

Un día, la princesa de los dragones estaba jugando a la pelota, que era su juego favorito. Jugaba siempre que podía.


Pero cada vez que le venía un estornudo, hacía... «¡Achís!». Sacaba fuego por la boca, y la pelota con la que estaba jugando quedaba toooda quemada. Mimi se ponía muy triste… Le gustaba mucho jugar a la pelota…


Tuvo una pelota de color azul, pero un día hizo… «¡Aaachís!». Y la pelota se quemó.

