Hola, soy Martín y tengo tres añitos. Me gustaría enseñaros el planeta donde vivo. Se llama Martilandia. Ya sé que todas las personas tienen su planeta, pero Martilandia es especial. Es un planeta con unos colores alucinantes, unos sabores mágicos, unos ruidos ultrasónicos y un montón de cosas fascinantes… Aunque tengo que decir que también hay cosas que me disgustan mucho, pero bueno, eso creo que pasa en todos los planetas…
A unos niños les gustan los coches, a otros los dinosaurios, a otros les gusta hacer megaconstrucciones con miles de piezas; pero a mí lo que más me gusta son los rotuladores. Me encantan los rotuladores, pero no creáis que los uso para pintar como suelen hacer otros niños, a mí me encantan los rotuladores para jugar. Cuando veo el bote de rotuladores me pongo supercontento y ¡¡¡allá voy!!!
Los saco y los ordeno. Los vuelvo a meter en el bote y otra vez a sacar para volver a ordenar. Lo puedo hacer miles de veces. ¡¡¡Es tan divertido!!!
Otras veces uso las tapas como garras. Ahí me convierto en el león más feroz de Martilandia. Me encanta quitar las tapas y ponérmelas en los deditos, luego me las quito, se las pongo a los rotus de nuevo, se las vuelvo a quitar y así una y otra vez. No me canso nunca…
Y os voy a contar un secreto, el rotulador naranja y el azul son especiales. Me dan superpoderes y por eso quiero llevarlos siempre conmigo. Y siempre es siempre. No los quiero soltar ni para dormir. A veces hasta me he bañado con ellos y son tan mágicos que siguen funcionando después del baño. Los mayores no entienden por qué siempre quiero llevarlos, pero es que ellos no saben que me dan superpoderes y los necesito. A veces quieren quitármelos, por la derecha, por la izquierda, por arriba, por abajo… pero creo que ya están entendiendo que son muy IMPORTANTES PARA MÍ.
