LAS COSAS DE LUIS
Me gustaría contarles cosas de mi primo Luis.
Luis es un niño como tú y como yo, pero puede ver las cosas de una manera diferente.
Mira cosas que yo no veo, tiene una gran memoria, siempre sabe por qué lugar hay que ir y dónde viven las personas que conocemos.
No habla; me cuesta saber lo que quiere, pero a veces señala o me muestra pictogramas.
A él le gusta estar con otros niños, pero no sabe jugar. Le encantan los vídeos musicales, los macarrones, las hamburguesas y andar en bicicleta.
Tiene patines negros, le gusta escalar y hacer equilibrio, pero sus actividades preferidas son la playa y la piscina. Luis parece un pez en el agua.
Algunas veces ríe mucho, otras veces se enfada sin motivo aparente.
Da gritos y dice: «Tiki, tiki, tiki»; algunos días se pega en la cabeza o en su cara. La maestra dice que puede enfadarse porque no entiende las cosas o porque quiere ir al baño y no lo puede decir.
Luis es muy bueno, le gustan los abrazos y las cosquillas, pero te aparta con la mano cuando ya no quiere más. Me río mucho con mi primo.
Me han explicado que Luis tiene autismo, por eso es así, un niño raro, pero solo es especial, y, como a mí me dan miedo las arañas, somos especiales los dos.
✩ ¿Tú eres especial también?
✩ ¿Qué cosas te hacen diferente?
✩ ¿Conoces a algún niño con autismo?
✩ ¿Qué haces para integrarlo?
ANDY SE ENFADA Y LLORA
Hoy Andy se levantó enfadado. No quiere nada. Grita, llora y no para de hacer movimientos repetitivos con las manos y la cabeza.
Julia, su hermana, le pregunta qué quiere, por qué está enfadado, pero Andy sigue igual. Comienza a probar cosas; quizás en lugar de pan quiera galletas para desayunar, y como no habla no puede decirlo. Quizás no quiere ir al cole, pero Andy se pone la mochila llorando.
¿Qué será? se pregunta Julia.
¿Tienes sueño, Andy?
¿Quieres ir al baño?
¿No te gusta tu nueva camiseta?
En ese momento, Julia se da cuenta de lo que ocurre…
Mamá ha olvidado quitarle la etiqueta a la ropa, ¿verdad?
¿Eso es lo que te pasa?
Entonces Julia quita la etiqueta que le molesta a la piel y, como por arte de magia, Andy se calma y deja de llorar, come galletas y ríe.
