EL ORIGEN DE ESTA OBRA
—¡¡Nos habéis engañado!! —Esa fue la primera frase que escuchó el profe Pablo aquel día de clase. Las risas del resto alumnos le hicieron pensar que estaba a punto de enfrentarse a un día de trabajo muy «estimulante». Y así fue. Virginia, soltó aquella bomba después de haber estado hablando con sus compañeros y resulta que, entre todos, habían descubierto algo terrible: —¡La Navidad es mentira! 3
El profe Pablo tomó aire y pidió que le explicaran qué había pasado. Poco a poco, los niños y las niñas le fueron explicando que, hasta entonces, creían que la Navidad era recibir regalos, comer cosas ricas, árboles adornados y luces en las calles. El profe Pablo asintió y puso cara de que así era. Pronto lo acusaron. —¿¡Veis!? ¡Nos has mentido! Virginia volvió a tomar la palabra y explicó a su profesor que se había enterado de que, en realidad, la Navidad era la celebración del nacimiento del niño Jesús en Belén. Después de todos estos años…, se habían olvidado de contarles ese «pequeño detalle». El profe Pablo no pudo contenerse y estalló en una risa que hizo saltársele las lágrimas. —¡Eso!, encima cachondeo —dijo Pepo. Estaba realmente enfadado cuando dijo eso, y el resto de la clase parecía apoyarlo, así que, con mucho esfuerzo, el profe Pablo intentó dejar de reír. 4
Ya un poco más serio, trató de explicarles que nadie les había ocultado nada. Simplemente que, con el paso del tiempo, la gente había dejado la parte religiosa de lado para centrarse más en las celebraciones. —Pues me parece fatal. —Mucho recuperar los juegos tradicionales, y esto se nos va a escapar. —Tenemos que decir la verdad sobre la Navidad. Aquello parecía una verdadera rebelión. Pronto empezaron los comentarios de que algo había que hacer. —Haremos una manifestación. —¿Eso que es? —No sé, creo que es como una huelga. —¿Qué es una huelga? La cosa estaba empezando a desvariar, así que el profe Pablo tomó cartas en el asunto. Les propuso que al día siguiente él vendría con un material didáctico especial, para que todos entendieran cómo empezó eso de la Navidad. 5
Los chicos y las chicas aceptaron, así que esperaron al día siguiente. Cumpliendo con su anuncio, el profe Pablo, llegó con unos cuantos folios grapados y los repartió entre sus alumnos. —¿Evangelio según san Mateo? Mientras seguía repartiendo, el maestro explicó a sus alumnos que ahí venía recogida la historia de la primera Navidad, pero él había hecho unas «mejoras» para que no fuera tan aburrido. El profe Pablo tomó el Evangelio original y lo convirtió en una «lectura colaborativa», como si fuera un teatro. A uno le pidió que hiciese de narrador, a otro de ángel anunciador… Niños y niñas se repartieron las intervenciones, y leyeron el comienzo del Evangelio según san Mateo, como si fueran actores. Al final de la lectura, todos se quedaron fascinados. —¡Vaya tela con José, que no quería casarse con María! 6
—Pues anda que los Reyes Magos… ¿Oro, incienso y mirra? Es que ni un peluche le llevaron. El profe Pablo se quedó satisfecho, ya conocían el origen de la Navidad, así que podrían volver a las clases normales. O eso creía él… —Pero la verdad es que, contado así, resulta un poco aburrido. —Pues a mí me ha gustado eso de que cada uno hiciésemos un personaje. —Se llama teatro, Javi. No hemos inventado nada nuevo. —¡Eso es! ¿Por qué no nos inventamos una obra de teatro para enseñarles a los demás que la Navidad es lo que acabamos de leer? —¡Síííí! Pero en plan divertido. El profe Pablo se echó las manos a la cabeza. —¡En nuestra obra alguien se tiene que tirar un pedo supergrande! Virginia se adelantó la primera. —¡Me pido ángel anunciador! 7
Javi la siguió. —¡Yo tirarme el pedo! El profe Pablo se dio cuenta de que aquello se le escapaba de las manos, pero los vio tan ilusionados que… —Está bien… Yo haré de Dios. Unos meses después, en el salón de actos del cole, todos verían La primera Navidad… de todas.
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ESCENA PRIMERA Fiesta en el cielo (Suenan campanas con alegría y varios ángeles corretean por el escenario). NARRADOR. Hace mucho, mucho tiempo,
nada más y nada menos que unos 2.000 años, en el cielo se recibió una gran noticia. ÁNGEL 1. ¿Alguien sabe lo que está pasando? ÁNGEL 2. No sé, pero tiene que ser algo gordo.
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(Unos ángeles pequeñitos aparecen muy contentos). ÁNGEL 1. ¡Mirad!, son los Querubínes del tro-
no de Dios. ÁNGEL 2. Seguro que ellos saben lo que está
pasando. (Uno de los Querubínes se acerca a ÁNGEL 1 y le susurra algo al oído. El ángel abre los ojos y grita feliz). ÁNGEL 1. ¡¡¡Yuju!!! ÁNGEL 2. Pero ¿qué pasa?
(Un nuevo ángel entra en escena. Tiene cara de travieso y anda un poco despistado en medio de todo el revuelo que hay). ÁNGEL 1. Que Dios ya ha tomado la decisión.
¡Será pronto!
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JUNÍPERO. ¿Que será pronto el qué? ÁNGEL 2. Junípero, es que no te enteras. Que
Dios lo ha dispuesto todo para nacer en la Tierra. JUNÍPERO. ¡¿Ya?! (nervioso). ¿Y qué tenemos
que hacer? ÁNGEL 1. Por el momento…, ¡¡celebrarlo!!
(Junípero se queda pensativo un segundo y sonríe juguetón). JUNÍPERO. Ahora vengo… os vais a enterar
de lo que es una buena celebración. (Junípero echa a correr fuera de escena mientras todos reciben entre aplausos al arcángel Gabriel). VARIOS ÁNGELES: ¡Viva el ángel anunciador!
¡¡Vivaaaa!!
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