Belmonte, el Castillo Real sin Rey
BELMONTE. EL CASTILLO REAL SIN REY. Michel Muñoz García. Arqueólogo Especialista en Restauración Arquitectónica.
Estando en 1467 con el
nios del infante D. Juan Manuel,
que el nuevo señor guardaría
arzobispo Carrillo de Toledo y
y del que sabemos que constru-
los fueros y privilegios de Bel-
el almirante de Castilla Alonso
yó las primeras murallas de las
monte, ni obligaría a ningún
Enriquez en Almorox, D. Juan
que tenemos noticia y el alcázar
vecino a casarse sin su consen-
Pacheco les manifestó su de-
que se situaba encima de la
timiento. Su nieto, D. Juan Pa-
seo de ir hasta su villa de Bel-
Colegiata. El 16 de mayo de
checo fue Marqués de Villena
monte donde estaba realizando
1398, Enrique III concedió la
en 1445 y colocó al propio Bel-
unas grandiosas e imponente
villa a Juan Fernández Pache-
monte como cabeza de sus do-
obras en su propio castillo resi-
co, lo cual no gustó nada sus
minios.
dencia. El lugar era antigua al-
habitantes que reclamaron ante
La altura de su rango, -
dea de Chozas que ya aparece
el rey casi infructuosamente,
era Grande de España – obliga-
como Belmont entre los domi-
pues tuvieron el consuelo de
ba a la ostentación y también al 1
Belmonte, el Castillo Real sin Rey
Barrera artillera del Castillo de Belmonte con la dirección de tiro de sus bocas de fuego, obsérvese como algunas dispararían directamente sobre sus propios muros. A la derecha castillos de Manzanares del Real de los Mendoza y de Mombletran de Beltrán de la Cueva, ambos con barcabaca envolvente. Nótese la abundancia de cámara de tiro del primero al ser una construcción más avanzada en el tiempo (hacia 1475). 1. Torre del Homenaje con borje. 2. Patio. 3. Sala del “Solio del Marqués”. 4. Sala de banquetes o mal llamada “del Gobierno”. 5. Escalera neogótica. 6. Barbacana o barrera artillera.
7. Cubos artilleros. 8. Liza. 9. Puerta de los Peregrinos. 10. Muralla de la villa de Belmonte. 11. Puerta de la Beltraneja. 12. Puerta del Campo.
mantenimiento de sus villas, por
certada,
caracteres
checo había comprobado el
ello financia las obras de la co-
muy conservadores como sus
poder de la nueva arma, cuan-
legiata y la de las defensas mu-
cubos semicirculares, una torre
do en 1453 un todavía príncipe
rarias que en común acuerdo
albarrana y lienzos en cremalle-
de Asturias – futuro Enrique IV
con el concejo se repararon en
ra, reproduciendo de este modo
– pidió al Duque de Feria su
1456, cuando las obras del nue-
la fisonomía de una muralla del
bombarda para ayudar a su
vo castillo ya habían comenza-
S. XIII. Ello contrasta con la
entonces amigo a poner sitio a
do. No sabemos hasta que pun-
tecnología más puntera em-
su villa de Bancarrota que se le
to se restauran o completan los
pleada en barbacana o barrera
había sublevado.
muros que mandó hacer el in-
artillera envolvente que el Mar-
La fortaleza belmonteña
fante, pero lo cierto es que esta
qués dispuso como defensa de
ha sido atribuida a Juan Guas
muralla de mampostería con-
su nuevo castillo. D. Juan Pa-
por sus matacanes de arcos
presenta
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Belmonte, el Castillo Real sin Rey ciegos en las torres semejante a las del castillo de Manzanares del Real, además de que este maestro también trabajó para el Marqués de Villena en el monasterio segoviano de El Parral y que también sirvió como panteón para su huesos. No obstante, también cabe la posibilidad de que fuera obra de Hanequin de Bruselas que construyo la colegiata de esta localidad también por mecenazgo de D. Juan, y además algunas tallas de madera en la sala ochavada del castillo están muy próximas a su arte, Levantado sobre el cerro de San Cristóbal, el edificio consta de un núcleo principal en torno a un patio, la barbacana citada y el foso seco, articulándose en una planta atípica en torno a un pentágono, donde
se disponen dos
cuerpos de edificación con doble galería que se sitúan en los vértices de la figura, estando la torre de homenaje en lado contrario. No obstante, esto forma también parte de un eje vertical que va desde la puerta de del campo en la barrera, atravesaría el vértice del polígono y moriría en la popularmente conocida puerta de la Beltraneja, que da
Individualización de elementos arquitectónicos en la barrera artillera de Belmonte. Debajo, barrera artillera del castillo de la Mota (Medina del Campo) y cámara de tiro con tornera de cruz y orbe también de Belmonte.
al interior de la villa de Belmonte. Estas dos puertas eran las dos únicas que tenía la fortaleza ya que la puerta-torre de los Peregrinos es producto de las restauraciones del S. XIX. La torre de homenaje con esquinas en chaflán dispone de un borje semicircular adosado, que la
ble como la barbacana servía
enemigo exterior como inte-
protege de impactos directos de
para defenderse tanto de un
rior.
proyectiles, y además es destaca3
Belmonte, el Castillo Real sin Rey
D. JUAN PACHECO, MARQUES DE VILLENA. Nació en la misma Belmonte en 1420 siendo su padre D. Alfonso Tellez Girón, siendo incorporado muy joven a la corte de Juan II donde llamó la atención del valido Álvaro de Luna y se convirtió en paje del príncipe de Asturias el futuro Enrique IV. Sus cualidades no pasaron desapercibidas desde el primer momento, pues en el manuscrito del Escorial se escribe que “en la edad de mozo tuvo prudencia y seso y autoridad de viejo”, además de “caudal de entendimiento, prudencia, consejo solicitud, sufrimiento y lealtad” según la Cronica de Palencia. Su buen parecido físico y fama de seductor también le sirvieron para conseguir la influencia del heredero, transformándose en mediador dentro los conflictos que enfrentaron a este y al su padre el rey. Ello le valió el título de Marqués de Villena en 1445 tras la primera batalla de Olmedo. Su primer matrimonio con Dña. Juana de Luna se celebró por presiones de D. Alvaro y consiguió que se anulase, casándose en 1442 con Dña. María de Portocarrero, hija del Almirante de Castilla Alonso Tellez, en lo que parece una unión muy bien avenida; de hecho el castillo de Belmonte parece consagrarla al disponer los escudos de ambos por todo el edificio. La amistad del príncipe se torno en rivalidad cuando Enrique fue coronado en 1454. Este prefirió de favorito a D. Beltrán de la Cueva originando una larga historia de confrontaciones con el amigo de su infancia, de las cuales, la más célebre fue la denominada “Farsa de Ávila”, que aunque fracasó en su intento de coronar la infante Alfonso como monarca de Castilla, si le valió a D. Juan el maestrazgo de Santiago. Además había conseguido que su sobrino Rodrigo Tellez Girón fuera nombrado maestre de la orden de Calatrava, y como tutor del mismo el Marqués de Villena consiguió controlar las dos organizaciones de monjes guerreros más importantes de la península ibérica. Aunque abdicó en su hijo D. Diego López Pachecho como Marqués de Villena, ya que ascendía a maestre santiaguista, fue nombrado Duque de Escalona en 1472, acaparando también las posesiones de su antiguo enemigo D. Álvaro de Luna. Fue el cenit de su poder pues moriría dos años después.
En el cuerpo principal
otro cubo de la barrera. Todo
altos lienzos, cubos redondos y
se disponen torres de planta
ello es signo del estadio tem-
troneras circulares mal enfila-
circular que marcan las esqui-
prano en que se encontraba la
das que no hubieran soportado
nas, condicionando la planta
tecnología artillera y la poliorcé-
un ataque con bombardas bien
envolvente de la barrera que
tica que de ella se deriva.
emplazadas. Por ello, la barrera
aseguraba el flanqueo junto a
Si bien el conocimiento
de Belmonte supone un salto
los cubos de las entradas. La
de la ingeniería pirobalística
cualitativo, no sólo por ensayar
liza – el espacio entre la barrera
aplicada a los castillos es nota-
por primera vez el flanqueo me-
y el recinto principal – se abría
blemente conocida en el reina-
diante retranqueo cubierto, sino
a las cámaras de tiro - nichos
do de los Reyes Católicos, los
también por el diseño de sus
donde se alojaban las bocas de
orígenes todavía no han sido
lienzos de baja altura que se
fuego – que eran poco numero-
suficientemente
investigados.
convierten en alta al cavar un
sas si las comparamos con cas-
Citamos la barrera artillera de
foso a su pies; un enemigo que
tillos construidos en el último
trazado lineal en el foso supe-
llegase al pie del mismo que-
cuarto del S. XV como los de
rior del castillo o alcázar de
daba a tiro directo y rasante de
San Felices de los Gallegos o
Cuenca, que según nuestros
los falconetes y ribadoquines –
Manzanares de El Real; a su
propios
tendríamos
piezas ligeras de fuego - que
vez tenemos que destacar el
que situar en torno a 1449. Die-
se albergaban tras las troneras
torpe diseño con el que se dis-
go López de Zuñiga es con toda
de la fortaleza.
pusieron algunas troneras de
probabilidad el promotor de la
Si el atacante estaba
palo y cruz, desde las cuales,
alta barbacana conformada en
provisto de bocas de fuego po-
los disparos efectuadas podría
1457 para el castillo de Miranda
dría ver como la escarpa y el
afectar a la muralla de la villa u
del Castañar, la cual apareja
alambor en talud hacía que los
trabajos
4
Belmonte, el Castillo Real sin Rey proyectiles lanzados resbalaban
rez ya durante el reinado de
mayor parte no completó total-
por el plano inclinado de este
Isabel y Fernando.
mente su proyecto.
último y caían al foso para que
Al área principal se ac-
El interior es la parte
los defensores pudieran reapro-
cede mediante un arco mixtilí-
que más remodelaciones sufrió,
vecharlos. Este sistema sería
neo gótico con tímpano en el
dada la campaña de restaura-
desarrollado en toda regla un
que una escultura de un doncel
ción decimonónica promovida
tiempo después en el castillo
con escudos de armas, ya nos
por la Condesa de Tebar y Em-
real de la Mota en Medina del
llama la atención sobre los pro-
peratriz de Francia Eugenia de
Campo, y por tanto, sería un
pietarios y su condición. En el
Montijo y su conversión en Aca-
antecedente - sino el más im-
Patio se ve un pozo rodeado de
demia
portante – del gran desarrollo
pilares helicoidales sin rematar
“Onesimo Redondo” tras la gue-
poliorcético que protagonizaron
que sugieren, junto algunas
rra civil española de 1936. Las
“ingenieros” como Pedro de
torres inacabadas, que el casti-
primeras obras modificaron las
Navarro o Francisco de Ramí-
llo a pesar terminarse en su
fachadas de ladrillo que se ve
Nacional
de
Rurales
Falconete (izquierda) y ribadoquín o culebrina expuestas en el alcázar de Segovia. Piezas de pequeño calibre como estas se dispondrían en las cámaras de tiro de la barrera de Belmonte. 5
Belmonte, el Castillo Real sin Rey
¿A QUIEN PERTENECE CALAHORRA?, ¿QUIEN INCENDIÓ BELMONTE?. La creatividad de los cineastas se ha visto en muchas ocasiones inspirada por el patrimonio castellológico español, destacando la interesante recreación en decorados que se hizo de las murallas de Toledo para la cinta española “La Leona de Castilla” de Juan de Orduña; además son celebres las tomas de “Campanadas a Media Noche” de Orson Welles y “Orgullo y Pasión” de Stanley Krammer sobre las murallas de Ávila, o las menos conocidas de “Los Cien Caballeros” de Vittorio Cottafavi sobre las fortalezas de Pedraza y Coca. Pero ninguna como la de Belmonte cuyas apariciones en la pantalla lo han convertido en el ícono de los castillos españoles, desde que en 1961 Samuel Broston y Anthony Mann lo escogieran para diversas escenas de la superproducción “El Cid”; concretamente el sitio de Zamora y uno de los momentos más espectaculares, la justa por la ciudad de Calahorra entre los campeones de Castilla y Navarra. Posteriores producciones de aventuras más o menos melodramáticas fueron la película hispano-italiana de Miguel Iglesias “Las hijas de Cid” que seguía la estela de éxito de la película anterior, “La Espada Negra” de Carlos Blanco que se centraba en los amores juveniles de Fernando e Isabel los futuros Reyes Católicos, o la serie de Televisión Española “Requiem por Granada”. También es interesante reseñar el rodaje del “Los Señores del Acero” de 1984, en el cual, se dispuso la ambientación de sus estancias interiores que más se acercaba a su época de fundación. Sin embargo, las autoridades competentes dieron rienda suelta para que su director Paul Verhoven hiciera y deshiciera el edificio a su antojo, llegando incluso a permitir un incendio real supuestamente controlado que es el que se ve en las tomas finales; aún así lo más irónico, es que la administración prescribió un control arqueológico a cargo de Dña. Yasmina Álvarez, cuya función era documentar todas los elementos que se veían afectados por este uso tan poco ortodoxo del monumento. 6
Belmonte, el Castillo Real sin Rey
Chimenea con los escudos de D. Juan Pacheco (izquierda) y Dña. María Portocarrero (derecha) bajo la cruz de Santiago lo que prueba que por lo menos la decoración de esta sala se realizó con posterioridad a 1467. La abundancia de la heráldica emparejada de los esposos indica que también el castillo en si esta consagrando su unión.
en el interior del patio de armas,
una monarquía débil a la que
ga barroca. Se observa una
recubrieron buena parte de los
roer prebendas y beneficios a
preocupación por las necesida-
tabiques interiores, añadieron
mayor honra de su linaje parti-
des más inmediatas al disponer
algunos artesonados y e hicie-
cular.
un pasillo que conduce a una
ron la notable escalera de
En el ala norte observa-
letrina doble, a la vez que una
subida neogótica. La distribu-
mos como todas las estancias
de las chimeneas con motivos
ción interior y toda su decora-
están comunicadas por puertas
heráldicos revela aspectos del
ción iconográfica apenas fue
decoradas con celosías góticas
edificio y sus dueños. Concreta-
modificada, lo cual, constituye
hispano flamencas totalmente
mente dos escudos, uno de D.
un testimonio único para acer-
alienadas, de manera que es
Juan Pacheco y otro su esposa
carnos a la mentalidad y modo
perceptible la ultima desde la
Dña. María de Portocarrero ba-
de vida de la facción de Gran-
primera, y es también prece-
jo una cruz griega de Santiago,
des como los Zuñiga o los pro-
dente de la distribución de inte-
hecho que nos indica que por lo
pios Pacheco, interesados en
riores en la arquitectura palacie-
menos esta parte del edificio no 7
Belmonte, el Castillo Real sin Rey de tipo sacra, pues a su lado está San Francisco recibiendo los estigmas en clara analogía también con la dinastía de los Pacheco que recibe la gracia divina de este modo. También se aprecia el lema de la casa de Villena en una cartela que dice UNA SIN PAR, sobre la que se ve el ave phenix renaciendo de sus cenizas, otra analogía que indica la ambición de D. Juan por crear un linaje Armadura ochavada de celosías góticas y mocárabes que cubre la sala del Solio del Marqués.
debió finalizarse hasta 1468,
que con supuestos ciclos estric-
año en que el ascendido Mar-
tamente litúrgicos.
único sin rival nacido prácticamente de los favores que cosechó en las cortes del Juan II y Enrique IV.
qués de Villena a maestre de la
Por otro lado, la existen-
orden tiene que abdicar en su
cia de cortejadores – ventanales
hijo D. Diego López de Pache-
que se perforan en los muros de
co, que no desaprovechara oca-
los castillos con banquetas late-
sión para poner su escudo tam-
rales – presuponen momento de
bién en esta fortaleza.
reposo que se contraponen a la
Mientras en el ala norte
atención y respeto que supone
se distinguen dos plantas útiles,
la misa o la oración privada.
la sur queda reducida una al
Además los profusos bajorrelie-
disponerse allí mismo las salas
ves de estos una riqueza excep-
más representativas del mismo.
cional de motivos simbólicos
Concretamente una sala rectan-
que nos acercan aún más al
gular, que comunica con otra
propio linaje de los Pacheco; El
cuadrangular rematada en una
situado más en el lado sur pre-
armadura ochavada, ha sido
senta, presenta dos pajes en-
interpretada erróneamente co-
frentados, de nuevo uno con el
mo capilla basándose en el ciclo
escudo de D. Juan y otro con el
de San Jorge que decora
su
de Dña. María, y el primero ade-
arrocabe. Ahora bien, el tema
más sostenido por otro dragón,
del santo caballero matador del
es decir consagra la fortaleza
dragón no deja de ser un motivo
de la familia noble al ser vence-
laico que tiene que ver más con
dora de la bestia más peligrosa
la ideología y modos caballeres-
de la mitología medieval. Ade-
cos de la nobleza bajomedieval
más también se percibe otra consagración aunque esta vez
Pero junto a esta sala de planta cuadrangular, se encuentra otra rectangular recubierta de otro artesonado de limas moamares muy restaurado. Esta disposición es idéntica a la que presenta la sala de la Galera y la sala del Solio en el Alcázar Real de Segovia, las cuales se interpretan como la estancia de recepción real reducida en espacio pues los despachos del monarca medieval se hacían en presencia de pocos
allegados-
,
estando
Lema de la Casa de Villena con el ave Phenix 8
Belmonte, el Castillo Real sin Rey
Cortejador del muro sur en la Sala del Solio del Marqu茅s, con el paje que sostiene el escudo de D. Juan Pacheco sobre el drag贸n (izquierda) y los estigmas de San Francisco (debajo).
9
Belmonte, el Castillo Real sin Rey destinada la mayor para ban-
en el interior de una torre cua-
rial de la competencia entre el
quetes u otros ceremoniales
drada. Citemos las del alcázar
monarca y el marqués de Ville-
que implicaban mayor personal.
de Guadalajara o la del palacio
na. El llamado dormitorio del
Las semejanzas son evidentes
de la Montería en el de Sevilla
marqués en la segunda planta
si comparamos las plantas de
por poner ejemplos solo relacio-
se cubre con otra armadura de
los dos edificios, lo cual nos
nados con Alfonso XI, existien-
lazo mixto, mucho menos lujosa
lleva a suponer que la habita-
do también similares correspon-
que la alcoba real de Segovia.
ción
armadura
dientes a magnates nobiliarios
Ahora bien, la ostentación que
ochavada en la localidad con-
como la del castillo de los Ve-
manifiesta Belmonte va mucho
quense es en realidad “la sala
lasco en Medina de Pomar que
más allá pues del deseo poseer
del Solio del Marques”. Mien-
se construyó hacia 1370.
residencias más ricas que las
cubierta
por
tras la de Belmonte se integra
Sin embargo es curio-
del monarca, pues la ambición
en el edificio desde su concep-
so constatar que la aludida sala
desafiante de D. Juan Pacheco
ción, la que presenta el castillo
del Solio del alcázar de Segovia
le llevo incluso a usurpar el pro-
segoviano se deriva de adaptar
la manda realizar Enrique IV en
tocolo real que se manifiesta en
las restricciones de su planta a
1456, cuando se estaba alzan-
la arquitectura de su fortaleza
la tradicional qubba andalusí y
do también el propio castillo de
de Belmonte, ya que tipológica-
cristiana, es decir, el mismo
Belmonte, lo que nos lleva a
mente constituye un verdadero
salón de representación real
concluir que también su cons-
castillo real al que solo le falta
que frecuentemente se situaba
trucción es un testimonio mate-
el rey.
10
Sala de banquetes o mal llamada “del Gobierno”. Al fondo se abre la Sala del Solio del Marqués-