Barca C.(1911) Seguridad y progreso argentinos : el ferrocarril de Diamante a Curuzú Cuatiá - Buenos

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POR LA PAZ �egundad y Progre�o argentino! El ferrotarril de mamante á [uruzú-[uatiá

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POR LA PAZ

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�eguridad y Progreso argentinos El Fermarrll de Diamante á curuzú-tuatiá

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Imp. • La Bonnerense•, Bnlcorce 331 BUENOS AIRES


I La venta proyectada <lel ferrocarril de Diamante á Curu· zú-Cuatiá á una de las empresas de ferrocarriles de la meso­ potami:l argentina. entraíia un error tan enorme que si el go­ bierno lo consumara hoy el país lo lloraría mañana. En el me­ jor de los casos, ese negoqio haría consumir al país mucho más oro que fa insignificancia que se va á recuperar en dinero, si se efectúa la desgraciada venta proyectada. Si en un pró­ ximo futuro el país no vuelve sobre el equivocado paso que se está por dar, puede ocurrir que su llanto sea de lágrimas de sangre. Ese ferrocarril, que debe ser la base de 1me�tras vías estratégicas, tiene más importancia militar que todas las de· más die la Mesopotamia juntas. y más que ninguna otra de las ce) paÍ5, Sin ir á buscar los procedimientos ni los principios se­ guidos por los maestros militares (los países europeos). nues­ l ros vecinos, Chile y Brasil, con la cordura que caracteriza á ws políticos, se han preocupado expresamente desde hace muchos años, y con tocia lógica del imprescindible problema nacional, referente á ferrocarriles estratégicos. Chile tiene el suyo longitudiinal, que le pem1itc concentrarse rápidamente so­ bre cualquier punto de sus fronteras E. y N. El Brasil ha gas­ tado ingentes sumas en la construcción de un ferrocarril estra­ tégico, que ya le permite traer sus fuerws sobre nuestl'a:. fronteras. sobre las orientales y sobre las paraguayas; y cuyas vías se internnrán hasta las fronteras. de Bolivia y más al Nor· te. Durante muchos aiíos esas líneas darán únicamente gastos al Brasil; pe·ro di<'Jho país, con toda cordura, no sólo ha afron· tado los gastos de la construcción y del seguro "déficit'' anual, i:ino r¡ue ha pagado grandes prima¡; para acelerar la tcm1ina­ ción de sus vías estratégicas, que ya tocan á su fin.


En nuestro país. debido tal vez á la con fianza que ha he­ d10 nacer su asombro�o progreso, no ha habido preocupación, respecto de construcción de \'Ías estratégicas, lo que implica una omisión enorme. Y si á la!i fronteras argentinas Oeste y Xorte el adelanto del país ha lb·aclo \'Ías. que en sí consti­ tuyen redes estratégicos muy apreciables. en la frontera :KE., que es la ele mayor importancia militar, no ha ocurrido así. Con la venta proyectada se impediría que el Esm<lo pueda obtener !a mejor vía estratégica posible, la única excelente, sobre esa frontera que es la mác; pcligro�a: porque linda con el vecino más grande, más rico y tres Yeces m:'ts poblado qoe nosotros; el que, relativamente. se perj 11clica, más con nuestro adelanto; que es quien m.'ts quiere mantener su <;npremacía en la Améri­ ta del Sur, y de ahí. el que más prevenido está contra el pro­ greso argentino. Este descuido de nuestras vías estratégicas, que es en sí una enorme omisión ( muy fácil de subasanar en el momento presente). á causa del error que C!itá á punto de ejecutarse. vendiendo la vía Díamantc-Curnzú-Cuatiá á una empresa de trod1a media, nos impedirá de golpe. el poder co­ rregir ''la enom1e omisión'' constituida por el descuido del ele­ mental deber nacional ele precaver una de las partes más im­ portantes de la seguridad <lel país. sin la cual su defensa pue­ de llegar á fracasar. La venta del ferrocarril ele Diamante ú Curuzú-Cuatiá á walquier empresa del ferrocarril de trocha r.435, es un enor­ me ''perjuicio'' financiero. comercial, militar, nacional é inter­ nacional. para el país. Por razón nacional y militar. aún cuan­ do la venta trajera "grandes ventajas'' financieras al Estado. no debería hacerse, porque conspira c¡:>ntra su seguriclad, á la cual todas las generaciones de argentinos deben cuidar como joya preciosa, para sí y para las \'enideras; r así, conservar la �randeza de la patria y la validez de su naciente raza. :\fa<;. como dicha venta es también perjudicial para los in1 ereses financieros. comerciale.; é internacionales, constituye un "error tan enorme". qt1e asombra. "Sólo por la alta rectitud'' y probidad dc.c;collante. que in­ dudablemente caracteriza á los per:;onajes que hoy dirigen el Estado puede cpli ficar�e este error como tal, pue� sin ello. an­ te el análisis de los perjuicios que puede ocasionar el <lesas-


-stroso proyecto, si se consuma, podirían caber dudas de si se tra· ta realmente de una equivocación ó de ejecutar un negocio que entraña tm crimen de lesa. patria. '.A'sí. pues, militam1ente, financieramente, comercialmente y para las relaciones interprovinciales é internacionales, cl pro­ yecto es "enormemente perjudicial"'; según se deduce del es­ quemático estudio analítico siguiente, destinado á demostrarlo. Considerado militarmente Generalidades - El principal valor estratégico de las vías férreas, (prescindiendo de su capacidad), consiste en las faci­ lidades que en caso de guerra ofrecen para transportar, con ra­ !)idez, las masas de tropas, desde todas las regiones del país sobre el punto ó puntos designados en las fronteras para coµ· centrar dichas masas; ó sea, el destinado como inicial para las operaciones de guerra; punto que debe estar lo más inmediato posible á la frontera enemiga. Un simple vistazo que se dé sobre las redes férreas del país, es bastante para observar las siguientes tres caracterís· ticas: a) Las vías de troc,ha ancha del país uniendo entre sí y con sus rama!lcs casi todos los pt1eblos de las provincias de Bue­ nos Aires, Córdoba y Santa Fe, y por vías aisladas las provin­ cias de Tucumán por el N., Mendoza y San Luis por el Oeste y el Neuquén por él S.0., forman un compacto tejido de rie­ les extendido sobre la parte más poblada y rica ()el país. b) Las vías ele trocha angosta forman una sola red de iargas líneas, que une á todas las provincias argentinas medi­ terráneas, e.,cepto San Luis (por ahora). c) Las vías de trocha media se extienden únicamente en ia mesopotamia. donde están aisladas de todo el resto del país, con excepción de lJa pobre unión que con el Tranvía Rural (hoy F. C. C' B. A.) y por intermedio de un ferryboat. tienen con la capital federal. A la vez se ve que en la mesopotamia no han penetrado ni han demostrado intención de penetrar, las vias ele trocha ancha ni las de trocha angos�. Los ferrocarriles económicos en construcción y en proyec-


-6io, en iliversas partes del país, no se toman en �uenta, porq11e no tienen sino valor local; su valor militar es de ocasión; y en esos casos únicamente limitado á determinados servicios co­ marcanos. Por más extensos y mejor constrnídos que sean sólo sirven de ayuda; semejantes á libres tiradores ó á paisanos ar· mados de escopetas que con eUas cooperan con las tropas al �xito de una guerra. De las cara�erísticas deducidas del simple vistazo, se eles­ prende militam1ente. que: a) Las vías de trocha ancha, por su denso tejido y exten­ sión, son esencialmente apropiadas para ejecutar una rápida movilización de los elementos de la parte del país que cubren, y para efectuar una rápida concentración sobre un punto de nuestras fronteras situado al Sur de la línea Este-Oeste que pasa por Rosario de Santa Fe y 1lendoza. Estas vías de troaha ancha. indiscutiblemente son las me­ jores, por sus capital, por su material abundante y bueno, por la suficiencia de sus estaciones. vías y personal, etc. Es decir, :Son las de mayor rendimiento. b) Las vías de trocha angosta, por su situación y exten­ sión, son esencialmente apropiadas para ejecutar una concen­ tración, sobre un punto situado al Norte de la línea Rosa1io­ :!\1endoza, de nuestras fronteras Oeste y Norte ó sobre el río Paraná. La movilización de las tropas de la región del país no cu­ bierta por el tejido de trocha ancha, forzosamente tiene que ,:er más lenta que la que se efectuara en la parte del país cu­ bie1ia por esa trocha. Pero dado que la gran mayoría de las poblac:iones de alguna importancia de tocio el N. y el O. del país, están inmecliatas á las vías de trocha angosta (porque estas vías han segu'ido la dirección general de los caminos que conducen á las capitales y porque las ciudades y pueblos esta­ ban en casi sn totalidad sobre esos c¡anúnos), la movilización que efectúen, aunque más lenta que la reaJizada por las vías cie trocha ancha. será relativamente rápida y buena; y com­ prenderá á la quinta región militar y parte de la cuarta, terce­ ra y segunda. 'l\sí. pues. la trocha angosta y la trocha ancha son recíprocamente, entre sí. auxiliares poderosos, para la mo­ vilizad6n y para la concentradón, sobre cualquier punto de


-7nuestras fronteras "e.....:cepto la más importante y más peligro· sa"; la del NE.. que está aislada. Estas vías de trocha angosta. aunque no tan ricas como las de trocha ancha, son también de grandes capitales y "bien administradas''; y por eso es lógico suponer que continuarán penetrando hacia el Sur del país; buscando su desarrollo aún en competencia con la trocha ancha; competenc;a que demues­ tran no temer cuando han venido á competir con ellas ha"ta en la misma capital federal. donde la trohca ancha tiene varias ,·ías dobles. De lo dicho se deduce que la importancia estratf­ gicaclc las trochasancha yangostacs hoymás ó menosla misma. Si la trocha ango'-la continúa C:\.-ten<liendo sus vías hacia el Sur, será la de mayor importancia estratégica, siempre que la trocha ancha quede sin penetrar en las demás pro\"incia�; Jo cual es probable, porque el desarrollo progresivo seguido por la trocha ancha. demuestra que tiende hacia el Sur. e) La trocha media es la única existente en la :\fe�opo­ tamia. sólo existe allí. y únicamente tiene salida por el "1110c!esto'' F. C. C. de B. A. (ex Tram;a Rural). l\o extcn· :-Jiéncloc:;e sino sobre "1111:t parte de la región militar'' y ei-tanrlo aislada del resto casi total del país, su \'alor militar '·es ente­ ramente pobre". Como las empresas de trocha media son "pobres''. como Mis vías son simples y muy inferiores á las de otra" trochas. como sus lineas siguen en gran parle el contorno de la frontera de los países Yecinos, como tienen escaso material y personal ( sólo el suficiente para sus necesidades, c1ue son pocas, por­ que sólo sir\'en ú una limitadísima zona del país) y por otro ¡;ran número de c;LUsas que es largo explicar, su valor militar estratégico. llamado antes pobre. resulta raquítico: casi nulo.

II Continuando el e:-quem:'ttlco estudio eshfltégico, comen· zado en el artículo anlerior, sobre las vías férreas del país; generalidades necesarias para aclarar conceptos de una de la._ más importantes partes de nuestra. futura preparación bé'i­ ca, que aunque es de allÍ'-ima importancia, no ha sido atendida t'ntre nosotros. debido á que estamos en el comienzo del aprcn­ clizaje mjltar: razón por la cual, nuestroc; hombres dirigente,, en especial los político� y legisladores no profesionale� igno-


-8ran cuáles son los "medios estratégicos apropiados" para ga­ rantir la segtu;.idad militar del país y evitar ó prevenir esos semigolpes de mano que, á pesar de congresos pacíficos, ar­ bitrajes y teorías del derecho internacional, se suceden inter­ mitentemente, entre todas las razas y naciones, según nos lo enseña la historia de todos los tiempos, y especialmente la contemporánea , podremos decir, que, del Slllnario razonamien­ to del número prec�dente, se deduce: r. º Que la importancia estratégica de los ferrocatTiles de trochas ancha y angosta, está más ó menos equiparada (se debe notar que si la ancha tiene más vías, la angosta abarca mayor extensión del país); y en el futuro, es probable sean más ó menos iguales. Las dos tienen gran importancia. 2. º Si la vía de trocha media, que en la actualidad '·ca­ rece de importancia estratégica, se conserva como única en la Mesopotamia, será en el futuro "estratégicamente perjucli­ cial", y este "perjuicio"' resultará mayor, mientras más núme­ ro de vías de esa trocha se extiendan allí; porque como las n� cesidades comerciales de aquella zona quedarán satisfechas con ellas, las otras trochas no penetrarán, puesto que tendrían un rendimiento mínimo ó neg�tivo; y las empresas sólo buscan obtener buenos intereses, como es lógico. Como las empresas de trocha media, que sólo extienden �ns líneas en la Mesopotamia, son absolutamente menos ricas que las ele trocha ancha y angosta, no hay probabilidad alguna de gue la primero se extienda hasta unir las otras doce pro­ vincias y gobernaciones nacionales; y ni aún hay probabilidad de que penetren en el país al Oeste del Río Paraná; porque �us rivales han extendido y continuarán extendiendo sus re­ des sobre todas las partes <lel país aptas para producJr rendi­ miento; y así, el sistema de la Mesopotamia, que es hoy inca­ paz de buscar la competencia al Oeste del río Paraná, se verá cada día más obligado á extender ramales dentro de la zona oropia para obtener el máximun de rendimiento, impidiendo la competencia. Esto será un "perjucio enorme" para el desempeño del ejército, en el fatal y no imposible caso ele necesitar velar por la defensa nacional con las armas; porque obligará á las tropas á efectuar doble embarque y desembarco á uno y otro lado del


Paraná. A más, quedando aquella en una "zona pequeña que sólo abarca la mitad de una región militar", el servicio que en caso de movilización y concentración podría prestar al ejér­ cito, sólo sería local y "se Limitaría á la mitad de esa región militar''. Las simples reflexiones precedentes, hechas con objeto <le que se puedan entender las razones militares que van en se­ fuida son suficientes para demostrar el inmenso interés que para la "seguridad del país" hay en que el gobierno no venda :a línea férrea Diamante-Curuzú Cuatiá, y sí en que le cambie trocha; quedimclose con ella ó haciéndolo, si no se quiere des1,acer de la ·vía en el futuro. por intermedio de las empresas particulares de trochas ancha ó angosta; que estratégicamente, en la actualidad, tienen,, como lo hemos did10, más ó menos la misma importancia. Si se estudia el trazado más conveniente para satisfacer las necesidades estratégicas del país. se llega á la conclusión de que no hay dirección mej,0r que la del de la vía Diamante á Curuzú Cuatiá, que se proyecta vender; y sí se abandona ese trazado "ideal", cualquier otro será de impo1iancia secundaria. Por las razones estratégicas y de relaciones intcfprovin­ ciales é internacionales, que e:-.--ponclremos en seguida. se llega {L la conoh1sión de que la trocha que debe introducirse, "que hay que introducir", en el ferrocarril de Díamante á Curuzú Cuatiá, porque lo exigen la paz y la seguridad del país, es la angosta . De lo dicho y como se verá por las razones que siguen, St' desprende d,aro como la luz del día. que es un "enom1e error" vender la ,vía férrea de Diamante á Curuzú Cuatiá; y que lo que debe hacerse, ",lo que hay que hacer", es cambiarle la trocha por la de I metro y lentamente "prolongarla por el centro <le Corrientes y Misiones, hasta el confín NE. del país, y extender ramales á derecha é izquierda, á los puertos del Paraná y del Uruguay'', porque de otro modo, la defensa y la seguridad nacionales estarán descuidadas, á pesar de los ar­ mamentos y de los buques modernos. Los gastos á efectuar para el cambio de trocha, son insig­ nificantes. El tiempo á emplear, sólo es de días. Los materiales comprados todos son útiles. Eso producirá "enormes beneficios


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para la paz", para la seguridad, para el comercio, para las rela­ ciones internacionales y para consolidar más la nacional�da<l argentina, atrayendo la Mesopotamia; uniéndola al país. dán­ dole bocas por donde aspirará y respirará para y de sus pulmo­ nes; puertos que la desahoguen, que la libren de ese círculo de hierro en qúe está y del cual no saldrá mientras exista allí una wla trocha. Efectivamente: ahí va la demostración de estas afirma­ ciones: Ventajas militares a) Si á la línea Diamante-Curuzú Cuatiá se le hace de trocha de I metro, por el mismo progreso del país, es decir, ·'sin que el Estado se preocupe ni contribuya á ello", dic1ha tro­ cha buscará su unión natural con las vías iguales, y al Oeste ciel Paraná; y se cruzarán ferriboats en numerosos puntos, que tal vez serán Coronda-Diarnante. Santa Fe-Paraná, Rcconquis­ ta-Goya, Resistencia-Corrientes, cte., etc.; y así la movilización <le la tercera región, que está dividida en dos partes por el río Paraná y que militarmente es la más importante de nuestras .::-egiones, se podrá hacer en unidad, aunando las dos partes mucho mús rápida y fácilmente, reuniendo á las unidades ele :a provincia de Santa Fe en varios puntos (Rosario, Coronda, Santa Fe, Colastiné, Reconquista, Florencia, Resistencia), se­ gún los lugares de empalme que se establezcan entre las vías (1e r metro; y dado que existe mucho material de trocJ1a de r metro. la movilización de las provincias <le Entre Ríos y Co­ rrientes, que son las que en caso e.le amenaza del Este reque­ rirían más rapidez, quedará facilitada por el empleo de mate­ rial más numeroso y del personal de empleados de las lineas de esa trocha, que se pueden llevar ele las vías del :.\Tortc del país, especialmente de las nacionales. b) La concentración sobre nuestra frontera Este (Jue<lará enormemente facilitada, porque podrán trasladarse directamen­ te por trocha angosta hasta <licha frontera las tropas de la 3. • 4." y 5." región; lo cual dará rapidez á la concentración. des­ centralizando el trabajo, imposible de ser ejecutado por la ac-


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tual línea de trocha 1 .435, que tiene rendimiento escaso. evi­ tándose por aquel medio trasbordar en el Paranú, y eliminando .:.�í el enom1c obstáculo que presenta ese río; lo que prod11cirá mucha mayor sencillez y facilidad en el movimiento de las tro­ ras y en la dirección del ejército, evitando el fracaso de la concentración, que equivale al de la mitad de la campaña. c) El aprovisionamiento del ejército en campaña estaría :1segurado por muchas líneas de trocha angosta y por el fcrro­ t·arril Central de Buenos �ires, que de algo serviría; y dc�de muchas direcciones (Buenos Aires. Rosario, Coronda, Santa Fe, Colastiné, Reconquista, Resistencia, etc.), según los rama­ les y ferriboats de empalmes que se hicieran, uniendo al tra­ \'és del Paraná las líneas ele trocha de 1 metro. Esto no se po­ dría hacer si el ferrocarril, que se intenta vender, queda con la trocha ele I .435, porque se reqt1erirán dos cargas y dos des­ cargas, de tren á barco y viceversa, para pasar el Paraná. "lo cual es difiqultad inmensa'', por el tiempo que se pierde. por la enormidad de brazos que habría que emplear y por las com­ plicaciones que traería al servicio de las etapas. d) Nuestro vecino el Brasil, procediendo con tocia ta ló­ gica, se preocupa de su defensa; y para asegurar su tranquili­ dad ha colocado, como es ::abido, numerosas tropas al Sur de ?lfatto Grosso, sobre el río Paraguay; y esas fuerzas e�tún á tan larga distancia de su probable zona de operaciones (Río Grande, en donde tienen designada una zona de concentra1:ión), que la incorporac�ón de las tropas del Sur de :\fatto Grosso, al grupo de las principales del Brasil, en Río Grande, !-ería enonnemente d11icultada por la distancia. por el carácter de esas regiones, en las que no hay víveres y sólo exi-;ten �:;casos y muy malos caminos. siendo casi ''imposible" creer que ellos puedan pensar en incorporarlas á las del grueso en Hío Grande, en caso de guerra con nosotros, improbable pero no imposible. De to dicho, no se puede deducir si no que los brasileños, en caso de guerra. se servirían ele las tropas de Matto Grosso, para lanzarlas por el río Paraguay sobre Co­ rrientes ó Santa Fe. ó sobre ambas prO'Vincias. En tal circunstancia. si estando nuestro ejército concen­ trado al Este, ocurriera una invasión por el río Paraguay, y si á la línea de Diamante á Curuzú Cuatiá se la hiciera con


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trocha de un metro, sería posible enviar rápidamente tropas por distintas vías, sobre la desembocadura de ese río, por uno y por otro lado del Paraná; lo que nos permitiría evitar la invasión ó que el invasor pusiera pie firme en el terreno inva­ dido. En cambio. si no se establece la trocha angosta en dicha vía de la Mesopotamia, en caso de invasión por el río Para­ guay, no podríamos proceder sino con la lentitud que importa el principio del fracaso. e) Si en caso de guerra se produjera una invasión de nuestras tropas al Brasil, serían tan graneles nuestras dificul­ tades de aprovisionamiento, que, si aquel país se limitara á re­ ti rarse abandonando su territorio, nos iveríamos poco á poco en la imprescindible necesidad de detener nuestro avance, por a falta de recursos; antes de haber recorrido la mitad del cmino ele las líneas naturales de retirada que tendrían los brasileños ( Porto Alegre ó Rfo ele Janeiro). En cambio, ellos podrían perfectamente aprovisionarse por ferrocarril, aumentar su cjércto hasta ser casi triple del nuestro, reorganizarse é ins­ truirse. para caernos con una masa aplastadora. Si á la línea de Diamante á Curuzú Cuatiá se la hace de trocha de un metro, y se la prolonga por el centro de Corrien­ tes y Misiones. nosotros evitaremos ese peligro, pues se po­ drían transportar recursos hasta el Uruguay y, pasando des­ pués material de ferrocarril de trocha de un metro á través de ese río, ó construyendo rápidanrente un ferriboat ( si no lo hubiera) entre ttn punto de nuestra costa y otra cualquera de la línea férrea brasileña, al Norte de Cuaray. por ejemplo, ;.::eguraríamos la alimentación, y con ella la rapidez de nuestro ejército hasta donde se quisiera. Si no se introduce en la vía Dimanle-Curuzú Cuatiá la trocha de 1111 metro, nada de eso sería posible, porque la:- vías del Brasil son tocias de ese ancho. 1\.fás tarde hemos de volver sobre J.as razones militares, p11es hay muchas otras, de mayor peso aún, que dejamos, con 0bjeto de tratar en el próximo artículo, á guisa de entre pa­ réntesis, algunas de las ventajas que el caml>io de trocha reportará en tiempo de paz, á la economía financiera del país, á su comercio y á la consolidación de la nacionalidad y á las ,elaciones internacionales de paz, amistad y comercio. Bastan las razones militares ciadas para demostrar que


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hac¡iendo lo dicho, consoliclaríttmos la paz y alejaríamos las probabilidades ele una guerra, jamás imposible, porque, esta­ ríamos en muchas mejores condiciones para defendernos; ha­ ciéndonos más fuertes, más capaces, más móviles y ..... <lificul­ tanclo la tentación de traernos una guerra que no hemos de buscar.

III

Creyendo que las razones estratégicas dadas hasta ahora son suficientes para hacer ver tan ciar.o como con fa luz del (!Ía. la imprescindible necesidad que para la seguridad del Es­ tado y conveniente preparación de su defensa en caso ele ata­ que, hay, en impedir que la vía férrea de Diamante á Curuzú­ Cuatiá pase á una empresa de trocha media, hacemos un parén­ tesis en la exposición de las ventajas estratégicas y militares c¡ue el cambio de trocha reportaría, para examinar ligeramente algunas de las ventajas financieras, comerciales y de relacio­ nes interprovinciales, é internacionales, que ese mísmo cambio produciría en beneficio del Estado. Este paréntesis tiene el doble objeto de no fatigar la atención de los que, no siendo profesionales. pueden sentir 1 ;esado este sencillísimo estudio; y el publjcar el me1Íor núme­ r,) posible de esas ideas, que aunque aisladas y particulares, conviene no dar sino en casos como el presente, en el que se lleva el único fin de hacer bien á la patria, y en el cual, la 11rgencia, obliga á demostrar la razón ail que cree tenerla, aun­ q11e sea á martillazos, ya que no queda otro procedimiento; y ele acuerdo con ello, si lo d'icho es suficiente para enseñar lo que se desea, evitar el enorme error que está á punto de consu­ marse, reservando otras razones estratégicas que, lo repetinms, tienen mucho mayor peso que las expuestas. Pasemos. pues, á ver algunas de las ventajas que se ob­ tendrían en tiempo de paz: a) Como las líneas férreas del Estado, en actual explo­ tación, son todas, sin excepción, de trocha de I metro, confor­ mando á ella la del ferrocarril en cuestión, podría el Estado unir las diversas líneas nacionales con la de Diamante á Cu­ mzú Cuatiá y sus ramales. y tener agí una "sola administra­ ción", !o cual la haría mucho más ecpnómica; pues sólo aumen­ t:trá el presupuesto de la dirección de F. F.C. C. en el sueldo


-14de unos cuantos empleados subalternos. (En 1910 la dirección mencionada ha gastado en sueldos 656. 520 pesos. Memoria de Hacienda, página 152). b) Los ferrocarriles del Estado, en construcción y en es­ tudio (con excepción única de los de la Patagonia, que tienen trocha de I metro 676 nu,1., y que en el futuro se unirán con los demás de trocha ane¡ha), tienen la ele t metro; y esto, que d,a uniformidad á la red ele líneas del Estado. permitirá la unión de la línea Diamante-Curuzú Cuatiá. y de sus prolon­ gaciones y ramales. no solamente con los actuales ferrocarri­ les fiscales, sino con los hoy en construcción y en estudio y con las empresas particulares de esa trocha, por medio de los ferriboats que se construirán, " que se van á construir" en muchos puntos . y por los puentes que se puedan construir. Ya hay un proyecto mandando hacer estudios al efeqto. c) Dado que Las provincias de Entre Ríos y Corrientes están rodeadas por los más grandes ríos del país, y que, á más, tienen ferrocarriles de trocha de I. 435; el comercio .de esas provincias que necesita acudir á la capital federal ó á su gran puerto comercial. ocupará las vías 11ah1rales formadas por los ríos, que conducen á Buenos Ares, y también al F. C. C. de B. A. de trocha de I. 435. que por el ferriboat llega á igual t<'nnino. De este modo, si el ferrocarril de Diamante á Curuzú Cua­ tiá, queda con la trocha de 1.435 "será una J111ea trunca" den­ r:-o de la región Mesopotámica, y no favorecerá los intereses comerciales de esa zona, como los favorecería con la trocha de I metro, que haría competencia y sería independiente de :a línea del Central de Buenos Aires. Se abriría, pues, no w1a sino muchas nuevas líneas de comunicación, y con ellas ven­ dría mayor facilidad de transporte y de allí más movimiento, más comercio. más riqueza, más rendimiento de la vía. d) En vista de las cpmunicaciones actuales (vías de na· vegación y F. F. C. C., que tienen las provincias de Entre Ríos y Corrientes) es fúcil deducir que el rendimiento útil de la línea de Diamante á Curuzú Cuatiá, si no se le cambia tro­ cha y queda en poder del Estado. será negativo ó enteramente reducido; porque será una línea trunca y por tanto, local, sin salida, y de allí, que durante muchos años los gastos de cons-


- 15 lruccion, compra de materiales y admini,;tración. serún mayo­ res que las entradas. Si en <."ambio, se la hace de lrocha de lln metro, la admi­ nbtración resultará enteramente barata, como ya se ha dicho; las entradas serán mayores, porque podrá comerciar directa­ mente la )Iesopotamia con Duenos •\ire,. Córdoba, San Lui�. )lendoza y todas la,.; demás pro,·incias que tengan rroducto5 cli,·er,os á lo.s de aquella región (ganado fino, alfal(a, már­ moles, cales, azúcar, frutas, vinos, cte.). Lo que demuestra, r,o solamente las ventajas comerciales que recibiría la "l\T e�o­ potamia, sino también totlas las provincia:.. centrales, andina... y del ?\orte. e) Por otro lado, !-i la trocha se hace de un metro , lo:1:,rastos de material tampién serían ''muchí,imo·· menores: por· qae el Estado podria emplear en dicha línea. mientras fuera de e�caro rendimiento, el mismo material de 5us obras en explotación. de que ya dispone. ¿ Cuúntos ciento� miles de pe· • �os ahorraría el Ji.,tado anualmente? Lo dicho, haría que en ,·ez de ser esa una línea imiiroduc­ tiva, .. fuera la más productiva de tocias las del Estado'� E ,.; o haría el cambio ele trocha: porque yendo ilicha línea por el espinazo de la M esopotamia, acortaría el camino hacía el Río Paraná y com·ertiria en agrícola tocia la faja central. donde hoy sólo pace ganado criollo. f) Respecto al mo,·imicnto de pa$ajeros y carga de las provincias de Entre Ríos. Corrientes y del territorio de Mi­ �iones, para con las otras provincias. y especialmente para con las centrales, andinas y del Xorte de la República, si á la linea <le Diamante á Cunizú Cuatiá se la hace de un metro de trocha. resultará beneficiado: con el menor precio en pasaje:--. ron menor duración de viaje, con mayores comodidades, con recíproco intercambio ele relaciones inclivicluaJes y sociales, en· tre la :i\fesopotamia y las otras provincias, y tocio esto, conso­ lidará más la unidad nacional. Se eliminaría así el aislamiento (le la )fesopotamia que produce el Río Paraná. J\i-í se podrían efectuar viajes directos. combínanclo los ferrocarriJe-. de tro· rha angosta clel Estado y partculares. por los "ferriboats" que se comtruyan. Nada ele ec:to se puede conseguir si ú la línea Diamante·Curnzú Cuatiá se la deja con trocha de r .435:


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puesto que los pasajeros y las cargas estarán obligados á crn1.ar el río Paraná en barco y volver á tomar otro tren, ó á hajar á Buenos Aires, por el actual "ferriboat" y trasbordar aquí á otra lfoea, cuando se quiera ir ele y á las otras provin­ cias mediterráneas á ó desde la Mesopotamia á ellas, lo que alarga el viaje, lo hace más caro. más incómodo é imposibilita el intercambio comercial y personal. g) Las relaciones internacionales de amistad y de comer­ cio, se consolidarían también haciendo á la línea Diamante­ Curuzú Cuatiá de trocha de un metro. pues se podrían esta­ blecer empalmes con l1as líneas del Sur del Brasil ( que tienen todas esta trocha de I metro), por medio de "ferriboats", qne podrían construirse: en Monte Caseros, Quarahy, Paso de los Libres, Urnguayana, Yapeyú, Ibicny, Alvear, Itaquí, Santo Tomé, San Borja, y en otros muchos puntos más al Norte. Así se facilitaría el interdambio de los productos ele nuestra na­ ción, "especialmente las carnes y cosechas de Entre Ríos. Co­ :·rientes y Santa Fe'', en cambio de café, tabaco, yerba mate y frutas brasileíías. Análogas relaciones con el Uruguay pue­ den establecerse con las líneas ya existentes . ele trocha de I .435, como se ha hecho con el Paraguay en Encarnación, pues la trocha Oriental, sólo se diferencia en S mm. de las 2-ctua!es de la ?vfesopotarn:ia, y esa diferencia es tan pequeña oue la tolerancia de las vías permite la circulación reciproc� el" los vehículos ele ambas trochas ( Oriental y de la Mesopo­ tamia). Es decir, las uniones férreas con el Uruguay y Paraguay se pueden efectuar con la trocha actual allí; y si se introduce la ele r metro, podrá en el futuro haber otras un'iones, porque las trochas brasileñas de I metro, empiezan á entrar en el Paraguay y entrarán en la Banda Oriental. Así, pues, con trocha de I metro, podremos, en el futuro, trasladamos, sin trasbordo, desde 1\·Iisiones y des<le todas las provincias. á Chile, Bolivia. Paraguay, Brasil y Uruguay. El tráfico de pasajeros quedaría facil'itado y abaratado entre las naciones limítrofes, y á la vez que se obtendría co­ modidad, baratura y rapidez, se conocerían mejor los países y el carácter de los pueblos. Se estrecharían relaciones. Se


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ahuyentarían prejuicios. Se consolidarían la paz, la amistad, el comercio. h) Una prolongación de la línea de Diamante·Curuzú Cuatiá, por el centro de 11lisiones, hasta su límite NE., tenien­ do trocha de I metro. dism,inuiría en la mitad el actual viaje á Río de Janeiro y á los otros Estados del Oeste y SO. de Río de Janeiro. Esa prolongación pennitiría construir un ramal t las hermosas cataratas del Iguazú, que sólo son conocidas por raros extranjeros ricos. porque el Yiaje es considerable­ mente largo y costoso. Con 1111 ramal en la forma dicha. se reduce á un décimo el tiempo y el dinero necesarios para ver esa maravilla que al Estado le conviene hacer conocer. y don­ de ya proyecta parques y avenidas. i) Los ferrocarriles del Estado, en construcción, desde Resistencia á Salta y de Fonnosa á Embarcación ( que tienen r metro de trocha), podrán poner á e!-tas gobernaciones y á S::1.lta y Jujuy y á Bolivia en comunicación directa con la �Ie­ sopotamia, por medio de la vía Diamante-Cuntzú Cnatiá, si á ésta se la hace de I metro; lo cual reportaría grandes benefi� cios, especiamente á las gobernaciones del Chaco y Formosa, y á la provincia de Corrientes, en la cual residen ·muchos propietarios, arrendatarios y comerciantes. que rnn los que. con su trabajo. mantienen gran parte del adelanto y de la explotación de los productos de esos territorios. Si conveniencias de orden muy inferior, como es la de atraer una parte clel comercio del Paraguay, fueron tenidas en rnenta por nuestro gobierno y por el del Para.guay, para :.-ambiar de trocha á la línea paraguaya. Asunción-Villa En­ carnación, que estaba hecha con otra trocha hasta Pirapó, es decir, como en la mitad de su trayecto, con olJjcto de u11irlas por un ferriboat en el último punto, resalta la ''necesidad im· periosa. el deber de patriotismo". <le no cometer "el error. fa irreflexión'' ele enajenar la vía estratégica más importante para la defensa del país é indi spensable para ella. Ante el ligero y esquemático análisis hecho. resaltan las numerosas y colosalmente grandes razones y conveniencias, que hay en cambiar por la de un metro •la trocha del ferroca­ rril de Diamante á Curuzú Cuatiá, y prolongarla como se ha <licho.


-r8Una vez cambiada la trocha, enajénese, si se quiere. la vía, que varias empresas se interesarán por su posesión, por­ qt1e así, dará rendimiento muy bueno; y aunque se venda, que­ darán satisfechas las imprescindibles necesidades ele seguridatl y las conveniencias del Estado, en paz y en gt1erra. Quiere venderse esa importantísima vía especialmente á la empresa de los ferrocarriles de Entre Ríos? Mtty bien: que se le venda. Pero con la condición de que le cambie la trocha á un metro, que la prolongue por el centro de Corrientes y Mi­ �iones hasta el límite Este de esta gobernación. que lance un 1arnal á cada puerto del Paraná y del Uruguay. y que haga doble vía. en toda la columna vertebral de la J\Iesopotamia y á partir del Diamante. De otro modo, la venta será un desastre para el país y t1n peligro si se deja de llenar una sola de estas condiciones . Si el país. por razones de romanticismo, quiere proteger esa empresa, que la proteja; pero sin que peligren su seguri­ dad y s11 paz, pues, para los que en este caso no tienen más interés que el de la patria, es lo mismo que la compre la em­ :)resa A ú X. La empresa de los ferrocarriles de Entre Ríos, á raiz del primer artículo, ha anunciado que va á aumentar su capital en 4. ooo. ooo de libras; esto, que es poco. le permite. si com­ prara la vía con las condiciones dichas, hacerla doble y los desvíos mencionados. aunque no pague al Estado la actual línea sino dentro ele veinte año,;. Una guerra, por :merte, no es probable; pero tampoco es imposible. Por la misma razón que tanto deseamos ia paz, ella. la �egmi<.lad y el progreso del país, "imponen la imprescindible, la imperiosa, la irnnediata necesidad ele no sacrificarla'·· ú una eYentualidad posible. Efectuar la venta del ferrocarril de Diamante á Curuzú Cuatiii en la forma proyectada en el contrato "ad referen­ dum'', es "abandonar" la conven'iente defensa del Estado por unos desgraciados pe::;os, que ni siquiera modifican la capaci­ dad de! presupuesto de un año. Sancionar esa desastrosa. disparatada venta. sería. en r.aso ele guerra. "tener al ejército muerto de hambre. semides­ nudo. abandonados sus enfermos y heridos, introducidas las


- 19pestes, sin caballos, lento, incapacitado. Sería ponerlo á muy pequeña distancia de la derrota".

IV

Prosiguiendo la demostración del "desastre" que para el Estado importaría efectuar la venta. proyectada del ferrocarril de Diamante á Cnruzú Cuatiá, en la forma establecida por el equivocado, por el ciego, contrato "adl referendum". y aun cuando lo dicho hasta ahora es bastante para que los hombres dirigentes del país vean el "enorme error" que hay á subsa­ uar, "cueste lo que cueste", y porque en atención á las vistas, talentos y patriotisnro de esos hombres, con sólo las pruebas dacias, con sólo las razones e>,.-puestas, verán más claro que con la luz del día, que es "deber imperioso, necesidad impres­ cindible", rnbsanar la enorme omisión que entraña el impru­ c.lente c.lescuido de la defensa del país, en "uno e.le sus medios más necesarios é imprescindibles'' para garantir su seguridad; y antes de exponer otras razones militares, vamos á insistir en la demostración de que lo dicho es lo que se debe-hacer ;por­ que por otros medios y recursos que pudieran aplicarse, no se subsanarán los males. ni pueden subsanarse ele otrq modo, si­ no en parte. y con muchos gastos; por lo cual es indispensable que, "en vista de la enonne importancia ele este asunto", que es "uno de los más trascendentales en la actualidad y para el futuro ele nuestra nacionalidad''. el proyecto de venta, en la ionna determinada en el contrato "ad referemlum ", "debe ser. tiene que ser, y "va á ser" rechazado por la Honorable Cámara; ó solucionando en la "única fo1111a'' que no entraña peligro y perjuicios económicos y es la conveniente para el progreso de la patria; solución que á la vez, hará ganar más al comercio, al adelanto, á la consolidación nacionales. y á las 1 elaciones internacionales; y porque por ninguna razón deben primar, ni pueden primar , "ni van á primar'' los intereses de empresas ni ele personas, puesto que esto sería la declaración vergonzosa y humillante para el país, ante él y el universo en­ tero, ele que nuestra naciente raza tiene en sí el germ'en de la degeneración, que ocurre á veces por la mezcla de seres de caracteres heterogéneos; y, con objeto ele que partes interesa­ das en la venta, que en defensa lógica de sus intereses. que en general son intereses exiranjeros, no puedan hacer valer con-


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sideraciones engañosas, que sin examen prolijo pudieran hacer ..:reer que lo expresado tiene otros remedios, paso á tratar ciivc,sos puntos de vista, que han de ilustrar más á los lecto­ res, entre los cuales desearía que, sin excepción. estén todos 10:; ,niembros de la Honorable Cúmara joven y del Poder Eje­ cutivo. a) De las noticias que se han propagado después de la publicación de los artículos precedentes. que por primera vir· tucl han tenido la de hacer que se publiquen los progresos y datos estadísticos del ferrocarril de Entre Ríos, y que por pri­ mera vez. también, aparezcan dívídendos para las acciones no privilegiadas . según noticias y telegramas insertos en diversos órganos ele la prensa, puede deducirse que ellas tienden á ha­ cer creer que las razones expuestas pueden ser anuladas por medio de un ferrocarril económico, que "dicen'' va á construir }a provincia de Entre Ríos. con la base de los dos y medio mil1ones de pesos oro, que "por compensación" le va á dar el Estado . En el supuesto de que se llevara á cabo esa "idea", que sólo es "futuro proyecto'' de F.C. económico, de que se hiciera dicho F.C., de que se invirtiera "en él admirablementé bien el capital", y ele que se le diera la trocha de un metro, y aunque se estableciera entre ella y las vías de un metro de al Oeste ele! Paraná la comunicación por medio de 11n ferriboats ( ferri­ hoats que ya sería contrario á la "econonúa'" del ferrocarril ··económico"). vamos á demostrar que eso no es solución para !a defensa <le! país, ni para los interes�s del Estado: porque 1al hipótesis ele solución. es análoga á la de que se puede reem­ piazar un caiíón moderno por un trabuco. ó un fusil. por una escopeta, ó tropas organizadas por paisanos armados. Efectivamente. El ferrocúril económico del país. que ha <.>�taclo en mejores condiciones para adelantar. por su capital, por !a región donde actuaba, que es la más rica. por su traza­ do. por la época en que se inició, por los años que ha existido y por la contribución y baratura que en su rendimiento y ad­ ministración tenía, por estar complementado con buenas lineas de tranvías en la capital federal, ha sido el ex-tranvía Rural, hoy F.C.C. de Buenos Aires. Ignoro en qué fecha empezó su explotación; pero hace


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20 ::uíos que por primera vez vi un tren sobre sus rieles en Zárate. De ahí deduzco que dicha empresa tiene que haber empezado hace más de un cuarto de siglo. Hoy, después de no st: cuanto más que ese tiempo, su vía llega hasta Zárale, es decir. "hasta el mismo punto en que la conocí hace 20 aiios··. Todo el progreso hecho consiste en un ramal hasta Rojas ( que ignoro hasta dónde estaba construído hace 20 años). Ahora bien; si esa empresa particular, en las condiciones y épocas fayorables en que ha actuado, ha permanecido esta­ cionaria dmante un cuarto de siglo, en una región que ha de­ cuplicado su progre�o. ¿ es posible alimentar alguna remotí­ si,na esperanza de que, en otra región menos adelantada y menos rica, en la época presente, una empresa provincial, con un capital insignificante y con el impedimento que para la bue­ na marcha de las empresas feroviarias constituye la admini::.­ t I ación oficial, haga ni siquiera el progreso del ex tranvía Rural? ?Ko tenemos el ejemplo mundial ele que, casi sin excep­ ción, las administraciones oficiales de ferrocarriles. excepto las gennanas, dejan que desear? ¿ Ko tenemos en nues(ro país diarios con columnas de noticia::., protestando de la admini�­ tración de los ferrocarriles del Estado? ¿ Alguien puede decir que casi todas esas quejas no son justas? ¿ Puede acaso creerse que si la Nación, á pesar ele su expe1 iencia y capiLal, no administra bien sus lineas. lo hará la pro­ vincia de Enlrc Ríos? Si la Nación con sus ·vías bien trazadas, en el tercio Korte ele la República y sin competencia ele otra,, tiene anualmente "déficit'' en su explotación. ¿ es acaso creíl>le que Entre Ríos. á pesar de la competencia de los ferrocarriles que :i.llí existen y ele las prolongaciones futuras, pueda admi­ nistrar mejor? Por otro lacio: si los actuales F. F.C.C. de la :\1 csopo­ tamia son '·incapaces'' de dar un rendimiento militar conve­ niente, "ni aun dentro de la Mesopolamia misma'·, ¿ puede acaso esperarse. "concebirse", que Entre Ríos llegue á tener su ferrocarril económico siquiera comparable á las actuales "ías mesopotámicas. aunque la provincia aumentara cinco \'e·


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ces el capital? (Lo que no puede hacer, porque no tiene -:.:in qué.) Un ferrocarril económico, implica vía, obras <le arte, ta­ lleres, estaciones, máquinas, tren rodante, personal, etc., üa­ rato, reducido; y por eso, no puede esperarse que tenga inircr­ tancia militar. Tal ferrocarrii ocupará uno. dos ó tres depar­ tamentos, será local, comarcano, incapaz de llegar á ser estra­ tégico. Como todo ferrocarril económico será constituído por pequeñas redes extendidas, que desde un centro van á los rin­ cones prod�tctores, para acaparar el máximum de los productos de la zona á que sirven. Esto, forzosamene, tendrá que ser así también en un fe­ rrocarril económico entrerriano, porque estará envuelto por las actuales vías de la Mesopotamia; y como todos los ele su dase ser:í sólo auxiliar de los ferrocarriles que lo envuelvan. Si se hace, se <lesarrollará dentro de comarcas envueltas por trocha media. Por las reflexiones hechas, se ven las graneles dificulta­ des que tendrá el tal ferrocarril económico, para progresar ha�ta cubrir una extensión más ó menos considerables. del te­ rritorio de la provincia, que podrá ser formado por uno, dos ó cuando más tres departamentos; y es por eso que hago la com­ paración ele que hay tanta diferencia entre ferrocarriles estra­ tégicos y los económicos, como entre armamento moderno y escopetas, como entre cañón y trabuco, como entre tropas re­ gulares y paisanos armados. Aunque un ferrocarril económico fuera hecho allí excelen­ temente; y por obra y gracia del espíritu santo, llegara ha!-ta ocupar la provincia ele Entre Ríos "por entero", y se convirtie­ ra así en provincial y <lejara de ser económico, lo que es tan enteramente difícil é improbable, que toca las puertas de la imposibilidad. tampoco así sería, ni podría considerarse estraté­ gico. ni mucho menos; porque apenas, sería un débil auxiliar º militar; aplicable sólo para ''la movilización de la provincia ' y para una concentración "en ella". Por otro lado, si hasta hoy las otras trochas diversas á la de la Mesopotamia, no han ciado "ni seíiales de querer entrar" allí. construyéndose ferrocarriles económicos, é:::tos contrib11i· rán más á la dificultad de que vías ele trocha ancha y angosta


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penetren al Este del río Paraná; y de aquí .;e deduce que e,,a ralta de probabilidad se agra\'ará si la provincia <le Entre Ríos hace cualquier ferrocarril económico; con el cual la pro,·incia ''perderá'' por et mal rendimiento. seguro, en administracione, oficiales. Se ve, pues, que el tal remedio, en vez de curar produci­ :ia una nueva reagra\'ación de la enfermedad. porque una red 1 ocal, comarcana, agra,·ada con lo de económica y desahuciada con lo de administración oficial. jamás puede considerarse es­ tratégica, ni dejará de ser de insignificante \'alor comercia t. La altiva, la patriota y entusiasta provincia de Entre Ríos, al conformarse con los 2 y 112 mllones que le daría la Nación �i se consumara la imposible y desastrosa venta proyectada. �e conformará con una tajada de pan. clura de mascar, en cambio del diario, opíparo y perenne banquete que se servirá con la pensión vitalicia que importaría deshacer el ciego contrato "ad referéndum"; haciendo bien á la patria é impulsando á la \'ez su comercio, su progreso, su bienestar y las luces, que traerán el adelanto. que nace con la facilidad <le! intercambio y que. inmediat,unente vendrá, convirtiendo esa vía de Diamante á C11ruzú-Cuatiá en estratégica; en la fomm "única po.;iblc de ser excelente é imprescindible'' para la conservación r para el progreso del país. Si Entre Ríos hubiera continuado su ju�ta protesta. en l\'ez de acallarla por 2 y 112 miUones de pesos oro, hubiera -;alvado totalmente su interés y el bien de la patria. Si el desastroso proyecto illegara á consumarse. lo que hoy, que se conocen las razones opuestas á ello es casi inconcebible, la pro,·incia ele Corrientes perdería más que Entre Ríos; y l'vlisioncs. Chaco y Formosa. po­ co menos que Corrientes. aunque algo más que Jujuy. S:i.lta. 'J\1cumún, Córdoba y :\[cndoza y demás provin­ cias andinas. Si se Yende la vía férrea Diaman tc-Curnzú-Cuatiú, "cualquier otro ferrocarril de otra trocha que quiera es­ tablecerse en Entre Ríos, estará "obligacto·• á apartarse del espinazo de 1a mesopotamia. para obtener renclimien­ to, donde la producción no esté acaparada por esta \'Ía. ni por los otros ferrocarriles actuaies y proyectados. Será �sí sólo una línea com::ircana, obligada á extenderse


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entre los espacios dejados por las actuales vías y los ríos navegables. Por esto, aunq,ue después penetraran las otras empresas actuales de trocha ancha ó angosta, se desarrollarían mal, se apartarían de 1a dirección más cor­ formada por el espinazo de la mesopotamia, tendrían que soportar una competencia enorme con tlos ferroca­ rriles actuales de trocha media porque ellos la circundan y atraviesan; y de allí que aunque penetraran las otras trochas, lo que es absolutamente improbable en vez de tenerse un tratado estratégico excelente. sólo se tendría uno mediocre; en \·ez de tenerse al ejército con buenas piern2s para la giuerra, se le tendría con una pierna de palo. b) Hay aparatos aplicables al tren rodante que per­ miten que rodados de una trocha puedan �)e,netrar en otras; como es el tren presidencial. ( En el país hay tam­ bién un sistema argentino patentado y útil. <le i11\'enció11 de un distinguido y muy sensato jefe del ejército, el• señor ingeniero mayor Mosconi). Podría argumentarse que con la aplicación ele uno de esos sistemas en los F. F. C. C. de la RepúMica se solucionaba el asunto. Pero, no; por las ventajas que pueden dar esos aparatos es necesario también, cambiar la trocha ú r metro. en el ferrocarril <le Diamante ú Ou­ ruzú -Cua tiá. Efectivamente: ro Eil tren rodante que use dicho aparato (si es que las empresas lo emplearan en el futuro, lo que todavía es muy problemútico). podrá entrar á una vía mús an­ gosta; pero 110 ú una más ancha porque el eje sería cor­ to, y no se puede alargar. 20. Poniéndole trocha angosta ú .Ja vía estratégica indicada, 1podrán entrar en ella, "sin necesidad del apara­ to" todos los rodados de trocha angosta existentes en el país: que son numerosísimos y �uficientes para esta­ blecer con ellos un plan de transporte completo, y todos los ele trocha ancha. y media que lo usaran: y así entra­ rían en la vía estratégica trenes ele todas Jas regiones militares y 'comerciales del país.

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30. Si se dejara la vía estratégica dioha, con trocha media ó se Je pusiera trocha ancha, no podríap entrar en ella los trenes de trocha angosta de la 5a., 4a., y par­ te ele la 3a., 2a., y 1a. región, porque sus ejes 110 se pue­ den alargar. Para que pudieran entrar habría que cam­ biar todos los ejes ele máq1uinas, tenders, coches, vago­ nes, jaulas, chatas, etc., y esto cuesta muchos cientos de veces más que cambiar fa trocha á los •pocos kilómetros construidos, de dicha vía; que así, sería estratégica, be­ •.1eficiosa para el progreso del país y de buen rendi­ miento. Por otro 1lado, la aplicaición del tal aparato requie­ re que los puentes y pasajes que sean amurallados ó ele­ vados en sus lados ó barandas tengan un ancho suficien­ te para dar paso á los rodados de trochas más anchas, que son superiores á los de una menor. Se ve, pues, que por los talles sistemas de aparatos, es también conveniente que la trocha á dar al ferroca­ rril en cuestión, sea la angosta. c) Pudiera creerse en otra solución: la icolocación en la vía de un tercer riel intermedio, para los trenes de trocha angosta; pero esto, á más de ser mu�ho más ca­ ro que el cambio de trocha. no responde eficazmente. porque exige: nuevo riel, nuevas agujas, nuevos dur­ mientes de madera, en cambio de los de hierro emplea­ dos, nuevas comunicaciones subeterráneas, y en ellas colocación de nuevos ca1iles transmisores de cambios, nuevos sistemas de cambios, nuevos sistemas de seña­ les, más personal para el servicio, y ese personal más l'.'ompetente y práctico en sus tareas porque éstas se �1ax:en más complica<las. De todo eso resultan confusiones, menos seguridad y peligros para la uniforme circulación "permanente" de trenes; ilo que es de gran importancia en los trans­ portes militares, porque si un tren descarrila ó demora, se altera el servicio de todas las tropas, porque tienen puntos y minutos designados para embarque, desem­ barco, deS1Canso, bebida, comida, sueño, etc-, etc. d) Antes de exponer otras razones militares. diré


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qne podría argüirse que la unión internacional de ferro­ carriles, puede hacer desviar la dirección de exportación y el puerto de embarque de procluclos del litoral Norte hacia un país vecino. Responder si es perjudidal ó favorable para un país. el C!ue los productos de algunas regiones de su te­ rritorio busquen su salida por las víns de un país veci­ no, es asunto en el que debo decir "al buen callar llaman :--iancho··: pues no entiendo de protección ni de libre <.:ambio: pero sí, puedo decir que es enterarmente fúcil impedir la salida por medio ele una ley especial, si eso fuera conveniente; y, también agregaré, á pesar del di­ cho anterior. que no trepidaría en aconsejar á mi hijo que, si tiene como pagar el viaje, lo haga en eil coche ele un Yecino que siga buena \'Ía. en caso de que yéndose en el propio tuviera que cruzar muchos pantanos. (Ba­ dera exporta é importa por puertos austriacos, á pesar <le ser uno de los estados germánicos confederados y á • pesar de que Alemania es gran proteccionista). No pudiendo caber la duda de que se deshará "e'l cie· �o". "el ec¡uiYocado''. "el peligroso contrato ad referén­ dum'', y aunque no hay necesidad de dar más razones al respecto. reservo para el próximo y tal vez último nú­ mero. algunas de las otras razones mi1litares existentes. que servirún para dar el último empujón á ese "desas· uoso proyecto de venta'', y en\'iarlo de cabeza al ca­ nasto de papeles inútiles: pues con &l estamos expues­ tos á recibir la maldición de nuestros hijos, ó de los hijos ele nuestros hijos, por incapaces de prever, de garantir la paz, la seguridad. el progreso, la salud del puebio ar­ gentino.

v.

A parte de las numerosas y trascendentales razones militares expuestas en los artículos precedentes. las cua­ les demuestran e� "desastre" que para la defensa del país impli-caría la venta deil ferrocarril de. Diamante á Curu· zú-Cuatiá. hay muchas otras que, aun cuando hoy son ¡,articulares. no es posible publicarlas: por deberes ele argentino y por el bien del país, puesto que ellas pueden


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entrar y han de entrar en el futuro, entre los recursos se­ cretos de la defensa del Estado, y aún en las relaciones internacionales. Por edlo, el razona,miento hecho hasta ahora, con­ vincente como es , resulta muy inferior á lo que puede serlo, pues ha orillado lo principal, basándose en lo se­ cundario, en detaNes que, á pesar de todo, tienen el con­ siderable valor demostrado. Los consejos áulicos, con sus. resoluciones milita­ res, tomados lejos de1l teatro ele la �uerra, por gober­ nantes, no profesionales, han hecho "siempre'', que fra­ casen las operaciones ele los ejércitos. Por ello han reci­ bido dichos Consejos la ·condenación unánime de todos los grandes caipitanes y de todos los escritores técnicos . Tal vez el ejemplo que mejor demuestra lo perjudicial que son, es la larga cadena de fracasos, que por seguir­ los ha experimentado Austria. De ellos nace la ctisolu­ óón del antiguo j¡nperio de Alemania, presidido por la corona austriaca, y por la inutilidad de ellos ·se hÍzo la formación de la confederación germánica, nacida el 71, presidida por la Prusia, y formada por la política y pu110 de hierro de Bismarck, siustentada por un poderoso ejército, que obedecía, en absoluto, á la dirección de un jefe. Es común, que los hombres de gobierno <le Sos Es­ tados nuevos ó decrépitos, se crean estrategos y tácti­ cos; y de allí, que errando siempre en asuntos militares y en las necesidades de los ejércitos, preparan muchas veces desde la paz, el fracaso indefectible de las tropas en la guerra. La "concentración" acertada y rfüpida ele los ejérci­ tos, es, tal vez, el asunto más primordial para el éxito; y 1a lentitud ó fracaso de la concentraoción, constituye uno de los mayores males que contribuye, como peso enorme, á la derrota. Moltke ha dicho, que los errores cometidos en la concentración, son "enteramente difíci­ les" de subsanar en el resto de la campaña. No se necesita ser profeta ni Moltke, ni menos Na­ poleón, para predecir que una concentración de nuestras


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tropas, por las vías actuales de la M1esopotamia, será un _''fracaso seguro·•. Los ferrocarriles mesopotámicos son "incapaces" ele hacer la concentración ele ''sólo una·· de nuestras cin­ co divisiones, en menos de 15 días. Eso implica que si tal ferrocarril fuera empleado para concentrar todas nuestras tropas, ellas, "sin las rc­ �ervas", serían trasportadas cuando más pronto, "en <los 111escs y medio". Es necesario darse 'Cuenta de la "colosal importan­ cia" que esto tiene. ¿ Cuántos golpes, cu:tntos males, puede recibir el país, por este descuido, que implica el seguro fracaso de nuestra concentración, si la hace ante 1 11 enemigo preparado para la guerra? ¿ Quién será el "napoleoncito'' que pueda subsanar .,emejante mal, si no tiene el ,país un ferrocarril estraté­ gico como es debido? ¿ Se ha pensado, siquiera, en los millones y millo­ nes de pesos , que se gastarían en caso de una guerra, si �e ren11ncia ú tener el ferrocarril estratégico exceilentc, que. se quiere sacrificar por 1 .868.oOO pesos oro? ¿ Saben nuestros honorables y políticos hombres de Estado, no profesionales, que los actuales ferrocarriles ele la Mesopotamia son "absolutamente inútiles·• para el trasporte de tropas lhacia el Norte de Concordia; por­ que basta "un sólo cañón de campaña", aunque sea de ''modelo de veinte años atrás'', para innpedir desde la frontera vecina el trasporte hacia adeiante? ¿ Se clan cuenta de fa "colosal" importa11icia de este detalle? ¿ Se dan cuenta ahora, de que habría que mar­ char á ,pie hasta la zona elegida para iniciar las opera­ c-iones? ¿ Se dan cuenta del tiempo it emplear par reunir todas las tropas en la zona que se eligiera? ¿ Se dan cuenta de que "forzosam�nte" se impondría. hacer la concentración marichando á pie? ¿ Saben que en esa re­ gión sólo puede operarse en los meses de verano. cuan· ° do la temperatura es de 40 ó más, porque esa es ]a épo­ ca de seca y porque en las otras estaciones clel año to­ dos los ríos, bañados, pantanos y cañadones anegadizos, 1


-29que ocupan ,la mitad de la distancia de marcha, se ou1,reu de agua y de vegetadón, que Ílmposibilitan por completo el movimiento de 1.111 ejército? ¿ Se dan cuenta de los cientos de millones que habría que gastar en mi­ les de carros, en decenas de milles de caballos y de hom­ bres rpara carreros y caballerizos? ¿ Se dan cuenta de los millones que se gastarían en racionarlos y vestirlos? ¿ Se dan cuenta de los miJes de enfermos que se tendrían por falta de un ferrocarril estratégico y de los millones á gastar en hospitales, remedios, enfermeros, etc.? ¿ Han pensado que á pesar de la época seca, que dura solamente tres ó cuatro meses, algunos de los ríos y bañados, como e11 Miriñay. los Cuay grande y chico, el Aguapey, etc., crecen frecuentemente en verano, por4ue sus nacientes se originan en los bañados de las ,la­ gunas Iberá y Maloya, que se alimentan con las ,subidas del Paraná, el cual aumenta su nivel. de las aguas de las lluvias tropicales diarias dd estío? ¿ Se dan cuenta del ",obstáculo formidable", que di­ chos bañados constituyen? ¿ Se dan cuenta dd número de millones de ·pesos que se gastarían en puentes, en caminos, en personal para el arreglo y 'Cuidado de ellos? ¿ Se dan cuenta del número de bajas que tendría un ejército, del desastroso estado sanitario, del ,lastimero estado en que llegaría, si algún dia alcanzaba su fin? Hoy no estamos en la época en que un ejército se formaba con menos de dos mil paisanos, armados ele chuzos y sables, gineteando caballos crioaJos. ¿ Se clan cuenta que la defensa del país. "impone, imiperiosamente", á más de huen ejército y armada, vías estratégicas de comunicación? ¿ Se dan cuenta que por ttnos millones ele pesos que haya que gastar debe Hevarse, hay que lle_var y "se ha <le llevar", con el tiempo, la vía doble estratégica ferro­ viaria, única excelente, por la co1umna vertebral de la Mesopotamia, cruzando ríos y bañados y quebradas y lomas y cataratas, hasta el centro del confín NE. de Mi-


- 30siones? Así va á ser, por más cara que sea; no se nece­ sita ser Napoleón para predecirlo. l\1ás caro será lo que cueste, sin ella, llevar eil ejér­ cito sólo hasta el p,unto inicial de las operaciones: en el fatal y no imposible caso de guerra; y mucho más caro aún, será lo que sin ella, costará un ejército duran­ te una campaña. Puede "concebirse", acaso, que se pretenda reem­ plazar esa excelente ideal dirección, estratégica, por un ferrocarril económico? Pensar tai cosa .. es un sueño", que si desgraciadamente se realiza y si más desgracia­ damente aun, por la fatalidad del destino, se turba la paz del Estado, ''lo vamos á llorar con lágrimas ele san­ gre". ''Es necesario, es forzoso, es im1>rescindible'' que á la via férrea de Diamante á Ouruzú Cuatiá, se le cam­ bie trocha por la de un metro; se la hí).ga doble; se la continúe á través ele Corrientes , se lancen raimaies á to­ dos los puertos, especialmente del Paraná y lentamente se la siga prolongando hasta el confín NE. del país. Un trazado que de Curuzú Cuatiá siga 111:ts ó me­ nos por el paso San Antonio de allí por la lonja alta compren<licla entre los bañados Este del Iberá y los ba­ iia<los Oesté del rio Aguape.y, hasta cortar este río en Paso Concepción, seguir el río San Alonso para pene­ trar en Misiones, entre Apóstoles y San José y conti­ nuar faldeando las sierras del !man y de M�siones por sus caídos NO, hasta alcanzar el punto central confín NE. de Misiones, será caro; se g�starán muchos miHo­ nes: pero, asegurará al país; llevará la consolidación :iacional al centro y Norte de lla Mesoipotania, donde hoy se llama "Gringo" y se cree el mayor enemigo al porteño; donde hoy domina la población y espíritu <le! vecino del NE., como domina en Yapeyú, en Santo To­ mé, en La Cruz, en Garruchos y en los demás pueblos fronterizos; y como domina en 8 ele fos r4 departamen­ tos <le Misiones en los que no se conoce ni el idioma patrio, pues sólo se habla portugués y guaraní. Así, tanr !:iién. se va entregar á la civi�ización y á la agricultura,

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- 31 una <le las mejores regiones del mundo. para cultivo del arroz, de fa caña, del tabaco, del café, del cacao, de la yerba mate, del algodón, de la mandioca, de la uva, de las frutas tropicaies más apreciadas, como naranjas. ba­ nanas, chiriimoyas, ananás. etc., cte. Así se van á de�cu· urir cientos de otras cosas que darán riqueza. porque esa región, por ser ele formación geológica mús antigua que ninguna otra del país, ha de dar sorpresas en mine­ rales, de hierro, de manganeso, de cales, de mármoles, <le carbón. de metales preciosos y hasta no es i1nproba­ ble, de brillantes. Así se podrán substituir fos actuales obrajes de ma­ dera, que vivirán hasta que desaparezcan los úrboles de las costas , con otros situados en el corazón de ese paraí­ so terrenal. que á la ,·ez, se poblará de hoteles i;eranie­ gos, <le mansiones se11oriales y de sanalorios. donde irán á consolidar la ,;ida miles ele enfermos: con las aguas minerales; con el aire de las alturas: con la hcnmosura de los cuadros panorámicos ele la )[aturaleza soberbia· mente I ujuriosa. La venta proyectada. aún considerada como nego­ cio, tampoco daría al país sino "pérdidas··_ Hasta en el -:á:lculo de dinero. se cae en una equi,·ocación asombro­ sa; enteramente difícil <le comprencler. Efectivamente: Si se hiciera el desastroso disparate de Yender esa línea. imprescindible para la seguridad nacional. el Estado re­ cuperaría 1,868.000 pesos oro. Pero como por el proyec­ to se le dejan á la em1presa 4 bienios, ó sean 8 años pa­ ra el pago y como durante los 4 pri•meros años la em­ presa no pagará interés ninguno. resulta. que. como el Estado hace un ai10 que est:í pagando el interés y se­ guirá pagándolo al 5 por ciento. ila empresa recibe co­ mo primer regalo el interés a1 5 por ciento de ese capi­ tal durante 5 años: y como ese interés en un ai10 al­ canza á 93.400 pesos oro, en cinco años y sin contar la ,�apitalización de los intereses, recibirá 93.000 por 5. ig-ual á ..¡.67.000 pesos oro: equivalentes á T.061.363.63 pesos moneda nacional; que la empresa recibe como primer regalo, libre de poho y paja.


-32Si la empresa compradora tiene como pagar du­ rante los 4 primeros aiios, y los paga al final del 4° . aí10, lo cual es lo peor que para ·sus conveniencias puede ha­ cer, ha sacado de regalo más de un millón de pesos. Si no tiene para el pago, ó si teniendo, lo hace en la forma que se acostumbra casi siempre en operacio­ nes financieras, que es abonando una cuota fija anual <le amortización. abonará cada año un octa,·o del capi­ tal y á partir del final del cuarto año, en que abonará cuatro de las cuotas y echará en su bolsildo el millón y pico regalado en intereses. _'\I final del quinto año pagará otro octavo y los in­ t�rcses al 2 1!2 por ciento de solo cuatro octavos, que­ dando debiendo sólo tres octavos del capital de los que a fines ctel sexto año pagará uno y los intereses al 3 por ciento. de dichos tres octavos; quedando debiendo sÓ'lo dos octavos de los que al fin del séptimo año pagará t:no y los intereses al 3 rj2 por ciento; quedando de­ biendo un octavo, que Jo abonará al final del año ocho <'Oll el interés del 3 1j2 por ciento. Así. pues, el Estado le regala á la empresa: prime­ ro, peso 1.061.363.63 moneda nacional, y después le re­ �ala !la mitad del interés que el Estado paga en el quin­ ta aiio ele lo que á él le deba la empresa; dos quintos del interés que él paga en el sexto año; tres décimos ele •lo que él pagará de interés en el séptimo año y tres décimos de lo que él ,pagará de interés en el octavo aiio. En esa forma, el Estado paga, durante nueve años, el 5 por ciento. por dicho capital, y lo q,ue !a empresa le devuelve es sólo el uno con ·un veinticuatro avos por ciento ( I I j24 por ciento). Esta asombrosa confusión (puesto que dacia la pro­ bidad descollante de los personajes que nos gobiernan, no puede ser otra cosa), es lo que ha hecho decir al doctor Antonio C. Muzzio, en sus notab1es cartas al go­ bernador de Entre Ríos, que se le donará á Ja empresa ( si se consumara el imposil�lc y desastroso proyecto). I::t cantidad de diez á once millones de pesos; y, el doc-


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tor Muzzio tiene completa razón, porque aparte de lo Jicho, el Estado ha gastado en sueldos y gastos de ofi­ cina durante el estudio, durante el proyecto y durante la construcción de la vía, muohos otros cientos <le miles de pesos oro, que no se cuentan; como tampoco se cuen­ tan, debiendo contarse, los intereses de esos intereses y gastos, ni e'l tiempo que se ha empleado, lo que tam­ bién vaJe oro. ¿ Cuál es, pues, lo que gana el Estado? "Nada, ab­ !>Olutamente nada". El se perjudica, en dinero, en co­ mercio, en adelanto, en su consolidación, en sus relacio· nes interprovinciales, en su seguridad y en sus relacio­ nes internacionales . ¿ Cómo no se va á decir de un semejante contrato "ad referéndum", que es ciego, irreflexionado, perjudi­ cial y peligroso? ¿ Cómo no se va á decir eso, si él es hasta absurdo? ¿ Cómo no se va á afirmar que debe ser, que tiene que ser y "que va á ser" rechazado , dada la probidad desc�llante que caracteriza á los personajes que hoy dirigen al Estado? Tal proyecto es desastroso; es curiosamente ridícu­ lo para eQ país, que con su realización "se perjudicaría bajo todo punto de vista''; hasta peligrando su existen­ <.:ia; abandonando la úniica dirección excelente para dar­ le piernas á su defensa. Con él pierde la NaJCión, pier­ den enormemente Corrientes Mlisiones, el Chaco y For­ mosa; pierde Entre Ríos, á pesar de lo que se le rega­ le, y pierden todas las provincias argentinas aisllada· mente y en conjunto. Abandonar una tlínea hecha, imprescindible, per­ diendo, para hacer otra línea completamente inferior, innecesaria, secundaria, incapaz de asegurar la defensa del Estado, incapaz de ser estratégica, es un absurdo militar, que el país lo llorará, si lo hace. Si se hiciera esa desgraciada venta, el Estado reci­ biría r.868.ooo pesos oro, y regalaría á la empresa más del doble que esa cantidad; á Entre Ríos el doble: ,peli­ grará su existencia y se perjudicará su comercio, su na-


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cionalidad y sus relaciones amistosas con los vecinos. ¿ Puede concebirse taJI cosa? Si se consumara el ciego, el desastroso contrato "ad referémlLmn··, abandonaría e11 país sus intereses vi­ tales; nos expondríamos á recibir la maldición de las próximas generaciones; le pondríamos trabas ú las pier­ nas de la defensa del país, incapacitando al ejér-cito. en , ez de facilitarle el movimiento: se le pondría en con­ diciones de recibir sólo derrotas , en vez e.le prepararlo para la ,·ictoria. para el caso no imposible de tener que ,;elar por el honor é integridad de la patria, contra "quien ha t endiclo ya''. rieles estratégicos, hasta nues· tras fronteras; contra quien completa esas vías férreas é!brienclo picadas y caminos estratégkos; creando cam­ pos y colonias militares y cnarteles y policías militari· zaclas sobre nuestros límites. En ,·ez de 1hacer tal "disparate . , es imprescindibl�, es imperioso asegurar el movimiento de su defensa; c,,ue, sin YÍas estratégicas, es semi imposible; y, que si se ,·ende la línea Diamante-Curuzú Cuatiá es imposib'te reemplazarla por un ferrocarril económico. Somos y debe­ mos ser paicifistas: pero. creer en la paz eterna. en la paz del arbítraje, en la paz del derecho, sólo es un liris­ mo, porque el hombre siempre ha sido , es, y será hom· bre, y las na'Ciones sólo son conjuntos de ellos, con to­ das sus virtudes y ,pasiones. Si alguna vez llega ú rei­ nar en el mundo fa paz basada en el derecho y en la justicia, ocurrirá después <le pasar, muchos, muchos cientos ele ailos. Por eso, una nac1011 que no preYee su seguridad. su adelanto, su progreso; que abandona todo eslo por el gasto pequeño y momentáneo que puede darle el "dé­ úcit" de un ramal ele línea férrea, cuando gasta cien ve­ ces más en lujo y en fiestas, y cuando le sobra el dinero, si no es una nación degenerada. es muy poco menos. Gracias al cielo que estamos muy lejos de ello; y de allí que sólo pensando con ·tm poquito de sensatez, puede afirmarse, categóricamente. que este famoso contrato "ad referéndum", serú enviado por la rectitud de nues-


- 35 tras hombres dirigentes por su alta probidad descollan­ te, de ",cabeza" al canasto de papeles inútiles , aun sin conocer otras muchas razones militares, más importan­ tes aún, que no se publican, como lo he dicho, por de­ ber de patriotismo. pero que están á la disposición ele cualquiera de los personajes dirigentes del Estado. CIRO l)E l.i\ 11.\RCA.

\'é:iRc el NO VI eu •·La Prcns:l>• del din 25 de Noviembre,


ACTUALIDAD Por la seguridad y el progreso argentinos En una serie de artículos en que, como lo dijimos al anunciar1Jos, á falta <le pretensiones literarias exterio1 iza su autor profundos conocimientos de la materia que trata, nuestro colaborador "Ciro de la Barca'· ha pues­ to de relieve el grave error que se cometería al enaje· nar á una empresa privada el ferrocarril nacional en construcción entre el puerto de Diamante y Curuzú Cuatiá, á menos de que esa empresa se comprometiera :1 dar ú la línea la trocha de un metro, generalizada en las demás provincias, á l1Jeyarla hasta el límite N. E. de ;\,Jisiones y á extender ramales, desde la especie ele co­ lumna vertebral que ella constituirá, hacia los diversos puertos ele los ríos Paraná y Uruguay. Los sólidos argumentos desarrollaclos por nuestro colaborador, son ele carácter militar, en cuanto atañen a la defensa del país en caso de una guerra no imposi· hlc, aunque �mprobable; ele índole económica, pues prueba la conveniencia y urgencia de facilitar el inter­ cambio directo de productos entre las diversas regiones clel país y con las naciones limítrofes; y políticos, por último. tanto en lo que se refiere á las relaciones pura­ mente internas como las de todas con la capital fecleral­ Bajo el trip'lc aspecto, la argumentación de ''Ciro de la Barca" es sólida, rotunda , inconmovible: nadie ha in­ tentado refutatila . Militarmente ha demostrado que si, por desgracia, tuviéramos necesidad de concentrar un gran ejército en F.nt1·e Ríos, Corrientes y :'lfo,iones. tropezaríamos <:on la formidable barrera del río Paranú. lo cual nos obliga-


l -37ría á enormes pérdidas de tiempo y de dinero, para en­ contrarnos. después del pasaje, con que los trenes en servicio son insuficientes y, aún en el caso de poseer tantas máquinas, personal y tren rodante como fueran necesarios, podrían ser impunemente deshechos á caño­ nazos desde las costas extranjeras. A la primer mirada que fijamos en eil mapa de los ferrocarriles, observamos que el de Concordia á Santo Tomé sigue en toda su ex­ tensión la ribera del Uruguay. Se ha probado, y al respecto también basta mirar la carta topográíi,ca de Ja República, que la rica y ex­ tensa región mesopotámica está incapacitada para co­ mercia:· directamente con el resto del país, viéndose obligada á hacerlo con tripde trasbordo de los produc­ �os que exporta ó recibe, uno <le los cuales fluvial y dos ferroviari -os. Esta dificultad equivale á imposibilidad in­ superable, y de ahí se sigue que no mantenga relaciones ele este género con las provincias del Norte, de1l centro y <1'el Oeste. Políticamente se ha pueslo en evidencia que-Entre Ríos y Corrientes viven completamente aisladas ele sus hermanas de la ribera occidental del Paraná, no exis­ tiendo intercambio de hombres y de ideas por lo mismo que no lo hay de productos, y sin más vínculos ele unión entre unas y otras que los morales establecidos por la Constitución Federal y >los poderes creados por dla. A 1;0 ser esos vínculos y la divulgación ele noticias y doc­ trinas hecha por la prensa bonaerense, diríase que se trata de países extraños y remotos, más bien que de fracciones opulentas y gloriosas de la patria común. Y todo esto , tan fundamental, tan grave, de tan in­ iinita trascendenicia para el porvenir argentino. ha po­ dido y debido ,ser evitado sin más que uniformar la tro­ ciha de los ferrocarriles· mesopotámicos á la predominan­ te en los del resto de la Nación. Con Ua de un metro. suponiendo construída ,la línea central ·mesopotámica hasta el límite N- E. y su natural complemento de ra­ males hasta los puertos, los misioneros, correntinos y entrerrianos podrían viajar directamente y sin cambiar


-38de vagón hasta la cordillera de. los Andes, hasta Chi�e, hasta Bolivia. Mirando el asunto desde las provincias occidenta­ les del Paraná se ve que con simpiles "ferryboats" en los diversos puertos llamados á conexionar las lineas, quedaría establecido el entroncamiento de nas vía.s des­ de la Quiaca y Mencloza hasta el Brasil, República <le) Uruguay y Paraguay. Este "descubrimeinto" es tan claro y sencil1l,o, según lo dijimos en otra oportunidad, como la prueba del huevo de Colón. Cualquiera ha po· dido hacerlo, pero es justo reconocer que el Colón del problema argentino ha siclo "Ciro ele la Barca". Ni el Poder Ejecutivo, ni el Congreso, ni el perio­ dismo, confesémoslo francamente habían parado aten· c.ión en el asunto. Sin embargo, es vitaíl. afecta al pre­ sente y al porvenir de la patria, hasta las más remotas generaciones. Todos estamos interesados en resolverlo de acuerdo con las conveniencias argentinas, y á nadie más que á Oos representantes de Entre Ríos y Corrien­ tes ante el parlamento. corresponde llevar el cmwenci­ miento al ánimo de sus colegas. del Ministro de Obras Públicas y del mismo Presidente della Nación. Véndase la línea, si se quiere, pero sujétese su construcción á un plan que . consulte las necesidades •militares, económi­ cas y políticas evidenciadas. Los poderes públlicos tienen el deber moral de es· cuchar las voces de la opinión. vengan de donde vinie­ sen. y el más humilde. el más desconO'ciclo de los argen­ tinos. puede concebir ideas duminosa.s dignas de ser es­ tudiadas en los altos consejos del gobierno. Tal sucede en esta circunstancia. LA PRENSA interesa la inteli­ gencia y el patriotismo de los mandatarios en favor <le la tesis sustentada. Sería. un error . un delito y, acaso. pudiera en el futuro Hamarse crimen. el desoír por mal entendido amor propio las voces de la �)rttdencia. de la ciencia y de fa justicia. Jan7.ada por una colaboración técnica y patriótica. Tal es nuestro modo de pensar. ,.L.!. Prensa», Noviembre n de

1911.


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