Los dragones no comen helado Toñi Guilloto López
Ilustrado por: Eva Moreno Álvarez
Érase una vez un pequeño
dragón que vivía con su familia en las ruinas de un castillo, en lo alto de una gran montaña.
El pequeño dragón Lorenzo era diferente a los otros dragones, ya que Lorenzo no podía escupir fuego.
Era además un dragoncito muy alegre, siempre con ganas de jugar y vivir nuevas aventuras.
Como a Lorenzo le encantaba volar,
bajaba a menudo hasta el valle para
hacer todo tipo de piruetas en el aire.
Un día, una niña y un niño que
jugaban por allí, vieron al dragoncito jugueteando por
el aire. Enseguida se escondieron detrás de un árbol, ya que hay dragones buenos y no tan buenos, y siguieron observando
desde allí, con la boca muy abierta, las acrobacias de Lorenzo.
—Mira, Toni, ¡cómo relucen sus escamas al sol!,
¡es precioso! —dijo María.
La casita esdrĂşjula
ISBN 978-84-18297-26-7
9 788418
297267