

Os voy a presentar a nuestro amiguito Denvo, un pececito que vivía en las aguas del mar Mediterráneo. Había nacido rechoncho, sin color alguno en las escamas y un poco miope, por lo que tenía que llevar gafas, y además era algo torpe al nadar. Siempre corría tras los pececitos de las profundidades, a los que adoraba y no llegaba a entender por qué lo rechazaban cuando pretendía estar con ellos.


Denvo se encontraba triste, muy triste, y siempre muy solo, porque ningún animalito marino quería jugar con él. Se reían, lo despreciaban y no dejaban de burlarse de él, e incluso le pusieron algún mote de muy mal gusto. Denvo sufría en silencio porque no tenía a nadie a quien contarle sus penas.

Cierto día, se encontró casualmente con un calamar que, al verlo tan triste y solo, le preguntó qué le ocurría para no estar jugando con sus compañeros, que muy cerca de allí se divertían de lo lindo. Entonces Denvo, lloroso, le explicó que se sentía muy desdichado porque pensaba que su aspecto era muy poco agraciado y que ese podría ser el motivo de verse rechazado por todos los animalitos marinos. El calamar, sorprendido, le escuchaba interesado, aumentando su incredulidad y enfado conforme avanzaba Denvo en su relato.

Una vez que Denvo terminó de explicarle el motivo de su tristeza, el calamar le dijo:
Desde este momento, ya tienes un amigo a quien contarle todas tus penas y preocupaciones. Además, te voy a hacer un regalo: desde este instante vas a tener unas escamas con color, el color de mi tinta que te voy a dar, y aunque no es muy bonito, a mí me gusta porque me resulta muy útil en momentos de peligro. Se acercó a Denvo y le arrojó un poco de su tinta de color bastante oscuro, coloreando algunas de sus escamas y mostrándole con ello su amistad y comprensión. Denvo le correspondió con una sonrisa, diciéndole que le estaba muy agradecido y que le encantaba ese color.

El cangrejo, que se hallaba tras unas rocas y al que nada se le escapaba de lo que sucedía en aquel lugar, había escuchado la conversación mantenida entre Denvo y el calamar, así que se acercó a ellos y, sin mediar palabra, alargó sus pinzas y abrazó cariñosamente a Denvo, quien veía sorprendido cómo algunas de su escamas se iban tiñendo de color rojo.
Denvo no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Sonrió agradecido, dándose cuenta de que nunca se había sentido tan bien, y milagrosamente era esta la primera vez que sucedía. Denvo empezaba a ser feliz, y había motivos más que suficientes para ello.
