

CAPÍTULO 1
NO ESTABA PREPARADA
¿La verdad? La verdad es que no estaba preparada para estar sola, no estaba preparada para estar sin ti.
Podría decirte que la vida es una auténtica mierda y que no merece la pena vivirla y podría ser cierto, sin duda, pero ¿quién lo decide?, ¿la vida misma?, o ¿nosotros?
¿Sabes?, ese dolor en el fondo de tu corazón, esa vocecita en tu mente que no deja de advertirte de que algo no va bien, de que algo falla, de que es el momento de parar, de tomarte un respiro y de decir basta.
Basta, porque como no pares, ahí se acaba, todo termina.
Te estás ahogando y ni siquiera te das cuenta, te estás muriendo lentamente y nadie se da cuenta, porque, ni siquiera tú lo haces.
Si pudiera ayudarte lo haría, pero no puedo, no puedo ni ayudarme a mí misma.
El vacío que tengo dentro crece por día y la soledad no se cura ni rodeada de las personas a las que más quiero, ya no me siento yo, tal vez nunca lo fui.
Estar mal también está bien, a veces, necesitas llorar hasta que no quede ni una gota de agua dentro de ti, hasta que se te cierren los ojos de lo cansada que estás mentalmente.
Con el corazón hecho pedazos, los ojos hinchados y el alma en las manos, te quiero tanto, que tal vez nunca llegue a cerrarse esta herida.
Te quiero, aunque a veces parezca que todo me da igual.
Te quiero, a pesar de ser una mierda.
Te quiero, aunque ya no estés.
Te quiero, aunque no te lo creas.
Siempre supiste lo que tenías, simplemente no pensabas que podrías llegar a perderlo, y ese es nuestro error, tal vez el peor, no darnos cuenta de que todo se acaba poco a poco, de que hasta la flor más bonita puede ahogarse con demasiada agua, de que el lago más bonito puede secarse si no llueve lo suficiente.
La vida da mil vueltas y tal vez, en otra vida, nos toque volver a encontrarnos, para hacerlo mejor, para no dejar que nuestras diferencias nos separen, porque los errores no te definen y los actos tampoco.
Porque sí que podemos cambiar, aunque nadie se lo crea. Porque podemos pasar de ser una mierda de persona a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
Porque podemos estar hechos pedazos y renacer de nuestras propias cenizas como el ave fénix.
Porque podemos incluso ser la peor versión de nosotros mismos.
Hasta quien menos te lo esperas puede dejarte de lado.
Hasta quien más quieres puede no quererte.
Todo es relativo en esta vida, y nada es cierto.
La vida te cansa, te agota.
La vida te hace ser más fuerte que nunca, para que nada pueda contigo.
¿La vida? La vida es una farsa.
Todo te lo da y todo te lo quita.
Todo viene y todo va.
No somos adivinos, ni podemos predecir nada.
O te lo esperas o te estalla en la cara, como un vaso de agua fría recién despierta.
No estaba preparada para estar a solas conmigo misma, porque yo soy mi peor temor.
De haber sabido que sería el último abrazo que me darías, te hubiera abrazado más fuerte, lo hubiera vivido más, hubiera impregnado tu olor, para no olvidarlo.
De haber sabido que sería nuestro último beso, nunca me hubiera separado.
De haber sabido que se me rompería el corazón, nunca te lo hubiera dado.
De haber sabido que el amor dolía tanto, nunca hubiese amado.
Estoy tan cansada de llorar que nada me consuela.
Podría escribirte hasta quedarme sin palabras.
Podría aferrarme a la idea de volver a verte mirarme como lo hacías antes.
Podría, pero ¿de qué me serviría?
Aún no estoy preparada para verte salir por la puerta.
Solo necesito cinco minutos más, cinco minutos para asimilar que toda nuestra vida va a borrarse en cuanto cruces esa puerta.
Cinco minutos para poder rozar tu piel una última vez.
Cinco minutos para susurrarte el último te quiero.
¿Qué son cinco minutos si no una eternidad que nunca acaba?
CAPÍTULO 2
MENUDA MANERA MÁS EGOÍSTA
Menuda manera más egoísta de tocar tu cuerpo, de rozar tus labios, menuda forma más egoísta de levantarte por las mañanas y no tenerme al lado.
Esa estúpida manera de sonreír, la maldita manera en la que me mirabas, el primer contacto, la primera vez a solas, tu sencillo te quiero que cambió algo dentro de mí.
No conseguí darme cuenta de lo que sentía, hasta que me vi a mí misma en aquel espejo, rota e irreconocible, no dejaba de preguntarme, ¿quién eres?, ¿qué es lo que estás haciendo?
Ahí fue donde entendí que, sin quererlo, sin darme cuenta, me enamoré de ti.
Hay ciertas cosas que no sabemos explicar, ni demostrar, muchas veces esas cosas son nuestros sentimientos, no podemos explicar aquello que ni siquiera nosotros entendemos, tampoco podemos demostrarlas, ya sea porque no sabemos cómo o por experiencias pasadas, sin embargo, eso no significa que no sintamos nada, no significa que no queramos intentar demostrar cómo nos sentimos en realidad.
Tiempo al tiempo incluso con tiempo que nunca llega, que se agota, que se acaba.
Tiempo al tiempo incluso con dolor, con lágrimas, con sonrisas.
Tiempo al tiempo incluso sabiendo que no podría llegar nunca.
Vuelve, vuelve a mirarme, vuelve a sonreír,
vuelve a cogerme la mano, vuelve a tocarme hasta tal punto de perder la conciencia, la cordura, de no pensar en otra cosa que no seas tú, vuelve a abrazarme, a besar y morder cada parte de mi cuerpo…
Me escondo entre paredes, de ti, de mí, de nosotros.
Correr sin saber llegar, caminar sin conocer el camino, sentir sin entenderlo, querer sin saber cómo, caerse sin saber levantarse, nada tiene sentido, todo es demasiado complejo, complicado, inentendible, ¿sabes por qué? Nosotros lo hacemos así, complicamos lo fácil, hacemos de lo que se entiende algo inentendible, hacemos que algo que es bonito sea lo contrario, nos da miedo las cosas que menos miedo dan, nosotros somos lo complicado, lo complejo, lo inentendible.
Sentirse solo incluso rodeado de gente, sentirse vacío incluso sin motivos, ese algo que nos falta, ese algo que desconocemos. Ese miedo a quedarnos solos.
No puedo no quererte, aunque tú quieras, no puedo no pensarte, ni puedo no extrañarte, aunque no me creas.
Dime, ¿qué fue de nosotros?, ¿dónde quedó todo aquello que me hizo sentir especial por primera vez?, ¿a dónde fuiste sin mí?
¿Sabes? Creo que nunca lo pensamos, o puede que simplemente nunca nos paramos a pensar en la importancia de algunas personas en nuestras vidas, aunque no las conozcamos de hace tanto tiempo como otras, nos marcan más, nos demuestran más o en el peor de los casos nos hacen más daño.
Me gustaría explicarte todo aquello que siento, todo aquello que pienso, todos mis miedos, todas mis inseguridades, me gustaría poder decirte todo y que, aun sabiéndolo todo, te quedes sin estar obligado, quedarte simplemente porque quieres hacerlo.
Puede que no podamos superar algo, simplemente puede ser que no queramos, no queremos admitir que las cosas cambian, que aquello que un día nos hizo feliz no volverá. Hay tantas cosas que no queremos admitir, tantas cosas que no queremos decir, al final solo nos acabamos escondiendo, no solo de la realidad, sino
de nosotros mismos, somos nuestro peor enemigo, nuestra peor faceta cada vez que nos miramos en cualquier espejo, somos lo que más odiamos o lo que más queremos. No nos destruyen, nos destruimos, creando miedos, inseguridades, desconfianza, dejando que todo nos afecte más de la cuenta y sí, me incluyo, al final la pregunta es, ¿de quién es la culpa?
No me conoces, no te conozco, ni nos conocemos realmente.
Conóceme, déjame conocerte, conozcámonos, de la manera que tú quieras, con una mirada, una larga charla, con un café, un abrazo o unas lágrimas, con el tiempo o con indirectas, déjame llegar a ti.
Me gustaba ver la manera en la que te reías, en la que hablabas de las cosas que te gustaban, me gustaba tenerte al lado y ver cómo poco a poco te iba venciendo el sueño, la manera que tenías de acercarme a ti en tan solo un movimiento, me gustaba estar tranquila y ver de repente un mensaje tuyo, o un simple estoy en tu puerta, me gustaba hasta lo que tú llamabas defectos en ti, nunca fuiste perfecto, ni yo tampoco, ¿pero sabes qué era lo perfecto? Lo perfecto era ver cómo eras imperfecto cada día, porque la imperfección es lo que hace a una persona única, ella misma y perfecta. Solo tienes que mirarlo con los ojos adecuados, no todos los errores son malos, ni todos los aciertos buenos, no todas las personas son tan malas como parecen, como creen, ni tampoco las más buenas lo son tanto. No tenía razones para escribir, hasta que te conocí, hasta que me conocí estando contigo, hasta que empecé a sonreír sintiéndolo de verdad, hasta que me dejé llevar por ti, te convertiste en mi razón para escribir, en mi inspiración. Entonces dime, ¿por qué me cuesta tanto dejarte ir? ¿Por qué sigo aferrándome a ti?
¿Acaso soy egoísta por querer estar contigo? ¿Por no querer rendirme? ¿Acaso soy egoísta por tener miedo a verte con otra persona?
Abrázame. Déjame volver a sentir el calor de tu cuerpo. Nunca supe darte todo aquello que necesitabas, ni supe
quererte de la mejor forma, nunca supe hacerlo todo bien, pero sí que te quise como a nadie y decirlo en pasado no significa que ya no lo sienta, lo siento incluso más que antes, debería sentir menos y siento más.
Menuda ironía, ¿no?
Tan cerca y tan lejos a la vez.
No quiero que vuelvan a tocarme, ni a besarme, no quiero volver a enamorarme, porque en ninguna de todas las veces que tenga que pasar, serás tú. Ahora que sé cómo es el roce de tus dedos y de tus labios en mi piel, ya no quiero sentir otra cosa.
Se me olvidó decirte que te quería, se me olvidó decirte lo mucho que significabas para mí, se me olvidó decirte todo lo que sentía, se me olvidó abrazarte por última vez, se me olvidó todo viéndote marchar. Se me olvidó que el tiempo no se paraba, sino que pasaba incluso más rápido al estar juntos.
Se cerró la puerta y ni te diste la vuelta, me quedé detrás intentando abrirla, pero nunca tuve la llave, me quedé encerrada, en la oscuridad, con miedo, conmigo misma, sola, perdida, pequeña, me quedé esperando que volvieras a abrirla, me quedé esperando que volviera la luz, pero nada volvió, ni siquiera tu sonrisa que no puedo recordar.
Me quedé sola y ahí entendí lo mucho que me dolió, lo vacía que me sentía, tú hacías que todo eso cesara. Que todo desapareciera.
Que todo dejara de doler. Tú hacías que mi mente se callara. Desgraciadamente, todo volvió en cuanto cruzaste la puerta. Perdóname, por todas las veces que no estuve, por todas las veces que no entendí nada, perdóname por haber fallado tantas veces con tantas cosas, nunca fui lo que las personas querían. Ni siquiera fui lo que yo quería ser.
Todo lo que empieza tiene que terminar en algún momento, pero desgraciadamente a veces todo acaba demasiado pronto. Ojalá tuviéramos más tiempo.
CAPÍTULO 3
NADA BIEN
Nada se me da bien, ¿eh? Por eso acabo arruinando todo lo bueno que me pasa.
Estoy llena de dudas, de miedos, estoy llena de un millón de sentimientos que sigo sin entender.
Me jodiste la vida y ni siquiera te diste cuenta, te llevaste lo poco que tenía para convertirlo en un montón de nada.
Dime, ¿cómo debería decirte que te quiero si no estás?
Vaya estupidez más grande.
Estoy cayendo en picado desde tan arriba, sin ninguna manera de detenerme, no puedo gritar, no puedo llorar, simplemente caigo.
¿Por qué hay personas que llegan para simplemente irse? Sin ninguna explicación, sin ninguna oportunidad de intentarlo, solo un último momento juntos, una última sonrisa, un último abrazo, una última frase.
Te metiste en mi vida a la fuerza y de repente te vas y no lo entiendo, estoy tan frustrada, tan cabreada… y realmente no es en contra tuya, es contra mí misma, por dejar que me sienta así, por dejar que dure tanto tiempo, por seguir esperando un hola de tu parte, por volver a compartir un momento, por muy pequeño que sea.
Vaya ironía más grande, cada uno ve lo que quiere ver hasta que es demasiado tarde.
Todo es verdad y todo es mentira en esta vida.
Tantos te quieros, tantos me importas, en vano, de la noche a la mañana.
