Freidemberg, Daniel
Esa materia que se fuga/ Daniel Freidemberg - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Barnacle, 2022.
40 p.; 21 x 15 cm.
ISBN 978-987-8952-18-5
1. Poesía Argentina. I. Título.
CDD A861
Editor General: AlbertoCisnero
Diseño de tapa: AzúcarRamón y MerlinaH.Cisnero Fotografía de tapa: DanielFreidemberg
Primera edición: Noviembre de 2022
(c) 2022, Daniel Freidemberg
Buenos Aires- Argentina
ISBN 978-987-8952-18-5
BARNACLE
Libroshomogéneosycomerciales barnacle.cia @gmail.com www.barnacle.com.ar
Impreso en la Argentina
PrintedinArgentina
Queda hecho el depósito que previene la ley 11723
Hevistoángelesyobisposlevitar, he visto autos último modelo,
he visto gentes de ropas oscuras entre las luces de un salón de baile, (todo lo cual me hace feliz por un motivo que no entiendo).
He visto a las últimas grandes manadas marchar hacia el crepúsculo despacio, sabiendo, era evidente, la importancia de la escena, y abrían un gran hueco en el aire, un sitio donde me senté a mirar el caer de las cosas en el alma,
y era el murmullo de una gran duración, un brindis, por así decirlo, un silencio entre dos notas,
y era, en el reverso de la hora y el minuto, el estar, y era el moverse acompasado de los pastos al viento, y las partículas de la materia, y las galaxias y etcétera.
He visto un pentagrama, un mantel a cuadros, un cruce de caminos.
II
Como un caer de a poco del agua en el agua, puesta nomás a hacer lo que sabe, caer, caían las cosas al alma.
como si al fin hallaran su lugar las palabras, o crepitara, a pesar de todo, un rescoldo
(soñé que hallaban un lugar las palabras, al crepitar de, a pesar de todo, un rescoldo).
III
Como fundando su lugar las palabras, como resacas de lo que nunca ocurrió.
Como los frutos del árbol del paraíso, pudriéndose (¿cantos de cisne? ¿música de las esferas de acá?). Y era como si el tiempo en esa escena empezara o (¿no es lo mismo?) llegara a su fin
(algo en la escena iba llegando a su fin, o empezaba, entre otras cosas que no entiendo).
He visto alas oscuras en un campo amarillo.
Hevistolibrosdehistoriareciclados, su obstinación, con razón o sin ella, fuera de toda condena o salvación, siempre a destiempo.
He visto almas recicladas, almas sin revisar almas con parches ostentosos, almas que perdieron su revés, almas perfectas en su perfección perfecta, almas que hallaron al caer su redención
y almas ya libres de alma, puestas nomás a ser eso que son, por un ratito, al menos, es decir para siempre.
II
He visto la saga de los asesinos, su savoir faire, su expertise, su glamour, las marcas que deja su paso en los cuerpos, su buena salud, su hacer nido en las almas, su password para todo, su vocación de futuro.
Su impermeabilidad, sus cucardas, su porte, su sagrada libido, su desmadre sagrado, su menefrega invicto, su vocabulario ad hoc, sus bedeeseeme, su sitio en la grilla, su “te la debo”, sus facilidades extendidas.
He visto sus blancas deposiciones brillar, un dedo sin brazo, una ventana sin pared, una disposición para los buenos negocios,
una facilidad para entender todo ahora mismo, una lengua ya libre de misterios.
II
He visto gimnastas en su caldo, he visto autos usados en su limbo, y autos ardiendo también vi, grandiosos como la caída del Imperio Romano. O el deshacerse, ya no sé si en sueños, de una tarde en el mar. He visto las barcas que al oscurecer retornan.
Y vi los grandes relatos derrumbarse sin estruendo ni música, sin libreto ni the end, y vi sus restos listos a encenderse en el cambiante límite entre la sombra y la luz.
III
He visto a grandes mentes de mi generación dar vueltas y vueltas, y eran tornillos sin rosca, en el embudo infinito del espejo del baño, las vi caer de cabeza en el amor y sacudirse el pelaje, atarse a un mástil para que ningún canto las llame, remar en letra impresa, en tramas de palacio, las vi al trasluz de latumbaqueaguarda ylacarnequetienta mientras va deshaciéndose y la carne que tiembla sin pretextos que valgan.
Las vi cruzando una frontera desierta, marcando los utensilios, las connotaciones, precarias al fin, aventuradas, probables. Tercas en su impensable gesta de seguir.
Cosa que a nadie parece importarle, para su bien, probablemente, o su mal.
ESA MATERIA
QUE SE F U G A
de Daniel Freidemberg fue impreso en la nobilísima ciudad de Buenos Aires, año veintidós del siglo. TOLLE, LEGE.