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Armando Artal
Candela, una encantadora niña con gafas redondas, acompaña como siempre a su papá al súper, hoy es sábado y está a reventar, algo normal, aunque hay algo que no le cuadra demasiado...
Papá, ¿estoy viendo ovejas comprando?
¡Si, son ovejas!
Está en la puerta del súper y se dispone a entrar con su papá, pero ve algo extraño dentro de la tienda.
Deben estar promocionando algún producto del campo, cielo.
Cariño, ¿cómo van a ser ovejas? Son personas.
¡No, papá! Juraría que esa es la señora Pepa, nuestra vecina.
No, cielo, es una oveja, no la vecina. Menuda imaginación...
¡Es la señora Pepa! Lleva la pamela que se pone siempre.
Candela, que no ve nada claras las respuestas de su padre, le dice que se va a dar una vuelta por el súper mientras él compra. Ella misma puede comprobar que todos los clientes son ovejas...
Son todos ovejas, ese es el director del cole con su maletín, aquella es la de la tienda de ropa, tiene su mismo moño ¡Tío Armando!
Candela ya tiene claro que están convirtiendo a todos los clientes en ovejas, ahora quiere averiguar por qué.
Todos cogen productos repletos de azúcar, grasas...
Corriendo, Candela va a buscar a su papá, y al verlo trasformado en oveja, se enfada tanto que se trasforma en una pequeña superheroína.
¡Quedaos aquí! Voy a acabar con esta pesadilla.
Candela busca y encuentra al falso «pastor», y en un plis plas, lo deja maniatado.
Esto no te servirá de nada, renacuaja.
En realidad, yo no he hecho nada.
Dime cómo puedo devolverles su cuerpo. ¡O verás!
Horrorizada, Candela piensa en cómo puede salvarlos a todos. Se acuerda de que escogen bollería, azúcar, grasas... Y esto le da una idea.
¡BINGO! Todos cogían productos ultraprocesados, solamente tengo que cambiar sus compras.
Una de las ovejas se transforma en la señora Pepa, que acude feliz a darle las gracias a la pequeña, ella se planta delante del resto y dice:
No pienso cambiaros yo la compra,
Candela y su papá salen con la compra saludable del super, mientras mira cómo entra una oveja en él.
Papá, si todos habéis sabido comprar cuando os lo he dicho, ¿por qué no lo hicisteis antes?
Cielo, a veces los adultos estamos más cómodos siendo ovejas
quien quiera ser como antes, que empiece a comprar los productos adecuados
¡PUES YO NO PIENSO SER UNA OVEJA JAMÁS!
Para ser un superhéroe, no necesitas más poderes que los de tomar buenas decisiones.
Una de las mejores decisiones que puedes tomar es la de hacer una compra realmente saludable y no hacer caso a lo que digan los anuncios de la tele o las ofertas del supermercado.
Hacer la compra significa llevarte a casa todo aquello que necesitas para tener una buena salud, y no coger productos que la perjudiquen.
El chocolate, la bollería y los ultraprocesados en general son todos aquellos alimentos que pueden hacer que nos pongamos malitos.
¿Qué son ultraprocesados?
¡Muy fácil! Son todos esos productos envasados que, si lees los ingredientes, llevan muchos escritos con nombres extraños que no representan ningún alimento que puedas conocer, sino que son preparados industriales.
Además, si te fijas bien, podrás encontrar entre estos ingredientes, nombres como azúcar, edulcorantes, aditivos, estabilizantes...
¡Vaya, que si lees muchas cosas, no es un buen producto!
Piensa que la carne, el pescado o cualquier alimento natural son simplemente eso. La carne es carne y nada más, de la misma forma que el pescado es un pescado, con su nombre y sin más ingredientes que eso.
Y, por ejemplo, productos con un buen procesado no tendrán una lista tan larga de ingredientes, además, estos serán naturales y no artificiales.
Un buen ejemplo de esto son tus yogures del desayuno.
Si son buenos procesados, no tendrán azúcar, edulcorantes ni nombres extraños que no sepas lo que son. Un yogur debe tener estos dos ingredientes y ninguno más: leche, fermentos lácticos.
De la misma forma que unos cereales no se escogen por lo bonita que sea su caja, sino porque sus ingredientes no contienen azúcares, edulcorantes, grasas o aceites refinados, sino que estarán hechos con harina de un buen cereal integral, espelta o centeno, por ejemplo.
Además, una buena compra es aquella que va a proporcionarte los alimentos necesarios para tu día a día, ni uno más ni uno menos.