En un tranquilo barrio de Valencia, cerca del cauce del río, rodeado por un enorme parque lleno de flores y árboles, vivía una niña de 6 años llamada Martina.
Martina era curiosa, valiente y extrovertida, y siempre estaba dispuesta a explorar nuevos lugares y descubrir cosas emocionantes.
Un día, mientras jugaba en el parque debajo de su casa, escuchó una voz suave que le susurraba desde el interior de un árbol.
—Martina, ven a descubrir un tesoro —escuchaba en voz baja—. Acércate y te lo cuento.
Asombrada, Martina persiguió el sonido de la voz hasta averiguar el árbol del que venía, donde encontró a una pequeña hada reluciente con unos enormes y preciosos ojos azules.
¡Hola, Martina! Soy Varina, el hada de los valores. Tengo algo que enseñarte.
Martina se acercaba curiosa, pero con cuidado, mientras que el hada le mostraba un collar de perlas de colores.
—¡Qué bonito! ¿Es para mí? —preguntó Martina con ilusión y descaro.
El hada se echó a reír y le contestó:
—Puede serlo, pero primero debes ganártelo. Es un collar muy especial en el que cada perla representa un valor importante en la vida. Yo lo llamo el «Collar de Valores»
Martina, encantada con el collar de colores que Varina le había enseñado, respondió rápidamente:
—Sí, yo quiero ganármelo.
Así que el hada empezó a enseñarle cómo ganarse cada perla de ese valioso collar.
La primera perla que Martina tenía que ganar era de color gris y brillaba tanto como el valor del RESPETO.
—El RESPETO es valorar las cualidades de las personas, incluidas las nuestras, y aceptar a los demás tal y como son —le explicó Varina.
Durante esa semana, Martina se esforzó por respetar a sus padres, profesores y compañeros de clase, además de a su mascota y al medio que la rodeaba.
La segunda perla era amarilla, color que indicaba GRATITUD
—Martina, la GRATITUD es una emoción mágica que te ayudará a apreciar las cosas buenas que tiene tu vida y te llevará a ser más feliz —le explicó el hada.
Y después de dar las gracias por cada detalle a lo largo de la semana y sentirse agradecida por todo lo que tenía en su vida, recibió la segunda perla del mágico collar.
La tercera perla era de un color verde muy parecido al del árbol en el que conoció a Varina; el hada le aclaró que se trataba de la GENEROSIDAD
—La GENEROSIDAD es un valor que nos impulsa a compartir y dar voluntariamente sin esperar nada a cambio.
Esa semana, Martina compartió los juguetes con sus compañeros de clase, más tiempo con sus amigos del parque y sentimientos con su mamá. De esta forma, consiguió la perla verde.