EL INICIO DE UNA GRAN AVENTURA
Cuando llegó a Socorro, vio a muchas mantarrayas, las cuales estaban siendo rodeadas por unos peces muy curiosos de tonalidades amarillo y café claro. Le llamaron mucho la atención y se acercó a preguntar.
—Hola, me llamo Kai y soy una tiburón ballena, ¿qué están haciendo? ¿Es una especie de juego?
A la manta y a los clariones les hizo gracia su pregunta y, sonriendo, contestaron:
—Hola, Kai. Yo soy una mantarraya y me llamo Óscar.
—Y nosotros somos clariones. No es un juego —dijo un clarión entre risas—. Estamos limpiando a la mantarraya, nos comemos varios parásitos de su cuerpo y así ella se mantiene saludable y nosotros nos alimentamos. Es una relación de mutualismo; ambos salimos beneficiados.
Kai, muy sorprendida, contestó:
—¡Wow! Qué interesante. Además, jamás había visto a ninguno de ustedes en toda mi travesía.
Otro de los clariones, que ya había dejado de alimentarse, respondió:
—Es porque nosotros somos endémicos de aquí, de Revillagigedo.
Kai, curiosa, preguntó:
¿Endémicos? ¿Qué es eso? Jamás había escuchado esa palabra.
—Significa que no vivimos en ninguna otra parte del mundo —respondió el clarión.
Kai, perteneciente a una especie que vive en varias partes del mundo, jamás había conocido a una endémica, lo que le asombró bastante.
—¡Wow! Pues me alegra mucho haber venido aquí para poder conocerlos. Espero encontrar a varias especies endémicas en mi viaje.
Kai reflexionó sobre el hecho de que haya lugares en el mundo que solo alberguen a una especie, lo que significa que es un lugar donde esa especie debe ser cuidada.
Continuó su travesía por las islas y no pudo evitar ver muchas especies de tiburón: martillos, puntas blancas, puntas plateadas, sedosos, tigre y otro que nunca había visto. Así que fue a preguntar:
—Hola, me llamo Kai. ¿Puedo preguntar qué especie de tiburón eres?
—Hola, claro. Soy una tiburón de Galápagos —respondió Mila.
A Kai le gustó mucho el nombre de ese lugar y preguntó:
—¡Wow! ¿Galápagos? ¿Dónde está eso?
Mila lanzó una pequeña risita, pues no era la primera vez que le preguntaban eso.
—Bueno, así es nuestro nombre, pero en realidad nuestra distribución no se limita a las islas Galápagos. Vivimos en muchas islas oceánicas alrededor del mundo. De hecho, yo nací aquí, en Revillagigedo. Pero ya que preguntas, las islas Galápagos pertenecen a Ecuador y tienen una gran biodiversidad marina. Hay una gran extensión de arrecife de coral donde viven muchas especies de peces, tortugas, tiburones, invertebrados, aves y más. Además, hay varios animales endémicos.
Kai se imaginó todo un paraíso y decidió que definitivamente debía ir allí.
—¡Pues suena muy lindo! Creo que esa será mi siguiente parada.
—Diviértete mucho. Estoy segura de que te encantará ese lugar. Por favor, si te cruzas con mi amigo Casildo, dale saludos de mi parte. Él es un tiburón azul y fue hace poco para allá. Disculpa, debo irme ya porque tengo algo muy importante que hacer —contestó Mila mientras emprendía su viaje hacia Clarión. Mila estaba embarazada e iba a dejar a sus crías en esa isla junto a otras especies de tiburones bebés; de esa manera aprenderán a cazar y a protegerse en un lugar tranquilo, hasta que estén listos para volver a Roca Partida, como su mamá lo hizo en su juventud.
Así, Kai comenzó su viaje hacia el sur por el Pacífico oriental tropical hasta llegar a las islas Galápagos.
