Unidad did谩ctica Periodo de adaptaci贸n.
05/09/2011
1. JUSTIFICACIÓN.
El primer día de clase es una jornada muy importante para cualquier niño/a, implica un cambio radical en todos los aspectos, pues significa salir del mundo familiar en el que se siente seguro y protegido y en el que actúa según unos códigos que ya conoce. Su círculo de relaciones empezará a ampliarse considerablemente. Podemos hablar de nuevas relaciones del niño/a con el espacio y los objetos, con los adultos y con otros niños/as (individualmente y en grupo). A veces, este cambio presenta una dificultad para el niño/a porque implica una separación de su círculo familiar. La manera en que supere esta dificultad influirá en su visión de la escuela, en su actitud ante la escolaridad y ante el proceso de enseñanza-aprendizaje y, evidentemente, en sus posteriores relaciones sociales. Por eso, es muy importante que tanto los educadores como las familias sean conscientes de que el comienzo de la escolaridad es un periodo crucial para el niño/a, en el que deben implicarse; es decir, asumir responsabilidades y hacer las cosas de común acuerdo para garantizar una adecuada incorporación a la escuela.
2. TEMPORALIZACIÓN. Temporalización; mes de septiembre. Duración; desde inicios del curso escolar, hasta finales del mes de septiembre.
Aunque el periodo de adaptación en el centro dura aproximadamente el mes de septiembre, nosotras no lo damos por finalizado hasta que vemos que el niño/a se siente a gusto, integrado y feliz en la escuela. Cuando vemos que interactúa con sus iguales, cuando juega y se relaciona con normalidad con los adultos que estamos en el aula. Un planteamiento serio y respetuoso con las características de los niños/as de dos años me obliga a plantearme al menos dos cuestiones; las necesidades infantiles y las necesidades de las familias.
3. ¿Qué ES EL PERIODO DE ADAPTACIÓN?
La entrada en la Escuela Infantil supone un importante cambio; implica la salida del mundo familiar donde el niño/a ocupa un rol definido, donde se relaciona basándose en unos códigos determinados y en donde se mueve en un espacio seguro, conocido y protegido. El periodo de adaptación a la escuela supone un tiempo de conflicto interno para el niño/a, ya que vive la ansiedad de la separación familiar, que es física pero, sobre todo, afectiva. Además, el niño/a no tiene una conciencia espaciotemporal clara y, por eso, no sabe donde está, cuanto tiempo permanecerá lejos de la familia, cuando vendrá a buscarle..., lo que puede generar en él sentimientos de angustia, inseguridad o abandono. Si el entorno es favorable, este conflicto irá unido al descubrimiento de lo positivo de las nuevas relaciones. Así pues, este periodo se caracteriza por los sentimientos contradictorios, los avances y los retrocesos, las idas y las vueltas, la aceptación y el rechazo. En este proceso, la labor del educador y de la familia consistirá en intentar ayudar al niño/a a resolver el conflicto surgido al iniciar el curso escolar, convirtiendo este momento inicial en una fuente de experiencias que conduzcan a su autoafirmación. El periodo de adaptación es un proceso que requiere un tiempo determinado, que no será el mismo para todos los niños/as; hablar de proceso es, por tanto, hablar también de ritmos individuales. Aunque el periodo de adaptación en nuestro centro dura aproximadamente el mes de septiembre, nosotras no lo damos por finalizado hasta que vemos que el niño/a se siente a gusto, integrado y feliz en la escuela, cuando vemos que interactúa con sus iguales, cuando juega, se relaciona con normalidad con los adultos que estamos en el aula, cuando las experiencias de vida van de casa a la escuela y de la casa a la escuela.
¿QUIENES SE ADAPTAN?
EL NIÑO Y LA NIÑA. Como ya he comentado, el niño/a sale de su mundo familiar, de un entorno en el que se siente protegido, querido, en el que conoce los códigos y los roles establecidos, en el que él/ella
es el centro de atención y pasa a
formar parte de un grupo en el que hay más niños/as como él/ella, en un espacio que no conoce, con unos materiales diferentes y con unos adultos que nunca ha visto y que de momento no son garantía de su confianza. Por lo tanto, es necesario crear un entorno positivo para que los sentimientos positivos del primer contacto alternen con sentimientos positivos nuevos, hasta conseguir que los últimos predominen. LOS PADRES Y MADRES. La familia ha decidido, por motivos muy diversos, la incorporación de sus hijos/as al centro escolar, pero la llegada del momento de dejarles en el colegio les produce muchas veces angustias, sentimientos de culpabilidad, les entristece y hasta en algunos casos, se plantea duda en su decisión. Por ello, la familia también tendrá que adaptarse, porque hay un cambio de situación que le afecta directamente y porque ha de aportar al niño/a la seguridad necesaria para llevar a cabo el proceso correctamente. LAS MAESTRAS Y MAESTROS. Cada comienzo de curso es motivo de alegría, de retos, de experiencias para los maestros/as. Cuando llegan los niños/as que no conocemos estamos en un momento de espera. Esperar a ver cómo son, cómo interactúan con el espacio y con los materiales que hemos preparado, también esperar a ver cuántos lloros vamos a tener, cuantas pataletas... Todos queremos dar a cada uno lo que necesita cada momento, un abrazo, jugar con él/ella un rato, acompañarles en los nuevos descubrimientos, establecer vínculo afectivo que le haga sentirse seguro en este nuevo entorno. Pero todo esto se no consigue el primer día de clase, hay que dar tiempo al tiempo. Tanto los educadores/as como la escuela, debemos tener la capacidad de acomodarnos a cada niño/a, a su ritmo, a su individualidad. La escuela es una estructura abierta con planteamientos flexibles, capaz de adaptarse a cada niño/a y debe estar dispuesta en todo momento a favorecer la comunicación con la familia, facilitando así el proceso.
5. OBJETIVOS. Los objetivos fundamentales del periodo de adaptación son tres: 1. Adaptación al educador.
Para ayudar a los niños/as a conseguir este objetivo, como educadora deberé: Conocer a cada niño/a antes de su llegada al Centro, a través de una entrevista con los padres. Manifestar actitudes afectuosas y cálidas al recibir al niño7a, para disipar ansiedades y angustias. Crear un clima de seguridad individual y colectiva en el aula. Ofrecer respuestas serenas ante reacciones del niño7a que exterioricen su inadaptación inicial; llantos, rabietas, etc. Prestar una atención individualizada, aunque no exclusiva, a cada niño7a. 2. Adaptación al grupo. Tendré que proponer actividades en relación al grupo a medida que los niños/as vayan adaptándose. Por tanto deberé tratar de: Entender que el egocentrismo es propio de esta edad y ayudarles a superarlo. Para ello, puedo proponer actividades en las que participa más de un niño/a; recoger juntos material, repartir la galleta del desayuno… Asumir que la agresividad es un comportamiento normal en esta etapa, muchas veces, incluso una manera de relacionarse. Por tanto, tendré que poner límites de forma serena y sin tensiones. Fomentar las relaciones entre niños/as.
3. Adaptación al nuevo espacio y a los objetos. Realizar actividades para que los niños/as se familiaricen con el espacio del aula y los objetos que hay en ella, de modo que hagan suyo el espacio. Enseñar progresivamente a los niños/as otras dependencias de la escuela para que puedan ampliar su campo de acción; los servicios, el patio, el comedor…
6. CONTENIDOS.
Contenidos o educación en valores.
EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y PARA LA CONVIVENCIA. Solidaridad y respeto hacia los otros (compartir, saber esperar, atender...). Cualquier situación de conflicto entre los niño/as nos puede ser útil para favorecer un modelo de convivencia positivo, ya que partiendo del propio conflicto, podemos reflexionar con los niños/as sobre sus causas y sus posibles soluciones. Nuestro quehacer cotidiano se vuelve un patrón permanente en el modo de hacer de los niños/as que nos contemplan, ya sea al dirigirnos a ellos, ya sea en el trato a otros adultos. EDUCACIÓN PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DE AMBOS SEXOS. Intentaré orientar las actividades, los espacios y los materiales de ambientación del aula y del juego para no proyectar estereotipos y se produzca una aceptación de las diferentes características corporales sexuales por parte de los niños/as. EDUCACIÓN PARA LA SALUD. Importancia de las rutinas en esta edad. Garantizar una alimentación adecuada y equilibrada, unos horarios de descanso, permanecer atentos a los estados de ánimo de los niños/as y mantener unos hábitos higiénicos son algunos de los elementos imprescindibles para favorecer una vida sana. EDUCACIÓN PARA LA DIVERSIDAD. Intentamos que los niños/as vivan con naturalidad los hechos que nos distinguen a unos de otros. Por eso, los materiales, los juegos, las actividades, irán dirigidos hacia ese objetivo, intentando que exista diversidad.
7. METODOLOGÍA. 7.1 PRINCIPIOS METODOLÓGICOS. Para posibilitar el placer de aprender es necesario respetar las necesidades que cada niño/a tienen. Partiendo de la consideración de que los niños/as de dos años necesitan; afecto, aceptación y respeto; cubrir sus necesidades fisiológicas, jugar y moverse, interiorizar una imagen positiva y ajustada de sí mismos, ir conquistando autonomía en sus actividades habituales, expresar sus sentimientos, emociones y necesidades; comprender los sentimientos, emociones y necesidades de los demás; ampliar el ámbito de sus relaciones
sociales, observar, explorar, descubrir, interpretar, manipular e intervenir en su entorno físico y social, etc., considero que la metodología debe basarse en unos principios. Todos los presupuestos de los que partimos se materializan en un campo teórico (teoría constructivista), cuyos ingredientes fundamentales apoyan se apoyan en los principios del enfoque: Comunicativo, participativo, social-cultural y afectivo. Partimos de la base de que el alumno/a no aprende en solitario, sino con la influencia de los otros, en interacción con el medio, por esa razón tenemos que considerar que: - Tiene que existir una conexión entre la escuela y el entorno (educación formal/no formal). - Los aprendizajes están en el contexto, en la sociedad, en la cultura. - Se tiene que contemplar la funcionalidad del aprendizaje (su uso, su sentido, su valor). - Se necesitan procesos de
relación, de interacción para construir
conocimiento. - La comunicación es la base del aprendizaje. - Nos tendríamos que situar junto al niño7a e intentar comprender que pasa por su mente, e irle prestando la mejor ayuda y asistencia en el proceso de construcción del conocimiento. - Crear un clima relacional adecuado, de seguridad y confianza afectiva y emocional, relajado y que le potencie su autoestima, autoconcepto, competencia personal y social, etc. confianza en el mismo y los demás. Principios didácticos que atienden y guían nuestra acción. El aprendizaje como proceso. - Partimos de una idea positiva del aprender, pues confiamos en su evolución y nunca se nos ocurriría partir del error como algo negativo, sino como fuente de aprendizaje. - Siempre se aprende, siempre hay evolución en función de lo que se sabía. - Lo importante no está en el resultado sino en el proceso. - Es un proceso activo en el cual se construyen nuevas ideas, conceptos basados en sus conocimientos anteriores.
Atención a la diversidad. - Cada niño/a parte de un nivel de desarrollo, de una situación diferente y de un saber diferenciado. - Tiene sus propios conocimientos previos. - En función de sus ideas previas, de su competencia y de su capacidad va avanzando. - Cada niño/a tiene su propio ritmo de aprendizaje y su propio estilo de aprender. Posibilidad de que el niño/a controle su propio aprendizaje. - Hay que diseñar contextos en los que los niños/as estén implicados en la planificación. - La tarea tiene que tener sentido, funcionalidad clara, tiene que servir para algo. - La actividad tiene que suscitar por si misma la curiosidad y el interés del niño/a. - El niño/a tiene que estar motivado, tiene que partir del deseo de la realización. Aprendizajes compartidos. - El niño/a no aprende sólo, aprende en comunidad. - No aprende a partir de la transmisión del maestro. Nuestra función no es la de trasmitir conocimientos, nuestro papel es ayudar a que reelabore los errores conceptuales o las disfunciones que tiene y eso lo hace mejor desde un trabajo cooperativo. - Los aprendizajes se enriquecen más si son compartidos y en un proceso de interacción. Principio de Globalización. Responde a visiones globales no parciales de las realidades. Utilizando estrategias globalizadoras donde los aprendizajes no se presenten de forma aislada, siendo necesario reconocer y potenciar de forma intencional y relacionada las capacidades afectivas, cognitivas, motrices y sociales, dando una respuesta coherente, especifica y global a estas necesidades infantiles. La globalización desde el punto de vista del aprendizaje supone realizar propuestas de trabajo (rincones, centros de interés, talleres o pequeñas investigaciones) que respeten el natural deseo de los niños/as de aprender,
provocando aprendizajes significativos, partiendo de sus interese, ideas y conocimientos. Individualización de la enseñanza. - El diseño de las propuestas educativas debe tener presente la variedad intrínseca del alumnado, derivada de sus peculiaridades personales. Para esto debemos conocer el punto de partida de cada niño/a respecto a sus capacidades, intereses, etc., para ofrecer intervenciones específicas en el marco de los diseños globales. La interacción. En este sentido, la interacción con el entorno, con sus iguales y los adultos resulta decisiva. La vida en un grupo estable facilita el desarrollo global de cada uno de los niños/as que lo componen. El juego. A través del juego, los niños/as adquieren y desarrollan las capacidades expresivas orales, gestuales, corporales y plásticas; desarrollan sus órganos, su motricidad y adquieren habilidades y destrezas; elaboran su identidad y autonomía y alcanzan mayor grado de socialización; elaboran su imaginación y fantasía y proyectan y reconstruyen sus conflictos. Durante esta etapa, el juego de los niños/as es paralelo y de exploración, al que paulatinamente se va incorporando la representación, por lo que son idóneas las situaciones en las que se combinan experiencias de distintos objetos, con el cuerpo, construcciones, con el agua, con la tierra, de imitación, etc. Un papel primordial es el nuestro, con el adulto el niño7a puede llegar siempre un poco más lejos, plantearse nuevos retos, además de proporcionarle una carga de seguridad y confianza que hacen posible, después, el juego en solitario y entre iguales. Aprendizajes significativos. La existencia de estos aprendizajes significativos se va a garantizar con la creación de contextos que favorezcan el intercambio, estableciendo relaciones afectivas, compartiendo y consensuando normas, límites, con contenidos claros, coherentes y organizados. Se precisa también de un profundo conocimiento de los niños/as que nos permita planificar estrategias de enseñanza-aprendizaje de acuerdo a sus necesidades, intereses y nivel de
desarrollo. Además, este principio exige trabajar y potenciar la memoria comprensiva, al conectar lo que ya saben a otras situaciones, relacionando, asociando y clasificando. Dirigiéndose a facilitar aprendizajes autónomos, propiciando la curiosidad y el descubrimiento de lo que aún no conocen, acercando a los niños/as a ideas y conceptos que poco a poco van a incorporar a su aprendizaje. Principio de actividad. - El aprendizaje requiere una fuerte actividad mental. - Requiere poner en juego todos los procedimientos, por lo que implica desarrollar sus propias habilidades y estrategias cognitivas diferentes en todas las personas, las cuales les sirven para aprender y crear su propio estilo de aprendizaje. - Aprendemos por asociación, no por aprendizajes mecánicos y repetitivos. - El niño/a es el autentico protagonista del propio proceso de aprendizaje. Principio de comunicación. - Es necesario crear espacios para la comunicación. - Es necesario que haya siempre verbalización de lo aprendido.
Aunque el currículo de la Etapa, nos ofrece los contenidos agrupados en torno a áreas o ámbitos, mi trabajo con ellos en el proceso de enseñanzaaprendizaje debe tener un enfoque globalizador. El principio de globalización supone, ante todo, establecer múltiples conexiones entre lo nuevo y lo sabido, el aprendizaje no se produce por la mera suma o acumulación de nuevos conocimientos a los que ya posee la persona que aprende. Se trata, por tanto, de un proceso global de acercamiento del individuo a la realidad que quiere conocer, que será más fructífero en tanto que le permita establecer relaciones y construir significados más amplios y diversificados. Se trata también de comprender que cada niño/a es un ser único en el que se engloban, sin separación y profundamente implicadas, todas sus capacidades, y al que hay que contemplar y apoyar en todo su ser. También quiero destacar dos puntos muy importantes; nuestro papel y las relaciones con las familias. Nuestro papel:
En los primeros años de vida del niño/a, dependen de la sensibilidad de los adultos para satisfacer sus necesidades básicas y sus deseos. Por lo que, los aspectos afectivos y de relación tienen especial relevancia en este nivel, aunque también en otras etapas educativas. Es necesario crear un clima de confianza y seguridad para todos y cada uno de los niños/as. Nuestra capacidad de escucha, la posibilidad de sentirse valorado, estimulado y querido ayudarán a que el alumnado pueda desarrollarse integralmente. Llevamos a cabo una labor preventiva que permite tanto la detección precoz de factores diversos que pueden obstaculizar el desarrollo, como la intervención que contribuya a paliarlos. Por otra parte, en lo que respecta al apoyo en el aula de una técnico, pienso que habría que definir, no las funciones específicas de cada una, sino la intención o actitud de todos los que estamos implicados en el aula. El papel de la persona de apoyo no está en atender lo “asistencial” puramente. Todo esto es también de carácter educativo. A los niños/as se les educa por las experiencias de la vida cotidiana y es labor de ambas profesionales el conseguirlo. La educación a los dos años implica todo, a través de una relación de juego, de sentimientos, de confianza, de seguridad emocional, etc., se ayuda al niño7a a ser independiente, y todo esto a partir de acciones diarias como la comida, el aseo, el control de esfínteres, el juego, el cuento, la manipulación, las observaciones, etc. Introducir un aula de dos años en la escuela, es implicar a todos los profesionales para poder responder a los cuidados y necesidades de todos los niños/as. Papel del educador/a. El papel del educador/a es fundamental en este periodo de adaptación, por ello me fijo en unas claves. La actitud: debe de ser receptiva, que dé cabida a todos los niños/as y, a la vez, a cada uno/a con su personalidad concreta. Flexibilidad, proximidad, atención e interés son elementos que permitirán al niño/a ir interiorizando el espacio, el grupo, el tiempo y a la maestra.
La referencia psicoafectiva: como maestra tendré que transmitir al niño/a que comprendo sus sentimientos, a la vez que deberé poner límites a algunas conductas. La programación: debe plantearse desde la comprensión de la edad que tienen los niños/as y el periodo en el que se encuentran. Habrá que dejar tiempo para que jueguen libremente, para que se relacionen con los demás y también para la observación detallada como fuente de información del proceso de cada niño/a. El contacto con las familias: es imprescindible para lograr un proceso de adaptación fluido, siendo fácil cuando el maestro/a conoce a la familia del niño/a y recoge así, la primera información detallada sobre él o ella. Las relaciones con las familias. Todos somos conscientes de que la familia desempeña un papel crucial en el desarrollo del niño/a, es a ella a quien corresponde en primer lugar la responsabilidad educativa como agente primario de socialización. A la escuela corresponde
colaborar
con
las
familias
y
complementar
su
labor,
proporcionando a los niños/as experiencias que potencien su desarrollo personal completo. En esta etapa, las relaciones entre ambas cobran un mayor relieve. La colaboración entre familia-escuela, será eficaz si ambas inciden de manera coordinada, cada uno desde su ámbito de experiencia, en todos los aspectos del desarrollo infantil. Para facilitar el intercambio mutuo, hemos usado: El contacto periódico con cada familia en diferentes momentos del curso, utilizándose para ello la entrevista. La primera antes de comenzar el curso, con el fin de recabar información sobre el niño/a. La segunda a mediados de curso para comentar los avances, escuchar sus valoraciones, comentar algún problema que haya aparecido, etc. y la tercera al final del curso en la que repasaremos un poco el informe final de cada niño/a. El contacto periódico con las familias para transmitirles información sobre aspectos como salidas, talleres, sobre cuando van a recibir informes, etc. El contacto diario uno de los momentos más importantes de las relaciones familia-escuela-niño/a. En este contacto es donde abordamos las cuestiones relevantes del día (comida, sueño, control esfínteres, adaptación, etc.)
También se establece un día y una hora de visita, de forma que cada familia pueda acercarse al centro voluntariamente, bien para demandar alguna información o para facilitarla.
7.2 DESARROLLO DEL PERIODO DE ADAPTACIÓN. El tiempo dedicado al periodo de adaptación es muy importante, por lo que debemos organizarlo muy bien. Conocimiento de la escuela por parte de los padres y madres. El periodo de adaptación comienza desde el momento que las familias acuden a visitar el centro en septiembre. Antes del comienzo del curso se realiza la primera reunión general con todas las familias. En esta reunión, abordamos aspectos relativos a la organización, a los horarios, a los objetivos marcados, a la alimentación, al sueño, enfermedades, a la implicación de las familias y también por supuesto, al periodo de adaptación (dando pautas a seguir). Les explicaremos lo que supone el periodo de adaptación, el para que y por que del mismo. Les daremos una circular explicativa por si surgen más dudas y además aprovechamos para darles un cuestionario de la entrevista individual y les invitamos a rellenarlo en casa los dos juntos. Cuando los padres asisten a la primera entrevista personal con la profesora y técnico, antes del comienzo del curso, pedimos que lleven a su hijo/a, para que tenga una primera toma de contacto con el colegio-aula-educadoras. Durante todo el mes de septiembre, los padres o alguna persona de apego al niño/a, debe acudir a clase con él/ella. Les daremos pautas en la entrevista personal para seguir esos días. Algo muy importante que les resaltamos, es que cuando estos lleguen al aula con sus hijos/as intenten traerlo de la mano, que cuando nos vayan a dar al niño/a, no tengamos que quitárselos de los brazos, los niños/as entienden que los “arrancamos” de sus padres y no queremos que piensen eso. Pediremos de su colaboración para que traigan desde el primer día, una caja con objetos de apego del niño/a, para dejar en el aula y que el niño/a pueda tener en el momento que desee junto a él/ella. Esta caja va a ser “la caja de los secretos”. Y nos va ayudar mucho en este periodo, ya que cuando las
familias ya no estén en el aula, los niños/as podrán tener consigo ese objeto de apego que llene su lugar. Los padres van a saber que en este periodo de adaptación, van a estar con sus hijos, explorando el aula, su material, el patio, etc. pero que cuando se vayan a ir, deben de avisar al niño/a de su marcha, que sepan los niños/as que se van y que luego vuelven y no que de repente se vean abandonados por sus padres. La primera semana los padres solo estarán acompañando a los niño/as en su exploración por el nuevo espacio a conocer. La segunda semana, colaboraran con la maestra en la asamblea y haciendo pequeños murales para el aula (mural de las fotos de la familia, mural de bienvenida con las manos de los niños/as). La última semana ya serán menos activos en el proceso de adaptación al espacio, ya que se sentarán en una zona del aula, donde podrán ver y decir cosas a sus hijos/as, pero ya dejaran más libertad, dentro de lo posible a sus hijos/as. Conocimiento de la escuela por parte de los niños/as. Creemos que los padres van a entender la importancia para la adaptación del niño/a de la entrada escalonada durante las dos primeras semanas. Es decir, se van a hacer grupos de nueve niños/as que acuden a clase durante una hora. Poco a poco vamos aumentando el tiempo de permanencia en el aula. Como ya he mencionado durante este periodo los niños/as vienen acompañados de una persona que les de seguridad, bien sea el padre, madre o algún familiar cercano. Con esto perseguimos estos objetivos: -
Para que el niño/a no tenga ese sentimiento de abandono por parte de los padres, en un lugar que no conocen, sino que por el contrario, tenga la vivencia de que sus padres participan también en la nueva experiencia, aceptándola.
-
Para que el niño/a vaya haciendo suyo el ambiente dentro del clima de seguridad que les da la presencia de los padres.
-
Para que los padres conozcan de forma directa lo que va a ser la vida del niño/a en la escuela. Van a conocer los objetos que van a manipular sus hijos/as, los espacios, recursos, etc., así como el establecimiento del vínculo de confianza entre el niño/a y las educadoras del aula.
-
Para que nosotras podamos establecer una relación más personal con el niño/a y podamos observar más detenidamente tanto al niño/a como la forma en que se relaciona con sus padres.
Tanto nosotras, como los padres tenemos que analizar cuándo el niño/a puede ir permaneciendo más tiempo en la escuela e ir introduciendo un horario normal, así como la siesta y la comida.
Observación y análisis del desarrollo. Los primeros días los niños/as se encuentran con un entorno desconocido pero especialmente preparado para ellos, con juguetes nuevos que les invitamos a descubrir, con un espacio que conocer y en el que ubicarse. Las reacciones al respecto pueden ser muy diversas; los hay que lloran, que tienen pataletas, otros se aíslan, otros están bien, otros tienen una regresión en el control de esfínteres, etc. Nosotras vamos actuando según las necesidades de cada niño/a. Los primeros días los padres permanecen un rato en el aula
8. ORGANIZACIÓN. 8.1 EL TIEMPO. La organización del tiempo será flexible y atendiendo a las necesidades de mis alumnos/as y a las características propias de la edad. El tiempo deberá distribuirse de forma: o Equilibrada y diversificada de modo que permita tiempos de atención individual y colectiva. o Que respete diferentes ritmos de trabajo, atención y reposo. o Flexible y a la vez clara y estable para que dé seguridad y ayude en el proceso de interiorización espacio-temporal. o Intencional y planificada para que lo que ocurra sea previsible, aunque puedan incorporarse modificaciones a partir de las propuestas de las personas adultas o de los niños/as.
En la programación de esta unidad didáctica preveo tiempos para:
Decorar la clase y organizar recursos y materiales que hay en ella y que puedo aportar. Rutinas y hábitos. Asamblea o corro. Descanso y relajación. Juego de forma individual o colectiva, de manera libre o dirigida. Trabajar de manera individualizada o grupal. Realizar salidas a otras partes o instalaciones del centro. Jugar al aire libre. La participación y atención a las familias. Por ello, el horario, como los espacios se verán modificados en función de las características peculiares del grupo, del momento del curso, etc. Por lo tanto, no puedo realizar una propuesta rígida, sino mencionar los momentos clave que a lo largo de una jornada escolar es preciso considerar con los niños/as de 2 años y que tendré que adaptar a mi realidad concreta, ya mencionada en la programación. Especial importancia de las rutinas y hábitos que se irán iniciando en la unidad a modo de facilitar la adaptación. Momento de entrada o acogida. Tiempo para los saludos individuales, tratando de dedicar un rato personal con cada niño/a y sus familias. Trabajaré rutinas y hábitos como colgar el abrigo, ponerse el babi, etc. Momento de juego. Los niño/as disfrutan de los materiales y construyen relaciones. Momento de encuentro colectivo. Asamblea en la zona de la alfombra. Se hace el saludo colectivo, cantamos las canciones de todos los días, calendario, etc. Momento de recoger. Recogemos el aula. Este momento le “marca”, la canción de “A recoger”. Momento de desayunar. Momento de comer una galleta, más adelante fruta, manera de acercar los alimentos al niño/a en el aula. Momento de higiene. Muchos niños/as se están iniciando en el control de esfínteres y es necesario dedicarles el tiempo necesario para conseguirlo. Además de los hábitos de higiene fundamentales (lavar manos para comer, limpiarse la cara, sonarse los mocos...)
Momento despedida. Siempre acompa帽ado este tiempo con alguna canci贸n y un cuento que ayude a la construcci贸n de un momento especial en el d铆a. HORARIO EN ESTE PERIODO.
8.2 LOS ESPACIOS Y MATERIALES. La organización del espacio debe ser tenida en cuenta como una variable que repercute e incide en el proceso de enseñanza-aprendizaje y que refleja nuestro modelo educativo. Por tanto, es necesario que el espacio del aula tenga en cuenta las necesidades de los niños/as en esta etapa, haciendoles posible la actividad autónoma o la acción compartida en grupos. Para conseguirlo nos basaremos en unos criterios atendiendo a las necesidades de los niños/as: -
Necesidades fisiologicas.
-
Necesidades afectivas.
-
Necesaidades de autonomia.
-
Necesidades de socialización.
-
Necesidades de movimiento.
-
Necesidades de juego.
-
Necesidades de expresión.
-
Necesidades de descubrimiento.
-
Necesidades de conocer su propio cuerpo y situarse en el espacio y en el tiempo.
Ofreceré a mis alumnos/as un espacio: -
Sano y seguro.
-
Estético, atractivo y tranquilo.
-
No estático, funcional y adaptable.
-
Que potencie todos los aspectos del desarrollo del niño/a.
-
Que refleje la vida del grupo social.
-
Que tenga en cuenta la diversidad de las personas que lo utilizan.
-
Que responda a las necesidades de estos niños7as desde el conjunto de las diferentes zonas de aprendizaje.
En cuanto al aula, hay que tener en cuenta que es donde van a pasar la mayor parte de su tiempo, convirtiendose así en su lugar de referencia. Por todo ello, intentamos ofrecer espacios para el grupo grande, grupo pequeño y para el trabajo y reposo individual. Así mismo, además de los pequeños espacios estructurados, ha sido necesario ofrecerles un espacio diafano que favoreciera los desplazamientos amplios. Delimitar zonas donde el niño/a pueda aislarse y otras donde pueda relacionarse con los demás.
Los espacios se distribuyen siguiendo la metodologia de los rincones. Es una metodologia de juego-trabajo con los niños/as cuyas carateristicas son; Permitir el juego libre, simbolico, individual o en pequeño grupo. Mi papel como educadora es de invitar. Proponer, sugerir, observar, estructurar el espacio y los materiales. Yo no intervengo salvo en casos necesarios.
El aula se distribuye en estas zonas; zona de la alfombra, zona de juego simbolico, zona para el movimiento y desplazamiento, zona para la manipulación y exploración, zona de musica, zona para la observación y la naturaleza, zona para la higiene y aseo, zona de descanso, zona de biblioteca, zona de disfraces y zona del ordenador.
Quiero comentar que tenmos tres tablones al lado de la puerta del aula, para información de las familias, es una zona de información. En uno de ellos están las fotos de los niños/as al lado con velero pegamos la foto de lo que necesitan traer al colegio (toallitas, pañales, agua,etc). En otro tablón destinado a información general, trucos, consejos, etc.. Y en el otro colocamos las fotos de los niño/as realizando distintas actividades, jugando, un día en clase, etc. De esta manera, no solo lo ven los padres, sino tambien el resto del profesorado y los padres de los demás alumnos/as.