Érase una vez un cuento que hacía muchísimo tiempo que nadie leía. Era un cuento olvidado.
Los dibujos estaban tristes, eran muy bonitos, pero nadie los miraba, nadie abría el libro.
En la primera página se encontraba Garabatín, un dibujo que estaba hecho un lío y que no sabía en qué parte del cuento tenía que estar.
¡Estaba muy perdido! Hacía tanto tiempo que nadie abría el cuento que ya no sabía cuál era su sitio.
Garabatín estaba muy triste, y decidió encontrar su sitio en el cuento. ¡A algún lugar debía pertenecer!
Así empezó su aventura, paseándose por las páginas del cuento.
En una página vio un pajarito y le dijo:
Pajarito, ¿puedo ser como tú? ¡Tal vez sea un animalito!
—Podemos probar algo, Garabatín. Intenta volar y lo sabremos dijo el pajarito.
