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Sínodo
Misión, comunión y participación, desde la mirada de la juventud
Pastoral de Juventud de la Diócesis de Bilbao organizó un encuentro de juventud el pasado 14 de mayo en el que se compartieron experiencias diversas de fe enmarcadas en los tres pilares de la sinodalidad.
Comunión
María Delgado, del Camino Neocatecumenal en la comunidad del Carmen de Barakaldo, habló de la comunión. Para ella no es algo abstracto. Es algo visible entre los cristianos. Lo que le impulsó a dar el salto a ser seguidora de Jesús fue el ver cristianos jóvenes que se querían.
Misión
Jaime Pizarro ingresó en el seminario con 17 años. En la actualidad tiene 25 y desde este mes de junio será el presbítero más joven de Bizkaia. A su modo de ver, misión y visión están ligados. Señala que cuando Dios llama lo hace para realizar algo grande, que desbarata tus planes, pero que merece la pena. Es una llamada a que seas feliz y a vivir la vida con plenitud.
Participación
Ieltxu Simón, de Kilimusi eskaut taldea, entiende la participación desde su activismo político. En esta sociedad injusta, en la que hay diferencias sociales importantes se preguntó cómo hacer más humanas las estructuras y decidió embarcarse en la aventura de la política activa con el propósito de transformar la sociedad.
El diálogo finalizó con un diálogo de los jóvenes con el obispo en el que le mostraron sus inquietudes y sus reflexiones en torno a su modo de estar en las comunidades. Hablaron de que algunas veces, aunque participan en las actividades que se organizan, no se sienten parte, porque no se cuenta con su opinión. El obispo les dijo que es difícil cambiar las formas tradicionales de hacer las cosas, pero a su modo de ver es algo que tiene que hacerse. “La comunidad se está quedando arrugadita, -prosiguió- porque no somos capaces de dejar a la gente que sea lo que es y que se sienta acogida. Hay que procurar que todo el mundo sienta que esta comunidad de Bizkaia es su casa. Y eso no va a ocurrir porque el obispo lo diga, sino porque cuando alguien llega a una comunidad se le ofrezca un espacio y
MARÍA DELGADO
JAIME PIZARRO
IELTXU SIMÓN
allí pueda hacer lo que crea que hay que hacer. Eso nos va a enriquecer”, remató.
Tras escuchar a monseñor Segura, una joven tomó la palabra para expresar sus sentimientos más profundos y decir algo que conmovió a todos los participantes y que para los organizadores del encuentro demostró que más allá del número priman otras cuestiones por las que merece la pena repetir este tipo de experiencias:
“No he hablado hasta ahora porque me daba vergüenza, pero tras escuchar las palabras del obispo me animo: Quiero agradecer este encuentro. Me alegra haber venido. Me alejé de la comunidad porque me sentía apartada y hoy, he vuelto a sentir que soy parte de esta Iglesia” •