreto? JAUME CORTINA: (Modelando altivez innecesaria, sin rebajar la prepotencia): Dicho en buena ley de interacción con la política, bastante atenido a respaldar diversos frentes: lo emprendedor de la industria, las grandes y medianas empresas, la comercialización, el equilibrio del mercado, los precios accesibles, la oferta y la demanda, los índices de consumo, valores crediticios… MARGARITA VARGAS: (Insistente con su visión socialista, siempre alertada): En lo que a mí respecta, puedo decir que he sido reclutada amablemente por la preponderancia de este país. Yo recibo un emolumento fijo porque soy una funcionaria semiestatal y se me permite hacer política. Yo como editorialista de las páginas políticas de un periódico, supondrán que debo conformarme con honorarios oficiales. Y por supuesto que favorezco a mi partido socialista, en las encuestas de sondeos electorales. GLORIA INÉS AGUIRRE: Parece de sentido común, que nadie descartará las prebendas, siempre y cuando provengan de una fuente saneada, legal. De todas formas, ¿no nos iremos a ocupar de las rivalidades o competencias entre los beneficiados por pertenencia a un determinado partido político? VÍCTOR HUGO PAZ: Ni moderadamente de las contiendas contra las deliberaciones encajonadas en lo tendencioso, o inclinadas hacia las deter8
Averías políticas en trance de utilidades
minaciones del Gobierno que está en el poder. Eso no quita, entiendo yo, permanecer vigilantes de cómo se cumplen los programas de la administración. Y a qué precio se movilizan las pautas en la distribución de los cargos. ALBA AMAYA: Ojalá salieran al ruedo de la política, los críticos y autocríticos, con discursos válidos sobre lo fundamental de las actuaciones; a saber (enumerando fenómenos): la movilidad de las pautas políticas, la responsabilidad en los cargos, el rigor en la interpretación y aplicación de los códigos y puntualizaciones de la Constitución que rige los destinos de España. Al completo, hasta en sus partes más insulares. DORA HIGUERA: Y, a propósito de quedar completos para seguir centrándonos en el asunto que nos reúne, ¿ya no esperamos a nadie más? ISABEL TRAPÍO: Sí, esperamos a Marcos Pérez. ALBA AMAYA: ¿A Marcos? (Suena el punteo de una guitarra española. De repente insiste en el proemio de un paso doble español o de una seguidilla flamenca. Por fin, otro paso doble que puede ser el inicio de un popurrí atrayente) ISABEL TRAPÍO: Dado que uno de los puntos propuestos para este encuentro es enfocar la reacción política, sobre el ataque implacable a la tauromaquia, a lo cultural del mundo taurino tan válido como otros hechos culturales y artísticos, me propuse citar a un taurino de pura cepa. Marcos no es un total desconocido en el medio. Al contrario, ha escalado posiciones de experiencia, para también estar conectado con la divulgación folclórica y la propaganda política. (Entra Marcos Pérez, llevando en sus manos un cartel propagandístico de tauromaquia) VÍCTOR HUGO PAZ: Es tu oportunidad, Marcos, para que nos participes lo que quieras comunicar en lo que respecta a tus representaciones. MARCOS PÉREZ: La premisa cierta es que me significan modalidades comunicativas de impacto publicitario, promocional, de difusión. Puesto que las considero necesarias para divulgar ideas. Yendo al grano, si la propaganda política tiene mucho poder, también otras. Al punto de comprobar que alcanza a tener un máximo poder dentro del proselitismo partidista. ALBA AMAYA: Infalible que la propaganda, la publicidad, el marketing, las vallas publicitarias… hasta las simples viñetas son operaciones decisivas. 9
Eduardo Palacios
MARCOS PÉREZ: A eso iba. Contarles que antes de entrar o entroncar con la política de lleno, me ganaba la vida con esos servicios de publicidad diversificada. ISABEL TRAPÍO: Anímate a precisar cómo fue que empezaste con esas actividades o escaladas. MARCOS PÉREZ: Yo tenía la tendencia a hacer dibujos, pinturas, caricaturas, viñetas en grande…; todas alusivas a cualquier asunto de interés público. Y trazar al pie de elementos seleccionados, alguna verbosidad a manera de un grafiti rebosante y crítico. Siempre iba con una libreta y en cualquier parte donde me situara, empezaba a dibujar o trazar algo. Poco me inquietaba si resultaría original e ingenioso… ISABEL TRAPÍO (En ocasión a tiro para seguir demostrando su disgusto originario): Aquí es donde yo entro en acción, por decirlo así. Retirada del arte, o profesión de toros de lidia y atraída por la política, me molestó de entrada que uno de los tantos problemas para buscarles solución, fuera la fobia que una agrupación de ignorantes e hipócritas, viene divulgando con ensañamiento ideas tontas que han ido muy en contra la fiesta taurina. MARCOS PÉREZ: Entonces me puse a disposición de la más dotada valentía y talento para el toreo; aunque ahora retirada de la lidia, se había convertido en ideóloga del partido político que ella suponía el más equilibrado para recuperar el progreso de España. ISABEL TRAPÍO: Al descubrirle cualidades, le propuse que trabajara permanente para el partido político de centro derecha, al que Marcos voluntariamente ya pertenecía. En lo crucial del oficio, yo me encargaba de proporcionarle ideas, signaturas y figuras apropiadas para nutrir el paquete publicitario. MARCOS PÉREZ: Dentro de las estrategias, quedaban incluidos los mensajes verbales, para mantener una propaganda manejable en favor del partido político en el que me sentía a gusto pertenecer. VÍCTOR HUGO PAZ: Ya sabemos, Isabel, que el partido político al que perteneces, tiene mucho que ver con el autoctonismo folclórico, y la defensa irrestricta de las libertades pertenecientes a las Autonomías. Por supuesto las libertades de ocupación laboral, de expresión artística… 10
Averías políticas en trance de utilidades
DORA HIGUERA: También con las discrepancias desbordadas de la política, las torceduras y los desatinos… Desarreglos que sugieren la incursión de un ajuste de cuentas con la indignidades del comportamiento político. CRISTINA TRIANA: ¿Cabe observar que, cuando se asiste a algún espectáculo, y bajo la consigna de llamar la atención, los aficionados transporten banderas nacionales con el estampado de un toro miura, o de una bailarina con su abanico y traje de volantes? ¿Y al fanatismo futbolero, con banderas y banderines independentistas? ISABEL TRAPÍO: Desde luego. Son banderas nacionales de tamaño mediano o gigante, que trasportan los militantes de mi partido y aficionados en general. Que llevan consigo a manera de simplificadas vallas publicitarias desplegadas en eventos y espectáculos (deportivos, musicales, culturales…) dentro o fuera del Estado. Escrupulosos transportes a coliseos repletos, a estadios multitudinarios, a concentraciones políticas, a manifestaciones… y a corridas de toros. GLORIA INÉS AGUIRRE: ¡Ahora! Tengo presente precisamente, las banderas con el toro bravo estampado. La figura del miura bravío, tan divulgado por todas las Comunidades autónomas; salvo algunas ya apabulladas por los estigmas antitaurinos. Esto me lleva a pensar en las discrepancias de la política activa, y en el plano de las intolerancias. VÍCTOR HUGO PAZ: Y cuando acciones de prohibición inadmisible, procuran marginarse de exaltar ese espectáculo tan tradicional de la fiesta taurina. Pues, en una sociedad de percepción artística decadente, la oposición ha existido y existirá, como una demostración de ignorancia, vileza y mediocridad. CRISTINA TRIANA: Y están las banderas estampadas con el toro embistiendo al caballo de rejoneo, con su jinete-torero en acción. También las coloreadas con el típico torero de a pie, lidiando un encastado de embestida limpia. VÍCTOR HUGO PAZ (Dado el insistente espíritu taurino en complicidad con el político): ¡Todo bajo la consigna de propaganda política! Del señalado partido político que defiende principios y apetencias de la tradición. Aún con los dislates que vayan en el arrastre. 11
Eduardo Palacios
ALBA AMAYA: Te pregunto Isabel, ¿qué tanto te has cuidado del sentido peyorativo que tiene el término «propaganda política»? ¿Y aún el de «publicidad política pagada»? ISABEL TRAPÍO (Prevenida ante alternancias): ¡No más eso faltaba! Desde luego que nos movemos dentro de los márgenes de derechos y libertades. Por lo demás, nos apuntalamos en que todos somos proclives o inclinados, a dejarnos llevar por el anuncio plástico y sonoro; unido al anuncio verbal y de imágenes, a la difusión masiva, al predominio de la divulgación informativa. A través de los mejores medios o recursos que se encuentran a disposición. ALBA AMAYA (Centrada a que se reforzara la interacción): ¿Teniendo en cuenta que es de mucho poder el boca a boca; o el que va, de un oído a otro oído no sordo? Y claro, los materiales escritos hacen el resto. MARCOS PÉREZ (Aparenta hacer intempestiva su intervención): De manera que el cartel, el póster, el afiche… son excelentes medios para asegurar y acrecentar la propaganda. Y si al afiche o al cartel le estampamos (grabamos o imprimimos) mensajes verbales con letras resaltantes, pues resulta mucho más efectivo. Los rótulos, letreros y pasquines siempre cumplen la automática función informativa. CRISTINA TRIANA: Lo que describes, Marcos, es como si lo cumplieras con entera convicción. MARCOS PÉREZ (Resuelto a demostrar la faceta cognitiva referente a su actividad promocional): Es que hasta he mantenido la idea de inventar un diccionario de nociones políticas a través de mis dibujos, postales, caricaturas, pinturas y consignas. ¿La razón? Conozco diccionarios políticos y sé que falta material y enjundia conceptual de primera mano. Quiero decir, léxico (vocabulario propio) para el ágil uso de la ciudadanía. Para que, de manera expedita, pueda tener conocimientos de los amaños y artificios partidistas; y más resonancia aprehensiva de la propaganda política. VÍCTOR HUGO PAZ: En lo recurrente del estilo aplicado, se puede observar que, con moderadas bufonadas, a esos banderines estampados y publicitarios, les fijan mensajes de crítica a la política; muy cortos y claves en el abanico de sus distorsiones. 12
Averías políticas en trance de utilidades
ALBA AMAYA: Y que como ideóloga que eres Isabel, le has recomendado a Marcos, la utilización de frases sugestivas, dibujos emblemáticos, pinturas y caricaturas con caracteres limitados en exageración. Sin abusar de lo grotesco que a veces comporta el discurso político. RUBIEL ARQUEO: (Sorprendiendo con su intervención): Sin extralimitaciones, ¿cuál es el más emblemático de esos caracteres, Marcos? MARCOS PÉREZ: Prácticamente con el que empecé la figura de un toro y un torero en acción de capoteo; y una consigna definitiva estampada en todo lo alto, como una buena estocada de sugerencia política: «Por la libertad en las Autonomías y contra el independentismo». ¡Miren si no me acompaña la razón! ISABEL TRAPÍO (En actitud aseverativa de las ideas pertinentes que se vienen sucediendo): La recomendación se instaló en la defensa de lo más auténtico y folclórico que representa la corrida de toros, la doma de caballos, el rejoneo, la guitarra y el cante jondo, el baile flamenco, las jotas (aragonesas, castellanas, navarras), las zarzuelas, el abanico de colores, el baile por sevillanas, los encierros y carreras con los toros… Para mayor exaltación, todo lo que tiene que ver con la expresión y los gustos del pueblo español. MARGARITA VARGAS: (Desconfiada e inquisidora): En recorrido realista, ¿cuál fue el desarrollo divulgativo de la iniciativa? MARCOS PÉREZ: Por los alrededores de esa época hice, mejor dicho, diseñé y pinté, varias inmensas vallas publicitarias, a la manera de esculturas llamativas. Y las colocamos en lo más alto de nuestros cerros áridos y en las laderas de frondosa vegetación. Debido a lo estratégicamente colocadas, quisimos que la defensa de la tradición taurina quedara reflejada en esas publicidades; puntualmente, hacia la acción política de refuerzo. (Con gesto de complacido): ¡Y apenas lo necesario me regodeo con esa idea! MARGARITA VARGAS: Bueno, ¿y por qué no se idearon la escultura publicitaria de un orador, con el brazo en alto y con la altivez de arengar al pueblo? ISABEL TRAPÍO: Me adelanto a responder: Porque tampoco queríamos caer en las insinuaciones de populismo simple y falaz. ¡El simbolismo de la egolatría política se está convirtiendo en algo muy común! 13
Eduardo Palacios
RUBIEL ARQUEO: ¿Y sobre los temas de otras vallas publicitarias? MARCOS PÉREZ: (Con mirada hostil hacia la saña intencional del independentista. También contra los otros impregnados de izquierdismo comunista): Mantenemos la insistencia representativa en cuatro figuras descollantes de nuestro autoctonismo y de nuestro folclor. Aunque digan peyorativamente, que nuestro partido es ceñidamente tradicional y de tendencia conservadora. En cuanto a las figuras, aparecen dos de primer plano en donde representamos a un toro bravo y a una bailarina típicamente española. Y en un plano de fondo, los pases toreros de un diestro de a pie y, con igual duende, un caballo en su esplendor de rejoneo. Al pie de valla, en frases cruzadas, la consigna: «Por lo pintoresco de lo folclórico y taurino. Contra las políticas descalificadoras y denigrantes de lo propio y auténtico». ALBA AMAYA: ¿Es como si se hubiera impuesto el tema taurino, por encima de las otras muestras autóctonas; o las genuinas de interés nacional e internacional? ISABEL TRAPÍO: Importa hacer notar que varias de las representaciones gráficas publicitarias, las hicimos para ilustrar los discursos políticos que requeríamos en tarimas públicas y tribunales judiciales. Denominaciones políticas o consignas, que evidenciaban alguna semejanza con el autoctonismo de la fiesta taurina; tan válida y de libre expresión, como otras celebraciones del ámbito cultural. VÍCTOR HUGO PAZ: Dadas estas formulaciones, cabe entender que desde el comienzo, han chocado con tipos de reacciones en contra. ¿De manera subterránea algunas represalias etéreas o directas? ISABEL TRAPÍO: Es lógico que hubiéramos tenido que mantener el anonimato, para evitar las evidentes represalias orales de la asociación protectora de animales; y las embestidas de los enemigos gratuitos de la fiesta taurina, en el fondo presumido de la política. Y más adelante, las embestidas de los sectores comunistas e independentistas. (Poniéndole más coraje a sus palabras): En la misma dirección, la pose de las ideologías que se pronuncian hostiles contra el maltrato animal; pero que se muestran insolidarias con el agravio a personas que se retuercen en el desempleo, los deficientes servicios fundamentales y la pobreza creciente. Por supuesto, con repudios hacia todo lo que concierne al folclor enraizado. 14
Averías políticas en trance de utilidades
JAUME CORTINA (Aparentemente amable pero solvente de doblez): De paso, o a manera de paréntesis, contéstanos, Isabel: ¿Por qué esa fijeza, gusto o lealtad hacia la fiesta de los toros? Más aún, ¿eso de juntar toros y política, cuando el caso es sentirse cuestionados en asuntos de corrupción? ALBA AMAYA: ¿Tal vez sea una saga hereditaria? ¡El resto ya se verá! ISABEL TRAPÍO (Enfática y sin la mínima contemplación de titubeo): Rotundamente así es. Me gustaría contarlo brevemente. Aunque esto ya forma parte de lo que podríamos llamar «el mito personal dentro de la psicología política». Empiezo por decir que una de las imágenes más heroicas que recuerdo de mi padre, es verlo lidiando reses bravas. No era torero ni rejoneador, pero lidiaba reses bravas. Mi padre era un ganadero tradicional, que se distinguía enlazando y manejando ganado bravo. De la manera más rustica, a base de caballo de vaquería, «apartaba» o arrinconaba los toros bravos para el toreo en las fiestas de pueblos. DORA HIGUERA (Tratando de reconducir lo específico de la política): ¿Y en lo relacionado con la política de apatía, de convencionalismos, de fatuidades… frente a las políticas de certeza? ISABEL TRAPÍO: Más que a nadie de la familia, a mi padre le interesaba seguir la evolución o desarrollo de la política, través de la radio y los periódicos. Por otra parte, como una demostración de esa preferencia, le encantaban los encendidos y fundamentados oradores que sabían ser elocuentes en las plataformas de arenga o tribunas. Podía pasarse el tiempo que fuera necesario, escuchando por radio un discurso político, o haciendo comentarios sobre su contenido. Además, en lo que podía servirle a la comunidad del colectivo agrario, era un solidario y generoso absoluto con sus conocimientos de veterinario empírico e intuitivo. DORA HIGUERA: Entiendo que, desde el punto de vista de tus ideas políticas, ahora que estás retirada de la lidia taurina y manifiestas lealtad en las filas de tu partido, Centro Democrático, ¿te instalas en lo estático del conservadurismo moderado, o apuestas por las actitudes defensivas de una tradición radical? ALBA AMAYA: Y por lo que te escuché en algún momento, tu voluntad españolista significa que, ¿estás en contra de las rebeldías antidemocráticas que pretenden la autodeterminación en algunas Autonomías? 15